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“Trabajo presentado en el 5º Congreso Nacional <strong>de</strong> Ciencia Política –<strong>Sociedad</strong> <strong>Argentina</strong> <strong>de</strong><br />

Análisis Político- 14 al 17 <strong>de</strong> Noviembre <strong>de</strong> 2001”<br />

Apellido y Nombres: Kan<strong>de</strong>l, Victoria Noemí<br />

DNI: 23.952.336<br />

e-mail: kan<strong>de</strong>lv@radar.com.ar<br />

Entidad a la cual pertenece: Universidad <strong>de</strong> Buenos Aires –Facultad <strong>de</strong> Ciencias Sociales<br />

Panel:<br />

Opción I: “Historia y Política”, Cesar Tcach<br />

Opción II: “Política y Ciudadanía”, Isidoro Cheresky<br />

Título: “La enseñanza <strong>de</strong> la Ciencia Política en la <strong>Argentina</strong>”<br />

1


La enseñanza <strong>de</strong> la ciencia política en la <strong>Argentina</strong> 1 Victoria Kan<strong>de</strong>l *<br />

El principio más importante(…..) que <strong>de</strong>be guiarnos en la<br />

elección <strong>de</strong> una vocación es el bien <strong>de</strong> la humanidad,<br />

nuestra propia perfección. No hay que pensar que estos<br />

dos intereses se oponen entre sí, que uno <strong>de</strong>be <strong>de</strong>struir al<br />

otro. Más bien, la naturaleza <strong>de</strong>l hombre solamente le<br />

posibilita alcanzar su plenitud mediante el esfuerzo por la<br />

perfección y el bienestar <strong>de</strong> su sociedad (….) La historia<br />

consi<strong>de</strong>ra que los hombres más gran<strong>de</strong>s son los que se<br />

ennoblecieron a sí mismos trabajando para el bien<br />

general”<br />

Carlos Marx<br />

1. A modo <strong>de</strong> introducción<br />

El estudio y la reflexión sistemática sobre temáticas que competen a la ciencia política –como ser<br />

el Estado, el po<strong>de</strong>r y las instituciones- posee una larga tradición en nuestro país. Pue<strong>de</strong>n registrarse<br />

trabajos en esta línea que podrían ser caratulados como “politológicos” <strong>de</strong>s<strong>de</strong> los tiempos <strong>de</strong> la<br />

colonia don<strong>de</strong>, según J.L. Romero, surgen las primeras “i<strong>de</strong>as políticas en <strong>Argentina</strong>”. Es hacia<br />

mediados <strong>de</strong>l siglo XIX cuando comienza a <strong>de</strong>sarrollarse una tradición <strong>de</strong> pensamiento político más<br />

sistemática, que terminará <strong>de</strong> consolidarse a mediados <strong>de</strong>l siglo XX.<br />

El interés <strong>de</strong> este trabajo consiste en <strong>de</strong>finir el proceso por el cual la ciencia política logra<br />

conformar un marco institucional y académico a través <strong>de</strong>l cual transmitir sus conocimientos. Es<br />

<strong>de</strong>cir, la forma en que la ciencia política comienza a ser una disciplina que se enseña en la<br />

universidad pública argentina 2 , y, más específicamente, en la Universidad <strong>de</strong> Buenos Aires.<br />

En segundo lugar, intentaremos mostrar cómo la carrera es percibida por los propios actores<br />

involucrados en el proceso <strong>de</strong> formación académica: graduados, docentes y alumnos. A<strong>de</strong>más,<br />

tomando un estudio realizado por el Ministerio <strong>de</strong> Educación <strong>de</strong> la Nación -“Perfil Ocupacional <strong>de</strong><br />

los Graduados <strong>de</strong> la Educación Superior”-, analizaremos algunos aspectos <strong>de</strong> la inserción laboral <strong>de</strong><br />

los graduados en ciencia política en la <strong>Argentina</strong>.<br />

1 Deseo agra<strong>de</strong>cer profundamente a Juan Labaqui, Ariel Gordon, María Laura Cheb Terrab, María Cecilia Borzese,<br />

Martín Costanzo, Leandro Serjai, Verónica Papa Constantino y Fernando Russo, por su compromiso y <strong>de</strong>dicación en el<br />

<strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong>l trabajo <strong>de</strong> campo. Asimismo, agra<strong>de</strong>zco las lecturas críticas que realizaron sobre las versiones<br />

preliminares <strong>de</strong> este ensayo.<br />

* UBA, Carrera <strong>de</strong> Ciencia Política/ Instituto <strong>de</strong> Investigaciones Gino Germani –Facultad <strong>de</strong> Ciencias Sociales<br />

2 Exce<strong>de</strong> los límites <strong>de</strong> este trabajo una presentación sobre la investigación en ciencia política. Dicha tarea queda<br />

pendiente para futuras investigaciones. Sobre este tema se sugiere consultar el libro <strong>de</strong> Agulla, Juan Carlos<br />

(coordinador): I<strong>de</strong>ología Políticas y Ciencias Sociales. La experiencia <strong>de</strong>l pensamiento social argentino (1945-1995),<br />

Instituto <strong>de</strong> Derecho Público, Ciencia Política y Sociología, Estudios Sigma, Buenos Aires, 1996, véase también:<br />

Oteiza, Enrique, La política <strong>de</strong> investigación científica y tecnológica argentina, Centro Editor <strong>de</strong> América Latina,<br />

Buenos Aires, 1992<br />

2


En principio, aclaremos que no es posible analizar el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> la ciencia política, sin hacer<br />

mención al <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> las ciencias sociales en general, y particularmente, al Derecho, y a la<br />

Sociología.<br />

De acuerdo con Bobbio, “… es verdad que la ciencia política como disciplina y como institución<br />

nace en la segunda mitad <strong>de</strong>l siglo XIX: ella representa un momento y una <strong>de</strong>terminación<br />

específica <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> las ciencias sociales, que ha caracterizado precisamente el progreso<br />

científico <strong>de</strong>l siglo XIX y ha tenido sus expresiones más relevantes e influyentes en el positivismo<br />

<strong>de</strong> Saint Simon y Comte, en el marxismo y en el darwinismo social. En cuanto momento y<br />

<strong>de</strong>terminación específica <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> las ciencias sociales, el nacimiento <strong>de</strong> la ciencia política<br />

mo<strong>de</strong>rna se produce a través <strong>de</strong> la separación <strong>de</strong> los estudios políticos respecto <strong>de</strong> la matriz<br />

tradicional <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho (en particular <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho público)” (Bobbio, 1995: 219).<br />

La impronta juridicista marcó a la disciplina <strong>de</strong>s<strong>de</strong> sus comienzos, baste mencionar que la primera<br />

experiencia <strong>de</strong> ciencia política académica proviene <strong>de</strong> la Universidad <strong>de</strong>l Litoral. En 1929 dicha<br />

universidad creó la Carrera <strong>de</strong> Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales. “Este primer intento<br />

revela, por una parte la influencia ejercida por el Derecho liberal (…) y por otra, una concepción<br />

por la cual el nuevo saber político estaba casi exclusivamente <strong>de</strong>stinado a formar “profesionales” <strong>de</strong><br />

la política o diplomáticos <strong>de</strong> carrera” (Guiñazú y Gutierrez, 1991). (Veremos posteriormente cómo<br />

la experiencia <strong>de</strong> la UBA enseña que la ciencia política académica <strong>de</strong>bió <strong>de</strong>finir su i<strong>de</strong>ntidad<br />

diferenciándose <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho, cuando, en su primer año <strong>de</strong> vida institucional, funcionaba en la<br />

Facultad <strong>de</strong> Derecho <strong>de</strong> la UBA y <strong>de</strong>bió atravesar una lucha <strong>de</strong> po<strong>de</strong>res para ocupar un espacio<br />

diferenciado).<br />

La sociología también imprimió su señal en la conformación <strong>de</strong> la ciencia política académica.<br />

Hacia finales <strong>de</strong> la década <strong>de</strong>l cincuenta, la “sociología cientítica” (tributaria <strong>de</strong>l funcionalismo y<br />

<strong>de</strong>l empirismo norteamericanos) irrumpe con fuerza bajo la dirección <strong>de</strong> Gino Germani 3 . Luego <strong>de</strong><br />

la caída <strong>de</strong> Perón fue creada la carrera <strong>de</strong> sociología en la Facultad <strong>de</strong> Filosofía y Letras (año 1957),<br />

y fue reorganizado el Instituto <strong>de</strong> Sociología, ambos con una ten<strong>de</strong>ncia fuertemente empirista. Los<br />

diez años que corren entre 1955 y 1966 fueron <strong>de</strong>cisivos para el establecimiento <strong>de</strong> una sociología<br />

profesional mo<strong>de</strong>rna en la <strong>Argentina</strong>. A partir <strong>de</strong> 1955, la sociología creció rápidamente, luego <strong>de</strong><br />

haber estado mínimamente representada como un curso obligatorio en algunas faculta<strong>de</strong>s como<br />

Derecho, Filosofía y Ciencias Económicas (Vessuri, 1992).<br />

En los años sesenta se generaron diversos proyectos <strong>de</strong> investigación, con importante<br />

financiamiento internacional, investigaciones orientadas a los temas característicos <strong>de</strong> los años<br />

3 El conductismo implicó, para la ciencia política norteamericana (y europea en menor medida), una influencia en el<br />

mismo sentido en que lo hiciera la “sociología científica” para la sociología argentina. En <strong>de</strong>finitiva, ambas estaban<br />

influenciadas por el paradigma <strong>de</strong>l empirismo. Durante la segunda guerra mundial se produjo una fuerte influencia,<br />

sobre todo <strong>de</strong> filósofos neopositivistas que llegaban exiliados a Estados Unidos, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> Europa (Abal Medina: 2000). La<br />

“revolución conductista” producida a mediados <strong>de</strong>l siglo XX, y encabezada por Easton fue el motor que consolidó la<br />

disciplina en norteamérica. El impacto <strong>de</strong>l conductismo es tan inmenso en la ciencia política norteamericana –menos en<br />

Europa-, que politólogos norteamericanos que hacen una revisión crítico-histórica <strong>de</strong> la ciencia política no dudan en<br />

llamar al nuestro, un “contexto postconductista” (Farr: 1999, 35).<br />

En poco tiempo el conductismo se convirtió en hegemónico, haciendo que otras corrientes quedaran relegadas. El<br />

paradigma conductista “se presentó en sociedad como una actividad científica caracterizada por la búsqueda <strong>de</strong><br />

regularida<strong>de</strong>s, por el sometimiento <strong>de</strong> las propisiciones generales a la prueba empírica mediante técnicas científicas,<br />

midiendo y cuantificando en lo posible y conveniente, asumiendo que la evaluación ética y el análisis empírico son<br />

analíticamente diferentes y consi<strong>de</strong>rando que teoría e investigación son partes íntimamente ligadas en todo cuerpo <strong>de</strong><br />

conocimiento coherente y or<strong>de</strong>nado. En suma, como núcleo duro <strong>de</strong> su programa <strong>de</strong> investigación científica adoptaba<br />

el método <strong>de</strong> las ciencias propuesto por Popper.” (Tonelli y Aznar, 121). En pocos años el paradigma conductista<br />

alcanzaría en USA un éxito espectacular, especialmente en ciencias sociales: “La Asociación Americana <strong>de</strong> Ciencia<br />

Política que contaba con 4.000 miembros en 1946, en dos décadas pasaría a tener 14 mil. El número <strong>de</strong> faculta<strong>de</strong>s <strong>de</strong><br />

ciencia política creció también en forma sorpren<strong>de</strong>nte, <strong>de</strong> unas pocas en 1950 había ya 500 en 1968” (ibid. 122).<br />

Específicamente para la ciencia política el conductismo adopta la perspectiva funcionalista y sistémica, “y se expan<strong>de</strong><br />

por el mundo influenciando tanto a las nacientes ciencias sociales latinoamericanas como a la revitalizada ciencia<br />

política europea, que si bien nunca adoptó por completo este enfoque fue claramente impregnada por él” (Abal Medina,<br />

205). El paradigma conductista comenzó a ser fuertemente criticado en la década <strong>de</strong> los sesenta y en los setenta y<br />

ochenta el funcionalismo cayó en un fuerte <strong>de</strong>sprestigio. “En este marco renacen los enfoques tradicionales opacados<br />

por el conductismo: la teoría normativa (Miller, 1990), y el análisis <strong>de</strong> las instituciones (March y Olsen, 1993)” (Abal<br />

Medina). En este mismo contexto se expan<strong>de</strong> la “teoría <strong>de</strong> la elección racional”, que concentra (como lo hacía el<br />

conductismo) pretenciones <strong>de</strong> cientificidad.<br />

3


sesenta: el <strong>de</strong>sarrollo, el cambio social y la mo<strong>de</strong>rnización. Paralelamente, la década <strong>de</strong>l cincuenta<br />

marcó el inicio <strong>de</strong> un proceso <strong>de</strong> institucionalización <strong>de</strong> la investigación social (Agulla, 1996) tanto<br />

en algunas universida<strong>de</strong>s como en organismos nacionales como el Conicet, e internacionales como<br />

Cepal, Flacso, Cela<strong>de</strong>. Asimismo, esta década implicó el comienzo <strong>de</strong> la enseñanza <strong>de</strong> la sociología<br />

y la ciencia política en diversas instituciones: UBA abrió su carrera <strong>de</strong> sociología en 1957; la<br />

Universidad Católica <strong>Argentina</strong> lo hizo en 1959; la Universidad <strong>de</strong>l Salvador inauguró su carrera <strong>de</strong><br />

sociología y ciencias políticas en 1959.<br />

Durante aquellos años, los temas <strong>de</strong> investigación más relevantes eran los estudios sobre el<br />

“peronismo y el populismo en general, el rol <strong>de</strong> los migrantes internos y las elites disponibles, las<br />

migraciones internas, el sistema político y la clase obrera, la marginalidad en América Latina, los<br />

empresarios, la clase alta, los sindicatos” (Vessuri, 342).<br />

El golpe militar que <strong>de</strong>rrocó al gobierno <strong>de</strong> Illía (1966) inauguró una nueva etapa <strong>de</strong> control e<br />

intervenciones para la universidad: cesantía <strong>de</strong> numerosos docentes, prohibición <strong>de</strong> activida<strong>de</strong>s<br />

políticas en el ámbito <strong>de</strong> la universidad, “<strong>de</strong>puración” <strong>de</strong> la matrícula estudiantil por medio <strong>de</strong> la<br />

eliminación <strong>de</strong> aquellos alumnos que no habían rendido materias durante cierto lapso,<br />

reintroducción <strong>de</strong> exámenes <strong>de</strong> ingreso, todo lo cual provocó una ola <strong>de</strong> renuncias <strong>de</strong> profesores y<br />

auxiliares docentes. Esto último tendrá importantes consecuencias para el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> nuestra<br />

disciplina, ya que el golpe militar provocó un fenómeno conocido como “fuga <strong>de</strong> cerebros”, una<br />

corriente <strong>de</strong> exilios <strong>de</strong> profesores e investigadores que, apoyados por centros privados y por<br />

fundaciones, fueron apoyados e incentivados para realizar sus posgrados en el extranjero,<br />

básicamente en Estados Unidos. De acuerdo con Guiñazú y Gutierrez, sólo por mencionar algunos<br />

nombres a modo <strong>de</strong> ejemplo, Guillermo O´Donnell, Oscar Oszlak, Atilio Borón, Edgardo<br />

Catterberg, Jorge Roulet, Dante Caputo, Marcelo Cavarozzi, José Nun, Liliana De Riz, fueron<br />

algunos <strong>de</strong> los intelectuales que se formaron en estos años en el exterior, y con el retorno <strong>de</strong> la<br />

<strong>de</strong>mocracia jugarán un papel importante en la conformación <strong>de</strong> la ciencia política académica.<br />

Por último y volviendo a la sociología científica, su propio <strong>de</strong>sarrollo y las críticas que fueron<br />

surgiendo hacia el empirismo norteamericano, orientaron los temas <strong>de</strong> investigación hacia<br />

cuestiones vinculadas a lo que hoy día podríamos mencionar como temas típicos <strong>de</strong> la ciencia<br />

política, como ser el estado, la estabilidad política, el po<strong>de</strong>r, las instituciones, pero ya <strong>de</strong>s<strong>de</strong> una<br />

perspectiva latinoamericana.<br />

El entorno histórico-político y la Universidad<br />

La carrera <strong>de</strong> ciencia política ha sufrido una especie <strong>de</strong> explosión en los últimos años. En el año<br />

1979 el Ministerio <strong>de</strong> Justicia y Educación tenía registradas en su Guía <strong>de</strong> Carreras 6 universida<strong>de</strong>s<br />

que ofrecían la licenciatura en ciencia política, dos <strong>de</strong> ellas eran Universida<strong>de</strong>s Nacionales y el<br />

resto, privadas (el Ministerio clasificaba en ese entonces por separado las licenciaturas en Ciencias<br />

Políticas y en Ciencia Política 4 ). En el año 1986 la misma fuente registró 8 Universida<strong>de</strong>s que<br />

otorgan el diploma <strong>de</strong> Lic. en Ciencias Políticas (cabe <strong>de</strong>stacar que en 1986 el Ministerio unifica el<br />

listado bajo la categoría Lic. en Ciencias Políticas. Asimismo, en el año 2000, unifica nuevamente<br />

el listado, pero esta vez bajo la categoría Lic. en Ciencia Política). En la Guía <strong>de</strong> Carreras <strong>de</strong> grado<br />

<strong>de</strong>l año 2000 el Ministerio registra 15 universida<strong>de</strong>s que ofrecen la carrera, <strong>de</strong> las cuales 7 son<br />

Universida<strong>de</strong>s Nacionales y 8 son privadas 5 .<br />

4 No vamos a ahondar en la vieja discusión sobre la <strong>de</strong>finición <strong>de</strong>l nombre <strong>de</strong> la disciplina (se la <strong>de</strong>fine como ciencia<br />

política o como ciencias políticas). Sobre este tema se sugiere consultar el artículo <strong>de</strong> Fe<strong>de</strong>rico Schuster, La<br />

singularidad <strong>de</strong> la ciencia política, en la revista El Politólogo año 1 n°1, Buenos Aires<br />

5 Hay que agregar a esta somera lista los diplomas en ciencia política con alguna orientación que otorgan algunas<br />

universida<strong>de</strong>s. En este sentido, el número <strong>de</strong> universida<strong>de</strong>s y la cantidad <strong>de</strong> licenciaturas se ha ido diversificando. En<br />

1979 existían Licenciaturas en Ciencia Política con orientación en Administración Pública, en Relaciones<br />

Internacionales, en Políticas Sociales. En el 2000 la oferta se ha ido diversificando y el panorama parece irse<br />

complejizando en forma creciente.<br />

4


3.1 La Universidad <strong>de</strong> Buenos Aires como estudio <strong>de</strong> caso.<br />

La U.B.A. es una institución singular por su magnitud y representativa <strong>de</strong> las así llamadas<br />

universida<strong>de</strong>s tradicionales argentinas por su forma <strong>de</strong> organización y sus patrones culturales <strong>de</strong><br />

referencia institucional y académica.<br />

Por su último censo sabemos que cuenta con 212.023 estudiantes (SPU, 2000). El plantel docente<br />

<strong>de</strong> la UBA ascien<strong>de</strong> a 21.228 integrantes, <strong>de</strong> los cuáles sólo 2.399 cuentan con <strong>de</strong>dicaciones<br />

exclusivas y 2.829 semiexclusivas.<br />

Comparativamente, recibe el mayor afluente <strong>de</strong> alumnos aspirantes a obtener el diploma <strong>de</strong> Lic.<br />

en Ciencia Política respecto al resto <strong>de</strong> las universida<strong>de</strong>s (públicas y privadas) que dictan esta<br />

carrera. En el año 2000 contaba con 3.094 alumnos y 369 profesores, <strong>de</strong> los cuales 204 son cargos<br />

rentados y 165, cargos ad honorem (centro <strong>de</strong> cómputos <strong>de</strong> la Facultad <strong>de</strong> Ciencias Sociales).<br />

Asimismo, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el momento <strong>de</strong> su creación y hasta el año 1998, la UBA ha expedido 520<br />

diplomas en ciencia política (Universidad <strong>de</strong> Buenos Aires, Secretaría <strong>de</strong> Planificación).<br />

Todos estos datos, unidos al hecho <strong>de</strong> la inexistencia <strong>de</strong> estudios que intenten sistematizar la<br />

evolución <strong>de</strong> la ciencia política académica, nos llevaron a tomar la iniciativa <strong>de</strong> encarar este estudio,<br />

que da cuenta <strong>de</strong> un caso particular pero emblemático, teniendo en cuenta las dimensiones y<br />

envergadura <strong>de</strong> la Universidad <strong>de</strong> Buenos Aires.<br />

3.2 La carrera <strong>de</strong> ciencia política en la UBA.<br />

La carrera <strong>de</strong> Ciencia Política es una <strong>de</strong> las consecuencias <strong>de</strong> aquello que Perez Lindo <strong>de</strong>nominó<br />

el mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong> universidad autónoma y <strong>de</strong>mocratizada, vigente <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el retorno <strong>de</strong> la <strong>de</strong>mocracia a<br />

nuestro país. Junto a ella, también fue creada la carrera <strong>de</strong> Comunicación Social, ambas “como<br />

reclamos <strong>de</strong> la nueva actuación social, política y cultural” <strong>de</strong> los años ochenta (Agulla, 641). Al<br />

estudiar el proceso <strong>de</strong> creación <strong>de</strong> la carrera no po<strong>de</strong>mos <strong>de</strong>jar <strong>de</strong> mencionar la situación <strong>de</strong> la<br />

universidad durante los años <strong>de</strong> la última dictadura militar (1976-1983), que antece<strong>de</strong>n a la<br />

reinstauración <strong>de</strong> la <strong>de</strong>mocracia.<br />

El llamado “Proceso <strong>de</strong> Reorganización Nacional” constituye el período que se inicia en la<br />

<strong>Argentina</strong> en 1976 y que culmina con la transición a la <strong>de</strong>mocracia y la elección <strong>de</strong> Raúl Alfonsín<br />

como presi<strong>de</strong>nte.<br />

El mo<strong>de</strong>lo educativo <strong>de</strong>l período 1976-1983 pue<strong>de</strong> ser caracterizado <strong>de</strong> acuerdo a cinco puntos: a)<br />

la clausura <strong>de</strong> los mecanismos <strong>de</strong> participación social en la orientación y conducción <strong>de</strong>l sistema <strong>de</strong><br />

enseñanza, b) la verticalización <strong>de</strong> la administración bajo el control militar directo, c) la adaptación<br />

<strong>de</strong> los valores que se difun<strong>de</strong>n a través <strong>de</strong>l aparato educativo a las <strong>de</strong>mandas <strong>de</strong> constitución <strong>de</strong> una<br />

sociedad disciplinada en forma autoritaria, d) el disciplinamiento autoritario <strong>de</strong> los<br />

comportamientos <strong>de</strong> todos los agentes comprometidos en la actividad educativa, e) la transferencia<br />

<strong>de</strong> la lógica burocrática al ámbito educativo (Tiramonti, 1997).<br />

En este período la universidad en particular ocupó un lugar central como foco <strong>de</strong> persecución y <strong>de</strong><br />

privación <strong>de</strong> la libertad. La ausencia total <strong>de</strong> autonomía, un estricto control i<strong>de</strong>ológico <strong>de</strong>l cuerpo<br />

docente, la separación <strong>de</strong> muchos docentes <strong>de</strong> sus cargos con prohibición <strong>de</strong> ejercer la docencia en<br />

cualquier nivel <strong>de</strong> enseñanza, el control <strong>de</strong> la actividad <strong>de</strong> los alumnos, la restricción <strong>de</strong>l acceso a<br />

las Universida<strong>de</strong>s Nacionales, el <strong>de</strong>splazamiento <strong>de</strong>liberado <strong>de</strong> la investigación hacia centros e<br />

institutos ajenos a las Universida<strong>de</strong>s Nacionales (Bertoni y Cano, 1990), a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> la <strong>de</strong>saparición<br />

<strong>de</strong> personas 6 , dan una i<strong>de</strong>a <strong>de</strong>l contexto político nacional en el cual la universidad se hallaba inserta.<br />

Si se observan algunos datos cuantitativos referentes al ingreso <strong>de</strong> los alumnos a la universidad, se<br />

advierte que el período 1976-1983 impactó fuertemente en los niveles <strong>de</strong> acceso a la universidad.<br />

En 1967 habían 240.452 alumnos matriculados en Universida<strong>de</strong>s argentinas, en 1986 los<br />

matriculados llegaban a 707.016. Sin embargo, el período 1976-1983 marca la ten<strong>de</strong>ncia contraria,<br />

ya que la matrícula <strong>de</strong>creció notoriamente. Una rápida revisión <strong>de</strong> las principales políticas<br />

6 Siguiendo el estudio <strong>de</strong> Perez Lindo que se basa en un informe <strong>de</strong> la CONADEP (1984), si se consi<strong>de</strong>ra en forma<br />

conjunta los estudiantes, profesionales, docentes y periodistas <strong>de</strong>tenidos <strong>de</strong>saparecidos, po<strong>de</strong>mos “hacernos una i<strong>de</strong>a<br />

<strong>de</strong>l impacto represión sobre el mundo intelectual: casi un 40% <strong>de</strong> las víctimas pue<strong>de</strong> incluirse en esas categorías”<br />

(Perez Lindo, 1985:177)<br />

5


universitarias <strong>de</strong> la época, nos proporciona una mirada que <strong>de</strong> alguna manera explica las razones <strong>de</strong>l<br />

comportamiento <strong>de</strong> la matrícula universitaria entre los años 1976-1983: cierre <strong>de</strong> carreras,<br />

programas <strong>de</strong> investigación y hasta <strong>de</strong> universida<strong>de</strong>s (a principios <strong>de</strong> 1980 fue clausurada la<br />

Universidad <strong>de</strong> Luján, que había sido creada en 1972, y fue reabierta con el retorno <strong>de</strong> la<br />

<strong>de</strong>mocracia). Una amplia gama <strong>de</strong> teorías, disciplinas y enfoques fueron consi<strong>de</strong>rados<br />

“subversivos” (Perez Lindo, 180). La universidad permaneció aislada <strong>de</strong> los problemas nacionales<br />

y sólo era convocada para servir <strong>de</strong> legitimación al régimen. Se impuso el examen <strong>de</strong> ingreso, los<br />

cupos y el arancelamiento.<br />

“La reinstauración <strong>de</strong> pruebas <strong>de</strong> ingreso en las Universida<strong>de</strong>s Nacionales y su consecuente<br />

aplicación –se rechazan en promedio un 50% <strong>de</strong> los aspirantes a ingresar- y el clima general <strong>de</strong><br />

<strong>de</strong>terioro <strong>de</strong> la labor docente y <strong>de</strong> investigación contribuyen a un brusco <strong>de</strong>scenso primero, y a un<br />

estancamiento luego <strong>de</strong> la matrícula <strong>de</strong> las Universida<strong>de</strong>s Nacionales, en tanto que paralelamente<br />

crece el número absoluto y relativo <strong>de</strong> inscriptos en las Universida<strong>de</strong>s Privadas y los Institutos<br />

Terciarios no universitarios (…) Esta selección, cuyo objetivo implícito más importante no es<br />

i<strong>de</strong>ntificar a los mejores candidatos sino mantener e incluso reducir el tamaño <strong>de</strong> las Universida<strong>de</strong>s<br />

Nacionales, provoca la acumulación <strong>de</strong> una <strong>de</strong>manda social insatisfecha por educación superior<br />

universitaria. Dicha <strong>de</strong>manda se hará luego sentir claramente cuando el gobierno constitucional<br />

subsiguiente elimine todas las trabas para el acceso a la universidad pública” (Bertoni y Cano, 20).<br />

Así, en la UBA se inscribieron en 1974 40.825 alumnos, en 1976, 21.059 y en 1980 12.146<br />

(Perez Lindo, 178)<br />

Las ciencias sociales fueron especialmente vigiladas, constituyéndose en activida<strong>de</strong>s peligrosas,<br />

sobre todo el psicoanálisis, la filosofía y la sociología. Las carreras <strong>de</strong> la facultad <strong>de</strong> filosofía y<br />

letras sufrieron un total <strong>de</strong>smantelamiento y muchos alumnos y profesores fueron <strong>de</strong>saparecidos,<br />

como así también una cantidad importante <strong>de</strong>bió exiliarse.<br />

Las carreras <strong>de</strong> ciencia política existentes en ese momento, también fueron afectadas por el<br />

proceso <strong>de</strong> reorganización nacional. “En la universidad <strong>de</strong> Rosario, alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> 1977, se organizó<br />

un ecléctico plan <strong>de</strong> estudio con una fuerte base neotomista que retomaba fragmentariamente<br />

algunos postulados <strong>de</strong>l estructural-funcionalismo americano y <strong>de</strong>l llamado “realismo político”. La<br />

universidad <strong>de</strong> Cuyo, con se<strong>de</strong> en Mendoza, será modificada en una dirección similar, con una<br />

formación orientada hacia la administración pública. La Universidad Católica <strong>Argentina</strong> <strong>de</strong>finió su<br />

perfil sin <strong>de</strong>masiadas contradicciones con el proceso político social <strong>de</strong> aquellos años, extremando<br />

sus esfuerzos para formar “lí<strong>de</strong>res políticos” que nutrieran a la nueva clase dirigente (…) En el resto<br />

<strong>de</strong> las universida<strong>de</strong>s privadas se dieron situaciones más bien atípicas. Por ejemplo, la universidad<br />

<strong>de</strong>l salvador –<strong>de</strong> la or<strong>de</strong>n jesuita– y la universidad <strong>de</strong> Belgrano –más orientada a las relaciones<br />

internacionales– se transformaron en reductos relativamente pluralistas don<strong>de</strong> podían enseñar<br />

muchos <strong>de</strong> los intelectuales que habían sido expulsados <strong>de</strong> la universidad estatal.” (Guiñazú y<br />

Gutierrez).<br />

La llegada <strong>de</strong> Alfonsín al gobierno y el proceso <strong>de</strong> re<strong>de</strong>mocratización que comenzaba en<br />

diciembre <strong>de</strong> 1983 significaron importantes cambios para la universidad. “Estos cambios no<br />

representan tanto innovaciones inéditas en la historia <strong>de</strong> las universida<strong>de</strong>s argentinas, como el<br />

restablecimiento <strong>de</strong> políticas anteriores a 1966. Sin embargo, se registran algunas iniciativas que<br />

representan intentos <strong>de</strong> actualización <strong>de</strong> los viejos postulados <strong>de</strong>l movimiento <strong>de</strong> Reforma<br />

Universitaria, para adaptarlos a la nueva situación <strong>de</strong>l subsistema universitario argentino” (Cano y<br />

Bertoni, 1990).<br />

A partir <strong>de</strong> 1984 la universidad comienza a recuperar el patrimonio <strong>de</strong> tradición <strong>de</strong>mocrática,<br />

pluralista, crítica constructiva y creadora que se había perdido. Entre las medidas que empren<strong>de</strong> la<br />

propia universidad <strong>de</strong> acuerdo con Vior (1990) dos parecen las medidas <strong>de</strong> política científica y<br />

educacional:<br />

• Revisar planes <strong>de</strong> estudios y proponer su modificación.<br />

• Creación <strong>de</strong> nuevas carreras posibilitando la apertura <strong>de</strong> nuevos estudios <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> las<br />

universida<strong>de</strong>s.<br />

6


De acuerdo a Chiroleu, “en el plano universitario el discurso <strong>de</strong>l gobierno radical asume como<br />

ejes articuladores el logro <strong>de</strong> autonomía y <strong>de</strong>mocratización externa e interna en las instituciones;<br />

esta última sería alcanzada a través <strong>de</strong>l proceso normalización <strong>de</strong> las universida<strong>de</strong>s que procuraba<br />

lograr una amplia participación en los claustros <strong>de</strong>l gobierno universitario” (Chiroleu, 1999). La<br />

<strong>de</strong>mocratización externa parece ser entendida como la igualdad <strong>de</strong> oportunida<strong>de</strong>s: <strong>de</strong>recho a<br />

acce<strong>de</strong>r, permanecer y egresar <strong>de</strong> la universidad para todos los educandos.<br />

La autora citada señala las siguientes propuestas <strong>de</strong> trabajo que encaró el gobierno radical:<br />

• Universidad <strong>de</strong>mocrática y abierta al pueblo. Eliminación <strong>de</strong> las limitaciones elitistas que había<br />

impuesto el régimen anterior<br />

• Democratización interna encarada a través <strong>de</strong> un proceso <strong>de</strong> normalización<br />

• Ampliación <strong>de</strong> la cobertura en todos los niveles<br />

• Igualdad <strong>de</strong> posibilida<strong>de</strong>s y oportunida<strong>de</strong>s educativas: igualdad <strong>de</strong> posibilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> acceso y<br />

preservación <strong>de</strong> la calidad<br />

• Responsabilidad <strong>de</strong>l estado en materia educativa. Abandonar el rol subsidiario <strong>de</strong>l estado en<br />

este sentido.<br />

En el plano <strong>de</strong> las ciencias sociales, el proyecto alfonsinista se mostró fuertemente comprometido<br />

con su reconstrucción, tanto en la investigación como la docencia. Des<strong>de</strong> un principio, el nuevo<br />

presi<strong>de</strong>nte mostró interés por incorporar a su entorno más cercano a un grupo <strong>de</strong> intelectuales<br />

provenientes <strong>de</strong> las ciencias sociales.<br />

El Po<strong>de</strong>r Ejecutivo Nacional dictó el Decreto 143/83 y envió al Congreso un proyecto <strong>de</strong> ley que<br />

fue aprobado en enero <strong>de</strong> 1984. La ley 23.068 <strong>de</strong> junio <strong>de</strong> 1984 <strong>de</strong>roga la anterior ley <strong>de</strong> facto n°<br />

2202, y establece un año para la normalización <strong>de</strong> las universida<strong>de</strong>s y el restablecimiento <strong>de</strong> la<br />

autonomía. Para ello fueron <strong>de</strong>signados Rectores Normalizadores quienes <strong>de</strong>bían, conjuntamente<br />

con el Consejo Superior Provisorio, disponer las reformas estatutarias necesarias y regir, juntamente<br />

con los <strong>de</strong>canos normalizadores, la universidad hasta la instalación <strong>de</strong> las autorida<strong>de</strong>s <strong>de</strong>bidamente<br />

electas” (Mignone, 57). Se restablece la vigencia <strong>de</strong> los estatutos universitarios anteriores a 1966<br />

con lo cual se reconoce el carácter tripartito <strong>de</strong>l gobierno universitario (docentes, alumnos,<br />

egresados). A comienzos <strong>de</strong> 1986 se constituyen Asambleas Universitarias que eligen, por primera<br />

vez en las últimas dos décadas, a las autorida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> las Universida<strong>de</strong>s Nacionales (Bertoni y Cano).<br />

El retorno <strong>de</strong> la <strong>de</strong>mocracia planteó un fuerte <strong>de</strong>safío <strong>de</strong> reconstrucción <strong>de</strong> lazos entre la sociedad<br />

y el estado que durante décadas estuvieron rotos en nuestro país. La universidad también se hizo<br />

cargo <strong>de</strong> este <strong>de</strong>safío, y así lo entendía Delich, Rector Normalizador <strong>de</strong> la UBA, al afirmar:<br />

“… <strong>de</strong> allí venimos a ten<strong>de</strong>r el puente que une la sociedad con el estado y <strong>de</strong>vuelve<br />

a éste, por la <strong>de</strong>mocracia, la legitimidad perdida y lo reconvierta, mediante el<br />

ejercicio <strong>de</strong> la ciudadanía, en el espacio <strong>de</strong> lo público y en soporte vigoroso <strong>de</strong> la<br />

Nación. Esta y no otra es la tarea inmediata <strong>de</strong> nuestra generación: romper el<br />

aislamiento <strong>de</strong> la sociedad y el estado, a<strong>de</strong>cuar las instituciones a la sociedad que<br />

está mutando y cambiándonos a nosotros mismos como condición <strong>de</strong> supervivencia<br />

<strong>de</strong> la Nación. Ningún <strong>de</strong>sarrollo es viable, ningún ingreso en el mundo nuevo, a<br />

cuyo alumbramiento ya asistimos, es posible si no compren<strong>de</strong>mos que nada<br />

reemplaza la participación <strong>de</strong> los ciudadanos en la elaboración <strong>de</strong>l <strong>de</strong>stino común,<br />

que ningún iluminismo reemplaza la voluntad popular. En esta tarea <strong>de</strong> recuperar<br />

los vínculos <strong>de</strong> la sociedad y el estado, la Universidad tiene una doble<br />

responsabilidad: mostrar cómo ella misma es capaz <strong>de</strong> reunir la comunidad<br />

académica con la institución académica; mostrar también que la <strong>de</strong>mocracia <strong>de</strong> las<br />

instituciones no solamente es compatible con el avance científico, sino que<br />

constituye un requisito. Así lo hemos aprendido en la mejor tradición <strong>de</strong> nuestro<br />

país y <strong>de</strong> esta Universidad <strong>de</strong> Buenos Aires (….) La normalización preten<strong>de</strong><br />

<strong>de</strong>volver a la Universidad, en el menor tiempo posible, su autonomía, restablecer las<br />

reglas <strong>de</strong> la <strong>de</strong>mocracia interna, constituir los claustros docentes, invitar a los<br />

7


graduados universitarios a sumarse al esfuerzo <strong>de</strong> la comunidad y a los estudiantes a<br />

expresar y realizar libremente su vocación” (Delich; 1986; pags. 16 y 17).<br />

Quisiéramos <strong>de</strong>stacar dos medidas que fueron trascen<strong>de</strong>ntales para la <strong>de</strong>mocratización <strong>de</strong> la<br />

universidad: la <strong>de</strong>signación por concurso público, <strong>de</strong> antece<strong>de</strong>ntes y con oposición <strong>de</strong> los<br />

profesores que compondrían el claustro docente. Se <strong>de</strong>bía contar con un mínimo <strong>de</strong> 51% <strong>de</strong><br />

profesores concursados. Lo cual implicó el regreso <strong>de</strong> numerosos académicos al país y a la vida<br />

universitaria. La planta <strong>de</strong> personal docente <strong>de</strong> las universida<strong>de</strong>s nacionales pasó <strong>de</strong> 48.844 en<br />

1977 a 53.617 en 1982 (Perez Lindo, 189).<br />

En segundo lugar, en materia <strong>de</strong> acceso a la educación superior, fueron eliminadas todas las<br />

formas <strong>de</strong> control <strong>de</strong>l ingreso. El ingreso irrestricto fue la política oficial, pero cada universidad<br />

nacional impuso sus propios criterios para aplicarlo. La UBA optó por la instauración <strong>de</strong>l Ciclo<br />

Básico Común (CBC) a partir <strong>de</strong> 1985 7 .<br />

El tema <strong>de</strong>l ingreso irrestricto provocó una gran expansión <strong>de</strong> la matrícula. En 1984 la UBA tuvo<br />

un total <strong>de</strong> 42.757 nuevos inscriptos, y en 1985 se inscribieron al CBC 81.831 alumnos. Del total<br />

<strong>de</strong> inscriptos, 2.351 correspon<strong>de</strong>n a alumnos <strong>de</strong> Sociología, Trabajo Social, Ciencias <strong>de</strong> la<br />

Comunicación y Ciencia Política (carreras que, junto con la posteriormente creada Relaciones <strong>de</strong>l<br />

Trabajo, conformarían la Facultad <strong>de</strong> Ciencias Sociales, creada en 1987) (Secretaría <strong>de</strong><br />

Planificación <strong>de</strong> la UBA).<br />

Un ejemplo <strong>de</strong> la expansión <strong>de</strong> la matrícula lo constituye la carrera <strong>de</strong> ciencia política. Según los<br />

datos proporcionados por el Ciclo Básico Común (CBC), las inscripciones al CBC <strong>de</strong> Ciencia<br />

Política fueron evolucionando <strong>de</strong> la siguiente manera:<br />

900<br />

800<br />

700<br />

600<br />

500<br />

400<br />

300<br />

200<br />

100<br />

0<br />

773<br />

667 682<br />

571<br />

495<br />

503<br />

381 386<br />

354<br />

314 310 326<br />

349<br />

371<br />

137<br />

1985 1986 1987 1988 1989 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999<br />

(Fuente: Universidad <strong>de</strong> Buenos Aires, Secretaría <strong>de</strong> Planificación, con base <strong>de</strong> datos<br />

proporcionados por el CBC)<br />

Luego <strong>de</strong>l entusiasmo producido por el fervor <strong>de</strong>mocrático <strong>de</strong> los primeros años <strong>de</strong>l gobierno <strong>de</strong><br />

Alfonsín, entre 1987 y 1990 el país entró en una profunda crisis económica. La universidad<br />

pública, como así también la educación pública en general, perdió no solo prestigio social, sino<br />

también su presupuesto y las condiciones salariales <strong>de</strong> los docentes se fueron <strong>de</strong>teriorando, viéndose<br />

imposibilitados <strong>de</strong> recuperarse hasta la actualidad. Lo mismo ocurrió con la investigación social, la<br />

cual se vio inmersa en una situación <strong>de</strong> creciente en<strong>de</strong>blez <strong>de</strong>bido a las dificulta<strong>de</strong>s económicas.<br />

Aún así, la investigación vinculada a temas <strong>de</strong> sociología política y ciencia política ocuparon por<br />

estos años un importante lugar: re<strong>de</strong>mocratización, concertación, sociedad civil, nuevos<br />

movimientos sociales, entre otros.(Vessuri)<br />

7 La resolución que establece el CBC señala que “su currículum ten<strong>de</strong>rá a brindar una formación básica integral e<br />

interdisciplinaria; a <strong>de</strong>sarrollar el pensamiento crítico; a consolidar una metodología <strong>de</strong> aprendizaje y a contribuir a la<br />

formación ética, cívica y <strong>de</strong>mocrática”. Extraído <strong>de</strong> Chiroleu, 1999<br />

8


Haremos aquí una breve disgreción para introducir una pocas referencias a algunas <strong>de</strong> las políticas<br />

universitarias que <strong>de</strong>scriben el panorama <strong>de</strong> la última década. La <strong>de</strong>scripción no preten<strong>de</strong> ser<br />

exhaustiva, por el contrario, busca dar cuenta <strong>de</strong> algunas medidas que –creemos- impactaron en el<br />

<strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> la carrera.<br />

La década <strong>de</strong> los noventa representa el inicio, para la mayoría <strong>de</strong> los países latinoamericanos, <strong>de</strong><br />

una serie <strong>de</strong> reformas en sus Sistemas Educativos, entre ellos en el Sistema <strong>de</strong> Educación Superior.<br />

Respecto a este último, la reforma opera en un contexto en el cual la relación estado-educación<br />

superior se ve fuertemente alterada, sobre todo en dos aspectos:<br />

-Los estados muestran una creciente adaptación a la agenda educativa internacional promovida<br />

sobre todo por el Banco Mundial (y en un segundo momento también por el BID), abdicando frente<br />

a las presiones por una reforma <strong>de</strong>l sistema <strong>de</strong> educación superior.<br />

-Los estados expresan una creciente autonomía respecto a las <strong>de</strong>mandas <strong>de</strong> los sectores sociales<br />

nacionales, que se manifiestan cuestionando y rechazando las reformas que se preten<strong>de</strong>n llevar a<br />

cabo. Constituye un ejemplo <strong>de</strong> esto que en el año 1995 en <strong>Argentina</strong>, mientras en el Recinto <strong>de</strong> la<br />

Cámara <strong>de</strong> Diputados se trataba la Ley <strong>de</strong> Educación Superior (LES), el sector universitario<br />

(estudiantes, docentes y no docentes) se manifestaba en contra <strong>de</strong>l proyecto, realizando asambleas,<br />

<strong>de</strong>bates, conferencias y clases públicas sobre el proyecto en cuestión (Paviglianiti, 101: 1996).<br />

En 1995 se promulga la Ley <strong>de</strong> Educación Superior (LES), n°24.521, algunos <strong>de</strong> cuyos temas son:<br />

la diversificación <strong>de</strong>l financiamiento, reformas curriculares, selectividad en el acceso, promoción <strong>de</strong><br />

carreras orientadas al mercado, expansión <strong>de</strong> las universida<strong>de</strong>s privadas e implementación <strong>de</strong><br />

sistemas <strong>de</strong> evaluación institucional (Mollis: 1999).<br />

Este conjunto <strong>de</strong> transformaciones se inserta en una ten<strong>de</strong>ncia globalizante en materia <strong>de</strong> políticas<br />

<strong>de</strong> educación superior, y que intenta marcar un nuevo rol <strong>de</strong>l estado respecto a este sector: mayor<br />

presencia en las instancias <strong>de</strong> control, regulación y evaluación, y un distanciamiento en cuanto a la<br />

administración y el financiamiento.<br />

Siguiendo a Brunner, la reforma <strong>de</strong>l Sistema <strong>de</strong> Educación Superior (SES) establece un nuevo<br />

pacto social entre el estado y la educación superior, cuyos principales ejes son: por un lado un<br />

aumento <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r <strong>de</strong> control <strong>de</strong> los estados sobre las Instituciones <strong>de</strong> Educación Superior, signado<br />

por la evaluación mientras que se <strong>de</strong>scentraliza su función administrativa; por el otro el estado<br />

disminuye sus compromisos <strong>de</strong> financiamiento, estableciendo relaciones diversificadas y complejas<br />

con cada institución a la vez que éstas <strong>de</strong>ben diversificar sus fuentes <strong>de</strong> financiamiento (Brunner,<br />

1993).<br />

Todos estos cambios no pue<strong>de</strong>n ser abordados en su totalidad si no son enmarcados en un<br />

contexto más amplio y abarcativo que afecta la esencia <strong>de</strong> la organización <strong>de</strong>l estado: las reformas<br />

políticas y económicas iniciadas por los estados latinoamericanos en los años ochenta, y<br />

profundizadas en la década <strong>de</strong>l noventa.<br />

A partir <strong>de</strong> mediados <strong>de</strong> los años ochenta, sobre todo con el retorno <strong>de</strong> la <strong>de</strong>mocracia, muchos<br />

países <strong>de</strong> Latinoamérica lanzaron gran<strong>de</strong>s cambios en sus economías y se sumergieron en profundas<br />

reformas estructurales (Chile sea tal vez la excepción ya que fue el gobierno militar <strong>de</strong> Pinochet<br />

quien se involucró <strong>de</strong> lleno con los procesos <strong>de</strong> reforma). Se trata <strong>de</strong> reformas orientadas hacia el<br />

mercado, que buscan racionalizar la asignación <strong>de</strong> recursos, <strong>de</strong>sregular los precios, reducir el gasto<br />

público y, en <strong>de</strong>finitiva, organizar nuevos mercados y conseguir la solvencia <strong>de</strong>l estado. El estado<br />

<strong>de</strong>ja terreno al mercado, y altera su rol, transformándose en un estado fiscalizador, controlador y<br />

regulador.<br />

Volviendo al tema <strong>de</strong> la creación <strong>de</strong> la carrera <strong>de</strong> Ciencia Política, luego <strong>de</strong> los duros años <strong>de</strong><br />

silencio y oscurantismo que significó la última dictadura militar, un grupo <strong>de</strong> profesores fue<br />

convocado por el Dr. Carlos Strasser, quien había organizado en 1978 en la FLACSO, el único<br />

posgrado en ciencias sociales que existía en el país.<br />

9


Con la restauración <strong>de</strong> la <strong>de</strong>mocracia surgió una necesidad <strong>de</strong> recuperar el espacio institucional <strong>de</strong><br />

las ciencias sociales, y así se comenzó a trabajar para rearmar la carrera <strong>de</strong> sociología, y organizar<br />

la creación <strong>de</strong> ciencia política en la UBA.<br />

En esos momentos, se elevó una propuesta al Rector Normalizador, recién nombrado, el Dr.<br />

Francisco Delich, el cual se mostró <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el principio muy interesado en el proyecto, y nombró al<br />

Dr. Strasser Presi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> una Comisión que tendría a su cargo la organización y las<br />

recomendaciones para el armado <strong>de</strong> la carrera <strong>de</strong> ciencia política en la UBA. La comisión pretendió<br />

estar compuesta por representantes <strong>de</strong> diversas disciplinas <strong>de</strong> modo tal que puedan aportar<br />

elementos para crear una carrera <strong>de</strong> ciencia política. La comisión estuvo conformada por Carlos<br />

Strasser, Waldo Ansaldi, Hugo Alvarez Natale, Natalio Botana, Eugenio Bulygin, Edgardo<br />

Catterberg, Mario Dos Santos, Osvaldo Gurariglia, Carlos Herran, Oscar Landi, Mario Justo Lopez,<br />

Roberto Martinez Nogueira, Oscar Oszlak, Carlos Perez Llana, Eduardo Rabossi, Beatriz Rajlan, y<br />

Solange van Keman<strong>de</strong> que actuó como secretaria.<br />

Esta comisión se reunió a principios <strong>de</strong> febrero y hasta mediados <strong>de</strong> junio <strong>de</strong> 1984 trabajó en<br />

reuniones periódicas, intercambiando experiencias e información acerca <strong>de</strong> cuál sería el modo más<br />

conveniente <strong>de</strong> implementar el funcionamiento <strong>de</strong> la carrera <strong>de</strong> ciencia política en la UBA. Uno <strong>de</strong><br />

los puntos que fueron discutidos fue la necesidad <strong>de</strong> crear una carrera que funcione en forma<br />

in<strong>de</strong>pendiente y autónoma <strong>de</strong> la influencia <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho. Es por esto que la presencia <strong>de</strong><br />

intelectuales provenientes <strong>de</strong> disciplinas como la filosofía, el <strong>de</strong>recho, la sociología, la<br />

administración pública, diversificó los puntos <strong>de</strong> vista sobre el perfil que <strong>de</strong>bía adoptar una carrera<br />

<strong>de</strong> ciencia política en la Universidad <strong>de</strong> Buenos Aires. Asimismo, el hecho <strong>de</strong> que la mayoría <strong>de</strong> los<br />

miembros <strong>de</strong> la “Comisión Strasser” provenía <strong>de</strong> realizar sus estudios en el extranjero, en<br />

universida<strong>de</strong>s europeas y norteamericanas, fue un aporte significativo, ya que a la hora <strong>de</strong> crear el<br />

plan <strong>de</strong> estudios, estas experiencias fueron consi<strong>de</strong>radas. El plan <strong>de</strong> estudios pretendió nutrirse <strong>de</strong><br />

las más variadas disciplinas, para conformar un panorama teórico lo suficientemente amplio como<br />

para abarcar la disciplina en su mayor amplitud. Finalmente, la comisión elaboró un informe con<br />

una serie <strong>de</strong> recomendaciones sobre la conveniencia <strong>de</strong> crear una carrera <strong>de</strong> ciencia política en la<br />

UBA, el funcionamiento interno <strong>de</strong> la carrera, su diseño curricular, y los contenidos mínimos <strong>de</strong> las<br />

materias, este informe es conocido como “Informe Strasser”, y fue elevado y puesto en<br />

consi<strong>de</strong>ración <strong>de</strong>l Consejo Superior <strong>de</strong> la Universidad <strong>de</strong> Buenos Aires.<br />

Un testigo <strong>de</strong> la época nos relata lo siguiente: “A pesar <strong>de</strong> que el informe se llama Strasser,<br />

porque el que coordinó el equipo fue Strasser, la i<strong>de</strong>a original, por lo menos esta es la impresión que<br />

tengo yo, es que el puntapié inicial lo dio Edgardo Catterberg que era muy amigo <strong>de</strong> Delich que en<br />

ese momento era Rector”. La figura <strong>de</strong>l Dr. Edgardo Catterberg, será <strong>de</strong> gran importancia ya que<br />

fue él quien ocupó por primera vez el cargo <strong>de</strong> Director <strong>de</strong> la Carrera <strong>de</strong> Ciencia Política. Respecto<br />

al Rector Delich, varios <strong>de</strong> los entrevistados coincidieron en asignarle un peso <strong>de</strong>cisivo en el<br />

<strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong>l proyecto, sobre todo se atribuye su interés y persistencia en la creación <strong>de</strong> la carrera,<br />

“muy ligada a la necesidad <strong>de</strong> formar cuadros intelectuales y cuadros políticos para el proyecto<br />

político <strong>de</strong>l alfonsinismo” 8 .<br />

El 3 <strong>de</strong> julio <strong>de</strong> 1985, el Consejo Superior Provisorio <strong>de</strong> la Universidad <strong>de</strong> Buenos Aires, aprobó<br />

la creación <strong>de</strong> la carrera <strong>de</strong> Licenciatura en Ciencias Políticas 9 , aunque la misma comenzó a<br />

funcionar <strong>de</strong>s<strong>de</strong> principios <strong>de</strong> 1985, con su primer camada <strong>de</strong> ingresantes.<br />

Con la creación <strong>de</strong> la carrera <strong>de</strong> Ciencia Política se produce la apertura <strong>de</strong> un área <strong>de</strong> formación<br />

profesional que tiene una larga tradición en las universida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> otros países pero las condiciones<br />

<strong>de</strong> “atraso <strong>de</strong> la universidad argentina habían impedido que se fundara” (Puiggrós, 1993).<br />

Comentario:<br />

8 Entrevista realizada al Prof. Atilio Borón, mayo <strong>de</strong> 2000<br />

9 Posteriormente el Consejo Superior <strong>de</strong> la UBA <strong>de</strong>cidió modificar el nombre <strong>de</strong> la carrera por el <strong>de</strong> Ciencia Política.<br />

10


El <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> la carrera <strong>de</strong> Ciencia Política en la UBA. 1984-2000<br />

El informe Strasser está conformado por tres gran<strong>de</strong>s apartados: en el primero se <strong>de</strong>sarrolla la<br />

fundamentación y justificación <strong>de</strong> la carrera, luego su inserción institucional <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la UBA y<br />

por último se presenta el plan <strong>de</strong> estudios estructurado.<br />

La comisión fundamentó la creación <strong>de</strong> la carrera <strong>de</strong> Ciencia Política en dos hechos <strong>de</strong> gran<br />

relevancia; por un lado se adujeron razones epistemológicas, y por el otro, razones formales. En<br />

cuanto a lo epistemológico, el argumento sostiene que se trata <strong>de</strong> una disciplina que <strong>de</strong>tenta una<br />

existencia <strong>de</strong> 25 siglos. En relación a los aspectos formales, la Ciencia Política es una carrera<br />

vigente en la mayoría <strong>de</strong> las universida<strong>de</strong>s <strong>de</strong>l mundo, y por lo tanto la UBA no <strong>de</strong>bía permanecer<br />

ajena a esta ten<strong>de</strong>ncia.<br />

La política es vista como “consubstancial con la vida humana”, posee una centralidad en “en la<br />

naturaleza <strong>de</strong> la vida social y <strong>de</strong> los individuos”. De allí nace la necesidad <strong>de</strong> “...investigarla,<br />

reflexionarla y conocerla, es –siempre- estar más conscientes <strong>de</strong> lo que somos, lo que hacemos y<br />

también <strong>de</strong> qué nos pasa”.<br />

El informe hace hincapié en la necesidad <strong>de</strong> la recuperación <strong>de</strong> la centralidad <strong>de</strong> la política y el<br />

afianzamiento <strong>de</strong> la <strong>de</strong>mocracia, don<strong>de</strong> el saber político cumple un papel primordial “para la<br />

fundación y renovación <strong>de</strong> nuestra vida política”. En aquellos años se buscaba reconstruir la<br />

<strong>de</strong>mocracia <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> las instituciones, organizaciones y <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> las practica políticas. Para ello se<br />

requería “...<strong>de</strong> todo aquello que el saber político y sus <strong>de</strong>strezas pue<strong>de</strong>n proporcionarnos como<br />

inapreciable ayuda en la enorme y compleja tarea <strong>de</strong> muchos años, relativa a lo que se inquiere y se<br />

requiere por todas partes y que aquí tiene a<strong>de</strong>más que ver, nada menos con la fundación <strong>de</strong> la vida<br />

política propiamente dicha, empezando precisamente, por las instituciones, la organización y las<br />

prácticas políticas”.<br />

La presencia <strong>de</strong> los Politólogos era ciertamente necesaria y valiosa <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l contexto <strong>de</strong><br />

resignificación <strong>de</strong> la vida <strong>de</strong>mocrática. En el informe Strasser se postulará una concepción <strong>de</strong>l<br />

Politólogo con una función fuertemente intelectual, es visto como un “analista teórico” encargado<br />

<strong>de</strong> la “producción normativa”. La ocupación <strong>de</strong>l politólogo es la educación, el asesoramiento <strong>de</strong> los<br />

dirigentes políticos, privilegiando como principal canal la investigación.<br />

Este i<strong>de</strong>ario <strong>de</strong>l Politólogo como un intelectual requería formar y mantener educadores,<br />

investigadores, técnicos y expertos políticos que contribuyan con su saber “a formar una opinión<br />

pública ilustrada y el mayor número posible <strong>de</strong> ciudadanos concientes”, en el marco <strong>de</strong> una nueva<br />

relación y “complementación <strong>de</strong> los políticos con los politólogos”.<br />

En el informe se reconocía la importancia <strong>de</strong>l estudio, la reflexión y el conocimiento <strong>de</strong> la vida<br />

política y <strong>de</strong> la sociedad <strong>Argentina</strong>. Debido a que ello sería un insumo valioso “para refundar la<br />

república efectivamente y para contribuir a darnos instituciones responsables y eficientes que si no<br />

son nunca <strong>de</strong> fácil adquisición ni conservación y <strong>de</strong>spliegue, en todo caso son quizás imposibles sin<br />

ciertas dosis <strong>de</strong> ciencia y conciencia cabales”.<br />

En esta tarea “el estudio, la investigación y la aplicación <strong>de</strong> la ciencia política en cada una <strong>de</strong> sus<br />

áreas <strong>de</strong> especialización e igualmente la acción responsable y capacitado <strong>de</strong> los científicos y<br />

profesionales en los ámbitos en que son llamados a actuar” resulta esencial para consolidación <strong>de</strong><br />

las <strong>de</strong>mocracias.<br />

El Plan <strong>de</strong> estudios es una <strong>de</strong> las maneras en que pue<strong>de</strong> ser observado el curriculum, representa la<br />

estructuración formal <strong>de</strong> las prácticas que realizarán los sujetos <strong>de</strong>l aprendizaje en su recorrido.<br />

El recorte <strong>de</strong> curriculum <strong>de</strong> formación <strong>de</strong>l politólogo analizado es presentado a través <strong>de</strong> los<br />

textos <strong>de</strong> los planes <strong>de</strong> estudios, que se expresan por lo general como un listado <strong>de</strong> materias. Sin<br />

embargo, a través <strong>de</strong> este listado <strong>de</strong> materias se pue<strong>de</strong> visualizar implícitamente la fundamentación<br />

<strong>de</strong> la formación, los objetivos y perfiles profesionales, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> plasmar un momento <strong>de</strong> la cultura<br />

institucional que le da una impronta particular a la carrera.<br />

11


Por otra parte es <strong>de</strong> <strong>de</strong>stacar que en el <strong>documento</strong> <strong>de</strong>l plan <strong>de</strong> estudios se explicitan también las<br />

intenciones educativas <strong>de</strong> la universidad, las que <strong>de</strong> acuerdo con Manuel Argumendo (1999), han<br />

tenido dos respuestas posibles:<br />

- Concebir a la universidad como una agencia educativa que tiene como misión formar<br />

profesionales.<br />

- Imaginar a la universidad como un espacio para formar personas capaces <strong>de</strong> enfrentar los<br />

problemas que se plantean en el campo <strong>de</strong> una disciplina y construir conocimientos que<br />

permitan avanzar en la búsqueda <strong>de</strong> soluciones.<br />

Es importante tener en cuenta que la universidad esta atravesada por otras instituciones <strong>de</strong> manera<br />

muy particular, las mismas no están sólo afuera, sino también en su interior. En esta trama<br />

institucional se plantea la tarea <strong>de</strong> construir un curriculum, y es allí dón<strong>de</strong> realmente se plantea la<br />

concreción <strong>de</strong> construir un <strong>de</strong>terminado perfil profesional (Argumedo, 1999).<br />

La formación profesional y el curriculum son dos temas en los que actualmente existe una gran<br />

preocupación. Dentro <strong>de</strong> las universida<strong>de</strong>s argentinas el papel <strong>de</strong> la UBA como formadora <strong>de</strong><br />

profesionales es <strong>de</strong> gran relevancia, y ha contribuido a la constitución <strong>de</strong> una importante tradición.<br />

El proceso formativo <strong>de</strong> los profesionales es complejo y contradictorio, en él intervienen la<br />

normativa generada por la política universitaria, y los diferentes “proyectos educativos <strong>de</strong> la<br />

administración” <strong>de</strong> las distintas faculta<strong>de</strong>s o <strong>de</strong>partamentos (Marín Mén<strong>de</strong>z, 1993). En el contexto<br />

actual se combinan los intentos <strong>de</strong> reforma <strong>de</strong> la estructura actual <strong>de</strong> la reforma <strong>de</strong> la UBA.<br />

En la enseñanza <strong>de</strong> cada una <strong>de</strong> las profesiones en la UBA existe una gran heterogeneidad en la<br />

estructura académica <strong>de</strong> las diferentes unida<strong>de</strong>s, existen 13 faculta<strong>de</strong>s en las cuales se dictan 105<br />

carreras <strong>de</strong> grado.<br />

De acuerdo a Adriana Puiggrós (1993) existen tres gran<strong>de</strong>s tipos <strong>de</strong> currículos en la Universidad<br />

<strong>de</strong> Buenos Aires:<br />

• En primer lugar, el <strong>de</strong> las profesiones liberales: abogacía, medicina, arquitectura, economía;<br />

que se caracterizan por el agregado <strong>de</strong> materias y contenidos sin realizar reformas <strong>de</strong> fondo<br />

en los planes <strong>de</strong> estudio.<br />

• En segundo termino, el <strong>de</strong> las carreras <strong>de</strong> medio siglo <strong>de</strong> creación: ciencias <strong>de</strong> la educación,<br />

psicología y sociología; portadores <strong>de</strong> planes <strong>de</strong> estudios extensos en continuidad con las<br />

características <strong>de</strong> los anteriores, al que se le agregan el peso <strong>de</strong> la luchas corporativa por los<br />

espacios.<br />

• Por último, una serie <strong>de</strong> carreras nuevas agrupadas en la Facultad <strong>de</strong> Ciencias Sociales <strong>de</strong><br />

reciente creación. Se trata <strong>de</strong> carreras que se encuentran en un proceso <strong>de</strong> permanente<br />

<strong>de</strong>limitación <strong>de</strong>l campo <strong>de</strong> estudios y <strong>de</strong>finición <strong>de</strong> las incumbencias profesionales.<br />

El primer plan <strong>de</strong> estudios <strong>de</strong> la carrera <strong>de</strong> Ciencia Política<br />

El diseño inicial <strong>de</strong>l plan <strong>de</strong> estudios <strong>de</strong> la carrera <strong>de</strong> Ciencia Política se constituye en el marco<br />

<strong>de</strong>l Informe Strasser. El mismo sufrirá una serie <strong>de</strong> regulaciones políticas y administrativas; a través<br />

<strong>de</strong>l pasaje por diferentes instancias <strong>de</strong> UBA hasta ser aprobado como el primer plan <strong>de</strong> estudios.<br />

El plan <strong>de</strong> estudios elaborado por la comisión estaba compuesto <strong>de</strong> dos ciclos, el ciclo básico<br />

común <strong>de</strong> un año y medio <strong>de</strong> duración (tres cuatrimestres), y el ciclo profesional o <strong>de</strong> la licenciatura<br />

<strong>de</strong> tres años y medio (7 cuatrimestres). Por lo tanto, al cabo <strong>de</strong> diez cuatrimestres, el estudiante<br />

obtendría el Diploma <strong>de</strong> Licenciado en Ciencia Política.<br />

Abarcaba una totalidad <strong>de</strong> 30 materias, 9 correspon<strong>de</strong>n a ciclo básico común y las 21 restantes al<br />

ciclo <strong>de</strong> la licenciatura. De estas ultimas, 12 eran obligatorias, seis se <strong>de</strong>bían elegir <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> una<br />

opción <strong>de</strong> dieciséis en el cuarto y quinto cuatrimestre, y 3 materias eran opcionales libres. El año<br />

académico compren<strong>de</strong>ría dos cuatrimestres y en cada uno <strong>de</strong> ellos el estudiante no podría cursar<br />

más <strong>de</strong> tres materias.<br />

12


A partir <strong>de</strong>l cuarto cuatrimestre se <strong>de</strong>bía acreditar una prueba <strong>de</strong> suficiencia <strong>de</strong> lectura y<br />

comprensión <strong>de</strong> textos en inglés y otra a elección entre los idiomas francés, alemán ó italiano.<br />

El siguiente gráfico presenta el diseño inicial:<br />

A) Obligatorias<br />

(tres materias)<br />

- Instituciones Políticas y<br />

Derecho Constitucional.<br />

- Lógica y Filosofía <strong>de</strong> la<br />

Ciencia.<br />

- ...................................<br />

LICENCITURA EN CIENCIA POLÍTICA<br />

CICLO BÁSICO COMÚN<br />

B) De Área, Opcionales<br />

(cuatro sobre un número<br />

mayor ofrecido)<br />

- Problemática <strong>de</strong> las<br />

Ciencias Sociales.<br />

- Filosofía y Métodos <strong>de</strong><br />

las Ciencias Sociales.<br />

- Técnica <strong>de</strong> Investigación<br />

en Ciencias Sociales.<br />

- ..................................<br />

C) Opcionales Libres<br />

(dos sobre un número<br />

mayor ofrecido)<br />

- ..........................<br />

- ..........................<br />

Las cinco materias <strong>de</strong>signadas son aquellas que se requerirán para el ingreso a la<br />

carrera <strong>de</strong> Ciencia Política.<br />

CICLO DE LA LICENCIATURA O PROFESIONAL<br />

Obligatorias (doce materias)<br />

PRIMER CUATRIMESTRE<br />

SEGUNDO CUATRIMESTRE<br />

- Historia I.<br />

- Historia II.<br />

- Teoría Política y Social I.<br />

- Teoría Política y Social II.<br />

- Filosofía.<br />

- Derecho y Sistemas Normativos.<br />

TERCER CUATRIMESTRE<br />

CUARTO CUATRIMESTRE<br />

- Historia III.<br />

- Sociología Política.<br />

- Teoría Política Contemporánea. - Sistemas Políticos Comparados.<br />

- Teoría Sociológica<br />

- Economía I.<br />

Opcionales (seis materias sobre dieciséis)<br />

Abarca dos cuatrimestres (el quinto y el sexto) don<strong>de</strong> se cursan tres materias en<br />

cada uno, a elegir <strong>de</strong> las siguientes<br />

A parir <strong>de</strong> 1985, la UBA pondrá en marcha un Proyecto <strong>de</strong> Reforma Pedagógica que posee un<br />

fuerte basamento en elaboración <strong>de</strong> un nuevo curriculum. El <strong>de</strong>terioro por el que había atravesado la<br />

universidad implicó un gran <strong>de</strong>scenso en el nivel académico <strong>de</strong> la enseñanza, es por ello que la<br />

reforma pedagógica se propondrá recomponer este aspecto.<br />

La reforma se centró en tres gran<strong>de</strong>s ejes: cambios curriculares <strong>de</strong> las carreras, reformulación <strong>de</strong><br />

los métodos <strong>de</strong> orientación <strong>de</strong> los estudiantes y re<strong>de</strong>finición <strong>de</strong>l perfil docente.<br />

Dentro <strong>de</strong> los cambios curriculares se introduciría el Ciclo Básico Común (CBC); común a todas<br />

las carreras. El mismo aspiraba una formación integral, brindado al estudiante (Secretaria <strong>de</strong><br />

Planeamiento Educacional <strong>de</strong> la UBA):<br />

“- Una imagen universitaria orgánica, en contraposición con la actual dispersión <strong>de</strong> las carreras<br />

in<strong>de</strong>pendientes.<br />

- Una introducción en los principios y metodologías <strong>de</strong> la ciencia y <strong>de</strong> la cultura.<br />

- Un mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong> trabajo interdisciplinario que fomente la integración <strong>de</strong> los contenidos <strong>de</strong><br />

aprendizaje y propicie el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> nuevas capacida<strong>de</strong>s.<br />

- La posibilidad <strong>de</strong> <strong>de</strong>finir mejor su elección <strong>de</strong> carrera a través <strong>de</strong> las áreas <strong>de</strong> conocimiento que se<br />

centran gradualmente en una carrera específica.<br />

- Una mejor ubicación con respecto a la situación histórica, política y social <strong>de</strong>l país.<br />

13


- La posibilidad <strong>de</strong> evaluar el compromiso ético que exige una carrera profesional y la<br />

responsabilidad social que le compete”.<br />

En este marco, la Dirección General <strong>de</strong> Planeamiento Educacional <strong>de</strong> la UBA, realizaba sus<br />

trabajos <strong>de</strong>stacándose el rediseño curricular <strong>de</strong> las carreras existentes. Teniendo en cuenta las pautas<br />

establecidas por el Ministerio <strong>de</strong> Educación y Justicia y los principios <strong>de</strong> la reforma pedagógica <strong>de</strong><br />

la UBA se proponían lineamientos a las diferentes carreras.<br />

El “Informe Strasser” a solicitud <strong>de</strong>l Rector Delich sería elevado a esta <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia para su<br />

consi<strong>de</strong>ración.<br />

La Dirección <strong>de</strong> Planeamiento Educacional, hace acotaciones en los tres puntos sobre los cuales<br />

se había expedido la comisión. En primer lugar se recomiendan hacer especificaciones <strong>de</strong> los<br />

antece<strong>de</strong>ntes que existen <strong>de</strong> esta carrera en la <strong>Argentina</strong> y en el ámbito internacional y<br />

Latinoamericano, y realizar <strong>de</strong> este modo un análisis comparativo. Con respecto a la ubicación <strong>de</strong><br />

la carrera se aconsejó la inclusión “provisoria en alguna <strong>de</strong> las unida<strong>de</strong>s académicas ya existentes”,<br />

y posteriormente estudiar su ubicación <strong>de</strong>finitiva. Y como último punto se hacen sugerencias con<br />

respecto al diseño <strong>de</strong>l plan <strong>de</strong> estudios. La duración <strong>de</strong>l ciclo básico <strong>de</strong> un año medio, se aconsejó<br />

modificarlo “<strong>de</strong> acuerdo a las características actuales <strong>de</strong>l ciclo básico”. Con respecto al diseño<br />

estructurado, se pidió especificar:<br />

- Carga horaria.<br />

- Crédito <strong>de</strong> cada asignatura.<br />

- Régimen <strong>de</strong> correlativida<strong>de</strong>s.<br />

- Organización <strong>de</strong> asignaturas por áreas.<br />

- Inclusión <strong>de</strong> seminarios, investigaciones o estudios in<strong>de</strong>pendientes.<br />

- Especificación <strong>de</strong> los trabajos prácticos.<br />

- Los objetivos generales <strong>de</strong>l plan y los <strong>de</strong> cada materia.<br />

Dado que muchas asignaturas que preveía el plan <strong>de</strong> estudios ya eran dictadas en otras carreras <strong>de</strong><br />

la UBA, se estableció la posibilidad <strong>de</strong> organizar <strong>de</strong>partamentos como unida<strong>de</strong>s académicas <strong>de</strong><br />

enseñanza e investigación. El certificado intermedio que se incluía como opción <strong>de</strong> titulación<br />

<strong>de</strong>bería estudiarse mejor en cuanto a su incumbencia. Por último se aconsejó la conformación <strong>de</strong><br />

una comisión encargada <strong>de</strong> estudiar los recursos humanos y físicos solicitados para implementar el<br />

plan <strong>de</strong> estudios proyectado.<br />

Marta Elena Costa, Directora General <strong>de</strong> Planeamiento Educacional elevaría el 20 <strong>de</strong> marzo <strong>de</strong><br />

1985, las “Consi<strong>de</strong>raciones acerca <strong>de</strong> la creación <strong>de</strong> la Carrera <strong>de</strong> Ciencia Política” para su<br />

tratamiento en la Comisión <strong>de</strong> enseñanza <strong>de</strong>l consejo superior provisorio. Por su parte, el Secretario<br />

Académico <strong>de</strong> la UBA, Rubén Dajub, pasaría finalmente el dictamen a la comisión <strong>de</strong> enseñanza el<br />

10 <strong>de</strong> abril.<br />

Finalmente, en la sesión <strong>de</strong>l 17 <strong>de</strong> abril <strong>de</strong> 1985, el Consejo Superior Provisorio <strong>de</strong> la UBA bajo<br />

el rectorado <strong>de</strong>l Dr. Francisco Delich dispuso la creación <strong>de</strong> la carrera <strong>de</strong> Ciencias Políticas por<br />

medio <strong>de</strong> la resolución N° 215, sin aprobar todavía su plan <strong>de</strong> estudios. Francisco Delich se referiría<br />

en dicha ocasión, que tenía <strong>de</strong>spacho unánime la propuesta <strong>de</strong> crear la carrera <strong>de</strong> Ciencias Políticas,<br />

pero “...el único punto que queda con ciertas dudas es el referente al lugar don<strong>de</strong> se insertará”. Sin<br />

embargo, se <strong>de</strong>cidió darla por aprobado “<strong>de</strong>jando en suspenso la ubicación”.<br />

Para la creación <strong>de</strong> la carrera se tomaron los fundamentos <strong>de</strong> la comisión ad–hoc que había<br />

trabajo en esa iniciativa. El consi<strong>de</strong>rando <strong>de</strong> tres hojas que antece<strong>de</strong> a dicha resolución contiene<br />

extensos pasajes <strong>de</strong>l Informe Strasser.<br />

En el articulo n° 2 <strong>de</strong> la resolución n° 215 se fijaba que antes <strong>de</strong>l 30 <strong>de</strong> agosto <strong>de</strong>bía “someterse a<br />

consi<strong>de</strong>ración <strong>de</strong> este cuerpo el plan <strong>de</strong> estudios correspondiente y la localización <strong>de</strong>finitiva <strong>de</strong> la<br />

carrera (...) <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la estructura universitaria”.<br />

Posteriormente, el 28 <strong>de</strong> junio <strong>de</strong> 1985 <strong>de</strong>l Dr. Edgardo Catterberg, elevaría una nota al Rector<br />

en nombre <strong>de</strong> la “Comisión Asesora para la creación <strong>de</strong> la carrera <strong>de</strong> Ciencia Política” don<strong>de</strong><br />

sugirió:<br />

14


- Incluir sociología y ciencia política como materias básicas <strong>de</strong>l CBC<br />

- Trasladar tres materias <strong>de</strong> las nueve propuestas para cursar el CBC, al primer cuatrimestre<br />

<strong>de</strong> la carrera entre ellas: Teoría y Derecho Constitucional, Filosofía y Métodos <strong>de</strong> las<br />

Ciencias Sociales, Técnicas <strong>de</strong> investigación en Ciencias Sociales.<br />

Por medio <strong>de</strong> estos cambios el plan adquiriría una nueva configuración, incluiría cinco<br />

cuatrimestres <strong>de</strong> materias obligatorias y dos cuatrimestres más <strong>de</strong> materias opcionales. La nota<br />

elevada por el Dr. Castterberg contendrá una propuesta <strong>de</strong> a<strong>de</strong>cuación curricular, acor<strong>de</strong> con las<br />

recomendaciones y funcionamiento <strong>de</strong> UBA; en el marco <strong>de</strong> un proceso <strong>de</strong> regulación al diseño<br />

inicial.<br />

Finalmente, el 3 <strong>de</strong> julio <strong>de</strong> 1985, el consejo superior provisorio <strong>de</strong> la UBA aprobaría el primer<br />

plan <strong>de</strong> estudios a través <strong>de</strong> la resolución n° 510. Se tuvo en cuenta el diseño elaborado por el<br />

Informe Strasser, lo que aconsejo la comisión <strong>de</strong> enseñanza y las atribuciones que confería la ley<br />

23.068.<br />

El plan <strong>de</strong> estudios <strong>de</strong> la Licenciatura en Ciencias Políticas se estructuraba en dos ciclos:<br />

a) Ciclo Básico Común: <strong>de</strong> un año <strong>de</strong> duración que compren<strong>de</strong> 6 materias.<br />

b) Ciclo <strong>de</strong> Licenciatura o Profesional: que esta divido en 8 cuatrimestres, que compren<strong>de</strong>n una<br />

totalidad <strong>de</strong> 24 materias. En cada cuatrimestre se cursan 3 materias. A partir <strong>de</strong> sexto<br />

cuatrimestre el alumno pue<strong>de</strong> optar las materias a cursar <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> una nomina <strong>de</strong> 16<br />

materias. En el octavo cuatrimestre la elección <strong>de</strong> las materias es libre.<br />

Se requiere asimismo acreditar una prueba <strong>de</strong> suficiencia <strong>de</strong> lectura y comprensión en idioma<br />

inglés, y uno a elección entre alemán, francés o italiano.<br />

El proceso <strong>de</strong> cambio <strong>de</strong>l plan <strong>de</strong> estudios<br />

El plan <strong>de</strong> estudios implementado a partir <strong>de</strong> 1985 no cumplía las expectativas <strong>de</strong> muchos sectores<br />

que conformaban la carrera <strong>de</strong> Ciencia Política es por ello que se genera un proceso que culminará<br />

con su cambio.<br />

Un antece<strong>de</strong>nte <strong>de</strong>cisivo en la reconstrucción histórica <strong>de</strong> la dinámica curricular, está dado por la<br />

comisión que elabora una propuesta <strong>de</strong> incumbencias profesionales <strong>de</strong> la Licenciatura en Ciencia<br />

Política. Esta propuesta, posteriormente fue elevada el 21 <strong>de</strong> julio <strong>de</strong> 1992 para su consi<strong>de</strong>ración al<br />

Secretario Académico <strong>de</strong> la Facultad <strong>de</strong> Ciencias Sociales, el Dr. Miguel Talento.<br />

Para esta construcción conceptual, se realizó un análisis <strong>de</strong>scriptivo y comparativo con los planes<br />

<strong>de</strong> estudios <strong>de</strong> la licenciatura <strong>de</strong> la universidad nacional <strong>de</strong> Rosario y la universidad <strong>de</strong>l Salvador.<br />

Se <strong>de</strong>finió como objeto <strong>de</strong> la profesión por un lado a las “relaciones <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r”, tanto implícitas<br />

como explícitas <strong>de</strong>sarrolladas entre “la autoridad y los individuos, los grupos y las organizaciones”.<br />

Por el otro, a las “estructuras, procedimientos y procesos a través <strong>de</strong> los cuales se llega a las<br />

<strong>de</strong>cisiones políticas y se <strong>de</strong>sarrollan las diferentes interacciones entre los diferentes sistemas<br />

políticos”<br />

El <strong>documento</strong> también precisa las incumbencias profesionales para el graduado en Ciencia<br />

Política, enumerándose una totalidad <strong>de</strong> diez.<br />

El graduado en Ciencia Política, en el marco <strong>de</strong> la construcción <strong>de</strong> su perfil, es un profesional<br />

capacitado por una parte para “interpretar y explicar las estructuras, procedimientos y estructuras<br />

políticos” a través <strong>de</strong> una análisis <strong>de</strong> las relaciones <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r. Por otra parte, es un graduado que<br />

posee competencias tanto para diseñar e implementar <strong>de</strong>cisiones políticas <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> las instituciones<br />

y organizaciones; como para evaluar el funcionamiento y eficacia <strong>de</strong> las mismas.<br />

El perfil <strong>de</strong> formación es la intención <strong>de</strong> capacitar a los futuros egresados en <strong>de</strong>terminados tipos<br />

<strong>de</strong> conocimientos y habilida<strong>de</strong>s; a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> valores y pautas <strong>de</strong> comportamiento. El egresado<br />

<strong>de</strong>berá contar con estos conocimientos y habilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> manera <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r distinguirse <strong>de</strong> las<br />

15


practicas profesionales <strong>de</strong> otras profesiones. Cuando se construye el perfil profesional se <strong>de</strong>be<br />

respon<strong>de</strong>r la pregunta: “¿Qué aprendizajes se consi<strong>de</strong>ran necesarios para que el egresado<br />

<strong>de</strong>sempeñe el papel que se propone en el proceso <strong>de</strong> transformación <strong>de</strong> la sociedad (Argumedo,<br />

M;1999: 32). Por lo tanto, el perfil se construye como resultado <strong>de</strong>l análisis <strong>de</strong>l ejercicio<br />

profesional:<br />

- En el retrato <strong>de</strong>l profesional se mezcla la trama <strong>de</strong> la realidad objetiva con la <strong>de</strong>l proyecto.<br />

- En interacción <strong>de</strong> las opiniones <strong>de</strong> los actores (profesionales y actores sociales). No<br />

reflejando lo que los profesionales hacen, sino lo que ellos piensan que hacen y las<br />

representaciones que los otros actores tienen <strong>de</strong> su propio <strong>de</strong>sempeño.<br />

La comisión reconoció en el graduado <strong>de</strong> Ciencia Política una serie <strong>de</strong> conocimientos, habilida<strong>de</strong>s<br />

o actitu<strong>de</strong>s; y también valores que acompañarían las prácticas <strong>de</strong> este profesional. Veámoslo en el<br />

siguiente cuadro:<br />

Conocimiento<br />

Habilida<strong>de</strong>s<br />

Valores<br />

- Teorías políticas.<br />

- Sociología, Historia, Economía.<br />

- Derecho, para alcanzar una comprensión normativa <strong>de</strong><br />

la política.<br />

- Dimensiones éticas y lógicas<br />

- Epistemológicos y metodológicos para compren<strong>de</strong>r el<br />

quehacer científico en general y el <strong>de</strong>l ciencia política<br />

en particular.<br />

- Técnicos e instrumentales <strong>de</strong> dos idiomas <strong>de</strong> lenguas<br />

extranjeras.<br />

- Interpretar y explicar el surgimiento y <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong><br />

sistemas políticos.<br />

- Aplicar metodologías <strong>de</strong>l análisis político.<br />

- Aplicar metodologías <strong>de</strong> investigación social.<br />

- Utilizar esquemas teóricos-metodológicos y<br />

conocimiento <strong>de</strong> las disciplinas sociales en la<br />

comprensión <strong>de</strong> política.<br />

- Diseñar e implementar instituciones y organizaciones<br />

políticas.<br />

- Participar en la administración <strong>de</strong> políticas públicas.<br />

- Actitud crítica y flexible que para autoevaluar su<br />

trabajo<br />

- Respetar y <strong>de</strong>fen<strong>de</strong>r la libertad <strong>de</strong> pensamiento y<br />

expresión.<br />

- Cooperación en equipos interdisciplinarios.<br />

La propuesta <strong>de</strong> incumbencias profesionales, marcará un proceso <strong>de</strong> re<strong>de</strong>finición en la formación<br />

<strong>de</strong> los graduados <strong>de</strong> Ciencia Política <strong>de</strong> la UBA. Estas nuevas conceptualizaciones producto <strong>de</strong> un<br />

reconocimiento <strong>de</strong> su propia i<strong>de</strong>ntidad tanto disciplinar como profesional, serán un componente<br />

fundamental en la elaboración <strong>de</strong>l nuevo diseño plan <strong>de</strong> estudios. Es <strong>de</strong>cir, conformaran el cuerpo<br />

conceptual que fundamentará el cambio <strong>de</strong> plan <strong>de</strong> estudios <strong>de</strong> 1985.<br />

El 3 <strong>de</strong> noviembre <strong>de</strong> 1992, el consejo directivo <strong>de</strong> la Facultad <strong>de</strong> Ciencias Sociales aprobaría la<br />

modificación <strong>de</strong>l plan <strong>de</strong> estudios dictando la resolución nº 907. El mismo es finalmente aprobado a<br />

través <strong>de</strong> la resolución 3580, por el Consejo Superior <strong>de</strong> la UBA, el 28 <strong>de</strong> abril <strong>de</strong> 1993, bajo el<br />

rectorado <strong>de</strong> Oscar Shuberoff.<br />

16


El cambio <strong>de</strong> plan <strong>de</strong> estudios se fundamentaba en la necesidad <strong>de</strong> “ajustar los contenidos <strong>de</strong> la<br />

carrera a fin <strong>de</strong> garantizar los conocimientos necesarios con relación a lo establecido por las<br />

incumbencias y el perfil profesional <strong>de</strong>l egresado”.<br />

El siguiente cuadro muestra una comparación <strong>de</strong> los distintos aspectos <strong>de</strong> los planes <strong>de</strong> estudio<br />

´85 y ´93:<br />

Plan 1985 Plan 1993<br />

Denominación Ciencias Políticas Ciencia Política<br />

Títulos otorgados Licenciado en Ciencias Licenciado en Ciencia Política<br />

Políticas<br />

Duración 1 año <strong>de</strong> CBC<br />

5 años<br />

1 año <strong>de</strong> CBC<br />

5 años<br />

Estructura<br />

Ciclo Básico Común: 1 año.<br />

Ciclo <strong>de</strong> Licenciatura o<br />

Profesional: 5 años.<br />

Ciclo Básico Común: 1 año.<br />

Ciclo <strong>de</strong> Licenciatura o<br />

Profesional: 5 años.<br />

Cantidad 30 materias. 30 materias<br />

Ciclo<br />

básico<br />

Común<br />

Ciclo <strong>de</strong> la<br />

licenciatura<br />

6 materias. 6 materias.<br />

24 materias:<br />

- 15 cursos obligatorios.<br />

- 9 cursos optativos:<br />

a) Materias optativas 6<br />

b) Seminarios: 3<br />

24 materias:<br />

- 18 cursos obligatorios.<br />

- 6 cursos optativos.<br />

a) materias optativas 4<br />

b) Seminarios: 2.<br />

Líneas curriculares:<br />

Áreas Plan 1985 Plan 1993<br />

- Teoría y Derecho<br />

Derecho<br />

Constitucional.<br />

- Derecho y Sistemas<br />

Normativos.<br />

Historia<br />

- Historia I<br />

- Historia II<br />

- Historia III<br />

- Teoría y Derecho<br />

Constitucional.<br />

- Historia Contemporánea<br />

- Historia<br />

Latinoamericana.<br />

- Historia <strong>Argentina</strong>.<br />

Sociológica<br />

- Teoría Sociológica.<br />

- Sociología Política.<br />

- Teoría Sociológica.<br />

- Sociología Política.<br />

- Teoría Política y Social I.<br />

- Teoría Política y Social II.<br />

- Sistemas Políticos<br />

Comparados.<br />

- Teoría Política<br />

- Teoría Política y Social I.<br />

- Teoría Política y Social II.<br />

- Sistemas Políticos<br />

Comparados.<br />

- Teoría Política<br />

17


Politológica<br />

Contemporánea<br />

Contemporánea<br />

- Fundamentos <strong>de</strong> Ciencia<br />

Política.<br />

- Teoría <strong>de</strong> las Relaciones<br />

Internacionales.<br />

- Administración y Políticas<br />

Públicas.<br />

- Opinión Pública.<br />

Investigación - Técnicas <strong>de</strong> investigación - Técnicas <strong>de</strong> investigación en<br />

en Ciencias Sociales. Ciencias Sociales.<br />

Filosófica - Filosofía.<br />

- Filosofía.<br />

- Filosofía y Métodos en - Filosofía y Métodos en<br />

Ciencias Sociales.<br />

Ciencias Sociales.<br />

Económica - Economía. - Economía.<br />

La visión <strong>de</strong> los actores<br />

En el marco <strong>de</strong>l proyecto <strong>de</strong> investigación “La ciencia política académica en la <strong>Argentina</strong>”, se<br />

realizó en el mes <strong>de</strong> noviembre <strong>de</strong> 2000 una encuesta a alumnos que cursaban las primeras materias<br />

<strong>de</strong> la carrera <strong>de</strong> ciencia política en la Facultad <strong>de</strong> Ciencias Sociales <strong>de</strong> la UBA. Sobre el total <strong>de</strong><br />

casos relevados (148), el 79.7% ingresó a la universidad entre 1998 y 2000.<br />

Consi<strong>de</strong>ramos este dato como fundamental, ya que uno <strong>de</strong> los objetivos <strong>de</strong> la investigación era<br />

conocer cuáles son las i<strong>de</strong>as y representaciones que traen los alumnos recién ingresantes a la<br />

carrera, respecto al significado <strong>de</strong> ser Lic. en Ciencia Política.<br />

Como el propósito <strong>de</strong> este trabajo estaba centrado en la <strong>de</strong>finición <strong>de</strong> un perfil <strong>de</strong> politólogo visto<br />

<strong>de</strong>s<strong>de</strong> la mirada <strong>de</strong> los estudiantes, resultaba interesante conocer las i<strong>de</strong>as <strong>de</strong> los alumnos que<br />

ingresaron recientemente a la carrera. Dichos alumnos llegan a la facultad con una historia previa,<br />

y con alguna i<strong>de</strong>a acerca <strong>de</strong>l contenido y orientación <strong>de</strong> la carrera <strong>de</strong> ciencia política en la UBA.<br />

El objetivo <strong>de</strong> la encuesta era conocer; 1) cuáles son las estrategias <strong>de</strong> información, por parte <strong>de</strong><br />

los alumnos respecto a la carrera <strong>de</strong> ciencia política, 2) el grado <strong>de</strong> conocimiento que los alumnos<br />

<strong>de</strong>l secundario poseen respecto a la carrera, 3) el modo en que esta carrera se inserta en el abanico<br />

<strong>de</strong> posibilida<strong>de</strong>s que ofrece el sistema <strong>de</strong> educación superior, 4) los motivos <strong>de</strong> elección <strong>de</strong> esta<br />

carrera y <strong>de</strong> la UBA como casa <strong>de</strong> estudios, 5) el grado <strong>de</strong> conocimiento sobre los contenidos y las<br />

posibilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> inserción laboral <strong>de</strong> los graduados en ciencia política, 6) las expectativas (y<br />

frustraciones) <strong>de</strong> los alumnos recién ingresantes.<br />

En principio, pudimos constatar una mayor presencia femenina entre los estudiantes (52.7%).<br />

Esta mayor presencia está acompañada <strong>de</strong> una mayor <strong>de</strong>dicación al estudio medida en horas<br />

semanales <strong>de</strong>stinadas a tal fin. Asimismo, el 69.6% <strong>de</strong> los alumnos que cursan las primeras<br />

materias <strong>de</strong> la carrera tienen entre 18 y 21 años.<br />

1. La política. En un estudio sobre los alumnos <strong>de</strong> la UBA (Toer, 1998) se <strong>de</strong>mostró el bajo nivel<br />

<strong>de</strong> militancia política <strong>de</strong> los alumnos; nuestra investigación no hace más que constatar esta<br />

ten<strong>de</strong>ncia. En aquella oportunidad, el trabajo <strong>de</strong> Toer <strong>de</strong>mostraba que el 22.9% <strong>de</strong> los estudiantes<br />

<strong>de</strong> la UBA participaba en alguna <strong>de</strong> las instituciones que la investigación sugería (Partidos<br />

Políticos, Organizaciones, Sociales, Clubes, Sindicatos, Centros Estudiantiles). En 1995, el 4.2%<br />

militaba en algún partido político, y el 1.8% lo hacía en algún centro estudiantil. Dicho estudio<br />

arroja luz sobre un dato comparativo interesante: en 1986 el porcentaje <strong>de</strong> alumnos que<br />

participaban en algún centro <strong>de</strong> estudiantes ascendía a 11 puntos.<br />

18


Para el caso <strong>de</strong> los estudiantes <strong>de</strong> Ciencia Política, hemos podido constatar que más <strong>de</strong>l 83% <strong>de</strong><br />

los estudiantes encuestados no milita en ningún partido político, mientras que la mayoría <strong>de</strong> los que<br />

sí milita son varones. A<strong>de</strong>más, la gran mayoría (más <strong>de</strong>l 60%) <strong>de</strong> los militantes proviene <strong>de</strong><br />

escuelas públicas; y le siguen, muy <strong>de</strong> lejos, los alumnos que cursaron sus estudios secundarios en<br />

escuelas privadas no religiosas.<br />

Más allá <strong>de</strong> la participación en ámbitos políticos formales, encontramos una marcada ten<strong>de</strong>ncia en<br />

cuanto al posicionamiento <strong>de</strong> los estudiantes frente a la política (a secas). Gran parte <strong>de</strong> ellos dice<br />

consi<strong>de</strong>rar a la política como una herramienta a<strong>de</strong>cuada para encarar un proyecto transformador <strong>de</strong><br />

la realidad. En este sentido, sugerimos que se percibe un gran distanciamiento respecto a las<br />

instancias tradicionales/formales <strong>de</strong> participación como son los partidos políticos y centros <strong>de</strong><br />

estudiantes. Pero se percibe una diferenciación, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el discurso <strong>de</strong> los estudiantes, entre los<br />

partidos políticos y la política 10 .<br />

Sin embargo –aunque este tema exceda los límites <strong>de</strong> este informe– una cuestión que queda<br />

pendiente es la indagación acerca <strong>de</strong>l significado con el que los actuales alumnos conciben a la<br />

política. Po<strong>de</strong>mos conjeturar que el sentido <strong>de</strong> la política y <strong>de</strong> lo político para los alumnos, ha ido<br />

variando a lo largo <strong>de</strong>l breve tiempo <strong>de</strong> existencia <strong>de</strong> esta carrera, sobre todo porque tanto la<br />

política, como la sociedad, la cultura y la universidad (y también el perfil <strong>de</strong>l alumno) se han ido<br />

transformando profundamente en la última década.<br />

Las afirmaciones anteriores se apoyan en las respuestas obtenidas frente a la pregunta sobre los<br />

motivos <strong>de</strong> la elección <strong>de</strong> la carrera. De este modo, las respuestas oscilan entre el interés en las<br />

materias y los contenidos <strong>de</strong> la carrera, el interés en la política en general, la importancia <strong>de</strong><br />

apropiarse <strong>de</strong> las herramientas que la carrera brinda para compren<strong>de</strong>r la realidad sociopolítica <strong>de</strong>l<br />

país.<br />

Sin embargo, la constatación anterior encierra un aspecto que <strong>de</strong>be llamar po<strong>de</strong>rosamente nuestra<br />

atención: solamente un 10% <strong>de</strong> los alumnos escoge esta carrera por motivos laborales actuales o<br />

por sus expectativas futuras respecto a la inserción laboral, al tiempo que otro 10% no está<br />

condiciones <strong>de</strong> dar cuenta <strong>de</strong> los motivos que lo impulsaron a tomar esta <strong>de</strong>cisión.<br />

Visto <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la perspectiva <strong>de</strong>l género, po<strong>de</strong>mos <strong>de</strong>cir que las expectativas <strong>de</strong> las mujeres respecto<br />

a las posibilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> inserción laboral son mucho mayores que las <strong>de</strong> los hombres.<br />

10 Para el tema <strong>de</strong> la crisis <strong>de</strong> representación política, se sugiere consultar, entre otros: Manin, 1992; O´Donnell, 1996 y<br />

1998; Kymlicka y Norman, 1997; Lechner 1997.<br />

19


Motivos para la elección <strong>de</strong> la carrera discriminados por sexo<br />

90<br />

84<br />

80<br />

77<br />

70<br />

60<br />

50<br />

40<br />

30<br />

20<br />

14<br />

10<br />

0<br />

4,4<br />

Masculino<br />

Inserción Laboral<br />

Femenino<br />

Interés personal y gusto<br />

2. La carrera. Las formas en que los alumnos conocen esta carrera son variadas, tampoco pue<strong>de</strong><br />

<strong>de</strong>cirse que haya uniformidad en cuanto a las estrategias <strong>de</strong> selección <strong>de</strong> la carrera. Sin embargo,<br />

una parte importante <strong>de</strong> los alumnos se encontró con esta carrera al buscar información en diversas<br />

guías sobre carreras o charlas informativas. Esto seguramente difiere bastante <strong>de</strong> la forma en que<br />

alumnos <strong>de</strong> las llamadas “carreras liberales” se vinculan con sus carreras. Es muy probable que el<br />

conocimiento <strong>de</strong> nuestra carrera <strong>de</strong>man<strong>de</strong> algún tipo <strong>de</strong> búsqueda o investigación. Veremos luego<br />

que para un porcentaje nada <strong>de</strong>spreciable <strong>de</strong> alumnos, esta carrera se presenta como una segunda<br />

opción, luego <strong>de</strong> haber tenido una primer experiencia en la universidad y no sentirse conforme. Es<br />

por ello que luego <strong>de</strong> inscribirse en el CBC y cursar algunas materias, muchos alumnos <strong>de</strong>ci<strong>de</strong>n<br />

cambiarse a ciencia política.<br />

¿Cómo conociste la carrera %<br />

A través <strong>de</strong> activida<strong>de</strong>s en la<br />

8.8<br />

escuela secundaria<br />

Conocido graduado o alumno <strong>de</strong> 14.9<br />

la carrera<br />

Buscando información sobre 50.7<br />

carreras<br />

En el CBC ó cursando otra<br />

8.1<br />

carrera<br />

A través <strong>de</strong> amigos o familiares 2.0<br />

Mediante folletería .7<br />

Orientación vocacional 1.4<br />

En un intercambio cultural 1.4<br />

Por los medios <strong>de</strong> comunicación .7<br />

Ns/Nc 5.4<br />

Otros 6.1<br />

Total 100.0<br />

20


Si bien una porción <strong>de</strong> los alumnos tuvo una experiencia previa ya que en un primer momento<br />

había optado por alguna otra carrera, (la mayor parte <strong>de</strong> los que cambiaron <strong>de</strong> carrera lo hizo<br />

cuando se encontraba aún en el CBC), no son muchos los que cursan dos carreras en forma<br />

simultánea (11.5%), y la mayoría <strong>de</strong> los que sí lo hace, fluctúa entre Derecho, Letras y Periodismo.<br />

En cuanto a la Universidad <strong>de</strong> Buenos Aires, algunos datos interesantes respecto a los motivos<br />

por los cuales optaron por estudiar Ciencia Política aquí y no en otro lugar: el 43.8% <strong>de</strong> los<br />

estudiantes alega haber optado por dicha casa <strong>de</strong> estudios aún bajo el conocimiento <strong>de</strong> la existencia<br />

<strong>de</strong> otras opciones, <strong>de</strong>bido a su prestigio y renombre. Asimismo, el 19.5% dice haberlo hecho<br />

por la garantía <strong>de</strong> gratuidad que ofrece la Universidad Pública. Mientras que el 12.4% se guió por<br />

la opinión y/o recomendación <strong>de</strong> familiares y conocidos respecto a la UBA, el 10% dice sentirse<br />

i<strong>de</strong>ntificado con el perfil social <strong>de</strong> los alumnos y el ambiente que engloban a esta universidad.<br />

Una última reflexión sobre este tema recae en una <strong>de</strong> las preguntas centrales <strong>de</strong> nuestra<br />

investigación, que tiene que ver con la inserción profesional <strong>de</strong>l politólogo. Resultaba<br />

fundamental saber si los alumnos estaban en condiciones <strong>de</strong> <strong>de</strong>scribir en qué consiste el <strong>de</strong>sempeño<br />

profesional <strong>de</strong>l politólogo. Creemos que al examinar esta cuestión, po<strong>de</strong>mos arrojar luz sobre la<br />

forma en que la carrera se difun<strong>de</strong> y se conoce entre los alumnos actuales y futuros. A<strong>de</strong>más, y vale<br />

la pena aclararlo, la indagación sobre este tema está estrechamente vinculada con preguntas sobre<br />

las representaciones y el imaginario social que atraviesa a los alumnos <strong>de</strong> nuestra disciplina.<br />

Sin embargo, esta cuestión presenta cierta dificultad sobre todo por el hecho que dicho <strong>de</strong>sempeño<br />

se manifiesta en una multiplicidad <strong>de</strong> formas, lo cual ha sido constatado por las conversaciones<br />

mantenidas con graduados y docentes <strong>de</strong> la carrera. Al poseer una realidad multifacética, muchas<br />

respuestas –aunque no todas- son plausibles <strong>de</strong> ser admitidas como válidas. El criterio <strong>de</strong> selección<br />

<strong>de</strong> aquellas respuestas que se asemejan al efectivo <strong>de</strong>sempeño <strong>de</strong> un politólogo fueron cotejadas con<br />

las respuestas obtenidas en entrevistas realizadas a graduados y con los propósitos enunciados en<br />

diversos <strong>documento</strong>s elaborados por la dirección <strong>de</strong> la carrera, que versan sobre este tema (ver<br />

apartado anterior).<br />

De este modo, era nuestra intención abordar, entre otras cosas, las expectativas <strong>de</strong> los actuales<br />

alumnos en cuanto a la inserción profesional, y si éstas expresaban algún tipo <strong>de</strong> correlato con la<br />

trayectoria experimentada por los primeros graduados <strong>de</strong> la carrera, que, dicho sea <strong>de</strong> paso, fueron<br />

entrevistados siguiendo el criterio <strong>de</strong> que al tener más años <strong>de</strong> egresados, han tenido más tiempo<br />

para construir y re<strong>de</strong>finir su perfil profesional.<br />

En este sentido, pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>cirse que un 64.2% dice conocer el tema, y a<strong>de</strong>más, cuando se le pi<strong>de</strong><br />

que <strong>de</strong>scriba en qué consiste el <strong>de</strong>sempeño profesional <strong>de</strong>l politólogo, logra hacerlo con un elevado<br />

grado <strong>de</strong> correspon<strong>de</strong>ncia con la realidad manifestada por los graduados. Mientras que el 9.5%<br />

<strong>de</strong>clara conocerlo mas no pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>finirlo.<br />

Finalmente, el 12.8% no conoce el <strong>de</strong>sempeño profesional <strong>de</strong>l politólogo, que sumado a un 13.5%<br />

<strong>de</strong> las respuestas que correspon<strong>de</strong>n a la categoría NS/NC indican un alto grado <strong>de</strong> incertidumbre<br />

sobre el futuro laboral.<br />

3. El trabajo.<br />

21


Situación Laboral<br />

Ns/Nc<br />

No trabaja<br />

No trabaja pero busca<br />

Trabajo estable rentado<br />

Trabajos esporádicos<br />

Los varones parecen encontrarse en una situación laboral más ventajosa que las mujeres: <strong>de</strong>l total<br />

<strong>de</strong> los estudiantes que poseen trabajo rentado, el 57.4% son varones, y el 42.6% restante, mujeres.<br />

Sin embargo, <strong>de</strong> aquellos que actualmente no trabajan pero se encuentran en una etapa <strong>de</strong> búsqueda<br />

laboral, encontramos que un 50% son varones y un 50%, mujeres.<br />

En cuanto al grupo <strong>de</strong> los que no trabaja, po<strong>de</strong>mos <strong>de</strong>cir que el 65.9% son mujeres, y 34.1% son<br />

varones (esta situación tal vez podría ser uno <strong>de</strong> los factores explicativos <strong>de</strong> la mayor <strong>de</strong>dicación al<br />

estudio manifestada por las mujeres).<br />

Cuando se les preguntó a aquellos que trabajan si su actividad tiene algún tipo <strong>de</strong> relación con sus<br />

estudios, más <strong>de</strong>l 70% respondió en forma negativa.<br />

Si bien es cierto que en la actualidad el porcentaje <strong>de</strong> quienes <strong>de</strong>sarrollan su actividad laboral en<br />

forma disociada <strong>de</strong> sus estudios es elevado, también lo es que las expectativas futuras son bien<br />

distintas:<br />

Una vez recibido ¿Crees que encontrarás un trabajo en el que puedas aplicar los conocimientos<br />

aprendidos en la carrera<br />

Masculino Femenino<br />

Si, podré aplicarlos en gran medida 42,03 % 58,97 %<br />

Si, Podré aplicarlos en forma relativa o indirecta 4,35 % -<br />

No, no podré aplicarlos en ninguna medida 21,74 % 17,95 %<br />

NS/NC 31,88% 23,08%<br />

Una vez más, creemos que las respuestas NS/NC dicen mucho acerca <strong>de</strong>l conocimiento que los<br />

alumnos tienen <strong>de</strong> la carrera que están estudiando.<br />

4. El futuro <strong>de</strong> los estudios. Otro dato que resulta llamativo –y que <strong>de</strong> alguna manera da cuenta <strong>de</strong><br />

una situación <strong>de</strong> reconfiguración <strong>de</strong>l sistema <strong>de</strong> educación superior en la <strong>Argentina</strong>– es la<br />

importancia atribuida a los estudios <strong>de</strong> posgrado. Si bien muchos aún no están en condiciones <strong>de</strong><br />

especificar en qué área realizarían estudios <strong>de</strong> posgrado, el 80.4% <strong>de</strong> los encuestados ya está<br />

pensando en cursar estudios cuaternarios. Sabemos <strong>de</strong>l avance <strong>de</strong>l nivel <strong>de</strong> posgrado en la<br />

formación para las competencias en un mundo crecientemente globalizado, y ésta encuesta no hace<br />

más que constatar esta ten<strong>de</strong>ncia: jóvenes en su mayoría entre 18 y 21 años, con una, dos o tres<br />

materias aprobadas en su carrera <strong>de</strong> grado, consi<strong>de</strong>ran la posibilidad <strong>de</strong> realizar estudios <strong>de</strong><br />

posgrado en nuestro país o en el exterior. Todo lo cual dice bastante acerca <strong>de</strong> la presencia <strong>de</strong>l<br />

posgrado en el imaginario <strong>de</strong> los alumnos (in<strong>de</strong>pendientemente <strong>de</strong> que luego vayan a realizarlo o<br />

22


no, más <strong>de</strong> dos tercios <strong>de</strong> ellos lo consi<strong>de</strong>ra actualmente como alternativa), a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> plantear<br />

nuevos <strong>de</strong>safíos respecto a la planificación y proyección <strong>de</strong>l sistema <strong>de</strong> educación superior en los<br />

próximos años.<br />

Los primeros graduados en ciencia política <strong>de</strong> la UBA (entre los años 90 y 93), poseen una<br />

imagen común respecto a su paso por la carrera en calidad <strong>de</strong> alumnos: el recuerdo <strong>de</strong>l espíritu<br />

crítico y la centralidad <strong>de</strong> la política que impregnaban sus clases, horas <strong>de</strong> estudio y “charlas <strong>de</strong><br />

café”. “Yo recuerdo una facultad don<strong>de</strong> se leía y sobre todo, don<strong>de</strong> se discutían i<strong>de</strong>as”, es el<br />

testimonio <strong>de</strong> un graduado <strong>de</strong> 1990. La creencia en la política y en la posibilidad <strong>de</strong> embarcarse en<br />

un proyecto político colectivo motivó a estos jóvenes a inscribirse en esta naciente y <strong>de</strong>sconocida<br />

carrera.<br />

Muchas cosas han cambiado <strong>de</strong>s<strong>de</strong> entonces… “seguramente los alumnos <strong>de</strong> hoy viven bajo la<br />

impronta <strong>de</strong> la <strong>de</strong>silusión postmenemista que afectó a todas las instituciones”, sostiene un graduado<br />

y actual docente <strong>de</strong> la carrera.<br />

Se hizo referencia anteriormente al lugar <strong>de</strong> la política entre los estudiantes: la misma está<br />

presente en la actualidad, pero, en el recuerdo <strong>de</strong> quienes protagonizaron los primeros años <strong>de</strong> la<br />

carrera, la fuerza y la intensidad con que ésta se vivía no se asemejan a la apatía y <strong>de</strong>sinterés<br />

característicos <strong>de</strong> esta época.<br />

Pasaron diez años, y muchas cosas: el auge <strong>de</strong> las políticas neoliberales, procesos paralelos <strong>de</strong><br />

globalización y <strong>de</strong> exclusión social, el auge <strong>de</strong>l mercado, la reforma <strong>de</strong>l sistema educativo y con él<br />

<strong>de</strong> la educación superior, la “revolución tecnológica”, la creciente especificación <strong>de</strong>l conocimiento,<br />

la supremacía <strong>de</strong> los proyectos individuales por sobre los colectivos, y en la universidad, una<br />

ten<strong>de</strong>ncia profesionalizante que lleva a los alumnos a orientar sus objetivos y metas <strong>de</strong> estudio hacia<br />

una estrategia vinculada a la inserción laboral.<br />

Cuando se les preguntó a los graduados sobre las expectativas <strong>de</strong> inserción laboral en sus épocas<br />

<strong>de</strong> alumnos, muchos <strong>de</strong> ellos manifestaban que una ten<strong>de</strong>ncia generalizada era el <strong>de</strong>sarrollo en el<br />

ámbito académico. Muchos se proyectaban retornando al país –luego <strong>de</strong> realizar estudios <strong>de</strong><br />

posgrado– e insertándose en la docencia y la investigación en la universidad pública. Los<br />

proyectos <strong>de</strong> los actuales alumnos en cuanto a la formación <strong>de</strong> posgrado están más vinculados al<br />

<strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> estrategias que les permitan mayor competitividad en el mercado laboral, que a los<br />

fines académicos.<br />

Es interesante señalar que muchos <strong>de</strong> los primeros egresados <strong>de</strong> la carrera se encuentran en la<br />

actualidad realizando activida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> docencia e investigación en ciencia política en instituciones<br />

tanto públicas como privadas.<br />

Respecto a la inserción laboral <strong>de</strong> los graduados, haremos unos breves comentarios.<br />

El estudio realizado por el Ministerio <strong>de</strong> Educación sobre los graduados universitarios (Perfil<br />

Ocupacional <strong>de</strong> los Graduados <strong>de</strong> la Educación Superior, 2000), toma una muestra <strong>de</strong> 3.041 casos<br />

<strong>de</strong> graduados universitarios <strong>de</strong> los últimos diez años. Dicho estudio muestra el índice <strong>de</strong><br />

<strong>de</strong>socupación, según área disciplinar y carrera. Para el caso <strong>de</strong> las ciencias sociales, observamos lo<br />

siguiente:<br />

CS. SOCIALES<br />

General<br />

8,2<br />

Carrera<br />

Lic. en Comunicación<br />

20,4<br />

Servicio y Trabajo Social<br />

16,4<br />

Lic. en Administración<br />

10,8<br />

Lic. en Economía<br />

9,8<br />

Politólogo y Sociólogo<br />

8,5<br />

Contador Público<br />

3,5<br />

Abogado 3,0<br />

23


Observamos que los graduados en ciencia política y en sociología tienen una inserción laboral<br />

relativamente aceptable: el 8.5% se encuentra <strong>de</strong>sempleado, frente a porcentajes como 20.4% para<br />

Ciencias <strong>de</strong> la Comunicación, 10.8, para los Lic. En Administración, y 9.8%, para el caso <strong>de</strong> los<br />

Lic. En Economía. Sin embargo, cuando se les pregunta sobre las características <strong>de</strong> sus trabajos, se<br />

encuentra que un porcentaje importante no trabaja en cuestiones vinculadas a su profesión. Frente a<br />

la pregunta: “¿trabaja en su profesión”, las respuestas afirmativas fueron:<br />

CS. SOCIALES<br />

General<br />

Carrera<br />

Abogado<br />

Contador Público<br />

Servicio y Trabajo Social<br />

Lic. en Administración<br />

Lic. en Economía<br />

Lic. en Comunicación<br />

Politólogo y Sociólogo<br />

Menciones positivas<br />

86<br />

93<br />

89<br />

89<br />

88<br />

85<br />

74<br />

68<br />

Si se comparan estos resultados con el conjunto <strong>de</strong> las áreas disciplinares y las carreras, po<strong>de</strong>mos<br />

ver que la ciencias política se ubica en una <strong>de</strong> las situaciones más <strong>de</strong>sfavorables en este aspecto, ya<br />

que un porcentaje importante <strong>de</strong> sus graduados dice no trabajar en temas vinculados a su profesión<br />

(ver anexo).<br />

Lo dicho hasta aquí tal vez se complemente con las afirmaciones publicadas en un artículo sobre<br />

la carrera <strong>de</strong> ciencia política y la actividad <strong>de</strong> los graduados, (La Nación 3/9/2001):<br />

“No es que a los estudiantes <strong>de</strong> Ciencia Política les resulte fácil insertarse profesionalmente una vez<br />

que tienen el título en la mano, pero lo notable es que lo que siempre fue un inconveniente -la<br />

amplia y difusa perspectiva <strong>de</strong> aplicación <strong>de</strong> sus saberes- en estos momentos se avizora más bien<br />

como una ventaja, porque no constriñe el campo <strong>de</strong> actuación <strong>de</strong> los graduados a lo que en otras<br />

profesiones se conoce como incumbencias profesionales.<br />

“Como se sabe, éstas otorgan el monopolio sobre el ejercicio <strong>de</strong> la actividad para la que el graduado<br />

se formó, pero también arrinconan las perspectivas <strong>de</strong> trabajo a esos campos específicos.<br />

“Los egresados <strong>de</strong> la carrera <strong>de</strong> Ciencia Política -unos 4000 en todo el país, según estimaciones no<br />

oficiales, ya que no existen ni estadísticas al respecto, ni una asociación o colegio profesional a<br />

nivel nacional que los agrupe- tienen, en cambio, un amplio campo <strong>de</strong> acción, que pasa por la<br />

administración pública, las relaciones internacionales y la diplomacia, la gestión parlamentaria, la<br />

docencia y la investigación, las relaciones institucionales, el periodismo y la actividad política<br />

propiamente dicha.<br />

“Según encuestas realizadas por la UBA, cerca <strong>de</strong>l 80% <strong>de</strong> los estudiantes <strong>de</strong> Ciencia Política <strong>de</strong><br />

todo el país querría ser un técnico, administrador público, diplomático, o analista. "Hay muchas<br />

posibilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> inserción profesional, lo que no quiere <strong>de</strong>cir que resulte fácil", reconoce Fernán<strong>de</strong>z<br />

(director <strong>de</strong> la carrera en la UBA), <strong>de</strong> cuya carrera en la UBA egresó el año pasado el 20% <strong>de</strong> todos<br />

los politicólogos que se graduaron en el país.<br />

“Que no es fácil lo <strong>de</strong>muestra un relevamiento entre graduados <strong>de</strong> los últimos 20 años realizado en<br />

Rosario, ciudad don<strong>de</strong> la carrera <strong>de</strong> Ciencia Política tuvo sus orígenes, con los estudios <strong>de</strong><br />

Diplomacia, en los años 30, y <strong>de</strong> Relaciones Internacionales, en los años 40.<br />

“Los estudios realizados sostienen que menos <strong>de</strong>l 50% <strong>de</strong> los politicólogos trabaja en cuestiones<br />

directamente vinculadas con la profesión para la que se formaron”.<br />

24


A modo <strong>de</strong> cierre<br />

A lo largo <strong>de</strong> estas páginas hemos ensayado una forma <strong>de</strong> aproximación a la enseñanza <strong>de</strong> la<br />

ciencia política en la Universidad <strong>de</strong> Buenos Aires, disciplina que por momentos se presenta como<br />

enigmática, in<strong>de</strong>finida, abstracta, o inabarcable. Sin embargo, la ciencia política <strong>de</strong>spierta un<br />

creciente interés e inquietud entre quienes <strong>de</strong>ben elegir una carrera universitaria.<br />

Reconstruir la historia <strong>de</strong> la carrera, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> sus orígenes hasta la actualidad, no fue tarea sencilla.<br />

La ausencia casi total <strong>de</strong> documentación sobre sus primeros años fue una <strong>de</strong> las primeras<br />

dificulta<strong>de</strong>s. En este sentido, resulta llamativo el vacío documental existente tanto en el Rectorado<br />

<strong>de</strong> la UBA como en la Dirección <strong>de</strong> la Carrera. Las autorida<strong>de</strong>s han logrado recuperar <strong>documento</strong>s<br />

y actas fechadas a mediados <strong>de</strong> los años noventa. Es por ello que todo lo referido a la creación <strong>de</strong> la<br />

carrera y sus primeros años <strong>de</strong> existencia se <strong>de</strong>be a un ejercicio <strong>de</strong> memoria e historia oral que<br />

realizaron algunos <strong>de</strong> nuestros entrevistados.<br />

Por otro lado, asumimos el carácter acotado <strong>de</strong> esta investigación, la cual <strong>de</strong>biera enriquecerse en<br />

un futuro con los aportes <strong>de</strong> otras experiencias que revelen la historia <strong>de</strong> la enseñanza <strong>de</strong> nuestra<br />

disciplina, <strong>de</strong> modo tal <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r construir un mapa <strong>de</strong> la enseñanza <strong>de</strong> la ciencia política en la<br />

<strong>Argentina</strong>.<br />

La ausencia casi total <strong>de</strong> trabajos realizados sobre este tema, nos obligó a encarar la tarea en<br />

términos <strong>de</strong> un estudio exploratorio, y esperamos po<strong>de</strong>r contribuir a <strong>de</strong>spertar el interés para el<br />

<strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> futuras investigaciones vinculadas con nuestra disciplina.<br />

En este sentido, nos gustaría <strong>de</strong>jar planteadas unas breves reflexiones en cuanto a los <strong>de</strong>safíos que<br />

–creemos- <strong>de</strong>berá encarar la carrera en un futuro no muy lejano. Estas reflexiones se <strong>de</strong>spren<strong>de</strong>n <strong>de</strong><br />

las encuestas realizadas a los alumnos y <strong>de</strong> las entrevistas a los docentes.<br />

En cuanto a los alumnos, hemos elaborado el siguiente gráfico que da cuenta <strong>de</strong> la valoración que<br />

los mismos tienen respecto a diferentes aspectos <strong>de</strong> la ciencia política en la UBA. Los aspectos<br />

que fueron valorados en mayor medida en forma negativa tienen que ver con la articulación teoríapráctica,<br />

la formación para la inserción laboral, y las condiciones presupuestales, administrativas y<br />

edilicias en las cuales se <strong>de</strong>sarrollan las clases en la Facultad <strong>de</strong> Ciencias Sociales.<br />

25


Imagen <strong>de</strong> la Carrera en sus distintos aspectos<br />

100<br />

90<br />

80<br />

70<br />

60<br />

50<br />

40<br />

30<br />

20<br />

10<br />

0<br />

Organización administrativa<br />

Docentes<br />

Clases teóricas<br />

Clases prácticas<br />

Plan <strong>de</strong> estudios<br />

Inserción laboral<br />

Formación teórica<br />

Formación práctica<br />

Pertinencia <strong>de</strong> las orientaciones<br />

Infraestructura<br />

Cursos extracurriculares<br />

Valoración positiva Valoración negativa Ns/Nc<br />

o<br />

Un grupo <strong>de</strong> Profesores fue consultado acerca <strong>de</strong> cuál es su percepción en cuanto a los <strong>de</strong>safíos<br />

que <strong>de</strong>berá afrontar la carrera <strong>de</strong> ciencia política en los próximos años. Se trata <strong>de</strong> profesores<br />

titulares, los cuales dictan materias estrictamente vinculadas con la ciencia política.<br />

Por lo general, se percibe una gran coinci<strong>de</strong>ncia en cuanto al “diagnóstico” que realizan tanto <strong>de</strong><br />

la carrera, como <strong>de</strong> la Universidad pública: “el primer <strong>de</strong>safío que tiene la universidad pública es<br />

que no <strong>de</strong>saparezca”, sostiene un profesor en un tono más bien pesimista. La universidad se<br />

transforma cada vez más en un lugar <strong>de</strong> tránsito para la gente, pero nadie se termina<br />

comprometiendo con su carácter público. “En la universidad, el lugar <strong>de</strong> lo público se convierte en<br />

tierra <strong>de</strong> nadie, lo público no constituye un valioso lugar común”, sostiene Isidoro Chereski.<br />

Asimismo, muchos docentes coinci<strong>de</strong>n en que es tiempo <strong>de</strong> problematizar, empezar a discutir<br />

sobre el lugar <strong>de</strong> la política en la universidad. Tanto la <strong>de</strong>mocracia como la participación <strong>de</strong>ben ser<br />

puestos nuevamente en el centro <strong>de</strong>l <strong>de</strong>bate. La dirigencia política, la representatividad y el<br />

funcionamiento efectivo <strong>de</strong> los claustros están hoy día fuertemente cuestionados.<br />

Por otro lado, los docentes coinci<strong>de</strong>n en i<strong>de</strong>ntificar un grave problema que afecta a la educación<br />

pública, y que son las condiciones laborales: es necesaria una recomposición salarial, que impida<br />

que los mejores docentes emigren hacia otras universida<strong>de</strong>s o centros <strong>de</strong> investigación (ya sea<br />

privados o públicos). Y, vinculado a este tema, se afirma la necesidad <strong>de</strong> renovar el compromiso<br />

<strong>de</strong>l estado con la educación superior a nivel presupuestario.<br />

26


Al día <strong>de</strong> hoy, el legado <strong>de</strong> la masificación amenaza a la universidad con reducirla a ser una<br />

fábrica <strong>de</strong>dicada a la producción masiva <strong>de</strong> diplomas. Las <strong>de</strong>mandas <strong>de</strong> equidad y <strong>de</strong> apertura<br />

forzaron a las universida<strong>de</strong>s a comprometer sus estándares académicos, lo que <strong>de</strong>riva en una calidad<br />

cada vez más pobre.<br />

Las presiones hacia la universidad pública para que cada vez más “encaje <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l nuevo<br />

mo<strong>de</strong>lo económico” (Levy, 1994), hacen peligrar el sentido y la misión <strong>de</strong> la universidad pública:<br />

“las presiones son tan fuertes que resulta necesario explicar y <strong>de</strong>fen<strong>de</strong>r la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> que la educación<br />

superior no está dirigida, ni exclusiva ni principalmente, a capacitar y brindar servicios a la<br />

comunidad <strong>de</strong> negocios. Una aproximación excesivamente economicista tiene como contrapartida<br />

el peligro <strong>de</strong> <strong>de</strong>saten<strong>de</strong>r las otras funciones básicas <strong>de</strong> la educación superior, en especial en lo que<br />

se refiere a la universidad. La educación <strong>de</strong> buena calidad y la investigación son más necesarias<br />

que nunca en el complejo mundo <strong>de</strong> hoy para respon<strong>de</strong>r a los enormes <strong>de</strong>safíos que afronta la<br />

región” (Levy, ibid).<br />

Este trabajo intentó ser un aporte para la reconstrucción <strong>de</strong> fragmentos <strong>de</strong> una historia interesante<br />

y prácticamente inexplorada; la historia <strong>de</strong> la enseñanza <strong>de</strong> la ciencia política en la <strong>Argentina</strong>.<br />

Esperamos haber podido contribuir al <strong>de</strong>bate sobre la disciplina en momentos en que ésta se halla<br />

inmersa en un doble <strong>de</strong>safío: contribuir <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el ámbito académico a recuperar el sentido <strong>de</strong> la<br />

política, y respon<strong>de</strong>r a las crecientes <strong>de</strong>mandas <strong>de</strong> formación en ciencia política.<br />

27


ANEXO<br />

¿Trabaja(o) en su profesión<br />

General<br />

Carrera<br />

Ing. Civil<br />

Ing. Mecánico<br />

Ing. Electrónico<br />

Bioquímico y Farmacéutico<br />

Ing. Sistemas<br />

Cs. Agropecuarias<br />

Arquitecto<br />

Ing. Industrial<br />

Ing. Químico<br />

CS. APLICADAS<br />

Menciones positivas<br />

90 General<br />

Carrera<br />

96<br />

Medicina<br />

94<br />

Odontología<br />

92<br />

Paramédicos<br />

92<br />

90<br />

89<br />

89<br />

89<br />

80<br />

CS. DE LA SALUD<br />

Menciones positivas<br />

92<br />

98<br />

97<br />

83<br />

CS. SOCIALES<br />

CS. HUMANAS<br />

Menciones positivas<br />

Menciones positivas<br />

General<br />

Carrera<br />

Abogado<br />

Contador Público<br />

Servicio y Trabajo Social<br />

Lic. en Administración<br />

Lic. en Economía<br />

Lic. en Comunicación<br />

Politólogo y Sociólogo<br />

86<br />

93<br />

89<br />

89<br />

88<br />

85<br />

74<br />

68<br />

General<br />

Carrera<br />

Prof. Inglés y Francés<br />

Prof. <strong>de</strong> Polimodal<br />

Prof. en Cs. <strong>de</strong> la Educación<br />

Lic. en Cs. Educación<br />

Prof. <strong>de</strong> EGB<br />

Filosofía y Letras<br />

Prof. <strong>de</strong> Educación Inicial<br />

Psicopedagogía<br />

Prof. <strong>de</strong> Arte<br />

Psicología<br />

Prof. <strong>de</strong> Educación Especial<br />

81<br />

94<br />

91<br />

88<br />

87<br />

83<br />

81<br />

80<br />

77<br />

76<br />

72<br />

71<br />

28


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