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COLABORACIONES
redes sociales quedarían obligadas a
establecer en su proceso de registro un
mecanismo que les permita distinguir
qué usuarios son menores de catorce
años y contactar con sus padres o tutores.
Exige además el Reglamento que
el responsable del fichero , en nuestro
caso las redes sociales, articule procedimientos
que garanticen que ha comprobado
de modo efectivo la edad real
del menor y la autenticidad del consentimiento
prestado, en su caso, por los
padres o tutores de este. No obstante
lo anterior, no existe en la actualidad
un documento que oriente a las redes
sociales en cuanto a las prácticas recomendables
a efectos de llevar a cabo
dicha comprobación. En un futuro no
muy lejano, una vez el uso del DNI
electrónico (o de la Firma Electrónica
avanzada) esté totalmente implantado,
se plantearán menos dificultades, pero
a día de hoy el peso de determinar qué
técnicas o herramientas resultan más
adecuadas a estos efectos recae enteramente
sobre las redes sociales. Por
tanto, a día de hoy, las redes sociales
por más diligencia que empleen en la
verificación de la información suministrada,
siempre estarán expuestas a un
cierto riesgo de reclamación ya que el
ordenamiento jurídico no ofrece en todos
los casos los medios necesarios a
tal efecto.
Nos gustaría igualmente comentar
que la figura de las redes sociales
como responsables del tratamiento no
es clara. Mientras que en relación a
los datos de registro, acceso, alta, etc.
hay consenso en la responsabilidad de
dichos datos personales por parte de
las redes sociales, no lo es tan evidente
con respecto a las informaciones y
comentarios que los usuarios vierten en
este tipo de foros. No podemos olvidar
que se trata de entornos Web 2.0 y no
resulta posible que se controle todo el
contenido ahí incluido, que por otra parte
generaría incertidumbre en cuanto a
la posible vulneración de los derechos
de intimidad, honor y privacidad de los
usuarios.
Dicha problemática no es ni mucho
menos exclusiva de nuestro sistema
jurídico y por ello resultan de especial
relevancia los movimientos de autorregulación
en la materia. El instrumento
más destacado hasta el momento es el
denominado “Safer Social Networking
Principles for the EU”, suscrito por dieciocho
redes sociales a nivel europeo
bajo el impulso del Grupo de Estudio
de Redes Sociales de la Comisión Europea
y de diversas ONGs. Si bien dichos
principios conforman, por ahora,
un conjunto de meras recomendaciones
o buenas prácticas (Ej., se insta
a las redes sociales a usar técnicas
adecuadas para verificar la edad de
los usuarios, evitar segundos intentos
de registro con datos falsos cuando
el primer intento haya sido fallido por
cuestiones de edad, promover el control
parental, configurar como “privados”
por defecto lo perfiles de los menores
de dieciocho años, excluir de los
motores de búsqueda los perfiles de
los menores de dieciocho años, etc.),
la idea es que poco a poco se vayan
materializando en conductas concretas
que sirvan como referencia para proteger
a los menores en su uso de las
redes sociales.
En todo caso, hay que apelar
igualmente a la responsabilidad de
los usuarios a la hora de acceder a
estas redes sociales y a su obligación
de leer las diversas políticas y
previsiones de protección de datos y
privacidad que incluyen estas redes
sociales en sus sitios Web, responsabilidad
que ha de ser extensible, si
cabe con más importancia, a los padres
o tutores legales. En la mayoría
de los casos, la información ahí facilitada
es adecuada, completa y fácilmente
comprensible.
Cabe por último destacar, que al
margen de mayor evolución normativa,
las improntas y mejoras en el área de
referencia vendrán dadas por los sistemas
de autorregulación, siendo de
hecho uno de los objetivos marcados a
nivel comunitario.
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