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La Masoneria Cubana y su Contribucion a la Sociedad Civil y a una ...

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Introducción<br />

Un Análisis de <strong>la</strong> Literatura sobre <strong>la</strong> <strong>Sociedad</strong> <strong>Civil</strong> <strong>Cubana</strong><br />

Jorge Luis Romeu, Ph.D.<br />

Proyecto Juárez Lincoln Martí de Educación Internacional<br />

Profesor Investigador, Syracuse University<br />

Romeu@cort<strong>la</strong>nd.edu ; http://myprofile.cos.com/romeu<br />

Octubre del 2011.<br />

El movimiento cívico conocido como despertar del Oriente Medio, ha cambiado este año<br />

los gobiernos en Túnez, Egipto y Libia, y ha puesto en jaque a otros en Yemen y Siria.<br />

Algunos atribuyen el origen de este movimiento cívico a <strong>la</strong>s sociedades civiles (SC) de<br />

estos países. Y esta posibilidad ha estimu<strong>la</strong>do el interés por el estudio de <strong>la</strong>s SC, en<br />

general, y <strong>la</strong>s de aquellos países bajo longevos gobiernos personales, en particu<strong>la</strong>r.<br />

Este autor ha dedicado muchos años al estudio del problema cubano. Y, siguiendo este<br />

nuevo interés en <strong>la</strong> SC, hemos emprendido <strong>una</strong> revisión de <strong>la</strong> SC cubana, para investigar<br />

(1) si esta SC existe en Cuba, y en caso afirmativo, (2) cual es <strong>su</strong> estado de salud, <strong>su</strong><br />

composición, y <strong>su</strong> capacidad para interactuar dentro del sistema unipartidista cubano.<br />

Porque, como ha <strong>su</strong>cedido en Oriente Medio, <strong>la</strong> SC puede promover cambios internos. A<br />

veces pacíficamente, si alg<strong>una</strong>s esferas del gobierno cooperan, como en Túnez y Egipto,<br />

evitando destrucción, y derramamientos de sangre. O violentas, como en Libia y Siria.<br />

Tras revisar <strong>la</strong> literatura de <strong>la</strong> SC cubana, buscando respuestas para <strong>la</strong>s dos preguntas<br />

arriba formu<strong>la</strong>das, hemos concluido que el estado del arte sobre <strong>la</strong> SC cubana es (1)<br />

parcial e (2) incompleto. Y que es necesario rep<strong>la</strong>ntearse nuevamente el análisis de <strong>la</strong> SC,<br />

desde ángulos diferentes, para rectificar esta situación.<br />

El objetivo del presente trabajo es demostrar como el análisis actual de <strong>la</strong> SC cubana es<br />

incompleto y parcial. Que tal SC no puede ser concebida como compuesta únicamente de<br />

<strong>la</strong> disidencia política y grupos afines, como han hecho al presente, <strong>la</strong> mayoría de los<br />

autores. Y que <strong>la</strong> rectificación de este problema consiste en incluir, en los estudios<br />

futuros sobre <strong>la</strong> SC cubana, a grupos sociales, como por ejemplo <strong>la</strong>s organizaciones<br />

masónicas y fraternales, hasta el presente ignorados o marginalmente considerados.<br />

En el resto de este trabajo presentaremos <strong>una</strong> definición de SC. Luego, un breve recuento<br />

de <strong>la</strong> SC anterior a 1959, y de <strong>su</strong> desaparición y reemp<strong>la</strong>zo por <strong>una</strong> nueva, producto de <strong>la</strong><br />

revolución. Luego, veremos <strong>la</strong> importancia e impacto social de <strong>la</strong> masonería, institución<br />

de <strong>la</strong> SC cubana que ha funcionado ininterrumpidamente, durante 150 anos. Después,<br />

haremos un análisis crítico de los trabajos sobre <strong>la</strong> SC cubana que hemos revisado. Por<br />

ultimo, presentaremos <strong>una</strong> discusión, y nuestras conclusiones.<br />

1


Definición, consideraciones e interpretaciones sobre <strong>la</strong> <strong>Sociedad</strong> <strong>Civil</strong><br />

<strong>La</strong> definición de SC es difícil de articu<strong>la</strong>r, porque existen distintas interpretaciones para<br />

distintos autores. Por ejemplo, Linz y Stepan (1996), estiman que <strong>la</strong> SC es “arena of the<br />

polity where self-organizing groups, autonomous from the state, articu<strong>la</strong>te values and<br />

associate to advance their interests”. Y para Perez-Diaz (1993) <strong>la</strong> SC es “a type of society<br />

that combines markets, voluntary associations, and public spheres, outside of the direct<br />

control of the state”. Y existen otras definiciones más.<br />

A los efectos de este trabajo, daremos <strong>la</strong> siguiente definición de <strong>la</strong> SC: es el cuerpo social<br />

integrado por aquel<strong>la</strong>s organizaciones que reúnen dos condiciones esenciales: (1) son de<br />

asociación voluntaria, y (2) mantienen <strong>su</strong> independencia del estado.<br />

A continuación, y para tener <strong>una</strong> visión completa del problema, revisaremos brevemente<br />

<strong>la</strong> SC cubana pre-revolucionaria. Antes del golpe de estado del General Batista, en el año<br />

1952, <strong>la</strong> SC cubana era amplia, para era <strong>una</strong> republica liberal burguesa <strong>la</strong>tinoamericana.<br />

Operaban partidos políticos de todas <strong>la</strong>s tendencias, incluso el socialista, con periódicos y<br />

emisoras de radio. Existían asociaciones culturales y sociales en cada pueblo, como los<br />

Liceos cubanos, y el Casino Español, algunos creados y dirigidos por mujeres, como el<br />

Lyceum y Pro-Arte Musical. Había sindicatos obreros y campesinos (CTC), y colegios<br />

profesionales. Había asociaciones juveniles como Scouts, Juventudes de Acción Católica,<br />

AJEFs, y regionales, como el Centros Gallego, Asturiano, etc. Había asociaciones cívicas<br />

(Rotarios, Leones), y fraternales (Gran Logia, Caballeros de <strong>la</strong> Luz, OddFellows), con<br />

decenas de miles de miembros, en todos los pueblos de <strong>la</strong> is<strong>la</strong>. Después de 1952, <strong>la</strong> SC<br />

comenzó a cambiar, debido al carácter conservador del nuevo régimen militar. Pero se<br />

mantuvieron <strong>la</strong>s asociaciones mencionadas, con excepción del Partido Socialista. Y todas<br />

el<strong>la</strong>s, cumplían con <strong>la</strong>s dos condiciones esenciales de <strong>la</strong> SC, arriba mencionadas.<br />

Tras <strong>la</strong> revolución de 1959, <strong>la</strong> mayoría de estas instituciones desaparecieron: desbandadas<br />

por el nuevo gobierno, o absorbidas por <strong>la</strong>s organizaciones de masa que el gobierno creó,<br />

y que directa o indirectamente dirigía. <strong>La</strong> masonería cubana (MC) de <strong>la</strong> Gran Logia de<br />

Cuba (GLC), que contaba con 340 logias y 34 mil miembros en 1959, siguió operando<br />

hasta nuestros días, aunque muy vigi<strong>la</strong>da y penetrada por los servicios de inteligencia.<br />

Por ejemplo, el Dr. Collera Vento, un Ex-Gran Maestro de <strong>la</strong> GLC, dec<strong>la</strong>ro recientemente<br />

en <strong>la</strong> prensa oficial cubana, que durante mas de 25 anos había trabajado como agente de<br />

<strong>la</strong> seguridad cubana, dentro de <strong>la</strong> GLC.<br />

A partir de 1990, como consecuencia de <strong>la</strong> crisis económica <strong>su</strong>rgida tras <strong>la</strong> desaparición<br />

de <strong>la</strong> URSS y el Campo Socialista, comenzó nuevamente a ampliarse <strong>la</strong> SC cubana. El<br />

marco legal de <strong>la</strong> SC de hoy, se basa en <strong>la</strong> Ley 54 de 1985, que confiere el derecho de<br />

asociación. Y de <strong>la</strong> Ley de 1993, que lo amplia a otras organizaciones no estatales, así<br />

como permite que éstas puedan financiar <strong>su</strong>s actividades directamente. Aunque<br />

restringidas, y <strong>su</strong>pervisadas por agencias gubernamentales (un requerimiento legal)<br />

existían ya, en 1995, más de 2200 asociaciones, cada <strong>una</strong> con más de treinta miembros,<br />

inscriptas en el Registro Legal de Asociaciones, operando en el país.<br />

2


De como <strong>la</strong>s nuevas asociaciones cumplimentan <strong>la</strong>s dos condiciones esenciales de <strong>la</strong><br />

definición de miembro de <strong>la</strong> SC es debatible. Respecto a <strong>la</strong> independencia del gobierno,<br />

podemos distinguir en forma general, cuatro tipos. <strong>La</strong>s que son directamente agencias del<br />

estado (FMC, CDRs). <strong>La</strong>s instituciones que no son totalmente contro<strong>la</strong>das por el estado,<br />

aunque originalmente si lo fueron –pero se han ido independizando (UNEAC). <strong>La</strong>s que<br />

son dirigidas privadamente, como <strong>la</strong> Fundación de Pablo Mi<strong>la</strong>nes, artista internacional<br />

que <strong>la</strong> financia directamente, y que fomenta <strong>la</strong> cultura. De acuerdo con <strong>la</strong> Ley, <strong>la</strong> Pablo<br />

Mi<strong>la</strong>nes necesita tener un contraparte estatal, que es aquí el Ministerio de Cultura. Y <strong>la</strong>s<br />

que son totalmente independientes del gobierno, y aún informales, como <strong>la</strong>s disidentes.<br />

Consecuentemente, <strong>la</strong> voluntariedad de afiliación de <strong>su</strong>s miembros, y <strong>la</strong> independencia<br />

del gobierno, son re<strong>la</strong>tivas, y difíciles de determinar.<br />

Igualmente, es difícil de determinar el número de <strong>su</strong>s afiliados. Alg<strong>una</strong>s organizaciones<br />

como <strong>la</strong>s iglesias Católicas, no mantienen un registro de afiliados, sino un registro parcial<br />

que no incluye a todos <strong>su</strong>s miembros. Y otras, que pueden mantenerlo, tal vez no quieren<br />

por <strong>la</strong>s implicaciones que puede significar <strong>la</strong> pertenencia a el<strong>la</strong>s (e.g. disidentes). Solo<br />

conocemos confiablemente, el numero de miembros de <strong>la</strong> GLC, por haber obtenido esta<br />

información de un alto funcionario de <strong>la</strong> misma, para realizar un estudio demográfico que<br />

completamos hace ya mas de un año (Romeu y Pardo, 2010).<br />

Importancia de <strong>la</strong> Masonería en <strong>la</strong> SC cubana<br />

<strong>La</strong>s masonerías cubanas (regu<strong>la</strong>r, irregu<strong>la</strong>r y <strong>la</strong>s asociaciones para-masónicas) han<br />

participado tradicional e intensamente de <strong>la</strong> vida económica, política, intelectual y social<br />

del país. <strong>La</strong>s primeras logias conspirativas, datan de los comienzos del siglo XIX (Rayos<br />

y Soles de Bolívar, Cadena Triangu<strong>la</strong>r, etc.). <strong>La</strong>s conspiraciones y expediciones de<br />

Narciso López, fueron organizadas por anexionistas y masones, en <strong>la</strong>s décadas de 1840 y<br />

1850. En 1859, Cassard crea <strong>la</strong> Gran Logia de Colon. Y en 1860, Vicente A. de Castro<br />

crea el Gran Oriente de Cuba y <strong>la</strong>s Antil<strong>la</strong>s (GOCA), que conspira y organiza <strong>la</strong> Guerra<br />

de los Diez Años. En 1880, se unifican los masones en <strong>la</strong> Gran Logia de Colon e Is<strong>la</strong> de<br />

Cuba, cuyos dirigentes también lo fueron del Partido Liberal Autonomista. Así, durante<br />

el periodo de entre-guerras (1880-95) conocido como “reposo turbulento”, los masones<br />

cubanos ayudaron a preparar el terreno ideológico para <strong>la</strong> Guerra de Independencia<br />

(1895-98). Por tanto, <strong>la</strong>s masonerías cubanas estuvieron activamente envueltas en los<br />

principales movimientos políticos: autonomistas, anexionistas y separatistas; así como en<br />

<strong>la</strong> terminación de <strong>la</strong> trata, primero, y de <strong>la</strong> esc<strong>la</strong>vitud, más ade<strong>la</strong>nte (ver, Miranda, 1933).<br />

En <strong>la</strong> primera mitad del siglo XX, ya durante <strong>la</strong> republica, muchos dirigentes de <strong>la</strong> GLC<br />

desempeñaron importantes papeles en <strong>la</strong> esfera pública cubana. Por ejemplo, los Grandes<br />

Maestros Regüeiferos, L<strong>la</strong>nsó Simoni, Muñoz Sañudo, Wolter del Río, Iraizoz, Santos<br />

Jiménez y García Pedrosa, fueron destacados dirigentes cívicos, culturales, empresariales<br />

y políticos, profesores universitarios, ministros del gobierno, directores de periódicos, y<br />

militares de alto rango. Además, <strong>la</strong> GLC sostuvo asilos de niños y ancianos, escue<strong>la</strong>s, <strong>una</strong><br />

universidad, comedores, equipos deportivos infantiles, tropas Scouts, bibliotecas, etc. Y<br />

<strong>su</strong>s miembros dieron innumerables pláticas sobre a<strong>su</strong>ntos históricos, culturales, de salud,<br />

económicos, etc., tanto dentro de <strong>su</strong>s logias como en actos públicos.<br />

3


Como re<strong>su</strong>ltado de <strong>la</strong> revolución de 1959, <strong>la</strong> mayoría de <strong>la</strong>s organizaciones de <strong>la</strong> SC (e.g.<br />

Rotarios, Leones, Liceos, Scouts, Agrupaciones Católicas, partidos políticos, clubes)<br />

fueron desarticu<strong>la</strong>das. <strong>La</strong> GLC fue <strong>una</strong> de <strong>la</strong>s pocas organizaciones que se mantuvieron<br />

operando, aun bajo fuertes restricciones y regu<strong>la</strong>ciones.<br />

Pero <strong>la</strong> importancia de <strong>la</strong> MC para <strong>la</strong> SC, es totalmente pragmática, como mostraremos a<br />

continuación. Porque el masón como individuo ha sido, tradicionalmente, un activista<br />

social. Según Torres-Cuevas (2003, p. 30), esto <strong>su</strong>cede porque “el deber ético, <strong>su</strong> acción<br />

social y humana, no son separables del contexto social”.<br />

<strong>La</strong> masonería cubana incluye hombres de todas <strong>la</strong>s razas, edades, religiones, ocupaciones<br />

y extracciones sociales. A partir de 1992, <strong>la</strong> GLC también incluye a militantes del Partido<br />

Comunista (PCC) y funcionarios del gobierno, así como a disidentes políticos 1 . Se puede<br />

afirmar que <strong>la</strong> GLC es, hoy en día, <strong>una</strong> de <strong>la</strong>s pocas organizaciones de <strong>la</strong> SC que con más<br />

fidelidad representa un corte transversal, de toda <strong>la</strong> sociedad cubana.<br />

Otras organizaciones de <strong>la</strong> SC cubana, carecen de tal inclusividad, o <strong>la</strong> poseen en menor<br />

grado, debido a <strong>su</strong>s restricciones (religiosas, funcionales, etc.). <strong>La</strong>s logias masónicas, por<br />

el contrario, incluyen tanto a aquellos que apoyan al sistema, como a los que se oponen<br />

este, y a personas de tendencia neutral. Además, <strong>la</strong> singu<strong>la</strong>r filosofía de tolerancia de <strong>la</strong><br />

masonería permite, al menos en teoría, que miembros discrepantes puedan interactuar y<br />

respetarse, y conocer <strong>su</strong>s respectivas inquietudes. Esto, facilitaría un diálogo nacional,<br />

necesario para obtener <strong>una</strong> solución de consenso al problema cubano. Ning<strong>una</strong> otra<br />

organización, incluyendo <strong>la</strong> Asamblea Nacional, por <strong>la</strong>s exclusiones mencionadas, tiene<br />

tanta posibilidad, al menos en teoría, de facilitar tal diálogo. Esta posibilidad constituye <strong>la</strong><br />

mayor contribución que <strong>la</strong> masonería cubana y <strong>la</strong> GLC pueden hacer a <strong>la</strong> SC.<br />

<strong>La</strong> masonería también contribuye a entrenar a los ciudadanos de <strong>una</strong> sociedad pluralista.<br />

Por ejemplo, a elegir democráticamente a todos <strong>su</strong>s dirigentes, mantener un par<strong>la</strong>mento<br />

(Alta Cámara), así como un régimen legal, tan poderoso, que acaba de expulsar a un Ex-<br />

Gran Maestro por contravenir <strong>su</strong>s leyes. Por ultimo, <strong>la</strong> masonería es internacional. Y,<br />

para facilitar un entendimiento entre partes antagónicas, como hicieron los países del<br />

Grupo de Contadora en Centro América, durante los 1980, <strong>la</strong> GLC puede recavar el<br />

apoyo de <strong>la</strong>s Grandes Logias de otros países, para que estas influyan en <strong>su</strong>s SC.<br />

Re<strong>su</strong>miendo, <strong>la</strong> MC es un importante componente de <strong>la</strong> SC porque (1) es al presente <strong>la</strong><br />

organización mas antigua, geográficamente expandida y numerosa, (2) integrada por el<br />

mayor numero de los diferentes componentes de <strong>la</strong> actual sociedad cubana, (3) entrena a<br />

<strong>su</strong>s miembros en participar en <strong>la</strong> SC, (4) <strong>su</strong> ideología abierta y tolerante favorece un<br />

dialogo abierto, (5) puede recabar, para un proceso de apertura, <strong>la</strong> ayuda internacional, y<br />

(6) no es política, aunque individualmente, algunos de <strong>su</strong>s miembros si lo sean.<br />

1 Trece de los 75 prisioneros de conciencia de <strong>la</strong> Primavera del 2003, son masones.<br />

4


Por tanto, <strong>la</strong> ausencia de <strong>una</strong> organización de tal importancia en los estudios de <strong>la</strong> SC<br />

cubana, justifica nuestra preocupación sobre <strong>la</strong> objetividad y fidelidad del estado del arte,<br />

en los actuales estudios de <strong>la</strong> SC cubana<br />

Sobre los trabajos que tratan de <strong>la</strong> SC cubana<br />

Muchos autores han estudiado <strong>la</strong> SC <strong>su</strong>rgida en Cuba a partir de 1993. Revisando <strong>su</strong>s<br />

trabajos, hemos encontrado dos características re<strong>la</strong>cionadas. <strong>La</strong> primera, es <strong>la</strong> de no<br />

mencionar a <strong>la</strong> MC, o apenas aludir a el<strong>la</strong> pero sin estudiar<strong>la</strong> a fondo, como hacen con <strong>la</strong>s<br />

otras organizaciones que analizan. <strong>La</strong> segunda, es que <strong>la</strong> mayoría de <strong>la</strong>s organizaciones<br />

por ellos consideradas, pueden ser calificadas como disidentes o contestatarias.<br />

Dichos investigadores han estudiado, desde los grupos de disidentes políticos, hasta <strong>la</strong><br />

Iglesia Católica, incluyendo a <strong>la</strong>s iglesias protestantes, y a grupos pequeños como los<br />

Abacuá, judíos y homosexuales. Sin embargo, estos mismos analistas sos<strong>la</strong>yan <strong>una</strong> de <strong>la</strong>s<br />

organizaciones más antiguas (con 150 años de existencia continua en Cuba), numerosas<br />

(30 mil miembros), y expandidas (mas de 300 logias, en cada ciudad, pueblo o caserío de<br />

importancia en Cuba) de estas organizaciones en <strong>la</strong> is<strong>la</strong>.<br />

Para los investigadores cuyo tema no es <strong>la</strong> SC, tal vez <strong>la</strong> masonería puede re<strong>su</strong>ltar<br />

desconocida e irrelevante. Para los investigadores de <strong>la</strong> SC, esta postura no es aceptable.<br />

Descartamos <strong>la</strong> incompetencia como razón para <strong>la</strong> mencionada omisión. Y proponemos<br />

que ello re<strong>su</strong>lta de: (1) el enfatizar <strong>la</strong> posición contestataria y activista de ciertos sectores<br />

de <strong>la</strong> SC cubana, (2) un sesgo antimasónico, o (3) de <strong>una</strong> combinación de ambas.<br />

Primero, muchos estudios sobre <strong>la</strong> SC cubana tienen un origen político: investigan a<br />

grupos disidentes que, naturalmente, solo pueden expresarse a través de <strong>la</strong> SC, ya que no<br />

tienen cabida en <strong>la</strong>s organizaciones oficiales. Después, un cierto sesgo antimasónico<br />

siempre existió en Cuba. Por ejemplo, <strong>la</strong> Iglesia Católica de <strong>la</strong> década de 1950, hab<strong>la</strong>ba<br />

desfavorablemente de <strong>la</strong> masonería, y editaba literatura anti-masónica. Pero recién<br />

terminaba <strong>la</strong> guerra civil españo<strong>la</strong>, donde <strong>la</strong> iglesia había apoyado a Franco, y <strong>la</strong><br />

masonería a <strong>la</strong> República, y <strong>una</strong> importante parte del clero cubano era de origen español.<br />

Además, muchos católicos militantes y tradicionalistas, tampoco aceptaban <strong>la</strong> influencia<br />

masónica como algo positivo, y mantenían <strong>una</strong> posición en <strong>su</strong> contra.<br />

<strong>La</strong> sociedad cubana no puede ser concebida como compuesta exclusivamente de <strong>la</strong><br />

disidencia política y grupos afines. Y consideramos que <strong>la</strong> omisión de <strong>la</strong>s organizaciones<br />

fraternales y otros grupos no políticos, en los estudios de <strong>la</strong> SC cubana, debida a <strong>la</strong>s dos<br />

consideraciones apuntadas, induce a tres serios errores, que disminuyen los trabajos, tan<br />

excelentes en otras dimensiones, de tales investigadores sociales.<br />

Primero, <strong>la</strong> SC es un continuum (existe siempre, en algún grado), y no <strong>una</strong> dicotomía<br />

(existe, o no), como algunos apuntan, al igual que ocurre con el racismo y libertad.<br />

Segundo, <strong>la</strong> SC no se restringe solo a <strong>la</strong> esfera política, sino que puede desenvolverse<br />

igualmente en <strong>la</strong>s esferas religiosa, cultural, económica, deportiva, etc. Por último, <strong>la</strong> SC<br />

no tiene que ser necesariamente contestataria. <strong>La</strong> SC es un reflejo de <strong>la</strong> sociedad mayor<br />

5


en <strong>la</strong> que se enmarca. Por tanto, y al igual que en ésta, algunos de <strong>su</strong>s elementos serán<br />

contestatarios, otros serán indiferentes, y aun otros serán simpatizantes del sistema sociopolítico<br />

en el que se desenvuelven.<br />

En lo que si coincidimos, es que <strong>la</strong> SC es un fuerte indicador del grado de desarrollo<br />

social, y de participación popu<strong>la</strong>r, en <strong>la</strong> vida nacional. Los elementos de <strong>la</strong> SC son como<br />

los entretejidos hilos de un exquisito tapiz: unos van de arriba hacia abajo, y otros de<br />

derecha a izquierda (o viceversa). Unos son de un color y textura, y otros de otra. Y entre<br />

todos dan al tapiz (1) <strong>su</strong> cohesión, y (2) el color y diseño que imprime <strong>su</strong> belleza<br />

Revisión Crítica de <strong>la</strong> Literatura sobre <strong>Sociedad</strong> <strong>Civil</strong><br />

Para dar más cohesión a este trabajo, comentaremos brevemente algunos de los<br />

documentos revisados, inmediatamente después de mencionarlos, y los denotaremos<br />

como hechos por nosotros. Estos comentarios serán expandidos luego, en <strong>la</strong> Discusión.<br />

El primer trabajo que revisamos es Aguirre (1998), que discute el importante tema de <strong>la</strong><br />

cultura de oposición, o sea de los grupos anti-hegemónicos de <strong>la</strong> SC. Este concepto es<br />

importante porque crea <strong>la</strong>s identidades individuales y colectivas de <strong>su</strong>s miembros, y fue<br />

estudiado seriamente en <strong>la</strong>s transiciones del Este de Europa. Como ejemplos de <strong>la</strong> SC,<br />

Aguirre menciona a Caritas, de <strong>la</strong> Iglesia Católica, <strong>la</strong> Asociación Yoruba, <strong>la</strong> Comunidad<br />

Hebrea y <strong>la</strong> Gran Logia de Cuba (como también lo hace Puerta, 1995). Aguirre describe<br />

en detalle <strong>la</strong> actividad de estos grupos religiosos y políticos. Sin embargo, Aguirre no<br />

analiza simi<strong>la</strong>res actividades hechas por <strong>la</strong> Gran Logia, ni por otras órdenes fraternales.<br />

Aguirre expresa que Cuba tiene <strong>una</strong> dinámica diferente de Alemania o Checoslovaquia,<br />

Y que un número re<strong>la</strong>tivamente pequeño de personas participa en <strong>la</strong>s organizaciones de<br />

disidentes. Aguirre también expresa que el desarrollo de <strong>una</strong> ideología alternativa se hace<br />

difícil, debido a <strong>la</strong> vigi<strong>la</strong>ncia del gobierno y a <strong>su</strong> monopolio de símbolos.<br />

Nosotros estamos en acuerdo con lo aseverado por Aguirre, pues <strong>la</strong> cultura de oposición<br />

de Europa del Este fue contestataria, y se adecuaba a <strong>la</strong> situación de aquellos estados,<br />

durante <strong>la</strong> guerra fría. Pero pensamos que esta cultura no es eficiente en el caso cubano,<br />

pues restringe innecesariamente el número de personas que desea ingresar en tales grupos<br />

contestatarios de <strong>la</strong> SC, a <strong>una</strong> minoría que activamente cuestiona al gobierno.<br />

Espinosa (1999) describe cuatro categorías, enunciadas por Weigle y Butterfield, en el<br />

desarrollo de <strong>la</strong> SC: defensiva, emergente, de movilización, e institucional, que re<strong>su</strong>ltan<br />

apropiadas para estudiar <strong>la</strong> situación en Europa del Este, durante <strong>la</strong> caída y desintegración<br />

de los estados socialistas, y es evidentemente contestataria. Pero éstas no describen toda<br />

<strong>la</strong> gama de organizaciones de <strong>una</strong> SC, en general, como <strong>la</strong> que hemos descrito arriba.<br />

Espinosa enfoca <strong>su</strong> trabajo en los grupos disidentes que buscan activamente un cambio<br />

socio-político. Y compara <strong>la</strong> situación europea con <strong>la</strong> cubana, identificando tres esferas<br />

dentro de esta SC: socialista (autorizada), alternativa (ni autorizada, ni ilegal) e informal.<br />

Entre el segundo grupo identifica a los disidentes y a <strong>la</strong> oposición, así como instituciones<br />

6


pre-revolucionarias al margen de <strong>la</strong> SC oficial. <strong>La</strong> MC no es c<strong>la</strong>sificada directamente en<br />

esta discusión, aunque en <strong>la</strong> página 356, Espinosa menciona a los “remanentes de SC prerevolucionaria,<br />

especialmente iglesias y organizaciones fraternales”, sin dar <strong>una</strong> mayor<br />

explicación sobre el papel jugado por <strong>la</strong>s mismas en <strong>la</strong> SC actual, tal vez porque en<br />

realidad no caben en ning<strong>una</strong> de <strong>la</strong>s tres categorías por él enunciadas.<br />

Pumar (1999) también discute <strong>la</strong> SC desde <strong>la</strong> óptica de <strong>la</strong> oposición interna, evaluando<br />

dos interrogantes: (1) si ésta es capaz de contribuir a <strong>la</strong> desarticu<strong>la</strong>ción del sistema, y (2)<br />

si <strong>la</strong> SC política puede exacerbar <strong>la</strong> crisis de legitimación, acelerando así el proceso de<br />

transición. Pumar basa <strong>su</strong> argumento en el concepto, u<strong>su</strong>al entre sociólogos políticos, de<br />

que <strong>la</strong> SC está corre<strong>la</strong>cionada con <strong>la</strong> transición pacífica.<br />

Pumar también se concentra en organizaciones de <strong>la</strong> oposición interna y activista, y no<br />

discute tampoco <strong>la</strong> MC. Sin embargo <strong>la</strong>s organizaciones religiosas, de periodistas, y de<br />

profesionales, si están incluidas en el análisis, a pesar de que, en principio, estas no tienen<br />

por que ser disidentes. Encontramos referencias a eventos y personajes de <strong>la</strong>s transiciones<br />

en Europa Oriental, como Walessa y Havel, que utilizan <strong>la</strong> lucha cívica y no violenta para<br />

obtener un cambio de sistema. Como comparación, Pumar dice que hay (en 1998) más de<br />

200 grupos disidentes activos, lo que da <strong>una</strong> medida de <strong>su</strong> proliferación.<br />

Pedraza (2002) estudia <strong>la</strong> re<strong>la</strong>ción entre democratización y emigración, evaluando el<br />

impacto de <strong>la</strong> salida continua de cubanos, en detrimento del fortalecimiento de <strong>la</strong> SC.<br />

Citando el modelo hidráulico de Hirschman, Pedraza presenta <strong>la</strong> dicotomía voz-éxodo. El<br />

individuo tiene dos opciones: puede ejercer <strong>su</strong> voz (expresarse o quejarse), o puede<br />

emigrar. Si hace lo uno, no puede hacer lo segundo. Este dilema ha sido, según Pedraza,<br />

el modelo cubano desde 1959, año en que comenzó <strong>la</strong> emigración en masa de <strong>la</strong><br />

oposición al régimen actual. Una emigración, añadimos, que tanto el gobierno cubano<br />

como el norteamericano, y por motivos totalmente diferentes, han animado activamente.<br />

Pedraza cita <strong>la</strong> tesis del Católico Valdés (1997), de que el éxodo (12% de <strong>la</strong> pob<strong>la</strong>ción,<br />

según Pedraza) ha sido un factor negativo para el fortalecimiento de <strong>la</strong> SC, porque<br />

debilita <strong>la</strong> voz. Valdés (2009) editor de Vitral y actualmente de Convivencia, en <strong>su</strong><br />

PowerPoint para <strong>la</strong> Universidad de Georgetown, analiza el proyecto de reconstrucción de<br />

<strong>la</strong> SC en <strong>la</strong> is<strong>la</strong>, y los problemas re<strong>la</strong>cionados con un cambio. Valdés explícitamente<br />

incluye a <strong>la</strong> MC, y a <strong>la</strong>s otras instituciones fraternales de <strong>la</strong> is<strong>la</strong>, como parte de <strong>la</strong> SC.<br />

Pedraza presenta también <strong>la</strong> tesis opuesta de Víctor Pérez-Díaz (1993), en <strong>su</strong> análisis de<br />

<strong>la</strong> transición españo<strong>la</strong> de 1975. Pedraza seña<strong>la</strong>, siguiendo a Pérez-Díaz, como los<br />

españoles que emigraron a Europa, pudieron regresar pocos años después con un capital<br />

y <strong>una</strong> educación político-social, los cuales luego aplicaron en España.<br />

Nosotros, apuntamos cómo el modelo de Pérez-Díaz es aplicable a los países, cuyos<br />

emigrados no solo contribuyen con <strong>su</strong>s remesas a <strong>la</strong> economía, ya que pueden usar<strong>la</strong> para<br />

adquirir bienes de capital con los que establecer industrias, sino también con <strong>su</strong><br />

experiencia, estableciéndo<strong>la</strong>s ellos mismos a <strong>su</strong> regreso. Sin embargo, los cubanos que<br />

salen de <strong>la</strong> is<strong>la</strong>, regresan oficialmente como turistas, y bajo muchas restricciones, a visitar<br />

7


parientes. Y <strong>su</strong>s remesas, se usan más para comprar artículos de con<strong>su</strong>mo en <strong>la</strong>s tiendas<br />

del estado, porque el actual sistema económico dificulta todo tipo de actividad privada.<br />

También coincidimos con Pedraza en que el Éxodo ha sido un elemento negativo para<br />

Cuba, y diferimos respecto a <strong>la</strong> aplicabilidad de modelos del Este de Europa. Preferimos<br />

los modelos de transición españo<strong>la</strong>, brasileña o chilena, porque re<strong>su</strong>ltan más apropiados<br />

al caso cubano. Mas, <strong>la</strong>s condiciones que produjeron éstos, son todavía muy diferentes a<br />

<strong>la</strong>s cubanas, y se debe comenzar por crear<strong>la</strong>s. También pensamos, que <strong>una</strong> débil y<br />

contestataria SC, que hace <strong>una</strong> oposición activa al status quo, no va a obtener re<strong>su</strong>ltados<br />

efectivos, porque es mas eficiente ampliar el marco de <strong>la</strong> SC, incorporando más voces y<br />

pareceres en el proceso, para lograr un mayor impacto.<br />

Pedraza seña<strong>la</strong> como Pérez-Díaz concluye que <strong>una</strong> transición solo es posible si existe <strong>una</strong><br />

SC que <strong>la</strong> respalde. Por ejemplo, <strong>la</strong> SC que <strong>su</strong>rgió en los últimos años del Franquismo,<br />

facilito al régimen encontrar los elementos internos con quien negociar <strong>la</strong> apertura. De<br />

esto hab<strong>la</strong>remos a profundidad, en <strong>la</strong> Discusión de este trabajo.<br />

En <strong>su</strong> bien documentado trabajo, Pedraza arguye cómo <strong>la</strong>s iglesias y sinagogas son<br />

vehículos alternativos de <strong>la</strong> SC para liberar el pensamiento y crear ideas. Y dedica varios<br />

párrafos a hab<strong>la</strong>r de <strong>su</strong>s actividades y proyectos, transcribiendo <strong>la</strong>rgos segmentos de<br />

documentos de sacerdotes Católicos que critican al gobierno. Más, al igual que otros<br />

autores, Pedraza no incluye ni discute, simi<strong>la</strong>res oportunidades para <strong>la</strong> MC ni para otras<br />

organizaciones fraternales dentro de Cuba, quienes son también vehículos alternativos.<br />

Pedraza también apunta cómo muchos cubanos, envueltos dentro de <strong>la</strong> is<strong>la</strong> en actividades<br />

consideradas por el gobierno como disidentes, terminan en prisión, o en condiciones<br />

tales, que los impulsan a salir del país. Y cómo, aquellos ciudadanos calificados de faltos<br />

de lealtad al gobierno, <strong>su</strong>fren fuerte marginación, que les dificulta trabajar o estudiar en<br />

ciertos sectores, progresar económicamente, y que los aís<strong>la</strong> socialmente de otros, que no<br />

desean ser igualmente marginados, y condenados por asociación. Siguiendo este<br />

razonamiento, muchos cubanos evitarían incorporarse a <strong>una</strong> SC de contestatarios. Y esto<br />

reduciría el número potencial de integrantes de <strong>la</strong> SC, así como <strong>su</strong> poder de impacto.<br />

Es importante notar cómo <strong>la</strong> fuerte marginación existente en Cuba durante <strong>la</strong>s décadas de<br />

1960 y 1970, comenzó a disminuir a partir del Éxodo del Mariel, en 1980, como lo<br />

demuestra que, antes de aquel<strong>la</strong> época, apenas había disidentes, ni grupos independientes,<br />

ni blogs, ni Damas de B<strong>la</strong>nco. Tampoco existían cuentapropistas, ni operaban empresas<br />

extranjeras. Tal comparación permite apreciar <strong>la</strong> magnitud de los cambios políticos y<br />

económicos ocurridos en Cuba durante los últimos veinte años, tras <strong>la</strong> desaparición de <strong>la</strong><br />

URSS, del campo socialista, y de <strong>su</strong>s <strong>su</strong>bsidios, lo que acarreó <strong>la</strong> crisis económica.<br />

Por ultimo, Pedraza presenta los casos de Haití, Brasil y Alemania Oriental, mostrando <strong>la</strong><br />

dicotomía voz-éxodo, y <strong>su</strong>s respectivas consecuencias, y concluyendo que el re<strong>su</strong>ltado<br />

depende en gran medida, tanto del contexto histórico como de otros factores del caso.<br />

8


Corrales (2002) discute el dilema economía-política en el mantenimiento de un sistema<br />

totalitario. Para <strong>su</strong>bsistir, como ocurre en China, el estado debe aflojar <strong>la</strong>s riendas de <strong>la</strong><br />

economía, pero no <strong>la</strong>s de <strong>la</strong> política. Corrales explica <strong>la</strong> dinámica del mencionado dilema<br />

aplicado a <strong>la</strong>s dos facciones dentro de <strong>la</strong> coalición de ganadores: duros y reformistas.<br />

Corrales compara los elementos nuevos e históricos (que también podríamos c<strong>la</strong>sificar de<br />

duros y reformistas) en los gabinetes de 1992, 1996 y 2002. Finalmente, concluye que los<br />

cambios de esta época fueron fundamentalmente económicos y no políticos. Sin embargo<br />

Corrales no reconoce cómo el IV Congreso del PCC permitió a <strong>su</strong>s miembros ingresar en<br />

<strong>la</strong>s organizaciones religiosas y fraternales, y viceversa. Y como estos cambios,<br />

fundamentalmente políticos, fortalecieron <strong>la</strong>s antiguas organizaciones, o impulsaron <strong>la</strong><br />

creación de otras nuevas, dentro de <strong>la</strong> SC cubana.<br />

Corrales (2005) retoma el tema de <strong>la</strong> SC, ahora estudiando <strong>la</strong> existencia de tres grupos de<br />

investigadores de <strong>la</strong> misma: (1) los que dicen que <strong>la</strong> SC no existe, (2) los que dicen que<br />

se les da exagerada importancia, y (3) los que dicen que, aunque existe, <strong>la</strong> SC no es<br />

con<strong>su</strong>bstancial a un cambio en <strong>la</strong> is<strong>la</strong>. Corrales concluye que <strong>la</strong> SC no garantiza un<br />

cambio democrático. Sin embargo, muchos acontecimientos históricos demuestran que,<br />

sin <strong>la</strong> existencia de <strong>una</strong> SC fuerte, es difícil llevar a cabo, y aún mantener, <strong>una</strong> apertura.<br />

También de esto hab<strong>la</strong>remos más, en <strong>la</strong> sección de Discusión.<br />

Sixto (2005) aborda el tema del fortalecimiento de <strong>la</strong> SC cubana. Y apunta como el IMF,<br />

World Bank, USAID, y los EEUU desde <strong>la</strong> época del presidente Reagan, utilizan tal<br />

fortalecimiento como estrategia para promover <strong>la</strong> democracia. Sixto expresa que partidos<br />

y disidentes políticos, así como grupos informales de <strong>la</strong> oposición, no deben ser excluidos<br />

del estudio de <strong>la</strong> SC, y afirma que <strong>la</strong> SC, aun en los estados totalitarios, nunca desaparece<br />

completamente. Sixto presenta ejemplos de integrantes de <strong>la</strong> SC cubana, de corte político,<br />

religioso, cultural, profesional, o de derechos humanos, incluyendo a <strong>la</strong>s Damas de<br />

B<strong>la</strong>nco, pero omite a <strong>la</strong> MC y otras organizaciones fraternales. Nosotros pensamos que,<br />

además de los mencionados grupos, los estudios de <strong>la</strong> SC deben incluir a <strong>la</strong>s instituciones<br />

fraternales, que también realizan <strong>una</strong> cal<strong>la</strong>da pero intensa actividad, dentro y fuera de <strong>su</strong>s<br />

logias, creando nuevos, independientes y productivos espacios.<br />

Por último, Sixto explica como el CAFC (Commission for Assistance to a Free Cuba)<br />

apoya <strong>la</strong> SC cubana a través de Radio y TV Martí, para romper el bloqueo informativo<br />

del gobierno, y así promover <strong>una</strong> rápida y pacífica transición hacia <strong>la</strong> democracia.<br />

Nosotros opinamos que esta estrategia es problemática. Porque al seleccionar el CAFC a<br />

determinados grupos, tal ayuda se convierte en un incentivo para que estas<br />

organizaciones sigan determinadas pautas, y se presta a <strong>la</strong> manipu<strong>la</strong>ción. Tal estrategia<br />

bien puede retrasar, en vez de promover, el fortalecimiento de <strong>la</strong> SC dentro de <strong>la</strong> is<strong>la</strong>.<br />

Triff (2005) discute el componente cultural de <strong>la</strong>s ayudas del gobierno de EEUU, en<br />

apoyo a <strong>la</strong> SC, con el objetivo de promover un cambio, tema este <strong>su</strong>mamente complejo.<br />

Triff examina cinco documentos del gobierno de EEUU: leyes (1) Torricelli y (2) Helms-<br />

Burton, (3) Informes de Noriega et al., (4) Fisk y Johnson, y (5) el Informe al Presidente.<br />

Triff explica como los dos primeros documentos impulsan un cambio desde arriba (vía<br />

9


incentivos económicos al gobierno cubano, si éste hace cambios). Mientras que los tres<br />

últimos reconocen que existe <strong>una</strong> SC, y proponen fortalecer<strong>la</strong> (el cambio desde abajo).<br />

Nosotros creemos que es de especial importancia ponderar el doble impacto del Track II<br />

en el desarrollo de <strong>la</strong> SC de <strong>la</strong> is<strong>la</strong>. Se pretende con él, ayudar a fortalecer <strong>la</strong> SC. Pero,<br />

ineludiblemente, el Track II genera dos consecuencias que afectan negativamente a <strong>la</strong> SC.<br />

Primero, el gobierno cubano puede tratar de incriminar, a los grupos que reciben tal<br />

ayuda, acusándolos de agentes del extranjero. Segundo, muchos elementos dentro de <strong>la</strong><br />

is<strong>la</strong>, que tal vez estarían interesados en participar en <strong>la</strong> SC, podrían abstenerse de hacerlo,<br />

para no ser también calificados de faltos de lealtad.<br />

Triff comenta como Noriega <strong>su</strong>giere que <strong>la</strong> Iglesia Católica podría constituir el modelo<br />

para tal cambio, rol que jugó en Polonia. Triff presenta <strong>una</strong> lista de actores, de <strong>una</strong><br />

página de longitud, extraída de los cinco documentos mencionados, y que incluye desde<br />

disidentes, militares, presos, clérigos, profesores, estudiantes, hasta leprosos. Pero dicha<br />

lista igualmente omite a <strong>la</strong>s organizaciones fraternales y a <strong>la</strong> MC.<br />

Por último, Triff observa cómo los documentos mencionados catalogan a ciertos actores<br />

como víctimas, y c<strong>la</strong>sifica a otros de leales al régimen, basados en <strong>su</strong> afiliación política,<br />

empleo, y manifestaciones públicas de apoyo. Mas, es conocido cómo los regimenes<br />

totalitarios manipu<strong>la</strong>n a <strong>su</strong>s ciudadanos para hacerlos participar en actividades de apoyo.<br />

Y por tanto, <strong>una</strong> c<strong>la</strong>sificación basada en tales parámetros es defectuosa.<br />

Grant (2009) analiza <strong>la</strong> SC cubana y <strong>su</strong> literatura, desde <strong>la</strong> perspectiva de <strong>la</strong> dinámica de<br />

teoría v. <strong>la</strong> práctica. Grant encuentra que el debate sobre <strong>la</strong> SC cubana está entre<strong>la</strong>zado<br />

con el debate ideológico, pues hasta <strong>la</strong> definición misma de SC depende de <strong>la</strong> ideología<br />

del analista. Este enfoque permite <strong>una</strong> fresca aproximación a <strong>la</strong> SC cubana, desde ángulos<br />

muy diferentes a los utilizados anteriormente.<br />

Grant dice que estos investigadores fal<strong>la</strong>n en cinco puntos: (1) <strong>la</strong> definición misma de<br />

SC; (2) <strong>la</strong> expectativa de que <strong>la</strong> SC cubana debe emu<strong>la</strong>r a <strong>la</strong> del mundo occidental; (3) <strong>la</strong><br />

omisión del marco legal que cubre <strong>la</strong> actual SC cubana; (4) el hecho de que <strong>la</strong> SC cubana<br />

no es <strong>la</strong> única que experimenta grandes problemas, y (5) que ning<strong>una</strong> discusión sobre <strong>la</strong><br />

SC cubana puede estar separada de <strong>la</strong> política norteamericana conocida como Track II.<br />

Por último, Grant propone <strong>una</strong> interesante interrogante: tienen todos los elementos de <strong>la</strong><br />

SC que ser buenos Por ejemplo, grupos como el KKK y <strong>la</strong>s Milicias, en EEUU, reúnen<br />

<strong>la</strong>s dos mencionadas condiciones, de asociación voluntaria, y de independencia del<br />

estado. Son estos, entonces, bona-fide miembros de <strong>la</strong> SC Para no considerarlos, habría<br />

que añadir <strong>una</strong> tercera condición, re<strong>la</strong>cionada con <strong>la</strong>s finalidades del grupo. Esta es <strong>una</strong><br />

interrogante abierta, que nosotros proponemos a los estudiosos de <strong>la</strong> SC, para ser<br />

considerada en estudios posteriores.<br />

<strong>La</strong> SC cubana también ha sido tratada en otros foros. El Bildner Center de CUNY, por<br />

ejemplo, organizó <strong>una</strong> conferencia en 2006, en <strong>la</strong> que se trató el tema de <strong>la</strong> SC. Allí,<br />

10


varios investigadores discutieron sobre los grupos de <strong>la</strong> SC cubana, también sos<strong>la</strong>yando a<br />

<strong>la</strong> MC y otras organizaciones fraternales, que forman parte importante de esta SC.<br />

Crahan y Armony (2006) discuten <strong>la</strong> SC simi<strong>la</strong>rmente a los anteriores. En otro reporte del<br />

CRI/FIU, Crahan y Armony (2007) se preguntan si <strong>la</strong> SC existe en Cuba. Pues, a pesar de<br />

incluir <strong>una</strong> gama de grupos diferentes, esta muy restringida por el gobierno, que teme se<br />

convierta en <strong>una</strong> Quinta Columna. Añaden, que los cubanos tienen un <strong>la</strong>rgo historial en <strong>la</strong><br />

SC, y que <strong>la</strong>s religiones están jugando un papel cada vez mayor. Sin embargo, tampoco<br />

hace mención de <strong>la</strong>s organizaciones fraternales, ni del papel que estas pueden jugar.<br />

Hearn (2006) compara los casos de China y Cuba, dando el ejemplo <strong>una</strong> sociedad que se<br />

abre económicamente, pero mantiene el control de <strong>la</strong> SC a través del sistema político<br />

unipartidista. Y López-Gottardi (2006) desarrol<strong>la</strong> el importante aspecto del necesario<br />

apoyo internacional a <strong>la</strong> SC, que incluye no solo darles respaldo moral y difusión a <strong>su</strong>s<br />

trabajos en el extranjero, sino también fondos y materiales para trabajar (computadoras,<br />

CDs, USBs, celu<strong>la</strong>res, acceso al exterior, etc.) que <strong>la</strong> SC no puede obtener dentro de <strong>la</strong><br />

is<strong>la</strong>, porque el gobierno no se <strong>la</strong>s vende, pero que son necesarios para <strong>su</strong> desarrollo.<br />

Henken (2008) analiza el problema de cómo manejar hábilmente <strong>la</strong> ayuda extranjera, a<br />

través <strong>una</strong> entrevista realizada a Yoanis Sánchez (Blog Generación Y). Sánchez explica<br />

cómo <strong>su</strong> Blog sobrevive, gracias a <strong>la</strong> ayuda proporcionada por amigos e instituciones<br />

extranjeros. Sánchez hab<strong>la</strong> sobre <strong>la</strong> cuidadosa línea de conducta que debe seguir, para<br />

evitar ser calificada de agente del extranjero, por recibir ayuda externa.<br />

Beaud (2006) también aborda <strong>la</strong> SC en términos de <strong>su</strong> componente humano. Aquí cabe<br />

analizar el caso de <strong>la</strong>s Damas de B<strong>la</strong>nco (García-Freyne, 2008), que así vestidas recorrían<br />

<strong>La</strong> Habana semanalmente, pidiendo <strong>la</strong> libertad de <strong>su</strong>s esposos, hijos y padres, detenidos<br />

por delitos de conciencia, como lo hicieran en Argentina <strong>la</strong>s Madres de Mayo. Esto ha<br />

sido recientemente logrado, a través de negociaciones y gestiones del gobierno de España<br />

y de <strong>la</strong> Iglesia Católica cubana.<br />

García-Franco (2005), un ministro protestante dentro de <strong>la</strong> is<strong>la</strong>, discute a profundidad el<br />

papel de estas organizaciones religiosas y <strong>su</strong> acción social en el desarrollo de <strong>la</strong> SC<br />

cubana. García Franco, si menciona a <strong>la</strong> MC y otras órdenes fraternales dentro de <strong>su</strong><br />

exhaustiva discusión. El masón Gustavo Pardo Valdés (2010, a y b), dentro de <strong>la</strong> is<strong>la</strong> y a<br />

través del Blog <strong>La</strong> Colmena, escribe sobre como <strong>la</strong> MC puede también contribuir<br />

positivamente a <strong>la</strong> reconstrucción de <strong>la</strong> SC. Pero los Blogs y revistas en Internet, son más<br />

fácilmente accedidas y leídas en el exterior, que dentro de <strong>la</strong> is<strong>la</strong>.<br />

Betancourt (1999) evalúa <strong>la</strong> situación de <strong>la</strong> SC a través de encuestas realizadas por Radio<br />

Martí, entre cubanos llegados recientemente a los EEUU. A éstos se les pregunta sobre<br />

variados aspectos de <strong>la</strong> vida cotidiana dentro de Cuba, <strong>la</strong> religión y <strong>la</strong> disidencia interna.<br />

Pero no se reportan preguntas sobre <strong>la</strong> participación o actividades de <strong>la</strong> MC, ni de <strong>la</strong>s<br />

otras organizaciones fraternales.<br />

11


Foro Internacional, revista de El Colegio de México, también incluye trabajos sobre <strong>la</strong> SC<br />

cubana. Fernández (2005), en <strong>su</strong> discusión de <strong>la</strong>s cuatro etapas de <strong>la</strong> disidencia, nos hab<strong>la</strong><br />

de <strong>una</strong> protosociedad civil en Cuba, integrada por grupos autónomos, que funcionan<br />

informalmente y muestran un aspecto vital. Mas, Fernández también se enfoca en <strong>la</strong><br />

disidencia, y no menciona a <strong>la</strong> MC entre <strong>la</strong>s organizaciones citadas en <strong>su</strong> trabajo.<br />

Portes (2005), también en Foro Internacional, presenta un exhaustivo análisis de <strong>la</strong> SC,<br />

pero ahora en el enc<strong>la</strong>ve del exilio cubano de Miami. Su trabajo presenta <strong>una</strong> lista de <strong>la</strong>s<br />

organizaciones políticas del exilio, que incluye a grupos de <strong>la</strong> MC, y de otras órdenes<br />

fraternales, políticamente activos en el exterior. Portes discute como, debido al denso<br />

clima político de Miami, tampoco puede allí <strong>la</strong> SC desarrol<strong>la</strong>rse completa y abiertamente.<br />

Gershman y Gutiérrez (2009) analizan <strong>la</strong> sociedad civil en Cuba desde el punto de vista<br />

de un cambio de régimen. Presentan <strong>una</strong> <strong>la</strong>rga lista de grupos de <strong>la</strong> oposición cívica, y se<br />

preguntan si estos están preparados para coordinar un cambio. Los autores hacen un<br />

recuento de los movimientos disidentes dentro del país, citando a varios lideres (algunos<br />

de los cuales como Payá, del Proyecto Vare<strong>la</strong>, están re<strong>la</strong>cionados con <strong>la</strong> Iglesia Católica)<br />

y discutiendo problemas actuales de <strong>la</strong> juventud y los afro-cubanos, dos grupos poco<br />

representados en <strong>la</strong>s altas esferas oficiales del gobierno. Los autores no analizan grupos<br />

de <strong>la</strong> SC carentes de participación política, ni mencionan a <strong>la</strong>s organizaciones fraternales.<br />

Por último, Gunn (1995) escribe uno de los más completos reportes que, sobre <strong>la</strong> SC y los<br />

ONGs cubanos, hemos leído. Gunn aborda interrogantes cruciales sobre <strong>la</strong> composición<br />

de <strong>la</strong> SC, y concluye que (1) los ONGs cubanos <strong>su</strong>rgen (a) porque el gobierno los utiliza<br />

para obtener financiamiento del extranjero, y (b) porque los ciudadanos los encuentran<br />

útiles; (2) los ONGs fueron (a) en un principio <strong>su</strong>balternos de los organismos oficiales,<br />

(b) pero se han ido independizando poco a poco, aún hasta económicamente, y (3) el<br />

acceso a fondos del extranjero (Dó<strong>la</strong>res, Euros) es necesario para que existan ONGs<br />

verdaderamente independientes dentro de <strong>la</strong> is<strong>la</strong>.<br />

Gunn divide los ONGs en dos: (1) los desarrol<strong>la</strong>dos desde arriba (por organismos del<br />

estado), y (2) los desarrol<strong>la</strong>dos desde abajo (por ciudadanos). Gunn estudia <strong>su</strong>s orígenes,<br />

características y diferencias, <strong>su</strong>s posibilidades actuales y futuras, y <strong>su</strong>s restricciones.<br />

También da ejemplos concretos, con mas detalle y precisión que ninguno de los otros<br />

autores analizados, sobre cómo trabajan los ONGs, de quienes tratan de contro<strong>la</strong>rlos, de<br />

cómo (con que medios) lo hacen, y de cómo se defienden los ONGs para evitarlo.<br />

Gunn es el único, de entre los documentos estudiados por nosotros, que menciona y<br />

analiza el trabajo de <strong>la</strong> MC dentro de <strong>la</strong> SC, entrevistando a varias autoridades de <strong>la</strong> GLC,<br />

y que discute algunos problemas, resoluciones y esperanzas de futuro. Al final de <strong>su</strong><br />

reporte, Gunn presenta <strong>una</strong> tab<strong>la</strong> con los nombres, direcciones, teléfonos, y puntos de<br />

contacto, de cada uno de los múltiples ONGs entrevistados.<br />

12


3. Discusión<br />

Este investigador se aproxima a <strong>la</strong> SC vía <strong>su</strong>s trabajos sobre Derechos Humanos, y sobre<br />

<strong>la</strong> Transición. En los primeros (Romeu, 1993, 2008a), se discute como los derechos y<br />

responsabilidades de gobiernos y ciudadanos pueden ser definidos diferentemente, de<br />

acuerdo a <strong>la</strong> ideología del investigador. Por ejemplo, algunos investigadores enfatizan los<br />

derechos individuales (libertad de pa<strong>la</strong>bra, de expresión, etc.), mientras que otros<br />

enfatizan los derechos colectivos (salud, educación, trabajo, vivienda, etc.).<br />

En los trabajos sobre <strong>la</strong>s Transiciones (Romeu, 2005, 2007, 2008b), se consideran dos<br />

corrientes en <strong>la</strong>s evoluciones de los sistemas totalitarios hacia los abiertos, calificadas<br />

como exitosas 2 o fracasadas 3 . Comparando <strong>la</strong>s características de cada corriente se infiere<br />

que <strong>la</strong>s evoluciones violentas, vía revoluciones armadas o golpes militares, donde <strong>la</strong> SC<br />

tiene <strong>una</strong> participación secundaria, no se estabilizan. Sin embargo, <strong>la</strong>s negociadas entre<br />

partidos y grupos civiles, como ocurrió en España, en Brasil y en Chile, demuestran <strong>una</strong><br />

capacidad mayor para lograr <strong>una</strong> estabilidad a <strong>la</strong>rgo p<strong>la</strong>zo.<br />

Algunos autores, como hemos visto, piensan que no es necesaria <strong>la</strong> existencia de <strong>una</strong> SC<br />

para que triunfe <strong>una</strong> apertura (termino mas inclusivo, y que preferimos al de cambio de<br />

régimen). Mientras otros, entre ellos el que escribe, están en desacuerdo con esta tesis.<br />

Para <strong>su</strong>stentar <strong>la</strong> posición de que <strong>la</strong> SC si es un factor de importancia, basta con comparar<br />

algunos casos: <strong>la</strong>s revoluciones de los esc<strong>la</strong>vos de Haití, en 1795, o <strong>la</strong>s de Ibero América<br />

en el s. XIX, contra <strong>la</strong>s transiciones de España, Brasil y Chile, a finales del siglo XX.<br />

<strong>La</strong> SC de los esc<strong>la</strong>vos haitianos, oprimidos por <strong>su</strong>s amos, era fragmentada e informal, lo<br />

que impidió a <strong>su</strong> revolución sentar <strong>la</strong>s bases de un gobierno democrático. Algo parecido<br />

puede decirse de <strong>la</strong> SC en <strong>la</strong>s colonias españo<strong>la</strong>s, donde <strong>la</strong> estructura de castas y de c<strong>la</strong>se<br />

impuestas, no facilitaban el desarrollo de <strong>una</strong> SC fuerte. Por el contrario, en el siglo XX,<br />

<strong>la</strong>s dictaduras de Brasil, Chile y España, así como el sistema de partido hegemónico en<br />

México, permitieron, a través de <strong>su</strong>s SC, el desarrollo de espacios para <strong>la</strong> oposición, que<br />

luego ayudaron a realizar el transito pacifico, y a estabilizar el re<strong>su</strong>ltado obtenido.<br />

Proponemos que <strong>la</strong>s razones por <strong>la</strong>s cuales <strong>la</strong>s SC de Chile, Brasil y España pudieron<br />

fortalecerse incluyen: (1) el <strong>su</strong>rgimiento dentro del país, permitido por estos gobierno, de<br />

grupos alternativos, (2) <strong>la</strong> independencia de tales grupos, con respecto al extranjero, y<br />

(3) <strong>la</strong> disposición de gobierno y grupos alternativos, a negociar <strong>una</strong> apertura. En caso de<br />

que <strong>su</strong>rgieran obstáculos, como ocurrió en Centro América en los años 1980, (4) el apoyo<br />

imparcial de <strong>la</strong> comunidad internacional, al proceso de negociaciones, como facilitadora,<br />

tal y como ocurrió con el Grupo Contadora que sirvió allí de mediadora entre <strong>la</strong>s partes.<br />

En Cuba faltan estas condiciones, porque el gobierno ha frenado el desarrollo de <strong>una</strong> SC<br />

sana y vigorosa, representativa de todos los sectores, y no ha permitido espacios.<br />

2 Entre <strong>la</strong>s exitosas encontramos <strong>la</strong>s civiles en España (1975), Brasil (1981), Chile (1989) y México (2000)<br />

3 Entre <strong>la</strong>s fracasadas encontramos <strong>la</strong>s violentas en Cuba (1933), <strong>la</strong> Argentina (1954) y México (1911).<br />

13


Brasil re<strong>su</strong>lta un modelo particu<strong>la</strong>rmente interesante (Tejeira, 2003). El gobierno militar<br />

permitió un partido de oposición moderada, y fue evolucionando poco a poco, hasta<br />

llegar al presente sistema pluralista. Algo semejante ocurrió en México, entre el PRI y el<br />

PAN. Llevó al PAN desde 1940 hasta el 2000, llegar al poder sin convulsiones sociales.<br />

En <strong>la</strong> España Franquista de 1960, el ministro López Rodó efectuó cambios económicos,<br />

que favorecieron <strong>la</strong> SC, y permitieron <strong>la</strong> aparición de grupos alternativos internos, como<br />

el club sevil<strong>la</strong>no en que participara Felipe González. Tales medidas facilitaron, 15 años<br />

después, negociar <strong>la</strong> apertura con los elementos internos ya existentes creados a través de<br />

<strong>la</strong> SC (Pérez-Díaz, 1993).<br />

En Chile, <strong>la</strong> Concertación de partidos de oposición gano, el Plebiscito primero y <strong>la</strong>s<br />

elecciones, mas ade<strong>la</strong>nte. Con todas <strong>la</strong>s trabas constitucionales, tal evolución permitió al<br />

país salir de <strong>la</strong> dictadura del General Pinochet, y mantener un gobierno civil y un sistema<br />

democrático que lleva ya más de veinte anos en el poder (Villegas Dianta, 2009).<br />

Por tanto concluimos, como también lo han hecho otros investigadores como Pérez-Díaz,<br />

que <strong>la</strong> existencia de <strong>una</strong> fuerte y pro-activa SC es un elemento importante para lograr y<br />

sostener, a <strong>la</strong>rgo p<strong>la</strong>zo, cambios sociales y políticos en el país. De ahí <strong>la</strong> importancia que<br />

damos a <strong>la</strong> SC, para coadyuvar a <strong>una</strong> evolución pacífica en Cuba.<br />

El problema fundamental cubano actual es lograr <strong>una</strong> evolución que lleve pacíficamente<br />

al país, tras <strong>la</strong> desaparición física de <strong>la</strong> hoy septuagenaria nomenc<strong>la</strong>tura, que gobierna<br />

desde hace cincuenta años bajo los presidentes Fidel y Raúl Castro, a un régimen política<br />

y económicamente abierto 4 . Así, se evitaría un posible enfrentamiento entre sectores del<br />

gobierno, que se disputen el poder, o entre estos, y sectores descontentos del país, como<br />

ocurrió en Somalia, en 1991, tras <strong>la</strong> caída del régimen de Siad Barre.<br />

Tal enfrentamiento podría llevar a Cuba al caos, o a <strong>la</strong> guerra civil, provocando <strong>una</strong><br />

intervención extranjera, justificada para atenuar tales condiciones y <strong>su</strong>s secue<strong>la</strong>s, como<br />

ocurrió en <strong>la</strong> Republica Dominicana, en 1965. Parafraseando al Presidente Porfirio Díaz,<br />

tras cuyo prolongado mandato personal <strong>su</strong>frió México <strong>una</strong> <strong>la</strong>rga y costosa revolución,<br />

diremos nosotros: Pobre Cuba, tan lejos de Dios, y tan cerca de los Estados Unidos!<br />

Los grupos disidentes internos cubanos tienen un gran mérito, al exponer válidas quejas<br />

popu<strong>la</strong>res. Mas, según hemos visto, son demasiado numerosos, están poco coordinados, y<br />

carecen de <strong>una</strong> ideología común, así como de <strong>una</strong> organización nacional para contro<strong>la</strong>r el<br />

país. Por tanto, los grupos disidentes difícilmente podrían hacerse cargo, por sí mismos<br />

del gobierno. Y algunos podrían proponer <strong>una</strong> tute<strong>la</strong>, externa o interna, bien de un<br />

hombre fuerte, o bien del extranjero, como solución a <strong>la</strong> falta de control social.<br />

Pensamos que <strong>la</strong> mejor forma de promover <strong>una</strong> evolución pacifica es mediante <strong>una</strong><br />

mayor participación de <strong>la</strong> SC cubana. Para ello, es necesario expandir <strong>la</strong> presente SC<br />

cubana, creando así nuevos espacios para que <strong>su</strong>rjan grupos alternativos, término que<br />

encontramos más inclusivo que el de disidencia. Esto sería posible fortaleciendo <strong>la</strong>s<br />

4 Un sistema inclusivo, donde todos los elementos de <strong>la</strong> SC, incluso opuestos, tengan todos voz y voto.<br />

14


organizaciones religiosas, artísticas y fraternales, etc. que permitan al ciudadano, poco<br />

deseoso de ser identificado como disidente, e incorporarse a estas y a <strong>la</strong> SC. Y, c<strong>la</strong>ro esta,<br />

obteniendo del gobierno <strong>la</strong> necesaria libertad de acción para desarrol<strong>la</strong>rse.<br />

Es también necesario, que <strong>la</strong> SC de <strong>la</strong> diáspora cubana realice un profundo auto-análisis,<br />

y abra espacios a <strong>su</strong>s propios grupos alternativos, que igual que en <strong>la</strong> is<strong>la</strong>, no comparten<br />

todas <strong>la</strong>s ideas allí prevalentes (e.g. respecto al embargo, los viajes, y el comercio con <strong>la</strong><br />

is<strong>la</strong>). Igualmente, los medios de difusión de <strong>la</strong> diáspora deben facilitar acceso a tales<br />

grupos alternativos, propiciando así el necesario y urgente debate de ideas. Como decía<br />

el filosofo Mahatma Ghandi, todo grupo que pretenda influenciar <strong>su</strong> contexto social debe<br />

comenzar por convertirse en el cambio que desea realizar.<br />

Por otra parte, <strong>la</strong> comunidad internacional también se beneficiaria al contribuir al mayor<br />

desarrollo de <strong>la</strong> SC cubana. Porque, si en <strong>la</strong> is<strong>la</strong> <strong>su</strong>rgiese el caos, Cuba podría convertirse<br />

en otro estado fallido, o en otro foco de terrorismo, como ocurrió en Somalia tras <strong>la</strong> caída<br />

de Mohamed Siad Barre, en 1991. Y esto afectaría seriamente a EEUU y Europa.<br />

Pensamos pues, que si más miembros de <strong>la</strong> comunidad internacional dieran ayuda a <strong>la</strong> SC<br />

cubana, en forma abierta e incondicional, esta dependería menos de los pocos países que<br />

hoy se <strong>la</strong> ofrecen, adquiriendo así un mayor grado de libertad, frente a los donantes.<br />

Algunos grupos de <strong>la</strong> SC se quejan de que encuentran poco apoyo, entre <strong>la</strong>s embajadas<br />

extranjeras de <strong>La</strong> Habana, para actividades pacificas (conferencias, reuniones, etc.) que<br />

ayudan a fortalecer dicha SC. Entonces deben aceptar el apoyo de EEUU, uno de los muy<br />

escasos, cuyas connotaciones políticas son hábilmente manipu<strong>la</strong>das por el gobierno.<br />

<strong>La</strong> SC cubana, al igual que todas, está compuesta al menos de cinco elementos: los que<br />

mantienen el status quo; los que están de acuerdo, porque se benefician; los que están en<br />

desacuerdo, porque se perjudican; los que trabajan para cambiar el status quo; y los que<br />

son indiferentes. Estas cinco categorías están corre<strong>la</strong>cionadas con <strong>la</strong> actuación de los<br />

individuos, y determinan los distintos grupos de <strong>la</strong> SC que existen en tal sociedad.<br />

Pensamos que al limitar <strong>la</strong> composición de <strong>la</strong> SC a los activistas y disidentes, se obtienen<br />

dos re<strong>su</strong>ltados negativos: (1) <strong>la</strong> oposición de los que detentan el status quo, al desarrollo<br />

de <strong>una</strong> tal SC que pretende eliminarlo, y (2) el retraimiento del centro político, temeroso<br />

de ser marginado. Tanto al status quo, como a los grupos alternativos, conviene capturar<br />

el centro. Una SC más amplia, por tanto, estimu<strong>la</strong>ría a todos a moverse al centro.<br />

Por tanto, sin <strong>una</strong> SC con espacio para todos, es poco probable que ocurra <strong>una</strong> Evolucion.<br />

Ocurriría tal vez <strong>una</strong> implosión, llevada por <strong>la</strong> actual situación económica y social. Pero<br />

dudamos que <strong>su</strong> re<strong>su</strong>ltado, a <strong>la</strong>rgo p<strong>la</strong>zo, fuera positivo para (1) el pueblo cubano, (2) los<br />

dirigentes actuales más jóvenes, (3) los países extranjeros, especialmente EEUU.<br />

Pensamos entonces que quedan al presidente Raúl Castro, y al gobierno, dos cursos de<br />

acción. Hacer (1) cambios <strong>su</strong>stanciales, como hicieron <strong>La</strong>ureano López Rodó y <strong>su</strong> equipo<br />

del Opus Dei en <strong>la</strong> España de Franco, durante <strong>la</strong> década de 1960. Y así, propiciar<br />

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condiciones para <strong>una</strong> Apertura. Alternativamente, hacer solo (2) modificaciones menores,<br />

como hizo Marcelo Caetano en Portugal, tras <strong>la</strong> enfermedad y <strong>su</strong>stitución del Dr. Sa<strong>la</strong>zar.<br />

Más tales tímidas reformas llevaron a los militares jóvenes dentro del propio gobierno<br />

portugués, a derrocar a Caetano en 1973, mediante <strong>la</strong> Revolución de los C<strong>la</strong>veles.<br />

6. Conclusiones<br />

Este trabajo se p<strong>la</strong>nteó dos preguntas centrales: (1) si <strong>la</strong> SC cubana ha sido estudiada con<br />

imparcialidad, y (2) cual es <strong>su</strong> estado de salud actual. En <strong>la</strong> investigación desarrol<strong>la</strong>da<br />

para <strong>la</strong> resolución de ambas preguntas, fueron <strong>su</strong>rgiendo otras. Y tras extensivo análisis<br />

hemos llegado a <strong>la</strong>s presentes conclusiones.<br />

1. <strong>La</strong> SC en Cuba existe, y se fortalece cada vez mas. Y como está compuesta por<br />

organizaciones (1) independientes del gobierno, e (2) integradas voluntariamente,<br />

<strong>la</strong> SC cubana va más allá de <strong>la</strong> disidencia política interna.<br />

2. Los estudios de <strong>la</strong> SC cubana se han concentrado en organizaciones disidentes,<br />

excluyendo o sos<strong>la</strong>yando así a otras organizaciones de <strong>la</strong> SC que no lo son.<br />

3. <strong>La</strong> GLC es <strong>una</strong> antigua, bien organizada e importante organización de <strong>la</strong> SC, que<br />

como otras organizaciones no políticas, ha sido sos<strong>la</strong>yada por los investigadores.<br />

4. Muchas organizaciones no políticas, tienen miembros que son, a nivel personal,<br />

periodistas o economistas independientes, disidentes, miembros del PCC, etc. y<br />

que desarrol<strong>la</strong>n tales actividades fundamentalmente fuera de tales organizaciones.<br />

5. <strong>La</strong> SC ha sido, históricamente, un importante factor en los procesos de evolución<br />

pacifica de los sistemas políticos cerrados o autoritarios hacia otros abiertos, así<br />

como en alcanzar <strong>la</strong> estabilidad de los sistemas re<strong>su</strong>ltantes de tales evoluciones.<br />

6. Cuba esta actualmente iniciando un proceso de fuertes cambios, impulsados por <strong>la</strong><br />

avanzada edad de <strong>la</strong> mayoría de <strong>su</strong>s actuales dirigentes. Dicha evolución puede<br />

ser favorecida si el gobierno facilita a <strong>la</strong> SC incorporarse a el<strong>la</strong>.<br />

7. <strong>La</strong> MC, como parte de <strong>la</strong> SC cubana, puede contribuir significativamente a tal<br />

evolución. Pero el gobierno debe permitir el libre desarrollo de <strong>la</strong> SC.<br />

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