INTRODUCCIÓN DIABETES Y TRASPLANTE - Roche Trasplantes

Diabetes y trasplante - Introducción
INTRODUCCIÓN
DIABETES Y TRASPLANTE
Valentín Cuervas-Mons
Clínica Puerta de Hierro. Madrid
Bajo el término de diabetes mellitus se engloban un
grupo de enfermedades metabólicas caracterizadas por
hiperglucemia, debida a defectos en la secreción de insulina,
a alteración en la acción de la misma, o a ambas.
Hasta hace pocos años, los pacientes diabéticos
no se consideraban candidatos a trasplante de órgano
sólido. Hoy en día, la población diabética ya no está
excluida de la posibilidad de recibir un trasplante de
órgano sólido, siempre y cuando no tenga afectación
macrovascular o microvascular importante, si bien se
sabe que la morbilidad (fundamentalmente infecciosa
y cardiovascular) y la mortalidad son mayores que en
la población trasplantada no diabética.
Un problema diferente lo constituye la aparición de
diabetes después del trasplante en población que no era
previamente diabética. En algunos pacientes, esta diabetes
post-trasplante de novo se resuelve a los pocos
meses después del trasplante, mientras que en otros casos
puede ser permanente, e incluso, incrementarse el
riesgo de aparición con el paso del tiempo después del
trasplante. Se sabe que la inmunosupresión utilizada
(especialmente corticoides, tacrolimus y ciclosporina,
por orden de importancia) desempeña un papel muy
importante en el desarrollo de esta complicación, si bien
otros factores como la infección por el virus de la hepatitis
C, el envejecimiento, el sedentarismo y la obesidad
ejercen también un papel importante en su patogenia.
En la literatura médica existen datos discordantes
sobre la incidencia de esta diabetes post-trasplante,
y datos contradictorios sobre la repercusión de esta complicación
en la supervivencia del injerto y del paciente.
Ello se debe a la gran diferencia existente entre los
distintos trabajos publicados en los criterios diagnósticos
de diabetes de novo post-trasplante, y en la duración
del período de seguimiento de los pacientes. El
consenso realizado recientemente para la definición de
diabetes post-trasplante de novo permitirá conocer con
mayor fiabilidad la incidencia de esta complicación, y
posibilitará la comparación de las distintas series que
se publiquen, pudiéndose estudiar así la influencia del
régimen inmunosupresor, inicial y en el mantenimiento,
utilizado y de otros factores patogénicos.
La información disponible permite afirmar que la
diabetes de novo, cuando no se resuelve a los pocos
meses del trasplante, aumenta la morbilidad cardiovascular
y reduce la supervivencia de los pacientes
trasplantados. No se ha demostrado que exista correlación
entre la diabetes de novo y el desarrollo de complicaciones
vasculares microvasculares, y ello se deba,
probablemente, al relativamente corto período de
seguimiento de la mayoría de las series publicadas.
Aunque no existe suficiente información en la población
trasplantada, no parece arriesgado extrapolar
la información disponible en la población general y
asumir que el control estricto de la glucemia después
del trasplante se traducirá, al igual que en la población
general, en una reducción de la morbimortalidad. Este
tratamiento incluye las medidas generales que se indican
al paciente con diabetes mellitus tipo 2, ya que
la diabetes post-trasplante se comporta como ella. Además,
el tratamiento incluye medidas farmacológicas
(antidiabéticos orales e insulina) que no difieren de las
del diabético no trasplantado. Un aspecto específico
del manejo clínico de la diabetes post-trasplante lo
constituye la modificación del tipo y dosis de la inmunosupresión
utilizada, con el objetivo de conseguir
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Aula sobre
Trasplantes de Órganos Sólidos
con el menor efecto diabetogénico posible, la eficacia
inmunosupresora deseada según el tipo de trasplante
y el período post-trasplante en que se encuentre. La
disponibilidad en la actualidad de medicamentos inmunosupresores
potentes, con distinto mecanismo de
acción y sin efecto diabetogénico, puede permitir en
un futuro no lejano, la utilización de regímenes inmunosupresores
sin esteroides y sin calcineurínicos (o con
dosis muy bajas de los mismos) que reduzcan al mínimo
la incidencia de diabetes post-trasplante. De todos
estos aspectos se trata en los cuatro capítulos que
componen esta mesa dedicada a la diabetes mellitus en
el paciente trasplantado. Deseo que su lectura le sea
de utilidad.
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