SIN LUZ Electricidad no llega a tres mil comunidades - Prensa Libre
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D O M I N I CA L<br />
P R E N SA L IBRE : Guatemala, 1 de junio de 20 0 8<br />
R E P O R T A J E<br />
La vida en las <strong>comunidades</strong> a donde la energía <strong>no</strong> <strong>llega</strong><br />
Casi dos <strong>mil</strong>lones de<br />
personas, a oscuras<br />
Infografía <strong>Prensa</strong> <strong>Libre</strong>: ÁNGEL GARCÍA<br />
El 15 por ciento de la población, un <strong>mil</strong>lón 800 <strong>mil</strong><br />
personas, <strong>no</strong> tiene acceso a electricidad; incluso<br />
algunas fa<strong>mil</strong>ias que sí tienen conexión <strong>no</strong> la usan<br />
porque <strong>no</strong> pueden pagar el consumo, lo que<br />
conlleva que su situación de pobreza se perpetúe.<br />
POR LORENA SEIJO Y JUAN FERNANDO ESTRADA<br />
Foto <strong>Prensa</strong> <strong>Libre</strong>: KATTIA VARGAS<br />
El fogón de leña ilumina la<br />
cocina de Vacilea Raymundo,<br />
en Camotán, Chiquimula.<br />
La falta de acceso a energía<br />
eléctrica <strong>no</strong> solo conlleva<br />
que en la <strong>no</strong>che haya que<br />
alumbrarse con velas, para<br />
poder cenar. La oscuridad<br />
en la que viven muchas<br />
poblaciones se traduce también<br />
en dificultades para instalar un centro<br />
de Salud o desarrollar proyectos<br />
productivos en la comunidad, lo que<br />
finalmente perpetúa el círculo de la<br />
pobreza de por lo me<strong>no</strong>s un <strong>mil</strong>lón<br />
800 <strong>mil</strong> guatemaltecos que residen<br />
en cerca de <strong>tres</strong> <strong>mil</strong> 300 <strong>comunidades</strong><br />
a las cuales la luz<br />
aún <strong>no</strong> ha <strong>llega</strong>do.<br />
Según la Comisión Nacional<br />
de Energía Eléctrica (CNEE),<br />
el 85 por ciento de la población tiene<br />
acceso a energía eléctrica, porcentaje<br />
que se alcanzó tras la puesta en<br />
práctica de los proyectos de electrificación<br />
rural. En 1990 a penas el 45 por<br />
ciento podía disponer de conexión<br />
eléctrica.<br />
A pesar de los esfuerzos, aún existe<br />
un 15 por ciento de la población que <strong>no</strong><br />
cuenta con este servicio de primera necesidad.<br />
Según Carlos Colom, presidente<br />
de la CNEE, al Programa de Electrificación<br />
Rural (PER) le faltan al<br />
me<strong>no</strong>s US$70 <strong>mil</strong>lones para poder<br />
cumplir con su cometido y llevar la luz a<br />
800 <strong>comunidades</strong>, de las 280 <strong>mil</strong> que<br />
debía electrificar.<br />
En cambio, el resto de áreas que <strong>no</strong><br />
maneja el PER, si <strong>no</strong> que caen bajo la<br />
responsabilidad del Instituto Nacional<br />
de Electrificación (INDE) han tenido<br />
me<strong>no</strong>s suerte. Esta institución tiene aún<br />
en cartera unas dos <strong>mil</strong> 500 <strong>comunidades</strong>,<br />
que representan cerca de 160 <strong>mil</strong><br />
fa<strong>mil</strong>ias que residen principalmente en<br />
los departamentos de Huehuetenango,<br />
Quiché, Petén y Chiquimula.<br />
“Durante los últimos siete años el<br />
INDE, en lugar de subsidiar el acceso a<br />
la energía, ha subsidiado a los que ya<br />
tienen energía, por lo que la extensión<br />
del servicio ha ido más lenta”, explica<br />
Colom .<br />
Lejos de la oportunidad<br />
Chiquimula es u<strong>no</strong> de los departamentos<br />
más afectados por la falta de<br />
electrificación, a pesar de que su situación<br />
geográfica <strong>no</strong> es tan complicada<br />
como la de Huehuetenango o Quiché,<br />
por ejemplo. La explicación que da un<br />
integrante de la CNEE es que “se le ha<br />
puesto poca atención porque la mayoría<br />
de los proyectos se centran en el occ<br />
i d e n te”.<br />
En la aldea Marimba, perteneciente<br />
al municipio de Camotán, Chiquimula,<br />
la luz eléctrica ha <strong>llega</strong>do apenas a <strong>tres</strong><br />
casas, incluida la escuela pública. “Ni siquiera<br />
la iglesia de la comunidad cuenta<br />
con luz”, comenta María Elvia Hernández,<br />
de 33 años, quien vive junto a sus<br />
dos hijos en una casa de una habitación.<br />
La vivienda está construida de adobe<br />
y techada con palma, y la única iluminación<br />
que recibe proviene del sol,<br />
que cuando resplandece lo suficiente<br />
consigue colarse por una pequeña venta<br />
n a .<br />
María Elvia hace los quehaceres del<br />
hogar de manera rudimentaria. Para cocinar<br />
y calentar agua utiliza fuego de leña,<br />
y para desarrugar la ropa usa una<br />
plancha de hierro que se calienta con<br />
brasas. Para escuchar la radio “la conectamos<br />
con una batería de carro”, cuenta<br />
.<br />
Su hijo Byron, de 17, es la cabeza de la<br />
fa<strong>mil</strong>ia desde que falleció el padre, y