plantas medicinales de costa rica y su folclore - Escuela de Historia ...

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poco a poco se propagó por toda Costa Rica... " Se informa también de otra enfermedad contagiosa, la viruela, "que ha sido uno de los peores azotes para las poblaciones de América". Se describe también la epidemia del cólera en los años 1856 al 1857 y la fiebre amarilla, cuya introducción al país se efectuó en el año 1853, en que un vapor alemán trajo a Puntarenas enfermos de "vómito negro". Es interesante la información de don Joaquín Sáenz (26) sobre "el modo fácil y sencillo de evitar el contagio de todas las más pestilentes enfermedades, o al menos de moderar su acción". Menciona una extensa lista de direcciones que pueden juzgarse como muy atinadas actualmente. Se incluye la presencia de "una olla ó caldera á la entrada de la puerta con agua de cal para los asistentes cada vez que anden con el enfermo y sus vestidos, procuren lavarse las manos renovando esta agua cada seis días... Deben hacerse fumigaciones aromáticas adentro de las casas, quemando en brasas incienso, copal, chirraca, cáscara de naranja seca y de guapinol machacadas... " Es muy interesante sin embargo, la información de " ...que en los casos más apurados de contagio atmosférico ha valido mucho en las ciudades de Europa repicar a un tiempo las campanas de las iglesias, mover los tambores militares, músicas de viento, salvas de artillería y todo cuerpo sonoro, todo con el grande objeto de mover el ayre y cambiar su atmósfera a virtud de la agitación de los cuerpos sonoros". Don Alberto Quijano Quesada (27) publicó un extenso trabajo sobre la profesión médica y farmacéutica hasta el año 1900. Informa que durante toda la época de la colonia, hasta los primeros años del siglo pasado, se vio Costa Rica privada de los servicios de médicos y farmacias. Estos servicios eran desempeñados malamente por frailes y curanderos, respectivamente. Informa que el primer médico que llegó a Costa Rica, fue el Dr. Esteban Courti médico y naturalista que vino en 1781, "haciendo curaciones más o menos asombrosas, en la opinión de nuestras gentes y comunicando por todas partes sus conocimientos sobre las plantas medicinales. Tanta 71

impresión hizo Courti sobre el pueblo, que se le tomó por brujo y fue preso y llevado a Guatemala para ser juzgado por el Tribunal de la Inquisición". Más tarde en el 1806, la Capitanía General de Guatemala, envió al licenciado en cirugía, don Manuel del Sol, de profesión médica y farmacéutica con el fin de "introducir el fluído vacuno y combatir las viruelas que estaban haciendo estragos". Estuvo dos años en Cartago y otros sitios de Costa Rica, y luego siguió a Nicaragua en funciones similares. El período de 1825 a 1830 representa el comienzo de la historia médica en Costa Rica. Visitaron el país algunos médicos. Fray Pablo Bancos administraba el hospital rudimentario de Cartago y curando a enfermos como sus propios conocimientos se lo permitían. El Padre Rafael Arnesto, acompañado de un empírico vacunaba en Bagaces y el Padre Benavides ejercía las funciones de curandero en Esparza curando las mordeduras de culebra con aplicaciones interiores y exteriores de hiel de víbora o cascabela. Se informa también de un empírico nicaragüense que decía llamarse Doctor Crispín recetaba entre otras cosas, el "caldo de zopilote". Otro curandero en Heredia, "quien según dice la crónica, era tan aferrado a un sistema de cierto autor que se titulaba La Purga, que había entregado a la muerte a muchos infelices". Por los años de 1830 ejercía de médico, aunque no poseía su título, el Bachiller don Joaquín Sáenz, quien manifestaba conocimientos suficientes de la medicina. Se informa que la Junta de Sanidad de Heredia, creada para combatir la viruela, prohibía en 1833 el oficio de curandero sin permiso de la Junta "amenazando al contraventor con tres pesos de multa o un mes de obras públicas con una carlanca al pie, o bien, si se tratase de una mujer, con dos meses de servicio de cocinas. En casos de reincidencia,'la pena era doble. La Junta prescribía a los curanderos facultados, la receta que debían emplear " ... mientras tanto, la Junta procedía a facultar a los curanderos de cada pueblo, y éste debía contar con la asistencia y 'pocas luces' de los inteligentes de su seno gratuitamente. En un expediente del 1830 se informa de un proyecto 72

impresión hizo Courti sobre el pueblo, que se le tomó por<br />

brujo y fue preso y llevado a Guatemala para ser juzgado por<br />

el Tribunal <strong>de</strong> la Inquisición".<br />

Más tar<strong>de</strong> en el 1806, la Capitanía General <strong>de</strong> Guatemala,<br />

envió al licenciado en cirugía, don Manuel <strong>de</strong>l Sol, <strong>de</strong><br />

profesión médica y farmacéutica con el fin <strong>de</strong> "introducir el<br />

fluído vacuno y combatir las viruelas que estaban haciendo<br />

estragos". Estuvo dos años en Cartago y otros sitios <strong>de</strong> Costa<br />

Rica, y luego siguió a Nicaragua en funciones similares.<br />

El período <strong>de</strong> 1825 a 1830 representa el comienzo <strong>de</strong> la<br />

historia médica en Costa Rica. Visitaron el país algunos<br />

médicos. Fray Pablo Bancos administraba el hospital rudimentario<br />

<strong>de</strong> Cartago y curando a enfermos como <strong>su</strong>s propios<br />

conocimientos se lo permitían. El Padre Rafael Arnesto,<br />

acompañado <strong>de</strong> un empírico vacunaba en Bagaces y el Padre<br />

Benavi<strong>de</strong>s ejercía las funciones <strong>de</strong> curan<strong>de</strong>ro en Esparza<br />

curando las mor<strong>de</strong>duras <strong>de</strong> culebra con aplicaciones interiores<br />

y exteriores <strong>de</strong> hiel <strong>de</strong> víbora o cascabela. Se informa<br />

también <strong>de</strong> un empírico nicaragüense que <strong>de</strong>cía llamarse<br />

Doctor Crispín recetaba entre otras cosas, el "caldo <strong>de</strong><br />

zopilote". Otro curan<strong>de</strong>ro en Heredia, "quien según dice la<br />

crónica, era tan aferrado a un sistema <strong>de</strong> cierto autor que se<br />

titulaba La Purga, que había entregado a la muerte a muchos<br />

infelices". Por los años <strong>de</strong> 1830 ejercía <strong>de</strong> médico, aunque no<br />

poseía <strong>su</strong> título, el Bachiller don Joaquín Sáenz, quien<br />

manifestaba conocimientos <strong>su</strong>ficientes <strong>de</strong> la medicina.<br />

Se informa que la Junta <strong>de</strong> Sanidad <strong>de</strong> Heredia, creada<br />

para combatir la viruela, prohibía en 1833 el oficio <strong>de</strong><br />

curan<strong>de</strong>ro sin permiso <strong>de</strong> la Junta "amenazando al contraventor<br />

con tres pesos <strong>de</strong> multa o un mes <strong>de</strong> obras públicas con<br />

una carlanca al pie, o bien, si se tratase <strong>de</strong> una mujer, con dos<br />

meses <strong>de</strong> servicio <strong>de</strong> cocinas. En casos <strong>de</strong> reinci<strong>de</strong>ncia,'la pena<br />

era doble. La Junta prescribía a los curan<strong>de</strong>ros facultados, la<br />

receta que <strong>de</strong>bían emplear " ... mientras tanto, la Junta<br />

procedía a facultar a los curan<strong>de</strong>ros <strong>de</strong> cada pueblo, y éste<br />

<strong>de</strong>bía contar con la asistencia y 'pocas luces' <strong>de</strong> los<br />

inteligentes <strong>de</strong> <strong>su</strong> seno gratuitamente.<br />

En un expediente <strong>de</strong>l 1830 se informa <strong>de</strong> un proyecto<br />

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