Libro de Actas - Europa
Libro de Actas - Europa Libro de Actas - Europa
i congreso europeo de cooperación territorial europea y de vecindad 118 Aunque en el modelo desarrollado por las AECT con participación española venga predominando un perfil eminentemente técnico con objeto de justificar la subsistencia de otras fórmulas de perfil más político, parece previsible que las AECT puedan tener en un futuro un peso muy elevado tanto desde la perspectiva estratégico-política como en relación a la mera gestión de proyectos. En todo caso, las principales potencialidades a explotar convenientemente son: a) dimensión doble o variable (las hacen útiles para empresas mayores o menores a costes más bajos); b) pervivencia en el tiempo; c) mayor visibilidad; y d) posibilidad de asumir fondos de diferente procedencia y naturaleza. Aun así, las AECT también pueden suponer o implicar (junto a los ya explicitados para el caso español) algún tipo de riesgos derivados incluso de su propio éxito. Y es que todas aquellas ventajas enumeradas podrían suponer una gran tentación para algunas regiones a la hora de desarrollar competencias para las que no están habilitadas y que podrían afectar a materias reservadas a los Estados de los que forman parte. Es decir, el mayor peligro de las AECT puede consistir en querer llevarlas más allá de sus propias posibilidades. Precisamente la futura revisión del reglamento podrá facilitar la participación de las AECT en el marco de las estrategias macro-regionales, concretamente planteando la posibilidad de implantarlas a escala mediterránea. En ese sentido, resultaría oportuno distinguir entre las agrupaciones constituidas entre Estados miembros y aquellas otras integradas por entes ubicados en terceros países. De una parte (AECT exclusivamente formadas por entidades europeas), la potencialidad cooperativa de la figura resulta indudable, sobre todo si se aplica un enfoque geográfico selectivo que limita su campo de actuación a zonas concretas (espacio occidental, espacio adriático-jónico, por ejemplo). Desde una perspectiva ambiciosa, sería un desafío de futuro examinar el valor añadido que se derivaría de la apuesta por utilizar la figura de la AECT como mecanismo a través del cual encauzar las estrategias macro-regionales, dotando de un específico marco jurídico de referencia al compromiso de gestionar de forma conjunta políticas comunes. De otra parte (constitución de AECT que incluyan entidades de terceros países), entre las recomendaciones formuladas por el Comité de las Regiones de cara a la revisión del Reglamento regulador de dicha figura, se hace una expresa referencia a la necesidad de fomentar la participación de las regiones de terceros países, asociándola a los Reglamentos referidos en los Instrumentos de Preadhesión (IPA) y de Vecindad y Asociación (IEVA). Esta posibilidad que, de constatarse en la práctica, conferiría a la figura de la AECT de un extraordinario potencial en la profundización y extensión de la cultura cooperativa, tendría sin embargo el inconveniente de la asimetría normativa de sus Estados respectivos, siendo entonces imprescindible una adaptación de los diferentes marcos jurídicos.
La cooperación regional en el Mediterráneo Norte 119 4.2. Las asociaciones interregionales Tanto las estrategias macro-regionales plenas (del ámbito mediterráneo en este caso) como las AECT pueden considerarse como instrumentos de cooperación y movilización regional de última generación. Sin embargo, sería un desliz imperdonable que las regiones europeas en general y las mediterráneas en particular, se desentendiesen de las tradicionales fórmulas de participación y asociación a escala europea dentro del marco de las teorías que presentan el regional como el Tercer Nivel de gobierno de la UE, en el seno de la gobernanza a múltiples niveles. Más allá de las dificultades derivadas de las asimetrías competenciales con motivo de las distintas capacidades de las que gozan las entidades sub-estatales de los diferentes países europeos, las regiones de la UE ribereñas con el Mediterráneo vienen gozando de las posibilidades de participación tanto en el marco de aquellos foros de actuación de las regiones europeas en general (además del mismo Consejo de Ministros de la UE y del Comité de las Regiones, podrían citarse la Asamblea de Regiones de Europa, el Grupo de Regiones Legislativas, la Conferencia de Asambleas Legislativas de las Regiones Europeas o la Asociación de Regiones Fronterizas Europeas, entre otras), como dentro de los específicos foros de actuación de las regiones mediterráneas (la Comisión Intermediterránea de la Conferencia de Regiones Periféricas y Marítimas o la Asamblea Regional y Local Euro-Mediterránea). Dentro del marco actual, tal vez las más pobladas o/y con más competencias regiones de la ribera norte del Mediterráneo deberían reflexionar sobre el reto que constituye liderar algunas de estas organizaciones, desempeñando algunos de sus puestos ejecutivos como fórmula para incluir los intereses de las regiones de la UE bañadas por el Mediterráneo en la mayor parte de sus actuaciones. Por ello, bien pueden ofrecerse para entrar a formar parte de sus Bureau políticos y ejecutivos, para presidir algunos de sus comités o grupos de trabajo más relevantes, y de ser posible, postularse para copar cargos de relevancia y visibilidad contrastada como la presidencia y la vicepresidencia de algunas de estas organizaciones. A pesar de que el liderazgo no cabe duda de que es una estrategia costosa en términos financieros y de personal, lo cierto es que supone una publicidad y una visibilidad a doble escala: tanto dentro como fuera de las mismas regiones. Fuera de ellas las regiones mediterráneas deben presentarse como socios responsables y confiables; mientras que dentro de sus propios territorios deben concienciar a sus respectivas ciudadanías no solo de la conveniencia, sino prácticamente de la necesidad de la participación de las regiones en diferentes asociaciones e instituciones, así como de dar la pertinente visibilidad a la citada participación, convirtiéndose con el paso del tiempo esta visibilidad en un efectivo y eficiente liderazgo. Además de la cuestión del liderazgo, cualquier región europea también puede tratar de mostrarse activa en cuanto a la organización como anfitriona de eventos. En ese sentido, las regiones de la ribera norte del Mediterráneo de la UE, podrían postularse para albergar las conferencias anuales o las asambleas generales que celebran periódicamente
- Page 68 and 69: i congreso europeo de cooperación
- Page 70 and 71: i congreso europeo de cooperación
- Page 72 and 73: i congreso europeo de cooperación
- Page 74 and 75: i congreso europeo de cooperación
- Page 76 and 77: i congreso europeo de cooperación
- Page 78 and 79: i congreso europeo de cooperación
- Page 80 and 81: i congreso europeo de cooperación
- Page 82 and 83: i congreso europeo de cooperación
- Page 84 and 85: i congreso europeo de cooperación
- Page 86 and 87: i congreso europeo de cooperación
- Page 88 and 89: i congreso europeo de cooperación
- Page 90 and 91: i congreso europeo de cooperación
- Page 92 and 93: i congreso europeo de cooperación
- Page 94 and 95: i congreso europeo de cooperación
- Page 96 and 97: i congreso europeo de cooperación
- Page 98 and 99: i congreso europeo de cooperación
- Page 100 and 101: i congreso europeo de cooperación
- Page 102 and 103: i congreso europeo de cooperación
- Page 104 and 105: i congreso europeo de cooperación
- Page 106 and 107: i congreso europeo de cooperación
- Page 108 and 109: i congreso europeo de cooperación
- Page 110 and 111: i congreso europeo de cooperación
- Page 112 and 113: i congreso europeo de cooperación
- Page 114 and 115: i congreso europeo de cooperación
- Page 116 and 117: i congreso europeo de cooperación
- Page 120 and 121: i congreso europeo de cooperación
- Page 122 and 123: i congreso europeo de cooperación
- Page 124 and 125: i congreso europeo de cooperación
- Page 126 and 127: i congreso europeo de cooperación
- Page 128 and 129: i congreso europeo de cooperación
- Page 130 and 131: i congreso europeo de cooperación
- Page 133 and 134: 133 La cooperación territorial eur
- Page 135 and 136: La cooperación territorial europea
- Page 137 and 138: La cooperación territorial europea
- Page 139 and 140: La cooperación territorial europea
- Page 141 and 142: La cooperación territorial europea
- Page 143 and 144: La cooperación territorial europea
- Page 145 and 146: La cooperación territorial europea
- Page 147 and 148: La cooperación territorial europea
- Page 149 and 150: La cooperación territorial europea
- Page 151 and 152: La cooperación territorial europea
- Page 153 and 154: La cooperación territorial europea
- Page 155 and 156: La cooperación territorial europea
- Page 157 and 158: La cooperación territorial europea
- Page 159 and 160: La cooperación territorial europea
- Page 161 and 162: La cooperación territorial europea
- Page 163 and 164: 163 La cooperación transfronteriza
- Page 165 and 166: La cooperación transfronteriza his
- Page 167 and 168: 167 La cooperación territorial ent
i congreso europeo <strong>de</strong> cooperación territorial europea y <strong>de</strong> vecindad<br />
118<br />
Aunque en el mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong>sarrollado por las AECT con participación española venga predominando<br />
un perfil eminentemente técnico con objeto <strong>de</strong> justificar la subsistencia <strong>de</strong><br />
otras fórmulas <strong>de</strong> perfil más político, parece previsible que las AECT puedan tener en<br />
un futuro un peso muy elevado tanto <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la perspectiva estratégico-política como en<br />
relación a la mera gestión <strong>de</strong> proyectos. En todo caso, las principales potencialida<strong>de</strong>s<br />
a explotar convenientemente son: a) dimensión doble o variable (las hacen útiles para<br />
empresas mayores o menores a costes más bajos); b) pervivencia en el tiempo; c) mayor<br />
visibilidad; y d) posibilidad <strong>de</strong> asumir fondos <strong>de</strong> diferente proce<strong>de</strong>ncia y naturaleza.<br />
Aun así, las AECT también pue<strong>de</strong>n suponer o implicar (junto a los ya explicitados para<br />
el caso español) algún tipo <strong>de</strong> riesgos <strong>de</strong>rivados incluso <strong>de</strong> su propio éxito. Y es que<br />
todas aquellas ventajas enumeradas podrían suponer una gran tentación para algunas<br />
regiones a la hora <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollar competencias para las que no están habilitadas y<br />
que podrían afectar a materias reservadas a los Estados <strong>de</strong> los que forman parte. Es<br />
<strong>de</strong>cir, el mayor peligro <strong>de</strong> las AECT pue<strong>de</strong> consistir en querer llevarlas más allá <strong>de</strong> sus<br />
propias posibilida<strong>de</strong>s.<br />
Precisamente la futura revisión <strong>de</strong>l reglamento podrá facilitar la participación <strong>de</strong> las<br />
AECT en el marco <strong>de</strong> las estrategias macro-regionales, concretamente planteando la<br />
posibilidad <strong>de</strong> implantarlas a escala mediterránea. En ese sentido, resultaría oportuno<br />
distinguir entre las agrupaciones constituidas entre Estados miembros y aquellas otras<br />
integradas por entes ubicados en terceros países. De una parte (AECT exclusivamente<br />
formadas por entida<strong>de</strong>s europeas), la potencialidad cooperativa <strong>de</strong> la figura resulta<br />
indudable, sobre todo si se aplica un enfoque geográfico selectivo que limita su campo<br />
<strong>de</strong> actuación a zonas concretas (espacio occi<strong>de</strong>ntal, espacio adriático-jónico, por<br />
ejemplo). Des<strong>de</strong> una perspectiva ambiciosa, sería un <strong>de</strong>safío <strong>de</strong> futuro examinar el<br />
valor añadido que se <strong>de</strong>rivaría <strong>de</strong> la apuesta por utilizar la figura <strong>de</strong> la AECT como<br />
mecanismo a través <strong>de</strong>l cual encauzar las estrategias macro-regionales, dotando <strong>de</strong> un<br />
específico marco jurídico <strong>de</strong> referencia al compromiso <strong>de</strong> gestionar <strong>de</strong> forma conjunta<br />
políticas comunes. De otra parte (constitución <strong>de</strong> AECT que incluyan entida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> terceros<br />
países), entre las recomendaciones formuladas por el Comité <strong>de</strong> las Regiones<br />
<strong>de</strong> cara a la revisión <strong>de</strong>l Reglamento regulador <strong>de</strong> dicha figura, se hace una expresa<br />
referencia a la necesidad <strong>de</strong> fomentar la participación <strong>de</strong> las regiones <strong>de</strong> terceros<br />
países, asociándola a los Reglamentos referidos en los Instrumentos <strong>de</strong> Preadhesión<br />
(IPA) y <strong>de</strong> Vecindad y Asociación (IEVA). Esta posibilidad que, <strong>de</strong> constatarse en la<br />
práctica, conferiría a la figura <strong>de</strong> la AECT <strong>de</strong> un extraordinario potencial en la profundización<br />
y extensión <strong>de</strong> la cultura cooperativa, tendría sin embargo el inconveniente<br />
<strong>de</strong> la asimetría normativa <strong>de</strong> sus Estados respectivos, siendo entonces imprescindible<br />
una adaptación <strong>de</strong> los diferentes marcos jurídicos.