28.01.2015 Views

el sadomasoquismo como práctica sexual ... - Cuadernos BDSM

el sadomasoquismo como práctica sexual ... - Cuadernos BDSM

el sadomasoquismo como práctica sexual ... - Cuadernos BDSM

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

CUADERNOS DE <strong>BDSM</strong> ESPECIAL Nº 01<br />

A veces me pregunto cuántos de los hombres que exhiben su cuero a la luz de las<br />

maquinitas de juego realmente van a casa a ejercitarlo y cuántos se conforman con<br />

chingar y mamar.<br />

Un bar leather es un lugar seguro para establecer roles. Yo ordeno a mi sumisa a que me<br />

traiga un trago. Ella no pide su propia cerveza. Cuando quiere un trago, me lo pide a mí<br />

y yo se lo echo en la boca mientras <strong>el</strong>la se arrodilla a mis pies. Comienzo a manosearla,<br />

evalúo su pi<strong>el</strong>, le corrijo la postura. La toco o le quito prendas para que se sienta<br />

avergonzada y se acerque más a mí. Me gusta oírla pedir clemencia o protección. Si<br />

todavía no tiene collar, le pongo uno y me la llevo hasta un espejo —detrás d<strong>el</strong> bar, en<br />

<strong>el</strong> baño, en una pared— y la obligo a mirarse. Observo su reacción cuidadosamente. No<br />

me gustan las mujeres que se colapsan en pasividad, cuyos cuerpos se dejan caer y<br />

cuyos rostros quedan sin expresión. Quiero ver la confusión y la rabia, la excitación y la<br />

indefensión.<br />

Cuando me aseguro de que está excitada (algo que se puede evaluar con <strong>el</strong> dedo índice,<br />

si le puedo bajar <strong>el</strong> cierre), la saco de ahí. Me encanta ponerle esposas y llevarla<br />

amarrada de una cadena. Este es uno de los regalos que le doy a una sumisa: la ilusión<br />

de no tener opción, <strong>el</strong> goce de ser raptado. El collar la mantiene excitada hasta que<br />

llegamos a mi apartamento. Prefiero jugar en mi espacio porque lo tengo a<strong>como</strong>dado<br />

para la suspensión y flag<strong>el</strong>ación. Le ordeno que se mantenga a dos pasos detrás de mí,<br />

lo cual le reconfirma que realmente vamos a hacer una escena. En cuanto cerramos la<br />

puerta, le ordeno que se desvista. En mi habitación no existe la desnudez casual.<br />

Cuando le quito la ropa a una mujer, le estoy negando temporalmente su humanidad con<br />

todos sus privilegios y responsabilidades. La desnudez se puede llevar un paso más allá<br />

al rasurar a la sumisa. Una cuchilla remueve la capa que abriga y esconde. Mi<br />

amante/esclava mantiene su coño rasurado. Le recuerda que sus genitales me pertenecen<br />

y refuerza su rol <strong>como</strong> mi niña y mi propiedad.<br />

Quitarle la ropa mientras yo permanezco completamente vestida su<strong>el</strong>e ser suficiente<br />

para avergonzar y excitar a una sumisa. Una vez esta desnuda, la pongo en <strong>el</strong> piso y ahí<br />

se queda hasta que la mueva o la levante. Me paro sobre <strong>el</strong>la, le recorro una fusta por la<br />

columna y le digo que su lugar es debajo de mí. Le digo lo bien que me va a hacer sentir<br />

<strong>el</strong> coño y <strong>como</strong> voy a ser de estricta con <strong>el</strong>la. Puede que le permita abrazar mis botas.<br />

Luego de d<strong>el</strong>inear sus responsabilidades y de insultarla un poco por ser tan fácil, la<br />

levanto con fuerza, le doy una cachetada y le sostengo la cara contra mi muslo mientras<br />

me bajo <strong>el</strong> cierre y le permito d<strong>el</strong>eitarse con mi clítoris.<br />

Me pregunto si algún hombre podría entender <strong>como</strong> este acto de dar o recibir servicio<br />

<strong>sexual</strong> se siente para mí. A mi me enseñaron a odiar <strong>el</strong> sexo, la manera de evitarlo, de<br />

darlo bajo circunstancias de necesidad o a cambio de romance y seguridad. Me<br />

entrenaron para tomar responsabilidad por la gratificación de otros y a fingir placer<br />

cuando otros pretendían tener mi placer en mente. Es sorprendente y profundamente<br />

satisfactorio cometer este acto de reb<strong>el</strong>ión, tomar <strong>el</strong> placer exactamente <strong>como</strong> lo deseo,<br />

EL SADOMASOQUISMO COMO PRÁCTICA SEXUAL CONSENSUADA.<br />

LA EXPERIENCIA DE LAS LESBIANAS - Por Liliana Gómez Villa. Pag. 92

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!