28.01.2015 Views

el sadomasoquismo como práctica sexual ... - Cuadernos BDSM

el sadomasoquismo como práctica sexual ... - Cuadernos BDSM

el sadomasoquismo como práctica sexual ... - Cuadernos BDSM

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

CUADERNOS DE <strong>BDSM</strong> ESPECIAL Nº 01<br />

prueba los límites físicos dentro de un contexto de roles polarizados. Es <strong>el</strong> único tipo de<br />

sexo que me interesa tener.<br />

No soy una lesbiana sadomasoquista típica, ni las represento. De hecho, porque me<br />

defino <strong>como</strong> sádica soy atípica. La mayoría de las personas S/M prefieren <strong>el</strong> rol de<br />

sumiso, masoquista o bottom. La mayoría d<strong>el</strong> porno (erótico, psicoanalítico, y político)<br />

que se escribe sobre S/M se centra en <strong>el</strong> masoquista. La gente que habla sobre S/M en<br />

público me ha dicho que tienen una audiencia más receptiva si se identifican <strong>como</strong><br />

bottoms. Esto tiene sentido dentro de una lógica torcida. El que no sabe, asocia <strong>el</strong><br />

masoquismo con incapacidad, falta de asertividad y autodestrucción. Pero <strong>el</strong> sadismo se<br />

asocia con asesinos desquiciados. Una chica gom<strong>el</strong>a que escucha a una masoquista<br />

puede que le tenga lástima, pero a mí me tendrá terror. Yo soy la responsable de<br />

conducir a la masoquista hacia su degradación — y todo eso lo logro con mis<br />

impresionantes 130 libras y cinco pies dos pulgadas de altura. Por lo tanto mi palabra es<br />

sospechosa. Aun así es cierto que mis servicios están en demanda, que respeto los<br />

límites de mi pareja, y que amb@s o (tod@s) obtenemos gran placer de una escena.<br />

Comencé a explorar <strong>el</strong> S/M <strong>como</strong> bottom, y aún lo hago de vez en cuando. Nunca le he<br />

pedido a un sumiso que haga algo que yo no haya hecho o que no pudiera hacer.<br />

Además de ser sádica, tengo un fetiche por <strong>el</strong> cuero. Si recuerdo bien mis lecciones de<br />

Kraft Ebbing, esa es otra cosa que se supone que las mujeres no hacemos. Qué se le va a<br />

hacer. A pesar de lo que dicen los expertos, ver, oler o tocar <strong>el</strong> cuero me hace mojar.<br />

Cada mañana antes de salir, hago un ritual al ponerme mi chaqueta de cuero. Su peso<br />

ajustándose sobre mis hombros es reconfortante. Una vez subo <strong>el</strong> cierre, me a<strong>como</strong>do <strong>el</strong><br />

cu<strong>el</strong>lo y meto las manos en los bolsillos, la chaqueta se vu<strong>el</strong>ve mi armadura. También<br />

me pone en p<strong>el</strong>igro al alertar a los curiosos y a los violentos de mi presencia cuando la<br />

llevo puesta en la calle.<br />

Obtengo todo tipo de reacciones. Los voyeristas se excitan. Los chicos homofóbicos me<br />

gritan o me tiran cosas de sus carros. Los heteros bien vestidos, seguros en su privilegio,<br />

me dirigen una sonrisita condescendiente. A algunos hombres gay les da risa cuando me<br />

ven. Me toman por una caza maricas, o me toman por una mascota que se disfraza para<br />

no avergonzar a sus amigos machotes. Hay otros que se ofenden pues consideran que <strong>el</strong><br />

cuero es su territorio y que una mujer no tiene <strong>el</strong> derecho de llevar la insignia d<strong>el</strong><br />

sadomasoquista. Esos evitan hasta mi sombra. Podría estar menstruando y desafilar sus<br />

lanzas.<br />

Cuando visito un bar de lesbianas, sus clientas me confunden por un miembro de esa<br />

especia casi extinta, la butch. Las femmes bajo este malentendido se ponen a mi alcance<br />

señalando su disponibilidad pero sin ocuparse de seducirme activamente. Parecen<br />

esperar que yo haga todo lo que un hombre haría menos embarazarlas. Dado <strong>el</strong> hecho de<br />

que prefiero que alguien venga gateando y rogando por mi atención y que trabaje bien<br />

duro antes de que la obtenga, esto me causa mucha gracia. En los grupos de mujeres, los<br />

EL SADOMASOQUISMO COMO PRÁCTICA SEXUAL CONSENSUADA.<br />

LA EXPERIENCIA DE LAS LESBIANAS - Por Liliana Gómez Villa. Pag. 90

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!