el sadomasoquismo como práctica sexual ... - Cuadernos BDSM
el sadomasoquismo como práctica sexual ... - Cuadernos BDSM
el sadomasoquismo como práctica sexual ... - Cuadernos BDSM
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
CUADERNOS DE <strong>BDSM</strong> ESPECIAL Nº 01<br />
ofreciendo consejos y ocasionales regaños más que todo r<strong>el</strong>acionados con seguridad y <strong>el</strong><br />
perfeccionamiento de la técnica. El maestro es policía en su vida real y su apodo en la<br />
comunidad es “Comisario Gótico”. Tiene un calabozo privado en su casa en New Jersey<br />
y su especialidad es entrenar a nuevos dominantes. Como es mi primera vez, utilizan<br />
floggers de cuero muy suave que se sienten mas <strong>como</strong> una caricia o un masaje que un<br />
instrumento de tortura. La trans me dice que la escena es muy especial para <strong>el</strong>la porque<br />
nunca ha hecho de dominante con una lesbiana y le parece muy excitante. Yo le<br />
respondo que para mi es también muy bacano que mi primera vez sea con un tran<strong>sexual</strong><br />
porque es más difícil de encontrar y porque siento gran admiración por su valentía. ¿Le<br />
añade un toque más exótico a la escena, no Les ruego varias veces que me den más<br />
duro, que puedo aguantar mucho más y se ríen de mi ansiedad de principiante y me<br />
recuerdan que habrán otras oportunidades. No sé qué pasó, pues siempre he leído sobre<br />
la escasez de tops, mas creo que me gané la lotería esa noche, ¡tuve la atención de<br />
cuatro a la vez! Será que me veía muy buena con mis pantalones de cuero rojo, mi<br />
espalda ancha y desnuda con <strong>el</strong> tatuaje de extraterrestre a un lado, pero algo cautivo la<br />
atención de estas personas y me volví <strong>el</strong> centro de atención por un buen rato. Tenía al<br />
comisario gótico flag<strong>el</strong>ándome los senos, un vampiro negro de más de seis pies de<br />
altura, con colmillos y uñas de acero, arañándome la pi<strong>el</strong> y gruñéndome al oído, la<br />
tran<strong>sexual</strong> acariciándome con plumas y una dominatriz seduciéndome haciendo <strong>como</strong> si<br />
me fuera a tocar o a besar pero sin realmente hacerlo (lo único que me tocaba eran los<br />
brazos y las manos). Por ratos cerraba los ojos y volaba sintiendo toda la explosión de<br />
sensaciones en mi cuerpo.<br />
Una lección bonita de la noche, fue cuando siento un golpe en la espalda que deja una<br />
quemazón d<strong>el</strong>iciosa. Me intriga <strong>el</strong> objeto y quiero saber qué es, para usarlo en <strong>el</strong> futuro.<br />
Pensando que es un aparato <strong>el</strong>aborado y costosísimo, le pregunto al comisario que está a<br />
mi lado, qué es eso que se siente tan bien, y me informa divertido ¡que es una cuchara<br />
de palo! Me dice que es para que vea que no se trata de quien tiene <strong>el</strong> equipo más caro,<br />
de que hay muchas sensaciones que se pueden provocar con objetos cotidianos, lo<br />
importante es que se sienta bien para uno y que es un error caer en <strong>el</strong> consumismo de la<br />
cultura fetish <strong>como</strong> en todo lo demás.<br />
Cuando terminé la escena una hora después, descansé un rato y conversé con <strong>el</strong><br />
comisario mientras acordaban una escena con mi amiga quien después de advertirme<br />
muy enfáticamente que sólo iba a mirar y que no quería que le hicieran NADA se había<br />
animado y esperaba su turno impaciente. Después de un rato me preguntan si quiero<br />
aprender a flag<strong>el</strong>ar y yo siempre tan curiosa brinco a la oportunidad de aprender algo<br />
nuevo. Me entregan un hermoso látigo suave de colas rojas y me explican lo esencial<br />
mientras me guían la mano. No sé <strong>como</strong> describir esa sensación de tener un látigo en la<br />
mano. Es puro poder, me sentía tan cool, aunque un poco torpe en los movimientos.<br />
Después de varios errores, <strong>el</strong> maestro me dice que si le vu<strong>el</strong>vo a dar en <strong>el</strong> cu<strong>el</strong>lo o en las<br />
costillas me va a tener que castigar en las manos y saca un instrumento (una pala con<br />
taches) para reforzar su amenaza: santo remedio, no me vu<strong>el</strong>vo a equivocar. Mientras<br />
estoy muy concentrada en mi nuevo pap<strong>el</strong> de dominante y disfruto <strong>el</strong> cambio que este<br />
me ofrece se me acerca un hombre que habla inglés con acento ruso y me dice que la<br />
dama que lo acompaña desea hablar conmigo. Ya la había mirado varias veces, una<br />
mujer hermosísima <strong>como</strong> salida de una revista fashion, ¡y quiere hablar conmigo! Y yo,<br />
EL SADOMASOQUISMO COMO PRÁCTICA SEXUAL CONSENSUADA.<br />
LA EXPERIENCIA DE LAS LESBIANAS - Por Liliana Gómez Villa. Pag. 82