el sadomasoquismo como práctica sexual ... - Cuadernos BDSM

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CUADERNOS DE BDSM ESPECIAL Nº 01 Acepto entregar mi cuerpo, mente y espíritu a La Jefa para que haga con ellos lo que le plazca. Acepto hacer todo lo posible para mejorar la calidad de vida de La Jefa. No haré suposiciones ni tendré expectativas. Cuando dude sobre la etiqueta apropiada, preguntaré respetuosamente. Acepto mantener la casa de La Jefa limpia y en orden. Acepto encargarme de su ropa y sus objetos personales. Esto significa que sus camisas siempre estarán planchadas y sus botas lustradas. Acepto encargarme de hacer sus vueltas y cumplir con su voluntad inmediatamente. Luego hay una lista detallada de dos páginas de los puntos a los que ambas se comprometen. [5] Los contratos SM de este tipo no tienen validez legal. Se utilizan principalmente como herramienta para hacer muy explícito lo que se espera de la relación y así evitar malentendidos. Palabra de seguridad. Para asegurar la condición de consenso, es necesario tener una palabra especial para detener una escena en caso de ser necesario. No basta con decir no, porque es normal y divertido que el sumiso pida perdón, haga un escándalo, diga “no, no, por favor, basta”, cuando está disfrutando el juego y no quiere realmente detenerlo. La palabra de seguridad es una palabra negociada por los participantes en una escena para detenerla si se exceden los límites del sumiso. Esta palabra le permite retirar su consenso y continuar la escena después de que el sumiso la use se considera abuso. La palabra de seguridad es especialmente necesaria al comienzo de una relación, o cuando el sumiso empieza a experimentar con BDSM. Le da la tranquilidad de saber que, si no está disfrutando del juego (tal vez por sobreestimar su límite, o por un error en la negociación), puede detenerlo. Eso le permite al sumiso entregarse a prácticas nuevas, o con nuevas parejas, permitiéndole experimentar sin temor a una mala experiencia. [5] Pat Califia & Robin Sweeney, The Second Coming. Los Angeles, CA. Alyson Publications. 1996. p. 205. De aquí en adelante todas las traducciones de este libro son mías. EL SADOMASOQUISMO COMO PRÁCTICA SEXUAL CONSENSUADA. LA EXPERIENCIA DE LAS LESBIANAS - Por Liliana Gómez Villa. Pag. 40

CUADERNOS DE BDSM ESPECIAL Nº 01 La palabra de seguridad puede ser cualquier palabra acordada por las partes involucradas. Hay algunas palabras que son reconocidas por la mayoría de los jugadores para lograr algo de consenso. Frecuentemente se utiliza el sistema del semáforo porque es fácil de recordar. Decir Rojo detiene todo de inmediato; amarillo le baja la intensidad o se usa para modificar alguna parte de la escena sin acabarla. Las palabras “piedad” o “timbre” son también bastante comunes. Si el sumiso va a ser amordazado, se puede usar alguna otra señal no verbal, como tirar al suelo algo que tenga en sus manos o hacer sonar una campana. Sin embargo, no se considera suficiente tener una palabra clave. Existe el peligro de que cuando la percepción del dolor cambia, la persona puede perder la capacidad de evaluar la situación adecuadamente. Cuando se está en un estado alterado de conciencia puede que se vuelva muy difícil recordar cosas muy básicas y hay muchas personas que no son capaces de hablar. Así que es responsabilidad del top asegurarse del bienestar del otro quien no está en capacidad plena para dar su consentimiento. Es bastante frecuente que sea el top el que termine una escena o le baje la intensidad aun cuando el sumiso le está rogando para que continuara. Esto lo determina al estar atento al tipo de lesiones que produce sobre el cuerpo del otro, a las señales que la otra persona le está dando de manera no verbal o al ordenarle al sumiso que repita su palabra clave para ver si la recuerda. La negociación es un proceso continuo que puede ser modificado dentro de la escena misma en cuanto surgen nuevos elementos. Aunque el sumiso está en todo su derecho de usarla, decir la palabra de seguridad es un recurso extremo, que no debería usarse a menudo. Usarla significa que algo salió mal. El sumiso no debería usarla por razones triviales, porque se supone que negoció la escena antes, acordando los límites y dando su consentimiento a la escena en general y porque el dominante debe estar atento al lenguaje corporal del sumiso y advertir los signos de que se están alcanzando los límites y de que algo no está bien. Mas debe ser usada si es necesario. Reglas específicas. Además de las reglas básicas, existen reglas específicas para grupos, establecimientos y tipos de eventos. Cada club tiene reglas específicas que sus clientes deben conocer y seguir; éstas usualmente conciernen la prohibición de bebidas alcohólicas o estupefacientes, limitaciones sobre el sexo genital o la masturbación, higiene y asuntos relacionados con la privacidad y confidencialidad de los asistentes. Las personas que organizan fiestas privadas suelen hacer explícitas las reglas y la etiqueta apropiada para cada evento, para lo cual se firma un documento a la entrada. Muchos grupos se protegen a sí mismos al requerir membresía. En algunos es necesario asistir a una orientación para nuevos miembros, como lo hace el grupo LSM (Lesbian Sex Mafia). En esta reunión se explican las reglas, políticas y los parámetros de seguridad aceptados por el grupo. Luego de completar la orientación, la candidata es aceptada EL SADOMASOQUISMO COMO PRÁCTICA SEXUAL CONSENSUADA. LA EXPERIENCIA DE LAS LESBIANAS - Por Liliana Gómez Villa. Pag. 41

CUADERNOS DE <strong>BDSM</strong> ESPECIAL Nº 01<br />

Acepto entregar mi cuerpo, mente y espíritu a La Jefa para que haga con <strong>el</strong>los lo<br />

que le plazca.<br />

Acepto hacer todo lo posible para mejorar la calidad de vida de La Jefa.<br />

No haré suposiciones ni tendré expectativas. Cuando dude sobre la etiqueta<br />

apropiada, preguntaré respetuosamente.<br />

Acepto mantener la casa de La Jefa limpia y en orden.<br />

Acepto encargarme de su ropa y sus objetos personales. Esto significa que sus<br />

camisas siempre estarán planchadas y sus botas lustradas.<br />

Acepto encargarme de hacer sus vu<strong>el</strong>tas y cumplir con su voluntad<br />

inmediatamente.<br />

Luego hay una lista detallada de dos páginas de los puntos a los que ambas se<br />

comprometen. [5]<br />

Los contratos SM de este tipo no tienen validez legal. Se utilizan principalmente <strong>como</strong><br />

herramienta para hacer muy explícito lo que se espera de la r<strong>el</strong>ación y así evitar<br />

malentendidos.<br />

Palabra de seguridad.<br />

Para asegurar la condición de consenso, es necesario tener una palabra especial para<br />

detener una escena en caso de ser necesario. No basta con decir no, porque es normal y<br />

divertido que <strong>el</strong> sumiso pida perdón, haga un escándalo, diga “no, no, por favor, basta”,<br />

cuando está disfrutando <strong>el</strong> juego y no quiere realmente detenerlo. La palabra de<br />

seguridad es una palabra negociada por los participantes en una escena para detenerla si<br />

se exceden los límites d<strong>el</strong> sumiso. Esta palabra le permite retirar su consenso y<br />

continuar la escena después de que <strong>el</strong> sumiso la use se considera abuso.<br />

La palabra de seguridad es especialmente necesaria al comienzo de una r<strong>el</strong>ación, o<br />

cuando <strong>el</strong> sumiso empieza a experimentar con <strong>BDSM</strong>. Le da la tranquilidad de saber<br />

que, si no está disfrutando d<strong>el</strong> juego (tal vez por sobreestimar su límite, o por un error<br />

en la negociación), puede detenerlo. Eso le permite al sumiso entregarse a prácticas<br />

nuevas, o con nuevas parejas, permitiéndole experimentar sin temor a una mala<br />

experiencia.<br />

[5] Pat Califia & Robin Sweeney, The Second Coming. Los Ang<strong>el</strong>es, CA. Alyson Publications. 1996. p.<br />

205. De aquí en ad<strong>el</strong>ante todas las traducciones de este libro son mías.<br />

EL SADOMASOQUISMO COMO PRÁCTICA SEXUAL CONSENSUADA.<br />

LA EXPERIENCIA DE LAS LESBIANAS - Por Liliana Gómez Villa. Pag. 40

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