el sadomasoquismo como práctica sexual ... - Cuadernos BDSM

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28.01.2015 Views

CUADERNOS DE BDSM ESPECIAL Nº 01 El SM se puede practicar en encuentros con conocidos, pagando a profesionales o practicado por parejas que comparten este interés. En cuanto a la práctica en sí, si el interés es el castigo, este puede ir desde unas palmadas suaves solamente para excitar, hasta una paliza que te deje con morados y adolorido por varios días. A algunas personas les basta la actuación, otras necesitan algo de acción, y otras sólo disfrutan con lo extremo. El BDSM se puede integrar a la vida de la pareja como actividad ocasional, en la que se juegan escenas por sí o como preludio al acto sexual, o puede ser una forma de vida permanente, como mantener una relación esposo dominante/esposo dominado (en la que tanto la mujer como el hombre puede cumplir cualquiera de los papeles), o una relación permanente amo/esclavo, en la que una persona da control total a la otra sobre su vida. El género y la orientación sexual de los participantes puede ser muy variada. Lo practican heterosexuales, homosexuales, bisexuales, transexuales y personas que se identifican con otras maneras. El número de participantes puede ir desde una sola persona que lo utiliza durante la masturbación, a parejas, tríos o como práctica grupal. Roles. La dinámica básica del juego SM consiste en hacer un intercambio acordado de poder, adoptando los roles de dominante o sumiso por un tiempo determinado. La mayoría de las personas suelen preferir un rol sobre el otro, pero esto usualmente requiere de considerable exploración para determinar y puede cambiar con el tiempo. Aunque se dice que nadie es completamente dominante o sumiso, muy pocas personas se sienten igualmente a gusto con ambos roles. Veamos en que consisten estos roles. Bottom/sumiso/masoquista. Estos tres términos se utilizan para referirse al rol a desempeñar en una escena SM. Aunque son similares, tienen significados distintos y se utiliza uno u otro dependiendo de la dinámica entre los participantes y el estilo de juego acordado. Para lograr una buena escena, es fundamental discernir qué tipo de experiencia se busca. Algunas escenas se centran más en el aspecto del control y el poder, mientras que otras se enfocan en la sensación. La mayoría de las escenas contiene por lo menos algunos aspectos de ambas. Sin embargo hay personas que prefieren ubicarse dentro de una de estas categorías. Veamos la diferencia entre ellos. El bottom es el término más neutro y más usado en el juego SM para referirse a la persona sobre quien se ejerce la acción, sin especificar qué tipo de escena o la relación entre los participantes. El bottom puede ser sumiso, masoquista o la combinación de ambas cosas. El verbo bottoming quiere decir haciendo de bottom en una escena. EL SADOMASOQUISMO COMO PRÁCTICA SEXUAL CONSENSUADA. LA EXPERIENCIA DE LAS LESBIANAS - Por Liliana Gómez Villa. Pag. 28

CUADERNOS DE BDSM ESPECIAL Nº 01 El sumiso goza de ser dominado, de la sensación de indefensión, de no tener control sobre lo que pasa, de entregarse a la voluntad del otro hasta el extremo de someterse a sus antojos y a su crueldad. Disfruta de estar en situaciones en las que le suceden cosas terribles con las que secretamente fantasea. Quiere que alguien sepa sobre sus deseos y le obligue a llevarlos a cabo, mientras ocupa el lugar de víctima. No hay estadísticas oficiales pero se sabe que hay muchísimos más sumisos que dominantes en la comunidad en general. Se dice que la proporción es de nueve a uno. Por lo tanto hay mucha competencia por la atención de los tops, especialmente entre los hombres heterosexuales, cuya única opción a veces es pagarle a las dominatrices profesionales. El control físico y verbal que el top ejerce, le permite al sumiso el lujo de apagar el cerebro para derretirse en un estado de excitación carente de voluntad. Todo se vuelve simple, su única preocupación es la de agradar y servir al top. Según las autoras del Bottoming Book, hay dos estados de conciencia básicos del sumiso, se podrían resumir en el obediente y el servicial. El primero es una tabula rasa que obedece órdenes. No necesita preocuparse si esta haciendo lo correcto porque le están diciendo exactamente lo que se requiere de él. El segundo se refiere al sumiso que desea complacer al dominante anticipando sus necesidades. Al sumiso le suele agradar sentir la ilusión de disponibilidad absoluta, especialmente en el área de la sexualidad. Tradicionalmente su ropa debe permitir acceso sexual inmediato, si el dominante lo requiere. Muchos sumisos tienen la fantasía de ser tomados en contra de su voluntad y les gusta jugar a ser raptados o vencidos por alguien más fuerte. Hay algunos sumisos que quieren sentirse pequeños por la duración de la escena, volverse insignificantes, vulnerables e indefensos. Estos desean participar en una lucha en la que van a perder y ser conquistados. Pero también se puede hacer de bottom para sentirse grande y poderoso. Puede que se imaginen a sí mismos como guerreros que deben superar un reto, por ejemplo, en un rito de iniciación para comprobar su fuerza y valentía. Así, el rol es una manera de encontrar y conectarse con su fuerza interna. Ya sea volviéndose serviciales u obedientes, grandes o pequeños, la mayoría de los sumisos hablan de una libertad paradójica que experimentan al someterse. Una sensación de poder y bienestar, un sentirse cuidados, bellos y deseados. Es perfectamente posible ser sumiso y tener interés en las experiencias SM sin que haya gusto por el dolor, hay muchísimas actividades SM de las cuales el dolor no hace parte. Los bootblacks, por ejemplo, son unos jugadores que erotizan el acto de ofrecer servicio lustrando las botas del top. EL SADOMASOQUISMO COMO PRÁCTICA SEXUAL CONSENSUADA. LA EXPERIENCIA DE LAS LESBIANAS - Por Liliana Gómez Villa. Pag. 29

CUADERNOS DE <strong>BDSM</strong> ESPECIAL Nº 01<br />

El sumiso goza de ser dominado, de la sensación de indefensión, de no tener control<br />

sobre lo que pasa, de entregarse a la voluntad d<strong>el</strong> otro hasta <strong>el</strong> extremo de someterse a<br />

sus antojos y a su cru<strong>el</strong>dad. Disfruta de estar en situaciones en las que le suceden cosas<br />

terribles con las que secretamente fantasea. Quiere que alguien sepa sobre sus deseos y<br />

le obligue a llevarlos a cabo, mientras ocupa <strong>el</strong> lugar de víctima.<br />

No hay estadísticas oficiales pero se sabe que hay muchísimos más sumisos que<br />

dominantes en la comunidad en general. Se dice que la proporción es de nueve a uno.<br />

Por lo tanto hay mucha competencia por la atención de los tops, especialmente entre los<br />

hombres hetero<strong>sexual</strong>es, cuya única opción a veces es pagarle a las dominatrices<br />

profesionales.<br />

El control físico y verbal que <strong>el</strong> top ejerce, le permite al sumiso <strong>el</strong> lujo de apagar <strong>el</strong><br />

cerebro para derretirse en un estado de excitación carente de voluntad. Todo se vu<strong>el</strong>ve<br />

simple, su única preocupación es la de agradar y servir al top.<br />

Según las autoras d<strong>el</strong> Bottoming Book, hay dos estados de conciencia básicos d<strong>el</strong><br />

sumiso, se podrían resumir en <strong>el</strong> obediente y <strong>el</strong> servicial. El primero es una tabula rasa<br />

que obedece órdenes. No necesita preocuparse si esta haciendo lo correcto porque le<br />

están diciendo exactamente lo que se requiere de él. El segundo se refiere al sumiso que<br />

desea complacer al dominante anticipando sus necesidades.<br />

Al sumiso le su<strong>el</strong>e agradar sentir la ilusión de disponibilidad absoluta, especialmente en<br />

<strong>el</strong> área de la <strong>sexual</strong>idad. Tradicionalmente su ropa debe permitir acceso <strong>sexual</strong><br />

inmediato, si <strong>el</strong> dominante lo requiere. Muchos sumisos tienen la fantasía de ser<br />

tomados en contra de su voluntad y les gusta jugar a ser raptados o vencidos por alguien<br />

más fuerte. Hay algunos sumisos que quieren sentirse pequeños por la duración de la<br />

escena, volverse insignificantes, vulnerables e indefensos. Estos desean participar en<br />

una lucha en la que van a perder y ser conquistados. Pero también se puede hacer de<br />

bottom para sentirse grande y poderoso. Puede que se imaginen a sí mismos <strong>como</strong><br />

guerreros que deben superar un reto, por ejemplo, en un rito de iniciación para<br />

comprobar su fuerza y valentía. Así, <strong>el</strong> rol es una manera de encontrar y conectarse con<br />

su fuerza interna.<br />

Ya sea volviéndose serviciales u obedientes, grandes o pequeños, la mayoría de los<br />

sumisos hablan de una libertad paradójica que experimentan al someterse. Una<br />

sensación de poder y bienestar, un sentirse cuidados, b<strong>el</strong>los y deseados.<br />

Es perfectamente posible ser sumiso y tener interés en las experiencias SM sin que haya<br />

gusto por <strong>el</strong> dolor, hay muchísimas actividades SM de las cuales <strong>el</strong> dolor no hace parte.<br />

Los bootblacks, por ejemplo, son unos jugadores que erotizan <strong>el</strong> acto de ofrecer servicio<br />

lustrando las botas d<strong>el</strong> top.<br />

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LA EXPERIENCIA DE LAS LESBIANAS - Por Liliana Gómez Villa. Pag. 29

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