Toma de posesión de altos cargos del Ministerio de Sanidad ...

CARTAS |
Vivir voluntariamente
La revista que tenemos los mayores
“60 y Más” es de lo mejor, porque
nos informa y crea convivencia
entre comunidades. Hay entrevistas,
muy interesantes, y habla con
claridad de todos los temas...
Dice José María Calleja en la
entrevista que se le hizo en esta publicación
que: “Escribir es contar
lo que necesitamos contar” y yo lo
necesito.
Tomé decisiones en mi vida, que la
mayoría fueron acertadas (las que
hubo negativamente, las recuerdo
para no caer en ellas).
Una de mis últimas ha sido que,
tenía claro que quería “vivir”
voluntariamente la última etapa
de mi vida en una residencia.
Estoy en una que, para mí es un
privilegio, reúne mis expectativas:
ser abierta, espacios ajardinados
pasear por ellos y respirar oxígeno.
Actividades variadas, grandes profesionales,
psicóloga, trabajadora
social, un lujo de fisioterapeutas,
animadora... Estamos en el centro
del pueblo y la Casa de la cultura
al lado. Hace unos meses leí el
artículo sobre la “ley de la muerte
digna”.
Quiero poner en común con vosotros
la última decisión de mí vida:
cuando llegue mi último momento
y éste sea irreversible no alarguen
mi vida (soy libre de elegir).
Para ello hace doce años, hice el
“Testamento Vital”, que consiste,
en tener derecho a que se me respete,
a tener una muerte digna, con
sedación.
No deseo sufrir, ni que me alarguen
la vida, ni me enchufen a una
máquina.
Todo esto hay que dejarlo escrito
porque te puedes encontrar con
personas que por su moral, religión
o cualquier otra justificación
médica lo puedan negar.
Yo pertenezco a la asociación
“Derecho a Morir con Dignidad”.
Hay otros sitios donde se pueden
dejar por escrito estas voluntades
como: Centros de Salud, atención
al paciente en los hospitales, etc...
Pido perdón si alguien se siente
CASAS DE PEÑAS Y MELILLA
Qué lugares más dispares, pienso
si fue, casualidad, coincidencia,
o destino. Sea lo que fuere sirvió
para que nuestros caminos se
cruzaran y así estar juntos,
casi cincuenta años, con todos
nuestros sentimientos que
nos llenó de colores, pena,
alegrías, belleza, sinsabores,
compañerismo, fidelidad,
solidaridad todos estos
sentimientos lo vivimos juntos
días, meses, años, “SIEMPRE”.
Hoy en mis recuerdos la sigo
queriendo, no me conformo
pensar que cincuenta años fue
toda una vida, pues todos estos
años pasaron como el aire y
me faltó tiempo para seguir
queriéndola.
Estos días de frío y lluvia siento
mucho la soledad, pues de este
lugar donde la esperaba, me
llenaba de alegría cuando la veía
venir con su anorak y su gorro
rojo, esto me trae recuerdos
cuando paseábamos bajo la fina
lluvia que acariciaba nuestros
rostros pues ya con sesenta y ocho
años éramos dos enamorados que
sentimos esos bellos sentimientos
de colores, música y flores,
hacíamos que todo nuestro
entorno fuera bonito. Ella nunca se
cansó de buscar la belleza en todo.
ofendido, sólo he pretendido dar
información. La ignorancia no
nos ayuda y somos libres cada
uno para tomar nuestras propias
decisiones.
Alejandra Benito
Recuerdo esos paseos en
otoño por los parques de
Aranjuez, disfrutábamos
viendo los árboles con sus hojas
anaranjadas, verdes y amarillas
y el suelo teñido de esos colores.
Ya entrada la primavera
disfrutar de ese perfume
embriagador que nos dejaban
los tilos al pasar bajo su sombra,
en ocasiones acompañada de
una fina lluvia.
Qué felices nos sentíamos con
las pequeñas cosas que nos
regalaba la naturaleza.
Hoy voy paseando y siento
que la lluvia quiere apartarse
de mí, pues me falta todo para
poder seguir siendo como antes,
quisiera sentir su mano junto
a la mía, el olor de su cuerpo
su voz cálida cuando me decía
“¿papá eres feliz conmigo”.
Hoy pienso si cuando se cruzaron
nuestros caminos también se
nos cruzo ese mal, que rompió
nuestro entorno que nosotros
creamos de belleza y colores.
Porqué ese mal tuvo que romper
nuestras vidas.
Francisco Galiana
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