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Podemos así relacionar el nacimiento de los primeros Comuni con
la necesidad de los ciudadanos de asegurarse una continuidad en el
respeto a sus derechos, tal como había sido con el mando de los Obispos
y por otro lado a que ya existía un despertar político, por lo que los
ciudadanos (usualmente parte de algún grupo representativo de las
oligarquías locales) buscaban la participación del poder.
Al estudiar la evolución de los Comuni italianos podemos ver
claramente cómo los primeros movimientos políticos estuvieron
relacionados a los intereses particulares.
De esto tenemos la idea de H. Pirenne quien al comentar sobre las
instituciones de las ciudades nos dice: “En todas partes se observa como
los comerciantes toman la iniciativa y conservan la dirección de los
acontecimientos. No hay nada más natural”. Y sigue luego “…el grupo
social [los comerciantes] que estaba más directamente interesado en el
cambio se puso a la cabeza de la oposición y fue seguido por la
masas.” 64 .
Sin embargo también tenemos que considerar que el Comune y es
este el caso de Trieste en muchos casos incluía no sólo comerciantes
sino también “miembros de la nobleza militar caballeresca, letrados y
oficiales, mercaderes, artesanos y gentes sencillas”. 65
Por todo lo anterior es que debemos concluir, apoyándonos
también en la posición de Yves Renouard 66 , que en su formación la mayor
parte de los “Comuni”, después de un período en el que el gobierno de la
ciudad estuvo básicamente relegado en el Obispo y en el cual se
consultaba para determinadas cuestiones a los ciudadanos, reunidos en
asamblea o Arengo 67 pasaron por varias etapas: en un primer tiempo una
aristocracia noble trató de sustituirse al Obispo o al Conde; en una
segunda fase la aristocracia dividida en facciones opuestas, por sus
conflictos internos, causa inestabilidad en las ciudades y por lo tanto los
comerciantes y artesanos intervienen logrando un arbitraje, en la figura
del “Podestà” con el apoyo del arengo.
64
-PIRENNE, Henry. Las ciudades de la Edad Media. Editorial Alianza, Madrid, 1972. Pág. 43
65
-GONZALEZ, Maria Asenjo. Las ciudades en el Occidente Medieval. Editorial Arco Libros, Madrid, 1996.
Pág. 47
66
-RENOUARD, Yves Le cittá italiane dal X al XIV secolo. Milano, Rizzoli Editori, BUR, 1976. Vol. I, Pág. 177
67
- GONZALEZ, Maria Asenjo. Las ciudades en el Occidente Medieval. Pág. 47
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