Descargar - InvestigacionesHistoricaseuroAsiaticas-IHEA.com

Éste en esencia un nuevo tipo de orden jurídico-administrativo y
que donde se establecía buscaba la independencia de la ciudad y
favorecia un cambio de las estructuras feudales internas.
Si bien mencionamos que el Comune constituyó un nuevo tipo de
orden jurídico administrativo, es necesario aclarar que en su origen existió
sólo la idea de comunidad (communitas), entendida como grupo de
agrupación humana.
Usualmente se trataba de aldeanos/campesinos que se reunían
para los mercados o las ferias y que a la larga se establecieron en un
lugar específico; en algunos casos fundaron una aldea nueva y en
muchos otros casos, se establecieron cerca o dentro de los límites de una
ciudad romana existente. En este punto y para aclarar el concepto
jurídico podemos señalar a José Manuel Pérez-Prendes 58 que nos define
a la communitas: como “…un simple agregado fáctico de sujetos dotados
cada uno de su propia personalidad jurídica individual, sin que del hecho
físico de esa agregación se haya transcendido al acto jurídico de crear
una capacidad jurídica nueva, diferente a la suma de las pertenecientes a
cada uno de los integrantes del conjunto. Ese conjunto, en tanto que
communitas, no tiene posibilidades ni identidades propias en Derecho”. A
pesar de esto ya en la Alta Edad Media en muchas partes parece que
comienza a despertar una especie de auto-conciencia de los grupos que
buscan reconocimiento jurídico y que desembocará en la Italia del siglo
XI en el Comune.
Hay también que señalar, que durante los siglos posteriores a la
caída del imperio romano de occidente, muchas de las ciudades italianas
habían logrado mantener una cierta estructura administrativa y social,
gracias principalmente a los Obispos, en los que el pueblo reconocía a
sus protectores inmediatos. Cuando en el siglo XI se da el fenómeno de
la gran expansión comercial estas ciudades ya poseían una estructura
administrativa y judicial eficiente lo que las convertía en un polo de
atracción no indiferente para una población probada por los abusos de los
diversos invasores y dominadores; así también a partir de ese siglo se
produce un reflujo de población de los campos a las ciudades.
58
-PÉREZ-PRENDES, José Manuel. Instituciones Medievales. Ediciones Síntesis, Madrid, 1997.
44