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Enrico Dandolo, doge de Venecia, después de prometer ayudar al
derrocado emperador Alejo IV Angelo, para recuperar el poder en el
Imperio Bizantino obtiene promesas de enorme beneficios y mediante la
manipulación (o “negociación”) y en este aspecto Steven Runciman acota:
“Es difícil decir si los cruzados entendieron las sutilezas de la diplomacia
veneciana pero si alguno de ellos sospechó que era un engaño ya no
había nada que hacer”, 50 logra la ayuda de los cruzados para sus fines.
El 26 de Octubre del año 1202 la flota veneciana compuesta por
240 navíos y más de 100 mil hombres se presenta cerca de Trieste, 51
ciudad que trataba de competir comercialmente con Venecia,
especialmente por el comercio de la sal y a la que siempre había
hostilizado. El doge “solicita” a la ciudad jurar fidelidad obligada que
marcará el inicio de las hostilidades abiertas entre los triestinos y los
venecianos y que tendrán su ápice en el asedio del año 1368) y luego de
lograrlo sin mucha dificultad, dirige la flota hacia Pola que también jura
fidelidad.
Luego la flota se dirige a Zara, que decide resistir, contando con la
ayuda de los húngaros y es aquí donde entran en escena los cruzados
que después de un corto asedio el 15 noviembre del 1202 toman la
ciudad y la saquean (por estos sucesos Enrico Dándolo y los venecianos
son excomulgado por el Papa Inocencio III quien perdona a los cruzados,
considerándolos manipulados por el doge).
Por fin y después de varias confrontaciones, negociaciones, y con
la desaprobación del Papa, los cruzados se dirigen a Constantinopla que
es tomada en el año 1204.
Venecia se adueña así, de todas las islas del Mar Iónico y del
Mar Egeo; además consigue la exoneración de impuestos sobre sus
mercancías en todo el imperio bizantino y el doge obtiene el titulo de
“Dominator quarte et dimidie partis totius imperii Romanie” que se une al
titulo de “Dux Veneciarum, Croatiae et Dalmatiae” y sin mencionar la
ingente fortuna que obtiene los venecianos en el saqueo de
Constantinopla.
50
-RUNCINAM, Steve. Historia de las cruzadas. Milano, Giulio Einaudi editori, 1966. Pág. 785
51
-Ver documento anexo D.
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