Descargar Texto - Memoria Digital de Lanzarote
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La<br />
sa<br />
Para tratar sobre<br />
César Manrique<br />
y José Ramírez<br />
Cerda se hace necesario<br />
dar una vuelta por el<br />
pasado reciente <strong>de</strong><br />
<strong>Lanzarote</strong> y <strong>de</strong>scribir,<br />
usando la memoria, herramienta<br />
que mejor calibra<br />
lo sucedido, la sociedad<br />
<strong>de</strong> aquella época<br />
en que cada uno <strong>de</strong> estos<br />
dos personajes crecía,<br />
se <strong>de</strong>sarrollaba y<br />
elegía el camino que <strong>de</strong>bía<br />
hoyar en el futuro.<br />
" ^ V -* 'V*<br />
<strong>Lanzarote</strong>, bajo el<br />
influjo <strong>de</strong> escasos y débiles<br />
vaivenes económicos,<br />
se mecía en latitu<strong>de</strong>s<br />
oceánicas <strong>de</strong> sosiego<br />
y olvido. En su<br />
apartado exilio, negada<br />
a la participación en el<br />
mundo, <strong>Lanzarote</strong> era<br />
curiosidad para científicos, volcanólogos que seguían<br />
la ruta <strong>de</strong>l fuego bajo la costra <strong>de</strong>l planeta, naturalistas,<br />
viajeros en tránsito <strong>de</strong> sus aventuras continentales<br />
y reposo para algún que otro precursor <strong>de</strong>l turismo<br />
que había soltado amarra <strong>de</strong> su <strong>de</strong>stino a Gran Canaria<br />
o Tenerife.<br />
En continuo trazo, lineo tras lineo, el hombre dibujo sobre lo corteza insulor.<br />
Isla lejana <strong>de</strong> las njtas trasatlánticas y ahuyentada<br />
<strong>de</strong> las inversiones, hizo tímidos llamamientos turísticos<br />
<strong>de</strong>s<strong>de</strong> principio <strong>de</strong> siglo,<br />
en voces <strong>de</strong> algún que<br />
otro visionario local que<br />
sospechaba que el mundo<br />
se estaba moviendo<br />
y que había gente que<br />
andaba <strong>de</strong> un lado a<br />
otro buscando lugares<br />
por <strong>de</strong>scubrir y don<strong>de</strong><br />
pasar los días lejos <strong>de</strong>l<br />
tiempo <strong>de</strong>l trabajo.<br />
En un proceso inconsciente,<br />
la gente <strong>de</strong>l<br />
campo, agricultores y<br />
pastores y la gente <strong>de</strong> la<br />
mar, roncóles <strong>de</strong> aguas<br />
profundas y ribereños<br />
1!<br />
barquilleros, fueron<br />
conformando, con su<br />
hacer gremial, una isla<br />
<strong>de</strong> insólita belleza: el<br />
volcán, calamitoso <strong>de</strong>sastre,<br />
se convirtió en<br />
tierras <strong>de</strong> cultivo <strong>de</strong><br />
equilibrada, armoniosa<br />
y rara belleza; las peladas montañas fueron colonizadas<br />
por terrazas amuradas; los llanos secos y polvorientos<br />
transformados, gracias a los enarenados, en tierras<br />
fértiles; quedó toda la isla geometrizada en línea<br />
pétrea que separaba cultivos y propieda<strong>de</strong>s y protegía<br />
a los nacimientos vegetales <strong>de</strong>l continuo viento reinante.<br />
Los marineros edificaron en las pequeñas caletas<br />
asocadas pueblitos litorales, salpicados <strong>de</strong> humil<strong>de</strong>s viviendas<br />
construidas en piedra seca, techadas <strong>de</strong> torta<br />
© Del documento, los autores. <strong>Digital</strong>ización realizada por ULPGC. Biblioteca universitaria, 2010<br />
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