La ordenanza solar térmica. - Agència d'Energia de Barcelona

La energía solar en Barcelona. La ordenanza solar térmica
4.4 Percepción per parte de
la administración y
de los promotors
El compromiso político por parte del
Ayuntamiento de Barcelona y, por extensión,
por parte de otros ayuntamientos
que han aprobado sus ordenanzas solares
resulta claro en el momento en el que
deciden la aprobación de una ordenanza
pionera en el ámbito internacional y de la
que se desconocen los efectos que socialmente
se pueden producir.
La Comunidad autónoma de
Canarias también asumió este compromiso
de uso obligatorio de la energía solar
térmica en todo su territorio en el año
2001 y Cataluña lo aprobó con el decreto
de Ecoeficencia en febrero de 2006. Más
recientemente ha sido ya el gobierno del
Estado español el que ha aprobado esta
obligación a escala nacional. Nos encontramos
pues ante una percepción social y
política de aceptación unánime y debemos
reconocer en este sentido la valentía
de los primeros ayuntamientos que se lanzaron
a esta aventura solar, que ha permitido
ir extendiendo el compromiso hasta
alcanzar todo el territorio español, siempre
partiendo de los aciertos y errores de
la experiencia barcelonesa, como puede
observarse en el redactado de toda esta
legislación comentada.
Por su parte, el Ayuntamiento de
Barcelona no se quedó parado en los
aspectos de promoción de las energías
renovables y en el establecimiento de una
estrategia municipal en este ámbito, siempre
dentro de su ámbito competencial. A
inicios de 2002, aprobó el Pla de Millora
Energética de Barcelona (PMEB) que en
uno de sus puntos establece la realización
de un seguimiento de la Ordenanza solar
térmica para conocer su grado de aceptación
social y valorar la calidad y funcionamiento
de las instalaciones en servicio.
Seguramente fue esta voluntad de gestión
energética de la ciudad lo que impulsó también
al Ayuntamiento a la creación el
mismo año del consorcio Agència Local
d’Energia de Barcelona en el que participan
como miembros representantes estatales,
autonómicos y de la sociedad civil.
Se trata de la entidad que actualmente está
gestionando todo lo relacionado con la
Ordenanza solar térmica, habiendo preparado
la revisión de la misma y elaborando
una futura Ordenanza solar fotovoltaica
que también sería pionera en este ámbito.
Resulta también interesante conocer
la percepción que tienen los promotores
respeto a la Ordenanza, ya que inicialmente,
en el momento de su aprobación
se mostraron claramente contrarios a la
misma y fueron sus presiones un de los
motivos que llevaron al Ayuntamiento a
aprobar la Ordenanza incluyendo un año
de moratoria antes de su entrada en vigor.
La labor de sensibilización realizada por el
Ayuntamiento a lo largo de todo el año de
moratoria y los propios estudios realizados
por los expertos de la asociación de
promotores condujo a una aceptación
comprometida y a una visión decididamente
positiva por su parte en el momento
de la entrada en vigor. El incremento
del coste de ejecución material de los
edificios no variaba de una forma significativa
y el argumento de venta en una
sociedad cada día más sensibilizada
compensaba claramente la inversión e
incluso permitía incrementar beneficios.
4.5 Impacto del programa
a escala estatal
La ordenanza solar de Barcelona
fue pionera, el año 1999, en su compromiso
por la energía solar siendo la primera
ciudad europea que aprobó una normativa
orientada a fomentar el uso de la
energía solar en el ámbito urbano. Este
hecho ha comportado que los representantes
municipales hayan sido invitados
a presentar su iniciativa, poco después
de su aprobación, y su experiencia, a
medida que ésta se ha ido consolidando,
en múltiples foros técnicos y políticos
para su divulgación como un ejemplo
realmente eficaz a seguir.
A finales del año 1999, el
Ayuntamiento vecino de Barcelona, Sant
Joan Despi, aprobó una ordenanza solar
que sería la primera en entrar en vigor,
anticipándose a la de Barcelona que se
había aprobado con una moratoria de un
año antes de su aplicación obligatoria.
Por su parte, y siguiendo el ejemplo y
modelo catalán, el Instituto para la
Diversificación y el Ahorro de la Energía
(IDAE) del Ministerio de Industria español,
en junio de 2001, publicó una ordenanza
solar tipo, que se difundió a todos
los municipios españoles como forma de
promover el uso de la energía solar.
A inicios de 2004, más de 20 ayuntamientos
disponían de Ordenanza solar
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