democracia - Ediciones Universitarias
democracia - Ediciones Universitarias
democracia - Ediciones Universitarias
- No tags were found...
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
La <strong>democracia</strong> es sin duda<br />
alguna invención de la izquierda,<br />
hija de la Ilustración, de la<br />
Revolución Francesa y de la<br />
Independencia norteamericana.<br />
Parece claro que hay algún lazo entre la izquierda y el progreso,<br />
pero ese lazo es, por lo menos en gran parte, contingente<br />
e histórico. Porque tampoco la alianza de la justicia con el<br />
progreso es tan sustancial como parece. La clase dirigente y privilegiada<br />
tiende a desconfiar del progreso, pero no por ser progreso,<br />
sino porque es cambio y el cambio tiende a alterar las jerarquías<br />
establecidas. Pero pronto la clase dominante descubrió que no todo<br />
cambio es así y que hay progresos que afianzan las jerarquías en lugar<br />
de ponerlas en crisis. Esa es claramente la situación en nuestros<br />
días, pero en realidad la burguesía adoptó esa estrategia casi desde<br />
el principio, desde que la idea de progreso empieza a tener peso<br />
en la historia. Incluso, aunque claro que en otra forma y bajo otras<br />
categorías, desde mucho antes.<br />
La forma más descarnada de un progreso jerarquizante es el colonialismo,<br />
y el colonialismo empieza en el Renacimiento. Los conquistadores<br />
y colonos renacentistas no disponían de los conceptos<br />
que manejará después la burguesía colonialista: el white man’s burden<br />
y la labor civilizadora y modernizadora de la colonia; pero es<br />
claro que las ideas de cruzada religiosa y de paz imperial recubrían<br />
también la idea de cruzada civilizadora y de justificación del poder<br />
(y de su injusticia) por un mayor progreso.<br />
Nuestra época, en cierto modo, es un nuevo avatar de la vieja historia<br />
colonialista, que desde los tiempos de las colonias cartaginesas<br />
o griegas ha sufrido más de uno. El colonialismo económico es en<br />
algún sentido más colonial aún que el político, porque la esencia<br />
del colonialismo es evidentemente económica. No hay duda de<br />
que el neocolonialismo neoliberal (¿por qué no neoburgués) está<br />
fuertemente interesado en el progreso que le asegura su hegemonía<br />
política y económica. Pero en la “metrópolis” tampoco es verdad<br />
que haya desaparecido la lucha de clases (es probablemente eterna).<br />
Es verdad que resulta un poco ridículo hablar hoy de una clase<br />
proletaria enfrentada a una clase burguesa. Pero las clases seguirán<br />
existiendo mientras haya jerarquías y haya injusticia.<br />
¿Es concebible una jerarquía justa La respuesta a esta pregunta es<br />
una de las claves fundamentales de la diferencia entre la izquierda y<br />
la derecha. La derecha no sólo piensa que una jerarquía puede ser<br />
justa de por sí, sin constricciones exteriores, sino que la justicia es<br />
siempre jerárquica.<br />
(Apostilla: cuando digo piensa no quiero decir que lo exprese<br />
abiertamente o ni siquiera que lo piense conscientemente. Lo digo<br />
así para abreviar, pero me refiero, por supuesto, al sentido que presuponen<br />
las actitudes y acciones de los interesados.)<br />
La izquierda más rudimentaria (y por eso más radical) piensa que<br />
toda jerarquía es necesariamente injusta. Una izquierda más matizada<br />
hace distinciones, por ejemplo entre jerarquías naturales y jerarquías<br />
sociales o artificiales. Unos seres humanos son más guapos,<br />
más inteligentes, más sanos, más fuertes o más simpáticos que otros,<br />
<strong>democracia</strong>Ibero 17