democracia - Ediciones Universitarias
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El término <strong>democracia</strong><br />
adquirió tantos<br />
significados que dejó de<br />
servir como un referente<br />
para comprender una<br />
realidad concreta.<br />
Según Manheim y Rich, los conceptos deben tener ciertas<br />
características que permitan cumplir con esa utilidad científica:<br />
deben referirse a fenómenos que sean observables, deben ser<br />
precisos; y deben tener un alcance teórico. En el caso del término<br />
“<strong>democracia</strong>”, como concepto de ciencia política, cumple<br />
con el primer y tercer criterio, pero dista mucho de tener la<br />
segunda característica, esto es, la de ser preciso.<br />
La <strong>democracia</strong> y sus múltiples acepciones<br />
La tarea de presentar las diferentes formas de entender el concepto<br />
de <strong>democracia</strong> rebasaría con creces el espacio del que aquí<br />
se dispone. Quisiera no obstante señalar las corrientes teóricas<br />
más importantes que surgieron en torno al estudio de la <strong>democracia</strong>,<br />
porque con la identificación de las mismas, es posible<br />
comprender algunos de los problemas que hoy en día afrontamos<br />
en el desarrollo de los sistemas políticos democráticos. 2<br />
En primer lugar, los teóricos distinguen entre la <strong>democracia</strong><br />
ideal (el “deber ser”) y la <strong>democracia</strong> real (“lo que es”). En el<br />
primer caso, se entiende la <strong>democracia</strong> a partir de sus aspiraciones,<br />
del reconocimiento de las mejores formas de organización<br />
política que permitan la convivencia pacífica de una sociedad.<br />
En el segundo caso, se parte del hecho de que lo ideal es inalcanzable<br />
y que hay que centrarse en aquellas características<br />
susceptibles de ponerse en práctica. Uno de los teóricos que<br />
reconoció la distancia que puede existir entre lo deseable y lo<br />
posible, fue Dahl, quien considerando que no se debía utilizar el<br />
mismo concepto para dos fenómenos diferentes, acuñó el concepto<br />
de “poliarquía” para referirse a la aplicación práctica de la<br />
<strong>democracia</strong>. 3 Sin embargo, la mayoría de los teóricos siguieron<br />
usando el término de <strong>democracia</strong> tanto desde la filosofía política<br />
(como ideal) como desde la ciencia política (el ser).<br />
En segundo lugar, también desde la perspectiva de la ciencia<br />
política, encontramos múltiples acepciones de lo que es la <strong>democracia</strong>.<br />
De forma esquemática, podemos distinguir entre quienes<br />
entienden la <strong>democracia</strong> como un conjunto de procedimientos<br />
o reglas del juego que determinan quién llega al poder, cómo<br />
llega y cómo lo ejerce (<strong>democracia</strong> procedimental, centrada en<br />
las reglas electorales y en la protección de las garantías individuales),<br />
frente a aquellos que consideran que la <strong>democracia</strong>, más<br />
que procedimientos, es un conjunto de principios y valores que<br />
permiten el buen funcionamiento de la sociedad (<strong>democracia</strong><br />
sustantiva, basada en la igualdad y en aspectos como la participación<br />
ciudadana, la autonomía, la tolerancia, las libertades y la<br />
pluralidad). Pero incluso en cada una de estas corrientes, hay una<br />
gran variedad de definiciones, dependiendo del aspecto específico<br />
de la <strong>democracia</strong> que quiera ser destacado. De esta manera,<br />
casi cualquier régimen podía ser definido como democrático,<br />
pues todo dependía de la característica que quisiera ser resaltada.<br />
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