23.01.2015 Views

democracia - Ediciones Universitarias

democracia - Ediciones Universitarias

democracia - Ediciones Universitarias

SHOW MORE
SHOW LESS
  • No tags were found...

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

transitar a la <strong>democracia</strong>/examen<br />

Democracia<br />

y crimen<br />

organizado<br />

Miguel Ángel Granados Chapa<br />

Licenciado en Periodismo y Derecho por la UNAM, y doctor en<br />

Historia por la Universidad Iberoamericana Ciudad de México. En su<br />

larga trayectoria periodística, ha sido director del semanario Proceso<br />

y del diario La Jornada, así como director general de la revista Mira.<br />

Fue consejero ciudadano del Instituto Federal Electoral. Ha recibido<br />

en tres ocasiones el Premio Nacional de Periodismo, y en 2008<br />

el Senado de la República lo distinguió con la Medalla Belisario<br />

Domínguez, por su lucha constante en pro de la libertad de expresión<br />

y la justicia en México. Doctor Honoris Causa por la Universidad<br />

Autónoma Metropolitana y miembro de la Academia Mexicana<br />

de la Lengua. Es columnista de Proceso y del diario Reforma<br />

y conductor del programa Interés Público en Radio Universidad<br />

(UNAM). Entre otros libros ha publicado Votar, ¿para qué<br />

Manual de elecciones (1985), ¡Escuche, Carlos Salinas! (1996),<br />

Fox & Co. Biografía no autorizada (2000) y Los periodistas no<br />

deben ser socios de los políticos (El Financiero, 2010)<br />

No hay sociedad —con algunas contadas excepciones,<br />

posibles por su condición marginal en la economía<br />

globalizada—, sea democrática o esté sometida a un<br />

régimen autoritario, que no padezca la presencia del<br />

crimen organizado. Sus dimensiones pueden ser mayores o menores,<br />

su persistencia puede deberse a lenidad o incapacidad gubernamental,<br />

o a la propia complexión de la delincuencia. Pero se<br />

trata de una presencia, una condena inexorable. El crimen organizado<br />

es una realidad derivada de problemas ancestrales (la codicia<br />

como antivalor perenne) y de modalidades nuevas, asociadas a<br />

la trasnacionalización de la economía y de las relaciones sociales.<br />

8 IBERO<br />

La <strong>democracia</strong> y el crimen organizado se repelen, son realidades<br />

antagónicas. Por eso se traban en lucha permanente. Entendida<br />

como sistema de relaciones humanas y no sólo como mecanismo<br />

de integración del gobierno y la representación política, la<br />

<strong>democracia</strong> es el clima menos favorable al crimen organizado. Al<br />

contrario, las deficiencias de la <strong>democracia</strong> pueden ser caldo de<br />

cultivo de la delincuencia, la común y la que opera a través de<br />

bandas integradas como empresas. En México la desigualdad de<br />

oportunidades, cuyo contrario es uno de los componentes de la<br />

<strong>democracia</strong>, alimenta a la delincuencia organizada. Generaciones<br />

enteras carentes de trabajo bien remunerado no encuentran<br />

salidas más que la de emigrar a Estados Unidos o la de insertarse<br />

en las mafias criminales. Es notorio el abatimiento de la edad<br />

entre las víctimas y los verdugos de la guerra que libran entre sí<br />

las bandas, o la que ha lanzado el gobierno contra esas organizaciones:<br />

cada vez son más jóvenes los protagonistas de la inmensa<br />

tragedia nacional, cuyos contornos crecen en la medida en que<br />

disminuye el acceso de la juventud al empleo o al bachillerato y<br />

la educación superior.<br />

Ese déficit de la <strong>democracia</strong> se completa con el que ha hecho<br />

perder a la sociedad confianza en las costumbres institucionales.<br />

Suponemos que es fácil resolver el dilema de buscar acceso a las<br />

bandas criminales o no hacerlo. En una sociedad sólidamente<br />

democrática impera el respeto a la legalidad y a las instituciones<br />

que la proveen y la practican. En nuestro país, en cambio, ha<br />

cundido una cultura de la ilegalidad que propone formas de<br />

comportamiento ajenas al régimen jurídico pero que en apariencia<br />

no constituyen delitos.<br />

El que no transa no avanza, es decir, la condena a la mediocridad<br />

de quienes buscan atenerse a los términos de la ley en su<br />

conducta cotidiana, es una fórmula que resume este desprecio al

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!