Fenómenos fundamentales de la existencia ... - cristobal holzapfel
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Eugen Fink<br />
Fenómenos <strong>fundamentales</strong> <strong>de</strong> <strong>la</strong> <strong>existencia</strong> humana /extracto/<br />
establecer ni constreñir a estados anímicos <strong>de</strong>presivos; actúa también en los estados<br />
anímicos festivos, “elevados”, aunque <strong>de</strong> otro modo. Pero <strong>la</strong> certeza <strong>de</strong> <strong>la</strong> muerte es<br />
inapartable, es <strong>la</strong> posesión más interior <strong>de</strong>l hombre. El hombre no se entien<strong>de</strong><br />
casualmente como “mortal”. No porque hasta ahora hayan muerto todos los hombres,<br />
habría que esperar que también a futuro todos los hombres mueran. La mortalidad no es<br />
sólo una <strong>de</strong>terminación externa, meramente adicional, <strong>de</strong>l humano ser; el<strong>la</strong> más bien<br />
reve<strong>la</strong> esencialmente el ser <strong>de</strong> aquel ente que somos en cada caso. Pero ¿qué c<strong>la</strong>se <strong>de</strong><br />
<strong>de</strong>terminación esencial es ésta ¿Manifiesta el<strong>la</strong> una “propiedad” esencial <strong>de</strong>l hombre<br />
¿Es el ser-mortal en general una “propiedad” que pertenece al quid cósico <strong>de</strong> un ente<br />
Comparemos ahora <strong>la</strong> expresión lingüística “mortal” con otras expresiones como<br />
“móvil” o “artificial” o “vendible”, y simi<strong>la</strong>res. Lo móvil pue<strong>de</strong> ser movido (o moverse<br />
él mismo), ponerse en movimiento, movilizarse, él no tiene que estar siempre en un<br />
movimiento actual. La capacidad <strong>de</strong> moverse es un modo <strong>de</strong> ser <strong>de</strong> una cosa material a<br />
<strong>la</strong> que le pertenece tanto el “reposo” como el “movimiento”. Ser móvil quiere <strong>de</strong>cir, por<br />
ello, encontrarse en reposo o en movimiento. El término caracteriza una cosa según el<br />
modo completo en cómo el<strong>la</strong> es, y cuando sea que es. Lo “móvil”, mientras sea como<br />
tal, nunca cesa <strong>de</strong> ser movible. La movilidad es una propiedad esencial, no una<br />
inci<strong>de</strong>ntal que pudiera ir o venir.<br />
O [tomemos] <strong>la</strong> expresión: lo artificial. Ser-artificial <strong>de</strong>termina el ser íntegro <strong>de</strong><br />
todas <strong>la</strong>s cosas e<strong>la</strong>boradas, producidas. El término <strong>de</strong>scribe el ser <strong>de</strong> <strong>la</strong>s cosas<br />
artificiales por su proce<strong>de</strong>ncia. Su proce<strong>de</strong>ncia no es algo que sólo en el inicio <strong>de</strong> estas<br />
cosas tuviera importancia y que ya no interese más ulteriormente. El<strong>la</strong>s permanecen,<br />
mientras sean, <strong>de</strong>terminadas por su origen; nunca cesan <strong>de</strong> ser “cosas artificiales”;<br />
mientras duren, nunca pue<strong>de</strong>n convertirse en cosas naturales maduras.<br />
O bien, <strong>la</strong>s cosas pue<strong>de</strong>n estar <strong>de</strong>terminadas también por una “finalidad” impresa<br />
en el<strong>la</strong>s, una finalidad que el<strong>la</strong>s mismas no persiguen, <strong>la</strong> que más bien es perseguida con<br />
el<strong>la</strong>s. Los frutos no necesitan tener <strong>de</strong>s<strong>de</strong> sí mismos el carácter <strong>de</strong> <strong>la</strong> “ventabilidad”,<br />
pero al comerciante, para quien son mercancías, le importa <strong>la</strong> ventabilidad. En tanto<br />
mercancías su ser está asentado en un carácter global extraño. Pero el hombre pue<strong>de</strong> no<br />
sólo <strong>de</strong>terminar otras cosas para algo, imprimirles una finalidad, también pue<strong>de</strong> tratar <strong>de</strong><br />
ese modo a los otros y a sí mismo. Él se da una <strong>de</strong>terminación, elige, por ejemplo, una<br />
“profesión”. Cuanto más bastas son sus posibilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> elección, más reducida es <strong>la</strong><br />
coacción interna. Tanto menos tiene patentemente una elección el que ya está en una<br />
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