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Fenómenos fundamentales de la existencia ... - cristobal holzapfel

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Eugen Fink<br />

Fenómenos <strong>fundamentales</strong> <strong>de</strong> <strong>la</strong> <strong>existencia</strong> humana /extracto/<br />

reflexivo. Testigo <strong>de</strong> su realización vital es el hombre en tanto da permanente<br />

testimonio <strong>de</strong> ello: en pa<strong>la</strong>bras y hechos; él se interpreta y estas interpretaciones reve<strong>la</strong>n<br />

su ser; el<strong>la</strong>s no flotan <strong>de</strong>sligadas por encima. Él toma posición respecto <strong>de</strong> <strong>la</strong> <strong>existencia</strong><br />

<strong>de</strong>s<strong>de</strong> su <strong>existencia</strong>. La testimonialidad está trabada con el autocomportarse – y con<br />

ambos <strong>la</strong> estructura fundamental, <strong>de</strong> expresarse <strong>la</strong> autocomprensión en “<strong>de</strong>cisiones”. El<br />

hombre se experimenta como una tarea para sí mismo, cuya maestría persigue a través<br />

<strong>de</strong> resoluciones, <strong>de</strong> ser así o asá. Con <strong>la</strong> brevedad <strong>la</strong>pidaria que diseña <strong>la</strong> configuración<br />

fundamental <strong>de</strong> <strong>la</strong> Analítica <strong>de</strong>l ser-ahí <strong>de</strong> Hei<strong>de</strong>gger, se dice en el parágrafo 9: “El ente<br />

cuyo análisis se impone como tarea, lo somos en-cada-caso nosotros mismos. El ser <strong>de</strong><br />

este ente es en-cada-caso-mío. En el ser <strong>de</strong> este ente se comporta este mismo con<br />

respecto a su ser. Como ente <strong>de</strong> este ser está entregado a su propio ser…” 9<br />

¿Qué yace en estas <strong>de</strong>terminaciones Por <strong>de</strong> pronto el<strong>la</strong>s son expresión <strong>de</strong> una<br />

fuerza especu<strong>la</strong>tiva imponente. El hombre, este ser casi inaprehensible, confuso, que<br />

tiene <strong>de</strong>masiadas finalida<strong>de</strong>s, es atrapado con muy pocos conceptos <strong>de</strong> indicación<br />

formal. No se trata aquí <strong>de</strong> tenues, pálidas “abstracciones”, tras <strong>la</strong>s cuales no hay más<br />

una realidad perceptible; al contrario, aquí sop<strong>la</strong> el aliento <strong>de</strong> <strong>la</strong> vida; los conceptos<br />

tienen su función indicadora precisamente en <strong>la</strong> medida que abren, seña<strong>la</strong>n, nos obligan<br />

a seguir <strong>la</strong> dirección indicada; no traen consigo una copia conceptual <strong>de</strong> lo mentado,<br />

ellos impulsan, por <strong>de</strong>cirlo así, más allá <strong>de</strong> sí, nos mandan al camino; <strong>de</strong>bemos hacer un<br />

esfuerzo espiritual para enten<strong>de</strong>r su sentido encaminado y seña<strong>la</strong>dor-<strong>de</strong>-camino; somos<br />

remitidos a nosotros mismos, somos <strong>la</strong>nzados <strong>de</strong> vuelta a nuestra propia situación vital;<br />

sólo <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el<strong>la</strong> po<strong>de</strong>mos dar cuenta <strong>de</strong> tales conceptos. Nos <strong>de</strong>bemos traer, entonces, a<br />

una re<strong>la</strong>ción expresa con nosotros mismos. Pero <strong>la</strong> conceptualidad <strong>de</strong> Hei<strong>de</strong>gger pese a<br />

su elevada fuerza y su carácter ape<strong>la</strong>tivo no carece <strong>de</strong> peligro. Y este peligro estimamos<br />

verlo en que <strong>de</strong> antemano se hace uso <strong>de</strong> <strong>la</strong> lógica <strong>de</strong>l Cada vez, que va contra el uso<br />

habitual y que, sin embargo, se pue<strong>de</strong> confundir con él. ¿Qué significa “ser-en-cadacaso-mío”<br />

Críticos malintencionados y poco pensantes le han objetado a Hei<strong>de</strong>gger<br />

que el ser-en-cada-caso-mío sería una l<strong>la</strong>na trivialidad. Yo no sólo tendría cada vez mi<br />

<strong>existencia</strong>, sino también mi cabeza, mis extremida<strong>de</strong>s. Todo aquello sería igual “en cada<br />

caso mío”. Y también el animal tendría en cada caso su cuerpo, el elefante en cada caso<br />

su trompa y el asno en cada caso su co<strong>la</strong>. El animal naturalmente no podría explicar<br />

aquello como su “propiedad”; esto sería asunto <strong>de</strong>l ser humano. Sólo el humano podría<br />

9 Martin Hei<strong>de</strong>gger, Sein und Zeit, Tubingen 1977, 41 f. (Ser y Tiempo, p.67). La cursiva <strong>de</strong> “en-cadacaso”,<br />

en <strong>la</strong> primera oración, no se encuentra en el texto <strong>de</strong> Hie<strong>de</strong>gger, sí en <strong>la</strong> trascripción <strong>de</strong> Fink.<br />

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