Fenómenos fundamentales de la existencia ... - cristobal holzapfel
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Eugen Fink<br />
Fenómenos <strong>fundamentales</strong> <strong>de</strong> <strong>la</strong> <strong>existencia</strong> humana /extracto/<br />
entendida como lugar para <strong>la</strong> esencia “supra-real”. La escena tiene representatividad, <strong>la</strong>s<br />
tab<strong>la</strong>s <strong>de</strong>l escenario significan al mundo. Por lo pronto, el “mundo humano”, <strong>la</strong> totalidad<br />
<strong>de</strong> <strong>la</strong> <strong>existencia</strong>, más allá <strong>de</strong> eso quizás <strong>la</strong> totalidad <strong>de</strong>l ser todo, con respecto a <strong>la</strong> cual el<br />
hombre constantemente se comporta. El espectáculo es esencialmente un ejemplo, un<br />
paradigma, una representación ejemp<strong>la</strong>r <strong>de</strong> aquello que y cómo somos. La ejemp<strong>la</strong>ridad<br />
<strong>de</strong>l juego humano radica en el hacerse presente para sí misma, dotado <strong>de</strong> sentido, <strong>de</strong> <strong>la</strong><br />
<strong>existencia</strong> en todos sus ámbitos vitales. Porque el hombre tiene <strong>la</strong> capacidad <strong>de</strong>l juego<br />
pue<strong>de</strong> mirarse, ganar <strong>la</strong> imagen <strong>de</strong> <strong>la</strong> propia vida en todas sus alturas y profundida<strong>de</strong>s,<br />
mucho antes <strong>de</strong> que comience a reflexionar sobre sí y aprehenda <strong>la</strong> verdad <strong>de</strong> su<br />
<strong>existencia</strong> [Existenz] en el concepto. El juego refleja imaginariamente y trae ya <strong>la</strong><br />
esencia al aparecer ante el comportamiento expreso <strong>de</strong>l pensar. El hombre como hombre<br />
es ontológicamente un comportamiento. No semeja una cosa que primero esté en lo <strong>de</strong><br />
sí y en sí, y que recién entonces se encuentre a<strong>de</strong>más en re<strong>la</strong>ciones. El mo<strong>de</strong>lo<br />
categorial <strong>de</strong> <strong>la</strong> sustancia no se ajusta al ser humano. Él es como re<strong>la</strong>ción, en tanto<br />
re<strong>la</strong>ción a sí y a <strong>la</strong>s cosas y al mundo, es en tanto autore<strong>la</strong>ción, re<strong>la</strong>ción con-<strong>la</strong>-cosa y<br />
re<strong>la</strong>ción con-el-mundo – es en el espacio y se comporta con respecto a lo patrio y lo<br />
extraño, es en el tiempo y se comporta con respecto a su propia transitoriedad, está<br />
genérica-sexualmente condicionado y se comporta con respecto a <strong>la</strong> propia sexualidad<br />
en el pudor y en <strong>la</strong> impronta institucional (matrimonio, familia). Culto a los muertos,<br />
trabajo, dominio, amor – todos ellos son modos <strong>fundamentales</strong> <strong>de</strong>l autocomportarse<br />
humano. El juego es el comportamiento con respecto al ser dotado <strong>de</strong> comportamiento<br />
<strong>de</strong>l hombre. Todos los modos <strong>fundamentales</strong> <strong>de</strong> <strong>la</strong> <strong>existencia</strong> están trabados entre sí, si<br />
bien el juego los refleja en sí a todos, incluso a sí mismo. Esto reve<strong>la</strong> su jerarquía <strong>de</strong><br />
todo peculiar. Con el fundamental carácter <strong>de</strong> presentación <strong>de</strong>l juego se vincu<strong>la</strong> también<br />
el que pueda realizar el tiempo <strong>de</strong> otro modo que los <strong>de</strong>más fenómenos <strong>fundamentales</strong><br />
<strong>de</strong> <strong>la</strong> humana <strong>existencia</strong>. La inminencia <strong>de</strong> <strong>la</strong> muerte ensombrece todo hacer y <strong>de</strong>jar <strong>de</strong><br />
hacer humano. La medida <strong>de</strong>l tiempo nos está dada aunque no lo sepamos. Visto en <strong>la</strong><br />
perspectiva <strong>de</strong>l último instante, todas <strong>la</strong>s horas, días y años sólo están como ocultas. En<br />
trabajo y lucha se llena el tiempo vital humano con acciones y actitu<strong>de</strong>s menesterosas y<br />
cargadas <strong>de</strong> una necesidad necesaria; estamos sin cesar siendo interpe<strong>la</strong>dos. Y lo mismo<br />
vale para el amor, que quizás es <strong>la</strong> ocupación <strong>de</strong> <strong>la</strong> <strong>existencia</strong> más difícil, que no se<br />
pue<strong>de</strong> apren<strong>de</strong>r y que está en constante frustración.<br />
Sólo el juego tiene “tiempo libre”. El problema <strong>de</strong> juego y tiempo libre es<br />
discutido frecuentemente <strong>de</strong> modo p<strong>la</strong>no, es concebido preferentemente como <strong>la</strong><br />
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