Fenómenos fundamentales de la existencia ... - cristobal holzapfel
Fenómenos fundamentales de la existencia ... - cristobal holzapfel
Fenómenos fundamentales de la existencia ... - cristobal holzapfel
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
Eugen Fink<br />
Fenómenos <strong>fundamentales</strong> <strong>de</strong> <strong>la</strong> <strong>existencia</strong> humana /extracto/<br />
<strong>la</strong> danza <strong>de</strong> <strong>la</strong> luz sobre <strong>la</strong> faz <strong>de</strong> <strong>la</strong>s o<strong>la</strong>s, perfi<strong>la</strong>das <strong>de</strong> mil maneras, jamás está<br />
“<strong>de</strong>sligada”, jamás [es] “libre”, no es un movimiento creador librado a sí mismo. Aquí<br />
dominan unívoca e inquebrantablemente <strong>la</strong>s leyes ópticas; los efectos <strong>de</strong> luz son en tan<br />
escasa medida un “juego” como <strong>la</strong>s crestas <strong>de</strong> <strong>la</strong>s o<strong>la</strong>s, con sus rompientes coronas <strong>de</strong><br />
espuma, son los potros <strong>de</strong> b<strong>la</strong>nca melena <strong>de</strong> Poseidón. Un alma soñadora, sumergida en<br />
<strong>la</strong> bel<strong>la</strong> apariencia, pue<strong>de</strong> utilizar aquí <strong>la</strong>s metáforas poéticas con ingenua potestad –<br />
pero no el hombre que piensa, compren<strong>de</strong> y hace ciencia, o que se <strong>la</strong>s ha con el<br />
concepto filosófico <strong>de</strong>l juego. Pero con ello no quiere <strong>de</strong>cirse que no podría o no <strong>de</strong>bería<br />
haber una transposición con sentido <strong>de</strong>l pensamiento <strong>de</strong>l juego al ente extrahumano.<br />
Don<strong>de</strong> se realiza una extrapo<strong>la</strong>ción metafórica o acaso simbólica <strong>de</strong>l juego, más allá <strong>de</strong>l<br />
ámbito <strong>de</strong>l ser humano, tiene que ser críticamente ac<strong>la</strong>rado y probado el <strong>de</strong>recho,<br />
sentido y alcance <strong>de</strong> una tal transposición <strong>de</strong> límites. Pero <strong>de</strong> ninguna manera está<br />
permitido entregarse al manierismo semipoético <strong>de</strong> <strong>la</strong> contemp<strong>la</strong>ción natural estetizante.<br />
El problema <strong>de</strong>l “antropomorfismo” es tan antiguo como el esfuerzo conceptual<br />
ontológico y cosmológico <strong>de</strong> <strong>la</strong> filosofía occi<strong>de</strong>ntal. La comprensión <strong>de</strong>l ser y <strong>de</strong>l<br />
mundo, que nosotros po<strong>de</strong>mos ganar, será siempre e inexorablemente una <strong>de</strong> tipo<br />
humana, es <strong>la</strong> comprensión <strong>de</strong>l ser y <strong>de</strong>l mundo <strong>de</strong> una criatura finita, que nace, que<br />
ama, que procrea y da a luz, que trabaja y lucha, que juega y que muere. Parméni<strong>de</strong>s el<br />
eleata hizo el intento <strong>de</strong> pensar el ser sólo <strong>de</strong>s<strong>de</strong> sí mismo y, por otra parte, exponer <strong>la</strong><br />
comprensión humana <strong>de</strong> ser como una na<strong>de</strong>ría y presa <strong>de</strong> ilusiones, en cierto modo, <strong>de</strong><br />
ver pensantemente con los ojos <strong>de</strong> un dios. Pero al mismo tiempo quedó su pensamiento<br />
atado a un camino, a un hodos dizesios (Frg.2), a un camino <strong>de</strong> <strong>la</strong> investigación. Lo<br />
mismo vale para Hegel que reinterpretó el camino <strong>de</strong>l pensar humano en un camino <strong>de</strong>l<br />
ser que se autoconoce en el hombre y a través <strong>de</strong>l hombre. El antropomorfismo no está<br />
aún superado cuando se renuncia al ingenuo lenguaje imaginario con el propósito <strong>de</strong><br />
una conceptualización más rigurosa. Nuestra cabeza, el cerebro pensante, no es menos<br />
humano que nuestros órganos <strong>de</strong> los sentidos.<br />
Para el problema <strong>de</strong>l juego esto significa ahora que él es una estructura<br />
ontológica <strong>de</strong>l hombre y una vía <strong>de</strong> ontología humana. Las re<strong>la</strong>ciones que yacen aquí<br />
entre juego y comprensión <strong>de</strong>l ser pue<strong>de</strong>n recién ser tenidas a <strong>la</strong> vista cuando el<br />
fenómeno <strong>de</strong>l juego humano se haya interpretado suficientemente en su constitución<br />
estructural. Nuestro análisis, hasta aquí, ha renunciado <strong>de</strong> antemano a aquel modo <strong>de</strong><br />
contemp<strong>la</strong>ción poetizante, que cree encontrar fenómenos lúdicos por doquier don<strong>de</strong> un<br />
<strong>de</strong>satado discurso ingenuo, en su antropomorfismo, hab<strong>la</strong> <strong>de</strong> juegos a modo <strong>de</strong> símil,<br />
234