Fenómenos fundamentales de la existencia ... - cristobal holzapfel
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Eugen Fink<br />
Fenómenos <strong>fundamentales</strong> <strong>de</strong> <strong>la</strong> <strong>existencia</strong> humana /extracto/<br />
fértil <strong>de</strong> su ser. Es <strong>la</strong> l<strong>la</strong>ma que se abre hacia lo alto <strong>de</strong> nuestro fuego vital, que nos<br />
arrastra hacia lo in-finito, pero que también se extingue. Nos arranca <strong>de</strong> lo<br />
acostumbrado, <strong>de</strong> <strong>la</strong> marcha <strong>de</strong> lo cotidiano y él mismo es aterrador. Es un po<strong>de</strong>r<br />
<strong>de</strong>moníaco. Irrumpe inadvertidamente en nuestra vida. No se lo pue<strong>de</strong> l<strong>la</strong>mar, organizar<br />
ni forzar. Eso tiene <strong>de</strong> común con <strong>la</strong> muerte, que asalta súbita e inesperadamente. No<br />
preten<strong>de</strong>mos exp<strong>la</strong>yar aquí una psicología <strong>de</strong>l “famoso sentimiento”, discutiendo<br />
sentimentalismos. Cada cual conoce bien, <strong>de</strong> algún modo, el p<strong>la</strong>cer agridulce <strong>de</strong>l amor,<br />
aquel ansiar enigmático que arrastra a dos seres humanos, el uno hacia el otro. Se trata<br />
<strong>de</strong> captar el sentido <strong>de</strong> Eros conforme al existir, el modo <strong>de</strong> <strong>existencia</strong> [Existenz] <strong>de</strong>l ser<br />
humano en el “género”. Ahora bien, se podría objetar inmediatamente que Eros no sería<br />
en el mismo sentido un fenómeno fundamental como <strong>la</strong> muerte, como el trabajo y como<br />
el dominio, pues no pertenecería a cada existente. Él sería un don <strong>de</strong> <strong>la</strong> vida <strong>de</strong>l que no<br />
todo hombre participa – y que tampoco todo hombre quisiera asumir. Habría pues<br />
suficientes formas <strong>de</strong> vidas realizadas en <strong>la</strong> sociedad humana, que no tendrían, en<br />
absoluto, nada que ver con Eros. El monje, por ejemplo, da prueba <strong>de</strong> que Eros no sería<br />
un fenómeno fundamental. Ahora bien, se pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>cir algo análogo también <strong>de</strong>l trabajo<br />
y el dominio. La muerte en todo caso lleva a cada cual y no olvida a nadie. La<br />
institución <strong>de</strong> <strong>la</strong> esc<strong>la</strong>vitud posibilita para los señores un vivir sin trabajo. Pero hemos<br />
visto cómo estos señores, <strong>de</strong> todos modos, <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>n indirectamente <strong>de</strong>l trabajo. Pue<strong>de</strong><br />
que el monje mismo no le conceda un espacio al Eros en su vida, aún así él ha llegado<br />
recién, a través <strong>de</strong>l Eros, a <strong>la</strong> <strong>existencia</strong>, en <strong>la</strong> que él contradice al po<strong>de</strong>r que lo ha<br />
puesto. En general cada <strong>existencia</strong> humana está vincu<strong>la</strong>da en su origen con Eros. Lo que<br />
nace <strong>de</strong> <strong>la</strong> hembra es engendrado por el macho, tiene padre y madre.<br />
¿Qué caracteres peculiares <strong>de</strong>l ser humano son estos: macho y hembra ¿Son<br />
precisamente improntas <strong>de</strong> <strong>la</strong> diferenciación sexual general que domina <strong>de</strong> punta a cabo<br />
el reino animal superior Naturalmente esto no pue<strong>de</strong> ser negado, pero con ello no se ha<br />
entendido todavía nada <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r <strong>existencia</strong>l humano <strong>de</strong> Eros. El hombre no es, en<br />
absoluto, primariamente un ente indistinto; una personalidad, un alma, una libertad, una<br />
inteligencia. En <strong>la</strong> medida en que el análisis <strong>existencia</strong>l se orienta preferentemente<br />
según el “ser-sí-mismo”, se omite una profunda grieta en los fundamentos <strong>de</strong> lo<br />
humano. “El” ser humano es siempre un macho o una hembra. Macho y hembra son<br />
persona, son alma, libertad e inteligencia – pero el ser macho y el ser hembra <strong>de</strong>termina<br />
por completo el modo como ellos son en cuanto tales. La <strong>existencia</strong> humana no es<br />
isomorfa en ambos sexos, el sexo no es un carácter externo, dado conjuntamente con<br />
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