Fenómenos fundamentales de la existencia ... - cristobal holzapfel
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Eugen Fink<br />
Fenómenos <strong>fundamentales</strong> <strong>de</strong> <strong>la</strong> <strong>existencia</strong> humana /extracto/<br />
es difícil en su caso separarlos <strong>de</strong> <strong>la</strong> actual autointerpretación, que ellos requieren para<br />
su afirmación y dirigir a ellos preguntas filosóficas.<br />
Comenzamos por <strong>de</strong> pronto con un preconcepto ingenuo <strong>de</strong> trabajo. El trabajo<br />
no se <strong>de</strong>ja realmente “<strong>de</strong>finir”; no po<strong>de</strong>mos explicar el trabajo <strong>de</strong>s<strong>de</strong> otra parte,<br />
subsumirlo como caso particu<strong>la</strong>r <strong>de</strong> algo general. Ello muestra <strong>de</strong>s<strong>de</strong> ya que es un<br />
“fenómeno fundamental”. No es <strong>de</strong>rivable sino que, más bien, está trabado con otros<br />
fenómenos <strong>fundamentales</strong> en el tejido <strong>de</strong> nuestra <strong>existencia</strong>. Lo que es el trabajo lo<br />
enten<strong>de</strong>mos <strong>de</strong> antemano; pero <strong>de</strong> ninguna manera po<strong>de</strong>mos <strong>de</strong>cir que nuestro<br />
entendimiento lo penetra completamente. La profunda extrañeza <strong>de</strong>l trabajo humano por<br />
lo general se nos sustrae, porque difícilmente somos capaces <strong>de</strong> tener <strong>la</strong> distancia <strong>de</strong>l<br />
asombrarse. Por lo general nos encontramos sumidos ya en cualesquiera “trabajos” y<br />
“negocios”, inmersos en cosas simi<strong>la</strong>res, ocupados <strong>de</strong>l quehacer; no tenemos tiempo<br />
para reflexionar sobre el trabajo. En el trabajo se exige suficiente esfuerzo, no sólo <strong>de</strong><br />
<strong>la</strong>s manos, sino también <strong>de</strong> <strong>la</strong> cabeza; atención y aplicación <strong>de</strong> conocimientos y<br />
habilida<strong>de</strong>s atraviesan el curso <strong>la</strong>boral. Se piensa quizás cómo mejorar el<br />
procedimiento, cómo racionalizar los métodos <strong>la</strong>borales, cómo pue<strong>de</strong>n incrementarse<br />
<strong>la</strong>s utilida<strong>de</strong>s. Pero normalmente no se <strong>de</strong>rrocha ningún pensamiento sobre <strong>la</strong> esencia<br />
<strong>de</strong>l trabajo. Eso parece una ocupación ociosa para ociosos, que miran al otro trabajar y<br />
que se hacen pensamientos <strong>de</strong> alto vuelo sobre ello. Así más o menos es <strong>la</strong> típica<br />
reacción <strong>de</strong>l hombre ingenuo contra <strong>la</strong> presunción <strong>de</strong> reflexionar sobre el trabajo. Esta<br />
aserción carece <strong>de</strong> una arista polémica. Tan sólo muestra que el modo humano <strong>de</strong> existir<br />
en el espacio <strong>de</strong>l “trabajo”, por <strong>de</strong>cirlo así, repele <strong>la</strong> sensatez <strong>de</strong> una reflexión sobre su<br />
propia esencia. Esto no sólo vale para el trabajo manual, que está colmado <strong>de</strong> un pesado<br />
esfuerzo corporal. También vale para <strong>la</strong>s activida<strong>de</strong>s intelectuales, especialmente <strong>de</strong><br />
carácter técnico, también para <strong>la</strong>s ciencias operadas técnicamente. A <strong>la</strong> realización<br />
<strong>la</strong>boral le es propio un sesgo singu<strong>la</strong>r; absorbe al hombre trabajador, no le permite <strong>la</strong><br />
distancia <strong>de</strong> una contemp<strong>la</strong>ción morosa. Por ello una reflexión realizada aquí tiene que<br />
imponerse a <strong>la</strong> ten<strong>de</strong>ncia a <strong>la</strong> cerrazón <strong>de</strong>l trabajo.<br />
¿Cómo enten<strong>de</strong>mos inmediata y muy generalmente el trabajo ¿Bajo qué<br />
aspectos se nos presenta Y bien, resulta c<strong>la</strong>ro <strong>de</strong>cir que los aspectos <strong>de</strong>l trabajo no sólo<br />
son múltiples, sino con frecuencia fuertemente contrarios. Se nos presenta, acaso, como<br />
fatiga, como servidumbre, como carga – o como manifestación <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r humano, como<br />
expresión <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r creativo; se presenta como “maldición” – o como “bendición”,<br />
como un mal necesario, inevitable – o como “<strong>la</strong> esencia <strong>de</strong>l hombre, que se prueba a sí<br />
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