Fenómenos fundamentales de la existencia ... - cristobal holzapfel
Fenómenos fundamentales de la existencia ... - cristobal holzapfel
Fenómenos fundamentales de la existencia ... - cristobal holzapfel
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
Eugen Fink<br />
Fenómenos <strong>fundamentales</strong> <strong>de</strong> <strong>la</strong> <strong>existencia</strong> humana /extracto/<br />
fin, está abierto y franco para <strong>la</strong> transitoriedad <strong>de</strong> todas <strong>la</strong>s cosas en general, tiene el<br />
“rostro-<strong>de</strong>-Casandra”, ve en cada florecer el marchitar, en cada ascenso ya el <strong>de</strong>scenso.<br />
Esto lo separa <strong>de</strong>l animal y <strong>de</strong> Dios. Él no está tan cobijado en lo transitorio como el<br />
animal, y no está tan separado <strong>de</strong> lo transitorio como Dios. Él se sostiene en el viento<br />
cortante <strong>de</strong> <strong>la</strong> transitoriedad, él es mayormente el ser que se esfuma entre <strong>la</strong>s cosas que<br />
se esfuman. Estamos abiertos al transcurrir universal y no concebimos nunca empero<br />
cómo “lo ente” en general pue<strong>de</strong> finalizar; nuestra comprensión <strong>de</strong>l ser está tensada por<br />
esta escisión hasta el <strong>de</strong>sgarro. Las cosas no vivas se <strong>de</strong>sintegran, el animal y <strong>la</strong> p<strong>la</strong>nta<br />
“se extinguen”. La nada tiene un carácter intramundano fundamental en el finalizar <strong>de</strong><br />
lo inorgánico y lo orgánico, constituye aquí el modo <strong>de</strong> ser <strong>de</strong> unos entes fenoménicos.<br />
De otro modo en el hombre: <strong>la</strong> muerte irrumpe – para los sobrevivientes – en <strong>la</strong><br />
dimensión secreta <strong>de</strong>l ausentarse; <strong>la</strong> nada, a <strong>la</strong> cual el moribundo se retira, no es una<br />
nada fenoménica. La muerte humana recién le da al discurso <strong>de</strong>l “más allá” un sentido:<br />
el más allá es más allá <strong>de</strong>l mundo fenoménico. Diferencias significativas encontramos<br />
con respecto a <strong>la</strong> muerte propia y ajena, privada y pública, solitaria y colectiva-social.<br />
Estas diferencias quedaron en todo caso sólo en una caracterización provisoria, no se<br />
<strong>de</strong>sarrol<strong>la</strong>ron explícitamente <strong>de</strong> manera suficiente. Se trataba, empero, para nosotros<br />
sobretodo <strong>de</strong>l anuncio <strong>de</strong> problemas. Y así llegó a ser especialmente importante <strong>la</strong><br />
posibilidad doble que radica en <strong>la</strong> re<strong>la</strong>ción humana con <strong>la</strong> muerte, <strong>de</strong> enten<strong>de</strong>r <strong>la</strong> muerte<br />
como insuperable agudización <strong>de</strong>l ais<strong>la</strong>miento humano o como <strong>la</strong> liberación <strong>de</strong> <strong>la</strong><br />
<strong>existencia</strong> singu<strong>la</strong>r separada. La significación metódica <strong>de</strong>l análisis <strong>de</strong> <strong>la</strong> muerte<br />
<strong>de</strong>scansa en que no sólo se ha traído a luz un rasgo fundamental <strong>de</strong>l existir humana, que<br />
no se encuentra ni en el animal ni en el dios, sino sobre todo se ha apuntado a una<br />
tensión inaudita y a una profundidad enigmática <strong>de</strong> <strong>la</strong> comprensión humana <strong>de</strong>l Ser, <strong>de</strong><br />
<strong>la</strong> verdad y <strong>de</strong>l mundo. La muerte, entonces no es sólo una estructura <strong>existencia</strong>l, no<br />
toca al hombre tan sólo en su puro para sí, sino al comportamiento humano íntegro<br />
respecto <strong>de</strong> ser, verdad y mundo. La comprensión <strong>de</strong> ser está perturbada por <strong>la</strong> muerte,<br />
porque no sacamos nada en limpio con el pensamiento <strong>de</strong> que lo ente pudiera<br />
convertirse en no-ser – que nosotros mismos, que estamos ciertos, tan<br />
inconfundiblemente ciertos <strong>de</strong> nuestra propia realidad, súbitamente pudiéramos per<strong>de</strong>r<br />
nuestro ser. La verdad es inmediatamente para nosotros el <strong>de</strong>socultamiento <strong>de</strong> cosas<br />
limitadas, <strong>de</strong>terminadas por contornos; <strong>la</strong> verdad es habitualmente <strong>la</strong> verdad sobre lo<br />
finito. El principio <strong>de</strong> no-contradicción, el principio teorético fundamental <strong>de</strong> <strong>la</strong> verdad,<br />
formu<strong>la</strong> – en <strong>la</strong> versión <strong>de</strong> Aristóteles – <strong>la</strong> re<strong>la</strong>ción <strong>de</strong> <strong>la</strong> verdad con cualesquiera entes.<br />
122