Fenómenos fundamentales de la existencia ... - cristobal holzapfel
Fenómenos fundamentales de la existencia ... - cristobal holzapfel
Fenómenos fundamentales de la existencia ... - cristobal holzapfel
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
Eugen Fink<br />
Fenómenos <strong>fundamentales</strong> <strong>de</strong> <strong>la</strong> <strong>existencia</strong> humana /extracto/<br />
el universo todos los campos <strong>de</strong> objetos <strong>de</strong> <strong>la</strong> investigación científica En cada ciencia<br />
particu<strong>la</strong>r resuena <strong>la</strong> re<strong>la</strong>ción trinitaria con el ser, <strong>la</strong> verdad, y el mundo, aunque <strong>la</strong><br />
mayoría <strong>de</strong> <strong>la</strong>s veces lo haga <strong>de</strong> manera inexpresa y oculta. Y así se podría encontrar, <strong>de</strong><br />
hecho, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> cualquier ciencia particu<strong>la</strong>r un acceso a <strong>la</strong> filosofía. Sin embargo, <strong>la</strong><br />
filosofía no se agota en ser el suelo materno <strong>de</strong> <strong>la</strong>s ciencias particu<strong>la</strong>res, en<br />
“fundamentar” a éstas <strong>de</strong> modo ontológico, teorético-verda<strong>de</strong>ro, y cosmológico. Por<br />
más significativo que pueda llegar a ser el problema <strong>de</strong> <strong>la</strong> re<strong>la</strong>ción entre filosofía y<br />
ciencia, es, sin embargo, <strong>la</strong> función vital <strong>de</strong> <strong>la</strong> filosofía en <strong>la</strong> totalidad <strong>de</strong> <strong>la</strong> <strong>existencia</strong> 1<br />
humana, una aún más originaria. La filosofía es también posible y necesaria en una<br />
forma <strong>de</strong>l vivir humano, el cual en su re<strong>la</strong>ción fundamental con <strong>la</strong> realidad aún no está<br />
<strong>de</strong>terminado por <strong>la</strong> ciencia. También una <strong>de</strong>terminada época que aún es ampliamente<br />
mítica pue<strong>de</strong> filosofar. “Filosofía”, en el sentido vago y corriente <strong>de</strong> <strong>la</strong> pa<strong>la</strong>bra, acontece<br />
doquiera el hombre cavi<strong>la</strong> sobre sí, doquiera se queda consternado ante <strong>la</strong><br />
incomprensibilidad <strong>de</strong> su ser-aquí, doquiera <strong>la</strong>s preguntas por el sentido <strong>de</strong> <strong>la</strong> vida<br />
emergen <strong>de</strong>s<strong>de</strong> su corazón acongojado y trémulo. De este modo se le ha cruzado <strong>la</strong><br />
filosofía casi a cada hombre alguna vez – como un sobresalto que nos estremece <strong>de</strong><br />
súbito, como una aflicción y me<strong>la</strong>ncolía al parecer sin fundamento, como pregunta<br />
inquieta, como una sombra oscura sobre nuestro paisaje vital. Alguna vez toca a cada<br />
quien, tiene muchos rostros y máscaras, conocidas e inquietantes, y tiene para cada uno<br />
una propia voz, con <strong>la</strong> cual lo l<strong>la</strong>ma.<br />
De todos modos, el encuentro con <strong>la</strong> filosofía tiene para <strong>la</strong> mayoría <strong>de</strong> los seres<br />
humanos sólo un carácter fugaz; es, en cierto modo, un “re<strong>la</strong>mpagueo”, un <strong>de</strong>stello <strong>de</strong><br />
una posibilidad fundamental <strong>de</strong> nuestra <strong>existencia</strong>, encubierta y por lo general<br />
reprimida. El torbellino <strong>de</strong> <strong>la</strong>s ocupaciones, <strong>de</strong> los intereses y pasiones, <strong>la</strong> actividad<br />
cotidiana, <strong>la</strong>s preocupaciones, menesteres, <strong>la</strong>s alegrías y p<strong>la</strong>ceres nos apresan, y no<br />
<strong>de</strong>jan espacio para una meditación reflexiva que vaya a lo profundo, que “se dirija al<br />
fundamento”. Debido, sin embargo, a que el filosofar es una posibilidad esencial <strong>de</strong>l ser<br />
humano, a cada hombre le es conocida <strong>de</strong>s<strong>de</strong> <strong>de</strong>ntro, aunque sólo en una oscura<br />
sospecha. Nadie necesita ser conducido al filosofar, por así <strong>de</strong>cirlo, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> fuera, como<br />
se es conducido a veces, en <strong>la</strong>s ciencias particu<strong>la</strong>res, a objetos hasta entonces totalmente<br />
1 En español los términos alemanes ‘Dasein’ y ‘Existenz’ se traducen por ‘<strong>existencia</strong>’. Se nos presenta<br />
con ello una dificultad simi<strong>la</strong>r a <strong>la</strong> que concierne también a textos <strong>de</strong> Hei<strong>de</strong>gger o <strong>de</strong> Jaspers, y en cada<br />
caso ambos términos adoptan matices distintos. Fink usa, en general, el término ‘Dasein’ y sólo<br />
excepcionalmente ‘Existenz’. Por lo mismo, toda vez que aparezca esta última pa<strong>la</strong>bra pondremos el<br />
alemán entre paréntesis cuadrados. El mismo paréntesis será ocupado en <strong>la</strong>s pocas adiciones que el<br />
traductor se ha visto obligado a hacer. (N. <strong>de</strong> <strong>la</strong> T.)<br />
10