Descarga - Colegio de Historia P9 - UNAM

Es ampliamente conocido que en el segundo semestre de 1914, una vez destruido
el antiguo régimen político porfiriano, se abrió una grave disensión entre las fuerzas
revolucionarias que lo habían combatido. Por una parte el Ejército Libertador del Sur, a
cuyo frente Emiliano Zapata enarbolaba un programa de reforma agraria inmediata. Por
otra el Primer Jefe del Ejército Constitucionalista, Venustiano Carranza, que quería dar
prioridad a la fundación de un nuevo orden político basado en la Constitución de 1857. Y
en el seno de ese mismo Ejército, Francisco Villa y su División del Norte se desprendieron
de la obediencia al Primer Jefe para plantear otra vía de satisfacción a los reclamos
populares.
El primer día de octubre se inauguró la Convención en la capital de México. A
juzgar por la prensa de la época, esta apertura motivó gran interés entre la población, que
esperaba de ella tanto la paz definitiva, como las definiciones del curso constructivo de la
revolución. Mediante el desplante teatral de presentar su renuncia a la primera jefatura,
Carranza logró rápidamente que la asamblea lo ratificara como encargado del poder
ejecutivo. 102 Sin embargo, sus problemas distaban de haber terminado. La escasa o nula
representación villista y zapatista en la asamblea restaba significado y utilidad a la
reunión. Por tal motivo, el Gral. Obregón y muchos de los delegados presionaron para que
las condiciones se modificaran a manera de incluir a los representantes de las facciones
campesinas.
Entonces la Convención se trasladó según lo acordado, estableciéndose en la
ciudad de la que tomaría su nombre ―“Convención de Aguascalientes”― a pesar de
haber estado ahí apenas uno de los 19 meses que duró en total. 103 El Gral. Antonio I.
102 El liberal, 4 de octubre de 1914, p. 1:
Por aclamación unánime, la Convención ratifica la jerarquía otorgada al Sr. Carranza
como 1er. Jefe del Ejército Constitucionalista y encargado del Poder Ejecutivo de la
Unión. Los gobernadores de los estados, generales y jefes con mando que
concurrieron a la Convención, no aceptaron la renuncia del Sr. Carranza. Patriótico e
interesante informe del Primer Jefe.
103 El liberal, 12 de octubre de 1914, p. 1:
Entre los acordes del himno nacional los delegados a la Convención militar de
Aguascalientes se juramentaron así: “Juremos todos respetar los acuerdos que se
dicten en esta Convención, y que haremos cuanto esté en nuestras manos para la
felicidad de la República”