Descarga - Colegio de Historia P9 - UNAM

Se estipulaba que las ordenanzas del mismo estarían basadas en las del de
Bilbao. Se le reconoció potestad en la gobernación (sic) de Veracruz y en la villa de
Jalapa, con diputaciones —delegaciones— que señalara el intendente de Veracruz.
Además de la protección y el fomento del comercio y la agricultura, era misión del
consulado estimular la introducción de “máquinas y herramientas ventajosas”, así
como la construcción de caminos y el doblamiento de comarcas desiertas. Los
gastos del tribunal se sufragarían con el cobro del derecho de avería, que el rey
concedió a tasa de uno y medio por ciento —más del doble de la que se había
solicitado originalmente.
En la misma orden vinieron los primeros nombramientos a los puestos del
consulado. Destacan entre ellos el de Andrés Gil de la Torre (prior), Manuel I. de
Miranda (primer cónsul), Tomás Murphy (teniente del segundo cónsul) y Juan
Bautista de Izaguirre (uno de los conciliarios). 44 Estos y otros compañeros
celebraron la ceremonia de fundación del cuerpo el 25 de abril del mismo año.
Entre las numerosas notas que enviaron para dar publicidad al acontecimiento,
44 La lista completa de los funcionarios es la siguiente:
Prior: Andrés Gil de la Torre (teniente, Manuel de Viya y Gibaja)
Primer cónsul: Miguel I de Mirandas (teniente, José I. Pabón, sic)
Segundo cónsul: Remigio Fernández (teniente, Tomás Murphy)
Conciliarios: Tomás Aguirre, Manuel del Valle, Pedro Miguel de Echeverría, Pedro de Garay y Llano,
Juan Manuel Muñoz, Manuel García Romay, José I. de Uriarte, Juan B. de Izaquirre, Domingo de Miranda.
Síndico: Antonio María Fernández.
Secretario: Vicente Basadre.
Tesorero: Juan Donato de Austria.
Real orden de Carlos IV para la erección de un Consulado en Veracruz, 17 de enero de 1795, AGN,
ramo Consulados, 254:1.