Descarga - Colegio de Historia P9 - UNAM

de la migración china a los Estados Unidos afirmaba: “…emplean (los chinos) la agudeza de su
ingenio en inventar los medios más hábiles para adquirir la propiedad ajena; son dóciles no por
virtud, sino por abyección y cobardía… no viven sino con la esperanza de regresar a su tierra,
cuando la muerte les sorprende lejos de ella, sus compatriotas recojen (sic) el cadáver y lo remiten
a la China, cumpliendo con esto el mandato que para ellos es sagrado. ¡He aquí al chino! Cava la
tierra con trabajo, pero el sudor de su frente es estéril a la sociedad, a la familia y al individuo.” 143
Mientras que la editorial del Tráfico de Guaymas, Sonora, afirmaba categórica: “…el mongol es la
hormiga de la familia humana: para él la ociosidad es desconocida, pues labora de día y de
noche,…El talento comercial de los hijos del Celeste imperio es superior al de los judíos pues ahí
donde los israelitas sucumben en la lucha por la existencia, el mongol prospera y se enriquece.” 144
Lo llamativo de los argumentos, tanto del Diputado Castañeda, como de la editorial del Tráfico, es
que ambos coincidían que el chino era trabajador eficiente y que resultaba benéfico su traslado a
México pues no saldrían caros y además NO HECHARÍAN RAICEZ, y así esta “raza amarilla”, no
contribuiría a la tan ansiada “pureza racial” que acercaría a México al camino del desarrollo de
Europa y de los Estados Unidos. Es decir para los chinos se esperaba un “TRABAJAS Y TE VAS”. Ah,
que tiempos. Hasta parece que fue ayer…
A diferencia de otras comunidades los chinos se encontraron en una situación de desventaja ante
su posible protección de las hordas de revolucionarios que gustosos asaltaban tiendas y a la menor
provocación asesinaban a sus propietarios asiáticos. El Imperio Chino se encontraba sumergida en
sus propios conflictos revolucionarios y en la realidad nunca se presentó como un peligro hacia los
intereses mexicanos.
De igual forma los nexos comerciales sino-mexicanos eran más históricos que económicos, por lo
que el rompimiento de relaciones tampoco le arrancaba el sueño a la diplomacia mexicana. 145
Los chinos fueron ridiculizados, humillados y satanizados en todas las formas posibles y mientras
naciones como Francia y los Estados Unidos, protestaban en contra de las acciones xenofóbicas en
143 La Iberia, México, 1877, núm. 24, p.3.
144 El Tráfico de Guaymas, México, 1899, núm. 501, p.2.
145 Ver tesis de licenciatura y maestria de Fredy E. Cauich Carrillo.