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HOMENAJE
A LA DRA. ANDREA SÁNCHEZ QUINTANAR
EN EL X ENCUENTRO ACADÉMICO DE PROFESORES DE HISTORIA
DE LA ESCUELA NACIONAL PREPARATORIA. 2010.
Julieta Pérez Monroy
Plantel 8
Hace tres años, en el VII Encuentro de Profesores de Historia de la ENP, la Dra. Andrea Sánchez
Quintanar impartió una conferencia magistral que trató sobre el por qué y para qué de la Historia.
En aquella ocasión Andrea reafirmaba un concepto vertido por ella constantemente: que el
conocimiento de la historia es vital, dado que a través de él se puede alcanzar a ser un humano
pleno. Y de manera categórica declaró que los profesores de historia tienen la responsabilidad de
generar una conciencia histórica, que permita ubicarse en el espacio-tiempo y que pueda
convertirse en un factor de cambio. Sin embargo, reconoció que en estos tiempos de globalización
es más difícil ser maestro de historia, debido a la imposición de valores hegemónicos, a la carencia
de utopías y al creciente individualismo antisocial. Andrea no dejó fuera las presiones con las que
el profesor trabaja, ya sean las políticas educativas, las modas didácticas o las exigencias de
cumplimiento institucional. Así de golpe Andrea nos puso frente a un espejo en aquel 2007.

Esa es una de las habilidades que posee, abordar los problemas más complejos con un discurso
directo y sin rodeos, con un lenguaje claro y sencillo que utiliza lo mismo para dirigirse a un
auditorio, que a sus alumnos, a las autoridades, a los trabajadores y por supuesto, a sus amigos.
También tiene el don de la calidez y una paciencia muchas veces puesta a prueba, aunque siempre
está dispuesta a luchar por defender sus ideas y lo que considera justo.
En este 2010, en que los conocimientos de la historia y la enseñanza de la historia se revisan en
todo México, nuestra querida maestra está enferma. Pero esto no impide tenerla presente y
reconocer lo que le ha dado a la enseñanza de la historia y a la propia Universidad.
Andrea Sánchez Quintanar nació el 10 de septiembre de 1942, en la ciudad de México. Procede
de una familia involucrada en el magisterio. Su padre, don Modesto Sánchez y su madre, doña
Elvira Quintanar, eran maestros normalistas. Un recuerdo que divierte a Andrea es que en 1948,
cuando su padre era director de la Escuela Nacional de Maestros y fue amenazado de despido por
las autoridades, los estudiantes se fueron a huelga, por lo que, dice Andrea, ha sido la única huelga
en apoyo de un director. De sus padres recibió conocimientos, vocación para la docencia y valores
como la honestidad y la defensa de causas justas, mismos que ha aplicado a lo largo de su vida.
Andrea fue alumna de la Preparatoria, estudió en el plantel 5. Ahí tuvo como profesor de
historia a Eduardo Blanquel y antes, en la secundaria, había estudiado con José Mancisidor. Su
interés por el conocimiento de la historia se despertó desde muy joven. Y cuando ingresó a la
Facultad de Filosofía y Letras, recibió una formación sólida con maestros como Edmundo
O’Gorman, Ernesto de la Torre Villar, Juan A. Ortega y Medina, Josefina Zoraida Vázquez, Alfonso
García Ruiz y –quien ejerciera una influencia definitiva- Wenceslao Roces.

En 1966 Andrea se tituló y al año siguiente comenzó su trayectoria profesional como docente
de historia en la Escuela Nacional Preparatoria y en la Facultad de Filosofía y Letras. En esta última
ha impartido materias como Historiografía de México, Materialismo Histórico, Didáctica de la
Historia y diversos seminarios, tanto en licenciatura como en posgrado. Es encomiable que en su
trayectoria profesional ha dirigido más de cien tesis.
Muchos de los actuales profesores de historia de la Preparatoria hemos sido sus alumnos y
sabemos que Andrea ha dedicado la mayor parte de su tiempo a la docencia, con una actitud tan
comprometida, que durante muchos años sus estudios de posgrado quedaron relegados. No fue
sino en 1993 cuando obtuvo el grado de Maestra y apenas en 2000, el de Doctora.
Sus actividades docentes y de formación profesional no impidieron que Andrea participara en
otras actividades del oficio, con el compromiso que la caracteriza. Ha realizado diversas
investigaciones y ha participado en proyectos de investigación (UNAM, Colegio de México,
Biblioteca Nacional). Ha publicado numerosos artículos y capítulos de libros, así como obras
propias (como su tesis de doctorado, Reencuentro con la historia. Teoría y praxis de su enseñanza
en México, PAIDEIA, 2002). Ha participado en la organización de eventos académicos tanto
nacionales como internacionales y ha impartido incontables conferencias. Fue miembro fundador
de la Asociación de Historiadores Latinoamericanos y del Caribe (ADHILAC) en 1974, junto con
Juan Brom y Susy Castor, preocupados por la carencia de comunicación entre los historiadores de
la región. Es significativa la época de su creación dado que en muchos países prevalecían las
dictaduras militares. Andrea ocupó la presidencia de la sección México de 1979 a 1983, y cuando
ejercía ese cargo invitaba a sus alumnos a incorporarse en las actividades de la Asociación.
También ha ocupado cargos administrativos, fue Jefa del Fondo Reservado de la Biblioteca
Nacional, Secretaria Académica en la Facultad de Filosofía y Letras y, hasta hace poco,

Coordinadora del Programa de Posgrado de Historia en la misma Facultad. Todo esto sin contar los
cursos, seminarios y asesorías que ha impartido en otras instituciones, como en la Universidad
Iberoamericana o fuera de la capital, como en la Universidad Autónoma de Campeche o en el
Centro de Estudios de la Revolución Mexicana “Lázaro Cárdenas”, de Jiquilpan, Michoacán.
Sin embargo, lo que más nos ha acercado a los profesores del bachillerato con Andrea es su
Seminario de Titulación que instituyó en 1983. Gracias a él cientos de profesores lograron
terminar su tesis y presentar su examen profesional. Cuando fundó el Seminario había un rezago
en la titulación del profesorado de bachillerato. Por más de veinte años Andrea, no sólo conducía
las sesiones los sábados, sino que durante la semana leía los avances para entregarlos con
correcciones y sugerencias la siguiente semana. Además, daba su apoyo para facilitar los trámites
de titulación.
Su labor académica ha sido tan destacada que en 2002 fue galardonada con el
Premio
Universidad Nacional (Enseñanza en Ciencias Sociales). También ha recibido reconocimientos por
parte de los profesores a quienes ha beneficiado con sus enseñanzas y con su apoyo a la titulación.
Andrea ha sido homenajeada en la Escuela Nacional Preparatoria, en La Universidad Autónoma de
Chapingo y en la Facultad de Filosofía y Letras.
No se puede ofrecer una idea completa de quién ha sido Andrea si se omite su participación
comprometida en movimientos sociales y políticos. Cuando era estudiante de la Preparatoria se
involucró en el movimiento magisterial de 1958. Apenas comenzaba su carrera docente cuando
estalló el movimiento estudiantil de 1968 y la maestra Andrea respaldó a los estudiantes. En la
década de los setenta tuvo una participación destacada en la lucha por la creación de un sindicato
de trabajadores de la UNAM. Y en la misma época, iba por las calles hombro con hombro de sus
alumnos manifestando repudio hacia las dictaduras latinoamericanas.

Andrea, además de sus labores académicas ha tenido una vida plena como mujer. Durante años
tuvo una relación de pareja con el profesor Fausto Hernández Murillo, con quien compartió no
sólo afectos y vivencias personales, sino la organización del Seminario de Titulación, a la que
Fausto asistía puntual cada sábado. La pérdida del compañero significó un gran dolor para la
maestra y acarreó un quebranto en su salud. Pero su vida ha continuado en el sendero de la lucha,
de la búsqueda, de la creación y del despliegue de una gran capacidad afectiva.
Con admiración, cariño y respeto, los profesores de Historia de la Escuela Nacional Preparatoria
dedicamos su X Encuentro a la Dra. Andrea Sánchez Quintanar, y asumimos el reto que planteó en
aquella conferencia de 2007, de propiciar un conocimiento vital de la historia, que genere
conciencia social y sea capaz de transmitir la posibilidad de cambio en una dirección distinta a la
imperante, por imposible que parezca en las condiciones actuales.

X ENCUENTRO ACADÉMICO DE PROFESORES DE
HISTORIA DE LA ENP
Nombre: Mayra Santos Medina.
Institución de procedencia: Escuela Nacional Preparatoria.
Plantel No. 8 “Miguel E. Schulz”.
Título: Fernando VII, un rey entre dos tiempos.

Introducción.
En relación a los trabajos biográficos éstos ya han existido desde hace
mucho tiempo, sin embargo, en términos más formales dichos estudios se
retomaron a partir de la segunda década del siglo pasado y a través de ellos se
dio:
“una revalorización del actor social (individual y colectivo), no reducible
a la condición de dato o variable (o a la condición de representante
arquetípico de un grupo), sino caracterizado como sujeto de
configuración compleja y como protagonista de las aproximaciones que
desde las ciencias sociales se quiere hacer de la realidad social.” 1
Es decir, que al estudiar a un sujeto de manera particular se tiene que
entender que sus acciones personales resultan de un proceso complejo que
incluye formas de pensar, acontecimientos vividos, etc., de manera que la
intención de retomar a Fernando VII parte de dos intereses principales.
El primero de ellos es tratar de ver a través de la vida de este monarca
español el acontecer de una época, en este caso el primer tercio del siglo XIX. El
segundo, es que al conocer algunos aspectos de su vida podamos entender un
poco su forma de actuar ante los hechos que le tocaron vivir y ante esos
acontecimientos cabe preguntarse: ¿realmente Fernando VII tenía clara la
dimensión de lo que estaba ocurriendo en España y América, sobre todo en
términos ideológicos, ¿supo adecuarse a las nuevas circunstancias Aunque no
intento responder tajantemente estas dos cuestiones si quiero aventurar mi propia
conclusión respecto a estos puntos.
1 Joan J. Pujadas. “El método biográfico y los géneros de la memoria”. En: Revista de Antropología
Social. Consultada en línea: http://revistas.ucm.es. el 17 de mayo de 2010.

Desarrollo.
Fernando VII nació en el año de 1784, hijo de Carlos IV (reina de 1788 a
1808) y María Luisa de Parma 2 . A muy temprana edad se le destinó a ser el
sucesor en el trono lo cual le mereció una cuidadosa educación y vigilancia por
parte de sus tutores.
Sin embargo, en su vida adulta, al parecer las posibilidades de convertirse
en rey se complicarían por dos aspectos. Uno era que el propio Carlos IV dudaba
de la capacidad de su hijo para dirigir el reino por lo que casi no lo dejaba
participar de las decisiones de gobierno. Y el otro era que tuvo que vivir por mucho
tiempo bajo la sombra de Manuel Godoy quien, como válido de la corte, contaba
con poder ilimitado al tener la confianza del rey y la preferencia de la reina. Al
parecer, Fernando, pronto desarrollo un sentimiento de rivalidad contra éste
debido a diversas razones.
Una de ellas fue el título que se le otorgó como “Príncipe de la Paz” 3
distinción de la cual sólo gozaba hasta entonces Fernando como miembro directo
de la Casa Real. Otra fue que al contraer Godoy matrimonio con Doña María
Teresa de Borbón (2 oct. de 1797) al ser ésta hija del infante Don Luis, único
descendiente de Felipe V nacido en España, se le podía considerar con más
derechos al trono que al propio Fernando. 4
Infundados o no, los motivos que
2 Hija del infante Felipe, hermano de Carlos III y de Luisa Isabel, hija de Luis XV.
3 Esta distinción se le otorgó a Godoy por lograr firmar “La Paz de Basilea” tratados que acordaban
la paz entre Prusia, España y la Francia revolucionaria en 1795.
4 Sánchez Almeida, Angélica. Fernando VII: El deseado. Madrid, Alderabán Ediciones, 1999. p. 26.

iniciarían cierta rivalidad con el ministro español, el príncipe tendría años más
tarde la oportunidad de mostrarse abiertamente como su opositor de Godoy.
De los hechos que le tocaron vivir.
Desde muy temprana edad la vida de Fernando VII estuvo irrumpida por
diversos acontecimientos que trastocaron a España y a gran parte de Europa. Uno
de ellos fue la Revolución Francesa (1789) que, entre otras cosas, estableció un
nuevo sistema de gobierno y debilitó la figura de los monarcas tras la sentencia
dada a Luis XVI por parte de los revolucionarios, sin embargo el príncipe era muy
pequeño para entender claramente la dimensión de este hecho. Otros problemas
que afrontaría, resultado de la revolución, serían los subsecuentes conflictos
bélicos a los que España se vio sometida entre 1793 y 1805 (con Francia de 1793-
1795, con Inglaterra de 1796-1797 y con Portugal de 1802- 1805).
Pero fue hasta 1807 que comenzó a tener una participación más activa en
los asuntos relacionados con el gobierno dentro de la península española. La
situación al interior del reino (política llevada por Godoy respecto a las relaciones
con Francia) le llevó a colaborar en ese año en una conspiración contra su propio
padre que al ser descubierta le orilló a retractarse de dicha confabulación.
De nueva cuenta, en 1808, ante una nueva crisis logró que Carlos IV
abdicara el trono a su favor convirtiéndose así en el nuevo monarca español.
Como rey (marzo a mayo de 1808)- (1814- 1833) Fernando VII se vio inmerso de
dos graves inconvenientes de carácter político. Por un lado, la problemática que
se viviría en la península y por otro los acontecimientos en el territorio americano

desencadenados en buena medida por la ocupación de Francia a España y con
ello la imposición de un nuevo rey al trono español partir de 1808.
En cuanto a España es necesario tratar dos puntos. El primero es observar
cómo Fernando VII asumió su exilió el cual le llevó a permanecer a lo largo de seis
años, aproximadamente, en Valençay, Francia. Al parecer su posición ante esta
situación es ambigua ya que aunque llegó a tener noticias de la lucha que se
libraba en España por la ocupación francesa y sabiéndose prisionero de Napoleón
seguía mostrándose sumiso ante el emperador; por ejemplo cuando Napoleón
contrajo matrimonio con la archiduquesa María Luisa le envió una carta en la que
le proponía lo tomasen como su “hijo adoptivo”. Aunque supuestamente existen en
los Archivos Nacionales de Francia algunas cartas que demuestran cierta
correspondencia con algunos que deseaban su libertad.
El segundo punto, fue que la oposición al gobernante francés llevó a los
revolucionarios españoles a pensar en nuevas alternativas de gobierno 5 que muy
pronto desembocarían en la búsqueda del establecimiento de un régimen más
liberal, idea que se afianzaría con la promulgación de la Constitución de Cádiz en
1812.
A su regreso en 1814 Fernando ya no encontraría el mismo país y aunque
desconoció la constitución volviendo a restablecer una monarquía absoluta este
sistema de gobierno ya tenía los años contados. Por ejemplo, en 1817 estalló un
conflicto de carácter liberal en Barcelona al que le siguieron la conspiración de
5 Una Junta de Gobierno asume el control, después pasa a la Junta Suprema Central Gubernativa
de España constituida en Aranjuez en septiembre de 1808. La Junta Suprema convoca a las cortes
que dieron como resultado la promulgación de la Constitución de 1812.

Torrijos en Alicante, la de Polo en Madrid (1818) y la de Bisbal en el Palmar (1819)
y finalmente, el pronunciamiento de Rafael Riego en 1820 mediante el cual
Fernando se vio obligado a claudicar ante los liberales jurando la Constitución de
1812.
Ante la oposición de los grupos conservadores se restituyó nuevamente el
absolutismo en 1823 y el rey decretó nulas todas las disposiciones desde marzo
de 1820 hasta octubre de 1823. Entre 1823 hasta su muerte, en 1833, Fernando
se dedicó a luchar abiertamente contra los grupos liberales no sólo de España
sino de otras naciones Europeas.
Por lo que respecta a América todo parece indicar que menospreció los
movimientos libertarios ya que:
“prefería pensar que la emancipación estaba dominada y los focos
rebeldes eran exiguos y dispersos. Convencido de que la insurrección
se había producido como una reacción al régimen de la Junta y que la
lucha se extinguiría por sí sola una vez restaurado el absolutismo, el
24 de mayo de 1814 dirigió un mensaje a los súbditos americanos por
el que les informaba de su reinstauración al trono y los invitaba a
someterse: en ningún momento les ofreció la menor reforma ni tan solo
insinuó algún propósito de estudiar su situación política y social.” 6
Sólo se limitó a enviar una expedición de 10,000 hombres a cargo del
general Morillo a Sudamérica y otro ejército de menor importancia a México a las
órdenes de Liñán. La posición española fue un asunto que se quiso confiar al
intervencionismo de Francia, Rusia e Inglaterra, sin embargo ante la poca ayuda
recibida por estas naciones el rey dejó el conflicto a la suerte de las armas sin
6 María del Pilar Queralt. La vida y la época de Fernando VII. Barcelona, Editorial Planeta, 1999. p.
106.

decidirse a dar el paso decisivo del reconocimiento de los gobiernos insurgentes. 7
Pero no podemos atribuir del todo una actitud desinteresada del rey por mantener
los territorios a ultramar ya que indudablemente la situación financiera del reino
impidió en buena medida que se pudiera armar un ejército y una flota naval que
pudiera hacer frente a la cuestión americana.
Con todo y ello, la situación a la que se enfrentó Fernando VII durante su
reinado fue complicada debido a que el rey estaba entre dos tiempos y dos
ideologías que difícilmente se reconciliarían entre ellas.
Conclusión.
Fernando VII fue un gobernante al cual le tocó vivir una nueva ideología que
concebía los gobiernos de manera diferente a como se había gobernado hasta
entonces y creo que por la posición que tomó ante los acontecimientos políticos
podemos pensar que no pudo adecuarse a los nuevos tiempos lo que le costó la
pérdida de una buena porción de sus territorios.
7 Pero incluso el propio Fernando VII no pudo imaginar que la percepción hacia él por parte de los
súbditos americanos ya había cambiado. Para 1820 “Se conservaba algo del respeto y hasta del
amor… [para con el rey] … pero tales sentimientos dejaban de ser incondicionales, como parecía
lo eran doce años antes. El escrito de Rafael Dávila era clarísimo al respecto: la persona del rey
“jamás se borrará en nuestros corazones”, decía, pero era “imposible” regresar al estado de
“ominoso yugo”. Agregaba incluso que los americanos no querían la independencia, sino tan sólo
el cumplimientos de las promesas de libertad, igualdad y paz; amaban al rey, sí, pero la patria
estaba antes que él. El peruano Manuel de Vidaurre fue más categórico: o Fernando conciliaba “los
derechos de ambos hemisferios” o la América quedaba libre, ya para independizarse, ya para
unirse a otra nación.” Marco Antonio Landavazo. La máscara de Fernando VII. Discurso e
imaginario monárquicos en una época de crisis. Nueva España, 1808- 1822. México, El Colegio de
México, Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, El Colegio de Michoacán, 2001. p.
296.

Como otros monarcas, vivió atrapado entre dos tiempos y no pudo nivelar
las viejas ideas con las nuevas, es decir, que no se dio cuenta (o no quiso) de los
cambios dados a través de los años, incluso desde que su gobierno se vio
interrumpido entre 1808- 1814, las ideas de los gobernados pedían a todas luces
un gobierno más justo en el que era necesaria la transformación de la monarquía,
sin embargo el rey rechazó de manera contundente la semilla del liberalismo
esparcida por toda Europa y el continente americano.
Bibliografía consultada.
- Artola Gallego, Miguel. La España de Fernando VII. Intr. Carlos Seco
Serrano. Madrid, Espasa Fórum, 1999. 788 pp.
- Queralt, María del Pilar. La vida y la época de Fernando VII. Barcelona,
Editorial Planeta, 1999. 216 pp.
- Landavazo, Marco Antonio. La máscara de Fernando VII. Discurso e
imaginario monárquicos en una época de crisis. Nueva España, 1808-
1822. México, El Colegio de México, Universidad Michoacana de San
Nicolás de Hidalgo, El Colegio de Michoacán, 2001.352 pp.
- Sánchez Almeida, Angélica. Fernando VII: El deseado. Madrid, Alderabán
Ediciones, 1999. 173 pp. (Colección Vidas Privadas)

Universidad Nacional Autónoma de México
Escuela Nacional Preparatoria
Plantel 5 “José Vasconcelos”
Mtro. Mauricio Cruz García
Las reformas borbónicas en Nueva España
Hasta finales del siglo pasado, nuestras ideas sobre la vida económica de la Nueva
España estaban inspiradas básicamente en los importantes trabajos de David
Brading, Enrique Florescano e Isabel Gil 8 . Desde entonces prevaleció entre la
mayoría de los historiadores una versión del siglo XVIII novohispano que, a riesgo
de simplificar en exceso, puede resumirse de la manera siguiente: “Las reformas
borbónicas dieron un poderoso impulso al crecimiento económico de la Nueva
España pero, dado que aumentaron la explotación económica de España sobre su
colonia, y dado que no corrigieron los desequilibrios socioeconómicos
8 Cfr. Enrique Florescano e Isabel Gil, “La época de las reformas borbónicas y el crecimiento
económico, 1750 - 1808” en Daniel Cosío Villegas, dir., Historia general de México. 3ª ed., 2 t., México, El
Colegio de México, 1981; t. 1; y David Brading, Mineros y comerciantes en el México borbónico. México,
FCE, 1983.

novohispanos, se convirtieron en una de las principales causas del estallido de la
guerra de independencia.” 9
A principios de nuestro siglo XX, esta noción general ha sido puesta en
tela de juicio por el avance de los estudios estadísticos sobre crecimiento
económico y recaudación fiscal. Entre los historiadores que cuestionan las ideas
prevalecientes sobre este tema destaca el español Pedro Pérez Herrero, quien ha
investigado el período por más de veinte años. 10
Pérez Herrero rechaza
frontalmente la versión tradicional de que las reformas borbónicas, al favorecer el
crecimiento económico y la exacción fiscal sin remediar la injusta repartición de la
riqueza, fueron causa directa de las guerras de independencia iberoamericanas.
Los trabajos de este autor español, y de otros especialistas
contemporáneos, 11
abren una polémica que seguramente se mantendrá viva
durante muchos años, y que no pretendo resolver en esta ponencia. Las siguientes
líneas se dirigen solamente a resumir una descripción general de la aplicación de
las reformas borbónicas en Nueva España, ejemplificar el proceso en el caso
9 Esta versión sigue teniendo defensores conspicuos, y la encontramos, por ejemplo, en el reciente
y voluminoso trabajo de investigador Omar Guerrero:
El malestar social con la Guerra de Independencia, no tuvo por única causa la
pauperización social, también obró en su sentido la inestabilidad producida por la reforma
borbónica. Ocurrió de manera similar en la Francia revolucionaria por efecto de la prosperidad
económica que aumenta, pero no distribuye, la riqueza.
Omar Guerrero Orozco, Las raíces borbónicas del Estado Mexicano. México, UNAM – Dirección
General de Publicaciones, 1994, p. 286.
10 Citemos a modo de ejemplo dos de sus trabajos más importantes: El consulado de comerciantes
de la Ciudad de México y las reformas borbónicas, 2 t., tesis doctoral, México, El Colegio de México, 1983; y
“Los beneficios del reformismo borbónico: metrópoli versus élites novohispanas”, en Historia Mexicana,
Madrid, Universidad Complutense, v. 41, núm 162, oct.-dic. 1991, p. 207-264.
11 Cfr. Horst Pietschmann, “Consideraciones en torno al protoliberalismo, reformas borbónicas y
revolución: la Nueva España en el último tercio del siglo XVIII”, en Historia Mexicana, núm. 41, 1991, p. 167-
205; y Josefina Zoraida Vázquez (coord.), Interpretaciones del siglo XVIII novohispano: el impacto de las
reformas borbónicas. México, Edit. Nueva Imagen, 1992, 215 p.

particular del Consulado de comerciantes de Veracruz, 12
puntos de la polémica actual.
y señalar los principales
Origen e intenciones de las reformas borbónicas
Es bien conocido el hecho de que, a principios del siglo XVIII, y como
resultado de la guerra de sucesión, el tono español fue arrebatado a la familia
Habsburgo por la de Borbón. Los nuevos monarcas comenzaron a cambiar
profundamente las formas de ejercicio del poder políticamente, en dos aspectos:
a) abandonando las prácticas de gobierno “conciliar” de los
Habsburgo, para conceder mayor autoridad e influencia personal a
cada uno de sus ministros (los consejos tuvieron cada vez menos
autoridad y quedaron como órganos consultivos); y
b) centralizando el gobierno territorial. 13
Durante casi medio siglo, el impacto de esta nueva orientación política fue
poco trascendente en la Nueva España. Los ministros de la Corona española no
volcaron su atención a las colonias americanas sino después de 1760, sobre todo
por la urgencia de obtener recursos económicos que les permitieran seguir el paso
12 Abordar aquí el caso veracruzano se explica solamente en función de que trabajé el tema en
fuentes archivísticas directas hace algunos años: Mauricio Cruz García, El Consulado de comerciantes de
Veracruz ante el fin del virreinato de la Nueva España. México, El autor, 1987, 114 p. (Tesis de licenciatura
en Historia, Facultad de Filosofía y Letras, UNAM)
13 Vid. Rocío Ruiz de la Barrera, “El sistema de intendencias de la Nueva España: los fundamentos de
un fracaso político”, en Francisco Javier Rodríguez Garza y Lucino Gutiérrez Herrera (coords.), Ilustración
española, reformas borbónicas y liberalismo temprano en México. México, UAM Azcapotzalco, 1992, p. 70.

de las potencias dominantes en Europa: países en vías de industrialización, con
gobiernos autoritarios, centralizados y eficientes. 14
Los comerciantes de élite en la Nueva España
Hacia mediados del siglo XVIII, se distinguía en la sociedad novohispana el
predominio de una élite oligárquica, dentro de la cual los grandes comerciantes de
la ciudad de México eran un elemento destacado. Conocidos también como
“almaceneros”, estos mercaderes concentraban en sus manos grandes riquezas,
prestigio social e influencia política. Este selecto grupo se había venido formando,
generación tras generación, por inmigrantes españoles que se dedicaron al
comercio y que con base en su acumulación de caudales fueron tendiendo una red
de relaciones y de alianzas familiares gracias a las cuales se excluyó de la
competencia mercantil a aquellos que no pertenecían al grupo o no ingresaban a él
en la forma acostumbrada. Ésta consistía en someterse a una formación
disciplinada y gradual que comenzaba cuando un nuevo inmigrante se empleaba
como dependiente en el negocio de algún pariente o paisano rico. Mediante su
aprendizaje, su ahorro y la ayuda de otros comerciantes que conocieran su trabajo
y su reputación, el modesto dependiente podía convertirse en socio, o bien abrir su
propio establecimiento. Con el correr del tiempo, algunos de los que seguían este
camino lograban encumbrarse en el grupo de los almaceneros, y a su vez cobijaban
en sus negocios la formación mercantil de otros parientes e inmigrantes. Este
camino estaba virtualmente cerrado para todo aquel que no formara parte del
14 Felipe Castro Gutiérrez, Nueva ley y nuevo rey: reformas borbónicas y rebelión popular en la
Nueva España. México, El Colegio de Michoacán-IIH-UNAM, c. 1996, p. 95.

círculo de alianzas familiares o no llegara de España con algunos contactos entre
aquéllas. 15
Eran varios los medios de que se había valido esta élite para amasar las
fortunas que daban sustento a su poder y prestigio. El principal de ellos residía en
la acumulación y el control de la circulación de la plata, producto éste el más
preciado en las exportaciones de Nueva España. Los almaceneros en general no se
inmiscuían directamente en la extracción y el procesamiento del metal precioso,
pero sí financiaban frecuentemente las operaciones de los mineros enviándoles
herramientas, utensilios y otros elementos materiales necesarios para su labor. A
cambio de este crédito en especie (o habilitamiento), los mercaderes adquirían la
plata en exclusiva y condiciones ventajosas. Además, concentraban en sus “bancos
de plata” el depósito de cargamentos del metal que esperaban su acuñación en la
casa de moneda de la Ciudad de México —única que existió en toda la Nueva
España durante la mayor parte de la época colonial—. Naturalmente, los
comerciantes cobraban, en plata, una comisión por este depósito. 16
Así pues, los
almaceneros atesoraban gran parte de la plata que podía circular en el reino y eran
quienes podían emprender otros tratos mercantiles en gran escala.
Tal era el caso del control del comercio exterior, que se practicaba por el
sistema monopólico de flotas. Con arreglo a éste, el tráfico transatlántico de
mercancías del imperio español se hacía cada tres o cuatro años por grupos
compactos de navíos (las flotas) que sólo podía zarpare de y volver a Cádiz y que
(para el caso de la Nueva España) sólo podían cargar o descargar en Veracruz y
Acapulco. De Veracruz las mercancías se llevaban a Jalapa donde se ponían a la
15 David Brading, op. cit., p. 41-42, 147, 154-159.
16 Pedro Pérez Herrero, El consulado de comerciantes de la Ciudad de México y las reformas
borbónicas, t. II, p. 208 y ss.

venta en las ferias, a las que acudían dos clases de comerciantes: algunos de cortos
recursos, que compraban al menudeo para abastecer a localidades aisladas; y los
acaudalados de la capital, con capacidad para pagar al contado cargamentos
enteros, mismos que llevaban a sus almacenes para luego irlos distribuyendo por
medio de agentes a las provincias novohispanas, según su propia conveniencia y la
demanda que hubiera de los diversos productos importados. 17
Este control
monopólico aseguraba a los capitalinos —lo mismo que a los gaditanos en la
metrópoli— la virtual exclusiva de los beneficios del comercio ultramarino, y se
completaba con dos prohibiciones: la del comercio con los extranjeros, y la del
tráfico de las colonias entre sí.
Como es fácil ver, estos privilegios y prohibiciones motivaron envidias y
deseos de cambio tanto dentro como fuera del imperio español. En lo que se
refiere a las potencias europeas, éstas procuraron aprovechar los problemas y las
necesidades económicas de la Corona española, obteniendo algunos contratos y
permisos para comerciar con Hispanoamérica por medio de buques aislados:
puede citarse como ejemplo el permiso a Inglaterra de enviar periódicamente un
navío de registro para introducir mercancías en Veracruz, permiso otorgado como
parte de las estipulaciones de la paz de Utrecht en 1713, y que subsistió por cerca
de cuatro décadas. 18
Aparte de estas vías legales, los europeos no dudaron en
recurrir al contrabando, mismo que se vio favorecido por los retrasos que a veces
sufrían las flotas y galeones españoles, pues ante la consecuente escasez de
17 Lucas Alamán, Historia de Méjico, t. I, p. 110-111; y Eduardo Arcila Farías, Reformas económicas
del siglo XVIII en Nueva España, t. I, p. 103.
18 Enrique Florescano e Isabel Gil, “La época de las reformas borbónicas y el crecimiento económico,
1750 - 1808” en Daniel Cosío Villegas, dir., Historia general de México, t. I, p. 248-251; Arcila Farías, op.cit.,
t. I, p. 59, 64-65; Pérez Herrero, op. cit., t. I, p. 9.

productos importados necesarios, incluso las autoridades españolas se veían
obligadas a tolerar la introducción ilegal de mercancías. 19
Un tercer mecanismo de enriquecimiento de los grandes comerciantes
capitalinos lo constituía el crédito. Aunque en la Nueva España no hubiera
instituciones bancarias propiamente dichas, los medios de financiamiento privado
no eran en modo alguno desconocidos. La Iglesia católica, por medio de préstamos
garantizados sobre bienes raíces, y de las capellanías y fundaciones piadosas, era
una fuente importante de crédito. También lo eran los grandes comerciantes, que
practicaban la usura. Contaban para ello con un importante recurso extra: como su
gremio, el Consulado de la Ciudad de México, tenía la concesión de cobro de las
alcabalas
—impuestos al tráfico interno de mercaderías— establecidas por el
gobierno español, los miembros de la corporación podían utilizar los fondos
reunidos por este concepto como hipoteca de garantía de depósitos recibidos por
aquéllas: el gremio de mercaderes hacía las veces de una corporación bancaria. 20
Pero las funciones básicas y originales del Consulado —institución de origen
medieval y mediterráneo— eran la de tribunal de litigios mercantiles y la de cuerpo
representativo de los comerciantes. Su núcleo estaba constituido por un pequeño
grupo de funcionarios: el prior, los dos cónsules, algunos consejeros o conciliarios,
el síndico, el secretario y el tesorero. 21
El Consulado de la Ciudad de México había
sido fundado en 1592 y se había convertido en una de las corporaciones más
prestigiosas e influyentes de la sociedad colonial, tanto por la riqueza de sus
principales miembros, como por las atribuciones que tenía —ya mencionamos el
cobro de las alcabalas— y su participación en importantes obras públicas. Aunque
19 Javier Ortiz de la Tabla, Comercio exterior de Veracruz, p. 2.
20 Pérez Herrero, op. cit., t. II, p. 322.
21 Humberto Tandrón, El comercio de Nueva España y la controversia sobre la libertad de
comercio, p. 20.

no debe pasarse por alto la existencia de facciones internas — en su seno se
enfrentaban tradicionalmente dos partidos, llamados uno montañeses y el otro
vizcaínos—, el Consulado en su conjunto era vocero de los intereses de los
poderosos almaceneros, y representación visible del ascendiente que éstos tenían
en la Nueva España. 22
Las reformas borbónicas
y sus repercusiones en el comercio novohispano
El dominio oligárquico del que disfrutaban los mercaderes capitalinos vino a
ser afectado por las importantes modificaciones introducidas en el gobierno de los
dominios españoles por los monarcas de la Casa de Borbón, particularmente por
Carlos III, quien reinó en España de 1759 a 1788. En muy resumidas cuentas, los
objetivos de la política de Carlos III y sus ministros de cara a las posesiones de
ultramar eran:
1) El estímulo de las actividades económicas que aportaran productos útiles a
España —sobre todo, metales preciosos—, y el desaliento de las
manufacturas. Con esto se procuraba que las posesiones en general
sirvieran como apoyo al progreso de la economía metropolitana.
2) El mejoramiento del sistema fiscal, para que redituara mayores frutos al
erario español.
3) Ampliar el control y la sujeción política de los dominios, recuperando para el
gobierno central atribuciones cedidas a instituciones locales —como los
22 Pérez Herrero, op. cit., t. I, p. 5; Humberto Tandrón, op. cit., p. 137-138; Alamán, Historia de
Méjico, t. I, p. 58-59.

cabildos y consulados— y menoscabando la influencia de las oligarquías que
se habían formado en América. 23
Se procuraba así fortalecer económica y políticamente a la metrópoli,
convirtiendo al conglomerado de reinos americanos de la Corona española en un
conjunto de “…colonias con todas las connotaciones e implicaciones que el término
conlleva…”, según lo expresara Pérez Herrero en una de sus primeras obras. 24 Otro
autor reciente y muy ameritado, Felipe Castro Gutiérrez, considera a la
reestructuración política y administrativa contenida en las reformas borbónicas
como una “recolonización”. 25
La reestructuración abarcó esencialmente:
- la administración territorial, a través del sistema de intendencias,
introducido en mayo de 1787:
- el aparato militar (con una serie de levas y la reorganización de las milicias);
- la recaudación de impuestos y tributos (que se procuró aumentar en todo lo
posible);
- la secularización del poder público (procurando desplazar a la Iglesia católica
como pilar sociopolítico de la colonia, recortando sus prerrogativas, y
procurando someter eficazmente al clero a la autoridad civil).
En cuanto a los aspectos mercantiles, diremos que los propósitos específicos
eran:
23 Florescano y Gil, op. cit, t. I, p. 492; Arcila Farías, op.cit., t. II, p. 183-184.
24 Pérez Herrero, op. cit., t. I, p. 17.
25 Felipe Castro Gutiérrez, op.cit., p. 95.

a) disminuir en lo posible la participación de otras potencias en el comercio
con América, dando por otra parte estímulo a la exportación de
manufacturas españolas;
b) ampliar y hacer más eficiente la extracción de materias primas de las
colonias;
c) restar fuerza a los monopolios surgidos al amparo del sistema de flotas.
El gobierno borbónico español tuvo entre sus principales preocupaciones la
de introducir reformas en el sistema económico del imperio, y para ello emprendió
lo que el investigador Ernesto Lemoine ha llamado una “cruzada económica”. 26
Aún antes de la coronación de Carlos III, España había hecho algunos
ensayos de cambio del sistema de flotas: en 1740 se eliminó esa práctica para el
caso de algunas colonias sudamericanas y en 1756 se eliminaron prohibiciones al
comercio de aguardiente y azúcar. 27 Sin embargo, las medidas más importantes
contra el monopolio flotista las dictó el soberano mencionado:
- En 1765 (el 16 de octubre) se suprimió el monopolio gaditano, habilitando
nueve puertos españoles para el tráfico con América, y se eliminó el
requisito de solicitar permisos reales para comerciar en puertos de Cuba,
Santo Domingo, Trinidad y Margarita —las llamadas islas de Barlovento.
- En 1770 (el 12 de julio) se hizo extensiva esa disposición a Yucatán y
Campeche.
- En 1774 (el 17 de enero) se autorizó a Nueva España y Guatemala a
comerciar con Nueva Granada y Perú —exceptuando el vino, aceite de olivo
y otras manufacturas.
26 Cfr. Enrique Florescano y Fernando Castillo, Controversia sobre la libertad de comercio en Nueva
España. t. I, p. 19; y Ernesto Lemoine, “La revolución de independencia, 1808-1821”, en Manuel Calvillo, et
al., La república federal mexicana: gestación y nacimiento. v. III, p. 91.
27 J. Vicens Vives, Historia social de España y América. t. IV, p. 218-220.

- Ese mismo año (el 23 de abril) se autorizó a las naves españoles a variar el
destino de sus registros comerciales, eligiendo a voluntad entre Yucatán,
Campeche y las islas de Barlovento.
- En 1778 (el 12 de octubre) se expidió un nuevo reglamento de comercio,
que además de cambiar el régimen arancelario suprimió oficialmente el
sistema de flotas, sustituyéndolo por el de permisos individuales —si bien
esta supresión no alcanzó de inmediato a Nueva España.
- En 1782 (el 30 de marzo) se franqueó la libertad de exportación de trigo y
harina en Nueva España.
Carlos III murió en 1788 y al año siguiente el gobierno encabezado por su
heredero Carlos IV liberó (el 28 de febrero) al comercio de Nueva España de la
obligación de solicitar permisos especiales de navegación mercantil, situando a su
puerto autorizado —Veracruz— en pie de igualdad con los demás de España y los
dominios. 28
Como se ve, esta serie de reformas desmanteló por completo la práctica de
las flotas y la sustituyó por un comercio relativamente libre entre varios puertos
autorizados a uno y otro lados del Atlántico. No hay que perder de vista que eran
ésos —y no otros— los términos en que se entendía la expresión libre comercio en
aquella época. No se aludía con este concepto al trato con extranjeros —que
seguía vedado en general— ni con manufacturas no españolas —cuya negociación
seguía requiriendo autorizaciones especiales. 29
Esta apertura del intercambio en el imperio español tuvo consecuencias de
gran alcance. En general, se observó una tendencia de crecimiento en el volumen
28 Vicens Vives, loc. cit.; Arcila Farías, op. cit., t. I, p. 131-139; José Joaquín Real Díaz, “José de
Iturrigaray” en José Calderón Quijano (dir..) Los virreyes de Nueva España en el reinado de Carlos IV, t. II, p.
264; Lucas Alamán, op. cit., t. I, p. 112-113.
29 Ortiz de la Tabla, op. cit., p. 32; Arcila Farías, op. cit., t. I, 124-126.

de las mercancías negociadas, que benefició a algunos productores españoles —
muy notablemente, a los manufactureros de Cataluña— quienes vieron bajar los
precios de las importaciones. 30
En cambio, los mercaderes que se habían
enriquecido con ayuda del sistema monopólico se vieron perjudicados, porque a la
baja de precios correspondió una baja de su margen de ganancias. Además,
después de decretarse en 1789 la plena incorporación de Nueva España al libre
comercio, los canales de distribución interna de las mercancías se fueron
ampliando, y disminuyeron en mucho las posibilidades del acaparamiento que
daba tantas ventajas a los almaceneros capitalinos, quienes:
Se encontraron con que la época de utilidades monopolísticas relativamente
seguras había llegado a su fin, y tuvieron que enfrentarse a una competencia
más vigorosa y numerosa, porque el aumento en el volumen del comercio muy
pronto atrajo a un nuevo tipo de hombre, que se conformaba con utilidades
moderadas siempre que se obtuvieran con rapidez. 31
La reacción de los almaceneros fue en muchos casos la de retirar parte de
sus caudales del comercio exterior, dedicándolos a la agricultura o a la minería en
mayor proporción. De modo que mientras se elevaban las necesidades de
financiamiento —por el aumento de los tratos comerciales—, disminuían los
capitales. Muchos de los nuevos y más modestos comerciantes tuvieron necesidad
de endeudarse con casas comerciales de ultramar o de hacerse comisionistas de
otros comerciantes mayores, y el interés de los préstamos en Nueva España subió
al 8 ó 9%, el triple de lo que acostumbraba cobrarse en algunas regiones de la
Península Ibérica. 32
30 David Brading, op. cit., p. 160-161.
p. 14.
31 Ibidem, p. 162.
32 Cfr. David Brading, op. cit., p. 161; Arcila Farías, op. cit., t. II, p. 189-190; Ortiz de la Tabla, op. cit.,

El acaparamiento de las mercancías y su distribución sufrió un serio revés. Es
fácil ver que ello desembocó en una viva rivalidad de intereses mercantiles, misma
que se manifestó en la polémica que se mantuvo en torno a las reformas
borbónicas, tanto las ya puestas en práctica como las que se veían en perspectiva
futura. Muy en particular, el Consulado de México se opuso reiteradamente a la
prosecución de los cambios, alegando que los ya realizados habían resultado
perjudiciales. Hay que recordar: ese gremio había sufrido —el 3 de octubre de
1776— el cese de la concesión del cobro de las alcabalas, recaudación que se
encargó de nuevo al gobierno virreinal.
En contraposición, otros comerciantes —beneficiados por el nuevo
régimen— abogaban en su favor, sumando sus voces a las de algunos funcionarios,
entre los que destacó el segundo conde de Revillagigedo, virrey de Nueva España
entre 1789 y 1794.
En la defensa de su predominio oligárquico, los almaceneros hicieron algo
más que discutir. Procuraron inmiscuirse más directamente en la extracción y
acuñación de la plata, con el fin de conservar el control de los circuitos de
circulación de ésta. A través de nuevos mecanismos de financiamiento
mantuvieron la liquidez de sus grandes caudales. Aunque disminuyeron algo su
participación directa en el comercio externo, siguieron teniendo un papel
preponderante en los giros internos, cuyos canales manejaban en buena medida
merced a sus comisionistas y otros agentes asociados. Es por ello que el consulado
capitalino pudo sobreponerse a los intentos de la Corona por eliminar su influencia
A la larga, las necesidades de financiamiento impidieron a muchos de estos nuevos comerciantes
operar por cuenta propia. Por este motivo un buen número de ellos se vio obligado a convertirse en socio
subordinado de los almaceneros: vid. Pérez Herrero, op. cit., t. II, p. 311-312.

política, misma que conservó —aunque no intacta— hasta el fin de la época
colonial. 33
En este ambiente de cambios, forcejeos y controversias fue en el que nació
el protagonista de nuestra historia, del cual vamos ya a ocuparnos.
Veracruz y su Consulado hasta 1800
Durante el largo tiempo en que el comercio de España y América se hizo por
el sistema de flotas, el puerto de Veracruz había sido poco más que un punto de
carga y descarga de mercancías. Si bien era el lugar de entrada y salida autorizado
para el comercio exterior en la costa atlántica de Nueva España, los habitantes del
puerto no se habían beneficiado mucho de ello, pues como hemos visto, los
cargamentos iban sólo de paso rumbo a —o procedentes de— la feria de Jalapa.
Esto aparte, Veracruz fue hasta fines del siglo XVIII el monopolizador tradicional del
comercio costanero, concentrando la distribución de mercaderías de otros
paraderos como Tuxpan, Tampico, Alvarado, Campeche y otros menores. 34
Nuestro conocimiento de cómo surgió en Veracruz el núcleo de
comerciantes locales que luego se agrupó en el consulado del que hablaremos, es
ampliamente insuficiente e incierto. Puede suponerse que la animación del
comercio regional favorecida por las reformas borbónicas surtió también sus
efectos en la zona de Veracruz. Algunos indicios sugieren que el ataque
emprendido por las autoridades españolas contra el tradicional sistema de
repartimiento obligatorio de mercaderías entre los pueblos indígenas —elemento
33 Pérez Herrero, op. cit., t. II., p. 333 y ss.
34 Ortiz de la Tabla, op.cit., p. 127-131.

de gran importancia en los circuitos de distribución de los almaceneros— facilitó a
los comerciantes de localidades como Guadalajara y Veracruz el establecimiento de
redes de distribución propias. 35
Posiblemente los comerciantes veracruzanos se hayan beneficiado en las
dos últimas décadas del siglo XVIII con un cierto aumento en la producción de
algodón de zonas próximas al puerto, y parece cierto que ganaron influencia en el
comercio con Oaxaca, incluso superando a los comerciantes capitalinos. 36
Otra
posible fuente de enriquecimiento del comerciante veracruzano sería el
contrabando, sobre todo el de manufacturas inglesas traídas por la vía de
Jamaica. 37
Lo que puede asegurarse con confianza es que los más conspicuos de esos
comerciantes de Veracruz, encabezados por Andrés Gil de la Torre y Miguel Ignacio
de Miranda, dirigieron a Carlos III una representación para solicitarl4e que
mandara crear un consulado en el puerto. Dicho documento fue firmado el 16 de
marzo de 1781 —mucho antes, incluso, de que el libre comercio fuera una realidad
en pleno para Nueva España. Los firmantes de la petición argumentaban que
siendo Veracruz “…la única llave del dilatado, rico y opulento reino de Nueva España…”
era inconveniente que se tuviera que acudir al tribunal capitalino para dirimir los
litigios mercantiles surgidos en el puerto. Sobre la tardanza y las molestias que ello
implicaba, los solicitantes aducían que:
35 Rodolfo Pastor, “El repartimiento de mercancías y los alcaldes mayores novohispanos”, en
Woodrow Borah, coord., El gobierno provincial en la Nueva España, p. 231.
36 Brian Hamnett, Política y comercio en el sur de México, 1750-1821, p. 149 y 249.
37 Christon Archer El ejército en el México borbónico, p. 62.

…en muchas de las cuestiones que ocurren no pueden juzgar con acierto
aquel consulado, por ser sobre materias y negociaciones marítimas, de cuyo
conocimiento carecen sus ministros. 38
Igualmente, los veracruzanos se apoyaban en el artículo 53 del ya
mencionado reglamento de comercio de 1778, que encargaba la formación de
consulados en los puertos autorizados donde no los hubiera. Pedían también que el
nuevo cuerpo tuviera jurisdicción en toda la provincia de Veracruz, sin reconocer
en ella otro superior que el virrey. Asimismo, se solicitaba la concesión del cobro
del impuesto de avería —que en esa época se acostumbraba aplicar precisamente
para el sostenimiento de los consulados— a una tasa de 2 al millar sobre toda
mercancía que entrara o saliera del puerto.
Esta proposición fue motivo de largas deliberaciones. Igual que otras
iniciativas de reforma, levantó la oposición de quienes preferían que se conservara
el orden anterior. Pero la idea también tenía sus partidarios importantes, como el
mercader español Tomás Murphy, corresponsal de la compañía inglesa Murphy
and Eliot 39 , quien doce años después de la misiva de los 25 veracruzanos insistió en
el asunto en un informe que sobre la situación comercial novohispana envió al
virrey a solicitud de éste.
Dicho documento principia haciendo un decidido elogio del reglamento de
1778, tanto por las libertades que franqueaba como por las limitaciones que
38 Representación de 25 comerciantes veracruzanos al rey de España, 16 de marzo de 1781; Archivo
General de la Nación, Secretaría del Virreinato, Consulados, caja 254, expediente 1.
Para facilitar la referencia a los documentos consultados, y dado que todos los originales provienen
del mismo acervo —la selección del Consulado de Veracruz del ramo Consulados de la galería 4 “Secretaría
del Virreinato” del Archivo General de la Nación— en adelante se omitirá la mención detallada del mismo,
limitándonos a consignar los números de caja y expediente en que se encuentre el documento. Así por
ejemplo, la cifra 250:1 indicará que el documento referido debe buscarse en el expediente 1 de la caja 250
del ramo y fondo consabidos. En nuestras citas textuales actualizamos la ortografía para evitar
complicaciones al lector.
39 David Brading, op. cit., p. 165.

imponía. Censurando el privilegio que otorgaba grandes ganancias a pocos
mercaderes, desautorizaba las quejas que tenían éstos contra las nuevas
modalidades del tráfico —con un argumento que suena muy curioso en boca de un
comerciante:
En general (dice un famoso político moderno) el interés de los comerciantes
no tiene mucha unión con el interés común de la sociedad… 40
Murphy se adhería plenamente a la política mercantilista de los Borbones.
Desaconsejaba por ello que se permitiera el desarrollo de manufacturas en Nueva
España, temiendo que éstas perjudicaran a las de la Península. En materia
comercial aconsejaba una reducción de impuestos, para agilizar aún más el tráfico,
y el combate contra los mercaderes viandantes. 41
Reiterando el cargo de
incompetencia que se lanzara contra el consulado capitalino doce meses antes,
Murphy sostenía que nada era más necesario al bien del comercio español como el
establecimiento de un nuevo tribunal consular el Veracruz.
A principios de 1795, la Corona decidió finalmente la creación de dicho
consulado. La real orden respectiva declaraba que a la nueva corporación la había
hecho necesaria el incremento experimentado por el comercio de América a raíz de
los cambios introducidos por Carlos III. 42
Se destacaba además el papel
desempeñado por el virrey segundo conde de Revillagigedo y por la representación
veracruzana de 1781 a favor del nuevo establecimiento. 43
40 Tomás Murphy, “Informe reservado al virrey”, 29 de juloio de 1793, en Enrique Florescano y
Fernando Castillo, Controversia sobre la libertad de comercio en Nueva España, t. I, p. 389.
41 Por viandantes se refería Murphy a la más modesta clase de comerciantes: aquéllos que
subsistían vendiendo al menudeo y sobre todo en pequeños poblados que iban encontrando en su camino.
254:1.
42 Real Orden de Carlos IV para la erección de un consulado en Veracruz; AGN, ramo Consulados,
43 De acuerdo con Ortiz de la Tabla (op. cit., p. 72), se dirigieron otras dos solicitudes en el mismo
sentido: una en 1788 y otra al año siguiente.

Se estipulaba que las ordenanzas del mismo estarían basadas en las del de
Bilbao. Se le reconoció potestad en la gobernación (sic) de Veracruz y en la villa de
Jalapa, con diputaciones —delegaciones— que señalara el intendente de Veracruz.
Además de la protección y el fomento del comercio y la agricultura, era misión del
consulado estimular la introducción de “máquinas y herramientas ventajosas”, así
como la construcción de caminos y el doblamiento de comarcas desiertas. Los
gastos del tribunal se sufragarían con el cobro del derecho de avería, que el rey
concedió a tasa de uno y medio por ciento —más del doble de la que se había
solicitado originalmente.
En la misma orden vinieron los primeros nombramientos a los puestos del
consulado. Destacan entre ellos el de Andrés Gil de la Torre (prior), Manuel I. de
Miranda (primer cónsul), Tomás Murphy (teniente del segundo cónsul) y Juan
Bautista de Izaguirre (uno de los conciliarios). 44 Estos y otros compañeros
celebraron la ceremonia de fundación del cuerpo el 25 de abril del mismo año.
Entre las numerosas notas que enviaron para dar publicidad al acontecimiento,
44 La lista completa de los funcionarios es la siguiente:
Prior: Andrés Gil de la Torre (teniente, Manuel de Viya y Gibaja)
Primer cónsul: Miguel I de Mirandas (teniente, José I. Pabón, sic)
Segundo cónsul: Remigio Fernández (teniente, Tomás Murphy)
Conciliarios: Tomás Aguirre, Manuel del Valle, Pedro Miguel de Echeverría, Pedro de Garay y Llano,
Juan Manuel Muñoz, Manuel García Romay, José I. de Uriarte, Juan B. de Izaquirre, Domingo de Miranda.
Síndico: Antonio María Fernández.
Secretario: Vicente Basadre.
Tesorero: Juan Donato de Austria.
Real orden de Carlos IV para la erección de un Consulado en Veracruz, 17 de enero de 1795, AGN,
ramo Consulados, 254:1.

destaca la dirigida al ya mencionado segundo conde de Revillagigedo, en la que le
decían sobre la naciente corporación:
De su utilidad y de la necesidad que había de erigirla como de las
insuperables dificultades que ha sido necesario vencer para verificarlo no hay
quien tenga más cabal conocimiento que la ilustrada penetración de vuestra
excelencia… 45
La contestación de Revillagigedo, enviada tres meses después, expresaba su
satisfacción por ver fundado el nuevo gremio “…a pesar de las innumerables
dificultades que ha sido forzoso superar”. 46
Con todo ello se aludía seguramente a
quienes desde la ciudad de México se opusieron a la fundación. Esta actitud no
quedó acallada con la aparición del consulado, como lo demuestra el hecho de que
el virrey Branciforte solicitara su disolución —así como la del consulado de
Guadalajara, erigido también en 1795—, aduciendo entre otras cosas que los
comerciantes veracruzanos no eran sino intermediarios dependientes de los de
México y Cádiz. 47
En sus primeros años de vida, el consulado se consagró activamente a las
tareas que le estaban encomendadas, promoviendo mejoras en el puerto, que de
por sí experimentaba un auge material notorio. En aquel ocaso del siglo XVIII se
construyeron varios edificios públicos importantes en Veracruz. El consulado
cooperó para algunos de ellos, en particular con los faros de navegación. Asimismo
se comenzó a trazar un nuevo camino carretero del puerto a lacapital novohispana
vía Jalapa. Los gastos de estas obras se sumaron a los sueldos de los funcionarios
consulares y a algunas erogaciones extraordinarias, haciendo insuficientes los
45 Consulado de Veracruz al segundo conde de Revillagigedo, 2 de mayo de 1795, AGN, ramo
Consulados, 254:1.
46 Segundo conde de Revillagigedo, en Cádiz, al Consulado de Veracruz, 21 de agosto de 1795; AGN,
ramo Consulados, 254:1.
47 Ortiz de la Tabla, op. cit., p. 76 y 204.

fondos recaudados por el derecho de avería. Las finanzas del tribunal llegaron a la
bancarrota en cosa de una década. 48
Sin embargo, este empeño tuvo también sus
buenos resultados, granjeando simpatías a la agrupación no sólo en la localidad de
su residencia sino incluso en Jalapa, cuyo ayuntamiento envió a Carlos IV, en 1799,
la expresión de su beneplácito por la labor del gremio veracruzano. 49
Mientras tanto, el sistema comercial del imperio español mostraba signos de
debilidad cada vez más acusados. Pese al intento borbónico de convertir a la
economía de la Península en el motor y el corazón de un poderoso imperio
mercantil, no se podía eliminar por decreto el rezago de España frente a las
potencias industriales de Europa. Incluso bajo el anterior monopolio flotista, las
manufacturas de esas potencias —sobre todo las inglesas— formaban ya una
proporción considerable de los abastecimientos enviados a los dominios españoles
de uno y otro lados del Atlántico. 50
En 1796 estalló la guerra entre Inglaterra y la Francia napoleónica. España se
colocó entonces en el bando francés. Las perturbaciones que el estado de guerra
provocó a la navegación española en el Atlántico hicieron virtualmente imposible la
comunicación comercial entre la Península y el nuevo continente. Ante tal
dificultad, la corona recurrió a un expediente de emergencia autorizando, el 18 de
noviembre de 1797, que barcos de potencias neutrales entraran a puertos
americanos para comerciar en ellos. Esta disposición resultó de enormes alcances:
Según Pierre Chaunu el decreto de 1797 sobre el permiso de comercio con
buques neutrales es el preludio de la independencia de las colonias
hispanoamericanas. Y ello no sólo porque implicaba la declaración de
incapacidad patente en que se hallaba España para mantener el vínculo
48 Cfr. Lucas Alamán, Historia de Méjico, t. I, p. 60; Ortiz de la Tabla, op. cit., p. 82.
49 Manuel B. Trens, Historia de Veracruz, t. II, p. 463.
50 Cfr. Florescano y Gil, op. cit., p. 548-551;

oceánico vital, sino también porque permitió la irrupción de la navegación y el
comercio de los Estados Unidos en la parte meridional del continente. 51
En efecto, el decreto insinuó con mucha claridad el debilitamiento comercial
del imperio, y dio estímulo a quienes en América deseaban mayores libertades en
ese ramo. Por otra parte, facilitó la extracción clandestina de plata
hispanoamericana por los estadounidenses. 52
El 20 de abril de 1799 la Corona revocó el permiso dado dos años antes. Se
alzaron voces de protesta clamando por su restauración y pronto surgió la
controversia entre los que anhelaban una libertad mercantil más amplia y los que
no querían más cambios en el orden tradicional. 53 Se inauguró así una polémica en
la que se debatiría por más de veinte años el imperio español, y que constituyó uno
de los principales temas de atención del Consulado de Veracruz.
A modo de conclusión
En los últimos años, Pérez Herrero ha estado revisando las series estadísticas
sobre la economía novohispana de finales del siglo XVIII, y debe admitirse que, con
base en ellas, ha rebatido algunas de las ideas preconcebidas sobre el período. 54 El
autor sostiene que el valor de la producción de plata de la Nueva España tendió a
bajar desde antes de la guerra de independencia, por más que su volumen físico
aumentara. También afirma que es demostrable que la tasa de crecimiento
económico novohispano fue más alta en la primera mitad del siglo XVIII que en la
51 Juan Mercader y Antonio Rodríguez, t. IV de: J. Vicens Vives, Historia social de España y América,
p. 222.
52 Arthur Whitaker, Los Estados Unidos y la independencia de América Latina, p. 6.
53 Humberto Tandrón, op. cit., p. 35.
54 Es imposible resumir aquí las 18 gráficas de su más reciente trabajo, pero hay que resaltar que
resultan de consulta indispensable para los interesados en el tema: Pérez Herrero, “Los beneficiarios…”, op.
cit., p. 242-259.

segunda. De acuerdo con Pérez Herrero resulta igualmente falso que la exacción
fiscal resultante de las reformas borbónicas haya beneficiado más a la metrópoli
que a las élites novohispanas. Lo que sucedió fue que el déficit de las arcas reales
se cubría mediante préstamos concedidos por las élites: cuando éstas se dieron
cuenta de los escasos o nulos beneficios que obtenían, se generó su ruptura con el
régimen español.
Pero el mismo Pérez Herrero sostiene la indudable trascendencia de las
reformas borbónicas en el proceso de nuestra independencia, reconociendo que
quebraron el entendimiento entre las élites novohispanas, el clero católico y el
gobierno virreinal, que por mucho tiempo había asegurado la estabilidad política
de la Nueva España. Recordando el célebre episodio del golpe de estado
novohispano de 1808, Pérez Herrero concluye:
Cuando Gabriel de Yermo, en la noche del 16 de septiembre de 1808, dio el
golpe contra el virrey Iturrigaray, era evidente que el tradicional contrato
colonial entre la corona, la Iglesia y las élites locales hacía tiempo que se
había quebrado. En el momento en que la Iglesia y las élites comprobaron que
ambas estaban en desacuerdo con la política metropolitana y, lo que es más
importante, no la necesitaban para sus fines en tanto maquinaria
redistribuidora del ingreso, la independencia se hizo inevitable.
La Habana, 2 de noviembre de 2000.

FUENTES ARCHIVÍSTICAS
ARCHIVO GENERAL DE LA NACIÓN
Acervo Galería 4 “Secretaría del Virreinato”
Ramo Consulados.
Sección Consulado de Veracruz
Caja 254; expediente 1
Las fichas correspondientes pueden verse en el catálogo elaborado por Pedro Pérez Herrero,
publicado con el título de Ramo Consulados, vol. II, como número 69 de la colección “Guías y
catálogos” del propio AGN.
OBRAS CONSULTADAS
Alamán, Lucas, Historia de Méjico. 5 v., edición facsimilar, México, FCE, 1985.
Arcila Farías, Eduardo, Reformas económicas del siglo XVIII en Nueva España. 2 t., México,
Secretaría de Educación Pública, 1974 (SepSetentas 117 y 118).
Archer, Christon, El ejército en el México borbónico. Trad. de Carlos Valdés, México, FCE, 1983,
413 p.
Brading, David. Mineros y comerciantes en el México borbónico. Trad. de Roberto Gómez
Ciriza, 1ª reimp., México, FCE, 1983, 478 p.

Calderón Quijano, José (dir.) Los virreyes de Nueva España en el reinado de Carlos IV. 2 v.,
Sevilla, Escuela Gráfica Salesiana, 1972.
Castro Gutiérrez, Felipe, Nueva ley y nuevo rey: reformas borbónicas y rebelión popular en la
Nueva España. México, El Colegio de Michoacán-IIH-UNAM, c. 1996, 288 p., mapas.
de
Cruz García, Mauricio, El Consulado de comerciantes de Veracruz ante el fin del virreinato
la Nueva España. México, El autor, 1987, 114 p. (Tesis de licenciatura en Historia,
Facultad de Filosofía y Letras, UNAM)
Chávez Orozco, Luis, Agricultura e industria textil de Veracruz, siglo XIX (recopilación
documental). Jalapa, Universidad Veracruzana, 1965.
-----, Controversia que suscitó el comercio de Nueva España con países extranjeros (1811-
1821). México, Publicaciones del Banco Nacional de Comercio Exterior, 1959, 261 p.
-----, La libertad de comercio en Nueva España en la segunda década del siglo XIX. México,
Secretaría de Hacienda y Crédito Público, 1943, 204 p.
Florescano, Enrique, Origen y desarrollo de los problemas agrarios de México. 6ª ed., México,
Edit. Era, 1983, 158 p.
----- y Fernando Castillo, Controversia sobre la libertad de comercio en Nueva España, 1776-
1818. 2 v. México, Instituto Mexicano de Comercio Exterior, 1975 (Serie fuentes y
estadísticas del comercio exterior de México, 1 y 2).
----- e Isabel Gil, “La época de las reformas borbónicas y el crecimiento económico, 1750 –

1808” en
Daniel Cosío Villegas, dir., Historia general de México. 3ª ed., 2 t., México, El Colegio de
México, 1981; t. 1.
Franco, Gabriel, “Introducción” a
Gerónymo de Uztáriz, Teórica y práctica de comercio y de marina (1742). Ed. Fascismilar,
Madri, Aguilar, 1968 (Clásicos españoles de la economía, 1).
Guerrero Orozco, Las raíces borbónicas del Estado Mexicano. México, UNAM – Dirección
General de Publicaciones, 1994, p.
Hamnett, Brian, Política y comercio en el sur de México, 1750-1821. México, IMCE, 1976, 298 p.
Herr, Richard, España y la revolución del siglo XVIII. Trad. de Elena Fernández Mel, Jerez,
Aguilar SA de Ediciones, 1964, 417 p.
Lemoine, Ernesto, “La revolución de independencia, 1808-1821”, volumen III de
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Departamento del Distrito Federal – Edit. Novaro, 1974, 8 v.
Ortiz de la Tabla, Javier, Comercio exterior de Veracruz, crisis de independencia. Sevilla,
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Pérez Herrero, Pedro, El consulado de comerciantes de la Ciudad de México y las reformas
borbónicas, 2 t., tesis doctoral, México, El Colegio de México, 1983.
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Mexicana. Madrid, Universidad Complutense, v. 41, núm. 162, oct.-dic. 1991, p. 207-264.

Pietschmann, Horst, “Consideraciones en torno al protoliberalismo, reformas borbónicas y
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Smith, Robert, José Ramírez y Leonardo Pasquel, Los consulados de comerciantes en Nueva
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Tandrón, Humberto, El comercio de Nueva España y la controversia sobre la libertad de
comercio. Trad. de susana Liberti, México, IMCE, 1976, 154 p. (Serie Historia del comercio
exterior de México)
Vicens Vives, J., Historia social de España y América. Barcelona, Edit. Teide, 1958, t. IV.

UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA
DE MÉXICO
ESCUELA NACIONAL PREPARATORIA
LOS FESTEJOS DEL BICENTENARIO Y DEL
CENTENARIO EN LA WEB
¿SE CONSERVARÁ SU LEGADO
Presenta:
Profra. Verónica Jiménez Villanueva
Colegio de Historia
ENP 9 “Pedro de Alba”

LOS FESTEJOS DEL BICENTENARIO Y DEL CENTENARIO EN LA
WEB
¿SE CONSERVARÁ SU LEGADO
Presenta:
Profra. Verónica Jiménez Villanueva 55
Colegio de Historia
ENP 9 “Pedro de Alba”
INTRODUCCIÓN
No podemos negar las enormes ventajas que nos proporcionan las páginas Web:
acortan distancias, son rápidas, las consulta mucha gente a la vez y nos ofrecen
una cantidad casi ilimitada de información al realizar consultas, sin embargo, en un
día cualquiera, en la sala de maestros del Plantel, leía con atención el artículo
escrito por María Amparo Clausell titulado “Oscura Era Digital”, y algunas de sus
palabras inevitablemente hicieron eco:
“…contemplando la responsabilidad patrimonial del Bicentenario, tanto en hechos
tangibles como en su legado digital, no podemos permitir que parte de este suceso
histórico tan relevante para la historia como ‹el Bicentenario guardado en la Oscura Era
Digital› y que toda la valiosa información depositada en el link y sus subpáginas
55 Licenciada en Historia. Egresada de la Escuela Nacional de Estudios Profesionales “Acatlán”
UNAM. Generación 1993-1996.
Labor docente desde 1996-a la fecha: Escuela Nacional Preparatoria #9 “Pedro de Alba”. Colegio de
Historia, Profesor Asignatura “B” Definitivo. Coordinadora de asignatura en el Plantel #9 “Pedro de Alba”.
Turno Matutino.
Asignaturas que imparte actualmente: Historia Universal III, Historia de México II, Historia de la Cultura,
Revolución Mexicana.
Ha tomado cursos de actualización pedagógica y profesional en el área, destacando los del área de
cómputo. (Power Point 2003 y 2007, páginas Web con HTML, Photoshop CS, Flash, Recursos de
aprendizaje en Internet, tutoría a distancia en línea, WebQuest, usos educativos de la Web 2.0, y diversos
cursos impartidos por el Programa H@bitat Puma, entre otros más.) Ha participado en distintos eventos
académicos, con diversas ponencias, varias de ellas enfocadas al uso de las TIC´s en la educación.
Responsable académica del Proyecto INFOCAB SB403107 “Página Web del Colegio de Historia ENP9”
durante el periodo 2007-2009, proyecto que sigue vigente en la página www.historiap9.unam.mx

http://www.bicentenario.gob.mx/ tristemente no pueda recuperarse ni accederse por
posteriores generaciones.” 56
Es inevitable reconocer que la razón asiste a la autora, ¿por qué Definitivamente
tiene que ver con las características propias de una página Web, y en especial con
la vigencia de los contenidos y el tiempo que puede estar en alojado en la Internet,
dependiendo, como en este caso, de la actualidad y caducidad del evento que se
rescata… ¿qué va a pasar después de 2010
Por un momento especulé si Salvador Toscano recibió opiniones parecidas sobre
el material que capturaba en una cinta, que permitiría la existencia de una breve
película… curiosamente ese material puede ser consultado en la actualidad en
archivos históricos, adquirido en video en formato VHS o DVD, o tener referencias
del la vida y obra de este hombre en la “satanizada” Internet a través de páginas
de dominio público como http://www.fundaciontoscano.org/esp/index.asp o en
distintos portales que se han generado con motivo de los festejos citados, y es una
herencia que ha podido perdurar hasta nuestros días, incluso mejorada a través
de la digitalización de las cintas.
Ante semejante argumento, me pareció pertinente revisar y presentar algunos de
esos portales en la Web, examinar los contenidos que se manejan en los mismos,
y ver, si efectivamente, vale la pena ese rescate, y de ser así, las opciones que
tendríamos a la mano para preservarlo.
DESARROLLO
Iniciemos este paseo virtual por los portales que nos ofrecen diversas instancias
gubernamentales, académicas y privadas sobre el bicentenario.
GOBIERNO DE LA REPÚBLICA
Es obligado iniciar con el portal mencionado por María Amparo Clausell:
56 Clausell, Amparo. “Oscura era digital” en AAPAUNAM Academia Ciencia y Cultura. Órgano
informativo de la AAPAUNAM. Año 2, No. 1 Enero-Marzo 2010. pp. 5-8

http://www.bicentenario.gob.mx/
Es un portal con diversos contenidos, los cuales van desde lo informativo hasta lo
participativo.
Contenidos: 57
Cartelera
Noticias recientes
Convocatorias para concursos, participaciones con anécdotas familiares
Biblioteca digital
Enlace al programa Discutamos México 2010
Niños 2010
Enlace al portal Las mujeres en la Independencia
Días México-Servicio de Noticias del Pasado
Noticieros del Bicentenario
Enlace 200 Grupo Bicentenario
Galería de gobernantes
Línea de Tiempo
Reloj de cuentas regresivas para Bicentenario y Centenario
El Gobierno de la República realmente no escatimó en cuanto a los diversos
contenidos que podía presentar en su portal, desplegando recursos visuales,
documentales, fotográficos, videos y dando al público que visita la red una muy
variada cantidad de opciones para visualizar en su navegador. La gran mayoría de
estas opciones son para el común de la gente, no para especialistas, aunque se
puede destacar en especial el programa Discutamos México 2010, que si tiene a
esos especialistas y tratan temas que pueden incrementar los conocimientos de la
gente en diversos temas de nuestra historia.
GOBIERNO DEL ESTADO DE MÉXICO
mayo de 2010.
57 Los contenidos de todos los portales Web aquí referidos, están revisados y actualizados al 18 de

El gobierno del Estado de México también ha diseñado su portal web, el cual aloja
en un enlace desde su página principal
http://www.edomex.gob.mx/portal/page/portal/edomex :
http://qacontent.edomex.gob.mx/bicentenario/index.htm
Sin ser tan ostentosa como la del Gobierno Federal, y siendo tan solo un enlace
de la página principal del gobierno mexiquense, se nota más el afán de promover
los compromisos del Gobernador Peña Nieto y su afán de no pasar desapercibido
ante semejante evento.
Contenido:
Efemérides sobre el Bicentenario
Páginas del Bicentenario
Biblioteca Mexiquense del Bicentenario
Programa para la conmemoración (el que incluye obra pública)
Un poco de Historia
Los mexiquenses opinan
Centro de descarga
GOBIERNO DEL DISTRITO FEDERAL
http://www.bi100.df.gob.mx/
El gobierno del D. F. también ha diseñado un portal para los festejos, tiene un
vistoso diseño con un menú generoso, incorpora proyectos de gobierno,
académicos, culturales, ciudadanos y tiene textos digitalizados en línea, además
de dar gran difusión a proyectos internacionales en colaboración con del Gobierno
del DF.
Contenido:
Bi100 MEDIA
Proyectos ciudadanos

Proyectos con ciudades y estados
Proyectos internacionales
Generación del Bicentenario
Bi100 NIÑOS
La ciudad de las mujeres
La Comisión
Lo que hemos hecho 2007-2008
La Historia en la Ciudad
Casa de la Ciudad
Foros de Crítica
Proyectos de obra pública
Todos cumplimos años
GOBIERNO DEL ESTADO DE GUANAJUATO
http://www.bicentenarioguanajuato.gob.mx/
Al ser el estado cuna de la nación, Guanajuato no podía estar exento de realizar
un portal para los festejos, le da mucho énfasis al aspecto turístico, con la ruta de
la independencia y
galería de fotos en diversas partes del estado; el portal está organizado de la
siguiente manera:
Contenido:
Eventos
Noticias estatales
Convocatorias
Biblioteca digital
Actividades 2010
Blog Bicentenario
Multimedia
Personajes
Galería fotográfica
Casa bicentenario
Ruta de la Independencia
Sitios recomendados

UNAM
La UNAM tiene a disposición de los internautas dos portales de características
complementarias: el primero de ellos difunde la vida académica y de investigación
alrededor de los festejos, el segundo es un difusor de materiales en línea de tan
importantes acontecimientos en nuestra historia.
http://centenarios.unam.mx/
Contenido:
Festejos UNAM: Diplomados, conferencias, exposiciones
Convocatorias: Coloquio internacional las mujeres mexicanas y sus revoluciones a
lo largo de dos siglos 1810-2010
Mediateca
Sección Independencia y Sección Revolución
Recursos digitales
Artículos
Reseñas
http://www.pim.unam.mx/
Contenido:
Proyecto Independencia de México UNAM Presentación
Catálogo de documentos
Este portal, como dice en su propia presentación, surgió en el Instituto de
Investigaciones Históricas de la UNAM de la mano de un proyecto de investigación
en torno a los temas e interpretaciones recientes del proceso de emancipación. La
idea era reunir un seminario en el que los investigadores presentaran sus
avances, elaborar un balance de la historiografía y las interpretaciones recientes
relativas a la independencia, y en especial, lo más destacado de este portal, es la
digitalización de algunas fuentes básicas para ponerlas a disposición del
público y de colegas interesados.
ARCHIVO GENERAL DE LA NACIÓN
http://www.agn.gob.mx/independencia/presentacion.html
http://www.agn.gob.mx/revolucion/presentacion.html

Contenido:
Presentación
Documentos de cada periodo digitalizados, algunos paleografiados, fotografías.
INEHRM
El Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México, mejor
conocido como el INEHRM, a través de su página principal:
http://www.inehrm.gob.mx/Portal/PtMain.phppagina=inicio también se unió a las
actividades en línea para la conmemoración, el vínculo es:
http://www.inehrm.gob.mx/especiales/
Contenido:
Independencia Nacional
Reforma Liberal
Revolución Mexicana
Históricos
Para la mayoría de las secciones se agregan.
Galería de imágenes
Biblioteca digital
Literatura
Poesía
Música
FUNDACION TELMEX
http://bicentenario.com.mx/
Es un portal más informal al manejar contenidos cotidianos: recetas de cocina,
canciones, descargas a celular, juegos y la Pandilla Telmex.

El portal es patrocinado por: Telmex, Telcel, Unonoticias, Sanborns, Contenido,
Centro de Estudios de Historia de México Carso, Hotel Geneve; en resumidas
cuentas por el señor Carlos Slim Helú 58 .
Contenido:
Novedades de la semana
Descargas para celular de sucesos relevantes Bicentenario al 2231 o Info
Bicentenario al 2001
Eventos
Efemérides
Cancionero
Recetas
Monumentos
Pieza de la semana
Galería de imágenes y videos
WikiMexico
Juegos: memorama, relaciona y viva zapata
Niños: Pandilla Telmex y la promoción de la película Héroes verdaderos, con
patrocinio de Fundación Telmex
Blogs
Galerías (como Juárez y su tiempo, o la muerte de Zapata)
Otro punto importante de comentar, es el uso generalizado de las redes sociales
para difundir los contenidos de los portales, como Twitter o Facebook, de este
último se pueden rescatar los enlaces a los distintos portales que se han citado en
el presente trabajo, ejemplo de ello es el último que se ha mencionado, el cual a la
fecha tiene mas de 4200 personas que lo han visitado y son seguidores del
mismo:
http://www.facebook.com/pages/Tu-Bicentenario/219622783674v=wall#!/pages/Tu-
Bicentenario/219622783674v=wall
FACEBOOK Y LOS PERSONAJES DE LOS FESTEJOS
58 También el señor Slim tiene su propio portal web, en el cual se encarga de dar difusión a los
muchos eventos que encabeza, coordina, dicta y/o dirige: http://www.carlosslim.com/ consultado el 17 de
mayo de 2010.

A partir de este proyecto que se alberga en la Página de las Conmemoraciones de
México 2010, promovido por el Gobierno Federal, se pueden encontrar los perfiles
de diversos personajes de nuestra historia, y a partir de la página
http://www.bicentenario.gob.mx/index.phpoption=com_content&view=article&id=7
28 puede verse como Miguel Hidalgo cuenta con 1354 seguidores, mientras
Ignacio Allende solo con 307, o Zapata con 2171 y Villa con 1877.
Lo atractivo de estos espacios es la interacción que se desarrolla entre los
seguidores y los propios personajes, pues es posible entablar un intercambio de
ideas a través de cada perfil, además de que la consulta se puede hacer de forma
directa desde varios modelos de celular, que tienen acceso directo a estas redes
sociales.
La consulta directa en Facebook se puede hacer a través de los siguientes
vínculos:
http://www.facebook.com/home.php#!/pages/Miguel-Hidalgo-y-Costilla-
Pagina-de-las-conmemoraciones-de-Mexico-2010/48288734810ref=ts
http://www.facebook.com/home.php#!/pages/Jose-Maria-Morelos-Paginade-las-conmemoraciones-de-Mexico-2010/65063127533ref=ts
http://www.facebook.com/home.php#!/pages/Francisco-I-Madero-Pagina-delas-conmemoraciones-de-Mexico-2010/60039028351
http://www.facebook.com/home.php#!/pages/Francisco-Villa-Pagina-de-lasconmemoraciones-de-Mexico-2010/50108891949ref=ts
http://www.facebook.com/home.php#!/pages/Emiliano-Zapata-Pagina-delas-conmemoraciones-de-Mexico-2010/48417938113ref=ts
http://www.facebook.com/home.php#!/pages/Venustiano-Carranza-Paginade-las-conmemoraciones-de-Mexico-2010/54661032539
CONCLUSIONES
Porfirio Díaz hizo un derroche de actividades y eventos en 1910 con los festejos
del Centenario de la Independencia, tal vez no imaginó que estaba a próxima a
empezar la Revolución Mexicana, como consecuencia del fraude electoral en
contra del candidato del Partido Antirreeleccionista, Francisco I. Madero.

Cien años después de estos sucesos, y con dos importantes acontecimientos para
conmemorar en este 2010, -el Bicentenario del inicio de la Independencia de
México y el Centenario del inicio de la Revolución Mexicana-, nuestros actuales
gobiernos, en sus distintos niveles (federal, estatal, local) se apoyan en un medio
de comunicación e información tan rápido como la Internet, para difundir, a través
de portales y páginas Web, su visión de estos festejos.
Se tienen aciertos, como el programa Discutamos México 2010 y la difusión de
materiales escritos y audiovisuales que seguramente no serían de fácil acceso a la
comunidad en general, sin embargo, son plataforma para un sutil –y a veces no
tanto- uso propagandístico en cuanto a obras públicas, todo ello encaminado al ya
muy polémico año electoral 2012 en nuestro país.
Los portales académicos cumplen con su labor, proporcionan datos, imágenes,
fuentes primarias digitalizadas que el internauta también tendrá la facilidad de
consultar, además de información realizada por especialistas, lo cual le da rigor
académico a lo difundido.
Los de tipo privado, como el portal del señor Slim, tienen su encanto encaminado
a un tipo de población más popular: recetas de cocina, canciones, juegos; pero
también cuenta con material que no se consigue con facilidad por un ciudadano
promedio.
Con todos estos elementos, si tomamos en cuenta, la continuidad del patrimonio
digital, tal y como lo citó la propia María Amparo Clausell al hacer referencia a lo
establecido por la UNESCO en la CARTA PARA LA PRESERVACIÓN DEL
PATRIMONIO DIGITAL 59 , es fundamental preservarlo, en especial por la facilidad
que existe para su consulta; y para ello se requieren medidas que repercutan en el
ciclo vital de la información digital, desde su creación hasta su utilización. La
preservación a largo plazo de este patrimonio digital “empieza por la concepción
de sistemas y procedimientos fiables que generen objetos digitales auténticos y
estables.” 60 Es decir, que duren la mayor cantidad de tiempo posible y sobre todo
que puedan ser consultados por la gente con facilidad.
59
CARTA PARA LA PRESERVACIÓN DEL PATRIMONIO DIGITAL. UNESCO Consultado en
http://portal.unesco.org/ci/en/files/13367/10676067825Charter_es.pdf/Charter_es.pdf Rescatado el 30 de
abril de 2010
60 Ibídem.

Por último, si bien la elaboración de una página Web requiere de un gran equipo
de trabajo, no están exentos de errores, que en el caso de algunos portales ya
referidos, más bien pueden antojarse a muchos como “horrores”, sin embargo,
parece pertinente insistir en que aprovechemos estos recursos que tenemos en la
Internet a través de estas direcciones electrónicas; en todos nuestros planteles
existen una serie de eventos relativos al Bicentenario y Centenario, en nuestros
programas tocamos estos temas, ya sea en Historia Universal o Historia de
México, que son en grueso de nuestra población estudiantil, amén de los grupos
de Revolución Mexicana que llevan un programa que sería ideal para ser
impartido en todos los sextos años como materia obligatoria. Aprovechemos la
existencia en este 2010 de una cantidad importante de diversos materiales en
línea, señalemos ante nuestros alumnos aciertos y errores de esos portales en la
Web, que sirvan como punta de lanza para mesas redondas, debates, ya sea en el
aula como una actividad complementaria o en una extracurricular.
Y busquemos también, los mecanismos para que todos esos materiales perduren
en la Web, que se hagan donativos de archivos digitales de esos materiales a las
instituciones educativas, busquemos las instancias adecuadas para hacer esa
solicitud… o por lo menos, así como en lo particular, cuando encontramos un
material que nos interesa conservar, hagámoslo “archivo, guardar como pagina
web” y hagamos nuestro propio fichero de materiales y salvemos los festejos del
bicentenario y centenario en la Web de la “oscura era digital”.
BIBLIOGRAFIA Y SITOGRAFIA
Clausell, Amparo. “Oscura era digital” en AAPAUNAM Academia Ciencia y
Cultura. Órgano informativo de la AAPAUNAM. Año 2, No. 1 Enero-Marzo
2010.
CARTA PARA LA PRESERVACIÓN DEL PATRIMONIO DIGITAL. UNESCO
Consultado
en
http://portal.unesco.org/ci/en/files/13367/10676067825Charter_es.pdf/Charter_es.p
df rescatado el 30 de abril de 2010.
http://www.agn.gob.mx/independencia/presentacion.html consultado el 18 de mayo
de 2010.
http://www.agn.gob.mx/revolucion/presentacion.html consultado el 18 de mayo de
2010.

http://www.bi100.df.gob.mx/ consultado el 18 de mayo de 2010.
http://www.bicentenario.gob.mx/ consultado el 18 de mayo de 2010.
http://www.bicentenario.gob.mx/index.phpoption=com_content&view=article&id=7
28 consultado el 18 de mayo de 2010.
http://www.bicentenarioguanajuato.gob.mx/ consultado el 18 de mayo de 2010.
http://www.edomex.gob.mx/portal/page/portal/edomex consultado el 18 de mayo
de 2010.
http://www.facebook.com/pages/Tu-Bicentenario/219622783674v=wall#!/pages/Tu-
Bicentenario/219622783674v=wall consultado el 18 de mayo de 2010.
http://www.facebook.com/home.php#!/pages/Miguel-Hidalgo-y-Costilla-Paginade-las-conmemoraciones-de-Mexico-2010/48288734810ref=ts
consultado el 18
de mayo de 2010.
http://www.facebook.com/home.php#!/pages/Jose-Maria-Morelos-Pagina-de-lasconmemoraciones-de-Mexico-2010/65063127533ref=ts
consultado el 18 de
mayo de 2010.
http://www.facebook.com/home.php#!/pages/Francisco-I-Madero-Pagina-de-lasconmemoraciones-de-Mexico-2010/60039028351
consultado el 18 de mayo de
2010.
http://www.facebook.com/home.php#!/pages/Francisco-Villa-Pagina-de-lasconmemoraciones-de-Mexico-2010/50108891949ref=ts
consultado el 18 de
mayo de 2010.
http://www.facebook.com/home.php#!/pages/Emiliano-Zapata-Pagina-de-lasconmemoraciones-de-Mexico-2010/48417938113ref=ts
consultado el 18 de mayo
de 2010.
http://www.facebook.com/home.php#!/pages/Venustiano-Carranza-Pagina-delas-conmemoraciones-de-Mexico-2010/54661032539
consultado el 18 de mayo de
2010.

http://qacontent.edomex.gob.mx/bicentenario/index.htm consultado el 18 de mayo
de 2010.
http://www.fundaciontoscano.org/esp/index.asp consultado el 18 de mayo de 2010.
http://www.inehrm.gob.mx/Portal/PtMain.phppagina=inicio consultado el 18 de
mayo de 2010.
http://www.inehrm.gob.mx/especiales/ consultado el 18 de mayo de 2010.

UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO
ESCUELA NACIONAL PREPARATORIA
Plantel 7 “Ezequiel A. Chávez”
TÍTULO: ARCHIVO DE LA SECRETARÍA PARTICULAR DEL PRESIDENTE
FRANCISCO I. MADERO (1911-1913)
PRESENTA:
MARÍA DE LA LUZ RIVAS PASTRANA
PROFESORA DE ASIGNATURA “B”, DEFINITIVA EN EL ÁREA DE HISTORIA
PLANTEL “EZEQUIEL A. EZEQUIEL” (7), TURNO MATUTINO
México, D.F. 18 de mayo de 2010

Síntesis Curricular
María de la luz Rivas Pastrana
Lic. en Historia, egresada de la FES- Acatlán
Profesora de Historia en el Plantel 7 “Ezequiel A. Chávez”
Categoría: Profesor de Asignatura “B” Definitiva
Antigüedad en la UNAM-ENP: 20-mayo-1987, (22años)
Materias que imparto: Historia Universal III, Historia de México II y Revolución
Mexicana.
Actualmente curso el segundo semestre de la Maestría en Educación Media
Superior (MADEMS)

El Archivo de la Secretaría Particular del Presidente Francisco I. Madero
(1911-1913)
INTRODUCCIÓN
Uno de los sucesos que por su importancia en la conformación del México actual,
sigue despertando el interés del estudioso es, sin duda alguna, la Revolución
Mexicana, en sus diversas etapas, entre ellas, el maderismo.
Para la etapa maderista existe una vasta documentación de primera mano que
puede consultar el estudioso y que se encuentra en diversos recintos tales como
la Biblioteca Nacional, el Centro de Estudios de Historia de México (CONDUMEX),
en el Departamento de Gráficas de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público y
la Biblioteca Nacional de Antropología e Historia.
Así mismo, en el Archivo General de la Nación, en la Galería 3, se encuentra el
Fondo de la Secretaría Particular del Presidente Francisco I. Madero (1911-1913),
el cual ofrece la posibilidad de estudiar la Revolución Mexicana en su primera
atapa, que corresponde al maderismo. Este fondo está contenido en 99 cajas y
cuenta con un fichero, elaborado por el personal del propio AGN, que ordena los
documentos de las cajas 1 a 52, así como dos catálogos, uno de las cajas 60 a 65,
elaborado por María de los Ángeles Guadalupe Suárez del Solar González y otro
de la caja 57, elaborado por María de la Luz Rivas Pastrana, ambos catálogos
dirigidos por la Doctora Andrea Sánchez Quintanar.
La caja 57 de dicho fondo, alberga los Libros copiadores de Francisco I. Madero,
numerados del 1 al 3, de noviembre de 1911 a diciembre de 1912; y del Lic.
Federico González Garza, del X al XIII, de marzo a junio de 1912. Todos estos

libros copiadores suman un total de 2,995 documentos., disponibles para su
consulta.
DESARROLLO
La Secretaría Particular del Presidente tiene un carácter especial, ya que no tiene
la misma jerarquía de las Secretarías de Estado, porque carece de la autonomía
que tienen éstas; sin embargo, al depender directamente del presidente del país,
adquiere una posición privilegiada, ya que sus funciones y actividades reflejan las
del propio gobernante teniendo, en consecuencia, injerencia en toda la república y
en todos los renglones de la administración gubernamental.
Las funciones específicas de la Secretaría Particular de la Presidencia, consistían
en programar las actividades diarias del presidente tales como visitas, audiencias,
ceremonias, acuerdos, etc.; dar respuesta a toda la correspondencia que llegaba a
la Secretaría; canalizar la correspondencia cuya resolución competía a diferentes
autoridades; retener la documentación que, por su importancia, debía atender
directamente el presidente; recibir, organizar y comunicar al primer magistrado
toda la información valiosa para la toma de decisiones; y, transmitir a las
instancias correspondientes las resoluciones acordadas.
Algunos de los temas que el investigador puede encontrar en los 2995
documentos que alberga la caja 57 del Fondo Madero son los siguientes: la
relación del gobierno maderista con los diversos gobernadores de los estados; con
los poderes legislativo y judicial, con la prensa, relaciones diplomáticas, cuestiones

de carácter económico, aspectos militares, así como asuntos de carácter más
cotidiano como solicitudes de empleo, audiencia y ayuda económica entre otros.
La correspondencia entre Madero y los diversos gobernadores hace referencia a
recomendaciones mutuas sobre solicitudes de audiencia; solicitudes de empleo,
felicitaciones mutuas de carácter oficial y personal, solicitud de repatriación y de
garantías de seguridad para reinstalar en sus localidades de origen a activistas
políticos; agradecimientos del presidente Madero a frases de adhesión y confianza
que los gobernadores le expresan; así como notas de confianza que el presidente
envía a los gobernadores, desacreditando las opiniones que en contra de ellos se
publicaban en los periódicos; solicitud de préstamo y procesos electorales entre
otros.
Pero los asuntos que con mayor frecuencia abordó Madero con los gobernadores,
fueron de orden militar, por ejemplo, la correspondencia con los gobernadores
Francisco y Ambrosio Figueroa, fue muy tirante debido a que éstos no le enviaban
informes precisos de la ubicación de las tropas, no había resultados favorables en
los enfrentamientos militares con los zapatistas; y porque, además, Madero se
percató de los abusos cometidos en la asignación de recursos económicos, ya que
se alteraba el número de soldados y no se repartía todo el armamento que se les
enviaba. Otro ejemplo de comunicación frecuente de orden militar, fue con el
gobernador de Oaxaca, Benito Juárez Masa, con quien madero tuvo una relación
muy tensa, por obstruir las decisiones del gobierno maderista para restablecer la
calma con los indígenas juchitecos:

…Ya Flores Magón desistió de su propósito, que era el de pacificar prontamente
Juchitán; pero usted debe comprender que necesitan ustedes animarse de un
espíritu más conciliador y no poner obstrucciones al Gobierno del Centro. Si
siquiera ustedes ayudaran para pacificar ese estado, tendrían derecho para
oponerse á cualquier arreglo que queremos hacer para pacificar de otro modo;
pero por una parte no cumplen ustedes los compromisos contraídos, como fue el
de publicar una amnistía para los juchitecos, lo cual hace que éstos se levanten, y
por otra quieren que el Gobierno Federal mande constantemente tropas á ese
Estado, negándose ustedes en cambio, á darnos el contingente que le
correspondería ese Estado.
Si todos los Estados obrasen como Oaxaca ¿qué haría el Gobierno Federal ¿De
dónde sacaría fuerzas para mandar 61
Con respecto al Poder Judicial, Madero siempre guardó un gran respeto por la
autonomía de éste. Esto se puede afirmar porque dentro del Archivos existe una
gran cantidad de documentos donde se solicita la intervención presidencial en
asuntos de impartición de justicia, y la respuesta más frecuente que al respecto
da Madero, es que él se ha propuesto no intervenir en ese tipo de asuntos.
Aunque en algunos casos, cuando son personajes de la política, o amigos y
conocidos, Madero sí interviene como fueron los casos del General Bernardo
Reyes y de Félix Díaz a quienes concedió el indulto.
Buena parte de los documentos catalogados aluden al proceso electoral, del cual
Madero tuvo conocimiento amplio a través de abundante correspondencia con
ministros, gobernadores, jefes políticos, presidentes municipales, agrupaciones
políticas, candidatos y ciudadanos en general. Madero no sólo tuvo conocimiento
del proceso electoral, sino también injerencia, al solicitar la lista de posibles
candidatos, apresurar las elecciones como medio para pacificar a las diferentes
entidades, recomendar respeto al voto popular, o al vigilar que los candidatos
476-477, doc.402
61 AGNM, Galería 3, Fondo Presidente Francisco I. Madero (1911-1913), Caja 57, Lib.1 de FIM, p.

tuvieran plena libertad de acción en sus campañas políticas, insistiendo en que no
tenía preferencia por ningún candidato en especial, ya que lo único que deseaba
es que triunfara el candidato que obtuviera la mayoría de los votos.
Aunque Madero respetó al voto popular, también llegó a intervenir a favor del
triunfo de algunos candidatos, como fueron los casos de Félix Palavicini, Rafael L.
Hernández y Pascual Orozco, al cual le propone lo siguiente:
Como usted sabe, tengo mucho interés en que Don Abraham González siga aquí
en el ministerio, y se me ocurrió que al pedir una nueva licencia podía ser muy
conveniente que usted quedara como Gobernador del Estado de Chihuahua.
Dígame qué le parece, á fin de darle instrucciones á don Abraham para que influya
con la Legislatura Local para que lo designe á usted. 62
La actitud de la prensa es otro tema que aparece con frecuencia en los
documentos catalogados, en los que se aprecia que ésta exagera todos los
problemas políticos, militares, económicos y sociales, con el fin de descalificar y
obstaculizar a su gobierno, sin embargo, llama la atención el hecho de que
únicamente en dos documentos, catalogados con los números 108 y 295, Madero
habla de la necesidad de poner un freno a la prensa de oposición y exigirle
mayor veracidad.
Otra problemáticas que destaca en los documentos es la enorme preocupación
del presidente Madero por lograr el control de los levantamientos en contra de su
gobierno. Para cubrir las bajas dentro del ejército se recurrió a la leva, hubo
constantes inconformidades del personal castrense por la demora de sus pagos, lo
que permite suponer que aunque la mayor parte del presupuesto gubernamental
se dirigió a cubrir las necesidades del ejército, los recursos fueron insuficientes.
62 AGNM, Galería 3, Fondo Presidente Francisco I. Madero (1911-1913), Lib.1, p. 305, doc.248

En Asuntos varios, se agrupan casos que podrían ser clasificados como del orden
social. Se trata de peticiones hechas al presidente, tales como solicitudes de
empleo, cartas de recomendación, peticiones de ayuda económica o de audiencia
para tratar asuntos particulares, invitaciones para que el presidente participe en
negocios, asista a eventos oficiales y particulares o para ser socio o miembro
honorario de algunas organizaciones sociales, o bien, felicitaciones por diversos
asuntos, así como agradecimientos del presidente por ofrecimiento de servicios
militares, regalos y frases de adhesión.
En general, las respuestas de la Presidencia a todas las peticiones de ayuda
fueron redactadas en un lenguaje oficial e impersonal, dando la impresión que se
redactaron siguiendo un formato preestablecido y sin hacer consideraciones
especiales hacia las personas solicitantes, y generalmente la respuesta era
negativa. Aunque peticiones de la misma índole, pero provenientes de personas
que fueron consideradas importantes desde el punto de vista miliar o político por el
propio Madero, recibieron de éste respuestas favorables, lo cual es contrario al
espíritu democrático del presidente.
Resulta de interés todas las peticiones por parte de la población, porque reflejan la
percepción que la sociedad tenía de la figura presidencial, En general,
consideraban al presidente del país como una persona omnipotente que, tenía en
sus manos la solución a los problemas que se le plantearan.
CONCLUSIONES
Los documentos a partir de los cuales he centrado mis comentarios, son
respuestas que el presidente Madero o su secretario particular, Federico González

Garza, dieron a los diversos asuntos y temas contenidos en la Caja 57 del Fondo
Madero, los cuales van desde asuntos de interés y trascendencia nacional, hasta
asuntos que pueden considerarse producto de la cotidianidad durante el período
maderista, sin que ello signifique que necesariamente carezcan de importancia.
A partir de las respuestas que escriben Madero y Federico González Garza, se
puede inferir el estilo personal de gobernar que tuvo el presidente Madero, aunque
cada investigador interesado puede hacer, de acuerdo con su formación
académica, su propia interpretación sobre la actuación del presidente Madero
durante su breve período como gobernante de este país.
La catalogación de los documentos de la Caja 57 permite conocer la diversidad
tan grande de asuntos y temas que un investigador puede encontrar, haciendo de
cada uno de ellos líneas de investigación, cuyo desarrollo puede ampliar, de
manera importante, el conocimiento histórico que de por sí ya se tiene del período
maderista. Por último es oportuno aclarar que los documentos catalogados sirven
de apoyo para desarrollar diversas líneas de investigación, pero insuficientes para
agotarlas, por lo que es necesaria la consulta de todo el Fondo Francisco I.
Madero.
Referencia Bibliográfica:
Archivo General de la Nación Mexicana (AGNM), Galería 3, Fondo Presidente
Francisco I. Madero (1911-1913), Caja 57.

Ponencia al X ENCUENTRO ACADÉMICO DE PROFESORES DE HISTORIA
DEL BACHILLERATO Con el tema Revolución Mexicana
Maestra en historia Mónica del Valle Béjar
Escuela Nacional Preparatoria plantel 6 “Antonio Caso”
Título
Recuerdos de Armando del Valle Toledo, primo político de
Aquiles Serdán. Episodio de historia oral de la Revolución
Mexicana en Puebla

Resumen:
En un Encuentro de Profesores de Historia de la Escuela Nacional Preparatoria,
presentamos lo importante que es la historia oral como herramienta para el rescate de la
historia y un elemento importante en el proceso de enseñanza aprendizaje, pues bien,
presento un fragmento de los recuerdos de Armando del Valle Toledo, padre de mi padre,
quien vivió en Puebla y compartió vivencias con la familia de Aquiles Serdán, pues su
esposa era prima hermana.
La entrevista rescata algunos recuerdos en Puebla al estallar la Revolución Mexicana.

Síntesis curricular del ponente.
Maestra en historia de México Mónica del Valle Béjar
Realizó estudios de licenciatura y maestría en el Colegio de Historia de la Facultad de
Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México.
Realizó la catalogación del fondo de Instrucción Pública y Bellas Artes en el Archivo
General de la Nación, con la Beca Salvador Novo
Ha sido maestra de historia universal en el plantel seis “Antonio Caso” de la Escuela
Nacional Preparatoria, donde ha participado en todas las actividades.
Ponente en dos congresos centroamericanos de historia.
Fue profesora de las asignaturas Interpretaciones de la historia y filosofía política clásica
en la Facultad de Estudios Superiores Acatlán.
Desde 1993 trabaja en la Unidad 094 Centro de la Universidad Pedagógica Nacional en el
área de ciencias sociales.
Ha publicados algunos artículos.

Recuerdos de Armando del Valle Toledo, primo político de Aquiles Serdán. Episodio
de historia oral de la Revolución Mexicana en Puebla
Introducción.
Estamos aquí reunidos como cada año para exponer nuestras ideas sobre un tema en
particular y este año muchas personas han estado reflexionando sobre la historia de
México al celebrar dos efemérides, la Independencia y la Revolución.
Quisiera retomar lo que en alguna reunión presentamos algunos profesores del plantel
seis relativo a la historia oral.
Según Mariana Romo Patiño 63 , la historia oral como método de investigación, es un
procedimiento que a través de las narraciones ha establecido la construcción de nuevas
fuentes para la investigación socio histórica, esto significa, dice Aceves 64 , “producir
conocimientos históricos, científicos y no simplemente lograr una exposición ordenada de
fragmentos y experiencias de la vida de los otros”. A la historia oral, continua diciendo, no
sólo le importa construir y sistematizar sus nuevas “fuentes orales” sino que requiere
63 Mariana Romo Patiño, en una ponencia titulada “La Universidad Nacional de México
durante los años veinte: estudiantes la conquista de nuevos espacios educativos”-
64 Jorge E. Aceves Lozano, Introducción: “La historia oral contemporánea: una mirada
plural”, en Historia Oral. Ensayos y aportes de investigación, México, CIESAS, 2000, p.10

integrarlas y confrontarlas con los demás acervos históricos” y, a partir de estos, hacer un
análisis que agregue datos al conocimiento de la historia social.
Como indica Portelli 65 , el tiempo es una de las cosas esenciales de las que tratan las
historias. Una historia de vida –dice- es algo vivo. Es siempre una obra en proceso, en la
cual el narrador revisa la imagen de su propio pasado a medida que avanza. Como se los
presentaré a continuación.
Armando del Valle Toledo:
Como te dije, yo nací en la ciudad de Puebla el 18 de enero de 1900, como
consecuencia el 18 de enero entrante voy a cumplir 85 años” Yo me eduqué
en la ciudad de Puebla, estuve en una escuela católica se llamaba
Guadalupana era una escuela primaria, era dirigida por sacerdotes, fui a esa
institución
me educaron, me enseñaron las primeras letras, bueno las
primeras letras las aprendí en un pueblo ciudad llamado Cholula.
El empezó hablar a los siete años; le hacían burla pues en lugar de decir cazuela, decía
tajuela y cosas por el estilo; no podía expresarse bien… Según él, por que su madre
recibió una impresión muy fuerte, cuando un hombre iba a ser asesinado apuñaladas, se
horrorizó tanto su madre que le ocasionó ese defecto.
65 Alessandro Portelli, “El tiempo de mi vida: Las funciones del tiempo en la historia oral”,
en Historia Oral, comp. Por Jorge E. Aceves Lozano, México, Instituto Mora/UAM, 1993. pp. 196-197.

Se educó en una escuela católica hasta tercer año de primaria en la ciudad de Puebla.
Tuvo que salir pues como no se aprendió una recitación para la llegada del arzobispo, el
maestro se enojó, le dieron sus coscorrones y lo sacaron.
Lo metieron a otra, que existe en Puebla todavía y se llama Instituto Metodista Mexicano,
ahí estudió el cuarto y el quinto, en 1911 o 1912.
Su maestra se llamaba Guadalupe Perales, y le enseño a pesar de su defecto. Estudio en
la Escuela de Bellas Artes a partir de 1911, estudiando dibujo como tres años. Su profesor
era Manuel Centurión, muy querido, paciente, aprendió algo, pero no pudo continuar.
¿Qué recuerda del inicio de la Revolución
En la ciudad de Puebla, había un grupo de antirreleccionistas que compartía las ideas de
Madero, con quienes se reunió 66
66 Gustavo Casasola, Historia gráfica de la Revolución Mexicana, tomo 1, México, Editorial
Trillas, 1973, p. 143

Desde 1911
…en casa se reunían muchos señores a platicar con mi papá, hacían rueda
por que eran varios y mi mamá generalmente los esperaba con una suculenta
comida, rajas con chile, digo rajas de chile con leche que se acostumbraba
mucho allá, el molito de caderas, el molito de panza con bolitas de masa
también hacían chilaquiles, muy buenos, con trocitos de carne de puerco, los
chiles en nogada, según la temporada de las reuniones. Yo me acuerdo que
mi papá era muy afecto, muy atento con todos estos señores; ya cuando tuve
uso de razón comprendí que se trataba de cosas de políticas.
Mi padre, tuvo mucha ingerencia en la cuestión de la Revolución. En mi casa
llegó a ir, bueno era pariente, por que estaba casado con una prima mía, 67
Aquiles Serdán
Filomena del Valle
Aquiles Serdán, estuvo en mi casa muchas veces, muchas, siempre
67 Ibidem, p. 216.

platicando con mi papá sobre cosas de don Porfirio Díaz. Mi padre siempre
fue perseguido por estas circunstancias. Había en Puebla un, -además del
que fue gobernador don Lucio Martínez- pero, el que perseguía mucho a mi
papá era un señor Joaquín Pita, era jefe de la policía.
Joaquín Pita 68 ,
Valga el mote que le daban era, el que pitaba las cosas que se hacían en
secreto en las casas, Mi papá tuvo mucho que ver con la Revolución.
Cuando la Revolución estalló, yo tenía pues 10 años y meses, la revolución
fue en noviembre de 1910, yo iba a cumplir once años, cuando la revolución
estalló mi padre tenía en la casa como unas 20 carabinas o fusiles como se
llamaban, los teníamos escondidos, mmm, en un escusado de esos antiguos
que es un pozo con una tarima, así que nunca los iban a encontrar, era una
68 Ibidem, p. 217.

tarima como cuatro hoyos, ahí las guardábamos, cuando la revolución te digo
que estalló, mi padre se apresuró a sacar las carabinas aquellas y nosotros
vivíamos en la calle de la Industria a un costado del cuartel que se da por el
Paseo Bravo, en ese cuartel estaba un general que era odioso para todo
mundo, sobre todo nosotros nunca lo quisimos por que él perseguía mucho a
mi papá, por los pitazos que le daba Joaquín Pita…
Conservábamos un sombrero tejano color negro que fue atravesado por las
balas que le tiraron desde el cuartel, desde los minaretes del cuartel de
Zaragoza, está atravesado de la copa, tenía dos agujeritos. Milagrosamente
mi padre no murió, pero si como te digo, salimos huyendo de Puebla después.
Cuando la Revolución estalló y hubo mucha matazón en Puebla, se esperaba
que fuera don Francisco Madero, Madero llegó 69 ,
69 Ibidem, p. 157.

Pero llegó encontrando la ciudad limpiecita, porque habían lavado las calles,
pero las calles las lavaron porque había cientos de hombres muertos; yo era
un niño y me acuerdo que una hermana de mi madre llamada Margarita,
casada con un señor llamado Juan Aveleyra llegó a mi casa, pero en mi casa
estaba a una calle del paseo Bravo y todo el contorno del paseo Bravo estaba
lleno de cadáveres y de cadáveres destrozados materialmente por que
usaban balas expansivas y entonces una bala que tocaba el cuerpo lo hacía
pedazos y mi tía Margarita murió de un derrame de bilis a consecuencia de
esa impresión, no duró mi tía Margarita arriba de diez días. Y era sana, no
estaba enferma. Murió mi tía como murieron otros, otros parientes de la
impresión horrorosa que causaba ver aquello, nunca lo habíamos
presenciado.
Yo era un niño, pues veía aquellas cosas, no les daba importancia, pues como
te dije me asustaba pero no aquilataba el valor de todo aquello.
Recuerdo también que salimos huyendo de Puebla en 1913, porque ese
Joaquín Pita, perseguía siempre a mi papá. Mi padre estuvo tres veces en
cuadro para fusilarlo, milagrosamente se salvaba por intervención de alguien
que lo conocía y que lo quería ayudar.
Cuando llegamos a Puebla a poco de llegar fue aprehendido y lo metieron a
la cárcel que se llamaba de Belén….. Ahí estuvo mi padre en esa mazmorra,
no nos dejaban verlo. Yo fui varias veces con mi madre, con mis hermanos a
tratar de verlo en la prisión esa de la cárcel de Belén; nunca lo logramos, pero

no recuerdo cuanto tiempo pero si estuvo cerca de un mes en esa cárcel. Y
supe que lo había sacado de la cárcel un coronel que tenía amistad con mi
padre, era el Coronel Mondragón, hermano del general Manuel Mondragón.
Este señor coronel siempre tuvo interés en ayudar a mi padre, no se los
antecedentes de esa amistad.
.
Conocía Aquiles y Máximo Serdán.
Cuando estalló la cosa de Aquiles Serdán en su casa.
Desde la azotea 70 :
70 Ibidem, p. 218

, mi padre ya no tuvo tiempo, ya no tuvo tiempo de llamar a los otros, para
usar las veinte armas que teníamos guardadas en aquel escusado; ya no le
dio tiempo a mi papá. Cuando desde mi casa se oía la balacera, porque
Puebla era chico y creo que se llamaba calle de la Concepción, donde estaba
la casa de Aquiles Serdán, por ahí así era, no recuerdo si era en la calle de la
Concepción vivía mi hermana Matilde, no recuerda el nombre…

Conclusiones
Si reuniéramos los recuerdos de tantas personas a través de historia oral el rescate de
sus recuerdos nos permitiría reconstruir ese rompecabezas de los muchos Méxicos y los
muchos mexicanos que vivieron las diferentes facetas de lo que llamamos la Revolución
Mexicana.
Bibliografía
Gustavo Cassasola, Historia gráfica de la Revolución Mexicana, México, Editorial Trillas,
1973, tomo 1.
Rafael Tafolla Pérez, Aquiles Serdán. Breve historia de un pueblo y un hombre, México,
edición del autor, 1990, p. 164.
Entrevista:
Ricardo Montejano del Valle entrevistó a Armando del Valle Toledo el 24 de diciembre de
1984 en su casa. Cassete de audio

EL IDEARIO CONSTITUCIONAL Y LA DISPUTA DE LOS BIENES
TERRITORIALES
Juan Manuel Romero García 71
INTRODUCCIÓN
A pesar de sus opositores y de su compleja etiología, la Constitución Política de
1917 sintetiza parte del proceso conocido como Revolución Mexicana. Lo hace al
privilegiar la soberanía y el derecho de los mexicanos sobre sus recursos
naturales. Para ello, fija un claro límite al interés privado -nacional y extranjero- y
lo somete al público, con estricto apego a nuestras tradiciones, necesidades y
expectativas de desarrollo. Sin embargo, sus principios se expresaron en ideales
por consolidar. Los más sentidos cuajaron como movimientos sociales
concretados en leyes, instituciones y políticas. Así, detrás de cada uno de sus
artículos hay una historia digna de ser estudiada, contada, defendida. Este trabajo
se ocupa de esa historia, centrándose en su artículo 27º y en la disputa del
territorio nacional, con base en tres cuestiones: el ejido, el petróleo y las
telecomunicaciones. Para ello, revalora el vínculo de los procesos
socioeconómicos y políticos con la dimensión ideológico-cultural, cuyo devenir es
71 Juan Manuel Romero es licenciado en historia por la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM,
con estudios de maestría en Historia de México. Sus temas de interés son la cultura náhuatl
prehispánica, la teoría y la filosofía de la historia. Actualmente es profesor de carrera en la Escuela
Nacional Preparatoria, Plantel 8 “Miguel E. Schulz, donde imparte los cursos de Historia de México
II e Historia de la Cultura. Asimismo es profesor en la Facultad de Filosofía y Letras (UNAM) donde
ha sido responsable de los cursos de Materialismo Histórico, Teoría de la Historia y Filosofía de la
Historia. También es profesor invitado en el Instituto Cultural Helénico y en el Colegio de
Michoacán. Ha realizado diversas publicaciones en revistas de la UNAM y del Instituto Nacional de
Antropología e Historia. Ha sido coautor de varios libros como Disidencia y disidentes en la Historia
de México, Escribir la Historia en el siglo XX, (ambos publicados por el Instituto de Investigaciones
Históricas de la UNAM), Conocimientos Fundamentales del Bachillerato. Historia, así como dos
libros de texto sobre Historia Universal, publicados por la Oxford University Press. Actualmente es
Consejero Técnico Propietario del Colegio de Historia de la Facultad de Filosofía y Letras de la
UNAM.

igualmente forjador del onthos histórico. Algo semejante puede inferirse del
concepto de nación propuesto por Benedict Anderson:
Es una comunidad imaginada. No es la etnia, la religión, el interés material, el idioma, la
necesidad militar o la geografía lo que reúne las fuerzas fundadoras y básicas para crear y
mantener dicha solidaridad. La clave está en la memoria, el mito y la historia; en el
recuerdo organizado y en el olvido deliberado… es la expresión de una tradición histórica
de continuidades en serie”. 72
La lección es contundente: la construcción de imaginarios, aún los mistificados, se
traduce en realidad en tanto la sociedad los considere aptos para normar sus
juicios y para dirigir sus acciones. Nuestro reto reside en promover el estudio de la
historia para confrontarlo con visiones simplistas (voluntarismos, fatalismos) e
incidir lo mismo en la memoria y en la conciencia nacional que como guía para la
acción política en beneficio de las mayorías. Ello justificaría sobradamente toda
conmemoración, centenaria o bicentenaria.
IDEARIO CONSTITUCIONAL Y TERRITORIO EJIDAL
Al tomar el poder político, la segunda generación de liberales consideró como
única vía de progreso la ciudadanización y la individualización de sus inmuebles.
Ése fue el espíritu de la Ley Lerdo. Sin embargo, en su artículo 8º reservó los
bienes de ayuntamientos, incluido el ejido, del proceso de desamortización. 73 Lo
72 Benedict Anderson, Comunidades imaginadas. Reflexiones sobre el origen y la difusión del
nacionalismo, p. 195.
73 “Sólo se exceptúan de la enajenación que queda prevenida, los edificios, ejidos y terrenos
destinados exclusivamente al servicio público de las poblaciones a que pertenezcan”, Ley de
desamortización de las fincas rústicas y urbanas de las corporaciones civiles y religiosas de
México, 25 de junio de 1856, en http://www.inehrm.gob.mx/pdf/documento_leyLerdo.pdf. (Página
consultada el 18 de mayo de 2010).

hizo en estricto apego a una economía moral, 74 acreditada por la costumbre y
sancionada en la normatividad civil y religiosa del Virreinato.
La Constitución de 1857 incorporó la Ley, pero al hacerlo omitió la tradicional
dispensa sobre los ejidos. 75 Por tal motivo, de 1883 a 1910 medio centenar de
compañías deslindaron 63 millones de hectáreas, recaudaron más de 20 millones
de pesos y detentaron alrededor del 13% de la superficie cultivable de México.
Más de 42 millones de hectáreas terminaron en manos de latifundistas nacionales
y extranjeros. 76 Fue éste un motivo más para el estallido revolucionario. Paralelo a
la diversidad de intereses, doctrinas y estrategias, el movimiento agrario encontró
cause en las luchas con inspiración tradicional. Su importancia se hizo explícita en
los más famosos documentos de la lucha armada, con gran variedad de
tonalidades. La concepción carrancista por ejemplo, fue considerada por los más
radicales un freno al reparto campesino. 77
Sin embargo, unida y alterada por otras, promovió la reconstitución ejidal que se
consagró en 1917. Así se inició la Reforma Agraria, en principio acotada, pero con
74 “Economía moral” es una categoría de las ciencias sociales que expresa las concepciones
generalizadas en torno a los límites morales que debían tener las leyes del mercado que, hasta el
siglo XVIII al menos, no aceptaban el lucro atentatorio de la economía alimentaria. Según el
historiador Edward Palmer Thompson, esta concepción explica infinidad de rebeliones populares
en contra de gobiernos y especuladores.
75 “Ninguna corporación civil ó eclesiástica, cualquiera que sea su carácter, denominación ú objeto,
tendrá capacidad legal para adquirir en propiedad ó administrar por sí bienes raíces, con la única
excepción de los edificios destinados inmediata y directamente al servicio ú objeto de la
institución”, Artículo 27º de la Constitución Política de la República Mexicana, 5 de febrero de 1857,
en http://www.juridicas.unam.mx/infjur/leg/conshist/pdf/1857.pdf. (Página consultada el 18 de mayo
de 2010).
76
Robert J. Knowlton, “El ejido mexicano en el siglo XIX”, p. 93, en
http://historiamexicana.colmex.mx/pdf/13/art_13_1871_16011.pdf. (Página consultada el 18 de
mayo de 2010).
77 Antonio Díaz Soto y Gama, Historia del agrarismo en México, pp. 610-619 y 629.

la aplicación del Código Agrario de 1934 sonó la campanada final de la secular
hacienda. 78 Para 1940 el ejido representó el 50% de la producción total y la base
del crecimiento económico de México, con apego a criterios de equidad y
eficiencia. 79
Lamentablemente, al término del cardenismo comenzó el ataque al proyecto ejidal.
Miguel Alemán, conspicuo privatizador, restableció el derecho de amparo a las
expropiaciones, derogado por decreto del 30 de diciembre de 1933. Además, su
programa de incentivos para el campo fue abiertamente en favor de los
productores privados. Para 1960 el 3.3% de los predios produjo el 54% de los
bienes agropecuarios, al detentar el 67% de las tierras de riego y el 75% de la
maquinaria. A la par, la propiedad ejidal sólo generó el 8% de la producción
nacional; excelente argumento privatizador basado en su supuesta inviabilidad. 80
Muchos ven en la contrarreforma salinista la legalización de una práctica ya
corriente. En su Tercer Informe de Gobierno Salinas anunció lo inédito para un
presidente posrevolucionario: “seguir repartiendo tierras es contrario a la
Revolución pues fomenta el estado de pobreza del campesino azotado por el
minifundio”. 81 Encabezó entonces una reforma cuyo desenlace fue la capacidad
jurídica de enajenación plena del ejido y su consecuente comercialización; por
78 Reparto agrario por gobiernos: Venustiano Carranza 132,000 hectáreas, Adolfo de la Huerta
34,000 hectáreas, Álvaro Obregón 971,000, Plutarco Elías Calles 3 millones, gobiernos del
Maximato alrededor de dos millones y medio, Lázaro Cárdenas casi 18 millones de hectáreas.
79 Susana Medina Ciriaco, La Reforma al artículo 27º Constitucional y el fin de la propiedad social
de la tierra en México, en http://www.cmq.edu.mx/docinvest/document/DI121407.pdf. (Página
consultada el 18 de mayo de 2010).
80 Ibídem.
81 Para un análisis detallado del discurso salinista de diciembre de 1991, véase Guillermo Correa,
“La contrarreforma agraria en marcha”, México, Proceso, 1º de noviembre de 1992, Núm. 784,
1991, pp. 6-8, en http://www.in4mex.com.mx.pbidi.unam.mx:8080/proceso/. (Página consultada el
18 de mayo de 2010).

tanto, el fin del criterio de autosuficiencia agrícola y el del campo como palanca
para el desarrollo. La fecha aciaga fue el 6 de enero pero de 1992. 82 La maniobra
se consumó junto con nuevos símbolos dirigidos a una sociedad desinformada.
IDEARIO CONSTITUCIONAL Y PETRÓLEO
Durante el período en que el petróleo mexicano fue dominado por el capital
externo, las compañías tuvieron enormes privilegios y fabulosas ganancias. Las
facilidades legales abarcaban bajísimas rentas e impuestos casi nulos. 83
Pero antes de 1884 los derechos sobre las riquezas del subsuelo estaban
reservados al monarca primero y a la Nación después. 84 En ese año se dictó la
primera ley minera del México Independiente, que en su artículo 10º, fracción IV,
declaró el carbón propiedad del superficiario. Para 1909 se impulsó una ley que
hacía “propiedad exclusiva del superficiario toda la riqueza del subsuelo”,
mostrando la relación entre capital extranjero y debilidad legislativa. 85
En su momento, Francisco I. Madero intentó cambios tímidos: más impuestos y
fomento a la creación de una empresa nacional. Con todo, la reacción fue violenta:
los petroleros insistieron en que su gobierno debía intervenir México. También las
hostilidades entre Huerta y Washington giraron en torno al problema petrolero. El
82 Reforma del artículo 27º Constitucional, Diario Oficial de la Federación, 6 de enero de 1992, en
http://www.cddhcu.gob.mx/LeyesBiblio/ref/dof/CPEUM_ref_120_06ene92_ima.pdf. (Página
consultada el 18 de mayo de 2010).
83 Sergio Suárez e Isaac Palacios, Pemex y el desarrollo económico de los mexicanos, pp.
10-11.
84 Las Ordenanzas de Aranjuez, de 1793, constituyen la primera legislación minera exclusiva para
la Nueva España y sostenían el principio de dominio primigenio al soberano. Al firmarse el Tratado
de Paz y Amistad entre España y México, se tuvo cuidado de asentar explícitamente el traspaso
del derecho de la Corona a la Nación.
85 Lorenzo Meyer, México y Estados Unido en el conflicto petrolero (1917-1942), p. 39.

mismo Woodrow Wilson consideró seriamente la creación de un buffer State; 86
desde luego incluiría la zona petrolera. 87
En realidad, los intereses petroleros contenidos en el artículo 27º son el resultado
de complejas luchas bajo la convicción de que poseíamos los yacimientos más
grandes del mundo. Carranza mismo se valió de impuestos, reglamentos de
perforación y de la cláusula Calvo 88 para frenar el saqueo extranjero. Intentó
cambiar los antiguos títulos de propiedad porfiriana por concesiones a través de la
Comisión Técnica sobre la Nacionalización del Petróleo (1916) donde sentenció:
“Creemos justo restituir a la nación lo que es suyo, la riqueza del subsuelo, el
carbón de piedra y el petróleo”. 89 Pero fue en el artículo 27º donde se consagró el
valor de los bienes del subsuelo como garantía social, con carácter intransferible e
imprescriptiblemente nacional.
Al triunfo del Plan de Agua Prieta, México producía cerca del 30% del petróleo
mundial, 90 y la inseguridad en materia de derechos petroleros fue uno de los
principales motivos por los cuales De la Huerta no fue reconocido por Washington.
Obregón tampoco contó con el apoyo de los petroleros y bajo una atmósfera
enrarecida firmó los Tratados de Bucareli. La primera ley reglamentaria en materia
petrolera, basada en el artículo 27º constitucional, se promulgó hasta el 26 de
86 Zona limítrofe entre dos Estados en pugna, con facultades de gobierno.
87 Jesús Silva-Herzog, Historia de la expropiación de las empresas petroleras, p. 116-184.
88 La cláusula Calvo fue expedida por el ministro de relaciones exteriores uruguayo Carlos Calvo
(1824-1906). En ella se establece que aquel extranjero que invierta en un país distinto al suyo ha
de renunciar, mediante contrato, a la protección de su gobierno en lo referente a su negocio.
89 Meyer, op. cit., p. 68.
90 Ibídem, p. 111.

diciembre de 1925. Empero, en 1928 se agregó una cláusula que aseguraba que
”los derechos adquiridos por quienes hubieran efectuado un acto positivo son
confirmados por tiempo indefinido, no pudiendo ser cancelados por ningún
motivo”. 91
El general Lázaro Cárdenas asumió la presidencia de la República con ánimo
nacionalista. Estuvo de su lado la demanda internacional de energéticos y la
conflagración mundial. Aplicó el principio de utilidad pública, así como “la defensa,
conservación, desarrollo y aprovechamiento de los elementos naturales
susceptibles de explotación”. 92 Vale decir que desde 1940 y hasta 1974 Pemex y
sus filiales fueron eje estratégico y motor del desarrollo económico.
A mediados de la década de 1980 se vivió un giro total. El gobierno de Miguel de
la Madrid enfrentó una severa crisis económica con medidas deflacionistas y con
un radical cambio del modelo económico, inscrito en un programa de
transnacionalización de capitales, despetrolización, privatizaciones y
desregulación estatal, según los designios de órganos internacionales. 93
En el gobierno de Salinas el signo privatizador de la industria petrolera era ya un
hecho. Si no explíquese cómo para 1991 empresas principalmente
estadounidenses obtuvieron contratos para perforar pozos marinos en la Sonda de
Campeche, bajo el amparo del Programa Nacional de Modernización Energética
91 Ley Reglamentaria del artículo 27 Constitucional en el Ramo del Petróleo, 31 de diciembre de
1925, en
http://www.sener.gob.mx/webSener/hj/res/1925/PDOF.%20T.%20LRA27CRP%201925.pdf.
(Página consultada el 18 de mayo de 2010).
92 Jesús Silva-Herzog, op. cit., p. 188.
93 Sobre política de desregulación de empresas estatales en México véase John Saxe-Fernández,
Tercera vía y neoliberalismo. pp. 281-313.

1990-1994. 94 La modernización de las empresas públicas se entendió como
rentabilidad y competitividad, haciendo a un lado su histórico papel de impulsoras
del desarrollo redistributivo. Pemex comenzó a organizarse con subsidiarias del
tipo Holding y el petróleo formó parte de los acuerdos del TLCAN y garante del
crédito público. Paralelamente se promovió una visión sesgada y contraria a la
Constitución al permitir la inversión privada en el sector secundario, de acuerdo
con los designios del Banco Mundial. 95 La nueva etapa, que comienza con el
gobierno de Zedillo, y continuó con los de Fox y Calderón, promueve hoy día el
debate de la apertura del sector primario. 96 Mas esta reforma neoliberal aún no se
consuma. El estudio podría fomentar la conciencia y la conciencia la defensa
patrimonial.
IDEARIO CONSTITUCIONAL, ESPACIO AÉREO Y
TELECOMUNICACIONES
Hasta un somero estudio acerca del artículo 27 constitucional y su historia no
puede soslayar el asunto del espacio aéreo. Su importancia es estratégica desde
la Constitución de 1917, como parte del territorio nacional en su carácter
inalienable e imprescriptible. 97
94 Suárez Guevara y Palacios Solana, op. cit., p. 55.
95 “[El gobierno de México] debe afrontar rápidamente el problema que suscita la posición
dominante de la parestatal en la industria. Mas aún, las compañías privadas internacionales no
pueden lograr una integración vertical debido al control de Pemex, en petroquímica, y hacen que
los posibles inversionistas extranjeros perciban a México como un mercado de corta duración.”,
“Documento del Banco Mundial” (1989), en Saxe-Fernández y Delgado-Ramos, op. cit., pp. 290-
291.
96 Sobre Pemex de 1994 al 2000 véase Suárez Guevara y Palacios Solana, op. cit., pp. 64-
72.
97 El artículo 27º de la Constitución de 1917 sentenció: “Corresponde a la Nación el dominio directo
de todos los recursos naturales de la plataforma continental y los zócalos submarinos de las islas;

A partir de 1950 98 la discusión en torno a la normatividad en materia de radio y
televisión giró alrededor de tres ejes principales: la libertad de expresión, el tipo de
propiedad y la expansión tecnológica de la comunicación.
Se formaron desde entonces dos grandes sectores: los defensores del interés
público y los mediadores de los negocios privados. Ello trajo consigo la creación,
en 1960, de la Ley Federal de Radio y Televisión. Dicha disposición legal, fundada
en el respeto al espíritu constitucional, se mantuvo, con mínimos cambios hasta
2001, cuando México comenzó a operar órbitas satelitales. Por otra parte, el
rápido desarrollo de las tecnologías obligó a una adecuación en 1993 y se creó la
Ley Federal de Telecomunicaciones. Hasta antes de la década de 1990, el
espacio aéreo estaba bajo resguardo estatal. Sin embargo, una vez más las
concepciones neoliberales avivaron cambios sustantivos.
Primero, cuando el gobierno de Fox redujo el impuesto a los concesionarios del
12.5% al 1.25%. Después, con la inevitable fusión de la radio, la televisión y las
telecomunicaciones, lo que trajo consigo una nueva disputa por los controles no
sólo entre la iniciativa privada y lo que quedaba del Estado posrevolucionario,
también entre los mismos empresarios. Fue en ese contexto, y casi al término del
sexenio de Fox (marzo de 2006), cuando se impulsó la llamada Ley Televisa hoy
de todos los minerales o sustancias que en vetas, mantos, masas o yacimientos constituyan
depósitos cuya naturaleza sea distinta de los componentes de los terrenos, […] y el espacio
situado sobre el territorio nacional, en la extensión y términos que fije el derecho internacional”,
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, 5 de febrero de 1917, en
http://www.bibliojuridica.org/libros/2/594/18.pdf. (Página consultada el 18 de mayo de 2010).
98 La regulación de los medios de comunicación electromagnéticos en México tiene su origen en la
Ley de Comunicaciones Eléctricas, de 1926; posteriormente, en 1931 se creó la Ley de Vías
Generales de Comunicación y Medios de Transporte; en 1932, y en 1940 la Ley de Vías Generales
de Comunicación, en, Revista del Instituto de Investigaciones Legislativas del Senado de la
República, México, Senado de la República, junio de 2006, en
http://www.senado.gob.mx/iilsen/content/publicaciones/revista2/2.pdf. (Página consultada el 18 de
mayo de 2010).

congelada. Gracias a la presión de redes sociales, intelectuales, artistas y
comunicadores, la Suprema Corte de Justicia atrajo la acción de
inconstitucionalidad promovida por senadores de la LIX Legislatura. Los puntos
atentatorios de la Ley son graves. En primer lugar otorga un poder desmedido al
Presidente de la República y a los miembros de la Comisión Federal de
Telecomunicaciones para brindar concesiones.
Además fomenta la autorización casi monopólica de los antiguos concesionarios,
sin obligaciones expresas de contraprestación. Por si fuera poco, la nueva ley
también promueve la desregulación estatal al brindar las concesiones por periodos
extremadamente largos y casi automáticos. 99
Recientemente, estudiosos de la materia han señalado nuevos intentos de
reactivación de la Ley Televisa. Nos previenen acerca del carácter oblicuo de la
discusión, centrado en los aspectos tecnológicos y administrativos, sin atender el
carácter público, estratégico, del bien en cuestión, que como tal no se reduce al
espacio de transmisión sino a su importancia educativa, cultural, informativa y de
promoción de la equidad y las libertades. 100
Con el presente escrito se ha pretendido promover la importancia de la
conmemoración académica del centenario revolucionario. Se revisaron
rápidamente tres ámbitos de soberanía nacional y tres tiempos de disputa. El
primero, el ejidal, parece al día de hoy una batalla perdida. En cambio, los otros
99 “El término de una concesión será de 20 años y podrá ser refrendada al mismo concesionario
que tendrá preferencia sobre terceros.” Ley Federal de Radio y Televisión, en
http://www.cddhcu.gob.mx/LeyesBiblio/pdf/114.pdf. (Página consultada el 18 de mayo de 2010).
100 Al respecto véase Propuesta de Reforma los artículos 6o., 7o., 27 y 73 de la Constitución, del
diputado Porfirio Muñoz Ledo, del grupo parlamentario del PT, 15 de abril de 2010, en
http://sil.gobernacion.gob.mx/Archivos/Documentos/2010/04/asun_2651391_20100415_1271355p
df (Página consultada el 18 de mayo de 2010).

dos pueden tomar rutas muy distintas, según lo que resulte de nuestra conciencia
y nuestro compromiso. Debiera ser obvio que el estudio y la conmemoración
también implican la defensa de bienes consagrados en la Constitución y que el
derecho a la tierra y sus riquezas, así como a la información veraz, rigurosa y
plural, son también base de toda sociedad que se precie de democrática. Gracias.
FUENTES CONSULTADAS
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difusión del nacionalismo, México, Fondo de Cultura Económica, 1993.
Benjamin, Thomas, La Revolución Mexicana. Memoria, mito e historia, trad. De
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http://www.bibliojuridica.org/libros/2/594/18.pdf. (Página consultada el 18 de mayo
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noviembre de 1991, Núm. 784, 1991, pp. 6-8, en
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http://www.senado.gob.mx/iilsen/content/publicaciones/revista2/2.pdf
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Constitucionalista, Encargado del Poder Ejecutivo de los Estados Unidos
Mexicanos y jefe de la Revolución, el 6 de enero de 1915 en el H. Puerto de
Veracruz, en http://www.ordenjuridico.gob.mx/Constitucion/CH15.pdf. (Página
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civiles y religiosas de México, 25 de junio de 1856, en

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Medina Ciriaco, Susana, La Reforma al artículo 27º Constitucional y el fin de la
propiedad social de la tierra en México, México, El Colegio Mexiquense
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Meyer, Lorenzo, México y los Estados Unidos en el conflicto petrolero (1917-
1942), 2ª ed., México, El Colegio de México, 1972.
Propuesta de Reforma los artículos 6o., 7o., 27 y 73 de la Constitución Política de
los Estados Unidos Mexicanos, a cargo del diputado Porfirio Muñoz Ledo,
diputado del grupo parlamentario del PT, 15 de abril de 2010, en

http://sil.gobernacion.gob.mx/Archivos/Documentos/2010/04/asun_2651391_2010
0415_1271355706.pdf. (Página consultada el 18 de mayo de 2010).
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(Página consultada el 18 de mayo de 2010).
Saxe-Fernández, John, Tercera vía y neoliberalismo. Un análisis crítico,
coordinado por John Saxe-Fernández, México Siglo Veintiuno Editores, 2004, pp.
281-313.
Silva-Herzog, Jesús, Historia de la expropiación de las empresas petroleras,
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Suárez Guevara, Sergio e Isaac Palacios Solana, PEMEX y el desarrollo
económico de los mexicanos: aspectos básicos, México, Instituto de
Investigaciones Económicas, UNAM, 2001.
Tratado de Bucareli, aprobados por el Senado de la República, el 27 d diciembre
de 1923 y publicados en el Diario Oficial de la Federación, el 19 de febrero de
1924, en http://es.wikisource.org/wiki/Tratado_de_Bucareli#Art.C3.ADculo_X
(Página consultada el 18 de mayo de 2010).

Escuela Nacional Preparatoria
Blanca Alicia Vargas Villanueva
El Programa de Reformas Político-Sociales de 1916
Si la Convención no pudo evitar el cisma
revolucionario, en cambio sí estructuró el
“Programa de Reformas Político-Sociales de la
Revolución”, verdadera plataforma progresista
que sirvió de base a la Constitución de 1917, y
señaló la ruta que debía seguir la lucha
emancipadora del pueblo mexicano. La
Convención también actuó como catalizador para
que todos los grupos revolucionarios prestaran
atención preferente a las demandas de las clases
trabajadoras.
Luis Fernando Amaya
La mayoría de los autores especializados en la Revolución Mexicana se han contentado
con descalificar la importancia de los debates desarrollados en el seno de la Soberana
Convención Revolucionaria, tachándolos como ejercicios de retórica bizantina e
inoportuna. Pero en trabajos relativamente recientes se ha procurado rescatarlos,
considerando, como José de Jesús Medellín, que “El debate real de las ideas y la
confrontación de los distintos programas revolucionarios se originó en la Convención”. 101 En esta
ponencia reseñaré brevemente el documento programático producido por la Convención y
comentaré su trascendencia.
101 José de Jesús Medellín M., Las ideas agraristas en la Convención de Aguascalientes, p. 194.

Es ampliamente conocido que en el segundo semestre de 1914, una vez destruido
el antiguo régimen político porfiriano, se abrió una grave disensión entre las fuerzas
revolucionarias que lo habían combatido. Por una parte el Ejército Libertador del Sur, a
cuyo frente Emiliano Zapata enarbolaba un programa de reforma agraria inmediata. Por
otra el Primer Jefe del Ejército Constitucionalista, Venustiano Carranza, que quería dar
prioridad a la fundación de un nuevo orden político basado en la Constitución de 1857. Y
en el seno de ese mismo Ejército, Francisco Villa y su División del Norte se desprendieron
de la obediencia al Primer Jefe para plantear otra vía de satisfacción a los reclamos
populares.
El primer día de octubre se inauguró la Convención en la capital de México. A
juzgar por la prensa de la época, esta apertura motivó gran interés entre la población, que
esperaba de ella tanto la paz definitiva, como las definiciones del curso constructivo de la
revolución. Mediante el desplante teatral de presentar su renuncia a la primera jefatura,
Carranza logró rápidamente que la asamblea lo ratificara como encargado del poder
ejecutivo. 102 Sin embargo, sus problemas distaban de haber terminado. La escasa o nula
representación villista y zapatista en la asamblea restaba significado y utilidad a la
reunión. Por tal motivo, el Gral. Obregón y muchos de los delegados presionaron para que
las condiciones se modificaran a manera de incluir a los representantes de las facciones
campesinas.
Entonces la Convención se trasladó según lo acordado, estableciéndose en la
ciudad de la que tomaría su nombre ―“Convención de Aguascalientes”― a pesar de
haber estado ahí apenas uno de los 19 meses que duró en total. 103 El Gral. Antonio I.
102 El liberal, 4 de octubre de 1914, p. 1:
Por aclamación unánime, la Convención ratifica la jerarquía otorgada al Sr. Carranza
como 1er. Jefe del Ejército Constitucionalista y encargado del Poder Ejecutivo de la
Unión. Los gobernadores de los estados, generales y jefes con mando que
concurrieron a la Convención, no aceptaron la renuncia del Sr. Carranza. Patriótico e
interesante informe del Primer Jefe.
103 El liberal, 12 de octubre de 1914, p. 1:
Entre los acordes del himno nacional los delegados a la Convención militar de
Aguascalientes se juramentaron así: “Juremos todos respetar los acuerdos que se
dicten en esta Convención, y que haremos cuanto esté en nuestras manos para la
felicidad de la República”

Villarreal, antiguo militante del Partido Liberal Mexicano, presidía las sesiones. 104 El día
14, la Convención se declaraba depositaria de la soberanía nacional. El hecho de
declararse Soberana era por sí mismo un desafío a Carranza. 105 Además, se reiteró la
invitación para que el Ejército Libertador del Sur enviara a sus representantes.
Con su incorporación, la asamblea convencionista tomaba el aspecto de un gran
congreso, destinado a refundar el Estado mexicano y decidir el futuro de la nación. Sin
embargo, se trataba en realidad de un conglomerado heterogéneo, minado por diferencias
político-militares que no tardarían en hacerlo naufragar. La conciliación resultaba
imposible entre delegados dominados por convicciones de lealtad personal a su caudillo,
que ponían en segundo término la necesidad de acordar un programa político.
En su apogeo, la Convención agrupó a 178 delegados, mas no pudo sobreponerse
a los graves antagonismos, sociales, políticos y personalistas, en que se habían
enfrascado las fuerzas revolucionarias. Las deliberaciones prosiguieron durante un total
de diecinueve meses, en medio de la guerra civil entre las facciones, cuya virulencia
impidió que llegara a consolidarse el nuevo gobierno nacional que la Convención debía
sustentar. Sufrió varios cambios de sede, así como la separación paulatina de muchos de
sus delegados, que prefirieron apoyar directamente a alguna de las facciones en guerra.
Poco a poco, la Convención se convirtió en una asamblea zapatista, y en esa misma
medida quedó aislada y reducida a la impotencia política por la suerte militar adversa de
los contingentes que la reconocían.
104 José C. Valadés, Historia general de la revolución mexicana. Mexico, Edit. Valle de México, 1979; v. 2, p.
402.
105 El liberal, 15 de octubre de 1914, p. 1:
Se declaró libre y soberana la convención y todos juraron ante la enseña
nacional.
“Tengamos el valor de declarar que es preferible que mueran todos los
caudillos, con tal de que la patria se salve.”

Propuesta, discusión y contenido de las Reformas Político-Sociales
Un grupo de 6 delegados elaboró el “Proyecto de Programas de Reformas Político-
Sociales de la Revolución” 106 , presentándolo a su discusión el 18 de febrero de 1915 en
Cuernavaca. No tenía una estructura temática o doctrinaria definida 107 . Constaba de 25
artículos, cuyo contenido era: 1 y 2, reforma agraria inmediata; 3, fomento agrícola; 4,
educación técnica agrícola; 5, combate a los monopolios; 6, fomento minero; 7 al 12,
reforma política, bajo los principios de democracia parlamentaria, sufragio efectivo y
municipio independiente; el 13 y 14 reconocían a los obreros sus derechos de
sindicalización y huelga; el 15, supresión de las tiendas de raya; el 16 medidas
preventivas contra la miseria; el 17 amenazaba a los enemigos de la revolución con la
confiscación de sus bienes; el 18 una reorganización del erario; el 19 y 20 reformas
legales e institucionales del sistema judicial; el 21 la exigencia de un cobro pronto de los
salarios de los trabajadores; del 22 y 23 protección de la familia y los derechos de las
mujeres; el 24 promoción de la educación pública; y el 25 reforma y reducción del
ejército.
Las discusiones sobre el programa fueron largas y farragosas, tanto por la
dificultad intrínseca de los temas como por las maniobras e intrigas que entrampaban a
los delegados, y desde luego por las vicisitudes militares a que estaban sujetos. Según
parece, este litigio se simplificó a raíz de que Soto y Gama se separó de las sesiones para
cumplir otras funciones ordenadas por el Gral. Zapata.
El programa quedó listo el 27 de septiembre de 1915, pero sólo se conservó en un
limitado tiraje de 50 mecanuscritos. Los zapatistas que mantuvieron el membrete de la
Convención lo conservaron y lo publicaron casi siete meses más tarde, mutilando
106 El texto completo aparece como Anexo documental 3 de Luis Fernando Amaya, op. cit., p. 455-
458.
107 Lo que parece dar la razón a José C. Valadés cuando escribía:
No se hallan, a través de los debates [de la Convención], vocablos específicos capaces
de determinar las nuevas instituciones que, en medio de aquel concurso ilusivo que es
la asamblea convencionista, trazan los hombres. Y no los hay, porque así como no
habla precisamente de Socialismo, tampoco se le da nombre a la doctrina que parece
esplendor de la asamblea. Quizá la única palabra partidista que escuchan los
convencionistas es la palabra Anarquía.
José C. Valadés, op. cit., p. 402.

algunos artículos (como el referente al servicio militar obligatorio) con los que no habían
estado de acuerdo. 108
El “Programa de Reformas Político-Sociales de la Revolución aprobado por la Soberana
Convención Revolucionaria” 109
estaba ya ordenado en cinco grandes temáticas: agraria,
obrera, social, administrativa, política, y un apartado de artículos transitorios. Esto denota
ya cierto cuidado jurídico en la presentación de las reivindicaciones populares.
Respecto a la cuestión agraria, los primeros cuatro artículos son virtualmente
idénticos a los del proyecto presentado en febrero de 1914, postulando la destrucción del
latifundismo, la promoción de la pequeña propiedad, la devolución o dotación de ejidos, el
fomento crediticio y técnico de la agricultura, así como la formación de un sistema
educativo específico para esta actividad.
El quinto es completamente nuevo, y denota la fe de los Convencionistas en
la capacidad reformadora del gobierno:
Artículo 5. Facultar al gobierno federal para expropiar bienes raíces, sobre la base del
valor actualmente manifestado al Fisco por los propietarios respectivos, y una vez
consumada la reforma agraria, adoptar como base para la expropiación, el valor fiscal
que resulta de la última manifestación que hayan hecho los propietarios. En uno y
otro caso se concederá acción popular para denunciar las propiedades mal
valorizadas. 110
En la cuestión obrera sólo se hizo un reagrupamiento de las propuestas originales:
se adoptó el artículo 16 del proyecto original, sobre la prevención de la miseria, como
punto de partida, para agregar lo referente a los derechos de sindicalización y huelga,
rematando con la supresión de las tiendas de raya.
El apartado social reprodujo los artículos 22 y 23 del original, en defensa de los
hijos “naturales”, la emancipación de la mujer y del matrimonio basado en la mutua
estimación, en vez de las “mezquindades del prejuicio social”.
108 Luis Fernando Amaya, op. cit., p. 441.
109 Anexo documental 4 de Luis Fernando Amaya, op. cit., p. 459-464.
110 Ibidem, p. 459.

El rubro administrativo se iniciaba con el tema educativo, que evidentemente está
mucho más desarrollado que en la versión anterior. Postulaba una cooperación entre las
autoridades federales, estatales y municipales para llevar la instrucción básica a todo el
pueblo, mejorar su calidad y amplitud, y para mejorar la remuneración del profesorado.
Atisbó, al parecer, la conveniencia de la autonomía universitaria, postulando: Artículo 13.
Emancipar la Universidad Nacional. Sin embargo, reflejaba los prejuicios anti-intelectuales de
muchos delegados de la Convención, pidiendo que se diera prioridad a la instrucción
técnica o científica por sobre las “profesiones liberales”. En este mismo apartado se
colocaron los postulados de reforma del sistema judicial.
En la lucha contra los monopolios, se agregaba una prevención contra las cúpulas
financieras, acordando:
Artículo 18. Reformar la legislación sobre sociedades anónimas, para impedir los
abusos de las juntas directivas y proteger los derechos de las minorías de accionistas.
Es decir, el Programa no es anticapitalista: antes bien, daba por supuesta la
subsistencia y desarrollo de las relaciones socioeconómicas capitalistas, tratando de
darles un sentido nacionalista y justiciero.
También se agregaba un artículo, el 19, que sentaba los principios para el
desarrollo de las industrias minera y petrolera a fin de que beneficiara a la nación y los
trabajadores, aunque sin prever la eliminación del capital extranjero. Otro tanto se
establecía, en el artículo 20, para los ferrocarriles. Los artículos 21 y 22 daban autoridad
al gobierno federal para fijar limitaciones territoriales y financieras al capital extranjero en
México, pero, una vez más, no preveían su exclusión de rubros estratégicos como
transportes e industria petrolera. Los puntos 23 al 31 establecían una reforma fiscal que
contribuyera a combatir la desigualdad en el reparto de la riqueza.
En el aspecto político (artículos 32 al 38), se reiteraban los principios de
democracia parlamentaria, sufragio efectivo y municipio independiente ya enarbolados a
principios de 1915, agregando la exigencia de suprimir el Senado “institución aristocrática
y conservadora por excelencia”.
Los artículos transitorios se referían a las elecciones de gobernadores de los
estados, y estaban ya muy rebasados por la realidad militar, terreno en el que la
Convención había perdido cualquier papel que no fuese el de una resistencia focalizada.

Pero en lo doctrinario, su contribución para trazar el perfil de las necesidades y demandas
del pueblo que había sostenido la revolución no debe soslayarse. En su glosa del
Programa, el ex-convencionista e historiador Vito Alessio Robles sostenía:
Puede asegurarse que esta asamblea tuvo el carácter de preconstituyente y señaló los
principios que fueron adoptados en la Constitución de 1917. 111
Conclusión: ¿El fecundo fracaso
Es cierto que la Convención no pudo evitar el enfrentamiento armado entre las facciones
de la revolución: reprochárselo como un fracaso es tanto como pedirle que resolviera
mágicamente contradicciones sociales que eran en sí mismas irreductibles. Por otra parte,
me parece que aún no se ha valorado crítica y serenamente lo que aportó la Convención
al surgimiento del nuevo Estado posrevolucionario. Se fluctúa entre el desprecio
negligente, que se regodea en reproducir los lances teatrales de algunos actores
convencionistas, y el elogio edificante pero superficial, que se contenta con formular
frases para la posteridad y los mausoleos.
Aún los panegiristas más entusiastas de la obra convencionista, como José de
Jesús Medellín, reconocen que la Soberana Convención no acertó a fundar un nuevo
derecho positivo, ni siquiera en el rubro agrario, que tanto obsesionaba a los zapatistas.
En su Programa de Reformas de abril de 1916 no encontramos una formulación general y
estructurada del nuevo Estado que había que edificar; su nacionalismo económico parece
vago y tímido comparado con el del artículo 27 de la Constitución Política que la facción
triunfante promulgaría antes de un año.
Un mérito importante del Programa de Reformas de la Convención es la premisa
de que el nuevo Estado no podía ser solamente la definición formal de una autoridad
política sobre un territorio determinado, sino que tenía tareas histórico-sociales definidas
que cumplir. Me refiero, desde luego a la corrección de las injusticias profundas del
antiguo régimen porfiriano a modo de hacer posible una vida decisivamente mejor para
las grandes mayorías trabajadoras. Esta inspiración prefigura claramente los artículos 3º,
27º y 123º de la constitución promulgada al año siguiente.
111 Vito, Alessio Robles, La Convención Revolucionaria de Aguascalientes. (c. 1950) Saltillo, Universidad
Autónoma de Coahuila, 1983, p. 478.

México, 6 de mayo de 2010.
Bibliografía
Ávila Espinosa, Felipe Arturo
El pensamiento económico, político y social de la Convención de Aguascalientes. México, INEHRM-Instituto
Cultural de Aguascalientes, 1991,
Aguilar Camín, Héctor, y Lorenzo Meyer,
A la sombra de la revolución mexicana.
26ª. ed., México, Cal y Arena, 2000, 318 p.
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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO
ESCUELA NACIONAL PREPARATORIA
X ENCUENTRO ACADÉMICO DE PROFESORES DE HISTORIA DEL
BACHILLERATO
TEMA:
GUERRA DE INDEPENDENCIA Y REVOLUCIÓN MEXICANA.
PONENCIA:
LA MARINA DE GUERRA: UN EPISODIO DE LA REVOLUCIÓN MEXICANA.
Presenta: Lic. Otilio Silva Andraca.
Plantel: (2) Erasmo Castellanos Quinto.
México D.F., junio de 2010

INTRODUCCIÓN
El presente trabajo se refiere al movimiento que encabezó el oficial Hilario
Rodríguez Malpica [Sáliba], quien junto a otros oficiales y miembros de la
tripulación del buque cañonero de guerra “Tampico”, tomaron el control del barco,
desertaron de la marina federal y, pusieron la nave al servicio de la revolución
constitucionalista.
La deserción del buque federal provocó, tanto en el gobierno federal como en el
movimiento constitucionalista, reacciones que se encaminaron a tomar medidas
tanto de prevención como estratégicas para, por un lado evitar la pérdida del
control de los mares por parte del gobierno federal para sostener sus posiciones
frente al enemigo, y para los constitucionalistas afianzar el triunfo y consolidar sus
posiciones en los puertos asegurando su control para provocar la caída del
gobierno de Huerta.
Fue determinante para ambos contendientes asegurarse el control de los mares:
Para el régimen de Huerta, el control de los puertos aseguraba su permanencia en
el poder, al contener el avance enemigo y abastecer de pertrechos y recursos
militares vía marítima sus posiciones en las costas. Para los constitucionalistas,
cortar las vías federales de abastecimiento y comunicación, aseguraba la
economía de sangre y un desplome más rápido de su oponente en el campo de
batalla. Por tanto, el control de los mares fue fundamental en el aspecto político y
militar.

DESARROLLO
El 24 de febrero de 1914 arribaron al muelle de Topolobampo, Sinaloa, a bordo de
una lancha, el Subteniente de la Armada Fernando Palacios y el marinero Agustín
Hass, enviados por Hilario Rodríguez Malpica a entrevistarse con Felipe Riveros,
gobernador constitucionalista, para manifestarle la decisión de la tripulación del
buque cañonero “Tampico” de incorporarse a la revolución, la petición fue enviada
a Carranza, quién aceptó y nombró al Coronel Eduardo Hay, comisionado para
abanderar a la embarcación constitucionalista. 112 Esto ocurrió el día 26 de febrero
y en ese momento recibió sus primeros ascensos para los oficiales y marinería así
como las disposiciones para el cumplimiento de sus nuevas funciones ahora al
servicio de la revolución:
Hilario Rodríguez Malpica [Sáliba)]. Capitán de Navío.
Agustín Rebatet. Teniente Mayor y segundo comandante del Buque.
Fernando Palacios. Capitán de Fragata y asignado a una comisión especial.
Luis Morfín. Teniente Mayor de máquinas y pasó a prestar servicios en tierra.
David Johnson. Jefe de máquinas.
La tripulación. Obtuvo el ascenso al grado inmediato. 113
Los marinos rebeldes del “Tampico” se sublevaron la noche del 22 de febrero de
1914 en una bahía cercana a Guaymas, Sonora, el lugar que servía de resguardo
112 AHJB. IISUE Caja II Exp. 10 f 10-15
113 Olea, Héctor R. Breve historia de la revolución en Sinaloa. México. Instituto Nacional de Estudios
Históricos de la Revolución Mexicana. 1964: 66

a naves federales. El Capitán de Navío, Manuel Castellanos fue tomado prisionero
junto con el Jefe de Máquinas Alfredo Smith y un pequeño grupo de tripulantes
que no apoyaron la rebelión. Todos ellos fueron liberados y transferidos al buque
mercante “Manuel Herrerías” días después. El “Tampico” perdió 61 de sus
miembros porque se encontraban francos al momento de la rebelión, sólo tres de
ellos se incorporaron al “Tampico” ya al servicio de la revolución.
Cuáles fueron las causas que motivaron la defección de los tripulantes del
“Tampico” para incorporarse a la revolución acaudillada por Carranza, hecho que
constituyó un caso insólito en la historia naval, ya que desde su creación en 1821,
no había existido una fractura o resquebrajamiento en ese organismo castrense.
Existen varias versiones, la mayoría de las cuales descalifican una posible
reivindicación, como lo señalaron algunos como periódicos como El Imparcial, que
sólo denigraron a la rebelión. Edith Coues O´Shaughnessy, la esposa del
encargado de negocios de Estados Unidos en México dijo:
“los oficiales de la cañonera Tampico, tuvieron una fiesta escandalosa, con
puñaladas, y cosas así. Los iban a someter a una corte marcial, pero ellos resolvieron
esa dificultad pasándose a los constitucionalistas en Topolobampo, con todo y
barco” 114
La fiesta señalada dónde hubo damas de la conocida casa de la piedra a las que
se acusa de contribuir a la rebelión fueron:
114 O´Shaughnessy, Edith C. La esposa de un diplomático en México. Trad. Stella Mastrangelo.
México. Océano de México. 2005: 273

Florencia alias la lencha. La veneranda. Mercedes Flores alias la trenzuda. La
pichona. La huila. La buqui. María Maura Mercado llamada por algunos periódicos la
cleopatra de Guaymas.
Se señaló por otra parte, una venganza por parte de Hilario Rodríguez Malpica,
por ofensas cometidas por altos oficiales del ejército en su contra, por la supuesta
disputa de una mujer llamada María Maura Mercado, la que vendía sus placeres
en un prostíbulo de Guaymas, que convenció a Rodríguez Malpica de pasarse a
los revolucionarios: “Una hembra fue la que causó la sublevación del “Tampico” 115
a la que algunos bautizaron como la “Cleopatra de Guaymas”.
El oficial naval Rafael López Fuentes dijo que la rebelión se debió: al maltrato
que era objeto la tripulación por parte del capitán y algunos oficiales. Dijo también
que el relajamiento de la disciplina que permitió el capitán del barco al consentir en
la celebración de fiestas escandalosas y faltas a la moral naval por parte de la
tripulación. 116
Dijo también que por encontrarse desfalcadas las finanzas del
buque por parte de su administrador, Agustín Rebatet, debido a gastos sin
comprobar. Por otro lado una carta que se publicó en El Pueblo el 16 de junio de
1916, escrita por Rodríguez Malpica a su madre días después de la rebelión, dice
que fue por: sus convicciones, el destierro de su papá, el robo a su madre, que lo
intentaron desaparecer y por eso decidió unirse a la revolución. 117
115 “Quien motivó la rebelión del Tampico” en El Independiente México 17 marzo 1914: 1,8
116 López Fuentes, Rafael. A media asta. Libro inédito: 2
117 “La revolución honra a sus héroes” en El Pueblo México 16 junio 1916: 1

Lo cierto es que el régimen de Huerta se desmoronaba a pedazos, el fracaso del
régimen en el terreno militar y económico ahogaron al gobierno federal: la
incapacidad de los militares para conducir la guerra, las disputas y rivalidades
entre los mandos y el tráfico de influencias en la asignación de ascensos y cargos,
son parte de la problemática del llamado por Carraza gobierno de la usurpación.
Por tanto los oficiales del “Tampico”, vislumbraron un futuro más prometedor en el
nuevo orden que impondría el triunfo constitucionalista, Rodríguez Malpica se dejó
seducir por el llamado de Carranza cuando convocó a las fuerzas federales a
unirse a la revolución constitucionalista. 118
El buque “Tampico” entró en servicio el año de 1902, y prestaba sus servicios
en el océano Pacífico, sus características fueron las siguientes características:
Desplazamiento: 600 toneladas.
Eslora: 41 metros. Manga 6.75 metros. Puntal. 4.65 metros
Velocidad: 11 nudos, dos máquinas de triple expansión, dos calderas Bacook y Wilcox.
Artillería. Dos cañones Betletehem de 101 mm., y cinco cañones de 57 mm. 119
Las órdenes que recibió Obregón y el buque “Tampico” por parte de Carranza
fueron las siguientes:
“el primer objetivo de la operación será batir y exterminar a las tropas ex-federales de
los estados de Sonora, Sinaloa, Jalisco, Aguascalientes y Colima y el territorio de
118
Ramírez Rancaño, Mario. “Generales con sobrado espíritu militar” en 20/10 Memoria de la
revoluciones en México. México. Núm. 2 septiembre-noviembre 2008: 116
119 Lavalle Argudín, Mario. Memorias de marina. Buques de la armada de México. Acaecimientos
notables1821-1991. México. Secretaría de Marina Unidad de Historia y Cultura Naval. 1992: T II 105-106

Tepic, atacando los puertos de Guaymas y Mazatlán desde luego o cuando lo juzgue
usted oportuno, en vista de los intereses militares, políticos y comerciales. Con el
objeto de obtener un éxito más rápido en las operaciones señaladas para lograr la
conquista absoluta de la región del país mencionada, queda desde ahora bajo sus
órdenes el cañonero “Tampico”, al mando inmediato del capitán de navío, Hilario R.
Malpica, a quien ya se comunica esta disposición” 120
Los constitucionalistas se hicieron de una pequeña fuerza naval y de buques
mercantes que quitaron al enemigo, entre balandras, lanchas, pailebotes,
vapores y veleros quitados a los enemigos de la revolución, unos once cuando
menos; obtuvieron algunos triunfos como el hundimiento del “Morelos”, la
ocupación de las Islas Marías, el incendio del vapor “Carmen”. Pero su falta de
experiencia en combates navales terminaron el 11 de junio con la derrota en las
Guasinas.
Por su parte el gobierno federal ante la pérdida del buque de guerra y para no
perder el control del océano Pacifico, tomó varias medidas, como fueron:
Declarar indignos de pertenecer a la armada a los marinos rebeldes, es de
señalar porque con los marinos se actuó duramente y con los militares en tierra
cuya actuación dejó mucho que desear Huerta se mostró más complaciente;
poner en alerta las naves de guerra con que contaba para hundir al buque
rebelde. Recibió el apoyo de las compañías navieras mercantes, que pusieron
sus naves (unas 15 naves) al servicio de la causa del gobierno como apoyo
logístico en el transporte de tropas y elementos de guerra.
Se mandaron
120 Obregón, Álvaro. Ocho mil kilómetros en campaña. México. Fondo de Cultura Económica. 1973:
103

construir 58 buques de guerra de varios tipos y cinco buques mercantes, sólo
cinco de los cuales se sabe estaban en construcción. Se diseñó un nuevo código
de señales para la marina de guerra, hecho por mexicanos. Se reorganizó la
marina de guerra otorgándose nuevos grados y ascensos a la oficialidad de todo
el cuerpo naval. Se establecieron las condiciones para el retiro y jubilación del
personal y los derechos de que gozarían los deudos de los oficiales navales
caídos en combate, pago oportuno de los haberes de la corporación. El aumento
del presupuesto destinado al ramo de guerra y marina, el cual contempló la
mejoría de las instalaciones navales y creación de nuevas, así como de la
ampliación del cuerpo y de unidades navales. Estaba claro para ambos bandos,
que controlar los mares era fundamental ya que de ello dependía el éxito o la
derrota en la guerra.
Con respecto a los combates en el mar fueron dos dignos de destacar, el
combate del 31 de marzo de 1914, entre el “Guerrero” y el “Tampico”, este último
sacó la peor parte al recibir 18 impactos, la cual lo dejó prácticamente hundido e
inservible. En su visita al buque por parte de Obregón el 15 de abril, les hizo ver la
necesidad de rescatar el buque. En esa ocasión se volvió a utilizar un avión para
bombardeo sobre naves de guerra en este caso, sobre el “Guerrero”. La tenacidad
del Capitán Rodríguez Malpica y su tripulación, pusieron a flote al buque con muy
escasos elementos en el mes de junio. Una vez reparado el “Tampico”, recibió la
misión de atacar Mazatlán, pero en su viaje sufrió una descompostura por la
inadecuada reparación, por lo fue alcanzado por el cañonero “Guerrero” que lo
hundió en combate el 16 de junio de 1914, Rodríguez Malpica, se suicidó, y el

esto de la tripulación fue hecha prisionera. Ésta fue la última batalla ganada en
favor del huertismo, pero no sirvió de mucho, el 23 de ese mismo mes la derrota
en Zacatecas acabó con ese régimen.
Varias cosas desde el punto de vista militar se pueden señalar lo que aportó la
revolución como son: La utilización de aviones como bombardeo sobre naves de
guerra. La estrategia de Obregón de avanzar dejando a retaguardia al enemigo
sitiado. El diseño de un cañón lanzacohetes, el llamado mariñelarena. El uso de
las loberas en el campo de batalla. La utilización de las máquinas locas para
destruir al enemigo.
Conclusiones
La rebelión del buque cañonero “Tampico” fue de hecho, el primer caso de
deserción en la marina mexicana. Fue durante la revolución que la oficialidad de
esa nave de guerra, apoyó al movimiento dirigido por Venustiano Carranza, al
desplomarse cada día más el régimen encabezado por Victoriano Huerta.
Lo trascendente del caso fue que ambos bandos, reconocieron la importancia
que tenían los mares desde el punto de vista estratégico y económico para
obtener el triunfo. Los mares permitían el desplazamiento de tropas y
abastecimientos a los puertos, el abastecimiento de alimentos a la población y
generación de ingresos por el tráfico comercial generado. Por lo tanto era
fundamental controlar los mares, ya que su pérdida significaba ceder terreno al
enemigo, perder posiciones en tierra y por supuesto pérdidas económicas, por lo

que hicieron todos los esfuerzos para impulsar sus respectivas marinas para
imponerse a su oponente para alcanzar el triunfo.

Fuentes consultadas
Documentales
Archivo Juan Barragán. Archivo Histórico de la Universidad Nacional Autónoma de
México. Instituto de Investigaciones sobre la Universidad y Educación IISUE.
Lavalle Argudín, Mario. Memorias de Marina. Buques de la armada. Acaecimientos
notables. 1821-1991. México. Secretaría de Marina. 1992, T II 336 p
López Fuentes, Rafael. A media asta. Libro inédito.
Obregón, Álvaro. Ocho mil kilómetros en campaña. México. Fondo de Cultura
Económica. 1973, CXXVII+618 p
Oléa, Héctor R. Breve historia de la revolución en Sinaloa. México. Instituto
Nacional de Estudios Históricos de la Revolución Mexicana. 1964, 95 p
O´Shaughnessy, Edith C. La esposa de un diplomático en México. Trad. Stella
Mastrangelo. México. Océano de México. 2005, 368 p
Hemerográficas
Ramírez Rancaño, Mario. “Generales con sobrado espíritu militar” en 20/10
Memoria de las revoluciones en México. México Núm. 2 septiembre-noviembre
2008. 101-117
“Quién motivo la rebelión del Tampico” en El Independiente México 17 marzo
1914: 1, 8
“La revolución honra a sus héroes” en El Pueblo México 16 de junio 1916: 1

Universidad Nacional Autónoma de México
ENP 2 “Erasmo Castellanos Quinto”
X ENCUENTRO ACADÉMICO DE PROFESORES DE HISTORIA
DEL BACHILLERATO
Con el tema
Guerra de Independencia y Revolución Mexicana
La arqueología durante la Revolución Mexicana.
Virginia Aguirre Arvizu

Introducción
La arqueología durante la revolución Mexicana
En esta ponencia abordaré algunos de los trabajos realizados en torno a la
arqueología, desde la caída del régimen de Díaz hasta el fin de la lucha armada.
Durante los años de la guerra y al final de ésta, la actividad arqueológica
continuó desarrollándose. Hubo cambios en la administración de la Inspección
General de Conservación de Monumentos Arqueológicos, en adelante la
Inspección General, encargada de la protección y conservación de los
monumentos arqueológicos, y surgieron nuevos proyectos de investigación tanto
en esta como en el Museo Nacional de Arqueología, Historia y Etnografía, en
adelante Museo Nacional. Considero que es importante abordar esta temática, ya
que los trabajos de investigación siguieron; pues interesaron a los gobiernos
revolucionarios e incluso hubo presencia a nivel internacional.
La ponencia la dividí en cuatro apartados: La Inspección, la Escuela Internacional,
La Investigación arqueológica en el Museo y los Trabajos en el área maya
La Inspección
Meses más tarde de la caída de Porfirio Díaz, Leopoldo Batres habría de renunciar
a la Inspección General la cual dirigió desde su fundación en 1885, asumiendo el
puesto en agosto de 1911 el ingeniero Emilio García Benítez 121 , seguramente con
carácter interino pues luego tomaría el puesto el arquitecto Francisco M.
Rodríguez, quien había sido subdirector del Museo Nacional de 1903 a 1907, y
que había participado en los trabajos del Tepozteco. Al arquitecto Francisco M.
Rodríguez, se le hizo entrega de todos los objetos de propiedad nacional que
existían en la zona arqueológica de las pirámides de San Juan Teotihuacan, y
posteriormente se hizo el inventario de los bienes muebles e inmuebles de dicha
zona para entregarla al Lic. Cecilio Robelo director del Museo Nacional. 122 Todo
esto se hizo bajo la presidencia interina de la República de Francisco León de la
Barra quien asumió la presidencia a la renuncia del general Díaz en mayo de
1911. Posteriormente Manuel Gamio asumió el puesto de Inspector General.
121 Virginia Aguirre Arvizu, El patrimonio arqueológico en México, su protección y conservación
(1910-1924), ENAH, INAH, SEP, Tesis de maestría en Arqueología, 2006, p. 54.
122 Virginia Aguirre Arvizu, op. cit, p. 35.

La Escuela Internacional
En el año de 1911 y aún bajo el régimen de Porfirio Díaz surgió la Escuela
Internacional de Arqueología y Etnología Americanas, establecida en la Ciudad de
México e inaugurada el 20 de enero. Su primer director fue Eduard Seler, director
de Investigaciones en arqueología y antropología del museo real de Berlín, y
miembro de la Universidad de esa ciudad. Los miembros fundadores fueron por
Estados Unidos, el gobierno de ese país, las universidades de Pensilvania,
Harvard y Columbia, y la Sociedad Hispánica de América; el gobierno de Prusia, el
gobierno francés y el de México.
Durante la gestión de su segundo director, Franz Boas, Manuel Gamio e
Isabel Ramírez Castañeda representaron a México. La Escuela se fundó por el
gran interés que había despertado la arqueología americana en las Universidades
de París, Berlín, y la de Columbia en Nueva York, donde existían cátedras de
arqueología americana; además del interés de los propios arqueólogos y de los
museos de Inglaterra, Alemania, Francia, Italia y países como Estados Unidos y
otros de América. El objetivo era proporcionarle “todos los medios posibles” a las
anteriores instituciones y hombres de ciencia para el desarrollo del conocimiento
arqueológico. 123 A pesar de que la revolución contra el régimen de Díaz ya había
iniciado, los trabajos de la Escuela comenzaron con empuje, Seler realizó en 1911
unos estudios en el Valle de Placeres de Oro, en el Estado de Guerrero, mismos
que abandonó debido a la revuelta, y tuvo que trasladarse hacia Veracruz. 124
Cuando Franz Boas fue director de la Escuela Internacional, las
investigaciones arqueológicas se encaminaron sobre diversos puntos del Valle de
México: el Arbolillo, Ticomán y Zacatenco, al Norte de la Ciudad, Amantla y San
Juanico, al Noreste, y Culhuacán, donde él mismo llevó a cabo excavaciones;
recolectó material y lo clasificó.
A decir de Ignacio Bernal, Franz Boas lleva a cabo la primera excavación
científica, con un inmenso pozo en Culhuacán. Los trabajos de Boas tendían a
conocer la extensión geográfica y la sucesión cronológica de las culturas del Valle
de México, para lo cual era necesario identificar los tipos culturales de la cerámica
que se encontraba en los mismos, registrándose tanto la cantidad de cada tipo y la
profundidad de los estratos.
123 Virginia Aguirre Arvizu, op cit, p. 37
124 Claudio Mayer Guala, La Escuela Internacional de Arqueología y Etnología Americanas y los
orígenes de la antropología mexicana a principios del S. XX, México, ENAH, Tesis de licenciatura, 1976, 453
p., p. 45.

El primer lugar elegido para realizar excavaciones en el Valle, fue San
Miguel Amantla, jurisdicción de Azcapotzalco, llegándose a la conclusión de que
los habitantes del Valle de México estaban incorporados a tres grandes culturas la
arcaica, la tolteca y la azteca. 125
A fines de 1913 y principios de 1914 Alfred Tozzer exploró un montículo en
Santiago Ahuizotla, Azcapotzalco, cuyo objetivo era dar una secuencia completa a
partir de un lugar pequeño, lográndose una estratificación de edificios. 126
El año de 1914 fue particularmente difícil, el país había sido ocupado por
las tropas norteamericanas, e inició la Gran Guerra, por lo que el nombramiento de
Director de la Escuela se había tornado complicado, ante la dificultad de la
comunicación con los patronos; entonces se propuso a Manuel Gamio, quien ya
era jefe de la Inspección General, para que vigilara los trabajos arqueológicos que
se realizaban en la Escuela. 127
Ahora bien según los Estatutos de la misma, ésta debía cumplir ciertas
obligaciones contraídas con sus patronos, 128 quienes contribuían a su
sostenimiento; como era el de recibir colecciones. Con el objetivo de lograr
mejores resultados científicos se resolvió en la sesión de 1916, que las
colecciones que se obtuvieran de las excavaciones estratigráficas se mantuvieran
intactas y fueran entregadas a los patronos las correspondientes a una excavación
completa. 129
125 Manuel Gamio, “Franz Boas en México”, Apud, Claudio Mayer Guala, La Escuela Internacional de
Arqueología y Etnología Americanas y los orígenes de la antropología mexicana a principios del S. XX,
México, ENAH, 1976, pp. 136-143, p.140.
126 Ignacio Bernal, “La arqueología mexicana de 1880 a la fecha”, en Cuadernos Americanos, año XI,
núm. 5, sep- oct 1952, vol, LXV, p. 121-145.
127 Alfonso Pruneda, Secretario de la Escuela Internacional de Arqueología y Etnología Americanas,
carta del 7 de enero de 1915, apud. Claudio Mayer Guala, op.cit. p.152-153.
128 Los patronos de la Escuela eran el gobierno de México, el gobierno de Prusia, la Universidad de
Columbia, la de Harvard, y la de Pensilvania, con arreglo a los estatutos cada patrón nombraría por turno a
un Director científico quien desempeñaría durante un año sus funciones. Ezequiel A. Chávez, La vida y la
obra de 3 profesores ilustres de la Universidad Nacional de México, apud, Claudio Mayer Guala, op. cit. p.
143.
129 Virginia Aguirre Arvizu, op cit, p. 39.

La Investigación arqueológica en el Museo
La investigación arqueológica era realizada tanto por la Inspección General como
por el Museo Nacional y la Escuela Internacional. Las clases que allí se impartían
fueron trasladadas en 1915 a la Escuela de Altos Estudios. El profesor de
arqueología del Museo, lic. Ramón Mena llevó a cabo una exploración en el
estado de Tabasco, lugar que se decía estaba “aún virgen de exploraciones
arqueológicas”, 130 lo sorprendente es que se llevó en uno de los años más álgidos
de la lucha, en 1916; sobre lo hallado en esa exploración se informaba del
hallazgo de un ídolo de cuatro caras, en el pueblo de Huamanguillo y se hallaron
también unos monolitos, para diciembre de ese año se tenía proyectado realizar
más exploraciones donde se esperaba realizar mayores descubrimientos.
La Inspección General pasó a depender en septiembre de 1913 del Museo,
durante la gestión de Manuel Gamio, con el objetivo de vigilar más de cerca sus
trabajos, y de reducir los gastos. 131
El gobierno preconstitucional disolvió la Secretaría de Instrucción Pública,
por lo que pasó a depender de la Universidad Nacional, incorporada a la Dirección
de Bellas Artes, de la que también dependía el Museo. La Inspección General se
encomendó entonces a cuatro inspectores, por zonas principales de la
República. 132
En Teotihuacan se realizaron trabajos a cargo de Manuel Gamio a partir de
1917, con un carácter integral, conformó un equipo de especialistas, arqueólogos,
antropólogos, lingüistas, antropólogos físicos, folcloristas, minerólogos, biólogos,
geólogos, arquitectos y artistas; con el objetivo de hacer un estudio de la región
desde la época prehispánica para comprender su desarrollo. Esta fue la primera
región estudiada, pero se tenía proyectado hacer el estudio de las once en las que
Manuel Gamio había dividido el territorio. 133 Comenzaron en 1917, bajo el
concepto de una investigación integral con dos categorías: población y territorio, y
con una nueva visión antropológica, en la cual esta ciencia se interesaba por el
pasado y el presente, con una visión hacia el futuro, y para mejorar las
condiciones de vida. Los resultados de estas investigaciones quedaron plasmados
130 Virginia Aguirre Arvizu, op cit., p. 40
131 Ibid, p. 57.
132 Luis Castillo Ledón, apud, Claudio Mayer Guala, op. cit, p 271.
133 Estas regiones eran: México, Hidalgo, Puebla y Tlaxcala, el Valle de Teotihuacan era la
representativa; Oaxaca y Guerrero; Chiapas; Yucatán y Quintana Roo; Tabasco y Campeche; Veracruz y
Tamaulipas; Jalisco y Michoacán; Querétaro y Guanajuato; Chihuahua y Coahuila; Sonora y Sinaloa; y Baja
California.

en la obra La población del Valle de Teotihuacan publicada en 1922. Los trabajos
arqueológicos se centraron en la excavación de La Ciudadela, el Templo de
Quetzalcóatl, así como en la Calzada de los Muertos.
En los primeros meses de 1915 la ciudad vivió una terrible hambruna,
debido al desabasto de productos provocada por las tropas revolucionarias. Y fue
precisamente en esta época cuando se excavó en pleno centro de la ciudad de
México en la calle de Santa Teresa, el objetivo era poner al descubierto dos
superposiciones del Templo Mayor, además empezó un proyecto de registrar las
zonas arqueológicas para consignarlas en una carta arqueológica, como la que
había realizado Leopoldo Batres.
Trabajos en el área maya
La Carnegie Institution de Washington, D.C. inició en 1914 trabajos en el área
maya, cuyos estudios comprendieron todos los campos de la Antropología. La
importancia de sus trabajos radicaba en que había gran cantidad de monumentos
prehispánicos que estaban sin explorar y era necesaria la colaboración de
instituciones científicas extranjeras; pues se incrementaba la exploración y el
descubrimiento de monumentos arqueológicos, así como el intercambio de
métodos científicos de exploración y conservación. Aunque la propiedad de los
objetos encontradas sería exclusiva del Gobierno Mexicano tal y como lo
expresaba la ley de 1896, pudiendo éste ceder a otros Museos Nacionales o
extranjeros cuando se hallaran numerosos objetos de un mismo tipo.
Con los objetos hallados en Chichén Itzá se tenía planeado establecer un
Museo Regional en Yucatán, y otra parte de los mismos pasarían al Museo Maya
que se estaba formando en la Dirección de Antropología. El contrato duraría diez
años, teniendo el Gobierno Mexicano el derecho de recibir publicaciones que
hiciera la Institución Carnegie con el fin de distribuirlas entre sociedades e
instituciones nacionales y con la prerrogativa de traducir los trabajos.
Conclusiones.
Los trabajos que se emprendían por parte de la Inspección General y del Museo
Nacional iban encaminados a cumplir con un objetivo fundamental, la
conservación de los restos arqueológicos; ya que estos servían para conocer el
pasado.
Tanto una como otra institución estuvieron bajo diversas dependencias,
finalmente en mayo de 1917 Venustiano Carranza Primer Jefe del Ejército
Constitucionalista, encargado del poder ejecutivo, ordenó en fecha 13 de mayo
que la oficina de la Inspección General pasara a depender de la Dirección de

Bellas Artes a la Secretaría de Fomento, Colonización e Industria. Un mes más
tarde se creó por acuerdo de la Primera Jefatura del Ejército Constitucionalista, la
Dirección de Estudios Arqueológicos y Etnográficos, que tendría como fin la
exploración, y conservación de las ruinas y estudio de las razas aborígenes y a
cuyo mando estuvo Manuel Gamio. En el año de 1919 la Dirección de Estudios
Arqueológicos cambió su nombre por el de Dirección de Antropología.
Bibliografía
Aguirre Arvizu, Virginia, El patrimonio arqueológico en México, su protección y
conservación (1910-1924), ENAH, INAH, SEP, Tesis de maestría en Arqueología,
2006-
Bernal, Ignacio, Historia de la arqueología en México, México, Porrúa, 1979.
_____________“La arqueología mexicana de 1880 a la fecha”, en: Cuadernos
Americanos, año XI, núm. 5, sep- oct 1952, vol, LXV, p. 121-145.
García Mora, Carlos, La antropología en México. Panorama histórico, vol. 2, México,
INAH, 1988, (Colección Biblioteca del INAH).
Mayer Guala, Claudio, La Escuela Internacional de Arqueología y Etnología Americanas y
los orígenes de la antropología mexicana a principios del S. XX, México, ENAH,
1976, 453 p.
Resumen
La presente ponencia trata sobre el desarrollo de la arqueología durante la lucha
armada, a pesar de la guerra los trabajos arqueológicos continuaron así como las
instituciones encargadas de la investigación arqueológica, la conservación y
protección de los monumentos arqueológicos, herencia del Porfiriato, como la
Inspección General de Conservación Monumentos Arqueológicos y el Museo
Nacional de Historia, Arqueología y Etnología continuaron sus funciones con
cambios en su dirección y en su adscripción. El interés de los gobiernos
revolucionarios en este ámbito se manifestó en la conservación de estas
instituciones y el apoyo a los trabajos arqueológicos.

Chinos en México. La xenofobia revolucionaria, una reflexión.
(Y nos quejamos de la Ley SB1070)
Un ejercicio de historia presente-pasado-presente
Ponencia que presenta
Mtro. En Historia. Fredy Enrique Cauich Carrillo
Instituto de Educación Media Superior del Distrito Federal
Para el
X ENCUENTRO ACADÉMICO DE PROFESORES DE
HISTORIA DE LA ENP
Con el tema
Guerra de Independencia y Revolución Mexicana
México, D.F. a 18 de Mayo de 2010

Introducción
En los Estados Unidos expertos en materia legal consideraron el lunes 17 de mayo del 2010 que la
nueva ley del estado de Arizona que criminaliza la inmigración indocumentada viola la
Constitución de ese país, pero es un debate interno abierto. Con la nueva normativa, los agentes
tendrán el derecho de detener a cualquier persona para verificar sus documentos de identidad en
caso de que tengan una "sospecha razonable" de que pueda ser un indocumentado. 134 Noticias
como esas han inundado el debate de las relaciones México-Estados Unidos, pero lo cierto es que
se trata de un problema que si bien golpea enormemente a la economía y la diplomacia mexicana,
no es un problema de México.
El quejarse de las acciones que otros gobiernos extranjeros nos imponen es, por así decirlo
suavemente, un deporte nacional. Es, sin más rodeos, una hipocresía nacionalista. Y como
profesor de historia problematizo este acontecimiento y lo someto a la reflexión de mis
estudiantes, con una simple pregunta: ¿Qué se siente estar del otro lado Es decir qué se siente
ser el perseguido y no el perseguidor
En este debate existe una clara defensa de nuestros intereses por encima de los intereses del
extranjero. Un ejemplo claro de ello es que la recientemente aprobada Ley SB1070 en el estado
de Arizona, en los Estados Unidos ha generado una gran polémica social desatada por esta
legislación que entrará en vigor en algunas semanas, en una Nación extranjera, pero, si bien el
debate periodístico y en foros binacionales es álgido y “productivo”, en término de hojas y hojas,
declaraciones, manifestaciones y fotografías, ¿Desde la historia tenemos “algo” que aportar
134 La ley de Arizona "abre la puerta al odio"
"El estado de Arizona está creando su propia política respecto a la inmigración, que es un área asignada al
gobierno federal", le indicó a BBC Mundo Chris Edelson, profesor de Derechos Civiles y Libertades en la
Universidad Americana en Washington D.C.
El estado de Arizona está creando su propia política respecto a la inmigración, que es un área asignada al
gobierno federal

Esta PONENCIA ES UN INTENTO A ELLO, trayendo al presente un capítulo oscuro del pasado
xenofóbico y racista mexicano, que dicho sea de paso nunca se ha ido del todo: La persecución de
los chinos en México. Un tema que no ha sido rescatado en los festejos de nuestro centenario
revolucionario, pues sin duda la criminalización del extranjero por motivos raciales no es, lo que se
podría decir, políticamente correcto de mencionar como parte del legado revolucionario, menos
en estos días.
Desarrollo
Durante el Porfiriato se solidificó la idea y las acciones conducentes a incentivar el desarrollo
económico, apoyándose en la migración extranjera, respaldándose en dos falacias económicas:
por un lado se afirmaba que México era un país rico en recursos naturales, un cuerno de la
abundancia, en espera de manos aptas y capaces de obtener de ellos riquezas inagotables; y, por
el otro lado, el convencimiento de que la población nativa resultaba insuficiente en número y
calidad para cumplir dicho objetivo. Pero en los hechos ni el cuerno era tan extenso, ni se carecía
de población.
La geografía no beneficiaba los proyectos de desarrollo económico, pues, solo por citar un ejemplo
se carecía de un sistema de redes pluviales adecuadas para la navegación comercial interior y la
existencia de yacimientos mineros en lugares aislados de la serranía dificultaban tanto la
producción y su distribución para satisfacer las necesidades de una industria incipiente y
necesitada de minerales industriales, hierro, carbón, que pretendía expandirse.
Por otra parte no faltaba la mano de obra en el número que se pretendía, lo que sucedió es que
los importantes núcleos de población nativa se dedicaban a sus propias actividades agrícolas o se
encontraban trabajando en otros menesteres alejados de la actividad fabril. 135 Mientras que en
otras regiones de alto potencial industrial como en el Noroeste se sufrieron epidemias, que si bien
no fueron de enormes consecuencias en cuanto su número de muertos si bastaron para ahuyentar
a la población de lugares con cierto auge económico, como el puerto de Guaymas y las ciudades
135 Moisés González Navarro. Los Extranjeros en México y los mexicanos en el extranjero, 1821-
11970.V.2, 1994, p.59.

de Hermosillo y Magdalena en Sonora. 136 La verdad es que en las dos últimas décadas del siglo XIX,
los intentos de atracción de colonos extranjeros sufrieron serios descalabros, tanto en lo
discursivo como en lo práctico, pero más grave es que el discurso generó un sentimiento de que la
salvación del país se encontraba en el exterior, en capitales y en la “sangre renovadora”, pues
existían trabajos “que ni los indios quería o podían hacer”, lo que durante y al final del periodo
porfirista justificaría un discurso nacionalista xenófobo revolucionario que encontraría en los
chinos ultramarinos a su mayor víctima.
Los chinos en México, una historia con cola para pisar.
Con el desarrollo de las actividades de construcción de la nueva infraestructura económica
mexicana, fomentada por las inversiones extranjeras y del Estado, la necesidad de mano de obra
en grandes volúmenes y de bajo costo era cada vez más urgente, pero el latifundismo, y el arraigo
a la tierra de un sin fin de comunidades y haciendas porfirianas obstaculizaban la formación de un
mercado libre de fuerza de trabajo. 137
Las expectativas de atraer a la población extranjera, particularmente de Europa fracasaban, pese a
la existencia de algunas colonias un tanto prósperas de italianos y rusos en Occidente y el Norte
del País, tanto por lo complicado de la geografía mexicana, como por el incumplimiento de las
promesas doradas del gobierno para con los hipotéticos colonos. Incluso algunos autores señalan
que México era, por ejemplificar, una foxilandia, llena de buenas intenciones pero rayando a la
ficción. Sin ríos de navegación interior; con costas “ricas”, pero insalubres, como los puertos de
Veracruz, Guaymas y Tampico; la topografía con sus zonas de montañas que dificultaban las
comunicaciones, y un irregular periodo de lluvias llevaba a la irrigación con sistemas arcaicos.
Según Francisco Bulnes, crítico y extremista en muchos sentidos, “un país sin agua en las tres
cuartas partes de su territorio y sin carbón de piedra, no podía ni ser medianamente rico, *…+
136 Mario Cuevas Arámburu. Sonora, Textos de su Historia. T.3, 1989, pp.27-31.
137 China y América Latina, Un mismo destino. 1984, p. 115

México era en realidad, un país Miserable”. 138 De igual manera repercutía la repulsión que se
desarrollaba en contra de la población extranjera por parte de la población nativa, dado el trato
preferencial que sobre el extranjero vertía el Estado y las empresas que los acogían,
representado en privilegios fiscales, dotación de tierras y mejores sueldos. 139
La política de migración promovida durante el Porfiriato lejos de aumentar la capacidad
económica de la nación a través de la anhelada colonización sólo permitió la enorme acumulación
del poder económico en unas pocas manos de inversionistas extranjeros y nacionales que
constituyeron una élite que se llenó de privilegios otorgados y protegidos por el Estado; así un
extranjero “ no podía ser encarcelado cuando cometía algún delito sin todos los requisitos
constitucionales y, además, sin haber dado oportunidad a su ministro o a su cónsul de informarse
de los motivos de su detención y, en cierto modo, de tocar los resortes posibles de su libertad. Y
aún si era encarcelado, lo cual sólo sucedía cuando realmente había causa justificada, la libertad
resultaba fácilmente aplicable, mientras que para el mexicano era casi imposible”. 140 No en balde
durante el periodo revolucionario que corresponde de 1910 a 1919 existen 1477 extranjeros
asesinados, incluyendo a 10 japoneses que confundieron con chinos. 141
Resulta significativo que fueron los Estadounidenses y los chinos los que sufrieron las mayores
pérdidas de ciudadanos durante este periodo, y es que mientras los primeros representaban a la
explotación extranjera en contra de los mexicanos, los segundos era una población “VISIBLE”, pues
se encontraban detrás de los aparadores de tiendas y en general del pequeño comercio al
menudeo, esos que todos los días anunciaban el alza del pan y de los demás víveres. Pero además
de chinos se asesinó, árabes, españoles, franceses, ingleses, italianos, y como ya afirme a 10
despistados japoneses; así que la violencia xenófoba alcanzó a los extranjeros en general. Jorge
Gómez Izquierdo, explica que los actos de xenofobia durante la revolución mexicana fueron un
acto constitutivo del nacionalismo mexicano y es que al proporcionarle al extranjero ventajas por
encima de los nacionales en época de crisis se propició el surgimiento de un “antagonismo entre lo
138
Francisco Bulnes. Sobre el hemisferio norte once mil leguas, impresiones de viaje a
Cuba…,México, 1875.
139 Moises González Navarro Op cit., pp. 174-183
140 Isidro Fabela. Historia Diplomática de la Revolución Mexicana. 1958, p. 5
141 Moisés González Navarro. Población y Sociedad en México. T. II, 1974, p. 78

extranjero y lo nacional, que fue utilizado por los líderes del movimiento armado, en sus diversas
facciones, para ganarse una amplia clientela, presentándose como los verdaderos nacionalistas en
contraposición con los rivales, quienes eran descalificados como agentes del extranjero”. 142
Diversos grupos de clases medias y altas regionales habían sido excluidos del crecimiento
económico que se vivió durante el Porfiriato y las condiciones laborales para las clases
trabajadoras dejaron mucho que desear, así que al presentarse el discurso revolucionario de odio
al extranjero se encontró la puerta de entrada a la vida pública que el oficialismo había negado.
Ser xenófobo era ser mexicano y se defendía lo “mexicano”.
Fueron las empresas constructoras de las líneas ferroviarias quienes se encargarían de atraer a
la migración extranjera más exitosa e inesperada en el Porfiriato: Los chinos.
Sería tema de otra ponencia el profundizar ampliamente sobre el tema de la llegada de los chinos
a nuestro país antes de 1877, y probablemente sería muy interesante el sacar a relucir el discurso
xenófobo liberal, pero ahora que esta tan de moda la discusión de la Ley Arizona SB1070, mejor
nos detendremos en los momentos de la formación de nuestro país pre-revolucionario y de
nuestras actitudes de la criminalización migrante, por motivos raciales.
Y, al octavo día, se dijo, quiero mano de obra barata, pero que se vaya y entonces fueron los
chinos…
Sobre la discusión con respecto a la viabilidad de atraer población china es importante el rescatar
los argumentos de los periódicos de la época La Iberia, El Diario Oficial y El Tráfico, entre 1877 y
1899. Con respecto a la posibilidad de traer a México a los trabajadores chinos que habían servido
en campos de cultivo en la isla de Cuba, lugar en donde habían demostrado su eficacia como
trabajadores agrícolas de muy bajo costo, pero más a un: Su capacidad de adaptación a
condiciones adversas. Las voces a favor como en contra se sucedieron y en éste último sentido es
interesante la opinión del diputado federal Jesús Castañeda, el cual basándose en la experiencia
142 Jorge Gómez Izquierdo. El Movimiento antichino en México (1871-1934) Problemas del racismo y
del nacionalismo durante la Revolución Mexicana.1991, p.84.

de la migración china a los Estados Unidos afirmaba: “…emplean (los chinos) la agudeza de su
ingenio en inventar los medios más hábiles para adquirir la propiedad ajena; son dóciles no por
virtud, sino por abyección y cobardía… no viven sino con la esperanza de regresar a su tierra,
cuando la muerte les sorprende lejos de ella, sus compatriotas recojen (sic) el cadáver y lo remiten
a la China, cumpliendo con esto el mandato que para ellos es sagrado. ¡He aquí al chino! Cava la
tierra con trabajo, pero el sudor de su frente es estéril a la sociedad, a la familia y al individuo.” 143
Mientras que la editorial del Tráfico de Guaymas, Sonora, afirmaba categórica: “…el mongol es la
hormiga de la familia humana: para él la ociosidad es desconocida, pues labora de día y de
noche,…El talento comercial de los hijos del Celeste imperio es superior al de los judíos pues ahí
donde los israelitas sucumben en la lucha por la existencia, el mongol prospera y se enriquece.” 144
Lo llamativo de los argumentos, tanto del Diputado Castañeda, como de la editorial del Tráfico, es
que ambos coincidían que el chino era trabajador eficiente y que resultaba benéfico su traslado a
México pues no saldrían caros y además NO HECHARÍAN RAICEZ, y así esta “raza amarilla”, no
contribuiría a la tan ansiada “pureza racial” que acercaría a México al camino del desarrollo de
Europa y de los Estados Unidos. Es decir para los chinos se esperaba un “TRABAJAS Y TE VAS”. Ah,
que tiempos. Hasta parece que fue ayer…
A diferencia de otras comunidades los chinos se encontraron en una situación de desventaja ante
su posible protección de las hordas de revolucionarios que gustosos asaltaban tiendas y a la menor
provocación asesinaban a sus propietarios asiáticos. El Imperio Chino se encontraba sumergida en
sus propios conflictos revolucionarios y en la realidad nunca se presentó como un peligro hacia los
intereses mexicanos.
De igual forma los nexos comerciales sino-mexicanos eran más históricos que económicos, por lo
que el rompimiento de relaciones tampoco le arrancaba el sueño a la diplomacia mexicana. 145
Los chinos fueron ridiculizados, humillados y satanizados en todas las formas posibles y mientras
naciones como Francia y los Estados Unidos, protestaban en contra de las acciones xenofóbicas en
143 La Iberia, México, 1877, núm. 24, p.3.
144 El Tráfico de Guaymas, México, 1899, núm. 501, p.2.
145 Ver tesis de licenciatura y maestria de Fredy E. Cauich Carrillo.

contra de los chinos, México argumentaba la defensa de sus acciones en su justificación del
discurso antiextranjeros que legitimaba las leyes de Extranjería y la prohibición de la inmigración
china a México y la disolución de los matrimonios de chinos con mexicanas en los estados de
Sinaloa y Sonora.
Pese a ser la ciudad de México un sitio relativamente seguro para los chinos y otras comunidades
extranjeras las campañas antichinas llegaron y se extendieron desde 1924 y hasta 1932, y es que
en palabras de la liga antijudía y antichina de México, la comunidad china era la fuente de todos
los males y de degeneración para la raza mexicana. Eran los chinos un puñado de hombres
embrutecidos por los efectos de la droga y las enfermedades que arrastraban desde el lejano
Oriente a México, un mal que debía ser erradicado. 146
Conclusiones
El trabajo en el aula requiere de técnicas más audaces para poder capturar la atención de nuestros
estudiantes, y debemos de ser capaces de establecer el diálogo presente pasado con los
contenidos que manejamos. En este caso el llamar la atención sobre una problemática que se vive
a partir del proceso de criminalización de la inmigración al estado de Arizona, prevista para julio de
este año es un buen pretexto para desentrañar problemáticas tales como las políticas migratorias
mexicanas, la xenofobia y la xenofilia durante el Porfiriato y la Revolución Mexicana, las cuales
esconden claves para entender las legislaciones internacionales en materia de migración, pues es
un hecho que los países defienden a capa y espada sus intereses por encima de los otros, y si bien
pueden agradar o no, en dónde queda la autodeterminación de los pueblos, o el respeto al
derecho ajeno es la paz. Frases que se han esgrimido hasta el cansancio en protección de los
intereses de los mexicanos y que ahora pretendemos ignorar en una nación extranjera. Lo cierto
es que los chinos y los mexicanos, cada uno en su momento y lugar histórico fueron y son motivo
de controversia sobre su origen racial al momento de aplicarse una regulación. México lo hizo.
Persiguió, asesino, y prohibió a las comunidades chinas en los estados de la república, llegando al
extremo de prohibir y disolver matrimonios entre chinos y mexicanos. Ahora Arizona ha dado
pasos claros en esa dirección persecutoria, es el momento de juzgarla, de guardar el cómplice
silencio como se hizo hace más de 100 años en nuestro país, creo que la reflexión queda y da para
más, por ahora sólo guardaré mi propio cómplice silencio.
146 AGN, Fondo Obregón-Calles, 1924-1925.L.104, f.2-67.

Bibliografía
AGN, Fondo Obregón-Calles, 1924-1925.
BBC Mundo Chris Edelson, profesor de Derechos Civiles y Libertades en la Universidad Americana en
Washington D.C.
Bulnes, Francisco. Sobre el hemisferio norte once mil leguas: Impresiones de viaje a Cuba, Stados Unidos,
Japón, China, Conchinchina, Egipyo y Europa, Imprenta de la Revista Universal, México 1875.
Cauich Carrillo, Fredy E. Tesis de Licenciatura y Maestría UAM-Iztapalapa, 1998.
China y América Latina, Un mismo destino. 1984. Ed. Pekin, 1987.
Cuevas Arámburu, Mario. Sonora, Textos de su Historia. T.3, GES, 1989.
El Tráfico de Guaymas, México, 1899, núm. 501.
Fabela, Isidro. Historia Diplomática de la Revolución Mexicana. FCE, 1958.
Gómez Izquierdo, Jorge. El Movimiento antichino en México (1871-1934) Problemas del racismo y del
nacionalismo durante la Revolución Mexicana. CONACULTA/INAH,1991.
González Navarro, Moises. Los Extranjeros en México y los mexicanos en el extranjero, 1821-11970.V.2,
COLMEX, 1994.
González Navarro, Moisés. Población y Sociedad en México. T. II, FCPS/UNAM, 1974.
La Iberia, México, 1877, núm. 24.

La gráfica en El Coyote Corrido de la Revolución
de Celedonio Serrano Martínez
Por Fabiola Martha Villegas Torres

Los antecedentes
El contenido del corrido es la revolución zapatista, específicamente en el
Estado de Guerrero.
Es un corrido grande y guarda coherencia poética de manera semejante al
corrido argentino Martín Fierro que compuso José Hernández, o al de las tierras
de Durango El Gavilán de Francisco Castillo Nájera.
El Coyote es un personaje histórico y llevó por nombre Nabor Mendoza,
originario de Cuahulotitlán, municipio de Tlalchapa Guerrero.
El apodo de “El Coyote” él mismo lo relató así: “me gustaba de imitar en su
aullido a los coyotes y formar entre los perros escandalosos mitotes”.
Muy tempranamente se incorporó a la Revolución bajo las órdenes del
coronel Alvaro Lagunas, y militó en las filas del zapatismo hasta su muerte. Gozó
de la simpatía y del cariño del pueblo, su persona con frecuencia fue motivo de
inspiración para los trovadores populares. Un ejemplo son las coplas que le
compusieron cuando Zapata y Carranza se distanciaron, y que el pueblo y la tropa
cantaban con la música de “La Cucaracha” como a continuación leemos:
De las barbas de Carranza
voy hacerme un calabrote.
Para amarrar el caballo de mi general Coyote
La Cucaracha, la Cucaracha,
ya no quiere andar la danza,
porque le faltan,
porque le faltan los anteojos de Carranza.
El poeta Celedonio Serrano no siguió al pie de la letra la verdad histórica,
sino la del pueblo, la que permite hacer epopeya y abre las puertas a la
imaginación y a la fantasía. Sin embargo ningún sitio referido es imaginario,
además el autor recurrió a la información oral de algunos supervivientes de
aquella jornada revolucionaria. Información que en gran medida ya había pasado
al terreno de la fábula.
Celedonio Serrano textualmente refirió lo siguiente sobre El Coyote:

Siendo amigo de mi padre, le conocí cuando apenas tendría yo unos cinco años y
por eso lo recuerdo muy vagamente. Con todo, mi padre siempre me habló bien de
él, casi con la misma devoción y cariño con que se habla de algún familiar
desaparecido. Pero no sólo mi padre hacía buenos recuerdos de El Coyote, sino
todos los viejos que le conocieron y lo trataron. Por la tradición oral sabía quiénes
habían sido sus mejores compañeros de armas, sus soldados más valientes, contra
quiénes había combatido y los lugares en que libró sus principales campañas. Por
eso cuando leí el texto de aquel corrido anónimo me fue fácil concebir de un sólo
tirón el argumento completo. (Serrano Martínez, Celedonio, Corrido de la
Revolución, 1951, p. 315)
El procedimiento que siguió el poeta al escribir el corrido, fue sujetar cada
una de las coplas a las melodías que cantan los viejos corridos en el Estado de
Guerrero. De esta manera compuso la letra y la melodía al mismo tiempo. Además
cuando lo juzgó oportuno introdujo algunas coplas que su abuelo Luis Martínez,
solía cantar en sus momentos de alegría, como la siguiente:
Todos dicen: ¡Viva, Viva!
Yo no sé quién vivirá;
unos que viva el Gobierno.
Otros que la libertad.
La letra del corrido anónimo sólo narraba la muerte de El Coyote, pero Celedonio
Serrano completó el argumento al referir: cuando El Coyote se despide de sus
padres para incorporarse a la Revolución; los principales combates que libró; su
ascenso a general; la celebración de sus bodas (la civil y la religiosa); sus
relaciones de amistad con los compañeros de armas, y su muerte.
Cuando lo estaba escribiendo, el poeta expuso lo siguiente:
Descubrí que mi voz no era nueva sino antigua, y que lo que mi pecho
quería cantar no era la canción exótica venida de allende el mar, sino el
viejo corrido de los insurgentes, el de los chinacos, el mismo corrido de los
pronunciados de 1910, en suma: el canto del pueblo, la poesía vivida y no
cantada. Es más, el nombre de El Coyote que había decidido dejarle a mi
corrido, lo sentía entroncarse con la epopeya mítica precortesiana. (Serrano
Martínez, Celedonio, Corrido de la Revolución, 1951, p. 314)
El corrido abre con la siguiente copla:

....ya no será el hacendado
dueño de tierras y vidas,
ni la fábrica el reparo
fuente de negras fatigas;
ni las conciencias dormidas
seguirán en su letargo,
ni el hilo se ha de trozar
nomás por lo más delgado....
(Palabras de El Coyote)
La tierra por donde pisan y galopan los caballos, ocupa sitio especial en la
escenografía del poema. Tierra árida por donde El Coyote se movió ágil y señor,
además de pertenecer al ejército más pobre de la Revolución, tan fue así que los
zapatistas se hacían de sus armas en el momento mismo de la contienda.
El poema enlaza al humano con su entorno, por ejemplo cuando leemos:
Con el mantón de la noche
va cabalgando El Coyote,
cabalga por la pradera
conversando con el monte,
A Dios se va encomendando
camina a todo galope.
El relato acompaña la introspección emocional con el optimismo en el
mañana, como a continuación leemos: “solo El Coyote va triste meditando en su
corcel:-algún día será mañana-, no siempre ha de ser ayer; si hoy fue nublado sin
agua, mañana habrá de llover”.
El poeta hace una síntesis de los pasajes históricos que narra, a
continuación los transcribimos:
Contra don Porfirio Díaz nos levantamos en armas, nos unimos a Madero,
alma de las esperanzas, y juntos al fin pudimos cortarle al buitre las alas.
Luego zapata y Madero rompieron sus compromisos, después de ser
compañeros resultaron enemigos; la Revolución con ellos siguió caminos
distintos. Después viene El Cuartelazo y Madero se va al cielo;
desconsolados se minan las esperanzas del pueblo, luego Carranza levanta
la bandera de Madero. Zapata noble y sincero, hombre leal y campesino,
quiere ponerse de acuerdo con Carranza y su partido; quiera Dios que

mañana no acaben siendo enemigos...(Serrano Martínez, Celedonio,
Corrido de la Revolución, 1951, p. 154)
Pero llegaron a serlo, hasta hubo zapatistas que se pasaron a las filas
carrancistas. El corrido también trata sobre la Constitución de 1917, como a
continuación citamos:
Se ha terminado la feria,
ya se acabaron las ventas;
le ajustaremos las cuentas
a Carranza y su partido,
que ya en la Constitución
la escuela está y el ejido
El corrido llega hasta las muertes de Zapata y del Coyote, sobre la de este
último leemos lo siguiente:
Su entierro fue solitario,
como sucede en la guerra;
después de cantarle Urquiza,
lo enterró junto a una piedra;
el pueblo guarda su nombre,
y su cadáver, la sierra
La gráfica en El Coyote Corrido de la Revolución
El corrido fue publicado en 1951. El entonces secretario de Educación Pública
Jaime Torres Bodet autorizó su publicación. Sus ilustraciones se deben a dos
importantes artistas: Gabriel Fernández Ledesma y Francisco Moreno Capdevila.
Las técnicas que utilizaron fueron el grabado en linóleo y al aguafuerte.
Ambos artistas acordaron de antemano la unificación de las tallas. Las imágenes
debían ir acordes con el texto, y sin salirse de la forma tradicional del grabado
popular mexicano, por ello en ellas encontramos destellos estilísticos del arte
popular, de los grabados de José Guadalupe Posada y del Taller de Gráfica
Popular, además del de sus creadores.

Los artistas se documentaron con la descripción del autor, con la información
gráfica de la época, y con el paisaje, los personajes y las costumbres del Estado
de Guerrero.
El análisis de imagen
(Fig. 1) la portada fue realizada por Gabriel Fernández Ledesma.
Se muestra una escena revolucionaria en donde el código escenográfico
deja ver un trocito del estado de Guerrero, con su atmósfera costeña. El código
simbólico representa la lucha y la muerte en el ejército zapatista.
(Fig. 2) Ledesma amante y profundo conocedor del arte popular mexicano,
asocia a El Coyote con una máscara del Estado de Guerrero que representa la
cabeza de un coyote. Con esto además de remitirnos al arte popular, nos conduce
el artista, al origen rural del joven revolucionario.
(Fig. 3) en esta imagen Ledesma presenta a la tropa zapatista. El artista
enfatizó sus raíces campesinas, al mostrar el calzón de manta, los guaraches o los
pies descalzos y los sombreros de paja. Sólo las cananas, el sable en uno de los
soldados y el coronel que da las órdenes evidencian al ejército.
(Fig. 4) nuevamente Gabriel Fernández Ledesma hace alusión al arte
popular, al presentar entre los fusilados a un lagarto humanizado y vestido de
charro, con ello le dio comicidad a la escena. Al respecto leemos la copla que
acompaña a la imagen:
Dicen que en Coyuca habita
un lagarto cimarrón,
viste chaqueta de cuero,
sombrero ancho y pantalón;
yo soy más lagarto que él,
pero traigo otro zurrón
En el libro aparecen grabados emblemáticos de dimensiones más
pequeñas e intercalados en el texto. Como es el caso de esta imagen de
Ledesma, (fig. 5) en donde nuevamente se encuentra la referencia del arte popular
con la representación del machete, los decorados florales que lo adornan, y la
leyenda que lo acompaña: “Si esta víbora te pica no vayas a la botica”.

(Fig. 6) no deja de asombrarnos el sentido imaginativo del artista Ledesma,
al presentar a Porfirio Díaz con sus múltiples condecoraciones, que rebasan el
marco de su uniforme y de su simbolismo. Para mostrar con ironía, la heroicidad
supra terrena del dictador.
(Fig. 7) este grabado del artista Capdevila representa a la traición. Jefes
zapatistas se pasaron al lado carrancista. Al respecto leemos:
Ya no somos zapatistas
con Carranza militamos;
nuestra bandera ya es otra,
ya no es la que proclamamos,
si renuncias a la tuya
seguiremos siendo hermanos,
de lo contrario, ya sabes:
morirás entre mis manos,
y esperamos tu respuesta
antes que canten los gallos
El artista interpretó a la traición con la caricatura. Representó a tres
personajes siniestros. Se esconden entre mantas, antifaces y gorras, sólo uno de
ellos muestra su aguda oreja y afilada nariz. Como feroces sabuesos oyen y
olfatean. Y con sus filosas espadas seguro atacarán por la espalda.
El artista recurrió a la síntesis formal, pero gracias al dibujo cuidadoso, y a
los efectos producidos por las técnicas del linóleo y del aguafuerte, logramos
observar la precisión en los contornos y el rayado homogéneo y ondulante, así
como a una composición muy sugestiva y atractiva.
(Fig. 8) la representación que hace Capdevila en esta ilustración, es
continuar con la tradición de la calavera mexicana, y esta no pudo permanecer
ajena al ámbito revolucionario.
(Fig. 9) este sapo humanizado realizado por Capdevila, además de mostrar
tintes del arte popular, deja ver lo grotesco del saqueo y de la corrupción que no
faltaron en la revolución.
(Fig. 10) esta ilustración de Capdevila es de llamar la atención, porque sus
cánones estilísticos se acercan mucho a los de los artistas del Taller de Gráfica
Popular, como son: la fuerza del claroscuro, la síntesis formal con referencias
simbólica por ejemplo en los brazos y puños que brotan de la tierra, el manejo de

la connotación moral positiva y negativa, los múltiples grafismos que llenan de
plasticidad y belleza a la escena, y en el fuerte impacto visual tanto de la técnica
como del simbolismo.
(Fig. 11) la influencia de José Guadalupe Posada está presente en esta
ilustración de Ledesma, en la representación de elementos simbólicos, que le
proporcionan a la obra toques surreales para remarcar o baticinar el hecho trágico
que se presenta o se sabe vendrá.
(Fig. 12) Capdevila representó en este grabado una costumbre antigua en
el medio rural, la de raptar a la futura esposa, depositarla con algún familiar y
después desposarse con ella. Era una práctica común, pero no exenta de agresión
y violencia; por ello El Coyote prefirió pedir la mano de la mujer con la que decidió
casarse. Sin embargo el machismo está presente, porque a la mujer no se le
permitía opinión alguna. Como se confirma en la siguiente copla: “Pues no hay
que olvidar lo que el pueblo en su saber dice con voz popular: gallo, caballo y
mujer, se ha de seleccionar, por la raza hay que escoger.
(Fig. 13) esta ilustración Ledesma la realizó únicamente con alegorías, al
exponer a la victoria, al cuerno de la abundancia, a las bayonetas y a los zopilotes.
(Fig. 14) Ledesma en este grabado representó la boda religiosa de El
Coyote. En la imagen el sacerdote aparece un tanto caricaturizado. El Código
escenográfico muestra una iglesia barroca, y ello nos lleva a reflexionar que aún
en los lugares más pobres y sencillos de México, existen iglesias de gran riqueza
histórica y artística.
(Figuras 15 y 16) Capdevila realizó tanto el retrato, como el estereotipo.
(Fig. 17) esta ilustración de Capdevila ejemplifica la toma de Tololoapan por
los zapatistas.
Como punto de fuga y con todo su protagonismo, aparece la muerte
observante con su guadaña, y posada sobre la cúpula de la iglesia.
La composición está conformada con el encuadre de picada. El código
escenográfico es bastante literal, al apreciarse con claridad y en diversos planos el
paisaje geográfico, arquitectónico, y humano. La obra posee fuerte carga
simbólica al imaginar a la muerte del lado de los zapatistas.

El grabado se conforma de altos valores artísticos, y deja ver al Capdevila
de veinticinco años de edad, con un estilo propio, que lo individualiza y lo vuelve
inconfundible.
(Fig. 18) este grabado de Capdevila engloba todos los símbolos del
zapatismo, los que a su vez ejemplifican el enfoque social que éste le dio a la
revolución.
Bibliografía
Serrano, Martínez, Celedonio, Coyote Corrido de la Revolución, México, Talleres
Gráficos de la Secretaría de Educación Pública, 1951.
Villegas Torres, Fabiola Martha, “Francisco Moreno Capdevila. Grabador y pintor”
(en trabajo de imprenta para su publicación)

X ENCUENTRO ACADÉMICO DE PROFESORES DE HISTORIA
DEL BACHILLERATO
Título: “Los mapas en los libros escolares de historia patria del porfiriato.”
Autor: Arturo Miguel Ramos,
Institución de adscripción: Escuela Nacional Preparatoria Núm. 8 “Miguel E.
Schulz”, UNAM.
Síntesis curricular:
Lic. en Historia con Mención Honorífica (2001), UNAM.
Mtro. en Historiografía de México (2006), UAM.
Coautor del libro de texto: México, el devenir de una nación. Historia II, México,
Oxford, 2008.
Resumen:
El estudio de los libros de texto de historia patria del porfiriato, desde el punto de
vista historiográfico, supone realizar la búsqueda de los discursos que se
entretejen en dichos libros. Por ello, considero que en estas obras de enseñanza
hay una serie de estructuras narrativas que se encuentran superpuestas: a un

discurso editorial lo sigue otro pedagógico, luego uno que es propiamente histórico
y, finalmente, uno más que es iconográfico y que se expresa mediante la inclusión
de una serie de imágenes.
Esta ponencia examina las imágenes presentes en los libros de historia
patria y las considera como una forma específica de lenguaje para relatar la
historia nacional. En particular se analizarán aquellas ilustraciones que remiten a
representaciones cartográficas en las cuales está presente un componente
retórico que origina tanto la adopción de una conciencia histórica nacionalista
como la de una imagen moderna y progresista del país por parte del lector del libro
escolar.

Los mapas en los libros escolares de historia patria del porfiriato.
Arturo Miguel Ramos.

Introducción
Esta ponencia tiene como objetivo identificar y examinar algunas de las imágenes
que ilustran los libros de texto de historia patria del porfiriato (fig. 1) puesto que,
desde mi punto de vista, forman un discurso paralelo que resulta a la vez
dependiente y a la vez autónomo de los discursos editorial, pedagógico e histórico
que se encuentran presentes en dichas obras historiográficas.
Me parece importante señalar que el estudio de las imágenes en los libros
de historia patria del porfiriato es un campo poco explorado por lo que plantea al
investigador el problema de la metodología desde la cual se debe analizar,
interpretar y comprender las imágenes presentes en los textos escolares.
Precisamente, uno de los límites en las investigaciones que se han ocupado
de los libros de texto de historia patria radica en la forma en que se han leído las
imágenes o ilustraciones presentes en dichos libros, lecturas que se han
restringido al ámbito meramente descriptivo de las mismas pero sin tomar en
cuenta una doble relación: 1) la que existe entre las imágenes presentes no en
uno sino en los diferentes libros de texto del periodo y 2) la que hay entre dichas
imágenes y otras fuentes historiográficas en circulación en dicho momento
histórico. 147
147 Uno de los pocos estudios, hasta donde tengo conocimiento, en que se ha tratado el asunto de
las imágenes en los libros de texto del porfiriato fue escrito por Lucia Martínez Moctezuma. En él se
hace una comparación entre las imágenes presentes en el libro de Ernest Lavisse y aquellas que
aparecen en las obras de Justo Sierra, señalando sus semejanzas y, por tanto, la influencia de los

A este primer señalamiento debe añadirse otra observación: la naturaleza
misma de las imágenes presentes en los libros de historia. Estas tienen una
procedencia diversa pues hay mapas, reproducciones de pinturas, ilustraciones
que muestran los monumentos y los edificios públicos, imágenes icónicas donde
aparecen los héroes y antihéroes del proceso histórico, ilustraciones
manufacturadas especialmente para los libros de texto con escenas militares o
civiles y otras más, muchas de ellas tomadas de obras historiográficas de la época
como México a través de los siglos.
Para su lectura partimos de observar la forma en que se realiza la
construcción de una imagen artificial de la nación recurriendo a los distintos tipos
de representaciones entre los que figuran: 1) la arqueológica, dado que los libros
incluyen reproducciones de los sitios presentes en el país y que fueron explorados
a lo largo del siglo XIX y, particularmente, en el porfiriato; 2) la cartográfica, pues la
representación gráfica del territorio nacional fue uno de los caminos para construir
la nación durante el siglo XIX; 3) la icónica, porque los personajes que aparecen en
los libros de texto se presentan como iconos visuales que permiten la
identificación del personaje por parte del lector; 4) la pictórica, porque hay un
espacio conceptual llamada nación mexicana que se crea a través de las
imágenes donde ella misma es la protagonista de la escena; y 5) la urbana,
modelos educativos de Francia en la educación mexicana. Vid. Lucía Martínez Moctezuma,
“Miradas porfiristas: Sierra, Lavisse y la innovación pedagógica”, en Lucía Martínez Moctezuma
(coord.), La infancia y la cultura escrita, pp. 390-421.

porque se hace de la ciudad de México y sus monumentos la expresión más clara
de lo que significa ser mexicano.
Me parece importante mencionar que no es posible ofrecer en pocas
páginas un análisis acerca de la totalidad de las imágenes presentes en los libros
de historia patria por lo que me limitaré a presentar algunos ejemplos relativos a
las representaciones cartográficas que ilustran dichos textos.
Los mapas en los libros de texto
Una forma de representación que se encuentra en los contenidos de los libros de
texto de historia patria es la cartográfica. En la actualidad, el estudio de la
geografía histórica le está concediendo un nuevo papel a los mapas que, durante
mucho tiempo, fueron considerados como meras ilustraciones de los relatos
históricos.
En este sentido, los mapas son imágenes que pueden ser leídas como
textos puesto que cuentan con un sistema de signos no verbales, sino más bien
gráficos, que una vez decodificados permiten comprenderlos como “una
construcción de la realidad, imágenes cargadas de intenciones y consecuencias
que se pueden estudiar en las sociedades de su tiempo”. 148
148 J. B. Harley, La nueva naturaleza de los mapas. Ensayos sobre la historia de la cartografía, p.
62.

Esta consideración supone la presencia de un componente retórico
originado en la presencia del mapa como elemento ilustrativo de cualquier obra
científica o educativa, en este caso los libros de texto que nos ocupan.
De hecho, la pregunta por el lugar que ocupan los mapas en los manuales
escolares del porfiriato, ya ha sido tratada en una serie de ensayos escritos por
estudiosos de la historia de la geografía en México. 149 Dichos autores
reconocieron que la divulgación de la geografía por medios impresos y su
enseñanza en el ámbito escolar juegan un papel central en el proceso de
constitución del Estado-nación mexicano durante el siglo XIX:
Los textos de geografía de México tuvieron el propósito fundamental de formar la identidad
nacional a partir de la diversidad estatal; en este sentido cumplieron con su cometido
mostrando a los alumnos la diversidad física, biológica, étnica y cultural de un país de
grandes contrastes. 150
149 Vid. Javier Castañeda Rincón, La enseñanza de la geografía en México. Una visión histórica:
1821-2005; también Patricia Gómez Rey, La enseñanza de la geografía en los proyectos
educativos del siglo XIX en México.
150 Javier Castañeda Rincón, “Los libros de texto de geografía para la educación básica y el
bachillerato”, en Castañeda Rincón, op. cit., p. 81.

Pero esta intencionalidad, claramente identificada para la enseñanza de la
geografía, prácticamente ha sido ignorada en el caso de los textos escolares de
historia.
Sin olvidar que en el porfiriato los alumnos que asistían a la escuela
primaria elemental o superior contaban con una clase especial de geografía, debe
decirse que en los libros de texto de historia patria también están presentes las
representaciones cartográficas que hacen referencia a la forma en que se va
conformando y transformando la nación mexicana en el transcurso del tiempo.
La presencia de estos mapas se explica, como señala Harley, no sólo por
ser un punto de referencia para que el lector se cree una imagen gráfica del
espacio geográfico sino también porque dichos mapas se transforman en una
“metáfora visual” a través de la cual se hace “legible” simbólicamente hablando la
comunidad representada en dicho mapa. 151
En términos muy generales puede decirse que los libros de texto de historia
patria del porfiriato presentan dos grupos de mapas que se pueden diferenciar
claramente: primero, aquel que refleja la historicidad del territorio nacional y que
incluye mapas como el “Anáhuac o Imperio Megicano con los reinos de
Acolhuacan y Michuacan” presente en las Lecciones de historia general de México
de Rafael Aguirre Cinta (fig. 2); y; el “Mapa del país por donde pasaron los
españoles en su marcha a México” en Patria. Historia de Méjico para niños de la
151 J. B. Harley, op. cit., p. 76.

escuela primaria elemental de Carlos Pereyra; el “Reyno de la Nueva España.
Principios del Siglo XIX” en Aguirre Cinta (fig. 3); la “Carta de la República en 1824”
en el Segundo año de historia patria de Justo Sierra; el “Mapa de la República
Mexicana con su división antes de la invasión norte-americana” en Aguirre Cinta y
Pereyra y la “Carta de Méjico actual” en Sierra.
En su conjunto, estos mapas son un claro ejemplo de su valor como
símbolos iconográficos pues no sólo buscan ilustrar cartográficamente un
momento específico de la historia nacional sino que también ofrecen una
explicación autónoma de las permanencias y los cambios experimentados por el
territorio nacional en el proceso de constitución de la nación.
En otras palabras puede decirse que los mapas juegan un papel
fundamental en el proceso iniciado por el Estado mexicano porfirista para crear en
la población lectora de los libros un sentido de pertenencia en torno al territorio
dejando de lado las diferencias sociales y económicas que hay entre los
habitantes de la nación.
El segundo grupo lo integran algunos mapas que expresan las
características económicas y con ello, la modernidad y el progreso del país. En
este sentido pueden mencionarse la “Carta física de la República” publicada en el
Primer año de historia patria de Justo Sierra (fig. 4); y la “Carta ferroviaria de la
República” en el Segundo año… de Sierra (fig. 5).
El primero de ellos expresa la riqueza natural del país mientras que en el
segundo se ponen de manifiesto las redes ferroviarias que unen a la nación y, con

ello, la infraestructura creada como parte del progreso porfirista. Al respecto
Raymond B. Craib señala:
Para promover la inversión y para difundir la imagen de una nación y una economía de
múltiples contactos, el gobierno mexicano produjo una gran cantidad de mapas de redes,
mapas que servían para disminuir la distancia y para conceptualizar un espacio nacional e
internacional intrínsecamente conectado. Por todo lo anterior, estos mapas ofrecían una
impresión atractiva y convincente de México, lo que elevaba al país a la jerarquía de nación
moderna. 152
Conclusión
Finalmente, me parece importante mencionar la relevancia del estudio de las
ilustraciones presentes en los libros de texto a partir de las relaciones que se
establecen entre las distintas imágenes y que llevan a develar el sentido retórico
de las mismas como un discurso articulado por medio del cual el Estado nacional
porfirista se dio a la tarea de transmitir una imagen gráfica del territorio que se
caracteriza por fomentar la conciencia histórica de pertenencia a una nación que
resulta, por cierto, moderna y progresista.
152
Raymond B. Craib, “El discurso cartográfico en el México del porfiriato”, en Héctor Mendoza
Vargas (coord.), México a través de los mapas, p. 141.

Bibliografía consultada:
Aguirre Cinta, Rafael, Lecciones de historia general de México, desde los tiempos
primitivos hasta nuestros días: arreglada para uso en las escuelas primarias
de la república, París, Vda. de Ch. Bouret, 1912, p. 274.
Castañeda Rincón, Javier, La enseñanza de la geografía en México. Una visión
histórica: 1821-2005, México, Universidad Autónoma de Chapingo-Plaza y
Valdés, 2006, 220 pp.
Gómez Rey, Patricia, La enseñanza de la geografía en los proyectos educativos
del siglo XIX en México, México, Universidad Nacional Autónoma de México-
Instituto de Geografía, 157 pp.
Harley, J. B., La nueva naturaleza de los mapas. Ensayos sobre historia de la
cartografía, México, Fondo de Cultura Económica, 2005, 398 pp.
Mendoza Vargas, Héctor (coord.), México a través de los mapas, México,
Universidad Nacional Autónoma de México-Instituto de Geografía-Plaza y
Valdés, 2003, 203 pp.

Pereyra, Carlos, Patria: historia de Méjico para niños de la escuela primaria
elemental, París – México, Vda. de Ch. Bouret, 1914.
Sierra, Justo, Primer año de historia patria. Elementos para los alumnos del tercer
año primario obligatorio, 7 ed., Braine – Le – Comte (Bélgica), Librería de la
Vda. de Ch. Bouret, 1902, 72 pp.
Sierra, Justo, Segundo año de historia patria, elementos para los alumnos del
tercer año primario obligatorio ajustados al programa de la ley vigente,
México, Librería de la Vda. de Ch Bouret, 1904, 96 pp.

Fig. 1 Las portadas de los libros de texto de historia patria.

Fig. 2 Anahuac o Imperio Megicano (sic.) con los reinos de Acolhuacan y
Michuacan, en Rafael Aguirre Cinta, Lecciones de historia general de México
desde los tiempos primitivos hasta nuestros días arregladas para uso en las
escuelas primarias de la República, Librería de la Vda. de Ch. Bouret , 1912.

Fig. 3 Reyno de la Nueva España á Principios del Siglo XIX, en Carlos Pereyra,
Patria. Historia de Méjico para niños de la escuela primaria elemental, Librería de
la Vda. de Ch. Bouret, 1914.

Fig. 4 Carta física de la República, en Justo Sierra, Primer año de historia patria.
Elementos para los alumnos del tercer año primario obligatorio, Librería de la Vda.
de Ch. Bouret, 1894.

Fig. 5 Carta ferroviaria de la República, en Justo Sierra, Segundo año de historia
patria. Elementos para los alumnos del cuarto año primario obligatorio, Librería de
la Vda. de Ch. Bouret, 1904.