CAPÃTULO 1 - Universidad de Deusto
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educadores <strong>de</strong> Atenas, y por extensión <strong>de</strong> los griegos. E igualmente, lo mismo Comenio<br />
(1592-1670) que Pestalozzi (1746-1827), en el siglo XVIII el primero y a finales <strong>de</strong>l XVIII y<br />
principios <strong>de</strong>l XIX el segundo, lo que en el fondo se plantean en sus obras no es tanto una<br />
reforma educativa cuanto una nueva concepción, una concepción radical <strong>de</strong>l hombre, <strong>de</strong> su<br />
razón <strong>de</strong> ser en el mundo y <strong>de</strong>l sentido <strong>de</strong> su vida.<br />
En las obras <strong>de</strong> estos autores (y <strong>de</strong> muchos otros a lo largo <strong>de</strong> la historia) se pone <strong>de</strong> manifiesto<br />
la relación profunda que se establece entre la Antropología como reflexión sobre el<br />
hombre y la educación como la manera <strong>de</strong> llevar esas reflexiones a la práctica. Vemos, pues,<br />
cómo <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la misma Antropología van surgiendo, <strong>de</strong> manera natural, las primeras relaciones<br />
con la educación, relaciones que irán constituyendo poco a poco el fundamento <strong>de</strong> lo que <strong>de</strong>spués<br />
será una Antropología Educativa.<br />
1.2. Antropología y Antropologías<br />
Vamos a ver en este punto qué relación y qué diferencias hay entre una Antropología,<br />
entendida como ciencia unitaria <strong>de</strong>l hombre, y las distintas Antropologías, que estudian a éste<br />
<strong>de</strong>s<strong>de</strong> diversos enfoques parciales.<br />
Partimos <strong>de</strong> un problema: que el hombre es una realidad sumamente compleja, un microcosmos<br />
que necesita ser estudiado <strong>de</strong>s<strong>de</strong> distintos ángulos por multitud <strong>de</strong> disciplinas diferentes.<br />
Esta es la razón <strong>de</strong> que en la actualidad el término Antropología llegue a significar cosas<br />
muy distintas según cuál sea el contexto en que se emplee y la metodología que se utilice.<br />
Para diferenciar entre Antropología (en singular) y Antropologías, es preciso que nos retrotraigamos<br />
a la historia reciente. Durante el siglo XIX se había producido un gran avance en<br />
los estudios científicos <strong>de</strong> todo tipo, entre ellos los referentes al ser humano, y fue precisamente<br />
la cantidad y dispersión <strong>de</strong> esos conocimientos lo que motivó el retorno a la consi<strong>de</strong>ración<br />
unitaria <strong>de</strong>l hombre. Es lo que, a principios <strong>de</strong>l siglo XX, trataron <strong>de</strong> hacer sobre todo los<br />
pensadores existencialistas (Kierkegaard, Hei<strong>de</strong>gger, Jaspers...), y fue también lo que llevó al<br />
filósofo alemán Max Scheler (1874-1928) a <strong>de</strong>cir que la gran tarea pendiente era la creación<br />
<strong>de</strong> una Antropología Filosófica, entendida como “una ciencia básica <strong>de</strong> la esencia y la estructura<br />
fundamental <strong>de</strong>l hombre”.<br />
El interés por la creación <strong>de</strong> esa ciencia unitaria era mayor entre los antropólogos, los psicólogos<br />
y los pedagogos que entre otros científicos, por la sencilla razón <strong>de</strong> que necesitaban<br />
disponer <strong>de</strong>l mejor conocimiento posible <strong>de</strong>l hombre como punto <strong>de</strong> partida para sus intervenciones<br />
profesionales.<br />
En Psicología, lo que había ocurrido durante la segunda mitad <strong>de</strong>l siglo XIX es que se<br />
había fragmentado en multitud <strong>de</strong> ten<strong>de</strong>ncias y escuelas diferentes, perdiendo con ello el sentido<br />
<strong>de</strong> la unidad <strong>de</strong>l hombre. Cada escuela trabajaba, <strong>de</strong> hecho, con su propia imagen antropológica,<br />
más o menos explícita. La causa era la concentración excesiva <strong>de</strong> los científicos en<br />
el análisis <strong>de</strong> los fenómenos aislados, perdiendo así la perspectiva <strong>de</strong>l conjunto. Y esta situación<br />
todavía no ha sido superada. La prueba es que la llamada Psicología “humanista” es solamente<br />
una <strong>de</strong> las muchas formas actuales <strong>de</strong> hacer Psicología, cuando en realidad, y por<br />
<strong>de</strong>finición, todas las Psicologías <strong>de</strong>bieran ser humanistas (porque todas tratan <strong>de</strong>l ser humano<br />
y con el ser humano). Todo esto llevó a reclamar, por parte <strong>de</strong> los mismos psicólogos, la recuperación<br />
<strong>de</strong>l “hombre entero”.<br />
Esta inquietud por una visión unitaria <strong>de</strong>l hombre se produjo igualmente en los pedagogos,<br />
Antropología <strong>de</strong> la Educación. Capítulos 1 y 2. Página 3