qMmZFc
qMmZFc
qMmZFc
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
CAPÍTULO VII<br />
Los entornos de la crisis de<br />
Rafael Correa Delgado<br />
Período 1979-2005<br />
1. Territorio del Estado Ecuatoriano<br />
1.1. Límites territoriales internacionales<br />
151 años después de la fundación del Estado ecuatoriano y dos décadas desde la tesis de la nulidad del<br />
Protocolo de Río de Janeiro, en los primeros meses de 1981 el Ecuador enfrentó nuevamente invasiones<br />
y ataques bélicos por parte de Perú; esta vez, en la vertiente oriental de la cordillera de El Cóndor. Jaime<br />
Roldós Aguilera (1979-1981) denunció este atropello ante la Organización de Estados Americanos<br />
(OEA), para dejar constancia del conflicto con el país vecino. El Consejo de la OEA sugirió la conformación<br />
de una comisión de investigación para solucionar de manera amigable el problema limítrofe. Pese<br />
a esta intervención las pugnas continuaron, de tal forma que Argentina, Brasil, Chile y Estados Unidos<br />
—mediadores del Protocolo de Río de Janeiro de 1942— intervinieron con el fin de poner cese al<br />
fuego (ver Anexo 41).<br />
El 30 de enero, Argentina, Brasil, Chile y Estados Unidos dirigieron a los dos países un llamamiento para solucionar pacíficamente<br />
su conflicto. El 31 de enero y 1 de febrero volvieron a dirigirse a Ecuador y Perú, «preocupados con las graves<br />
informaciones sobre la continuación de incidentes armados» y les pidieron que suspendieran los fuegos a partir del día 2<br />
de Febrero. Ecuador aceptó la propuesta, así como el envío de una Comisión de observación militares de los cuatro países<br />
para comprobar in loco el cese al fuego, dejando en claro que la acción de los observadores no podía prejuzgar ni tener<br />
incidencia en cuestiones atinentes al fondo de la cuestión territorial (Tobar y Luna, 1994: 363).<br />
Posteriormente, se realizaron una serie de sesiones de consulta en la sede de la OEA, siendo<br />
los países mediadores quienes consiguieron generar tratados que restablecieron en papel la paz<br />
entre ambos países; pese a que el Ecuador acató la orden y retiró sus tropas, Perú —con el gobierno<br />
de Alberto Fujimori— buscó encontrar una ventaja limítrofe sobre Ecuador.<br />
Las negociaciones se remitieron a la clásica disputa por territorios mantenida desde la separación<br />
de la Colonia; Perú se valió del derecho territorial impuesto en la época independentista para<br />
declarar públicamente que no cedería territorio a Ecuador, tras lo cual este comunicó al Consejo de<br />
la OEA no estar satisfecho con la intervención ante la falta de resultados. Tras estas declaraciones,<br />
el Perú enfatizó enérgicamente que no se retiraría del territorio que consideraba suyo: los 78 kilómetros<br />
sin demarcar en la cordillera de El Cóndor.<br />
Tiempo después, Perú retiró las tropas militares pero no se solucionó el problema limítrofe. Durante<br />
la presidencia de Osvaldo Hurtado (1981-1984), se buscó llegar a un consenso defendiendo el territorio<br />
perteneciente a Ecuador; nuevamente se entablaron diálogos con Perú. Sin embargo, el presidente Hurtado<br />
reconoció la necesidad de generar un acuerdo nacional entre las opiniones de los partidos políticos,<br />
los órganos de la opinión pública y los centros de educación superior, para encontrar la mejor alternativa<br />
ante este problema. El 2 de enero de 1984 el presidente Hurtado se refirió a los esfuerzos desplegados<br />
por el Ejecutivo para la solución del problema limítrofe (Tobar y Luna, 1994: 371).<br />
Tomó la posta en este conflicto territorial el presidente León Febres Cordero (1984-1988), quien<br />
le dio otro viraje a la negociación aplicando la insignia de «La herida abierta»; empero, las circunstancias<br />
internas del país dejaron la definición del territorio nacional inconclusa. Ecuador continuó con<br />
la tradicional búsqueda de defensa y reconocimiento de los derechos amazónicos, solicitando a los<br />
países extranjeros su intervención. El litigio continuó con el mandato de Rodrigo Borja (1988-1992),<br />
bajo el esquema diplomático de arbitraje extranjero, con la intervención del Papa.