qMmZFc
qMmZFc qMmZFc
102 Patricia de la Torre A. y Construcciones, Ministro de Hacienda, Presidente de la Cámara de Comercio de Quito y, más tarde, gestor de la fábrica textil La Internacional. Otro caso fue el del banquero Humberto Albornoz, miembro de la segunda Junta, quien tomó la administración de la cartera de hacienda (Paz y Miño, 2000). 2.2. El comportamiento de los partidos políticos El triunfo de la Revolución Alfarista marcó un momento de ruptura partidista frente a las antiguas fracciones conservadoras y progresistas. De acuerdo a Paz y Miño (2013: 21), la época liberal (1895-1925) tuvo dos fases: la radical, entre 1895-1911; y la moderada, entre 1912-1925. El placismo venía a ser la alternativa moderada cercana a los grandes banqueros y comerciantes (Ayala, 2012: 18). Entre 1916 y 1925, los liberales se unificaron, no como partido revolucionario sino como grupo de gobierno, alrededor de Plaza, compartiendo el poder con la alta banca de la Costa y cediendo el servicio exterior o diplomático a la oligarquía de Quito. El 18 de septiembre de 1923, esto es dos años antes de la Revolución Juliana, se reunió en Quito una Asamblea Liberal que declaró constituido el Partido Liberal Ecuatoriano (Pérez, 1979). No obstante, vale mencionar que los cuatro gobiernos liberales de esta etapa enfrentaron fugaces brotes de oposición del Partido Conservador y de la Iglesia Católica. Por ejemplo, tras las vencidas guerrillas conservadoras en la Sierra, el partido apoyó las candidaturas presidenciales de Carlos Rodolfo Tobar en 1912 y la de Rafael María Arízaga en 1915 (Hurtado, 1977: 125-127). Por estos años, las huelgas y sublevaciones de las masas obreras, indígenas y campesinas, imbuidas por la corriente socialista de la época, tuvieron un protagonismo político superior. 2.3. La prensa como actor político Entre los años 1916-1917, llegaron al puerto de Guayaquil los acontecimientos bélicos y políticos de la Primera Guerra Mundial, a través de diarios como: La Germania, La Verdad, La Francia y La Siria. 105 Por otra parte, en la coyuntura nacional, el Partido Conservador —con su escaso protagonismo en la política nacional— fundó apenas dos diarios: El Pueblo Católico en 1919 y El Regenerador en 1923. Este último fue fundado por el Directorio del Centro Católico García Moreno de Instrucción, Beneficencia y Recreo. ¿Quo Vadis, fundado en 1923, fue un semanario que anunciaba ser el órgano del fascismo ecuatoriano; su director fue Gustavo M. Sánchez, redactor Antonio Vera Hidalgo y administrador Gelimer Cárdenas. También se fundó Heraldo, en 1925, como un periódico de tendencia conservadora y declarado católico. 106 En el ambiente liberal de estos años, resaltaron las publicaciones sobre asuntos comerciales, de exportación e importación, económicos, industriales y bancarios; ejemplo de ello fueron: • Guía Comercial de Guayaquil, fundada por Antonio Elizalde Luque (1913) • La Voz del Comercio Guayaquileño (1915) • Exportador Ecuatoriano (1916) • El Heraldo, fundado por Atilio Descalzi (1918) • Guayaquil al Día, cuyo director y propietario fue Gabriel Arcos y redactor Sergio Núñez (1925) A este tenor, empresas, sociedades e instituciones fundaron sus propios diarios con el objetivo de dar a conocer a la sociedad sobre sus actividades: • El Edén, órgano de publicidad de la Empresa Cinematográfica del mismo nombre (1912) • La Farmacopea, órgano de los intereses de la Farmacia Normal (1915) • Gaceta Militar, de los asociados del Círculo Naval Militar (1917) oportunidad don Víctor Emilio Estrada Sciacaluga». 105 Los periódicos de Guayaquil eran los mejor informados debido a la innovación tecnológica del telégrafo. Con el cable internacional, las noticias ya no necesitaban semanas para llegar desde el exterior. Se recibían horas después de los acontecimientos y podían entregarse al público al día siguiente. Con el telégrafo nacional, las informaciones se transmitían de inmediato de una ciudad a otra, en vez de que tomara días recibirlas. Los diarios reservaban siempre espacio para imprimir a último momento lo que llegaba en el «cable» (Ayala, 2012: 16). 106 Estos datos fueron extraídos de: Gómez, José (1998). Los periódicos guayaquileños en la historia, III: 22-218. Guayaquil: Colección Guayaquil.
LOS CONSTRUCTORES DEL ESTADO NACIONAL 1830-2010 103 • El Popular, órgano de la Farmacia Ecuador (1918) • Boletín de la Asociación de Electricistas (1919), • El Oriente Ecuatoriano, órgano de publicidad del Centro Colonizador del Oriente (1919) • San Benito, hoja de propaganda del American Circus (1919) • Sangre y Arena, semanario taurino (1920) • El Reformador Escolar, órgano de la Escuela José Joaquín de Olmedo (1920) • La Universidad del Pueblo, quincenario de los alumnos de la Escuela de Artes y Oficios de la Sociedad Filantrópica del Guayas (1921) • Luz y Ciencia, órgano del centro espiritista dirigido y redactado por Alberto Eduardo López (1923) • Hebe, órgano del Colegio Particular de Niñas Ángela Carbo Maldonado (1925) • El Estudiante, órgano de la sección inferior del Colegio Nacional Vicente Rocafuerte (1925) (ver Anexo 32) Finalmente, las protestas obreras y gremiales de Guayaquil también hicieron sentir sus expectativas políticas, con la publicación de diversos semanarios de carácter doctrinario y portavoces de su ideología: El 1 de Mayo (1913) Acción Social, portavoz de la primera junta del Congreso Obrero, cuyo fundador, director y redactor fue Juan Elías Naula (1916) • El Voto Libre, autodenominado órgano del pueblo obrero y trabajador (1917) • Fray Ciruelo, defensor de los obreros (1918) • La Libertad, órgano de publicidad de la Liga Obrera del Guayas administrado por Manuel González (1919) • El Estandarte, órgano de la Juventud Radical del Guayas, cuyo director y redactor fue L. A. Saona (1919) • La Verdad, defensor de la clase trabajadora (1920) • La Bandera Roja, semanario socialista (1920) • El Proletario, órgano del centro organizador del Partido Socialista Nacional (1920) • El Proletario, órgano del centro gremial sindicalista, cuyo director fue Narciso Vélez, redactor Virgilio Aguirre y administrador Luis Vidal (1921) • José Pepe, diario de combate (1922) • Tribuna Obrera (1923) • La Voz del Obrero (1923) • El Grito Ecuatoriano (1923) 107 Mientras en Guayaquil se consolidó la circulación de semanarios de diversas temáticas, en Quito la aparición de diarios tomó más tiempo. A inicios del siglo XX, se institucionalizó la prensa diaria, cuyo más destacado representante fue El Comercio, fundado en 1906. En otras ciudades del país, la conversión de los periódicos en diario fue muy lenta. En la mayoría, se mantuvieron semanarios o inter diarios hasta mediados del siglo (Ayala, 2012: 15). 108 Por otro lado, durante esta etapa, la tendencia periodística de respaldar candidaturas presidenciales, así como de ejercer oposición a los gobiernos de turno, no cambió: «Hubo continuidad en los contenidos. Siguió teniendo peso la política coyuntural y aunque los diarios se definían como independientes, tomaban al fin y al cabo partido» (Ayala, 2012: 17). Leónidas Plaza (1912-1916) tuvo que enfrentar la oposición de siete semanarios guayaquileños y la promoción de las candidaturas presidenciales de Alfredo Baquerizo Moreno, Rafael María Arízaga y Federico G. Marín en: • El Amigo del Pueblo (1915), • La Mañana (1915), • El Voto Popular (1915), • Rayos y Centellas (1915), • Guayaquil Gráfico (1916), • El Fusil (1916), • El Mosquito (1915), • La Patria Ecuatoriana (1915), y • El Gladiador (1915) 107 Ibíd. III: 22-218. 108 Al respecto, vale mencionar a Los Andes, periódico riobambeño permanente y de emisión regular a partir de 1918, fundado por jóvenes liberales en el contexto sociopolítico conservador de aquella ciudad (Lara, 2007: 4-5).
- Page 51 and 52: LOS CONSTRUCTORES DEL ESTADO NACION
- Page 53 and 54: LOS CONSTRUCTORES DEL ESTADO NACION
- Page 55 and 56: LOS CONSTRUCTORES DEL ESTADO NACION
- Page 57 and 58: LOS CONSTRUCTORES DEL ESTADO NACION
- Page 59 and 60: LOS CONSTRUCTORES DEL ESTADO NACION
- Page 61 and 62: LOS CONSTRUCTORES DEL ESTADO NACION
- Page 63 and 64: LOS CONSTRUCTORES DEL ESTADO NACION
- Page 65 and 66: LOS CONSTRUCTORES DEL ESTADO NACION
- Page 67: LOS CONSTRUCTORES DEL ESTADO NACION
- Page 70 and 71: 70 Patricia de la Torre A. ¿Pero q
- Page 72 and 73: 72 Patricia de la Torre A. El alto
- Page 74 and 75: 74 Patricia de la Torre A. El desco
- Page 76 and 77: 76 Patricia de la Torre A. pudiente
- Page 78 and 79: 78 Patricia de la Torre A. gobierno
- Page 80 and 81: 80 Patricia de la Torre A. Con esta
- Page 82 and 83: 82 Patricia de la Torre A. las divi
- Page 85 and 86: CAPÍTULO IV Los entornos de la cri
- Page 87 and 88: LOS CONSTRUCTORES DEL ESTADO NACION
- Page 89 and 90: LOS CONSTRUCTORES DEL ESTADO NACION
- Page 91 and 92: LOS CONSTRUCTORES DEL ESTADO NACION
- Page 93 and 94: LOS CONSTRUCTORES DEL ESTADO NACION
- Page 95 and 96: LOS CONSTRUCTORES DEL ESTADO NACION
- Page 97: LOS CONSTRUCTORES DEL ESTADO NACION
- Page 100 and 101: 100 Patricia de la Torre A. A pesar
- Page 104 and 105: 104 Patricia de la Torre A. Alfredo
- Page 106 and 107: 106 Patricia de la Torre A. Tabla 3
- Page 108 and 109: 108 Patricia de la Torre A. El Esta
- Page 110 and 111: 110 Patricia de la Torre A. En 1946
- Page 112 and 113: 112 Patricia de la Torre A. del mis
- Page 115 and 116: CAPÍTULO VI Los entornos de la cri
- Page 117 and 118: LOS CONSTRUCTORES DEL ESTADO NACION
- Page 119 and 120: LOS CONSTRUCTORES DEL ESTADO NACION
- Page 121 and 122: LOS CONSTRUCTORES DEL ESTADO NACION
- Page 123 and 124: LOS CONSTRUCTORES DEL ESTADO NACION
- Page 125 and 126: LOS CONSTRUCTORES DEL ESTADO NACION
- Page 127 and 128: LOS CONSTRUCTORES DEL ESTADO NACION
- Page 129 and 130: LOS CONSTRUCTORES DEL ESTADO NACION
- Page 131: LOS CONSTRUCTORES DEL ESTADO NACION
- Page 134 and 135: 134 Patricia de la Torre A. Bajo la
- Page 136 and 137: 136 Patricia de la Torre A. Gráfic
- Page 138 and 139: 138 Patricia de la Torre A. Para da
- Page 140 and 141: 140 Patricia de la Torre A. Jaime R
- Page 142 and 143: 142 Patricia de la Torre A. respect
- Page 144 and 145: 144 Patricia de la Torre A. Durante
- Page 146 and 147: 146 Patricia de la Torre A. gobiern
- Page 148 and 149: 148 Patricia de la Torre A. y otra
- Page 150 and 151: 150 Patricia de la Torre A. evidenc
102<br />
Patricia de la Torre A.<br />
y Construcciones, Ministro de Hacienda, Presidente de la Cámara de Comercio de Quito y, más<br />
tarde, gestor de la fábrica textil La Internacional. Otro caso fue el del banquero Humberto Albornoz,<br />
miembro de la segunda Junta, quien tomó la administración de la cartera de hacienda (Paz y Miño,<br />
2000).<br />
2.2. El comportamiento de los partidos políticos<br />
El triunfo de la Revolución Alfarista marcó un momento de ruptura partidista frente a las antiguas<br />
fracciones conservadoras y progresistas. De acuerdo a Paz y Miño (2013: 21), la época<br />
liberal (1895-1925) tuvo dos fases: la radical, entre 1895-1911; y la moderada, entre 1912-1925.<br />
El placismo venía a ser la alternativa moderada cercana a los grandes banqueros y comerciantes<br />
(Ayala, 2012: 18).<br />
Entre 1916 y 1925, los liberales se unificaron, no como partido revolucionario sino como<br />
grupo de gobierno, alrededor de Plaza, compartiendo el poder con la alta banca de la Costa y<br />
cediendo el servicio exterior o diplomático a la oligarquía de Quito. El 18 de septiembre de 1923,<br />
esto es dos años antes de la Revolución Juliana, se reunió en Quito una Asamblea Liberal que<br />
declaró constituido el Partido Liberal Ecuatoriano (Pérez, 1979).<br />
No obstante, vale mencionar que los cuatro gobiernos liberales de esta etapa enfrentaron<br />
fugaces brotes de oposición del Partido Conservador y de la Iglesia Católica. Por ejemplo, tras<br />
las vencidas guerrillas conservadoras en la Sierra, el partido apoyó las candidaturas presidenciales<br />
de Carlos Rodolfo Tobar en 1912 y la de Rafael María Arízaga en 1915 (Hurtado, 1977:<br />
125-127).<br />
Por estos años, las huelgas y sublevaciones de las masas obreras, indígenas y campesinas,<br />
imbuidas por la corriente socialista de la época, tuvieron un protagonismo político superior.<br />
2.3. La prensa como actor político<br />
Entre los años 1916-1917, llegaron al puerto de Guayaquil los acontecimientos bélicos y políticos<br />
de la Primera Guerra Mundial, a través de diarios como: La Germania, La Verdad, La Francia y La<br />
Siria. 105 Por otra parte, en la coyuntura nacional, el Partido Conservador —con su escaso protagonismo<br />
en la política nacional— fundó apenas dos diarios: El Pueblo Católico en 1919 y El Regenerador<br />
en 1923. Este último fue fundado por el Directorio del Centro Católico García Moreno de Instrucción,<br />
Beneficencia y Recreo. ¿Quo Vadis, fundado en 1923, fue un semanario que anunciaba<br />
ser el órgano del fascismo ecuatoriano; su director fue Gustavo M. Sánchez, redactor Antonio Vera<br />
Hidalgo y administrador Gelimer Cárdenas. También se fundó Heraldo, en 1925, como un periódico<br />
de tendencia conservadora y declarado católico. 106<br />
En el ambiente liberal de estos años, resaltaron las publicaciones sobre asuntos comerciales,<br />
de exportación e importación, económicos, industriales y bancarios; ejemplo de ello fueron:<br />
• Guía Comercial de Guayaquil, fundada por Antonio Elizalde Luque (1913)<br />
• La Voz del Comercio Guayaquileño (1915)<br />
• Exportador Ecuatoriano (1916)<br />
• El Heraldo, fundado por Atilio Descalzi (1918)<br />
• Guayaquil al Día, cuyo director y propietario fue Gabriel Arcos y redactor Sergio Núñez (1925)<br />
A este tenor, empresas, sociedades e instituciones fundaron sus propios diarios con el objetivo de<br />
dar a conocer a la sociedad sobre sus actividades:<br />
• El Edén, órgano de publicidad de la Empresa Cinematográfica del mismo nombre (1912)<br />
• La Farmacopea, órgano de los intereses de la Farmacia Normal (1915)<br />
• Gaceta Militar, de los asociados del Círculo Naval Militar (1917)<br />
oportunidad don Víctor Emilio Estrada Sciacaluga».<br />
105 Los periódicos de Guayaquil eran los mejor informados debido a la innovación tecnológica del telégrafo. Con el cable internacional, las noticias<br />
ya no necesitaban semanas para llegar desde el exterior. Se recibían horas después de los acontecimientos y podían entregarse al público al día<br />
siguiente. Con el telégrafo nacional, las informaciones se transmitían de inmediato de una ciudad a otra, en vez de que tomara días recibirlas. Los<br />
diarios reservaban siempre espacio para imprimir a último momento lo que llegaba en el «cable» (Ayala, 2012: 16).<br />
106 Estos datos fueron extraídos de: Gómez, José (1998). Los periódicos guayaquileños en la historia, III: 22-218. Guayaquil: Colección Guayaquil.