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LOS CONSTRUCTORES DEL ESTADO NACIONAL 1830-2010 101<br />
privados más sólidos del país: industrias, comercio, agricultura y sobre todo, instituciones bancarias.<br />
El origen del problema se remitía a 1910, cuando el gobierno había recurrido a un empréstito del<br />
Banco Comercial y Agrícola para financiar los recursos militares hacia la frontera sur en el conflicto<br />
con Perú. Sin embargo, la emisión de billetes sin respaldo oro «no se limitó a cubrir esta emergencia<br />
nacional sino que continuó y se incrementó con las sangrientas luchas internas» (Gómez, 1998: 428).<br />
Durante esta etapa, el Banco Comercial y Agrícola, cuyo gerente era Francisco Urbina Jado<br />
—hijo del ex presidente José María Urbina y Viteri—, empezó a emitir billetes hipotecarios y abrir<br />
llaves crediticias al Estado. A decir de Ruiz, 100 esta estrecha relación se fundamentó en la variedad<br />
de préstamos que requería el gobierno, con diversos fines; y los únicos organismos que podían<br />
satisfacer esas necesidades eran, precisamente, los bancos. 101 Los hechos demostraron la fragilidad<br />
institucional del Estado ecuatoriano frente a estas entidades con fines de lucro, de carácter privado y<br />
local. Núñez (2011: 271-272) sostiene que «tras la muerte de los Alfaros, la influencia de esta entidad<br />
llegó a ser incontrastable en la política ecuatoriana».<br />
Con la distribución de estas reglas del juego político, se dejó como partícipes activos del<br />
Estado a los banqueros guayaquileños. Este hecho le otorgó a la banca privada un gran poder político<br />
sobre los organismos del Estado y, sobre todo, en las decisiones políticas: desde la aprobación<br />
de candidaturas para Presidente de la República, senadores y diputados, hasta los nombramientos<br />
de los Ministros de Estado. La ausencia del Estado en su función de controlar y regular las relaciones<br />
políticas y económicas de la sociedad quedó al margen.<br />
Los bancos jugaban un papel importante en el funcionamiento de la matriz de acumulación al interior del sistema comercial<br />
guayaquileño y regional. Se convirtieron en intermediarios obligatorios de toda transacción comercial: giros sobre el<br />
exterior, descuentos de letras, préstamos comerciales. El Banco del Ecuador era el banco de los importadores y el Banco<br />
Comercial y Agrícola, de los exportadores. Los dos Bancos hipotecarios negociaban cédulas hipotecarias sobre el 60% del<br />
avalúo de las propiedades con interés efectivo anual del 12% (De la Torre, 2004: 83-4).<br />
La denominada «bancocracia liberal» 102 estuvo representada por los cuatro gobiernos constitucionales<br />
que se sucedieron en este período: Leónidas Plaza Gutiérrez (1912-1916); Alfredo Baquerizo Moreno<br />
(1916-1920), uno de los propietarios del Banco del Ecuador; José Luis Tamayo (1920-1924), abogado<br />
del Banco Comercial y Agrícola; y Gonzalo Córdova (1924-1925), representante común del Banco<br />
Comercial y Agrícola y del grupo oligárquico de Leónidas Plaza (Núñez, 2011: 276).<br />
La crisis económica, política y social de este período tuvo como consecuencia la Revolución del<br />
9 de Julio de 1925, liderada por jóvenes militares; quienes renacieron como una fuerza política, que<br />
rompió con un ciclo decadente de políticas liberales corruptas y de concentración de poder político<br />
en la banca privada. Aparentemente, este sector vino a poner orden en medio del caos social. Si<br />
bien el poder político y económico se había centrado en Guayaquil, la primera Junta Provisional se<br />
suscribió en Quito, formada por serranos, algunos con trayectoria terrateniente 103 (Paz y Miño, 2000).<br />
La Revolución Juliana sentó las bases para superar el sistema oligárquico-terrateniente y puso<br />
freno a los abusos y controles de la banca privada sobre el Estado, imponiendo el interés nacional<br />
sobre la regionalista plutocracia guayaquileña (Paz y Miño, 2010: 1).<br />
Sin embargo, vale hacer una aclaración final respecto a las dos Juntas de Gobierno Provisional<br />
organizadas tras la Revolución de 1925, y es que de hecho no existió una ruptura total con el sector<br />
bancario, que había dominado la escena económica y política del país; por ejemplo, Luis Napoleón<br />
Dillon, 104 integrante de la primera Junta, posteriormente fue gerente de la compañía de Préstamos<br />
100 Ruiz, Eva (1984). «Isidro Ayora, máximo ejecutor de los ideales Julianos» (tesis de pregrado), Pontificia Universidad Católica del Ecuador, Quito.<br />
101 Durante estos años se registran los siguientes bancos: Banco La Previsora, Banco Nacional de Crédito y de Descuento en Guayaquil, Banco de<br />
Tungurahua y la Sociedad Bancaria del Chimborazo; Banco Comercial y Agrícola, Banco del Pichincha (La Hora, 12 de noviembre 2006).<br />
102 Término acuñado por Alfredo Pareja Diezcanseco (1908-1993) (Núñez, 2011: 268).<br />
103 Durante el ciclo juliano (1925-1931), se sucedieron dos Juntas de Gobierno provisionales: la primera, integrada por Modesto Larrea Jijón, José<br />
Rafael Bustamante, Pedro Pablo Garaicoa, Francisco Boloña, Luis N. Dillon, Francisco Arízaga Luque y general Francisco Gómez de la Torre, duró<br />
seis meses; la segunda, integrada por Julio E. Moreno, Homero Viteri Lafronte, Isidro Ayora, Humberto Albornoz, Adolfo Hidalgo Nevares, José<br />
Antonio Gómez Gault, duró tres meses. El 1 de abril de 1926, la Junta Militar resolvió terminar con los gobiernos plurales, designando a Isidro Ayora,<br />
Presidente Provisional de la República, quien en 1929 pasó a ser Presidente Constitucional, por decisión de la Asamblea reunida aquel año; y en<br />
agosto de 1931, fue forzado a concluir su mandato, con lo que terminaron los gobiernos julianos (Paz y Miño, 2010: 1).<br />
104 Según el historiador Avilés (2012), Dillon «era un hombre resentido con la banca guayaquileña y de manera especial con el señor Francisco<br />
Urbina Jado, quien denunció con anterioridad sus intenciones de poner en circulación sus propios billetes hipotecarios, tal cual lo denunció en su