Cádiz - Real Academia de la Historia

ESCULTURA ROMANA EN HISPANIA

JUAN MANUEL ABASCAL – ROSARIO CEBRIÁN
Editores científicos
ESCULTURA ROMANA EN HISPANIA
VI
HOMENAJE A EVA KOPPEL
MURCIA 2010

ESCULTURA ROMANA EN HISPANIA, VI
Actas de la VI Reunión internacional de escultura romana en Hispania,
celebrada en el Parque Arqueológico de Segobriga los días 21 y 22 de octubre de 2008
ORGANIZACIÓN
Consorcio Parque Arqueológico de Segobriga
(Consejería de Cultura, Turismo y Artesanía
Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha)
Museo Nacional de Arte Romano
Ministerio de Cultura. Gobierno de España
Institut Català d’Arqueologia Clàssica
Generalitat de Catalunya
Gabinete de Antigüedades de la Real Academia de la Historia
Comité científico
Dra. Pilar León Alonso, Universidad de Sevilla
Dra. Trinidad Nogales Basarrate, Museo Nacional de Arte Romano
Dra. Isabel Rodá de Llanza, Institut Català d’Arqueología Clàssica
Dr. Juan Manuel Abascal, Universidad de Alicante
Dr. Martín Almagro-Gorbea, Real Academia de la Historia
Dr. Pedro Rodríguez Oliva, Universidad de Málaga
Dr. Fernando Acuña Castroviejo, Universidad de Santiago de Compostela
Dra. Eva Koppel, Universidad Autónoma de Barcelona
Dr. José Beltrán Fortes, Universidad de Sevilla
Dr. Luis Baena del Alcázar, Universidad de Málaga
Dr. José Miguel Noguera Celdrán, Universidad de Murcia
Dr. Luis Jorge Gonçalves, Universidade de Lisboa
Dr. W. Trillmich, Deutsches Archäologisches Institut-Berlín
Comité organizador y edición
Dr. Juan Manuel Abascal, Universidad de Alicante
Dra. Rosario Cebrián, Parque Arqueológico de Segóbriga
Imagen de cubierta: Batalla de Accio (DAI Madrid. Foto: Peter Witte)
Reservados todos los derechos. Queda prohibido reproducir, almacenar en sistemas de recuperación de la información y transmitir
alguna parte de esta publicación, cualquiera que sea el medio empleado (electrónico, mecánico, fotocopia, grabación...) sin el permiso
previo de los titulares de la propiedad intelectual.
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© De esta edición:
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ISBN: 978-84-95815-29-3
Depósito legal: MU-570-2010
Fotocomposición: Espagrafic. Alicante
Impreso en España / Printed in Spain

Fotografía tomada al final de la reunión, en la tarde del 22 de octubre de 2008, en la Sala del Centro de Interpretación
del Parque Arqueológico de Segobriga.
Ponentes
Dra. Pilar León Alonso
Dra. Trinidad Nogales Basarrate
Dra. Isabel Rodà de Llanza
Dr. Martín Almagro-Gorbea
Dr. Pedro Rodríguez Oliva
Dr. Fernando Acuña
Dra. Eva Koppel
Dr. Markus Trunk
Dra. Raquel Casal
Dr. Walter Trillmich
Dr. Manuel Martín Bueno
Dra. Montserrat Claveria
Dr. José Beltrán
Dr. Luis Baena del Alcázar
Dr. José Miguel Noguera Celdrán
Dra. Rosario Cebrián
Dr. Ferrán Arasa
Dr. José Luis Jiménez
Dr. Luis Jorge Gonçalves
Dra. Claudia Valeri
Dra. María Luisa Cancela
Dra. Luisa Lloza
Dr. José Antonio Garriguet
D. David Ojeda
D. Santiago Moreno
Dña. Manuela Domínguez Ruiz
Dña. M.ª José Merchán
D. Sebastián Corzo

Índice
Presentación ................................................................13
Nuevos retratos de la Bética ....................................................15
Pilar León
Batalla y triunfo: Los relieves históricos de la colección del primer Duque de Alcalá ......27
Markus Trunk
Una escultura de grifo procedente de la villa romana de Rabanales (Córdoba) ..........45
José A. Garriguet
Nuevos hallazgos escultóricos en uillae de los alrededores de Malaca y noticias sobre
otras esculturas antiguas ......................................................61
Pedro Rodríguez Oliva
La escultura romana de la Bética y los materiales pétreos documentados ...............97
José Beltrán Fortes
Nuevas esculturas femeninas icónicas de la ciudad romana de Baelo Claudia
(Bolonia, Tarifa, Cádiz) ......................................................119
María Luisa Loza Azuaga
Nuevas esculturas romanas de Aurgi (Jaén) ......................................137
Luis Baena del Alcázar
Nuevas esculturas de la provincia de Jaén .......................................155
Sebastián Corzo
Programas estatuarios en el foro de Regina (Baetica): Príncipe julio-claudio,
Genius y estatua colosal de Trajano. Una primera aproximación ....................169
Trinidad Nogales Basarrate y Luis Nobre da Silva
La cabeza de ‘Venus’ de la isla de las Palomas (Cádiz) .............................199
Martín Almagro-Gorbea
Restos escultóricos procedentes de Florentia Iliberritana (Granada) ..................219
Santiago Moreno Pérez
El «Adriano» colosal de Itálica . ................................................239
David Ojeda Nogales

Minerva incerta. Una cabeza femenina en los fondos del Museo Histórico Municipal
de Écija procedente de Osuna .................................................249
Isabel López García
Escultura zoomorfa funeraria de Segobriga: notas de tipología, estilo y cronología ......257
José Miguel Noguera Celdrán y Rosario Cebrián Fernández
Novedades en la escultura del País Valenciano ...................................315
Ferran Arasa
Cabezas femeninas romanas de la Colección Despuig en Palma de Mallorca ..........339
Manuela Domínguez
Las cabezas antiguas de la colección de retratos de personajes romanos atribuida
a los Marqueses de Barberá ...................................................355
Montserrat Claveria
Licinio Craso en el Museo Marés de Barcelona ...................................371
Isabel Rodà
Revisitando la plástica galaico-romana ..........................................385
Fernando Acuña Castroviejo y Raquel Casal García
Aspectos de método y técnicas ................................................403
Manuel Martín Bueno y M.ª Luisa Cancela Ramírez de Arellano
Esculturas nas villae da Lusitânia Ocidental ......................................409
Luís Jorge R. Gonçalves
Il Rione Terra di Pozzuoli: cicli e programmi decorativi . ...........................419
Claudia Valeri

La cabeza de ‘Venus’ de la isla de las
Palomas (Cádiz)
Martín Almagro-Gorbea
(Real Academia de la Historia)
La Real Academia de la Historia conserva una bella cabeza de Venus de mármol, prácticamente
inédita, aunque ya aparece en el Inventario de Juan Catalina García 1 , pero sin indicación
de su procedencia. En fechas más recientes ha sido publicada por T. Nogales en
el catálogo de la exposición en el Palacio Real de los Tesoros de la Real Academia de la Historia el
año 2001, si bien ha pasado desapercibida y no se ha valorado el interés histórico de la pieza 2 .
Con motivo de la preparación del Catálogo de Antigüedades Clásicas de Hispania en la Real
Academia de la Historia para su publicación, se ha podido valorar la procedencia de esta pieza
de la isla gaditana de las Palomas, en el término de Tarifa, hecho que, sin duda, le otorga
especial interés. Según esta documentación 3 , la Real Academia de la Historia recibió el 1 de
diciembre de 1886 un oficio de la Comisión de Antigüedades de Cádiz firmado por Francisco
Asís de Vera (fig. 1), en el que, «cumpliendo el deber que me impone el cargo de vocal de esta
Comisión de Monumentos Históricos y Artísticos», comunicaba que «en una excavación practicada
cerca de la ciudad de Tarifa se ha encontrado un medio busto como de una cuarta de diámetro que
representa a la Diosa Juno, con corona de Emperatriz y cabellos sueltos. Es de mármol y, aunque no
de artista eminente, merece todo aprecio dada su antigüedad. Como quiera que a Ud. debe constarle
que esta Comisión no funciona y en evitación que un objeto de tal valía desaparezca, conviene ordenar
ante el Sr. Gobernador de la Provincia, Presidente de la Comisión expresada, disponga su traslado al
Museo Provincial» (CACA/9/7949/22-1). En consecuencia, en el Acta de las Sesiones del día 3
de diciembre, en el punto 12.º, el Secretario de la Academia, D. Pedro de Madrazo, registra la
llegada del oficio del Sr. Vera, del que copia casi literalmente su contenido, y «se acordó dar las
1 J. C. García, Inventario de las Antigüedades y objetos de Arte que posee la Real Academia de la Historia Madrid, 1903, p. 37,
n.º 180. Se describe como Cabeza femenina, de mármol, de buen arte, con peinado elegante, rotos la nariz y los labios. Altura:
0,252 m. (Boletín de la Real Academia de la Historia 42,5, p. 37).
2 T. Nogales, Cabeza de Venus, en Tesoros de la Real Academia de la Historia (catálogo de exposición), Madrid, 2001, p. 232,
n.º 56.
3 Véase J. Maier y J. Salas, Comisión de Antigüedades de la Real Academia de la Historia. Andalucía. Catálogo e índices. Madrid,
2000, p. 82-83. La documentación se ha recogido también en DVD, M. Almagro-Gorbea, (ed.), Real Academia de la
Historia. Archivos de Arqueología y Patrimonio Histórico, Madrid, 2003; igualmente, se puede consultar en: http://www.
cervantesvirtual.com/portal/antigua/arqueologia.shtml
Escultura romana en Hispania VI, 2010, ISBN: 978-84-95815-29-3, pp. 199-218

200
Martín Almagro-Gorbea
Figura 1. Oficio de la Comisión de Antigüedades de Cádiz
a la Real Academia de la Historia sobre el descubrimiento
de la escultura en la Isla de Las Palomas, Tarifa, Cádiz
(RAH CACA 9-7949-22 2(1).
gracias al celoso Correspondiente de Cádiz por su aviso, y oficiar la Gobernador-Presidente de dicha
comisión de monumentos que vea el modo de lograr que dicho objeto, sea cual fuere su valor artístico,
lo cual podrá examinarse luego, comenzando por remitir á esta Academia una fotografías del mismo,
ingrese en aquel Museo Provincial» 4 .
El 12 de ese mes, el Secretario de la Academia agradecía al Sr. Vera su escrito y ese mismo
día oficiaba al Gobernador-Presidente de la Comisión de Antigüedades solicitando una fotografía
del «medio busto de mármol» para poderlo examinar «por si por su valor artístico
mereciese ingresar en el Museo provincial». Asimismo se le manifiesta la conveniencia de que
convoque con mayor frecuencia a la Comisión de Monumentos.
El 22 de diciembre el Gobernador comunicaba a la Academia que había dado orden al
alcalde de Tarifa para que obtuviera una fotografía y que ya había convocado la Comisión
de Monumentos de Cádiz, lo que en adelante haría más a menudo. Las gestiones dieron su
fruto, pues un oficio del 30 de diciembre de 1886, firmado por G. de Zabala, de la Sección de
Fomento del Gobierno Civil de la Provincia de Cádiz, dirigido al Presidente (sic) de la Real
Academia de la Historia, le trasladaba el oficio recibido con fecha 2/12/1886 del Alcalde de
Tarifa, que daba información sobre el «medio busto de mármol encontrado cerca de esta ciudad»,
que le había sido facilitada por el gobernador militar interino de Tarifa. Según indica textual-
4 Real Academia de la Historia. Actas desde 2 de Enero de 1886 á 27 de Septiembre de 1889, volumen manuscrito conservado
en el Archivo de Secretaría de la institución, Acta de la Junta Ordinaria de 3 de diciembre de 1886.

La cabeza de ‘Venus’ de la isla de las Palomas (Cádiz)
201
mente dicho oficio, «en este último mes de Julio (de 1886) y en la parte de Levante de la Isla de las
Palomas, distante un kilómetro de esta ciudad, fue encontrado o extraído de la roca que forma el piso
de la dicha fortaleza el busto en mármol citado en la comunicación de Ud., por el alférez del destacamento
de artillería, Juan Hernández Bernal. Dicho busto es de mármol de color de carne, de altura
de 10 centímetros, con corona y de cabello suelto, mirando de perfil, aparece por un lado sonriente,
y por el otro, desdeñoso: conservándose en buen estado = El busto en cuestión no existe en esta plaza y
fue regalado por el Señor Hernández al Excmo. Sr. General Subinspector de Artillería de este distrito,
en cuyo poder debe encontrarse»..., manifestando que «continúan las gestiones hasta conseguir la
fotografía a la que se refiere su comunicación de 16 del actual…» (CACA/9/7949/22-3). En efecto,
en el Acta de Sesiones del día 7 de enero de 1887, en el punto 9º, el Secretario de la Academia,
D. Pedro de Madrazo, registra la llagada del oficio del Sr. gobernador de Cádiz cuyo contenido
resume, e indica que «el objeto ha pasado a la propiedad del Señor General Subinspector de Artillería
del distrito, à quien se lo regaló el autor del descubrimiento», por lo que la Academia se da por
enterada y acordó se diesen las gracias al expresado Gobernador por sus gestiones 5 .
En consecuencia, la Real Academia de la Historia contestó al oficio del Gobernador-Presidente
de la Comisión de Antigüedades el 17/1/1887 agradeciendo las gestiones realizadas
para obtener una fotografía, pero ya no hay más documentación en la carpetilla del expediente
(CACA/9/7949/22). Únicamente, las Actas de Sesiones del 21 de enero recogen un escrito de
D. Francisco de Asís de Vera, como Secretario accidental de la Comisión de Monumentos de
Cádiz, solicitando información sobre «quienes son los que definitivamente componen aquella comisión»,
que por lo visto todavía no se había reunido, pero ya no consta si hubo más noticias
sobre la escultura, por lo que se ignora cómo llegó la cabeza a la Real Academia de la Historia
en vez de al Museo de Cádiz. A falta de esas noticias, que todavía pudieran aparecer, cabe suponer
que las gestiones del Correspondiente de la Real Academia de la Historia, D. Francisco
de Asís Vera y Chilier, que tan activo estuvo en el tema según evidencia la documentación
conservada en la Academia, quizás lograran que la escultura fuera donada a la institución
por el General Subinspector de Artillería que la poseía. En todo caso, ya Moreno de Torres en
1887 señala el hallazgo en la isla de Las Palomas de un busto de mármol de mujer con una
diadema en la cabellera, que consideró de posible origen púnico, aunque debe tratarse de
esta pieza 6 .
Todas estas noticias son un buen ejemplo de cómo funcionaba la Academia y las comisiones
de monumentos en el siglo XIX durante la época de la Restauración y, aunque poco más
se puede decir sobre la procedencia de esta cabeza, gracias a las gestiones narradas, llevadas a
cabo con eficacia y relativa celeridad para la época, se logró recuperar la pieza y documentar
lo que se sabe de su procedencia, que ofrece indudable interés.
* * *
El denominado «medio busto» es, en realidad, una cabeza femenina de mármol blanco,
de grano fino y de pátina superficial ligeramente amarillenta. Mide 25 cm de altura total en
la parte conservada, pues está rota por el cuello, lo que permite suponer que se trata de una
cabeza que formaba parte de una escultura de cuerpo entero, de tamaño ligeramente inferior
5 Id., Acta de la Junta Ordinaria de 7 de enero de 1886.
6 E. Gozálvez Cravioto, La supuesta ubicación de Iulia Traducta en Tarifa, Aljaranda 21, 1996, p. 12-15.

202
Martín Almagro-Gorbea
Figura 2. Vista frontal de la ‘Venus Marina’ de la isla de las Palomas, Cádiz.
al natural. Su anchura máxima es de 19 cm y su grosor máximo, hasta el final del moño, de
24,5 cm (figs. 2 y 3).
La cabeza se conserva relativamente bien, al margen de haberse perdido el cuerpo. Además,
ofrece algunos serios desperfectos en la cara, como la rotura de la nariz, en la que se aprecian
señales de haber sido reparada, y también ha sufrido un fuerte golpe en los labios, mientras
que los cabellos que la enmarcan aparecen algo desgastados por erosión en su zona central.
Sin embargo, ninguno de estos desperfectos altera la belleza y la impresión de suave ensimismamiento
del rostro, por lo que su estado de conservación puede considerarse aceptable.
La cabeza de la Real Academia de la Historia corresponde a una cabeza femenina idealizada
de una escultura que seguía modelos creados por el arte griego y ampliamente copiados en
época romana. Su cara es bastante ovalada para darle mayor elegancia y, junto a su mentón
redondeado y las facciones delicadas y pequeñas que ofrece, dan a esta cabeza un aspecto juvenil,
como ya observó T. Nogales. Además, ofrece una perforación a trépano para marcar el
oído, aunque la oreja apenas aparece insinuada junto a un mechón de pelo que la destaca de
la mejilla.
La cara queda enmarcada por los cabellos, recogidos en la parte superior y que descienden
por ambos lados en forma oblicua a partir de la raya central. Este detalle se ha utilizado con
acierto para acentuar el contraste entre la superficie rugosa de los cabellos y la textura fina
y lisa de la piel del rostro, pues, al mismo tiempo, el mayor relieve que ofrece el cabello en

La cabeza de ‘Venus’ de la isla de las Palomas (Cádiz)
203
la parte superior y en los laterales producen un acertado efecto de claroscuro que acentúa el
contraste señalado (fig. 2).
Los cabellos se organizan en sendas bandas que arrancan de la raya central y que ofrecen
surcos ondulados que transmiten la sensación de cabellos rizados. Éstos se dirigen hacia atrás
y están recogidos sobre la nuca en un pequeño moño bastante prominente, si bien la parte
superior del cabello, en la parte más alta de la cabeza, está organizada como una trenza
en forma de lazo o krobylos, un peinado característico de la iconografía de la diosa Venus-
Afrodita 7 (fig. 3a-b). El krobylos queda en parte sostenido por una cinta a modo de diadema,
que marca la separación entre el lazo superior y la banda de cabello que forma el contorno
superior de la cara, pero algunos largos mechones caerían con cierto desorden sobre los hombros,
como aún parece percibirse en el lado derecho (fig. 3a).
La figura está realizada para ser vista de frente y sobre un pedestal, pues la parte posterior
de la cabeza apenas está labrada y, en especial, en su superficie superior, sólo se ha esbozado
la línea central del cabello, sin ningún tratamiento de la superficie (fig. 3b). Este detalle no
se debe a haber quedado la pieza inacabada, como evidencia la calidad del tratamiento de la
superficie de la cara, sino a una factura de taller más efectista que de calidad 8 .
Todos los detalles señalados permiten identificar esta cabeza de la Real Academia de la Historia
como perteneciente a una escultura de ‘Venus’, que corresponde a un tipo bien conocido
por estar ampliamente atestiguado en el mundo romano, en el que alcanzó gran popularidad.
En efecto, la cabeza aparece ligeramente girada respecto al cuello, hecho que confirma
que estaría desviada respecto al eje del cuerpo, lo que daba a la figura cierto movimiento y
naturalidad, aunque manteniendo un sabio equilibrio entre las diversas partes. Por desgracia,
el cuerpo no se ha conservado, lo que en principio impide conocer a qué tipo o modelo de
Venus corresponde la cabeza, ya que la iconografía de la diosa Venus es, quizá, una de las más
abundantes en la escultura clásica, pues la popularidad de la diosa y la belleza y sensualidad
de sus esculturas hace que se utilizaran para adornar tanto lugares y monumentos públicos
como jardines privados, además de sus propios templos 9 . La frecuencia de estas representaciones
contribuyó a que las variantes iconográficas de la divinidad sean muy numerosas, generalmente
derivadas de prototipos del mundo clásico tardío y del inicio del helenismo, cuyo
éxito produjo que estos patrones originales se copiaran en multitud de talleres, en ocasiones
asociando o mezclando elementos de los distintos modelos, lo que ha dado lugar a contaminaciones
en la multitud de piezas derivadas existentes, a lo que se añade la multiplicidad
de talleres y la propia evolución de los tipos.
* * *
7 Para Afrodita, A. Delivorrias, G. Berger-Doer y A. Kossatz-Deissmann, LIMC II,1-2, Zürich-München, 1984, p. 2-150,
esp. n.º 404, 409-411, 456, 479, 512-514, 628, 666, 698, 725, 737, 746, 765 y 1061, etc.; para Venus, E. Schmidt, Venus,
LIMC VIII,1-2, Zürich-Düsseldorf, 1997, p. 192-230, esp. 67, 88 s., 113 s., 266, 268, 273, etc. W. Neumer-Pafau, Studien
zur Ikonographie uns gesellschaftliche Funktion hellenistischer Aphroditen-Statuen, Bonn, 1982, p. 122.
8 Esta falta de tratamiento debe explicarse porque no se llegaría a labrar la parte superior de la cabeza, pues no parece
que tuviera superpuesta ningún tipo de corona o kálathos, hecho más propio en una escultura xoánica que de una de
mármol.
9 Ch. M. Havelock, The Aphrodite of Knidos and her Successors: A Historical Review of the Female Nude in Greek Art. Ann
Arbor: University of Michigan Press, 1995, p. 103 s.

204
Martín Almagro-Gorbea
Figura 3. Vista lateral y posterior de la ‘Venus Marina’ de la isla de las Palomas, Cádiz.
A juzgar por sus características técnicas y sus detalles iconográficos, esta cabeza de la Real
Academia de la Historia debe considerarse obra de un taller altoimperial, que cronológicamente
se ha situado en el siglo I de JC., sin que llegara aún a alcanzar el siglo II de JC 10 .
La Venus de la isla de la Paloma es una pieza de taller, que sigue uno de los modelos copiados
con más frecuencia en la estatuaria romana. Esta Venus corresponde a uno de los diversos
tipos derivados de la famosa ‘Afrodita de Cnido’ de Praxiteles 11 , realizada c. 340 a.C., e inspirada
en la famosa hetera o cortesana Phryné 12 , que constituyó desde el siglo IV a.C. la base
formal del desarrollo de la escultura del desnudo femenino en la estatuaria clásica. Dicha escultura
no se ha conservado, pero de ella se han podido identificar diversas copias de calidad,
como la cabeza ‘Kaufmann’ del Louvre 13 , tipo del que se aparta bastante la escultura de la isla
de las Palomas. Además, según las actuales teorías, el tema de este tipo de escultura de Venus
no se hizo popular hasta finales del siglo II a.C., cuando se produce una casi repentina revaloración
de la escultura praxiteliana, fecha a partir de la cual debieron iniciarse las diversas
tradiciones conocidas de copias y adaptaciones 14 . Esta moda, que también inspiró numerosas
pequeñas figuras de bronce 15 , se ha relacionado con la creciente presencia romana en Grecia 16 .
El variado conjunto de creaciones y copias derivadas del famoso prototipo praxiteliano ha
dado lugar a múltiples clasificaciones y a difíciles discusiones sobre los talleres y la cronología
de los distintos modelos y de sus copias. Havelock 17 ha diferenciado siete tipos de Afrodita
10 T. Nogales, op, cit. n. 1.
11 Ch. Blinkenberg. Knidia. Beiträge zur Kenntnis der praxitelischen Aphrodite, Copenhagen, 1933.
12 H. S. Jones, Select Passages from Ancient Writers Illustrative of the History of Greek Sculpture 2 , Chicago, 1966, p. 153 s.,
160-161.
13 A. D. Arvello, A Hellenistic Masterpiece: the Medici Aphrodite (Doctoral Tesis, Southeastern Louisiana University), Louisiana
2005, p. 19 s.; para su representación en las monedas de Cnido, p. 126 s.
14 Para el complejo tema de las copias, M. Bieber, Ancient Copies: Contributions to the History of Greek and Roman Art, New
York, 1977; B. S. Ridgway, Roman Copies of Greek Sculpture: The Problem of the Originals, Ann Arbor, 1984; etc.
15 Para las figurillas de Venus de Bronce en Hispania, P. Fernández Uriel, Un aspecto de los Lares domésticos. Venus
romanas de bronce. Análisis y tipología. Espacio, Tiempo y Forma, II. Historia Antigua, 2, p. 335-395.
16 Ch. M. Havelock, 1995, op. cit. n. 9, p. 64. s.
17 Ch. M. Havelock, 1995, op. cit. n. 9, p. 69 s.

La cabeza de ‘Venus’ de la isla de las Palomas (Cádiz)
205
derivada de la idea de diosa desnuda que caracteriza a la de Afrodita de Cnido: Capitolina-
Médicis, agachada o ‘de Doidalsas’, ‘con la sandalia’, semidesnuda, desnuda o Anadyomene, de
Milo y Kallipygos, pero otros autores plantean otras subdivisiones.
En todo caso, los tipos más populares en la Antigüedad fueron la Capitolina, de la que ya
en 1950 se inventariaron 101 copias, seguida de la de Cnido y de la Médicis, con más de 30
copias cada una 18 .
Entre las Venus púdicas derivadas directamente de la de Cnido destaca el tipo de la Venus
‘Capitolina’, con el pubis cubierto con la mano izquierda pero completamente descubierta y
sin manto y el tipo ‘Médicis’, variante bastante similar de la anterior. Además, también cabe
señalar el tipo de la Venus ‘de la Tróade’ también conocido como Venus tipo ‘Landolina’, con
el pubis cubierto con la mano izquierda con un pequeño manto que enmarca la figura por
detrás y resalta la desnudez de las piernas. Además, existen otras numerosas variantes, como
la Venus de Cirene, que puede fecharse hacia el 100 a.C. 19
La cronología de todos estos tipos, con sus variantes y contaminaciones diversas, plantea
numerosos problemas 20 , aunque en la actualidad se tiende a considerarlos en su mayoría creados
en el siglo II a.C. 21 , aunque existe una larga discusión, desde hace ya casi un siglo, sobre
la cronología de estas piezas, que oscila entre situarlas en el último tercio del siglo IV a.C. o,
aproximadamente, en la segunda mitad del siglo II a.C. Por señalar algunas opiniones bien
conocidas, Felletti-Maj fechó en 1951 la Venus de Médicis c. 300-280 a.C. y la Capitolina c.
200-150 a.C. 22 y en 1971 Brinkerhoff fechó la Venus de Medicis en el siglo III, mientras que la
Capitolina la consideró del siglo II a.C. 23 , postura que rectificó en 1978, cuando pasó a considerar
la Venus de Médicis una creación del II a.C. 24 y la Capitolina una creación muy próxima
a la ménade de Escopas, por tanto, del siglo IV a.C. A su vez, Hanfmann 25 fechó en 1967 la
Venus Capitolina c. 300-250 a.C. y la Medicis, c. 150-100 a.C. Posteriormente se ha tendido
a situar ambas versiones en el siglo II a.C., cronología que concuerda con la que ofrece A. D.
Arvello 26 , que considera que la Venus de Medicis fue una creación griega del Asia Menor, no
alejada por su estilo del taller de Pérgamo, lo que también parecen confirmar sus representaciones
en monedas 27 , lo que permite fecharla en la generación siguiente a la del Altar, hacia el
186-140 a.C., mientras que la Venus Capitolina sería su equivalente, pero dirigida a un gusto
y una sensibilidad romanas 28 , lo que explica que fuera adoptada incluso en retratos 29 .
18 B. A. Felletti-Maj, Afrodita pudica, Archaeolgia Classica 3, 1951, p. 22-65; A. D. Arvello, 2005, op. cit. n. 13, p. XIII y
82 s. Para una vision más actual, A. Delivorrias, et al., LIMC II,1-2, op. cit. n. 7.
19 LIMC II,1-2 y LIMC VIII,1-2, op. cit. n. 7, passim.
20 Recientemente, S. F. Schröder, Catálogo de la Escultura Clásica del Museo del Prado, II: Escultura mitológica, Madrid, 2004,
p. 152.
21 Ch. M. Havelock, 1995, op. cit. n. 9, p. 137 s.
22 B. A. Felletti-Maj, op. cit. n.18.
23 D. M. Brinkerhoff, Figures of Aphrodite, Creative and Derivative, en D. G. Mittei, J. G. Pedley y J. A. Scott (eds.), Studies
Presented to George. M. A. Hanfmann, Cambridge, Min., 1971, p. 9-16.
24 D. M. Brinkerhoff, Hellenistic Statues of Aphrodite: Studies in the History of their Stylistic Development, New York-London,
1978.
25 G. M. A. Hanfmann, Classical Sculpture. A History of Western Sculpture, Greenwich, 1967.
26 A. D. Arvello, op. cit. n. 13, p. 93 s., con una síntesis crítica de esta problemática.
27 A. D. Arvello, op. cit. n. 13, p. 126 s.
28 A. D. Arvello, op. cit. n. 13, p. 170.
29 J. P. Salathé, Roman Women Portrayed as Venus: Political, Social and Religious Context (Ph. D. diss., John Hopkins University),
Baltimore, 1997.

206
Martín Almagro-Gorbea
La cabeza de Venus de la isla de las Palomas no conserva el cuerpo, lo que impide precisar
sus paralelos, pero su característico peinado inclina a derivarla, con bastante seguridad, de
un prototipo bien conocido identificado como ‘cabeza Bartlett’, conservada en el Fine Arts
Museum de Boston 30 , pues ofrece el mismo esquema de peinado, cuya popularidad hizo que
fuera muy utilizado en la iconografía greco-romana. Esta conocida cabeza de diosa es de tamaño
natural, pues mide 28,8 cm de alto, algo mayor, por tanto, que la cabeza de la isla de
las Palomas, y fue realizada por separado para ser insertada en un cuerpo tallado a parte. Es
de mármol de Paros y procede de Atenas, donde se halló en la zona situada entre el Ágora clásica
y el Ágora romana, y se considera obra de factura ática de un escultor anónimo de finales
del siglo IV a.C., de hacia el 330 mejor que hacia el 300 a.C. 31 ; la intensidad de su expresión,
su frente amplia y los labios sensuales son características que se atribuyen a un influjo muy
directo del estilo de Praxiteles, por lo que se considera obra de un escultor contemporáneo, si
bien algo más joven pero que trabajaba bajo su influencia.
La ‘Bartlett Head’ corresponde sin duda a una diosa y, a juzgar por las copias romanas derivadas
de ese tipo de cabeza, sería una Aphrodita. La diosa gira su cabeza al tiempo que la
inclina ligeramente hacia delante y la derecha, inclinación que indica la curva del cuello y
que, junto a la suavidad de la piel sugerida por la finura de su labra, transmite una sensación
de paz y de sensualidad muy propia de esta divinidad.
Este peinado tan característico con el krobylos es el que también ofrece el tipo de Venus
‘Capitolina’, que mantiene la misma actitud de girar levemente la cabeza para dar
sensualidad y naturalidad a la figura, por lo que es el tipo más copiado, aunque con las lógicas
variantes y contaminaciones. La Venus ‘Capitolina’ se diferencia claramente del tipo ‘Medicis’,
además en su actitud y disposición de los brazos, en la expresión y en el característico peinado
con krobylos del tipo ‘Capitolino’ 32 . A este tipo pertenece, por ejemplo, la bella cabeza, muy
restaurada, procedente de Gabii conservada en el Fine Arts Museum de Boston, hallada cerca
de un torso cuya correspondencia ha sido discutida 33 . Cabezas de estilo todavía mejor poseen
el Louvre y el Albertinum de Dresde 34 , pero la mejor de las copias sería la cabeza ‘Hope’ del
Museo de Atenas, muy similar, por otra parte, a la Venus Capitolina, cuya cabeza, a su vez,
se diferencia de la de la Médicis porque ésta tiene simple moño y el lazo de pelo es menos
prominente 35 .
El tipo de la cabeza ‘Bartlett’, que sigue la Venus Capitolina, debe considerarse que es el tipo
del que deriva la cabeza de la isla de las Palomas. Se trata del tipo de Venus más frecuente y
popular por todo el mundo romano. También está documentado en Hispania, pues a él cabe
30 Museum of Fine Arts, Boston, Francis Bartlett Donation del año 1900, n.º inv. 03.743.
31 L. D. Caskey, Catalogue of Greek and Roman Sculpture. Museum of Fine Arts, Boston, Cambridge, Mass., 1925, n.º 28, fig.
76; B.A. Feletti Maj, op. cit. n. 18; p. 45; LIMC, II, op. cit. n. 7, p. 107, n.º 1061; S.L. Faison Jr., The Art Museums of New
England, Boston 1982, p. 158, fig. 59; M.-A. Zagdoun, Collection Paul Canellopoulos (XII), BCH 103, 1979, p. 395,
fig. 4-6; D.M. Brinkerhoff, 1978, op. cit. n. 24, p. 53, 119, 137 (n. 47), 160 (n. 41); M.B. Comstock & C.C. Vermeule,
1976, n.º 55; C.C. Vermeule y M.B. Comstock, Sculpture in Stone: The Greek, Roman and Etruscan Collections of the Museum
of Fine Arts, Boston, Boston, 1976, n.º 55, fig. 167.
32 A. D. Arvello, op. cit. n. 13, p. 40 s., para la discusión sobre el peinado y otros detalles.
33 L. D. Caskey, 1925, op. cit., n. 31, n.º 28, fig. 76; C. C. Vermeule y M. B. Comstock, 1976, op. cit., n. 31, n.º 55, fig. 167.
Para el torso, id., 1925, fig. 80 e id., 1976, fig. 166; A. D. Arvello, op. cit. n. 13, p. 43 s., fig. 2.26.
34 A. D. Arvello, op. cit. n. 13, p. 40, fig. 2.18 y p. 45 s., fig. 2.20.
35 G. Mansuelli, Galleria degli Uffizi: Le Sculture, I, Roma, 1958, p. 71–73; para una comparación de los detalles del peinado,
A. D. Arvello, op. cit. n. 13, p. 56.

La cabeza de ‘Venus’ de la isla de las Palomas (Cádiz)
207
Figura 4. La isla de Las Palomas, Cádiz.
atribuir la cabeza de Venus conservada en el Museo de Tarragona, que constituye un paralelo
hispano bastante próximo para esta pieza de la Real Academia de la Historia, aunque su krobylos
resulta más destacado y es de menor calidad y tamaño, pues sólo mide 15 cm de altura.
A. García y Bellido ya consideró esta pieza copia de los prototipos del siglo IV a.C. y la puso
en relación con la cabeza ‘Bartlett’ de Boston 36 y con las Venus Capitolina y Medicea, etc., y
la fechó ya en el siglo II d.C., pues su ejecución ofrece signos de una factura avanzada, con
un trepanado menos cuidadoso del cabello y con el iris y la pupila marcados, detalles técnicos
aparecidos a partir del siglo II de JC. 37 También de Tarragona es otra cabeza similar con
trenzas que caen por detrás, por lo que García Bellido dudó en atribuirla a Venus o a Diana,
aunque este tipo de trenzas resulta frecuente entre los tipos de Venus Anadiomede, como la
‘Capitolina’, como en el magnífico ejemplo de la Colección Farnese o del Museo del Prado. 38
36 L. D. Caskey, 1925, op. cit. n. 31, p. 68 s., n.º 28.
37 Museo de Tarragona, inv. n.º 373; A. García Bellido, Esculturas romanas de España y Portugal, Madrid, 1949, p. 144;
M. Bieber, 1967, op. cit. n. 14; A. Delivorrias et al., op. cit. n. 7, fig. 1061.
38 La Venus Farnese queda bien ilustrada en R. Ajello, F. Haskell, C. Gasparri y M. Jodice, Clasicismo d’Età Romana. La Collezione
Farnese, Napoli, 1988, p. 129-133; para el peinado, especialmente p. 130-131 y 133. Para la Venus del Prado,
S. F. Schröder, 2004, p. 146 s.

208
Martín Almagro-Gorbea
También en este grupo cabe incluir otra cabeza femenina con krobylos procede de Los Peralejos,
Jaén, que se ha fechado en el primer tercio del siglo I de JC. 39 , mientras que ya resulta
diferente la cabeza de Venus de buena calidad hallada en Iluro (Mataró), que, a juzgar por su
mármol, se considera procedente del taller de Afrodisias 40 .
Las múltiples variantes que ofrecen las esculturas de esta divinidad generalmente resaltan la
desnudez de la diosa anadiomede, más o menos púdica. Pero también es interesante señalar su
asociación a elementos que, como atributos o símbolos, aluden a su nacimiento o a su baño
en el mar, sugerido por un delfín o por un lutróforo, generalmente situados junto a su pierna
izquierda. Esta cabeza de la isla de las Palomas no permite conocer que solución ofrecería,
pero cabe suponer que este detalle seguramente acentuaría el muy probable significado ‘marino’
de la imagen, dado su ubicación en una isla 41 .
* * *
El interés principal de esta escultura de la Real Academia de la Historia es su segura procedencia
de la isla de las Palomas, en la costa gaditana, situada al oeste de Punta Carnero, en
las proximidades de Tarifa 42 (fig. 4). De su contexto arqueológico se sabe muy poco, aunque
Ramón Corzo dirigió en 1980 unas excavaciones arqueológicas, que apenas dieron hallazgos,
si bien se ha descubierto una necrópolis fenicia con tumbas hipogeas en su parte NE 43 , donde
pudo estar el puerto 44 , y de la isla proceden diversas ánforas fenicias y púnicas 45 .
Por ello, el hallazgo en 1886 de esta escultura de Venus en esta isla situada en un lugar tan
estratégico acentúa su interés, pues sugiere que debe proceder de un santuario marino, que
pudo estar dedicado a Venus, como otros conocidos en islas y accidentes topográficos de las
costas de Hispania 46 .
39 L. Baena y J. Beltrán, Esculturas romanas de la Provincia de Jaén (Corpus signorum Imperii Romani. España 1,2), Murcia,
2002, lám. 53,2
40 I. Rodá, Estàtua de Venus trobada a Mataró, Laietania, 16, 2005, p. 177-183; id., Una escultura de Venus hallada en
Iluro, V Reunión sobre escultura romana en Hispania. Preactas. Murcia, 2005, p. 69-70.
41 LIMC II; LIMC VIII, passim. Como sólo se conserva la cabeza, no se puede descartar que ésta pudiera corresponder
al tipo conocido como ‘Venus Marina’ apoyada en una pilastra sobre la que hay un vaso que vierte agua (LIMC II,
p. 65 s.; LIMC VIII, p. 201), pero ésta, como otras posibilidades, parecen ser menos probables por su menor popularidad
y frecuencia.
42 La identificación de Tarifa con Iulia Traducta (A. Tovar, Iberisches Landeskunde II,1, Baetica, Baden-Baden, 1974, p. 68),
es discutida por E. Gozalbes Cravioto (op. cit. n. 6), quien defiende su identificación con Mellaria.
43 R. Corzo, Tarifa. Historia de los pueblos de la provincia de Cádiz. Jaén, 1984. p. 40-41; E. Gozalbes Cravioto, Tarifa en
el mundo antiguo, Aljaranda 41, 2001, p. 4-16; A. Muñoz y R. Baliña, Informe preliminar de las Prospecciones Arqueológicas
del Litoral Gaditano. De Getares a Tarifa, 1985, Anuario Arqueológico de Andalucía 1985, II, p. 161-168, en
especial, p. 164-167 (referencia que agradezco a R. Corzo).
44 R. Castillo y R. Navarro, Intervención arqueológica de urgencia de localización y valoración de yacimientos arqueológicos
submarinos del entorno de la isla de Tarifa (Cádiz) 1999-2000, Anuario Arqueológico de Andalucía 2000, III,
Actividades de Urgencia 1, p. 195-203, en especial p. 195, figs. 2 y 3.
45 A. Muñoz y R. Baliña, 1985, op cit. n. 43, p. 165 s.
46 Sin embargo, el actual topónimo ‘Isla de las Palomas’ parece proceder de la denominación local de ‘palomas’ dada
a las gaviotas (J. M.ª Luzón, información personal), por lo que no ofrecería relación con Venus Marina ni con la
paloma como símbolo de Venus y de Astart (A. Ruíz de Elvira, Palomas de Venus y cisnes de Venus, Cuadernos de Filología
Clásica. Estudios latinos. 6, 1994, p. 103-112. En el santuario de La Algaida, identificado con el de Fosforos o Lux
dubia,, el lucero de Astart-Venus, abundan anillos con aves, entre ellas palomas, R. Corzo, El santuario de La Algaida
(Sanlúcar de Barrameda, Cádiz) y la formación de sus talleres artesanales, XIV Jornadas de Arqueología Fenicio-Púnica
(Eivissa), 1999, Eivissa, 2000, p. 147-183, en especial, p. 152 s. y figs. 2-4), ave que fue usada en la Antigüedad como

La cabeza de ‘Venus’ de la isla de las Palomas (Cádiz)
209
Por otra parte, la aparición de esta escultura en la isla de las Palomas parece indicar la existencia
en ella de un santuario a Venus Marina, que se podría relacionar con diversos topónimos
de ámbito marítimo vinculados a dicha divinidad, por lo que constituye otro ejemplo de
topografía sagrada en puntos geográficos significativos para la navegación, a los que ya aludió
J. M. Blázquez hace años 47 y que en fechas más recientes han merecido creciente interés 48 . En
las costas de la Península Ibérica, sin pretender hacer una recopilación exhaustiva, se pueden
señalar unos 40 ejemplos más o menos seguros (fig. 5):
1. Veneris iugum = Cabo Higuer, Ortegal o Finisterre (OM 158) 49
2. Prominens Aryium, Iugo Aruii = cabo Ortegal o Silleiro (OM 160-172)
3. Insula Saturno sacra = Isla de Berlengas, Estremadura portuguesa (OM 164-164)
4. Selénes óros = Cabo Roca (Ptol. II,5,3)
5. Hieron Akroterion o Promontorium Sacrum = Cabo San Vicente (Str. III,1,4-5; Mela,3,7;
Plin. II,242; IV,115; Ptol. II,5,2; OM 201)
6. (Rups) sacra Saturno = Cabo de Sagres (OM 215-216)
7. Iugum Zephyro sacratum = entre Loule y Tavira, el monte Figo o la Sierra del Algarbe (OM
225-226)
8. Isla consagrada a Heracles (Melqart) junto a Onuba (Str. III,5,5), isla de Saltés, Huelva
9. Iugum sacrum infernae deae = La Rábida, mejor que Moguer, Huelva (OM 241)
10. Mons Cassius = Cerro del Asperillo o Arenas Gordas, Huelva (OM 259)
11. Prominens fani (frente al arx Gerontis) = orilla oeste o norte del Guadalquivir (OM 261-263)
12. Fosforos o Lux dubia (‘lucero del alba’=Astart-Venus), en una islita situada cerca de Évora
(Str. III,1,9), identificada con el santuario de La Algaida, Sanlúcar de Barrrameda.
13. Oráculo de Menesteo, entre Gades y Hasta Regia o en Salmedina, Chipiona (Str. III,1,9;
Ptol. II,4,5; cf. Filostrato, Vita Apoll. Tyan. 5,4).
14. Erythia insula (OM 261-263; Herod. IV,8; Plin. IV.120), posible isla en las marismas del
Guadalquivir, después identificada con Gades.
instrumento de navegación, dada su capacidad de orientarse a largas distancias (J.M. Luzón y L. Coín, La navegación
pre-astronómica en la antigüedad: utilización de pájaros en la orientación naútica, Lucentum V, 1986, p. 65-85;
G. Bunnens, «Tyr et la mer», Studia Phoenicia I, 1983).
47 J. M.ª Blázquez, Primitivas religiones ibéricas, II. Religiones prerromanas, Madrid, 1983, p. 41, recoge los principales
santuarios consagrados a Astart-Venus.
48 Véase I. Pérez López, Los santuarios de la Baetica en la Antigüedad. Los santuarios de la costa, Cádiz 1989 (Tesis doctoral
en CD, que no se ha podido consultar); id., Santuarios costeros de Andalucía, J. Rodríguez Vidal (ed.), Gibraltar during
the Quaternary (International Union for Quaternary Research 2), Sevilla, 1994, p. 137-142; M. Salinas de Frías, El Hieron
Akroterion y la geografía religiosa del extremo occidente según Estrabón, G. Pereira (ed.), II Congreso Peninsular de
Historia Antigua¸ II, Santiago, 1988, p. 135-147; J. Ruiz de Arbulo, Santuarios y comercio marítimo en la Península
Ibérica durante la época arcaica, Espacios y lugares cultuales en el mundo ibérico, Castellón, 1997, p. 517-535; id., El papel
de los santuarios en la colonización fenicia y griega en la Península Ibérica, XIV Jornadas de Arqueología Fenicio-Púnica
(Eivissa), 1999, Eivissa, 2000, p. 9-56; M. Romero Recio, Cultos marítimos y religiosidad de navegantes en el mundo griego
antiguo (BAR, International Series 897), Oxford, 2000; M.ª Belén, Itinerarios arqueológicos por la geografía sagrada
de Occidente, XIV Jornadas de Arqueología Fenicio-Púnica (Eivissa), 1999, Eivissa, 2000, p. 57-102.
49 La ubicación de estos accidentes topográficos es, en ocasiones, muy incierta. Para la Ora Maritima, el análisis de
A. Schulten en 1922 (Ora Maritima, Barcelona, reed. 1955) constituye el punto de partida, con revisiones posteriores,
como A. Berthelot, Festus Avienus. Ora maritima, Paris, 1934; J. Ribeiro Ferreira, Ora maritima. Avieno, Coimbra, 1985;
J. Mangas y D. Plácido (eds.), Avieno. Ora maritima. Descriptio orbis terrae. Phaenomena, Madrid, 1994, con las principales
posturas, L. Antonelli, Il periplo nascosto, Padova, 1998; J. Calderón (ed.), Avieno, Fenómenos. Descripción del orbe
terrestre. Costas Marinas, Madrid, 2001; etc.

210
Martín Almagro-Gorbea
15. Santuario de Kronos-Baal Hammon (Str. III,5,3) = islita de San Sebastián, Cádiz
16. Veneri marinae insula = Punta de la Nao, mejor que la isla de San Sebastián o en Torre
Tavira, Cádiz (OM 315-317; Plin. IV,120), donde Astart tenía un templo con oráculo y
una cueva
17. Heracleion o santuario de Melqart, en la isla de Sancti Petri
18. Insula Iunonis (Plin. NH IV,120) o Aphrodisias (Timeo; Sileno, en Plin. NH IV,120) = Isla
del León, San Fernando, Cádiz
19. Iugum sacrum (Iunonis), el Monte Meca, en Baesippo (Barbate, Cádiz), junto al cabo de
Trafalgar (Escílax 112; Mela II,85; Plin. NH III,3,7; OM 322)
20. Isla de Hera = Isla de las Palomas, Cádiz, en el Estrecho (Str. III,5,5, s. Artemidoro)
21. Fanum ad Lunae insulam = Isla de las Palomas, Cádiz, en el Estrecho (OM 367)
22. Calpe, columna septentrional de Heracles (Str. III,5,5; Mela II, 84; etc.), el actual Peñón
de Gibraltar, con el santuario fenicio de Gorham’s Cave.
23. Noctilucae sacrata insula = Cerro del Villar, Málaga (OM 429-430)
24. Fanum Veneris, Veneris iugum = Cabo de Gata (OM 437, 444)
25. Isla de Heracles = Isla de Escombreras, Cartagena (Str. III,4,6)
26. Cerro de Saturno, en Cartago Nova
27. Isleta des Bañeres, Campello, Alicante, con templos cuya divinidad es desconocida.
28. Artemision Efesio de Hemeroskopeion (Str. III,4,6)
29. Mons Iovis, Montgó, Jávea-Denia
30. Dianium, Denia, Alicante (Str. III,4,6)
31. S’Era des Mataret, promontorio sacro en la costa occidental de Ibiza a 170 msnm
32. Isla Plana, de Ibiza
33. Cap des Llibret, con un pequeño santuario que domina la costa Sureste de Ibiza a 200
msnm
34. Insula Minervae sacra = Isla del Palmar, en la Albufera de Valencia (OM 494-495)
35. Mons Sacer (ó acer), el Montsiá o la Sierra de Balaguer, Tarragona (OM 504)
36. Mons Iovis, Montjuich, Barcelona
37. Lounárion ákron = Cabo Bagur (Ptol. II,6,18; OM 525)
38. Mons Iovis, Montgó, La Escala, Gerona (Mela II,80)
39. Artemision de la Palaiapolis de Emporion, Gerona (Str. III,4,8)
40. Afrodisio de Afrodita Pirinea (Ptol. II,6,11 y 19; Str. IV,1,3 y 6), en el Cabo de Creus
41. Portus Veneris (Mela II,84; Plin. II,22), Port Vendres.
Todos estos topónimos deben considerarse relacionados con creencias y costumbres de los marinos
de la Antigüedad, pues, por una parte permitían identificar y memorizar la costa a través de
sus principales accidentes geográficos y, por otra, hacen referencia a sus creencias y a las divinidades
protectoras de la navegación, entre las que destaca Venus-Astart, ya que las fuentes clásicas
refieren cómo se elevaban a las divinidades marinas altares en los cabos y promontorios, como el
templo a Poseidón que hizo Hannon en su expedición (Pseudo-Scylax, 112) 50 o como en el episodio
narrado por Diodoro Sículo (XI,21,4) en la Primera Guerra Púnica.
50 M. H. Fantar, Le dieu de la mer chez les Phéniciens et les Puniques (Studi Semitici 48), Roma 1977, p. 129.

La cabeza de ‘Venus’ de la isla de las Palomas (Cádiz)
211
Figura 5. Mapa de Hispania con topónimos marítimos y santuarios a Astart-‘Venus Marina’: A, islas; B, cabos y montes;
C, santuarios, etc. (Para los números, véase el texto).
En este sentido, muchos, casi la mayor parte de estos topónimos en Hispania, parecen ser de
origen fenicio, pues incluso en áreas alejadas de las costas meridionales se percibe la tradición
romanizada de la Astart-Venus Marina (n.º 1 y 38) e, incluso, de Baal-Kronos y Baal Sapn-Zeus
Meilichios-Júpiter (Mons Jovis, n.º 27, 34 y 36), probablemente con el sentido del Baal Malagê
del Mons Cassius sirio 51 , cuya etimología se relaciona con Baal malahu, ‘marinero’, es decir,
‘señor de los marineros’ 52 , que se equipara al Zeus Meilichios 53 , mientras que Baal Sapn era el
«señor del Monte Sapn», el Mons Cassius 54 de la costa siria, topónimo también atestiguado
en la costa onubense (n.º 10), por lo que podría aludir a Zeus Cassius.
51 Para las creencias de los marinos fenicios, A. J. Brody, Each Man Cried Out to His God. The Specialized Religion of Canaanite
and Phoenician Seafarers (Harvard Semitic Museum Monographs 58), Atlanta 1998 y L. A. Ruiz Cabrero, La marina
de los fenicios, de la creencia en la vida a las naves de la muerte, Gerión Extra, 2007, p. 91-119. También M. H. Fantar,
op. cit. n. anterior, p. 43-94.
52 O. Eissfeldt, Baal Zaphon, Zeus Kasios und der Durchzug der Israeliten durchs Meer, Halle 1932, p. 7, n. 4.
53 S. Moscati, The World of the Phoenicians, New York 1968, p. 35.
54 Este famoso y elevado monte domina la costa del norte de Siria, a menudo rodeado de nubes, por lo que fue considerado
la montaña sagrada de Ba’l Haddu, el dios de la tormenta, identificado con el término any, «barco» [KTU
1.16.I.6-9; 1.16.II.44-47]; cf. L. A. Ruiz Cabrero, 2007, op. cit. n. 51, p. 97.

212
Martín Almagro-Gorbea
Entre todos estos topónimos, destacan los relacionados con Venus Marina 55 . De todos ellos,
el más conocido es el santuario dedicado a Astart en una isla muy cercana a Gades, al que
hace referencia Avieno en su Ora Maritima (315-317): Veneri marinae consecrata est insula templumque
in illa Veneris et penetral cavum oraculumque («del lado de la fortaleza, por donde muere
el día, hay una isla consagrada a Venus Marina y en ella un templo con profunda cripta y un
oráculo»). Esta isla, próxima a Gades, se ha identificado con la Punta de Nao, mejor que con la
isla de San Sebastián, aunque apenas se sabe nada sobre el templo y oraculum al que hace referencia
Avieno, ni sobre la cueva asociada al mismo 56 . R. Corzo consideró que los materiales
hallados en el mar junto a la Punta del Nao, entre los que cabe señalar diversos thymiateria,
entre ellos uno magnífico de terracota, espléndidas terracotas votivas, ánforas de pequeño
tamaño, etc., prueban que ese era el lugar donde estaría situado el famoso santuario de Venus
Marina, pues dichos objetos habrían sido arrojados al mar como exvotos dentro de los ritos
que en él se celebraban.
A este santuario de Gades se añaden otros santuarios asociados a Venus, que son los más
frecuentes en Hispania, pues se documentan hasta 11 ejemplos, cinco en que Venus-Afrodita
es la titular: el Veneris iugum (OM 158) 57 , la Veneri marinae insula de Punta de la Nao en Cádiz
(OM 315-317; Plin. IV,120), donde Astart tenía el templo con oráculo y cueva citado 58 ;
el santuario de Aphrodisias, en la Isla del León (Timeo; Sileno), isla que Plinio (NH IV,120)
denomina insula Iunonis (vid. infra) 59 ; el fanum Veneris junto al Veneris iugum del Cabo de Gata
(OM 437, 444) 60 ; por último, el Afrodisio de Afrodita Pirinea (Ptol. II,6,11 y 19; Str. IV,1,3 y 6),
en el Cabo de Creus, o, quizás, en el mismo Portus Veneris, Port Vendres, Rosellón (Mela II,84;
Plin. II,22) 61 .
Otros cuatro puntos estaban dedicados probablemente a la misma diosa, pero identificada
con la Luna: el Selénes óros que se supone en el Cabo Roca (Ptol. II,5,3) 62 , el fanum… ad Lunae
insulam, que pudiera corresponder precisamente a la isla de las Palomas, pues estaba en pleno
55 Sobre Venus Marina y las divinidades asociadas en Hispania, como Noctiluca, Luna, etc., J. M.ª Blázquez, 1983, op.
cit. n. 47, p. 41 y F. Chaves y M. C. Marín, L’influence phénico-punique sur l’iconographie des frappes locales de la
Péninsule Ibérique, VIIe. Congrès du Groupe de Contact Interuniversitaire d’Etudes Phéniciens et Puniques: Numismatique
et Histoire Economique dans le Monde Phénico-punique, Louvain-la-Neuve 1987, p. 184-185. Sobre Venus Marina en
general, C. Grottanelli, Santuari e divinità delle colonie d’Occidente, La Religione Fenicia, Roma 1981, p. 109-137; M. F.
Baslez, Cultes et dévotions des Phéniciens en Gréce: Les divinités marines, Studia Phoenicia IV, p. 189-305. Sobre las
diosas del Próximo Oriente cf. G. Falsone, Anat or Astarte, Studia Phoenicia IV, p. 53-70; H. Gundel, Realencyclopedie des
Classichen Altertumwissenschaft VIII,A-1, col. 828-892; A. Delivorrias, et al., LIMC VIII,1-2, op. cit. n. 7; passim.
56 A. Schulten 1955, op. cit. n. 49, p. 119; M.ª Belén, 2000, op. cit. n. 48, p. 63 s. Para la discusión de las diversas localizaciones,
J. Mangas y D. Plácido, op. cit. n. 49; id., La Península ibérica prerromana de Homero a Platón (Testimonia
Hispaniae Antiquae IIA), Madrid, 1994, p. 99 s., y, en especial, R. Corzo, Venus Marina Gaditana, Sevilla, 1999; id., La
Venus Marina de Cádiz en la Fundación El Monte, Sevilla, 2001; en fecha más reciente, sobre la ubicación del santuario y
los hallazgos, R. Rodríguez Muñoz, El uso cúltico del agua en el mundo fenicio y púnico. El caso de Astarté en Cádiz,
Herakleion 1, 2008, p. 21-40, en especial, p. 23 s.
57 Para A. Schulten (1955, op. cit. n. 49, p. 100) sería el Cabo Higuer, Fuenterrabía, Guipúzcoa; para A. Berthelot, op. cit.
n. 49, p. 67, el cabo Ortegal; para L. Antonelli, op. cit. n. 49, p. 160, algún cabo de la costa septentrional o noroeste
(Higuer, Ortegal, Finisterre, San Adrián o Villano); J. Calderón, op. cit. n. 49, duda que se pueda ubicar este punto
geográfico.
58 Vid. supra, n. 56.
59 Sin embargo, L. Antonelli, op. cit. n. 49, p. 172, identifica Afrodisias con la isla de Venus situada en Cádiz.
60 A. Schulten 1955, op. cit. n. 49, p. 128, seguido por todos los autores.
61 J. Ruiz de Arbulo, 2000, op. cit. n. 48, p. 42 s.
62 A. Schulten, 1955, op. cit. n. 49, p. 107.

La cabeza de ‘Venus’ de la isla de las Palomas (Cádiz)
213
Estrecho de Gibraltar (OM 367) 63 ; la Noctilucae sacrata insula, identificable con el Cerro del
Villar, Málaga (OM 367 y 429-430) 64 , y el Lounárion ákron, quizás el Cabo Bagur (Ptol. II,6,18;
OM 525) 65 . Por último, el santuario de Fosforos o Lux dubia hace referencia al ‘lucero del alba’,
otra acepción de Astart-Venus, que se ha identificado cerca de Évora 66 y que pudo corresponder
al santuario de La Algaida, en Sanlúcar de Barrameda (Str. III,1,9) 67 . Finalmente, como
diosa infernal aparece en el iugum sacrum infernae deae, de La Rábida, Huelva (OM 241) 68 .
Además de los lugares dedicados a Venus, hay que recoger aquellos en los que se adoraba a
Hera o a Juno, probablemente la Juno Regina o Dea Caelestis, también identificada con Astart
y Tanit 69 , que, por tanto, sería como ella protectora de la navegación, como lo indica la identificación
de la insula Iunonis, la isla del León, en San Fernando, Cádiz (Plin. NH IV,120) con
Aphrodisias (Timeo; Sileno, en Plin. NH IV,120) 70 ; además, está el iugum sacrum (Iunonis) cerca
de Baesippo, Barbate, Cádiz (Escílax 111; Mela II,96; OM 322) 71 , que probablemente pudo estar
relacionado, dada su proximidad, con la isla de Hera, que debe ser la isla de las Palomas 72 ,
frente a Tarifa, al estar situada en el Estrecho de Gibraltar, según la precisa referencia de Artemidoro,
quien indica la existencia de un templo, según recoge Estrabón (III,5,5).
Otro conjunto de topónimos marinos se relacionan con Saturno. A esta divinidad estaba
consagrada la insula Saturno sacra identificada con la isla de Berlengas, frente a Peniche, en la
Estremadura portuguesa (OM 164-165) 73 , probablemente, también el famoso promontorium
Sacrum del cabo San Vicente (Str. III,1,4-5; Mela III,7; Plin. II,242; IV,115; Ptol. II,5,2; OM
63 A. Schulten, 1955, op. cit. n. 49, p. 127, identifica esta referencia con la de Noctiluca (OM 429 s.), a pesar de que la
Ora Marítima la sitúa en el Estrecho de Gibraltar, como observó con acierto L. Antonelli, 1998, op. cit. n. 49, p. 174.
64 A. Schulten 1955, op. cit. n. 49, p. 127, identifica Noctiluca, sin dar motivos, con la anterior (OM 367). J. Calderón,
2001, op. cit. n. 49, p. 326, n. 121, apunta también la posibilidad de los islotes frente al cerro de San Cristóbal de
Almuñécar.
65 A. Schulten 1955, op. cit. n. 49, p. 136, sin excluir otras posibilidades apuntadas, como el cabo de Tosa de Mar.
66 M. Salinas de Frías, 1988, op. cit. n. 48, p. 146; M.ª Belén 2000, op. cit. n. 48, p. 58.
67 R. Corzo ha excavado en La Algaida (Sanlúcar de Barrameda, Cádiz) un santuario con pequeños pabellones e interesantes
hallazgos que puede corresponder al lugar consagrado a Phosphoros o Lux dubiae según Estrabón (III,1,9).
A. Blanco y R. Corzo, Monte Algaida. Un santuario púnico en la desembocadura del Guadalquivir, Historia 16, 87,
1983, p. 123-128; R. Corzo, Piezas etruscas del santuario de La Algaida (Sanlúcar de Barrameda, Cádiz), La presencia
de material etrusco en la Península Ibérica, Barcelona 1991, p. 399-411; id., op. cit. 2000, op. cit. n. 46; M.ª Belén, 2000,
op. cit. n. 48, p. 67 s.
68 A. Schulten, 1955, op. cit. n. 49, p. 109, aunque se haya propuesto también Moguer.
69 C. Bonnet, Astarté: d’une rive á l’autre de la Méditerranée, en A. González Blanco et al., Il mundo púnico. Historia, Sociedad
y Cultura. Murcia, 1994, p. 146 s.; C. Bonnet, Astarté. Dossier documentaire et perspectives historiques, Roma, 1996.
Para la Península Ibérica, M. Poveda, Melqart y Astarté en el Occidente Mediterráneo: La evidencia de la Península
Ibérica, en De Oriente a Occidente: los dioses fenicios en las colonias occidentales (XII Jornadas de Arqueología Fenicio-púnica,
Eivissa, 1997), Eivisa, 1999, p. 25-61; T. Moneo, Religio Iberica (Bibliotheca Archaeologica Hispana 20), Madrid, 2003, p.
427 s. Para la equiparación de Hera con Tanit o Astart, M. L. Barré, The God-List in the Treaty between Hannibal and Philip
V of Macedonia: A Study in Light of the Ancient Near Eastern Treaty Tradition, Baltimore, 1983, p. 58 s.
70 Vid. supra, n. 55. A. M. Sáez Romero et alii, Anotaciones al recorrido de las vías Augusta y Heraclea a su paso por San
Fernando (Cádiz). Novedades arqueológicas y paleogeográficas, Antiquitas, 2004, 16, p. 105-119; en p. 106 se identifica
con el santuario de Venus gaditano, como defiende L. Antonelli, 1998, op. cit. n. 49, p. 172.
71 Identificado habitualmente en los altos de Meca, cerca del cabo de Trafalgar, aunque L. Antonelli, 1998, op. cit. n. 49,
p. 172, lo identifica con este último.
72 A. García Bellido, España y los españoles hace 2000 años según la Geografía de Estrabón, Madrid, 1945, p. 205; A. Schulten,
1955, op. cit. n. 49, p. 120; M.ª Belén 2000, op. cit. n. 48, p. 58.
73 A. Schulten, 1955, op. cit. n. 49, p. 101.

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Martín Almagro-Gorbea
201) 74 , la (rups) sacra Saturno en el próximo Cabo de Sagres (OM 215-216) 75 y el santuario
de Kronos-Baal Hammon (Str. III,5,3), en la islita del Castillo de San Sebastián, Cádiz 76 . En
Saturno, como en el caso de Venus y Hera-Juno, subyace realmente el ‘Saturno Africano’ 77 ,
que no es otro que Baal-Hammon, dios uránico y cósmico identificado con el Kronos griego,
cuyo ‘heredero’ en el mundo púnico fue Saturno, aunque en el juramente de Aníbal se supone
equiparado a Zeus, quizás como soberano del Cielo 78 .
Es posible que esta divinidad del tiempo y la tormenta también se identificara con Zeus
Melichios o Zeus Cassius y, por tanto, con Júpiter en las costas de frecuentación griega de Hispania.
Un caso dudoso es el del Mons Cassius ubicado en el Cerro del Asperillo, en Huelva (OM
259) 79 , pero los más conocidos son el Mons Iovis o Montgó de la zona Jávea-Denia, el Mons
Iovis del Montjuich, Barcelona 80 y el Mons Iovis o Montgó en La Escala, Gerona (Mela II,80);
con éstos quizás también cabe incluir el dudoso Mons (S)acer (OM 504), que sería el Montsiá,
al sur del Ebro, o la Sierra de Balaguer, al Norte, en Tarragona 81 . Estos 7 topónimos pudieran
estar relacionados con los dedicados a Saturno-Kronos-Baal-Hammon y el Mons Cassius con el
Baal Sapn en el ámbito semita, mientras que su equivamente sería Júpiter-Zeus Melichios en
las zonas de tradición focense. En todo caso, es evidente la importancia que tuvo Saturno-Baal
Hammon y Zeus Cassius y Melichios-Júpiter para la navegación, casi tanta como Venus Marina,
seguramente por ser la divinidad responsable del tiempo y protectora en caso de tormenta.
Muy importante también en Occidente era el dios Melqart, identificado en las fuentes como
Heracles, aunque los 4 topónimos del mismo se sitúan en áreas de influencia fenicio-púnica,
lo que confirma sin dudas que se trata de Melqart. Esta divinidad nacional del panteón fenicio,
en especial de Tiro, también con connotaciones marinas dentro de sus amplias características
82 , tenía la advocación de la isla de Saltés, en la Ría de Huelva 83 , pero su principal santua-
74 A. Schulten, 1955, op. cit. n. 49, p. 106; M. Salinas de Frías, 1988, op. cit. n. 48; M. F. Barata: O Promontorium sacrum
e o Algarve entre os escritores da antiguidade, M. F. Barata (ed.), Noventa séculos entre a serra e o mar, Lisboa, 1997.
75 A. Schulten, 1955, op. cit. n. 49, p. 106
76 M. C. Marín, La religión fenicia en Cádiz, Cádiz en su Historia. II Jornadas de Historia de Cádiz, 1983, Cádiz, 1984, p.
5-41, esp. p. 30 s.; M. Belén 2000, op. cit. n. 48, p. 64 s. Para el culto de Baal-Hamon en Hispania, T. Moneo, Religio
Iberica (Bibliotheca Archaeologica Hispana 20), Madrid, 2003, p. 442 s.
77 M. Leglay, Saturne africain, I-III, Paris, 1961-1966; P. Xella, Baal Hammon. Recherches sur l’identité et l’histoire d’un dieux
phénico-punique, Roma, 1991; K. Orfali, De Baal Hammon à Saturne africain: les traces du culte en Algérie, C. Sintes e
Y. Rebahi (eds.), Algérie antique (catálogo de exposición), Arlés, 2003, p. 142-150.
78 P. Xella, 1991, p. 91 s.; para su equiparación a Zeus, p. 54; M. L. Barré, op. cit. n. 69, p. 40 s. Sobre la asociación de Baal
Hammon a la navegación, M. H. Fantar, 1977, op. cit. n. 50, p. 129 s.
79 A. Schulten 1955, p. 109; prácticamente la misma identificación propone J. Calderón, 2001, op. cit. n. 49, p. 317, n.
81, al identificarlo con los mogotes de ‘Arenas Gordas’, entre la playa de Mazagón y Torre Carbonero, siguiendo a A.
Berthelot, op. cit. n. 49, p. 79, lugar citado por Plinio (NH III,3). Aunque éste puede ser un topónimo romano, podría
relacionarse con el famoso Mons Cassius de Siria, a pesar de la mucha menor envergadura de este último.
80 M. Prevosti, El mons Iovis de Mela y el culte solar de Montigalá, dins del panorama religiós de l’área iberorromana
catalana, Fonaments 1996, p. 77-120.
81 A. Schulten 1955, p. 134, propuso la restitución (s)hacer y se inclinó por el Montsiá, al Sur del Ebro, pero otros autores
prefieren identificarlo con la Sierra de Balaguer, al Norte del Ebro. Sin embargo, J. Mangas y D. Plácido, 1994, p.
141, seguidos por L. Antonelli, 1998, aunque leen acer, lo identifican con los Altos de Beceite (id., p. 146).
82 D. Van Berchem, Sanctuaires d’Hercules-Melqart. Contribution à l’étude de l’expansion phénicienne en Méditerranée,
Syria 44, 1967, p. 80-87; C. Bonnet, Melqart. Cultes et mythes de l’Héracles tyrien en Méditerranée, Lovaina-Namour,
1988, p. 203 s.; C. Jourdain-Annequin, Héracles en Occident, en C. Jourdain-Annequin y C. Bonnet (eds.), Heracles
d’un rive à l’autre de la Méditerranée, Roma, 1988, p. 263-291.
83 M.ª Belén, 2000, op. cit. n. 48, p. 66 s.

La cabeza de ‘Venus’ de la isla de las Palomas (Cádiz)
215
Figura 6. Mapa de Hispania con topónimos y santuarios marítimos de Venus-Hera (V), Saturno-Kronos-Baal Hammon
(S), Artemisa-Diana (A) y Zeus Cassius-Júpiter (J). (Para los números, véase el texto).
rio era el famoso Herakleion gaditano, situado en la isla de Sancti Petri 84 . También símbolo de
esta divinidad era Calpe, la columna septentrional de Heracles (Str. III,5,5; Mela II, 84; etc.),
el actual Peñón de Gibraltar, en cuya base se abre el santuario fenicio de Gorham’s Cave, que
se ha atribuido a Melqart 85 ; por último, la isla de Heracles (Str. III,4,6), la actual isla de Escombreras,
a la entrada de Cartagena.
Otra de las divinidades relacionadas con topónimos geográficos marinos es Artemisa-Diana.
Esta diosa aparece documentada, como es lógico, en las costas frecuentadas por los navegantes
focenses, desde el Artemision Efesio de Hemeroskopeion (Str. III,4,6) 86 a la población
de Dianium, Denia (Str. III,4,6), que en ocasiones se confunde con el anterior, y, en especial,
destaca el Artemision de Artemis Efesia, que debió estar situado en la islita de la Palaiapolis de
84 A. García Bellido, Hercules Gaditanus, Archivo Español de Arqueología 36, p. 70-153; id., Altares y oráculos semitas en
Occidente: Melkart y Tanit, Revista di Studi Fenici, 15,2, 1987, 135-158; M.ª Belén, 2000, op. cit. n. 48, p. 65 s.
85 M.ª Belén e I. Pérez López, Gorham’s Cave, un santuario en el estrecho: avance del estudio de los materiales cerámicos.
IV Congreso Internacional de Estudios Fenicios y Púnicos, Cádiz-1995, 2, Madrid, 2000, p. 531-542; M.ª Belén, 2000,
op. cit. n. 48, p. 58 s., con dudas sobre la dudosa atribución a Melqart o a Astart, p. 62.
86 F. J. Fernández Nieto, Hemeroskopeion=Thynnoskopeio. El final de un problema histórico mal enfocado, Mainake
24, 2002, p. 231-255.

216
Martín Almagro-Gorbea
Emporion, Gerona (Str. III,4,8) 87 , que, a su vez, Estrabón (IV,1,4) relaciona con el culto poliádico
de Massalia, pues un oráculo había ordenado que Artemis Efesia fuera la ‘guía en la navegación’
al partir de Focea para fundar esa colonia, referencia explícita a la relación de la gran
divinidad nacional jonia, y por tanto focense, con los navegantes.
Por último, queda el caso aislado de la insula Minervae sacra, que se ha identificado con la
Isla del Palmar en la Albufera de Valencia (OM 494-495) 88 y otros casos de divinidades menores
o de identificación dudosa, como el iugo Aruii o Prominens Aryium (OM 170-172) 89 , el
iugum Zephyro sacratum (OM 225-226) 90 , el prominens fani… frente al arx Gerontis¸ al parecer
situado en la orilla occidental del Guadalquivir (OM 261-263) 91 , el oráculo de Menesteo,
situado, probablemente, entre Gades y Hasta Regia, por lo que se ha colocado en Salmedina,
Chipiona (Str. III,1,9; Ptol. II,4,5; cf. Filostrato, Vita Apoll. Tyan. 5,4) y la isla de Erythía (OM
309; Herod. 4,8; Plin. 4,120) 92 . Como lugares cuya divinidad es desconocida pero de un claro
contexto marino, hay que incluir el santuario fenicio de Gorham’s Cave, que se abre al pie
del Peñón de Gibraltar y que cabe atribuir a Melqart 93 , y los de Isleta de Bañeres, en Campello,
Alicante, con templos cuya divinidad es desconocida 94 , lo mismo que el santuario de la
Isla Plana de Ibiza 95 y los promontorios de S’Era des Mataret, en la costa occidental, a 170
msnm 96 , y del Cap des Llibret, con un pequeño santuario que domina la costa Sureste de Ibiza
a 200 msnm 97 .
* * *
87 J. Ruiz de Arbulo, 2000, op. cit. n. 48, p. 35 s., con la discusión crítica sobre la posible ubicación del Artemision en
tierra firme.
88 A. Schulten, 1955, op. cit. n. 49, p. 134, aunque existen otras interpretaciones.
89 Situado en el cabo Ortegal por A. Schulten, 1955, op. cit. n. 49, p. 101, y en el cabo Silleiro por A. Berthelot, 1934, op.
cit. n. 49, p. 67, seguido por J. Calderón, 2001, op. cit. n. 49, p. 321, n. 49. Este topónimo quizás se relacione con el
deus Arionis de Uclés, relacionado con el agua en sentido cósmico y ampliamente representado en la Hispania Celtica,
M. Salas Airón. Dios prerromano de Hispania. Leyndas, romances, mitología, brujería y otras curiosidades históricas, Madrid,
2005.
90 A. Schulten, 1955, op. cit. n. 49, p. 108, lo sitúa entre Loule y Tavira, frente al monte Figo. L. Antonelli, 1998, op. cit.
n. 49, p. 164, indica la ‘Sierra de Algarbe’.
91 A. Schulten, 1955, op. cit. n. 49, p. 113, lo sitúa en algún punto impreciso al oeste del Guadalquivir; J. Ferreira, op. cit.
n. 49, p. 51, n. 53, se inclina por el norte del río, lo que equivale prácticamente a la misma situación. J. Mangas y D.
Plácido, 1994, op. cit. n. 49, p. 86, indican el suroeste de la isla de Cártare, en el faro de Chipiona.
92 A. Schulten, 1955, p. 118, lo considera una interpolación. J. Mangas y D. Plácido, 1994, op. cit. n. 49, p. 97 s. reconstruyen
una isla ‘teórica’ desde el Guadalete al Barbate que englobaría de Chiclana a Veger de la Frontera, pero
ofrecen interpretaciones de otros autores. Para L. Antonelli, op. cit. n. 49, p. 171, pasó de ser una isla del Guadalquivir
a equipararse con la isla de Gades.
93 Vid. supra, n. 85.
94 En la Isleta de Bañeres ha aparecido un recinto a cielo abierto (B) y otro cubierto (A), con dos columnas a modo de
templo in antis, fechados ambos en el siglo IV a.C. E. Llobregat, Un conjunto de templos ibéricos del siglo IV a. de
C. hallado en las excavaciones de la Isla de Campello, Homenaje a Samuel de los Santos, Albacete 1988, 137-142. Más
recientemente, M. Olcina, La Illeta dels Banyets de la Reina. Estudio de la Edad del Bronce y la época ibérica, Alicante, 1997.
95 En la Isla Plana de Ibiza Pérez Cabrero y Mañá hallaron un importante bothros con numerosas terracotas de los siglos
VII-VI a.C. y otros hallazgos, así como un edificio importante, quizás un templo, aunque sobre su divinidad tutelar
existen diversas hipótesis, siendo dominante la que lo atribuye al dios Bes, muy popular en Ibiza. E. Hachuel y V.
Marí, El santuario de la Illa Plana (Ibiza). Una propuesta de análisis, Ibiza 1988, Trabajos del Museo Arqueológico de Ibiza
18; «El santuario púnico de la Illa Plana», I-IV Jornadas de Arqueología fenicio-púnica (Ibiza 1986-89), Ibiza 1991, p. 59-66.
96 C. Gómez Bellard y P. Vidal, Las cuevas santuario fenicio-púnicas y la navegación en el Mediterráneo, XIV Jornadas de
Arqueología Fenicio-Púnica (Eivissa), 1999, Eivissa, 2000, p. 103-145.
97 J. Ramón, El recito púnico de Cap des Llibret (Ibiza), Saguntum 21, 1988, p. 267-293.

La cabeza de ‘Venus’ de la isla de las Palomas (Cádiz)
217
El contexto cultural analizado explica la aparición en la isla de las Palomas de la cabeza de
Venus que conserva la Real Academia de la Historia y justifica en interés. Es un antiguo hallazgo
del siglo XIX, por desgracia sin contexto arqueológico preciso, que tampoco han podido
documentar las exploraciones recientes 98 . Sin embargo, constituye un serio indicio de que en
esa isla hubo, como en casi todas las existentes en las costas hispanas, un santuario a esa divinidad
marina. Sólo se conserva la noticia de que fue encontrado o extraído de la roca que forma
el piso de la dicha fortaleza en la parte oriental de la isla, lo que pudiera hacer pensar en una
favissa, pero como no hay noticia de que apareciera con otros hallazgos, parece más lógico
suponer que la cabeza cayera en una grieta o agujero de la roca, circunstancia que favoreció
su conservación.
Resulta complejo identificar a cual de las referencias conservadas de la antigüedad pudiera
corresponder la isla de las Palomas, pues las noticias existentes son poco precisas, cuando
no equívocas. En la isla de las Palomas o en sus proximidades se solía ubicar el iugum sacrum
(Iunonis) (Escílax 112; Mela 2,96; OM 322), que A. Schulten 99 situó en el Monte Meca, junto
al cabo de Trafalgar. También Estrabón (III,5,5) hace referencia en la zona del Estrecho de
Gibraltar a una Isla de Hera, siguiendo a Artemidoro (vid. supra), que parece lógico situar en
la Isla de las Palomas 100 . También en esa zona del Estrecho de Gibraltar la Ora Maritima cita
un fanum… ad Lunae insulam (OM 367), que A. Schulten 101 identificó con la referencia a Noctiluca,
que el poema recoge más adelante en la costa de Málaga (OM 429-430), aunque dicho
verso aparece en un contexto referente al ámbito del Estrecho de Gibraltar y del Océano (OM
340-415), por lo que parece preferible relacionar dicha referencia con la Isla de las Palomas.
En la edición del manuscrito griego del Periplo de Pseudo-Scylax, obra que utilizó fuentes
muy diversas, C. Müller 102 corrigió el nombre de la isla existente en el Estrecho de Gibraltar
y que corresponde verosímilmente a la Isla de las Palomas como Gadeira, corrección seguida
por ediciones posteriores. Pero, como ha señalado E. Gozalbes Cravioto 103 , el topónimo que
parece leerse es Abinilie, desconocido en otras fuentes, aunque recuerda el nombre Alyba dado
a Gibraltar en algunas fuentes griegas y el de Abila de la columna africana de Hércules según
Avieno (OM 345-346). Además, el escolio a Licophron (Alexandra. 649), autor del siglo IV a.C.,
denomina Alibe y Abina a dichas Columnas y Charax de Pérgamo señala que Gibraltar se denominaba
Calpe en lengua bárbara y Alibe en griego y que la columna africana (Ceuta) era
Abinna en lengua bárbara y Cinegetica en griego. También Dionisio Periegeta (Orb. Descr. 336)
y Eustaquio (Comm. 334 y 337) ofrecen el nombre de Alibe, lo que confirmaría que el nombre
fenicio-púnico de la Isla de las Palomas debió ser Abinilie o, más probablemente, Alibe.
Por otra parte, aunque Hera y Luna son divinidades distintas a Venus, bien pudieran identificarse,
como parece ocurrir en la insula Iunonis, probablemente la isla gaditana del León, en
San Fernando, de la que Plinio (NH IV,120) dice que es conocida también como Aphrodisias
por Timeo y Sileno. Esta identificación deja abierta la posibilidad de que lo mismo ocurriera
98 Vid. supra, n. 43-45.
99 A. Schulten, op. cit., 1955, op. cit. n. 49, p. 120.
100 Para fechas recientes, M.ª Belén, 2000, op. cit. n. 48, p. 58, quien duda en situarla en la isla de las Palomas o en la
de Tarifa.
101 A. Schulten, 1955, op. cit., n. 49, p. 127.
102 C. Müller, Geographi Graeci Minores, I. París, 1855, p. 90.
103 E. González Cravioto, op. cit., n. 6, «Una referencia antigua a la isla de Tarifa», Aljaranda 54, http://www.tarifaweb.
com/aljaranda/num54/art1.htm, texto que conocemos gracias a R. Corzo y que seguimos puntualmente.

218
Martín Almagro-Gorbea
en la isla de las Palomas, por lo que las referencias citadas pudieran aludir a la misma divinidad,
la Astart fenicia, identificada con Hera y Juno, pero en cuyo santuario, en época romana,
se colocó una escultura de Venus, que en este contexto puede suponerse que, con gran probabilidad,
debía identificarse con la Venus Marina tan popular en todas las costas hispanas.
Este cuadro de la popularidad de Venus en su acepción marina permite, en último término,
interpretar la cabeza de Venus de la Real Academia de la Historia, cuya aparición en la isla de
las Palomas quedaría así perfectamente explicada 104 . Si se tratara de una Venus Marina en sentido
estricto, pudo ofrecer junto a su pierna un delfín, como es lo habitual en esa iconografía,
pero su cabeza con moño y krobylos deriva directamente de la Venus Capitolina, que ofrece
como símbolo un lutróforo que hace referencia a su salida del baño. La pérdida del cuerpo
no permite tampoco ser más precisos en este punto 105 .
En conclusión, la cabeza de Venus hallada en la isla de las Palomas en 1886 y conservada
en la Real Academia de la Historia es un documento que confirma una vez más la popularidad
en Hispania de esta diosa marina durante la Antigüedad, diosa que, como continuadora
de la fenicia Astart, probablemente debió tener un santuario desde época fenicia en esa isla
situada en un punto tan estratégico del Estrecho de Gibraltar. Pero esta cabeza de Venus de la
Real Academia de la Historia también constituye un buen ejemplo de cómo antiguas noticias
pueden ayudar a reconstruir el contexto originario de la escultura clásica.
104 La popularidad de esta divinidad queda confirmada por las esculturas de ‘Venus’ de iconografía ‘Marina’ aparecidas
no sólo en santuarios marítimos, sino incluso en lugares del interior, entre las que destacan piezas tan bellas como
la ‘Venus de Itálica’, la ‘Venus de Mérida’ o la ‘Venus de Iluro’, recientemente hallada (A. García Bellido, 1949, op. cit.
n. 37, p. 138 s., lám. 140; A. Blanco Freijeiro, Sobre la Venus de Itálica, Archivo Español de Arqueología 24, 1951, p.
222-223; I. Rodà, 2005, op. cit. n. 40).
105 Es interesante valorar la desnudez total de la Venus Cnidia, de la que proceden todas las copias y adaptaciones helenísticas
y romanas y sobre la que tanto se ha escrito por ser el primer desnudo integral de una diosa clásica (vid.
supra, Ch. M. Havelock, 1995, op. cit. n. 9, y A. D. Arvello, 2005, op. cit. n. 13, passim). Sin embargo, a veces se olvida
que esta iconografía tan poco griega puede reflejar una tradición oriental, pues la desnudez de Astart-Venus es una
de sus características esenciales (S. Böhm, Die «nackte Göttin». Zur Ikonographie und Deutung unbekleideter weiblicher
Figuren in der frühgriechische Kunst, Mainz, 1990; LIMC II, op. cit. n. 7, n.º 354-367; J. y V. Karageorghis, The Great
Goddness of Cyprus or the Genesis of Aphrodite in Cyprus, en S. Parpola and R. M. Whiting (eds.), Sex and Gender
in the Ancient Near East. Proceedings of the XLVII Rencontre Assyriologique Internationale, Helsinki-2001, Helsinki, 2002,
I, p. 263-282). Esta desnudez puede ayudar a comprender una mayor aceptación de este tipo de escultura en áreas
de tradición fenicia, como eran las costas meridionales de Hispania.