Crisis, Juegos Olímpicos de - Atrapalo.com
Crisis, Juegos Olímpicos de - Atrapalo.com
Crisis, Juegos Olímpicos de - Atrapalo.com
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
OTROS CONCURSANTES<br />
Esperanza <strong>de</strong> cartón<br />
http://www.aletreando.<strong>com</strong>/2008/11/esperanza-<strong>de</strong>-carton-relato/<br />
Cogió el periódico <strong>de</strong>l suelo sin<br />
apenas sentir su tacto <strong>de</strong>bido<br />
al frío, lo abrió y leyó en voz<br />
alta una noticia al azar,<br />
imaginando que la soledad no<br />
era lo único que le a<strong>com</strong>pañaba<br />
aquella noche, otra <strong>de</strong> tantas.<br />
- Resumen <strong>de</strong> un año crítico -<br />
rezaba apocalíptico el titular.<br />
El subtítulo seguía el mismo<br />
estilo-. La recesión amenaza la<br />
práctica totalidad <strong>de</strong> las<br />
economías mundiales.<br />
Cerró el diario con cuidado,<br />
<strong>de</strong>positándolo sobre el lecho <strong>de</strong><br />
cartón que se extendía a sus<br />
cansados pies y lo a<strong>com</strong>odó <strong>de</strong><br />
manera que pudiera absorber<br />
el hilo <strong>de</strong> agua que <strong>de</strong>scendía<br />
por la pared, proveniente <strong>de</strong> la<br />
cornisa.<br />
-Recesión -repitió en voz alta<br />
adoptando un tono irónico-. Que<br />
sabrán los po<strong>de</strong>rosos <strong>de</strong> crisis,<br />
cuando en su vida han sentido<br />
el suelo <strong>de</strong> la calle bajo sus<br />
espaldas.<br />
Se levantó <strong>de</strong> su cama<br />
a<strong>de</strong>centándose lo mejor que<br />
pudo, se colocó los periódicos<br />
<strong>de</strong>l pecho <strong>de</strong> tal manera que no<br />
pellizcaran la piel bajo la<br />
presión <strong>de</strong>l raído jersey <strong>de</strong> lana,<br />
se subió los pantalones<br />
ajustándolos a la cintura con<br />
un trozo <strong>de</strong> cuerda y se abrochó<br />
la chaqueta, un tres cuartos<br />
ver<strong>de</strong> <strong>de</strong>scolorido, levantando<br />
el cuello para abrigarse al<br />
máximo el rostro, curtido<br />
forzosamente por el mal<br />
tiempo.<br />
-El último día <strong>de</strong>l año y nosotros<br />
solos -el silencio inicial fue<br />
interrumpido por las<br />
campanadas <strong>de</strong> una iglesia<br />
cercana-. Tampoco tenemos<br />
uvas, pero qué más da. No nos<br />
darían nada <strong>de</strong> suerte.<br />
Echó a andar arrastrando los<br />
pies, aún a riesgo <strong>de</strong> tropezar<br />
con los húmedos adoquines,<br />
<strong>de</strong>jando que su tristeza se<br />
meciera con el tañer <strong>de</strong> las<br />
campanas. Y, <strong>de</strong> repente, su<br />
corazón dio un vuelco al<br />
encontrarse un extraño objeto<br />
tirado en el suelo.<br />
-¡Una cartera! -exclamó sin<br />
darse cuenta <strong>de</strong> que gritaba-.<br />
¡Y está llena <strong>de</strong> dinero! ¡Mi<br />
suerte ha cambiado!<br />
Las penas <strong>de</strong>l último año se<br />
diluyeron con las campanadas<br />
mientras sus manos acariciaban<br />
los billetes renaciendo<br />
momentáneamente <strong>de</strong> su<br />
tumba <strong>de</strong> hielo. Jamás había<br />
visto tanto dinero junto y,<br />
seguramente, tampoco volvería<br />
a verlo. Sus gritos habían<br />
alertado a un ladrón que<br />
mero<strong>de</strong>aba en las cercanías<br />
buscando a alguien merecedor<br />
<strong>de</strong> un asalto. Y,<br />
paradójicamente, su suerte<br />
también había cambiado.<br />
47