Crisis, Juegos Olímpicos de - Atrapalo.com
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OTROS CONCURSANTES El año de morir muchas veces mucho http://miguelsanchezrobles.blogspot.com/2008/12/muchas-veces-mucho-no-me-gusta-cumplir.html No me gusta cumplir años, pero los cumplo. No me gusta trabajar, pero trabajo. No me gusta ver la televisión, pero la veo. No me gusta morir, pero morimos. Cada día morimos muchas veces mucho. Para mí 2008 ha sido el año de darme cuenta de que vivir es morir muchas veces mucho y cumplir años es morir muchas veces mucho. Al estilo de Ángel González de que “para vivir un año hay que morir muchas veces mucho”. Al estilo de Óscar Wide de que hay dos tragedias: no conseguir lo que deseas y conseguirlo. Al estilo de Gil de Biedma de “que la vida iba en serio, uno lo empieza a descubrir más tarde”. Yo creo que en este año algunos hemos muerto muchas veces mucho. Esa es una más de las verdades de las que mi corazón está seguro. Y creo que nunca nos han educado para morir de esa manera, ni para sabernos beber bien el tiempo. Este año he tenido la impresión de que todo se aleja. Para mí ha sido el año de los relámpagos sin ruido, la época de la velocidad de la luz o casi. Ha pasado tan rápido que no he sabido bebérmelo y se me ha salido de las comisuras de los labios, por las fauces, mojándome entera la camisa. Este ha sido un año para las muchachas de bachillerato con sus maneras de bachillerato y su ropa de bachillerato, un año para los muchachos con piercing y la música emo. Ha sido un año de hipocampos disecados. Ha sido un año como de móvil sin saldo. Un pequeño año lleno, como todos los siglos y los días, de esas cosas minúsculas y bellas que hacen de la existencia un contradictorio y simultáneo pandemónium de angustia y alegría. Pero lo recordaré así: el año de morir muchas veces mucho, el año de seguir habiendo suficientes tarados como para que la mentira y la publicidad funcionen todavía y el año de esa inmensidad de palabras que inundaron el mundo cuando Obama ganó. Beberse bien el tiempo es lo mejor que hay. Sólo las golondrinas saben beberse el tiempo.
OTROS CONCURSANTES 2008 en 365 palabras http://fuckingfreaky.blogspot.com/2008/12/el-2008-en-365-das.html Cada año por estas fechas, suelo hacer un balance, a modo de ‘Hormigas Blancas’, de los aspectos más relevantes que han sacudido mi vida, manteniendo firmemente que los años pares no son mi punto fuerte. ¿A qué sabe el 2008? Sabe a invierno con toques fríos y una soledad insoportable, como consecuencia de haber convertido al mejor de los amigos en el peor de los amantes. Sabe a crispación urbanita al ver como la capital presume y no avanza, a trabajo bien hecho, pero rutinariamente aburrido, a dejar de jugar a ser alguien que no era y empezar a mirar, con lágrimas en los ojos, aquello que un día, los miedos taparon. ¿A qué sabe el 2008? Sabe a primavera socialista, a la elección manirrota de vivir de noche aferrado a compañeros de 40 grados, a resacas de culpabilidad, a cuerpos vacíos en camas ajenas y a una lucha constante con la desgana y la pereza, que intentan dominar, no ya mi cuerpo, sino mi alma. ¿A qué sabe el 2008? Sabe a verano autosuficiente y tranquilo, a un Marruecos que humaniza, a platos combinados de salitre y melanina, al despertar de esa belleza durmiente que anida en nuestro interior el resto del año, sabe a explosivos orgasmos, a promesas, a huidas matutinas y a suspiros de lo que pudo ser, pero otros se llevaron. Sabe a descanso, a bostezos y a un listado innumerable de reencuentros estivales. ¿A qué sabe el 2008? Sabe a otoño de reclusión. A libros nuevos y propósitos que no se verán cumplidos. Sabe a cambio, a madurez, a predilecciones. A carcajadas neoyorquinas en Madrid. A poner el cartel de ‘Se vende caótica vida’. A esperar que nos depara el invierno y a intentar huir de las ‘pastelosas’ navidades. Resumiendo más, si cabe. Quizás pueda intentar analizar año tras año la evolución de mis experiencias, para intentar desviarme por el buen camino, pero lo que está claro es que el timón del destino no está a nuestro alcance y he aprendido que es mejor dejarse llevar por ese sabor ácidamente edulcorado que nos ofrece la vida. 43
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OTROS CONCURSANTES<br />
El año <strong>de</strong> morir<br />
muchas veces mucho<br />
http://miguelsanchezrobles.blogspot.<strong>com</strong>/2008/12/muchas-veces-mucho-no-me-gusta-cumplir.html<br />
No me gusta cumplir años, pero<br />
los cumplo. No me gusta<br />
trabajar, pero trabajo. No me<br />
gusta ver la televisión, pero la<br />
veo. No me gusta morir, pero<br />
morimos. Cada día morimos<br />
muchas veces mucho.<br />
Para mí 2008 ha sido el año <strong>de</strong><br />
darme cuenta <strong>de</strong> que vivir es<br />
morir muchas veces mucho y<br />
cumplir años es morir muchas<br />
veces mucho. Al estilo <strong>de</strong> Ángel<br />
González <strong>de</strong> que “para vivir un<br />
año hay que morir muchas<br />
veces mucho”. Al estilo <strong>de</strong> Óscar<br />
Wi<strong>de</strong> <strong>de</strong> que hay dos tragedias:<br />
no conseguir lo que <strong>de</strong>seas y<br />
conseguirlo. Al estilo <strong>de</strong> Gil <strong>de</strong><br />
Biedma <strong>de</strong> “que la vida iba en<br />
serio, uno lo empieza a<br />
<strong>de</strong>scubrir más tar<strong>de</strong>”. Yo creo<br />
que en este año algunos hemos<br />
muerto muchas veces mucho.<br />
Esa es una más <strong>de</strong> las verda<strong>de</strong>s <strong>de</strong> las que mi corazón está seguro. Y creo que nunca nos han<br />
educado para morir <strong>de</strong> esa manera, ni para sabernos beber bien el tiempo.<br />
Este año he tenido la impresión <strong>de</strong> que todo se aleja. Para mí ha sido el año <strong>de</strong> los relámpagos<br />
sin ruido, la época <strong>de</strong> la velocidad <strong>de</strong> la luz o casi. Ha pasado tan rápido que no he sabido<br />
bebérmelo y se me ha salido <strong>de</strong> las <strong>com</strong>isuras <strong>de</strong> los labios, por las fauces, mojándome entera<br />
la camisa.<br />
Este ha sido un año para las muchachas <strong>de</strong> bachillerato con sus maneras <strong>de</strong> bachillerato y su<br />
ropa <strong>de</strong> bachillerato, un año para los muchachos con piercing y la música emo. Ha sido un año<br />
<strong>de</strong> hipocampos disecados. Ha sido un año <strong>com</strong>o <strong>de</strong> móvil sin saldo. Un pequeño año lleno, <strong>com</strong>o<br />
todos los siglos y los días, <strong>de</strong> esas cosas minúsculas y bellas que hacen <strong>de</strong> la existencia un<br />
contradictorio y simultáneo pan<strong>de</strong>mónium <strong>de</strong> angustia y alegría. Pero lo recordaré así: el año<br />
<strong>de</strong> morir muchas veces mucho, el año <strong>de</strong> seguir habiendo suficientes tarados <strong>com</strong>o para que la<br />
mentira y la publicidad funcionen todavía y el año <strong>de</strong> esa inmensidad <strong>de</strong> palabras que inundaron<br />
el mundo cuando Obama ganó.<br />
Beberse bien el tiempo es lo mejor que hay. Sólo las golondrinas saben beberse el tiempo.
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