Crisis, Juegos Olímpicos de - Atrapalo.com
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Este 2008 recorrí los cinco<br />
continentes en una sola tar<strong>de</strong>.<br />
Estaban todos en un barrio <strong>de</strong><br />
Badalona. Uno <strong>de</strong> esos en los<br />
que la abstención es superior<br />
a la media, en los que la<br />
mayoría <strong>de</strong> los vecinos no<br />
piensan quién les gobierna, sino<br />
quién pue<strong>de</strong> echarlos <strong>de</strong>l<br />
trabajo o <strong>de</strong>l país. Un barrio<br />
que ha crecido a ritmo <strong>de</strong><br />
asentamiento, <strong>com</strong>o ese pueblo<br />
malagueño llamado Almargen<br />
por el que pasábamos cuando<br />
íbamos a Ronda para ver a mi<br />
abuela y que mi madre siempre<br />
<strong>de</strong>cía que se llamaba así porque<br />
se había formado “al margen<br />
<strong>de</strong> la ley”. Todavía no sé si era<br />
una broma o lo <strong>de</strong>cía <strong>de</strong> verdad.<br />
El caso es que, en mi viaje,<br />
conocí a tres niñas cuya edad<br />
no superaba los seis años, cada<br />
una <strong>de</strong> un continente. Todas se<br />
pusieron mis gafas, miraron mi<br />
cámara <strong>de</strong> fotos y, durante la<br />
merienda, contaron hasta veinte<br />
en inglés, saltándose el once y<br />
el dieciséis.<br />
También conocí a un voluntario<br />
maestro jubilado, cuya mayor<br />
aspiración era enseñar a leer a<br />
sus niños en las clases <strong>de</strong><br />
refuerzo, porque en el cole ya<br />
los daban por perdidos. Y a<br />
cinco educadoras, que se <strong>de</strong>jan<br />
la piel en esa coeducación <strong>de</strong><br />
la que se habla <strong>de</strong>s<strong>de</strong> los<br />
micrófonos <strong>de</strong> los mítines, pero<br />
a la que tan poco caso hacen<br />
en los <strong>de</strong>spachos <strong>de</strong>s<strong>de</strong> don<strong>de</strong><br />
se tienen que asignar las<br />
subvenciones.<br />
Y a una directora, que sonreía<br />
mirando al infinito mientras yo<br />
FIRMA INVITADA<br />
2008, yes we can<br />
http://algloquecontar.blogspot.<strong>com</strong>/2008/11/2008-yes-we-can.html<br />
Gloria Valdivia<br />
le aconsejaba que fueran a las<br />
instituciones públicas a pedir<br />
espacios para que los niños <strong>de</strong>l<br />
barrio puedan jugar.<br />
En ese viaje, gracias a esa<br />
directora, al maestro jubilado<br />
y, sobre todo, gracias a la niña<br />
que se llamaba a sí misma<br />
María Antonieta mientras el<br />
resto <strong>de</strong> niños la acusaban <strong>de</strong><br />
embustera, me dí cuenta <strong>de</strong><br />
que existen lugares en los que<br />
la ilusión y la esperanza <strong>de</strong> un<br />
futuro mejor valen más que el<br />
petróleo, que si hubiera una<br />
bolsa en la que cotizaran estos<br />
valores, la crisis sería literatura<br />
<strong>de</strong> ficción y que, a pesar <strong>de</strong><br />
todo, <strong>com</strong>partir con ellos mi<br />
viaje, me hace <strong>com</strong>probar la<br />
fuerza <strong>de</strong> la expresión <strong>de</strong> moda<br />
<strong>de</strong>l año: yes, we can.