Manual de Asesoría Legal Para Prisioneros - Columbia Law School

Manual de
Asesoría Legal
Para Prisioneros
Primera Edición
CAPÍTULO 5
Habeas Corpus Federal
Columbia
Human Rights
Law Review

110 MANUAL DE ASESORÍA LEGAL PARA PRISIONEROS Cap. 5
Denegación Legal
Un Jailhouse Lawyer's Manual (JLM) y Un
Manual de Asesoría Legal Para
Prisioneros (MALPP) se escriben y se actualiza
por miembros del Columbia Human Rights Law
Review. La ley nos prohíbe dar cualquier tipo
de consejo legal a los presos. La información
no tiene la intención de considerarse consejo
legal o representación y usted la debería de
tomar como tal. Adicionalmente, no debe de
considerarse su uso del JLM o MALPP como
haber creado una relación abogado-cliente
con el personal del JLM o MALPP o con
cualquier persona en Columbia Law School.
Hemos intentado proveer información que sea
actualizada y útil. Sin embargo, como la ley
cambia con frecuencia, no podemos garantizar
que esta información sea actual o correcta.

Cap. 5 HABEAS CORPUS FEDERAL 111
CAPÍTULO 5
HABEAS CORPUS FEDERAL*
A. Introducción
El mandato judicial llamado habeas corpus es un viejo recurso legal que a veces se conoce
como el gran mandato (“Great Writ”). Como preso usted puede disputar su condena o sentencia
solicitando un mandato de habeas corpus (“writ of habeas corpus”) ante la corte federal. Al
solicitar un mandato usted le está pidiendo a la corte que emita una orden para que usted sea
llevado físicamente delante de ella para determinar si su condena o sentencia es ilegal. Un
mandato de habeas puede tener gran alcance porque si la corte acepta el argumento que usted
hace, eso podría resultar en su libertad inmediata, o en que se llevara a cabo un juicio nuevo o
una nueva audiencia para determinar su sentencia. Este capítulo le enseñará más sobre el
mandato de habeas corpus y cómo solicitarlo. Esta parte introductoria explicará algunos
conceptos básicos sobre el habeas federal, y al final de la introducción usted encontrará un
breve resumen de los asuntos que este capítulo trata.
1. ¿Que es el recurso de habeas corpus
Antes de que usted comience a familiarizarse con el habeas federal es importante
asegurarse de que entienda lo que el habeas federal nó es. Tras su condena usted recibirá una
oportunidad de apelar directamente. Para este proceso tiene el derecho de ser representado
por un abogado. Una apelación directa significa que usted tiene el derecho de tomar las
objeciones que usted o su abogado hizo durante el juicio en la corte de primera instancia donde
usted fue condenado y pedir a la corte estatal que está por encima de la corte de primera
instancia que revise las objeciones de nuevo. Para aprender más sobre apelaciones directas,
consulte el Capítulo 4 de este manual.
Si usted pierde su apelación directa, los estados tienen otro procedimiento de apelación del
cual usted puede valerse. Este procedimiento generalmente se conoce como: "state postconviction
proceeding" (proceso estatal posterior a la condena) o "state habeas corpus" (habeas
corpus estatal). El habeas corpus estatal y el habeas corpus federal son dos cosas distintas. El
habeas corpus estatal es lo mismo que una apelación o proceso posterior a su condena estatal;
es un recurso proporcionado por el estado que impuso la condena y está basado en las leyes y
normas del estado. 1
La diferencia entre una apelación directa y un proceso poscondenatorio estatal es que
la apelación directa está generalmente basada totalmente en información contenida en la
transcripción de su caso, mientras que los procesos poscondenatorios pueden estar
basados en información que no está en su transcripción. Por ejemplo, si usted se entera
después del juicio de alguna conducta inapropiada por parte del jurado o del abogado
* Este capítulo fue traducido del inglés por L. Arturo Aguilar-Escamilla, Sergio Latorre y Marco
Palau, con contribución de Kaycee Sullivan. La versión en inglés fue revisada por Archana Prakash y está basada en
versiones anteriores por Edward Smock, Jennifer H. Lin, Reena Sandoval, Allison Rutledge-Parisi, Miriam Lefkowitz,
William Duffy, y Mark Sanders. Un especial agradecimiento a Denise Young, Janice Bergmann y Melissa Rothstein.
1. Para más información sobre procedimientos relacionados a procesos poscondenatorios
estatales, consulte otros capítulos del JLM. Los procesos posteriores a la condena en la Florida, Nueva York y Texas
se describen en el capítulo 36. Recuerde que los habeas estatales son iguales a los procesos poscondenatorios
estatales. En este capítulo se utilizará “proceso estatal poscondenatorio” para referirse a ambos, y cuando vea el
término “habeas” solo, se está hablando del habeas federal.

112 MANUAL DE ASESORÍA LEGAL PARA PRISIONEROS Cap. 5
que llevó el caso contra usted, puede plantear eso en su apelación poscondenatoria. Este
tipo de información no está disponible en su transcripción y por lo tanto no se puede tratar
en la apelación directa porque las apelaciones poscondenatorias estatales se basan en
evidencia exterior y a menudo se conocen como ataques (indirectos) "colaterales" contra
su condena. 2
El habeas federal es totalmente diferente a todos los procesos de apelación que un
estado ofrece. Es una apelación al sistema judicial federal solicitando que se corrijan
errores en su condena estatal. Las peticiones federales de habeas pueden incluir tanto
las demandas que fueron hechas en su apelación directa como las demandas colaterales
que se presentaron en su proceso poscondenatorio, ambos ante una corte estatal. Lo
importante para usted es saber que debe basarse en la ley federal cuando presenta su
petición de habeas. Si usted piensa que su condena o sentencia viola alguna ley federal,
que incluye la constitución de los Estados Unidos, los estatutos federales, y los tratados,
usted entonces puede presentar una petición federal de habeas. Pero no puede alegar
que hubo violaciones de leyes del estado en su petición de habeas federal, solamente
puede alegar que se violó alguna ley federal.
2. ¿Cuándo debe usted presentar una petición de habeas
Generalmente los prisioneros presentan peticiones de habeas federales después de
que han agotado sus apelaciones directas y procesos poscondenatorios. Como los
presos tienen el derecho de ser representados por un abogado en la apelación directa,
usted debe presentar siempre una apelación directa antes que cualquier cosa. Si usted
pierde su apelación directa entonces tiene que decidir si presenta una apelación
poscondenatoria ante una corte estatal. No es necesario seguir este orden, pero la
mayoría de la gente lo sigue porque antes de que usted pueda presentar cualquier
petición de habeas federal, usted debe haber presentado primero esa misma demanda
en una corte estatal. A veces las peticiones de habeas federal incluyen reclamos que no
se incluyeron en la apelación directa. Cuando eso sucede, tiene que dar a la corte del
estado oportunidad de examinar esos reclamos antes de presentarlos en su petición de
habeas federal. Dado que muchas veces usted querrá planteará reclamos que no pudo
plantear en su apelación directa, tendrá que hacerlo en el proceso poscondenatorio
estatal. Este requisito importante de dar a una corte del estado la ocasión de procesar
todos los reclamos que usted planteará en su habeas se llama "agotamiento," y se
examina más detalladamente abajo.
Después de que usted haya acabado su apelación directa, puede ser que encuentre
más errores que ocurrieron durante su juicio. Recuerde que estos errores se pueden
sustentar con información exterior que no está en su transcripción. Si usted desea traer
estos reclamos en su petición federal de habeas, debe primero ir a la corte del estado y
presentar una apelación poscondenatoria en una corte estatal. Si ésta es denegada,
entonces puede presentar una petición federal de habeas corpus. Su habeas entonces
será presentado después de que acabe todas sus apelaciones en cortes estatales. Hay
plazos de tiempo que se aplican a los habeas y empiezan a correr a partir del momento
2. El apéndice C de este capítulo tiene un cuadro útil que explica el proceso de la apelación. Los
primeros tres espacios representan una apelación directa. Los espacios 4, 5 y 6 son para procesos
poscondenatorios estatales, y los espacios 7, 8 y 9 explican el habeas federal. Al final de cada proceso de
apelación verá un espacio titulado "U.S. Supreme Court" (Corte Suprema de los Estados Unidos). Usted
siempre puede pedirle a la Corte Suprema que procese su caso, pero recuerde que no tiene la obligación de
conceder su petición. Si usted le pide a la corte que procese su caso, tendrá que usar el término oficial: “writ
of certiorari.” Luego la Corte Suprema concederá su petición (es decir, procesará su caso) o la negará (no
procesará su caso).

Cap. 5 HABEAS CORPUS FEDERAL 113
en que usted termina sus apelaciones estatales. Estos plazos se examinan más adelante
en la Parte D(1)(d).
3. ¿Qué leyes se aplican al habeas corpus federal
Usted puede encontrar todas las leyes relacionadas al habeas corpus federal en las
secciones 2241-2266 del 28 U.S.C. (“United States Code,” código de los estados unidos).
Los presos estatales deben guiarse por la § 2254 del 28 U.S.C.; 3 los presos federales por
la § 2255 del 28 U.S.C. 4 Además, en los casos en donde el demandado hace frente a la
pena de muerte, los procedimientos especiales descritos en las §§ 2261-2266 del 28
U.S.C. pueden ser utilizados si el estado satisface ciertos estándares. Hay también reglas
especiales que gobiernan los procedimientos para presentar y procesar demandas de
habeas corpus. Éstos se pueden encontrar en las reglas que gobiernan casos bajo la
sección 2254 en las cortes de distrito de Estados Unidos, y las reglas que gobiernan
procedimientos bajo la sección 2255 en las cortes de distrito de Estados Unidos.
El congreso implementó una ley llamada “Antiterrorism and Effective Death Penalty
Act (AEDPA)” el 24 de abril de 1996. Esta ley, traducida al español como la ley de
antiterrorismo y pena de muerte eficaz (AEDPA), cambió drásticamente la ley federal de
habeas corpus, 5 entre ellas las §§ 2244, 2253, 2254, 2255 del 28 U.S.C. Estos cambios
dificultan más el proceso de habeas corpus. Como la AEDPA se promulgó recientemente,
usted debe asegurarse de tener copias actualizadas de la ley. Además, como la AEDPA
es relativamente nueva, todavía está siendo interpretada por las cortes. Es muy
importante que usted verifique, haciendo el llamado Shepardize, la jurisprudencia (los
casos y decisiones de las cortes) que este capítulo cita antes de citarlos en su demanda,
pues la ley relacionada al habeas cambia muy seguido. 6
4. ¿Qué debe usted saber antes de presentar su petición de habeas
El habeas corpus es muy complejo. Diversas cortes siguen diversas reglas, y todavía
se está experimentando con muchas secciones del AEDPA, lo que hace que el habeas
sea más difícil de entender. Eso no significa que usted debe darse por vencido, pero sí
significa que debe tener cuidado. Trate de conseguir un abogado. 7 Pero si no lo logra,
debe leer este capítulo muy cuidadosamente e intentar entender bien las reglas. Para
empezar, hay tres reglas importantes que usted debe saber antes de que continúe
leyendo el resto de este capítulo.
3. Usted es un preso del estado si le encarcelan por un crimen contra una ley de estado. Usted es
un preso federal si le encarcelan por violar una ley federal. La mayoría de los crímenes, incluyendo homicidio
y robo, son crímenes de estado. Algunos crímenes, incluyendo secuestro y ofensas relacionadas a drogas,
pueden violar la ley federal.
4. Vea Hill v. United States, 368 U.S. 424, 426–27, 82 S. Ct. 468, 470–71, 7 L. Ed. 2d 417 (1962)
(explicando que bajo el 28 U.S.C. § 2254 un preso en custodia por una sentencia de una corte federal puede
presentar una petición de habeas en la corte que impuso la sentencia).
5. Pub. L. No. 104-132, 110 Stat. 1214 (1996).
6. Por medio del método llamado “Shepardizing,” usted puede averiguar si una ley ha cambiado.
Vea el capítulo 2 de este manual para una explicación de cómo realizar el “Shepardize” para verificar que la
jurisprudencia (caso) que pretende usar está actualizado.
7. La parte G abajo da más información sobre cómo conseguir un abogado para su petición de
habeas. Usted no tiene derecho a un abogado. Por lo tanto tiene que convencer a la corte que le asigne uno.
Si la corte niega su petición, usted puede escribir su propia petición de habeas y luego pedir un abogado otra
vez después de que la corte haya considerado su petición.

114 MANUAL DE ASESORÍA LEGAL PARA PRISIONEROS Cap. 5
a. Presente su petición dentro de un año a partir de la fecha en que se resolvió su
apelación directa
Si usted presenta una apelación estatal poscondenatoria, esta demora por lo menos
un año para ser procesada. Para más información sobre esto, vea la parte D(1)(d) de
este capítulo. Es muy importante que usted tenga en mente la cuestión del tiempo al
interponer sus recursos legales; esto es de gran importancia.
b. Presente cualquiera y todas sus demandas primero en una corte estatal, y después
en la corte federal.
Esto se llama agotamiento y se explica en más detalle en la parte D(1)(b) abajo. El
punto de este requisito es darle a las cortes del estado la oportunidad de corregir
cualquier violación de la ley federal que pudo haber ocurrido durante su juicio antes de
que usted se queje ante las cortes federales en su petición de habeas. De hecho, si usted
no pide ayuda primero a la corte del estado, la corte federal no procesará sus demandas.
c. Es casi imposible presentar más de una petición de habeas.
Las cortes son muy estrictas con esta regla, y por lo tanto usted tiene solamente una
oportunidad de presentar una petición de habeas bien hecha. Esto significa que usted
tiene que cumplir con todos los plazos, seguir todos los procedimientos de la corte
correctamente, e incluir toda la información necesaria en su primera petición de habeas.
Si usted se equivoca o no toma esto en serio, puede perder el derecho a presentar otra
petición de habeas. Para más información sobre este punto, vea la parte D(1)(e) de este
capítulo.
5. El efecto de la petición de habeas con respecto a su “plea agreement”
(convenio de culpabilidad, o sea, acuerdo mediante el cual usted se declara
culpable de haber cometido una ofensa menor que la ofensa por la que
originalmente se le acusaba)
Desafortunadamente los “plea agreements”—acuerdos mediante los cuales usted se
declara culpable a cambio de recibir una sentencia menor—pueden a veces afectar el
recurso del habeas. 8 Si su condena estuvo basada en un “plea agreement” (acuerdo de
culpabilidad), el recurso del habeas puede no estar disponible para usted. Algunas cortes
federales, incluyendo el décimo circuito y el distrito central de Pennsylvania, han
determinado que en caso de que un desafío posterior a la condena—como lo es el
habeas—resultara exitoso, esto constituiría una contradicción al acuerdo de culpabilidad,
pues este acuerdo se considera un contrato bajo el cual el demandado promete cumplir la
sentencia impuesta sin protesta. Estas cortes anularon los acuerdos de culpabilidad de
los demandados y los condenaron más adelante por las ofensas que se les acusaba
originalmente, y por supuesto más serias. 9 Por lo tanto, si su condena estaba basada
parcialmente en un acuerdo de culpabilidad anterior, usted puede violar ese arreglo
8. Para más información sobre el “plea agreement,” vea el capítulo 38 del suplemento del JLM.
9. Vea United States v. Bunner, 134 F.3d 1000 (10th Cir. 1998); United States v. Viera, 931 F.
Supp. 1224, 1228–29 (M.D. Pa. 1996). Sin embargo vea United States v. Gaither, 926 F. Supp. 50 (M.D. Pa.
1996) (el demandado no violó su acuerdo de culpabilidad (“plea agreement”) al solicitar que se anulara su
condena); DiCesara v. United States, 646 F. Supp. 544 (C.D. Cal. 1986) (el hecho de que se haya anulado la
sentencia correspondiente al “plea agreement” (acuerdo de culpabilidad) no significa que el gobierno se haya
librado de sus obligaciones contractuales bajo tal, y por lo tanto no puede ignorar los demás cargos).

Cap. 5 HABEAS CORPUS FEDERAL 115
anterior si presenta una petición de habeas. Si la corte anula el acuerdo de culpabilidad al
resolver su petición de habeas, el procurador (el abogado quien lo acusa) puede acusarle
de una ofensa que había sido descartada cuando hizo el “plea agreement.” Así que usted
puede terminar en la cárcel otra vez pero bajo distintos cargos. Sin embargo, recuerde
que el estado no puede acusarle de ofensas después de que el plazo para hacerlo (el
“statute of limitations”) haya pasado. 10
Por lo menos una de las Cortes de Distrito en Nueva York ha concluido que el recurso
de habeas no viola los acuerdos de culpabilidad (“plea agreements”). La corte de Nueva
York respondió favorablemente a la petición de habeas sin afectar el acuerdo de
culpabilidad. 11 Es decir, esta corte concluyó que después de que una corte federal haya
puesto en libertad al preso—gracias al habeas—ningún fiscal podrá intentar condenar a
dicho preso por cargos que se descartaron en un acuerdo de culpabilidad. De la misma
manera, el Circuito Noveno concluyó recientemente que el hecho de que su habeas haya
sido favorable no le da derecho a la corte de invalidar la totalidad del acuerdo, ni tampoco
de permitir que el Estado vuelva a enjuiciarle por cargos que se descartaron como
condición del acuerdo de culpabilidad. 12 Si, por ejemplo, su condena está basada en una
serie de cargos, y usted sólo niega uno de ellos, la corte descartaría la decisión y le
impartiría una nueva sentencia en base a las ofensas por las cuales usted se declaró
culpable.
6. ¿Puede Presentarse una Petición a Nombre de Otra Persona
Frecuentemente se permite presentar peticiones a nombre de otra persona. La
persona que puede hacer este tipo de solicitud debe ser cercana a usted, como un
pariente, un amigo, o un abogado. Las cortes normalmente permiten a los padres
presentar peticiones a nombre de sus hijos menores de edad cuando éstos se
encuentran recluidos. 13 A la hora de decidir si hay que establecer la jurisdicción (derecho)
de la persona cercana a usted, las cortes normalmente buscan pruebas de que la
persona presentando la petición realmente esté obrando en beneficio de la persona
detenida. 14 Además, las cortes buscan evidencia de que los terceros están en una
posición mejor para tramitar la petición que la persona detenida. 15 Tales peticiones no se
pueden hacer generalmente contra los deseos de un prisionero adulto y competente. 16
10. Vea United States v. Midgley, 142 F.3d 174 (3d Cir. 1998); United States v. Podde, 105 F.3d
813 (2d Cir. 1997).
11. Vea Rodríguez v. United States, 933 F. Supp. 279 (S.D.N.Y. 1996).
12. Vea United States v. Barron, 172 F.3d 1153 (9th Cir. 1999).
13. Vea Amerson v. Iowa, 59 F.3d 92, 93 n.3 (8th Cir. 1995) (aunque la criatura estaba a cargo del
departamento de servicios humanitarios del Estado, la madre “era y aún es la persona cercana adecuada
para presentar la petición en su nombre [de la criatura], siempre y cuando estén vigentes sus derechos como
madre. . .”), cert. denegada, 516 U.S. 1080, 116 S. Ct. 791, 133 L. Ed. 2d 740 (1996).
14. Vea Whitmore v. Arkansas, 495 U.S. 149, 163, 110 S. Ct. 1717, 1727, 109 L. Ed. 2d 135, 150
(1990).
15. Vea Demosthenes v. Baal, 495 U.S. 731, 733, 110 S. Ct. 2223, 2224, 109 L. Ed. 2d 762, 764
(1990) (per curiam) (a pesar de haber presentado los padres del preso una petición en su nombre, la corte
concluyó que éste tenía la capacidad mental para representarse a sí mismo); Whitmore v. Arkansas, 495 U.S.
149, 110 S. Ct. 1717, 109 L. Ed. 2d 135 (1990) (el preso no logró justificar su papel de “persona cercana”
pues le fue imposible probar que la parte interesada no podía litigar el caso por causa de su incapacidad
mental o por otros motivos); Lonchar v. Thomas, 58 F.3d 588 (11th Cir. 1995) (per curiam) (denegó al
hermano una petición de persona cercana porque el preso decidió, en plena capacidad mental, no utilizar los
recursos; sin embargo, no negó la posibilidad de que el hermano procediera a nombre del preso si éste último
hubiera carecido de capacidad mental).
16. Vea In re Zettlemoyer, 53 F.3d 24 (3d Cir. 1995) (per curiam) (negando la petición del abogado
y la madre del preso debido a su decisión de renunciar, con plena capacidad mental, a la utilización de los

116 MANUAL DE ASESORÍA LEGAL PARA PRISIONEROS Cap. 5
7. ¿Qué le Enseña este Capítulo
Este Capítulo resume la legislación sobre el habeas corpus federal. La parte siguiente
(la Parte B) indica aquello sobre lo cual usted podrá apelar bajo un proceso de habeas.
Además, la Parte B le explica como puede comprobar que sus derechos federales han
sido violados y que tiene derecho a una petición de habeas. La Parte C explica qué es lo
que no se puede alegar en ese tipo de procesos. La Parte D(1) resume los requisitos
esenciales con los cuales los presos Estatales deberán cumplir para que la corte permita
un recurso de habeas corpus. Estos requisitos incluyen: el agotamiento de recursos, los
errores procesales, plazos, y peticiones sucesivas. La Parte D(2) explica el proceso a
seguir por parte de los presos Estatales para presentar el recurso. Aunque la Parte D se
concentra en los presos de Nueva York, estos le ayudarán a darle una idea general sobre
lo que habría que hacer en otros Estados. De cualquier manera, asegúrese de
comprender las reglas que se aplican en el Estado donde usted se encuentra.
La Parte E(1) de este Capítulo explica cuáles son los requisitos más importantes para
los presos federales. La Parte E(2) plantea el procedimiento que deben seguir los presos
federales para presentar una petición. La Parte F estudia la nueva legislación federal de
habeas que afecta ciertos casos de pena de muerte. La Parte G tiene información útil
sobre cómo conseguir un abogado.
En el Apéndice IV hay una lista de los centros a los que puede recurrir para los casos
de pena de muerte y de algunas organizaciones que usted puede contactar para que le
ayuden con su petición de habeas. En el Apéndice A de este capítulo se proporciona un
resumen del proceso de apelación.
B. ¿Qué Reclamos Pueden Presentarse Bajo un Proceso de Habeas
La ley federal de habeas corpus le permite a los presos de las cárceles Estatales y
Federales presentar el mismo tipo de reclamo. Esta parte del Capítulo le dará una idea de
cuáles tipos de reclamaciones puede presentar bajo una petición de habeas y cómo
comprobar que usted tiene derecho a una resolución favorable con respecto de cada
reclamación. Es importante recordar que cualquier reclamación que usted incluya en su
petición de habeas debe ir primero a la corte Estatal. Este requisito, denominado
agotamiento de recursos, se discutirá más detalladamente en la Parte D(1)(b). Por el
momento, recuerde que si se trata de una violación de los derechos reconocidos por las
normas Federales, usted tendrá que acudir primero ante la corte Estatal, y luego podrá
presentar un recurso de habeas federal.
La sección 1 de esta parte explica lo que es una violación constitucional y
proporciona una lista de con diferentes reclamaciones que pueden presentarse en
algunas situaciones comunes. La sección 2 de esta parte explica el estándar para cada
reclamación y describe la manera de determinar cuál estándar es aplicable a su
reclamación. La sección 3 explica cómo tendrá usted que mostrarle a la corte que la
violación en cuestión perjudicó la decisión del jurado, por lo cual usted tiene derecho al
recurso de habeas. Por último, la sección 4 explica cuál estándar gobierna su petición de
habeas corpus.
recursos; sin embargo, no se descartó la posibilidad de que el abogado procediera a nombre del preso si el
preso hubiera carecido de capacidad mental).

Cap. 5 HABEAS CORPUS FEDERAL 117
1. Ejemplos de Violaciones a sus Derechos Constitucionales
Antes de obtener el recurso de habeas corpus, usted tendrá que demostrarle a la
corte que sus derechos bajo la constitución han sido violados al ponerlo en prisión. 17
Usted no puede alegar que al recluirlo se han violado derechos del Estado, ya sean de la
constitución del estado o leyes estatales; recuerde que sólo podrá presentar una petición
de habeas si ha ocurrido una violación a sus derechos Federales. La manera de cumplir
con este requisito es demostrando que o la policía, el fiscal, el abogado defensor, o el
juez procedieron (o fueron incapaces de proceder) de tal forma que sus derechos
constitucionales fueron violados. Una violación constitucional puede darse si durante su
arresto, juicio, o sentencia se violó alguna de las reglas constitucionales. Para saber
cuáles son sus derechos constitucionales, consulte las enmiendas a la Constitución. Es
recomendable leer las enmiendas, pero tenga en cuenta que para entender lo que
realmente significan en la práctica será necesario leer también algunas decisiones de las
cortes. La lista que se da más adelante incluye ejemplos específicos de violaciones
constitucionales; usted deberá leerla para entender mejor lo que es una violación de
derechos constitucionales. Revise todo lo correspondiente a la detención, juicio y
sentencia para ver si descubre errores similares en su caso. Si usted tiene la
transcripción (escrito de todo lo ocurrido) de su juicio, utilícelo para buscar posibles
errores, especialmente aquellos relacionados a las objeciones que su abogado pudo
haber hecho. Además, trate de recordar bien su juicio, los momentos que usted sintió que
se cometió algún tipo de injusticia. La clave es tratar de recordar los hechos injustos y ver
si constituyen una violación a sus derechos constitucionales. A continuación está una lista
con algunas violaciones constitucionales:
(1) A usted se le prometió inmunidad a cambio de su testimonio ante el jurado y sin
embargo, el jurado utilizó dicho testimonio en su contra, violándose así su derecho de
protección contra la autoincriminación (el incriminarse a uno mismo por medio de las
declaraciones que uno hace) que le garantiza la Quinta Enmienda Constitucional; 18
(2) Usted fue obligado a declarar ante un jurado, violando así su derecho a ser protegido
contra la autoincriminación, derecho que le garantiza la 5a Enmienda Constitucional; 19
17. 28 U.S.C. § 2254(a) (2000). Debido a que el derecho Federal no gobierna los procedimientos
penales Estatales, usted tendrá que comprobar que su detención representa una violación constitucional, es
decir, una violación a la Constitución de los Estados Unidos. En sus peticiones de habeas corpus, muchos
presos estatales intentan alegar que se ha violado el derecho o el procedimiento Estatal. Sin embargo,
solamente puede presentar un reclamo en su petición por violación a sus derechos estatales si esta violación
resulta en una violación a sus derechos constitucionales.
18. Los testigos que declaren ante el jurado indagatorio podrán recibir dos tipos de inmunidad.
“Inmunidad transaccional” (transactional immunity en inglés), que le da al posible acusado inmunidad total
contra la prosecución por cualquier delito que se relacione con el incidente en cuestión. Por otra parte, la
“inmunidad contra el uso del testimonio” (use immunity en inglés) garantiza que el gobierno no usará las
declaraciones del acusado en su contra durante cualquier procedimiento que pudiera llevarse a cabo. Vea
Kastigar v. United States, 406 U.S. 441, 92 S. Ct. 1653, 32 L. Ed. 2d 212 (1972). Vea también United States
v. DiBernardo, 880 F.2d 1216 (11th Cir. 1989) (afirmando la decisión de la corte de distrito que concedió al
preso un juicio nuevo ya que el juicio de este había sido injusto por el hecho de que el fiscal le obligó hacer
declaraciones en violación a sus derechos constitucionales bajo la Quinta Enmienda a la constitución); United
States ex rel. Gasparino v. Butler, 398 F. Supp. 127 (S.D.N.Y. 1974) (donde la corte concluyó que al acusado
se le había otorgado “inmunidad contra el uso del testimonio” y que ninguna de sus declaraciones ante el
jurado indagatorio habían sido utilizadas en su contra durante el juicio; como no se le había otorgado total
inmunidad transaccional, se mantuvo vigente la condena). Pero tenga en cuenta que muy rara vez se permite
el habeas por este motivo.
19. Vea United States v. Mandujano, 425 U.S. 564, 574, 96 S. Ct. 1768, 1775, 48 L. Ed. 2d 212
(1976). Sin embargo vea Kastigar v. United States, 406 U.S. 441, 92 S. Ct. 1653, 32 L. Ed. 2d 212 (1972)
(concluyendo que el concederle inmunidad contra “el uso” (es decir, “use limitation” en inglés) a un acusado

118 MANUAL DE ASESORÍA LEGAL PARA PRISIONEROS Cap. 5
(3) Quedaron excluidos del jurado miembros de clases minoritarias—afro-americanos,
mujeres, latinos, etc.—violándose así la Decimocuarta (14a) Enmienda a la
Constitución; 20
(4) Al haber sido usted condenado, se violó el derecho contra el doble enjuiciamiento
(“double jeopardy” en inglés) que le reconoce la Quinta Enmienda Constitucional. Esto
quiere decir que usted fue condenado por un delito cuando ya había sido enjuiciado
por ese mismo delito en el mismo Estado, 21 o se le enjuició por segunda vez luego de
que una corte revocó su condena anterior, porque las pruebas del primer juicio fueron
insuficientes. En términos generales, se considera que el ser enjuiciado más de una
vez por el mismo delito es una violación a sus derechos constitucionales; 22
basta para establecer que la declaración fue voluntaria, aunque el acusado alegue que está protegido contra
la autoincriminación por la fuerza).
20. Vea Campbell v. Louisiana, 523 U.S. 392, 118 S. Ct. 1419, 140 L. Ed. 2d 551 (1998) (un
acusado blanco, condenado por un jurado de sólo blancos, quien alegó que los miembros del jurado habían
sido seleccionados de manera discriminatoria, se encuentra en condiciones de anular su condena por
violación al proceso judicial, aunque el reclamo esté basado en la exclusión de personas afro-americanas del
jurado indagatorio); Vásquez v. Hillery, 474 U.S. 254, 106 S. Ct. 617, 88 L. Ed. 2d 598 (1986) (habeas
favorable donde se había hecho una reclamación por violación del derecho a la igualdad de protección
(“equal protection” en inglés), ya que la acusación formal había sido emitida por un jurado indagatorio
compuesto de sólo blancos); Jefferson v. Morgan, 962 F.2d 1185 (6th Cir. 1992) (habeas favorable donde el
juez excluyó sistemáticamente a afro-americanos del jurado en violación de las garantías de “equal
protection” (igualdad de protección) bajo la cláusula constitucional relacionada al debido proceso (“due
process” en inglés)—la 14ª enmienda); Johnson v. Puckett, 929 F.2d 1067 (5th Cir. 1991) (permitió el habeas
de un preso afro-americano en el que se anuló su condena, ya que, conforme a la Enmienda Decimocuarta
(14ª) de la Constitución, la selección del jurado violó su derecho a la igualdad de protección. La razón por
esto es que los miembros del jurado resultaron ser todos blancos y el gobierno no pudo comprobar que no
fue resultado de discriminación racial). No obstante, vea Hobby v. United States, 468 U.S. 339, 354, 104 S.
Ct. 3093, 3101, 82 L. Ed. 2d 260, 273 (1984) (la discriminación en lo referente a la selección del presidente
del jurado, a diferencia de la discriminación en lo referente a la selección del jurado mismo, no es una
violación a los derechos que el debido proceso le da al acusado).
21. Vea Crist v. Bretz, 437 U.S. 28, 98 S. Ct. 2156, 57 L. Ed. 2d 24 (1978) (estableciendo que la
norma Federal que prohíbe el doble enjuiciamiento, la cual es aplicable al momento en que los miembros del
jurado pronuncian su juramento a la verdad y pasan a conformar el jurado, predomina sobre la norma del
Estado de Montana, que no es aplicable hasta que el primer testigo hace su juramento a la verdad); Green v.
United States, 355 U.S. 184, 78 S. Ct. 221, 2 L. Ed. 2d 199 (1957) (sosteniendo que cuando las instrucciones
al jurado sobre los delitos por los que se le acusa al detenido incluyen homicidio de primer grado
(premeditado) y homicidio de segundo grado (no premeditado), y el jurado al condenar al acusado por
homicidio de segundo grado no menciona nada sobre homicidio de primer grado, el acusado no podrá ser
jamás enjuiciado por homicidio de primer grado); Love v. Morton, 112 F.3d 131 (3d Cir. 1997) (confirmó el uso
del habeas corpus tras la condena en un segundo juicio, luego de que el juez de primera instancia se declaró
incapaz de proceder y, sin consultar a los abogados, declaró el juicio nulo, aunque el jurado ya había
pronunciado su juramento); Terry v. Potter, 111 F.3d 454 (6th Cir. 1997) (ya que la condena por asesinato
intencional fue revocada y el primer jurado fue despedido sin que éste hubiera condenado por homicidio
premeditado, se estableció que al solicitante no podría ser enjuiciado otra vez por homicidio premeditado);
United States ex rel. Hetenyi v. Wilkins, 348 F.2d 844 (2d Cir. 1965) (permitió el recurso de habeas corpus
porque existía la posibilidad de perjudicar al solicitante en su tercer juicio, ya que se le había procesado y
acusado formalmente de asesinato en primer grado, a pesar de que había presentado y triunfado en la
apelación correspondiente a la condena del primer juicio por asesinato en segundo grado).
22. Vea Hudson v. Louisiana, 450 U.S. 40, 101 S. Ct. 970, 67 L. Ed. 2d 30 (1981) (donde se
estableció que el haber sentenciado al solicitante, después de que el juez de primera instancia permitió que
empezara un nuevo juicio luego de determinar que la evidencia para justificar la condena era insuficiente, fue
una violación a la protección sobre el doble enjuiciamiento); Greene v. Massey, 437 U.S. 19, 98 S. Ct. 2151,
57 L. Ed. 2d 15 (1978) (estableciendo que la cláusula de Protección contra el Doble Enjuiciamiento impide
volver a enjuiciar al acusado una vez que la corte de segunda instancia haya determinado que las pruebas
presentadas durante el juicio han sido insuficientes para justificar la condena por parte del jurado); Simpson
v. Florida, 403 U.S. 384, 91 S. Ct. 1801, 29 L. Ed. 2d 549 (1971) (estableciendo que la fiscalía no podía
basarse en la condena revocada de un juicio anterior para buscar la condena en un segundo juicio y que el
acusado gozaba de la protección de la cláusula contra el doble enjuiciamiento, a menos que la absolución
previa por parte del jurado se hubiera basado en algo distinto a lo que el acusado deseaba que no se tomara
en cuenta); Vogel v. Pennsylvania, 790 F.2d 368 (3d Cir. 1986) (se permitió el recurso de habeas corpus

Cap. 5 HABEAS CORPUS FEDERAL 119
(5) Usted se declaró culpable de manera involuntaria, lo cual constituye una violación del
derecho al debido proceso que le reconoce la Enmienda Decimocuarta (14ª) de la
Constitución; 23
(6) A usted se le negó el derecho que le reconoce la Enmienda Decimocuarta de la
Constitución de someterse a las pruebas que determinan si tiene o no capacidad
procesal (la capacidad mental para ser procesado), si tiene la capacidad mental para
renunciar la representación de un abogado, o si tiene la capacidad mental para
declararse culpable; 24
argumentando que un tercer juicio era violatorio a la protección contra el doble enjuiciamiento, ya que el
Estado no podía volver a enjuiciar al solicitante si la condena se había revocado bajo apelación por no haber
suficientes pruebas); Wingate v. Wainwright, 464 F.2d 209 (5th Cir. 1972) (se permitió el recurso de habeas
en base a que los cargos anteriores, de los cuales ya se había absuelto al solicitante, no podrían presentarse
o litigarse de nuevo después del juicio).
23. Vea Arizona v. Fulminante, 499 U.S. 279, 111 S. Ct. 1246, 113 L. Ed. 2d 302 (1991) (se
reconoció que la confesión había sido involuntaria, obtenida con amenazas de violencia, lo cual representa el
incumplimiento de los requisitos procesales; así, la confesión resultó inadmisible desde el punto de vista
constitucional); Miller v. Fenton, 474 U.S. 104, 106 S. Ct. 445, 88 L. Ed. 2d 405 (1985) (en un proceso de
habeas corpus, el que una declaración se considere o no voluntaria es una cuestión que se analiza bajo las
reglas de derecho, no de hecho, y requiere consideración independiente). En el caso Miller, la policía obtuvo
la confesión del solicitante, quien tenía problemas mentales, diciéndole que si se declaraba culpable, en lugar
de castigarlo se le proporcionaría atención médica. Vea también Davis v. North Carolina, 384 U.S. 737, 86 S.
Ct. 1761, 16 L. Ed. 2d 895 (1966) (el solicitante se declaró culpable involuntariamente; por lo tanto, su
confesión resultó inadmisible desde el punto de vista constitucional; en este caso, la policía detuvo al preso
en una celda y lo interrogó repetidamente por 16 días, casi sin darle de comer); Kordenbrock v. Scroggy, 919
F.2d 1091 (6th Cir. 1990) (la confesión resultó inválida, ya que se obtuvo a pesar de que el acusado expresó
su deseo de guardar silencio y fue producto de amenazas por parte de la policía de que esta encarcelaría a la
novia del acusado); United States ex rel. Lewis v. Henderson, 520 F.2d 896 (2d Cir. 1975) , cert. denegada,
423 U.S. 998, 96 S. Ct. 429, 46 L. Ed. 2d 373 (1975) (la confesión del apelante resultó involuntaria, ya que la
policía lo detuvo durante 38 horas sin advertirle que tenía derecho a guardar silencio y que tenía derecho a
ser representado por un abogado, lo mantuvo sin comer ni dormir, y le hizo promesas falsas, impidiéndole ver
a un abogado o a amigos hasta que confesara).
24. La Corte Suprema estableció que la prueba (“test”) para decidir si hay capacidad procesal es la
misma en los tres casos. Es decir, si se decide que un acusado tiene capacidad procesal, seguramente
tendrá la capacidad mental para renunciar la representación de un abogado y para declararse culpable. Vea
Godinez v. Moran, 509 U.S. 389, 113 S. Ct. 2680, 125 L. Ed. 2d 321 (1993). El acusado en Godinez despidió
a sus abogados y se declaró culpable. Resultó condenado y la posibilidad de apelación le fue negada.
Entonces el acusado presentó una petición de habeas en la que alegaba que el tribunal de primera instancia
había violado su derecho al debido proceso por no haberle hecho pruebas de competencia procesal antes de
haber renunciado la representación de un abogado y de haberse declarado culpable. Y aunque el tribunal de
primera instancia había entablado una audiencia para establecer su capacidad procesal, en ningún momento
se evaluó la capacidad mental del acusado para renunciar la representación de un abogado y declararse
culpable. De todos modos el tribunal de primera instancia cumplió con el debido proceso y estuvo justificado
en denegar la petición de habeas corpus presentada por el acusado. Vea también Cooper v. Oklahoma, 517
U.S. 348, 369, 116 S. Ct. 1373, 1384, 134 L. Ed. 2d 498 (1996) (el derecho Estatal no puede dar por hecho
que el acusado tiene capacidad procesal, a menos de que pruebe la carencia de tal capacidad con evidencia
clara y convincente (“clear and convincing evidence”), porque si no violaría el debido proceso); Drope v.
Missouri, 420 U.S. 162, 171–72, 95 S. Ct. 896, 903–04, 43 L. Ed. 2d 103 (1975) (en vista del comportamiento
extraño del solicitante a lo largo del juicio, durante el cual incluso intentó suicidarse, se generó suficiente
razón para establecer su incompetencia procesal; a partir de allí, lo correcto fue suspender el juicio hasta que
pudiera llevarse a cabo la evaluación); Pate v. Robinson, 383 U.S. 375, 385, 86 S. Ct. 836, 842, 15 L. Ed. 2d
815 (1966) (las pruebas presentadas durante el juicio ante la corte Estatal establecieron que el solicitante
tenía derecho a pedir una audiencia de competencia procesal; sin embargo, como la corte no evaluó el caso,
se le negó al solicitante su derecho a un juicio justo); Reynolds v. Norris, 86 F.3d 796 (8th Cir. 1996) (el
hecho de no haber llevado a cabo una audiencia de competencia procesal adicional fue una violación al
debido proceso, ya que había suficientes pruebas, incluyendo el testimonio incoherente del propio preso y la
opinión de un medico, de que éste sufría de alucinaciones); Blazak v. Ricketts, 1 F.3d 891, 897 (9th Cir.
1993) cert. denegada, 511 U.S. 1097, 103 S. Ct. 184, 74 L. Ed. 2d 149 (1994) (el hecho de que la corte de
primera instancia no celebrara la audiencia de competencia procesal fue violatorio del derecho del solicitante
al debido proceso); Bouchillon v. Collins, 907 F.2d 589 (5th Cir. 1990) (había suficientes pruebas, en actas y
en forma de declaraciones testimoniales, para comprobar que el apelante sufría de trastornos inducidos por

120 MANUAL DE ASESORÍA LEGAL PARA PRISIONEROS Cap. 5
(7) Las declaraciones que usted hizo ante el psicólogo o psiquiatra social (es decir, de
una dependencia del gobierno) quien le examinaba, bajo orden judicial, luego fueron
utilizadas en su contra, lo cual es una violación a sus derechos bajo la 5ª y la 14ª
Enmiendas Constitucionales, las cuales le protegen contra la autoincriminación; 25
(8) El acuerdo de culpabilidad resultó inconstitucional porque usted se declaró culpable
contra su voluntad, 26 se violó dicho acuerdo, 27 o se declaró culpable sin entender los
cargos en su contra 28 o las consecuencias de su declaración; 29
estrés pos-traumático, y que tenía un historial de hospitalizaciones psiquiátricas, lo cual justificaba su
carencia de competencia procesal al momento de declararse culpable).
25. Vea Satterwhite v. Texas, 486 U.S. 249, 108 S. Ct. 1792, 100 L. Ed. 2d 284 (1988) (como al
acusado no se le reconoció el derecho de consultar a su abogado antes de someterse al examen psiquiátrico,
se decidió que el admitir testimonio sobre dicho examen no constituía error inofensivo (o sea, que no fue
“harmless error”)); Estelle v. Smith, 451 U.S. 454, 467–69, 101 S. Ct. 1866, 1875–76, 68 L. Ed. 2d 359, 372
(1981) (las declaraciones proporcionadas por el acusado durante la evaluación psiquiátrica que le ordenó la
corte no podían admitirse en un juicio de pena de muerte, ya que al acusado en ningún momento se le
advirtió que, conforme a la Quinta Enmienda Constitucional, gozaba de protección contra la autoincriminación
forzada); compare Buchanan v. Kentucky, 483 U.S. 402, 107 S. Ct. 2906, 97 L. Ed. 2d 336 (1987) (la fiscalía
podrá utilizar el informe psicológico únicamente para refutar las pruebas psicológicas del solicitante).
26. Vea Fontaine v. United States, 411 U.S. 213, 93 S. Ct. 1461, 36 L. Ed. 2d 169 (1973) (el
solicitante tenía derecho a una audiencia para establecer si su declaración de culpabilidad había sido
voluntaria aunque había dicho en una audiencia pública que su declaración había sido voluntaria y bien
informada); Machibroda v. United States, 368 U.S. 487, 82 S. Ct. 510, 7 L. Ed.2d 473 (1962) (el solicitante
tenía derecho a una audiencia para determinar si su declaración de culpabilidad, basada en promesas que la
fiscalía luego no cumplió, había sido involuntaria); Fair v. Zant, 715 F.2d 1519 (11th Cir. 1983) (la declaración
de culpabilidad del acusado no pudo haber sido voluntaria ni bien informada; el juez de primera instancia le
dijo al acusado que podría declararse culpable primero, y luego, si no quedaba conforme con la pena
impartida, podría retirar su declaración de culpabilidad; pero el juez le impidió retirar la declaración después
de condenarlo); United States ex rel. Hill v. Ternullo, 510 F.2d 844 (2d Cir. 1975) (el apelante tenía derecho a
una audiencia ya que su declaración de culpabilidad se había basado en la promesas de su abogado que su
sentencia sería más corta que la que requería el gobierno si se declaraba culpable).
27. Vea Blackledge v. Allison, 431 U.S. 63, 97 S. Ct. 1621, 52 L. Ed. 2d 136 (1977) (el
incumplimiento con el acuerdo de culpabilidad por parte del estado justifica el habeas corpus); Santobello v.
New York, 404 U.S. 257, 92 S. Ct. 495, 30 L. Ed. 2d 427 (1971) (los acuerdos de culpabilidad basados en
promesas de la fiscalía, incluyendo promesas que la fiscalía no hará recomendaciones con respecto a la
sentencia, tienen que cumplirse); Innes v. Dalsheim, 864 F.2d 974 (2d Cir. 1988) (la corte de primera
instancia tiene que informarle al acusado que si se declara culpable y es detenido posteriormente se le
impondrá una condena más seria y sentencia más larga, y le será prohibido retirar su declaración de
culpabilidad); Johnson v. Beto, 466 F.2d 478 (5th Cir. 1972) (el acusado tenía derecho a que se le impartiera
una nueva sentencia o a que retirara su declaración de culpabilidad, ya que el gobierno había inducido la
declaración al ofrecerle una pena más leve que la que dispuso ante el jurado).
28. Vea Marshall v. Lonberger, 459 U.S. 422, 436, 103 S. Ct. 843, 852, 74 L. Ed. 2d 646 (1983) (la
declaración de culpabilidad será considerada involuntaria a menos que al acusado haya sido “notificado
oficialmente sobre la verdadera naturaleza de los cargos en su contra”); Henderson v. Morgan, 426 U.S. 637,
96 S. Ct. 2253, 49 L. Ed. 2d 103 (1976) (como el abogado defensor y la corte de primera instancia no le
explicaron al acusado los elementos básicos de la ofensa denominada “asesinato en el segundo grado,” la
declaración de culpabilidad fue involuntaria); Smith v. O’Grady, 312 U.S. 329, 61 S. Ct. 572, 85 L. Ed. 859
(1941) (el acusado debe ser notificado oficialmente de los cargos en su contra); United States v. Andrades,
169 F.3d 131 (2d Cir. 1999) (la declaración de culpabilidad resultó inválida porque el acusado no entendió la
naturaleza de los cargos en su contra); Dickerson v. Vaughn, 90 F.3d 87 (3d Cir.1996) (el solicitante tenía
derecho al recurso de habeas, ya que su declaración de nolo contendere fue resultado de la asesoría ineficaz
de su abogado). La Ley de Intérpretes, 28 U.S.C. §§ 1827, 1828 (1994), le exige a la corte proporcionar un
intérprete capaz a todo acusado que no hable inglés. Vea también United States v. Mosquera, 816 F. Supp.
168 (E.D.N.Y. 1993), aff’d 48 F.3d 1214 (2d Cir. 1994) (estableciendo requisitos para la traducción en casos
donde el acusado no habla inglés). También vea el capítulo 11 de este manual, titulado “Su Derecho a un
Intérprete y a Recibir Servicios de Traducción.”
29. Vea Marvel v. United States, 380 U.S. 262, 85 S. Ct. 953, 13 L. Ed. 2d 960 (1965) (exigiendo
una nueva audiencia porque el juez de primera instancia no le había informado correctamente al solicitante
cuál era la máxima pena posible); United States ex rel. Leeson v. Damon, 496 F.2d 718 (2d Cir. 1974)
(anulando la sentencia porque el apelante no había entendido que su declaración de culpabilidad podría
resultar en cinco años en un reformatorio, en lugar de un período de cárcel relativamente más corto); Jones v.

Cap. 5 HABEAS CORPUS FEDERAL 121
(9) La fila de sospechosos que se utilizó para identificarlo a usted fue demasiado
sugestiva de su culpabilidad (o sea, no fue imparcial); 30
(10) Su abogado lo representó de manera ineficaz en el juicio; 31
(11) Su abogado no presentó apelación tras la conclusión del juicio; 32
United States, 440 F.2d 466 (2d Cir. 1971) (el acusado tenía derecho a una audiencia para determinar si
verdaderamente sabía la máxima pena posible cuando se declaró culpable, o, en caso de no saberlo, si de
todos modos se habría declarado culpable).
30. Todo proceso que sea más sugestivo de lo permitido viola su derecho al debido proceso según
la Decimocuarta (14ª) Enmienda a la Constitución. La Corte Suprema ha establecido que tomará en cuenta
“la totalidad de las circunstancias” para ver si existe una violación a sus derechos. Manson v. Brathwaite, 432
U.S. 98, 114, 97 S. Ct. 2243, 53 L. Ed. 2d 140 (1977) (para toda identificación del acusado que ocurre fuera
de una corte, el acusado tendrá derecho a un remedio de habeas si hubo una alta posibilidad de
identificación errónea que ocasionó un daño irreparable). Vea también Scott v. Maggio, 695 F.2d 916, 921
(5th Cir. 1983). Vea Neil v. Biggers, 409 U.S. 188, 93 S. Ct. 375, 34 L. Ed. 2d 401 (1972). La Corte ha
establecido cuatro factores para determinar si la identificación es confiable a pesar de haber sido sugestiva.
Entre los factores están: la oportunidad que tuvo el testigo de ver al acusado al momento de cometer el delito;
el grado de atención que el testigo prestó; la precisión de la identificación previa; y la cantidad de tiempo que
pasó entre el crimen y la identificación. En Manson, la policía le mostró al testigo una sola fotografía para la
identificación. No obstante, la Corte Suprema decidió que el proceso de identificación no había sido más
sugestivo de lo permitido, ya que el testigo, un agente de la policía no-uniformado, no sólo vio claramente al
sospechoso sino que lo describió con precisión, y parecía estar muy seguro de su identificación. Manson, 432
U.S. 98, 114–15, 97 S. Ct. 2243, 2253, 53 L. Ed. 2d 140 (1977); Cossell v. Miller, 229 F.3d 649 (7th Cir. 2000)
(determinó que la identificación del solicitante por parte de la víctima en pleno juicio no fue lo suficientemente
confiable ni objetiva como para ser admisible ); Dickerson v. Fogg, 692 F.2d 238 (2d Cir. 1982) (determinó
que la identificación llevada a cabo en pleno juicio no era tan confiable como otra identificación que se había
llevado a cabo antes del juicio; fue necesario tomar en cuenta estos cinco factores: la víctima no pudo ver al
delincuente cuando se cometió el delito, la víctima no pudo fijarse bien en el acusado, la descripción de la
víctima fue inexacta, la víctima se veía insegura, y la identificación no ocurrió inmediatamente después de
que se cometió el delito).
31. Strickland v. Washington, 466 U.S. 668, 104 S. Ct. 2052, 80 L. Ed. 2d 674 (1984) (establece el
estándar federal para determinar cuando la representación de un abogado es ineficaz). Una de las peticiones
de habeas que tiene mayor éxito es la que se basa en la representación ineficaz. La Parte B(2) de este
Capítulo enumera algunos motivos por los cuales se puede considerar que la representación de un abogado
es ineficaz. Vea, e.g., Kimmelman v. Morrison, 477 U.S. 365, 106 S. Ct. 2574, 91 L. Ed. 2d 305 (1986)
(sosteniendo que es posible presentar el recurso de habeas corpus ante una corte federal de distrito); Cossell
v. Miller, 229 F.3d 649 (7th Cir. 2000) (determinó que la identificación del solicitante por parte de la víctima en
pleno juicio no fue lo suficientemente confiable ni objetiva como para ser admisible, y que, por lo tanto, la
representación del abogado defensor fue ineficaz porque no hizo ninguna objeción a la identificación, y
además el Estado no aplicó correctamente el derecho Federal cuando ignoró el reclamo del solicitante por
haber recibido asesoría jurídica ineficaz); Brown v. Myers, 137 F.3d 1154 (9th Cir. 1998) (el abogado
defensor no llevó a cabo ninguna investigación ni presentó los testimonios que estaban a su disposición y
que hubieran sustentado la defensa del solicitante); Alston v. Garrison, 720 F.2d 812 (4th Cir. 1983)
(determinó que al acusado se le había negado la posibilidad de recibir asesoría legal eficaz, ya que su
abogado no hizo ninguna objeción a la admisión de ciertas pruebas indicando que el acusado había ejercido
su derecho a guardar silencio). Vea el capítulo 39 del JLM para más información sobre ayuda ineficaz de un
abogado.
32. Este es uno de los reclamos por asesoría ineficaz de su abogado que la Corte Suprema
reconoció en Roe v. Flores-Ortega, 528 U.S. 470, 120 S. Ct. 1029, 145 L. Ed. 2d 985 (2000). La Corte
Suprema estableció que la constitución requiere que el abogado le explique al acusado el proceso de
apelación si hay razón para pensar que el acusado, una persona razonable, tiene la intención de apelar, o si
el acusado ha demostrado que él o ella está interesado(a) en presentar una apelación. Roe v. Flores-Ortega,
528 U.S. 470, 480, 120 S. Ct. 1029, 1036, 145 L. Ed. 2d (2000). El acusado debe demostrar que si su
abogado le hubiera presentado el tema de la apelación, el acusado hubiera presentado una apelación. Roe v.
Flores-Ortega, 528 U.S. 470, 484, 120 S. Ct. 1029, 1038 (2000). Vea Restrepo v. Kelly, 178 F.3d 634 (2d Cir.
1999) (sosteniendo que el abogado defensor violó el derecho a asesoría legal eficaz que establece la
Constitución al no presentar la apelación a tiempo, a pesar de que el solicitante le pidió varias veces que la
presentara); Alston v. Garrison, 720 F.2d 812, 816 (4th Cir. 1983) (“Los abogados defensores tienen un alto
control sobre el contenido de una apelación; en casos como éste, donde el abogado que litigó ante la corte
de primera instancia también presentó la apelación, no es probable que se alegue asesoría jurídica ineficaz
como posible error procesal al momento de presentar una apelación.”).

122 MANUAL DE ASESORÍA LEGAL PARA PRISIONEROS Cap. 5
(12) Su abogado lo representó de manera ineficaz durante la apelación directa (la primera
apelación a que usted tiene derecho); 33
(13) Usted ha sido acusado de un delito después de vencerse el plazo estipulado por la ley
de prescripción (en inglés, “statute of limitations,” que significa el plazo dentro del cual
usted puede ser acusado de haber cometido algún crimen); 34
(14) A usted se le negó el derecho reconocido por la Sexta Enmienda Constitucional a ser
enjuiciado de manera razonable y dentro de un plazo justo; 35
(15) A usted se le negó el derecho, reconocido por la Quinta y la Sexta Enmienda
Constitucional, de ser representado por un abogado. Ejemplos de violaciones de este
33. Vea Cannon v. Berry, 727 F.2d 1020 (11th Cir. 1984) (resolviendo la petición de habeas
favorablemente donde el abogado defensor no entregó la apelación a la corte, lo cual constituye asesoría
legal ineficaz). Usted tiene derecho al recurso de habeas corpus por asesoría legal ineficaz sólo cuando la
Constitución reconoce el derecho a ser representado por un abogado. Por lo tanto, para usar este recurso, la
asesoría ineficaz tiene que haber ocurrido durante el juicio o la apelación directa, ya que la Constitución no
reconoce el derecho a ser representado por un abogado en todos los procesos posteriores a la condena. Vea
Coleman v. Thompson, 501 U.S. 722, 754, 111 S. Ct. 2546, 2567, 115 L. Ed. 2d 640, 672 (1991) (citando a
Murray v. Carrier, 477 U.S. 478, 488, 106 S. Ct. 2639, 91 L. Ed. 2d 397 (1986)). No obstante, la Constitución
reconoce que los acusados indigentes tienen derecho a ser asesorados eficazmente sobre la ley en el
proceso de apelación después de la condena, proceso al cual toda persona condenada tiene derecho, y el
cual normalmente se lleva a cabo ante una corte estatal de segunda instancia. Evitts v. Lucey, 469 U.S. 387,
105 S. Ct. 830, 83 L. Ed. 2d 821 (1985); Douglas v. California, 372 U.S. 353, 357–58, 83 S. Ct. 814, 817, 9 L.
Ed. 2d 811, 815 (1963); Mason v. Hanks, 97 F.3d 887, 902 (7th Cir. 1996) (“Si estamos seguros de que el
solicitante hubiera triunfado en su apelación en base a una cuestión de derecho estatal que su abogado
ignoró, ya que esto sería un error obvio y significativo, nos vemos obligados a concluir... que la apelación
violó el derecho al debido proceso y la condena será anulada.” Violar el derecho al debido proceso significa
que el acusado ha recibido trato fundamentalmente injusto). Para más información sobre la ayuda ineficaz
vea el capítulo 39 del JLM.
34. El plazo estipulado por la ley de prescripción (“statute of limitations”) es un período de tiempo
específico, establecido por el gobierno, después del cual el gobierno no podrá enjuiciar a una persona a
quien se sospecha de haber cometido un delito. Los períodos de prescripción varían conforme al delito. El
plazo del que se habla aquí no es igual al derecho a un juicio justo y sin demora, reconocido por la Sexta
Enmienda Constitucional. El plazo estipulado por la ley de prescripción comienza el momento en que se
comete el delito, y no puede detenerse. El plazo estipulado por la Sexta Enmienda Constitucional (de recibir
un juicio justo y sin demora) comienza en el momento en que usted es acusado formalmente; y es un
derecho que usted puede abandonar. Para más información sobre el derecho a un juicio justo y sin demora,
vea el capítulo 28 del JLM.
35. Vea Klopfer v. North Carolina, 386 U.S. 213, 87 S. Ct. 988, 18 L. Ed. 2d 1 (1967) (un estado no
podrá posponer un juicio indefinidamente, ni cuando el acusado está libre). Sin embargo vea Barker v. Wingo,
407 U.S. 514, 530, 92 S. Ct. 2182, 2192, 33 L. Ed. 2d 101 (1972) (donde el acusado no quería un juicio
rápido y no fue seriamente perjudicado por la demora, una demora de cinco años entre la detención y el juicio
no violó los derechos del acusado bajo la sexta (6a) enmienda a la Constitución); United States v. Marion,
404 U.S. 307, 92 S. Ct. 455, 30 L. Ed. 2d 468 (1971) (el derecho de la Sexta Enmienda de recibir un juicio
justo y sin demora comienza a partir del momento en que usted es acusado de un delito, lo cual ocurre
generalmente cuando el Gran Jurado (“Grand Jury”) le acuse formalmente). Para poder decidir si a un
acusado se le ha negado el derecho de recibir un juicio justo y sin demora, las cortes consideran cuatro
factores: 1) que tan larga fue la demora; 2) el motivo por la demora; 3) si el acusado solicitó que se le diera
un juicio justo y sin demora; y 4) si la demora perjudicó o no al acusado. La Corte Suprema también
consideró el derecho a un juicio justo y sin demora en el caso Reed v. Farley, 512 U.S. 339, 114 S. Ct. 2291,
129 L. Ed. 2d 277 (1994). En Reed, un preso Federal fue trasladado a una prisión estatal en Indiana para ser
enjuiciado bajo cargos estatales. El traslado se hizo conforme a la legislación llamada Acuerdo Interestatal
sobre Detenciones (IAD, por sus siglas en inglés). Conforme a esta ley, si el juicio no comienza dentro de 120
días, los cargos deben ser retirados. En este caso, el juicio comenzó después de los 120 días. El preso fue
condenado y presentó una petición de habeas corpus alegando que la corte de primera instancia había
violado su derecho a recibir un juicio justo y rápido (sin demora). La Corte Suprema no permitió el recurso de
habeas corpus porque el acusado no pudo demostrar que la demora le había causado daño, y por lo tanto, la
violación del IAD, una ley federal, no violó el derecho al juicio justo y rápido de la de la Sexta Enmienda a la
Constitución. El preso presentó una queja cuatro días después de vencerse el plazo de los 120 días y le pidió
más tiempo a la corte para preparar su defensa. Como el preso no presentó su queja a tiempo, y como se
había beneficiado por la demora (tuvo más tiempo para preparar su defensa), la Corte determinó que el preso
no había sido perjudicado.

Cap. 5 HABEAS CORPUS FEDERAL 123
derecho son: no asignarle un abogado si usted es indigente (pobre), 36 no permitirle
escoger a su propio abogado, 37 no permitirle tener a un abogado presente mientras le
leían formalmente los cargos en su contra, 38 o el influenciarle, mediante una
interrogación con la policía mientras usted se encontraba detenido, a que rechace los
servicios de un abogado de manera involuntaria y sin estar bien informado de las
consecuencias; 39
(16) Usted fue condenado en base a información adquirida por un informante que llevaba
un “micrófono secreto” o que reveló las conversaciones que él/ella sostuvo con usted
dentro de su celda. Esto es una violación de la Quinta o de la Sexta Enmienda
Constitucional; 40
(17) A usted se le negó el derecho bajo la Sexta Enmienda a la Constitución de recibir un
juicio con un jurado justo e imparcial cuando ocurre alguna de las siguientes
situaciones: su juicio fue sin jurado; 41 el jurado que lo condenó tenía menos de seis
miembros; 42 su condena no fue por voto unánime del jurado; 43 la comunidad de donde
36. Vea Gideon v. Wainwright, 372 U.S. 335, 83 S. Ct. 792, 9 L. Ed. 2d 799 (1963) (en un proceso
penal, si el acusado no tiene dinero para contratar a un abogado, devenle estado tiene que proporcionar
uno). Vea también Swenson v. Bosler, 386 U.S. 258, 259, 87 S. Ct. 996, 997, 18 L. Ed. 2d 33 (1967) (no se le
puede negar al acusado el derecho a un abogado en su apelación directa sólo porque no tiene dinero para
contratar a uno). No obstante, usted no podrá elegir su abogado cuando el gobierno le asigna uno por ser
indigente. La única manera de cambiar abogados en este caso es demostrando que su abogado y usted son
incompatibles (no se pueden entender). Y aún así, la Constitución permite que los jueces nieguen tal petición.
Vea United States v. Calabro, 467 F.2d 973 (2d Cir. 1972) (el acusado debe demostrar justa causa (“just
cause” en inglés) para cambiar de abogado, como, por ejemplo, una falta de comunicación total o un conflicto
de intereses); United States v. Welty, 674 F.2d 185 (3d Cir. 1982) (antes de darle otro abogado, la corte debe
determinar si la petición de cambio de abogado está basada en una causa justa).
37. Vea Bland v. California Dep’t. of Corr., 20 F.3d 1469 (9th Cir. 1994) (la corte estatal de primera
instancia violó el derecho, conforme a la Sexta Enmienda a la Constitución, que tenía el preso de escoger su
propio abogado cuando le negó su petición para cambiar de abogado sin averiguar los motivos).
38. Vea Coleman v. Alabama, 399 U.S. 1, 90 S. Ct. 1999, 26 L. Ed. 2d 387 (1970).
39. Vea Brewer v. Williams, 430 U.S. 387, 97 S. Ct. 1232, 51 L. Ed. 2d 424 (1977) (el derecho del
preso a ser representado por un abogado fue violado cuando la policía lo interrogó mientras era transportado
luego de un proceso penal en su contra); Miranda v. Arizona, 384 U.S. 436, 86 S. Ct. 1602, 16 L. Ed. 2d 694
(1966); Escobedo v. Illinois, 378 U.S. 478, 84 S. Ct. 1758, 12 L. Ed. 2d 977 (1964) (cuando el solicitante era
apenas un sospechoso, fue detenido por la policía y sometido a una interrogación; a pesar de haber
solicitado explícitamente que se le asignara un abogado, no se le permitió al solicitante hablar con su
abogado y, además, en ningún momento se le informó que tenía el derecho de guardar silencio para no
incriminarse—lo cual violó la Sexta Enmienda a la Constitución, por lo cual ninguna de sus declaraciones
pudo ser utilizada en su contra durante el juicio). Vea también Massiah v. United States, 377 U.S. 201, 84 S.
Ct. 1199, 12 L. Ed. 2d 246 (1964) (los derechos que le reconoce al acusado la Sexta Enmienda fueron
violados cuando el gobierno utilizó las conversaciones que él había tenido con el co-acusado sin que el
acusado supiera que el co-acusado había establecido un acuerdo de cooperación con el gobierno).
40. Vea Massiah v. United States, 377 U.S. 201, 84 S. Ct. 1199, 12 L. Ed. 2d 246 (1964). Vea
también Maine v. Moulton, 474 U.S. 159, 106 S. Ct. 477, 88 L. Ed. 2d 481 (1985) (el gobierno violó el derecho
del solicitante, bajo la Sexta Enmienda, cuando se grabaron las conversaciones entre el acusado y un coacusado,
quien entonces operaba como agente secreto del estado); United States v. Henry, 447 U.S. 264,
100 S. Ct. 2183, 65 L. Ed. 2d 115 (1980) (las declaraciones autoincriminantes que el acusado hizo ante un
informante que estaba en una celda en la misma zona que la del acusado quedaron excluidas del juicio
porque violaron el derecho bajo la Sexta Enmienda de recibir la asesoría de un abogado).
41. Vea Duncan v. Louisiana, 391 U.S. 145, 88 S. Ct. 1444, 20 L. Ed. 2d 491 (1968).
42. Vea Williams v. Florida, 399 U.S. 78, 90 S. Ct. 1893, 26 L. Ed. 2d 446 (1970) (el no permitir que
el jurado tenga más de seis miembros no viola el derecho del acusado bajo la Sexta Enmienda a la
Constitución). Sin embargo, tampoco se requiere explícitamente que el jurado tenga un mínimo de seis
miembros. Williams sólo requiere que el jurado tenga suficientes miembros para deliberar y para representar
adecuadamente la composición de la comunidad. Seis es tan sólo el número más pequeño que la Corte
Suprema ha permitido. Vea también Davis v. Champion, 21 F.3d 1121 (10th Cir. 1994) (la Sexta Enmienda
Constitucional no exige que el jurado tenga doce miembros ); Mills v. Collins, 924 F.2d 89 (4th Cir 1991)
(estableció lo mismo).
43. Sin embargo, vea Apodaca v. Oregon, 406 U.S. 404, 92 S. Ct. 1628, 32 L. Ed. 2d 184 (1972);
Johnson v. Louisiana, 406 U.S. 356, 92 S. Ct. 1620, 32 L. Ed. 2d 152 (1972). Observe que estos casos, en

124 MANUAL DE ASESORÍA LEGAL PARA PRISIONEROS Cap. 5
viene el jurado estuvo expuesto a informes sensacionalistas e indiscretos en los
medios de comunicación sobre su caso; 44 personas fueron excluidas del jurado por
motivos raciales, religiosos, de género, o de edad; 45 o el fiscal utilizó su autoridad para
excluir a personas del jurado inapropiadamente, es decir, lo hizo con motivos raciales
(por ejemplo, excluyendo únicamente a personas afro-americanas o latinas) o en base
al género (es decir, excluyendo en base a si la persona es mujer u hombre); 46
(18) Se le negó el derecho de estar presente en su propio juicio; 47
los cuales se permitió condenar al acusado sin voto unánime (con mayorías de 10–2 y de 9–3) son
excepciones que se aplican sólo cuando la pena de muerte no está implicada. Las cortes de segunda
instancia pueden, en muchos casos, desaprobar de veredictos que no son unánimes. Vea United States v.
Gipson, 553 F.2d 453 (5th Cir. 1977) (el acusado en una corte federal tiene el derecho constitucional de
recibir un veredicto unánime).
44. Vea Irvin v. Dowd, 366 U.S. 717, 81 S. Ct. 1639, 6 L. Ed. 2d 751 (1961) (ocurrió una violación
de derechos constitucionales cuando la corte no aprobó un cambio de jurisdicción (o sea, traslado del caso a
una corta en otro sitio) en un juicio donde el jurado no era imparcial, dados los prejuicios de la comunidad
contra el acusado o las circunstancias del caso); Woods v. Dugger, 923 F.2d 1454 (11th Cir. 1991) (la amplia
publicidad que se hizo antes del juicio y la presencia de guardias de la cárcel en la audiencia durante el juicio
violaron los derechos del acusado porque la víctima era un guardia de la cárcel).
45. Vea Taylor v. Louisiana, 419 U.S. 522, 95 S. Ct. 692, 42 L. Ed. 2d 690 (1975) (cuando la
selección del jurado discrimina en base a género (sexo), esta constituye una violación a la Sexta Enmienda);
Smith v. Texas, 311 U.S. 128, 61 S. Ct. 164, 85 L. Ed. 84 (1940) (la Enmienda Decimocuarta (14ª) a la
Constitución prohíbe la discriminación racial en la selección del jurado); aunque la Corte Suprema jamás ha
declarado explícitamente que la discriminación basada en la religión de los miembros del jurados es
inconstitucional, muchas cortes inferiores sí lo han hecho. Vea United States v. Somerstein, 959 F. Supp.
592, 595 (E.D.N.Y. 1997) (sosteniendo que Batson también es aplicable a casos de discriminación por
razones de religión, y que un miembro del jurado puede ser excluido por su religión “solamente si la religión
que profesan los miembros del jurado está relacionada de alguna manera con los delitos en cuestión”);
Connecticut v. Hodge, 248 Conn. 207, 726 A.2d 531, 550 (1999) (estableciendo que es inconstitucional
rechazar a miembros del jurado en base a la religión si no hay otra causa para hacerlo), cert. denegada 528
U.S. 969 (1999); Casarez v. State, 913 S.W.2d 468 (Tex. 1994) (anulando la determinación de una corte de
segunda instancia que había sostenido que la exclusión sin causa de un candidato para el jurado en base a
su religión no era una violación Constitucional); State v. Alen, 616 So.2d 452 (Fla.1993) (según el caso
Batson, la corte estableció que la exclusión sin causa de un miembro del jurado en base a su religión es
inconstitucional); People v. Snow, 44 Cal.3d 216, 242 Cal.Rptr. 477, 746 P.2d 452 (1987) (sosteniendo lo
mismo); State v. Gilmore, 103 N.J. 508, 511 A.2d 1150, 1159 n.3. (1986) (sosteniendo lo mismo).
46. Vea J.E.B. v. Alabama ex rel. T.B., 511 U.S. 127, 114 S. Ct. 1419, 128 L. Ed. 2d 89 (1994) (el
excluir a una persona simplemente porque es de sexo masculino o femenino constituye una violación a la
protección imparcial bajo la 14ª enmienda—“Equal Protection”); Amadeo v. Zant, 486 U.S. 214, 108 S. Ct.
1771, 100 L. Ed. 2d 249 (1988) (la selección del jurado que hizo el fiscal fue inconstitucional, ya que limitó la
cantidad de afro-americanos y mujeres que podían formar parte del jurado); Batson v. Kentucky, 476 U.S. 79,
106 S. Ct. 1712, 90 L. Ed. 2d 69 (1986) (la exclusión de personas que pertenecen a algún grupo étnico/racial
constituye una violación a la 14ª enmienda a la Constitución, la cual garantiza la protección imparcial de las
leyes); Galarza v. Keane, 252 F.3d 630 (2d Cir. 2001) (repetición de habeas denegada porque la corte estatal
de primera instancia no pudo resolver la controversia en cuanto a si la exclusión fue o no neutral en términos
raciales); Jordan v. Lefevre, 206 F.3d 196 (2d Cir. 2000) (resolviendo un habeas sobres si la exclusión
discriminaba); Turner v. Marshall, 121 F.3d 1248 (9th Cir. 1997) (los motivos que dio la fiscalía no justificaron
la exclusión de candidatos afro-americanos al jurado ).
47. Vea McKaskle v. Wiggins, 465 U.S. 168, 178, 104 S. Ct. 944, 951, 79 L. Ed. 2d 122 (1984)
(confirmando que “un acusado tiene derecho de presenciar todas las etapas importantes de su juicio”)
(citando a); Drope v. Missouri, 420 U.S. 162, 181-82, 95 S. Ct. 896, 908–09, 43 L. Ed. 2d 103, 119 (1975) (la
corte de primera instancia cometió un error al proceder con el juicio, pues el acusado, en vista de su intento
de suicidio, estuvo ausente); Carter v. Sowders, 5 F.3d 975 (6th Cir. 1993) (permitió el recurso de habeas
corpus para el solicitante, ya que ni él ni su abogado se encontraban presentes durante la videograbación de
la declaración jurada (“affidavit” en inglés) de un informante); Sturgis v. Goldsmith, 796 F.2d 1103 (9th Cir.
1986) (estableció que la corte no debió haber rechazado el recurso de habeas sin haber determinado primero
si la ausencia del solicitante en una audiencia para determinar su competencia lo perjudicó de alguna
manera). Pero vea Rice v. Wood, 77 F.3d 1138 (9th Cir. 1996) (sosteniendo que la corte no dará el remedio
del habeas si el acusado estuvo ausente cuando el jurado le sentenció a muerte, a menos que la ausencia le
haya afectado de una manera “sustancial y altamente perjudicial”). Rice invalidó explícitamente un caso
anterior del Circuito 9º, Hays v. Arave, 977 F.2d 475 (9th Cir. 1992), el cual había concedido remedio bajo el

Cap. 5 HABEAS CORPUS FEDERAL 125
(19) Durante el juicio, el fiscal insinuó que su silencio al momento de ser arrestado indicaba
que era usted culpable, lo cual viola el derecho de protección contra la
autoincriminación bajo la Quinta Enmienda a la Constitución; 48 o presentó un resumen
final inadecuado; 49
(20) Se le negó el derecho de interrogar a los testigos que atestiguaron contra usted (en
inglés, “cross-examine”); 50
habeas a un solicitante quién había sido sentenciado in absentia (en su ausencia). Al revocar el caso Hays, la
corte en Rice adoptó implícitamente la prueba del “substantial and injurious effect” (efecto sustancial y
altamente prejudicial) que la Corte Suprema había articulado en el contexto de la conducta del fiscal durante
el juicio. Brecht v. Abrahamson, 507 U.S. 619, 639, 113 S. Ct. 1710, 1716, 123 L. Ed. 2d 353, 374 (1993); vea
la cita de pié número 49 a continuación.
48. Vea Doyle v. Ohio, 426 U.S. 610, 96 S. Ct. 2240, 49 L. Ed. 2d 91 (1976) (se viola el derecho al
debido proceso cada vez que el fiscal le pregunta al acusado que por qué no le dio a la policía su versión
exculpatoria de los hechos tras el arresto y las advertencias Miranda); Griffin v. California, 380 U.S. 609, 85
S. Ct. 1229, 14 L. Ed. 2d 106 (1965) (los derechos del acusado bajo la 5a Enmienda a la Constitución fueron
violados cuando el juez, en sus instrucciones al jurado, dijo que estos podrían tomar en cuenta el hecho de
que el acusado no había testificado sobre las pruebas y considerar este hecho como una indicación de que el
acusado era culpable); Gravley v. Mills, 87 F.3d 779 (6th Cir. 1996) (el fiscal violó el derecho al debido
proceso al mencionar varias veces que el solicitante había guardado silencio después de ser arrestado);
Jewett v. O’Dea, No. 97-5458, 1999 U.S. App. LEXIS 29625 (6th Cir. Nov. 4, 1999) (no publicada) (la corte no
debió haber negado el habeas del solicitante, pues los comentarios del fiscal sobre el silencio del solicitante
violaron su derecho constitucional a guardar silencio, y el error no fue corregido al momento de dar
instrucciones al jurado); Hill v. Turpin, 135 F.3d 1411 (11th Cir. 1998) (el conceder el remedio bajo la petición
de habeas fue correcto, ya que las referencias del fiscal sobre el silencio del solicitante cuando le leyeron las
advertencias Miranda fueron “repetidas e intencionales”). Pero vea Roberts v. United States, 445 U.S. 552,
561, 100 S. Ct. 1358, 1364–65, 63 L. Ed. 2d 622, 631 (1980) (la corte se negó a considerar la reclamación del
solicitante sobre la 5ª Enmienda a la Constitución, ya que su abogado en ningún momento mencionó la
reclamación en el juicio); Splunge v. Parke, 160 F.3d 369 (7th Cir. 1998) (estableció que el comentario del
fiscal sobre el hecho de que el solicitante guardara silencio después de su arresto no violó la 5ª Enmienda, ya
que el comentario no se utilizó en ningún momento durante el juicio para impugnar la credibilidad del
solicitante). En casos más recientes, la Corte Suprema ha cambiado los estándares anteriores. El sólo hecho
de que la fiscalía cometa el error de hacer comentario sobre el silencio del acusado no asegurará una
decisión favorable a su petición de habeas. La corte ahora determina si el error afectó de manera “sustancial
y perjudicial" la decisión del jurado. Brecht v. Abrahamson, 507 U.S. 619, 639, 113 S. Ct. 1710, 1722, 123 L.
Ed. 2d 353, 374 (1993) (estableció que el hecho de que se hayan hecho unas cuantas referencias al silencio
del acusado, a la luz de las pruebas contundentes en su contra, era insuficiente para justificar una resolución
favorable al habeas del solicitante). El estándar: “efecto sustancial y perjudicial" también se llama prueba
Brecht (“Brecht test”), y es de gran importancia para el habeas. La prueba Brecht se trata en la cita 47
anterior y en la parte B(3)(b) de este capítulo.
49. Vea Darden v. Wainwright, 477 U.S. 168, 106 S. Ct. 2464, 91 L. Ed. 2d 144 (1986) (donde el
fiscal llamó “animal” al acusado e hizo otros comentarios ofensivos indebidos, la corte no concedió el remedio
buscado con el habeas, ya que los comentarios “no afectaron el juicio de forma tan injusta como para violar,
con la condena, el debido proceso”); Moore v. Morton, 255 F.3d 95 (3d Cir. 2001); Floyd v. Meachum, 907
F.2d 347 (2d Cir. 1990) (“las observaciones del fiscal, que incluyeron comentarios inflamatorios y
proposiciones jurídicas erróneas,” violaron los derechos del solicitante e hicieron que el recurso de habeas
corpus fuera válido); Normalmente, las cortes de segunda instancia exigen que el abogado defensor exprese
sus objeciones a los comentarios del fiscal durante el juicio.
50. Vea Lilly v. Virginia, 527 U.S. 116, 119 S. Ct. 1887, 144 L. Ed. 2d. 117 (1999) (la admisión en
juicio de la confesión de un cómplice, quien no estuvo en el juicio como testigo pero que implica al acusado,
viola el derecho del acusado de confrontar a quienes atestiguan en su contra, bajo la 6a Enmienda a la
Constitución, aunque la confesión haya desfavorecido los intereses del cómplice); Davis v. Alaska, 415 U.S.
308, 94 S. Ct. 1105, 39 L. Ed. 2d 347 (1974) (el derecho del acusado de interrogar a quienes atestiguan en
su contra bajo la 6ª Enmienda fue violado cuando el gobierno le impidió interrogar a un testigo menor de edad
sobre el hecho de que éste estaba en libertad condicional bajo un periodo de prueba (“probation”)); Pointer v.
Texas, 380 U.S. 400, 85 S. Ct. 1065, 13 L. Ed. 2d 923 (1968) (el utilizar durante el juicio la transcripción de un
testimonio obtenido en audiencia preliminar, en lugar de llamar al testigo a declarar directamente, violó el
derecho bajo la 6ª Enmienda de interrogar a toda persona que atestigua en contra del acusado, ya que el
acusado no tuvo asesor legal (abogado) durante la audiencia preliminar); Barber v. Page, 390 U.S. 719, 88 S.
Ct. 1318, 20 L. Ed. 2d 255 (1968) (la utilización de la transcripción ex parte del testimonio de un co-acusado
en audiencia preliminar, violó el derecho bajo la 6 Enmienda de interrogar a quienes atestiguan en contra del

126 MANUAL DE ASESORÍA LEGAL PARA PRISIONEROS Cap. 5
(21) La fiscalía ocultó evidencia solicitada por usted o su abogado que pudo haber
favorecido su caso, lo cual viola la 14ª Enmienda; 51
acusado). Welcome v. Vincent, 549 F.2d 853 (2d Cir. 1976) (habeas favorable donde el solicitante no pudo
interrogar a una persona que se había declarado culpable del delito por el cual el solicitante había sido
condenado); United States ex rel. Negron v. New York, 434 F.2d 386 (2d Cir. 1970) (los problemas con la
interpretación y traducción en el juicio violaron el derecho del solicitante, quien no hablaba inglés, de
interrogar a quienes atestiguaron en su contra). (Si desea más información al respecto, vea el Capítulo 11 de
este manual.) Sin embargo, vea Dutton v. Evans, 400 U.S. 74, 91 S. Ct. 210, 27 L. Ed. 2d 213 (1970) (cuando
un testigo no esté disponible para testificar (y tenga un buen motivo por su ausencia), se puede admitir una
grabación de su declaración si esta tiene “indicios de veracidad,” o sea, si la grabación puede ser evaluada
de manera que la veracidad de la declaración pueda ser determinada); Henry v. Speckard, 22 F.3d 1209 (2d
Cir. 1994) (fue adecuada la resolución favorable de habeas, ya que el no poder interrogar a quienes
atestiguan viola los derechos del solicitante); United States v. Puco, 476 F.2d 1099 (2d Cir. 1973) (la
admisión de declaraciones no oficiales de un cómplice fue correcta, ya que las declaraciones mostraban
indicios de veracidad).
Por lo general, cada vez que el fiscal le pida a un testigo repetir algo que éste ha declarado fuera de la
corte, o que el testigo le haya dicho a otra persona, el fiscal viola el derecho del acusado de interrogar
(“cross-examine”) a quienes atestiguan en contra del acusado, conforme a la 6ª Enmienda. Tales
declaraciones, hechas fuera de la corte, se llaman “hearsay” en inglés, que significa “rumor.” No obstante, las
reglas relacionadas al “hearsay” tienen muchas excepciones. El fiscal puede presentar declaraciones que son
“hearsay” (rumor) si hay posibilidades de que sean ciertas. Por ejemplo, si alguien está presente en la escena
del crimen y dice algo, un testigo podrá repetir en la corte lo que dijo esta persona porque se considera que
sus palabras serían ciertas, ya que las pronunció mientras estaba presenciando el crimen y estaba en estado
alterado. El fiscal también podrá utilizar en el juicio una declaración hecha fuera de la corte (o sea, que
constituye “hearsay” o rumor) si demuestra que la persona quien hizo la declaración no está disponible para
el juicio y que la declaración probablemente es cierta. . Vea Ohio v. Roberts, 448 U.S. 56, 100 S. Ct. 2531, 65
L. Ed. 2d 597 (1980). Vea también Bourjaily v. United States, 483 U.S. 171, 107 S. Ct. 2775, 97 L. Ed. 2d 144
(1987); United States v. Inadi, 475 U.S. 387, 106 S. Ct. 1121, 89 L. Ed. 2d 390 (1986) (estos casos explican
de manera detallada cuándo las declaraciones informales de los cómplices pueden ser utilizadas en contra
de un acusado); Fed. R. Evid. 801-06. Las reglas federales de la evidencia aparecen en el título 28 del código
de Estados Unidos. Un buen recurso para entender las reglas del “hearsay” (rumor) y todas sus excepciones
es Jack B. Weinstein y Margaret A. Berger, Weinstein’s Evidence (1985).
51. Vea Brady v. Maryland, 373 U.S. 83, 83 S. Ct. 1194, 10 L. Ed. 2d 215 (1963) (la fiscalía tiene
que revelar pruebas que el abogado defensor le pida, pues estas pueden ser exculpatorias (demostrar la
inocencia del acusado), pueden poner en duda la credibilidad (demostrar que el testimonio de algún testigo
no es cierto o confiable), o pueden ser pruebas materiales (o esenciales)). El estándar de Brady dice que la
fiscalía debe revelar toda prueba exculpatoria o que cuestiona la credibilidad de un testigo. En todo caso,
estas pruebas exculpatorias o de credibilidad, también deben ser materiales. Una prueba es material cuando,
de haber sido revelada al acusado y a su abogado, el caso muy posiblemente habría resultado de manera
diferente.” Kyles v. Whitley, 514 U.S. 419, 421–22, 115 S. Ct. 1555, 1560, 131 L. Ed. 2d 490, 498 (1995) (cita
omitida) (explicando que “como las consecuencias de no revelar pruebas tal vez pudieron haber producido un
resultado diferente, [el acusado] tiene derecho a un nuevo juicio”). Vea también Pennsylvania v. Ritchie, 480
U.S. 39, 107 S. Ct. 989, 94 L. Ed. 2d 40 (1987) (el acusado tiene derecho a pedir que la corte revise
declaraciones confidenciales para ver si las pruebas son materiales; no obstante, el acusado por si mismo no
tiene derecho a revisar las declaraciones confidenciales); United States v. Bagley, 473 U.S. 667, 105 S. Ct.
3375, 87 L. Ed. 2d 481 (1985) (revocando la condena del acusado porque la fiscalía no reveló pruebas
materiales que presentaban una cuestión de credibilidad con respecto a algunos testigos que habían recibido
dinero por sus declaraciones); United States v. Agurs, 427 U.S. 97, 96 S. Ct. 2392, 49 L. Ed. 2d 342 (1976)
(los crímenes previos de una víctima de asesinato no se consideran prueba “material,” y no hay que
revelarlos a la defensa, ya que el juicio probablemente no hubiera resultado diferente); Boyette v. Lefevre,
246 F.3d 76 (2d Cir. 2001) (el Estado cometió una violación Brady cuando no reveló que un testigo podía
identificar al acusado, pues el resultado del juicio posiblemente hubiera sido otro si esta información hubiera
sido admitida); United States v. Vozzella, 124 F.3d 389 (2d Cir. 1997) (la corte revocó la condena del
acusado, ya que el gobierno había cometido una violación Brady al presentar pruebas que eran parcialmente
falsas y al no darle a conocer al acusado dichas pruebas antes del juicio); Carriger v. Stewart, 132 F.3d 463
(9th Cir. 1997) (en banc), cert. denegada, 523 U.S. 1133, 118 S. Ct. 1827, 140 L. Ed. 2d 963 (1998) (la
fiscalía violó el derecho del acusado al debido proceso al cometer una violación Brady, pues el fiscal en
ningún momento reveló los encarcelamientos previos del testigo principal por sus muchos delitos y varias
mentiras a la policía). También vea Ballinger v. Kerby, 3 F.3d 1371 (10th Cir. 1993) (donde se utilizó el
recurso de habeas corpus porque la fiscalía no reveló una fotografía de la casa de la víctima. La fotografía

Cap. 5 HABEAS CORPUS FEDERAL 127
(22) Se le negó la asistencia de expertos que usted necesitaba para su juicio, lo cual violó
la 14ª Enmienda; 52
(23) Las instrucciones al jurado 53 fueron inconstitucionales porque no explicaron que—para
condenarlo—la fiscalía tiene que probar, más allá de cualquier duda razonable
(“beyond a reasonable doubt” en inglés), cada uno de los elementos que constituyen
el delito por el que se le acusa, 54 o que la fiscalía tiene que superar la presunción de
que usted es inocente hasta que se compruebe ser culpable; 55
(24) Algún error cometido durante su juicio violó su derecho al debido proceso bajo la 14ª
Enmienda a la Constitución; 56
mostraba que hubiera sido imposible para el testigo mirar por una ventana al acusado con la víctima, pues la
ventana estaba cubierta con un plástico grueso).
52. Vea Ake v. Oklahoma, 470 U.S. 68, 83, 105 S. Ct. 1087, 1096, 84 L. Ed. 2d 53, 66 (1985) (el
debido proceso protege el derecho del acusado indigente, el cual requiere que los expertos designados por la
corte “lleven a cabo las pruebas apropiadas y ayuden con la evaluación, preparación y presentación de su
defensa); Starr v. Lockhart, 23 F.3d 1280 (8th Cir. 1994) (la corte violó el derecho del solicitante al debido
proceso cuando negó su solicitud de asistencia experta para desarrollar pruebas sobre sus deficiencias
mentales).
53. El juez da instrucciones al jurado sobre cuáles son los elementos que constituyen el delito por el
cual se le acusa. Las instrucciones deben utilizar términos generales y explicar los criterios que el jurado
debe utilizar para evaluar las pruebas en su contra y determinar si comprueban más allá de cualquier duda
razonable (“beyond a reasonable doubt,” o sea, sin duda alguna) cada elemento del delito, o comprueban que
usted es—sin duda alguna—culpable.
54. Vea O’Neal v. McAninch, 513 U.S. 432, 436, 115 S. Ct. 992, 994, 130 L. Ed. 2d 947, 952 (1995).
(donde la corte de circuito había instruido al jurado sobre el estándar de “efectos sustanciales y perjudiciales”
y la corte federal tenía “serias dudas,” conforme a Brecht, de que hubo “efectos sustanciales y perjudiciales”
por causa de un error procesal de derecho constitucional federal, se tiene que conceder la petición de
habeas); Reed v. Ross, 468 U.S. 1, 104 S. Ct. 2901, 82 L. Ed. 2d 1 (1984); Sandstrom v. Montana, 442 U.S.
510, 99 S. Ct. 2450, 61 L. Ed. 2d 39 (1979) (en las instrucciones al jurado se dijo que la ley presume que con
sus actos voluntarios una persona tiene la intención de obtener consecuencias ordinarias; esto violó el
requisito de la 14 Enmienda, la cual exige al Estado comprobar todos los elementos del delito mas allá de
cualquier duda razonable); Patterson v. New York, 432 U.S. 197, 215, 97 S. Ct. 2319, 2329, 53 L. Ed. 2d 281
(1977) (se falló que el Estado debe comprobar más allá de cualquier duda razonable todos los elementos del
delito). También vea Boyde v. California, 494 U.S. 370, 380, 110 S. Ct. 1190, 1198, 108 L. Ed. 2d 316, 329
(1990) (se falló que en caso de ambigüedad, lo adecuado es preguntarse si “existe una posibilidad razonable
de que el jurado haya aplicado las instrucciones de tal forma que las pruebas constitucionalmente pertinentes
no se puedan tomar en cuenta”).
55. Vea Kentucky v. Whorton, 441 U.S. 786, 99 S. Ct. 2088, 60 L. Ed. 2d 640 (1979); Taylor v.
Kentucky, 436 U.S. 478, 98 S. Ct. 1930, 56 L. Ed. 2d 468 (1978). En Whorton, la corte de primera instancia
se negó a mencionar en las instrucciones al jurado que el acusado era inocente hasta que se demostrara lo
contrario. La Corte Suprema determinó que la omisión de la presunción de inocencia durante las
instrucciones al jurado puede violar la Constitución, pero depende de “la totalidad de las circunstancias.” “Un
error como éste debe evaluarse en referencia a la totalidad de las circunstancias—incluyendo las
instrucciones al jurado, los argumentos de los abogados, el peso de la evidencia y otros factores—para
establecer si el acusado tuvo un juicio justo desde el punto de vista constitucional.” Kentucky v. Whorton, 441
U.S. 786, 789 (1979). La corte examinará las instrucciones al jurado, los argumentos de los abogados, el
peso de la evidencia y otros factores para ver si se ha cometido una violación al no instruir al jurado sobre la
presunción de inocencia. Sin embargo, en casos que no implican la pena de muerte no se concederá el
habeas si las instrucciones al jurado contenían errores relacionados al derecho estatal y no el federal. Vea
Estelle v. McGuire, 502 U.S. 62, 67- 68, 112 S. Ct. 475, 116 L. Ed. 2d 385 (1991) (“Una corte federal no debe
decidir sobre una petición de habeas corpus como pretexto para revisar las determinaciones de una corte
estatal cuando se trata de derecho estatal.”).
56. Vea Riggins v. Nevada, 504 U.S. 127, 112 S. Ct. 1810, 118 L. Ed. 2d 479 (1992) (la corte
revocó la condena porque el Estado no pudo establecer ni la necesidad ni la razón médica de administrar al
acusado un medicamento antipsicótico durante el juicio); State v. Youngblood, 488 U.S. 51, 109 S. Ct. 333,
102 L. Ed. 2d 281 (1988) (la condena fue revocada porque el Estado no preservó las muestras de semen
proporcionadas por la víctima en un caso de violación sexual); California v. Trombetta, 467 U.S. 479, 104 S.
Ct. 2528, 81 L. Ed. 2d 413 (1984) (la incapacidad del Estado de obtener muestras de aliento de los acusados
no se consideró violatoria del debido proceso, ya que los acusados tenían otros medios para demostrar su
inocencia); United States v. Boyd, 961 F.2d 434 (3d Cir. 1992) (se anuló la sentencia impuesta tras revocar la
libertad condicional del preso porque excedía la sentencia original); Silverstein v. Henderson, 706 F.2d 361,

128 MANUAL DE ASESORÍA LEGAL PARA PRISIONEROS Cap. 5
(25) Las pruebas eran insuficientes para justificar la determinación del jurado de que usted
era culpable más allá de cualquier duda razonable; 57
(26) Usted fue condenado bajo una ley inconstitucional; 58
(27) La corte que lo condenó no tenía autoridad para enjuiciarlo porque carecía de
jurisdicción sobre usted; 59
(28) El juez era corrupto y le dio a usted una sentencia extrema y severa para encubrir el
hecho de que recibía dinero a cambio de condenas ligeras; 60
(29) Una ley estatal cancela retroactivamente (hacia atrás) sus créditos por buen
comportamiento que le permiten salir de la cárcel adelantadamente; 61
(30) A usted se le prohibió temporalmente consultar con su abogado; 62
369 (2d Cir. 1983) (la incapacidad de la corte de primera instancia de realizar una audiencia para determinar
la capacidad procesal, ni por su propia iniciativa, violó el derecho a un juicio justo, ya que había elementos
que indicaban claramente la falta de capacidad del solicitante); Young v. Callahan, 700 F.2d 32, 37 (1st Cir.
1983) (la corte de primera instancia cometió error constitucional cuando, sin motivo para sujetar al solicitante,
ignoró sus peticiones y lo envió a una celda en vez de permitir que estuviera sentado junto a su abogado).
57. Vea Jackson v. Virginia, 443 U.S. 307, 99 S. Ct. 2781, 61 L. Ed. 2d 560 (1979). La corte que
lleve a cabo la revisión determinará si un jurado racional, al examinar las pruebas de tal forma que le
favorezcan más a la fiscalía, podría declarar culpable al acusado más allá de cualquier duda razonable. Vea
In re Winship, 397 U.S. 358, 90 S. Ct. 1068, 25 L. Ed. 2d 368 (1970) (la corte debe considerar si había
suficientes pruebas para justificar un fallo de culpable más allá de cualquier duda razonable); United States v.
Desena, 260 F.3d 150 (2d Cir. 2001) (se revocó la condena porque ninguna de las pruebas vinculaba al
acusado con el cargo de conspiración general); United States v. McDermott, 245 F.3d 133 (2d Cir. 2001) (se
revocó la condena por conspiración por insuficiencia de pruebas). Sin embargo, tenga en cuenta que la corte
federal respetará al máximo las decisiones de la corte estatal. 28 U.S.C. § 2254(d) (2000).
58. Vea Yick Wo v. Hopkins, 118 U.S. 356, 6 S. Ct. 1064, 30 L. Ed. 220 (1886); Ex parte Siebold,
100 U.S. 371, 25 L. Ed. 717 (1879) (concluyendo que la cuestión de la constitucionalidad de las leyes que se
aplicaron era buena razón para conceder la petición de habeas); Vuitch v. Hardy, 473 F.2d 1370 (4th Cir.
1973) (se falló que el acusado, un médico, tenía derecho al remedio del habeas bajo la teoría de que la ley
estatal sobre el aborto era inconstitucional); United States ex rel. Williams v. Preiser, 360 F. Supp. 667
(S.D.N.Y. 1973), afirmada, 497 F.2d 337 (2d Cir. 1974).
59. Vea Sunal v. Large, 332 U.S. 174, 67 S. Ct. 1588, 91 L. Ed. 1982 (1947) (se falló que en
términos generales, el habeas corpus no sirve para apelar condenas de la corte Federal, pero hay
excepciones, como por ejemplo cuando hay una condena basada en leyes del derecho Federal que
presuntamente son inconstitucionales, o hay cuestiones sobre la jurisdicción de una corte Federal o
violaciones a garantías constitucionales); Butler v. King, 781 F.2d 486 (5th Cir. 1986) (se falló que el acusado
tenía derecho al habeas federal, ya que la corte estatal de distrito lo había enjuiciado sin tener jurisdicción
sobre el caso); Lowery v. Estelle, 696 F.2d 333 (5th Cir. 1983). Jurisdicción significa que la corte tiene la
autoridad jurídica para decidir su caso. Si una corte realiza un juicio y no tiene esa autoridad, es decir,
jurisdicción, viola su derecho al Debido Proceso bajo la 5ª o 14ª Enmienda a la Constitución. En Lowery una
corte de primera instancia de Texas descartó (“dismiss”) un cargo del Gran Jurado acusando al solicitante por
uso de armas de fuego pero lo condenó por otros delitos. La corte violó una ley del estado de Texas,
conforme a la cual, cuando una corte descarta un cargo del Gran Jurado pierde la jurisdicción del caso. El
preso presentó una petición de habeas corpus alegando que la corte de primera instancia no tenía
jurisdicción para enjuiciarlo. La corte Federal, no obstante, rechazó la petición porque el preso no había
“agotado los recursos estatales,” es decir, no había presentado su petición ante la corte estatal antes de
acudir a la federal. La Parte D(1)(b) de este Capítulo explica lo que es el agotamiento de recursos.
60. Generalmente, las aptitudes del juez no son impugnables bajo la Constitución. Sin embargo, el
debido proceso requiere "un juicio justo ante un tribunal justo" y con un juez totalmente imparcial. Vea Bracy
v. Gramley, 520 U.S. 899, 117 S. Ct. 1793, 138 L. Ed. 2d 97 (1997) (el juez trató al preso de manera
excesivamente dura para encubrir el hecho de que en otros casos recibía dinero a cambio de condenas
ligeras; el comportamiento del juez por lo tanto violó los derechos de debido proceso del acusado.) Observe
que ésta es una acusación muy seria. Usted tendrá que comprobar que el juez era corrupto y que le dio una
condena más severa de lo normal.
61. Vea Lynce v. Mathis, 519 U.S. 433, 117 S. Ct. 891, 137 L. Ed. 2d 63 (1997) (las medidas
retroactivas provocaron un mayor castigo, lo cual viola la cláusula ex post facto de la Constitución).
62. Vea Jones v. Vacco, 126 F.3d 408 (2d Cir. 1997) (concluyendo que el derecho bajo la 6ª
Enmienda a la asesoría de un abogado fue violado cuando la corte prohibió que el acusado consultara con su
abogado durante el receso, el cual comenzó al final de la jornada y terminó la mañana del día siguiente,
cuando el acusado estaba siendo interrogado en el juicio por la fiscalía).

Cap. 5 HABEAS CORPUS FEDERAL 129
(31) Usted se encuentra detenido en una prisión federal, condenado por un delito que no
implica pena de muerte y que fue cometido más de cinco años antes del juicio; 63
(32) La corte de primera instancia negó injustamente su deseo de proceder pro se
(defendiéndose a sí mismo); 64
(33) Usted recibió un castigo que la ley ahora prohíbe; 65
(34) Usted fue condenado sin pasar por un determinado procedimiento y ahora la ley dice
que ese procedimiento es necesario para garantizar el juicio justo; 66 o
(35) Usted fue condenado por algo que bajo ley nueva ya no es delito. 67
Recuerde que esta lista no incluye todos y cada uno de los posibles ejemplos. 68 Hay
diversas fuentes de información que le pueden ser útiles. Entre ellas están su abogado
defensor, cualquier investigador, familiares que hayan asistido al juicio, y el expediente
(transcripciones, documentos, etc.) del proceso, tanto del juicio como de las audiencias
preliminares. Ahora que ha leído algunos ejemplos, estándares y requisitos, ¿cree que su
sentencia o condena viola la Constitución de los Estados Unidos, el derecho Federal o
algún tratado Si no le viene a la mente ningún tipo de violación a sus derechos, ni la ley
Federal de habeas corpus ni este capítulo le serán de utilidad.
Pero si le viene a la mente una o más violaciones a sus derechos, entonces la ley
Federal de habeas le puede servir. Sin embargo, primero debe explicar cómo es que su
sentencia o las condiciones bajo las que se encuentra encarcelado violan sus derechos
Federales. Asegúrese de incluir todas las violaciones posibles. Asimismo, usted tendrá
que justificar con evidencia todas y cada una de ellas, y tendrá que explicar cómo le han
perjudicado.
2. Estándares y pruebas para sustentar sus reclamaciones
Una vez que haya determinado cuales violaciones constitucionales usted incluirá en
su petición, tendrá que presentar pruebas. No basta con decir que se han violado sus
derechos constitucionales; usted tiene que comprobarlo ante la corte. El primer paso es
identificar cual estándar se aplica a la violación particular que usted sufrió. Las cortes
usan estándares y pruebas para determinar si ha o no ocurrido una violación a sus
derechos.
Para averiguar cuál estándar utilizará la corte para evaluar su reclamación, lea las
decisiones de las cortes en casos que hayan presentado la misma reclamación. Si se
trata de alguna violación enumerada anteriormente, lea los casos correspondientes, los
cuales se citan en las notas de pie de página. Leyendo estos casos podrá usted darse
una idea de cuáles son los factores que la corte considera al evaluar si efectivamente
hubo o no una violación a sus derechos, es decir, sabrá cual es la prueba. Normalmente,
la corte dirá algo así como “para probar que ha habido una violación de derechos, el
63. Vea 18 U.S.C. § 3282 (2000), conforme al cual, el gobierno Federal debe enjuiciar al preso a
más tardar cinco años después de haber cometido el delito por el que se le acusa, siempre y cuando este no
implique la pena de muerte. Hay muchas otras partes del derecho Federal que gobiernan los procedimientos
en juicios penales y la imposición de sentencias.
64. Vea Moore v. Calderon, 108 F.3d 261 (9th Cir. 1997).
65. Vea la Parte C(3)(a) de este capítulo.
66. Vea la Parte C(3)(b) de este capítulo.
67. Vea Triestman v. United States, 124 F.3d 361 (2d Cir. 1997). Vea la Parte C(3)(c) de este
capítulo para más detalles.
68. Para saber más sobre otras violaciones constitucionales relacionadas al proceso penal,
consulte los materiales disponibles en la biblioteca jurídica de la prisión. Los siguientes libros sobre el
proceso penal, que son muy conocidos, también le serán de utilidad: Wayne R. LaFave & Jerold H. Israel,
Criminal Procedure (2d. ed. 1992); Charles E. Torcia, Wharton’s Criminal Procedure (13th ed. 1989); Matthew
Bender & Co., Inc., Criminal Law Advocacy (perm. ed. rev. Vol. 1995).

130 MANUAL DE ASESORÍA LEGAL PARA PRISIONEROS Cap. 5
solicitante deberá cumplir con los siguientes requisitos,” o “para probar que se ha violado
un derecho, el solicitante deberá mostrar” esto o el otro. Esta NO es la redacción exacta,
pero sí le da a usted una idea como es. Cuando sepa cuál prueba utiliza la corte para
reclamaciones como las suyas, usted tendrá que ingeniarse una forma de mostrar que su
reclamación cumple con los requisitos de la prueba.
Por ejemplo: usted tenía el derecho constitucional de ser representado por un
abogado en su juicio. 69 Suponiendo que su abogado fue malo, usted podría alegar que él
o ella no le dio asesoría legal eficaz durante el juicio, violando así la 6ª Enmienda a la
Constitución. El caso que normalmente se cita para este tipo de violación es Strickland v.
Washington. 70 En Strickland la corte estableció una prueba de dos partes que ahora se
llama la prueba Strickland. Esta prueba se usa para determinar si se violó el derecho de
recibir asesoría legal eficaz. La primera parte es para determinar si la asesoría legal de
su abogado estuvo por debajo de un criterio de razonabilidad objetivo, tomando en
cuenta todas las circunstancias y las normas actuales de la profesión. Esto significa que
la corte determinará si lo que hizo, o no hizo, su abogado estuvo dentro de lo razonable.
Sin embargo, no quiere decir que usted tuvo que haber recibido la mejor asesoría, sino
simplemente que el desempeño de su abogado tuvo que haber sido razonable. La
segunda parte consiste en determinar si, como resultado de la primera, usted salió
perjudicado. Es decir, que de no ser por la asesoría ineficaz de su abogado, existe una
“posibilidad razonable” de que el resultado hubiera sido distinto. Sólo si se pasan las dos
pruebas resolverá la corte en su favor. 71 En otras palabras, la única forma de lograr que
una corte determine que su derecho a un abogado eficaz bajo la 6ª Enmienda fue violado
es cumpliendo los requisitos de la prueba Strickland. Para hacer eso, hay que probar
primero que su abogado actuó de forma no razonable, y segundo, que usted se vio
perjudicado a consecuencia de ello.
Esta prueba (de dos partes) gobierna todas las reclamaciones relacionadas a la
asesoría legal ineficaz. Otros tipos de violaciones constitucionales requerirán pruebas y
estándares distintos. Lamentablemente, la cantidad de pruebas y estándares es tan
grande que no podemos incluir absolutamente todos en este manual. Sin embargo, para
comenzar a familiarizarse con ellos, lea los casos que se citan en las notas de pie de
página y aplique a ellos el sistema de actualización de ley llamado Shepardize. 72
69. Vea la Parte B(2) de este capítulo y las notas 37–40.
70. Vea Strickland v. Washington, 466 U.S. 668, 104 S. Ct. 2052, 80 L. Ed. 2d 674 (1984).
71. Vea Strickland v. Washington, 466 U.S. 668, 687, 104 S. Ct. 2052, 80 L. Ed. 2d 674 (1984). Es
muy difícil comprobar un reclamo por asesoría legal ineficaz. En el caso Lockhart v. Fretwell, 506 U.S. 364,
113 S. Ct. 838, 122 L. Ed. 2d 180 (1993), la Corte Suprema aclaró el “perjuicio” al que se refiere la prueba
Strickland, caso en que el abogado defensor no hizo objeción cuando debió haberla hecho. La Corte falló que
la prueba para establecer asesoría ineficaz se concentra en determinar si esta impidió que el acusado fuera
enjuiciado de manera justa y que se produjera un “resultado confiable.” Sin embargo, en un caso reciente,
Williams v. Taylor, 529 U.S. 362, 120 S. Ct. 1495, 146 L. Ed. 2d 389 (2000), la Corte Suprema puso límites a
las modificaciones que según Lockhart pueden hacerse a la prueba de Strickland. En Williams la Corte falló
que el omitir pruebas mitigantes (que favorecen al acusado) en juicios que implican la pena de muerte—que
en este caso incluían abandono y maltrato infantil agravados, cuasi retardo mental y unos antecedentes
penales favorables—incumplía con el estándar de Strickland v. Washington. Además, la corte falló que al
aplicar el estándar de Lockhart a esta reclamación, la Corte Suprema de Virginia había excedido los límites
dentro de los cuales este estándar puede ser aplicado. La corte dijo que el estándar de Lockhart podía
aplicarse en muy pocas situaciones, entre las cuales estaban aquellas en las que la ineficacia del abogado
defensor no privaba al acusado de algún derecho sustancial o procesal. Williams v. Taylor, 529 U.S. 362,
391–93, 120 S. Ct. 1495, 1512–13, 146 L. Ed. 2d 389, 417 (2000).
72. El Shepardizing es un sistema para encontrar casos más recientes cuando usted ha encontrado
algún caso que le sirve. También se utiliza para obtener la ley más actualizada de su estado. Así que también
puede investigar si la ley ha o no cambiado. Vea el capítulo 2 de este manual para una explicación de cómo
hacer el Shepardize.

Cap. 5 HABEAS CORPUS FEDERAL 131
3. Cómo mostrar a la Corte que se han violado sus derechos
Una vez que usted haya determinado cuales violaciones a sus derechos
constitucionales incluirá en su petición y determinado los estándares y pruebas
aplicables, usted estará listo para explicar por escrito a la corte que se han violado sus
derechos. Primero tendrá que presentar los hechos y después explicar cómo es que
dichos hechos ocasionaron una violación de sus derechos. Al dar la explicación, usted
tendrá que demostrar que los hechos satisfacen los estándares requeridos y cómo es que
la violación de derechos en cuestión le ha perjudicado.
a. Exponga los hechos
Explique claramente cómo se violaron sus derechos federales durante el proceso
judicial que está impugnando (atacando). Para que se apruebe un habeas federal,
tendrán que presentarse los hechos que justifiquen todas y cada una de las violaciones
contenidas en la reclamación. Por ejemplo, si usted va a reclamar que su derecho de
recibir asesoría legal fue violado en la corte estatal, tendrá que demostrar: (1) que usted
tenía derecho de recibir asesoría legal en ese momento; 73 y (2) que no se le proporcionó.
Si ante la corte usted no presenta bien los hechos 74 que constituyen la violación, sus
alegaciones no le darán derecho a que su petición de habeas sea favorable, e inclusive,
es posible que se descarte. 75 Asegúrese de incluir la mayor cantidad posible de detalles,
siempre y cuando sean relevantes a la violación. Si durante el juicio alguien ha hecho una
declaración relevante para su reclamación, busque las palabras exactas en la
documentación del proceso e inclúyalas en su petición de habeas, señalando la página y
el renglón donde se encuentran.
Otro ejemplo de lo que esto significa es el siguiente: al presentar un reclamo por
asesoría legal ineficaz, usted debe revisar su expediente y señalar todo aquello que haya
hecho su abogado que no satisface el estándar objetivo de razonabilidad. Si su abogado
debió haber presentado ciertas pruebas y no lo hizo, usted tendrá que explicar muy
cuidadosamente por qué debió haber presentado dichas pruebas, y en qué momento.
Usted tendrá que proporcionar a la corte todos los detalles que la hagan ver la validez de
su reclamación.
73. Si usted, por ejemplo, hizo una declaración ante los agentes de la fiscalía (la policía, los
alguaciles, los oficiales judiciales, los carceleros, etc.) que luego fue utilizada en su contra en el juicio, tendrá
que demostrar que usted tenía el derecho de recibir asesoría legal en el momento preciso en que hizo la
declaración. Vea United States v. Henry, 447 U.S. 264, 100 S. Ct. 2183, 65 L. Ed. 2d 115 (1980); Massiah v.
United States, 377 U.S. 201, 84 S. Ct. 1199, 12 L.Ed. 2d 246 (1964) (como el preso dio la declaración al
informante del gobierno bajo situaciones diseñadas para provocar la autoincriminación del preso, la
declaración no debió haber sido admitida en el juicio). Para más información sobre esto, vea el capítulo 28
del JLM.
74. En las cortes se conocen como “elementos de la violación.”
75. Vea McFarland v. Scott, 512 U.S. 849, 860, 114 S. Ct. 2568, 2574, 129 L. Ed. 2d 666 (1994)
(O’Connor, J., coincidiendo en parte con el resultado y disintiendo en cuanto a algunos aspectos). Observe
que una opinión que disiente con la opinión de la mayoría significa que está en desacuerdo con ella. La
opinión que disiente no se considera ley en la medida que está en desacuerdo con la decisión de la mayoría.
Sin embargo, la opinión que disiente puede tener influencia en las cortes y, por lo tanto, le puede ser útil para
diferenciar su caso en cuanto a los hechos o la ley. La opinión que coincide está de acuerdo con el resultado,
pero quizás por diferentes razones. Estas opiniones pueden ejercer mucha influencia y ser de mucha utilidad,
proporcionando lógica y razonamientos distintos para llegar al mismo resultado, los cuales usted puede tratar
de aplicar a su caso. Sin embargo, las opiniones que coinciden con la de la mayoría no forman precedente
como la opinión de la mayoría. De igual manera, si la opinión de la mayoría contempla hechos y la aplicación
de la ley de manera distinta a los hechos y la aplicación de la ley en su caso, usted puede alegar, de
conformidad con la opinión que disiente o bajo influencia de ella, que su caso es una excepción a la regla.

132 MANUAL DE ASESORÍA LEGAL PARA PRISIONEROS Cap. 5
Es posible que tenga que obtener información adicional a través de actas públicas,
etc., para probar los hechos de su caso. Este proceso se llama proceso de
descubrimiento (“discovery”) y se explica ampliamente en el capítulo 8 del JLM.
Normalmente, un solicitante de habeas corpus no tiene derecho al “discovery”; no
obstante, es posible que usted obtenga el derecho, bajo las Reglas Federales de
Procedimiento Civil, si demuestra que hay buenas razones para obtenerlo. 76
b. Demuestre que ha sido perjudicado
No basta demostrar que se han violado sus derechos. Para un habeas corpus
favorable usted tendrá que demostrar que la violación de sus derechos le ha perjudicado.
Si la corte concluye que el error ha sido “inofensivo,” negará su petición de habeas. Por lo
tanto, es muy importante que establezca claramente en su reclamación 77 cómo es que el
error cometido en su caso le ha perjudicado, no sólo a usted directamente, sino también
en relación a su derecho de recibir un juicio justo. Conforme a las pruebas para
determinar si se ha cometido un error constitucional, como por ejemplo, la de Strickland
(relacionada a la asesoría legal ineficaz), una parte de la prueba se concentra en
establecer que el error le ha perjudicado. 78 En su habeas debe demostrar siempre a la
corte que el error que ocurrió no es inofensivo. Esto se aplica a cada violación
constitucional por la cual usted se esta reclamando.
Bajo el habeas, el estándar para determinar si el error nada más fue “inofensivo” se
estableció en el caso Brecht v. Abrahamson. 79 En Brecht la Corte Suprema falló que un
error no puede ser inofensivo si ha tenido “efectos sustanciales y perjudiciales o ha
influenciado el veredicto del jurado.” 80 La pregunta no es si el veredicto fue correcto o no,
sino “el efecto que el error tuvo o pudo razonablemente haber tenido en cuanto a la
decisión del jurado.” 81 La pregunta es si el error jugó un papel importante en el modo de
pensar del jurado o en el proceso decisivo utilizado para llegar al veredicto.
Probablemente los jueces, a la hora de determinar si un error es o no ofensivo,
considerarán el contexto y los siguientes factores:
76. Vea Bracy v. Gramley, 520 U.S. 899, 117 S. Ct. 1793, 138 L. Ed. 2d 97 (1997) (se falló que las
cortes tienen el deber de proporcionar todos los medios y procedimientos necesarios para una investigación
adecuada, si al desarrollar plenamente las alegaciones del solicitante puede llegar a demostrarse que éste
tiene derecho a la concesión de un recurso de habeas corpus); vea, e.g., United States v. Armstrong, 517
U.S. 456, 116 S. Ct. 1480, 134 L. Ed. 2d 687 (1996) (explica lo que tiene que hacer un acusado que alega
discriminación racial por parte de la fiscalía para demostrar que tiene derecho al “discovery” (descubrimiento
de evidencia)).
77. Vea el Capítulo 4 de este manual, "Como Apelar su Condena o Sentencia," para una
explicación sobre la reclamación (reclamo).
78. Esta es la segunda parte de la prueba Strickland, la cual exige que el solicitante demuestre
cómo le ha perjudicado el hecho de que su abogado no lo haya representado eficazmente. El solicitante debe
demostrar que es razonablemente posible que, con asesoría legal eficaz, el resultado del juicio hubiera sido
diferente. Strickland v. Washington, 466 U.S. 668, 104 S. Ct. 2052, 80 L. Ed. 2d 674 (1984).
79. Brecht v. Abrahamson, 507 U.S. 619, 113 S. Ct. 1710, 123 L. Ed. 2d 353 (1993). Vea también
Pettiway v. Vose, 100 F.3d 198 (1st Cir. 1996).
80. Brecht v. Abrahamson, 507 U.S. 619, 637, 113 S. Ct. 1710, 1722, 123 L. Ed. 2d 353 (1993) (las
citas internas omitidas). Vea también California v. Roy, 519 U.S. 2, 117 S. Ct. 337, 136 L.Ed. 2d 266 (1996)
(sosteniendo que un error en el texto escrito con las pertinentes instrucciones al jurado es perjudicial (o sea,
no es inofensivo)).
81. Brecht v. Abrahamson, 507 U.S. 619, 643, 113 S. Ct., 1710, 1724, 123 L. Ed. 2d 353 (1993)
(citas internas omitidas). Vea Villafuerte v. Stewart, 111 F.3d 616 (9th Cir. 1997) (la omisión por parte de la
corte de primera instancia al dar instrucciones al jurado sobre el delito menos grave de secuestro, cuando el
caso se trataba de un homicidio, no tuvo “efectos sustanciales y perjudiciales” con respecto del veredicto
(resolución) del jurado).

Cap. 5 HABEAS CORPUS FEDERAL 133
(1) La naturaleza del derecho en cuestión;
(2) La gravedad de las consecuencias que la violación del derecho tendrá sobre las
deliberaciones del jurado;
(3) El tipo de proceso;
(4) Lo que está en juego;
(5) La gravedad de la violación; y
(6) La frecuencia de la violación durante el juicio. 82
Cada juez podrá llegar a una conclusión diferente sobre si un error determinado
cumple con el estándar de “efecto sustancial y perjudicial.” No obstante, hay cuando
menos un estándar que se aplica a todos los jueces, y es el siguiente: si al revisar su
caso surgen “serias dudas” sobre la cuestión de si hubo o no “efectos sustanciales y
perjudiciales,” el juez tendrá que concluir que el error sí fue perjudicial (o sea, que no es
inofensivo). 83 Es decir, si el juez está inseguro sobre que tanto impacto tuvo el error
sobres su juicio, su petición de habeas corpus ha satisfecho el estándar para demostrar
que sí le ha perjudicado. Por lo tanto, para demostrar que usted fue perjudicado por la
violación a sus derechos, tendrá que mostrar al juez que el error en cuestión disminuyó
sus posibilidades de triunfar en el juicio, y que el error probablemente afectó el resultado.
No obstante, desde que se aprobó la AEDPA, hay cierta incertidumbre sobre el papel
que debe jugar Brecht en la aprobación del habeas. 84 Lo más importante es recordar que
usted tendrá que mostrar a la corte que el sólo hecho de que hubo una violación a sus
derechos es suficiente para concederle el remedio que su petición de habeas corpus
pide.
4. El estándar para la aprobación del habeas corpus
En la Sección 1 de esta Parte se explicó cómo identificar las violaciones de derechos
federales. En las secciones 2 y 3 se explicó cómo demostrar que ha ocurrido una
violación de sus derechos y cómo esta violación le ha perjudicado sustancialmente. Antes
de la aprobación de la AEDPA, esto era lo que bastaba para que se aprobara una
petición de habeas corpus; pero ahora la AEDPA exige a los solicitantes demostrar algo
más que una violación que le ha perjudicado. 85
Más adelante en este capítulo, usted aprenderá qué es el agotamiento de recursos,
uno de los requisitos para que se apruebe el habeas. 86 Esencialmente el agotamiento de
recursos significa que toda petición de habeas tiene que haber pasado inicialmente por
una corte estatal. Si usted está presentando una petición de habeas corpus, tiene que ser
porque no tuvo éxito al intentar que la corte estatal reparara las violaciones a sus
82. Kotteakos v. United States, 328 U.S. 750, 66 S. Ct. 1239, 90 L. Ed. 1557 (1946). Brecht también
incluyó una excepción, estableciendo que un error intencional y particularmente grave, o un error combinado
con un patrón de conducta inapropiada por parte de la fiscalía, podría justificar un habeas favorable, aún si el
error no “influyó sustancialmente” la decisión del jurado. Brecht v. Abrahamson, 507 U.S. 637, 638 n.6 (1993).
No obstante, desde febrero de 1999 no se ha visto que ninguna corte falle a favor de un acusado en base a
este tipo de situaciones.
83. O’Neal v. McAninch, 513 U.S. 432, 115 S. Ct. 992, 130 L. Ed. 2d 947 (1995).
84. Vea Thomas v. Gibson, 218 F.3d 1213 (10th Cir. 2000) (reconociendo que la aplicabilidad del
estándar Brecht después de la AEDPA es incierta); Vincent v. Seabold, 226 F.3d 681 (6th Cir. 2000) (solo se
aplicó el estándar Brecht después de determinar que, conforme al § 2254(d)(1)), era posible aprobar el
recurso de habeas corpus)); Whitmore v. Kemna, 213 F.3d 431 (8th Cir. 2000) (se planteó la pregunta de si
las cortes federales que revisan casos de habeas corpus debieran seguir haciendo el análisis de Brecht para
determinar si ocurrieron errores inofensivos).
85. 28 U.S.C. § 2254(d) (2000).
86. Vea la Parte D(1)(b) de este capítulo.

134 MANUAL DE ASESORÍA LEGAL PARA PRISIONEROS Cap. 5
derechos constitucionales. 87 Para que su petición de habeas sea exitosa, usted tendrá
que demostrar que la corte estatal, al denegar su reclamo, “no cumplió con, o aplicó
irrazonablemente la, ley federal claramente establecida según la determinación de la
Corte Suprema.” 88 Su petición también podrá ser aprobada si demuestra que la decisión
de la corte estatal de negar su petición se basó en una “determinación irrazonable de los
hechos, a la luz de la evidencia presentada en el juicio.” 89
La Parte (a) de esta sección explica cómo utilizar el primer estándar—la decisión de
la corte estatal “no cumplió con, o aplicó irrazonablemente la, ley federal claramente
establecida según la determinación de la Corte Suprema.” La Parte (b) de esta sección
explica cómo utilizar el segundo estándar— “determinación irrazonable de los hechos a la
luz de la evidencia presentada en el juicio.”
a. La corte estatal “no cumplió con, o aplicó irrazonablemente la, ley federal claramente
establecida según la determinación de la Corte Suprema”
La Corte Suprema en el caso Williams v. Taylor 90 explicó este estándar. En Williams
el solicitante alegaba que había recibido asesoría legal ineficaz. La corte sostuvo que el
señor Williams había demostrado que la asesoría que le dio su abogado había sido
ineficaz y entonces consideró si, conforme al estándar, debió haberse aprobado la
petición de habeas corpus. 91
La corte primero sostuvo que para prevalecer, un solicitante debe demostrar que la
violación de derechos por la que el solicitante se queja se basó en una porción de ley
federal que ya estaba muy claramente establecido por la Corte Suprema en el momento
en que la corte estatal resolvió las reclamaciones en cuestión. Esto significa que antes de
que la corte considere su reclamación, usted tendrá que demostrar que la ley en la que
quiere apoyarse no es nueva y que la Corte Suprema misma ya la ha interpretado y
establecido su significado. 92 La mayoría de ejemplos de violaciones constitucionales
enumeradas arriba no implican leyes nuevas y, por lo tanto, pueden producir un habeas
favorable. Además, si usted puede demostrar a la corte que la parte del derecho en la
que usted se está apoyando cumple con la prueba de Teague, 93 usted habrá satisfecho
este requisito, 94 siempre y cuando se haya tratado de un fallo de la Corte Suprema.
Luego de comprobar que la parte del derecho federal en la que usted se apoya está
claramente establecida, el siguiente paso será demostrar que el fallo de la corte estatal
fue en contra del derecho federal o que la corte estatal aplicó el derecho de manera
87. El agotamiento requiere que usted trate de remediar su problema ante una corte estatal antes
de presentar una petición de habeas en una corte federal. Una vez que usted haya pedido a una corte estatal
que revoque su su sentencia por alguna razón, debe esperar la decisión. Si no le conceden su petición,
entonces puede peticionar nuevamente usando las mismas reclamaciones y los mismos argumentos en una
petición, pero ahora incluyéndolas en una petición federal de habeas. Vea la Parte D(1)(b).
88. 28 U.S.C. § 2254(d)(1) (2000).
89. 28 U.S.C. § 2254(d)(2) (2000).
90. Williams v. Taylor, 529 U.S. 362, 120 S. Ct. 1495, 146 L. Ed. 2d 389 (2000).
91. La Corte sostuvo que el señor Williams había cumplido con los requisitos del estándar de
Strickland (el cual se explica en la parte B(2)). El señor Williams demostró que hubo una violación
constitucional hacia él (vea la parte B(1)), bajo el estándar correcto (vea la parte B(2)), y demostró también
que la violación lo perjudicó (vea la parte B(3)(b)).
92. Para una explicación de cómo establecer que está confiando en una ley que no es nueva, vea
la parte C(2) de este capítulo.
93. Teague v. Lane, 489 U.S. 288, 109 S. Ct. 1060, 103 L. Ed. 2d334 (1989). Esto se examina en la
parte C(2) de este capítulo.
94. Williams v. Taylor, 529 U.S. 362, 412-13, 120 S. Ct. 1495, 1523, 146 L. Ed. 2d 389, 429–30
(2000) (O’Connor, J., concurring).

Cap. 5 HABEAS CORPUS FEDERAL 135
irrazonable. Recuerde que lo que se pretende con una petición de habeas corpus es dar
a la corte federal oportunidad de reparar una decisión equivocada.
i. El estándar "no cumplió" con (o sea, iba en contra de) la ley
Para demostrar que se tomó la decisión equivocada primeramente debe demostrar
que no cumplía con la ley federal claramente establecida. En Williams la corte sostuvo
que esto significa que el habeas se aprueba cuando la corte del estado "aplica una regla
que va en contra de la ley que gobierna según nuestra [jurisprudencia].” 95 Esto significa
que la corte estatal aplicó el estándar incorrecto o interpretó el estándar incorrectamente.
Por ejemplo, en un caso de asesoría ineficaz, el estándar que debe ser aplicado es el de
Strickland. 96 Si la corte estatal aplica un estándar distinto, estaría aplicando un estándar
“que va en contra” del derecho claramente establecido y su petición de habeas sería
aprobada. Asimismo, si la corte interpreta incorrectamente el estándar de Strickland, por
ejemplo, exigiendo pruebas que demuestren más allá de cualquier duda razonable que el
resultado habría sido diferente si la asesoría legal hubiera sido adecuada, la decisión de
la corte iría en contra del derecho federal y se aprobaría el la petición de habeas
corpus. 97
La otra forma de demostrar que una decisión no cumple con el derecho federal es
mostrando que, si bien los hechos de su caso son prácticamente los mismos que los de
un caso resuelto por la Corte Suprema, la corte estatal llegó a una conclusión diferente a
la que llegó la Corte Suprema. 98 Esto significa que si usted logra ubicar un caso de la
Corte Suprema con hechos parecidos a los del suyo, y a la vez logra mostrar que la corte
estatal no falló de la misma manera, usted tal vez tendrá derecho a que se apruebe su
petición de habeas corpus. En el caso Williams, sin embargo, la Corte Suprema recalcó
que si se identifica el estándar legal correcto para una reclamación, y no hay ningún caso
de la Corte Suprema con hechos parecidos, entonces la decisión de la corte estatal de
descartar su reclamación no “va en contra” del derecho federal. 99
95. Williams v. Taylor, 529 U.S. 362, 405, 120 S. Ct. 1495, 1519, 146 L. Ed. 2d 389, 425 (2000)
(O’Connor, J., concurring).
96. Strickland v. Washington, 466 U.S. 668, 688, 694, 104 S. Ct. 2052, 80 L. Ed. 2d 674 (1984) (el
estándar para establecer asesoría ineficaz es preguntando si la asesoría fue objetivamente razonable y si la
asesoría ineficaz perjudicó su defensa)
97. En Williams, la corte sostuvo que la decisión de la corte estatal era contraria a la ley federal
porque la corte utilizó la prueba para la asesoría ineficaz del abogado de Lockhart v. Fretwell, 506 U.S. 364,
113 S. Ct. 838, 122 L. Ed. 2d 180 (1993), en vez del estándar de Strickland, que era el apropiado. Williams v.
Taylor, 529 U.S. 326, 413, 120 S. Ct. 1495, 1523–24, 146 L. Ed. 2d 389, 430–31 (2000) (O’Connor, J.,
concurring).
98. Williams v. Taylor, 529 U.S. 362, 406, 120 S. Ct. 1495, 1502–03, 146 L. Ed. 2d 389, 414–15
(2000). Vea Ramdass v. Angelone, 530 U.S. 156, 165-66, 120 S. Ct. 2113, 2119–20, L. Ed. 2d 125, 135–36
(2000) (reiterando que "la corte estatal va contra la ley federal claramente establecida cuando aplica una
regla legal que contradice nuestras conclusiones anteriores o llega a un resultado distinto bajo algún caso
nuestro a pesar de que los hechos sean indistinguibles” (iguales)).
99. Williams v. Taylor, 529 U.S. 362, 413, 120 S. Ct. 1495, 1523, 146 L. Ed. 2d 389, 412–13
(2000). Vea también Ellis v. Norris, 232 F.3d 619 (8th Cir. 2000) (concluyendo que la decisión de la corte
estatal no iba contra el derecho federal claramente establecido, ya que los hechos del caso “lo distinguen
sustancialmente de cualquier precedente relevante de la Corte Suprema”); Jones v. Stinson, 229 F.3d 112,
119 (2d Cir. 2000) (concluyendo que la corte estatal no aplicó una regla de ley contraria al precedente
establecido por la Corte Suprema ni hizo sus conclusiones en base a hechos materialmente indistinguibles);
Sanders v. Easley, 230 F.3d 679, 686 (4th Cir. 2000) (se falló que la decisión de la corte estatal no estuvo “en
contra” de los precedentes claramente establecidos por la Corte Suprema, ya que la corte estatal identificó
correctamente el estándar aplicable y “articuló consideraciones específicas, similares a aquellas reconocidas
por la Corte Suprema); Williams v. Matesanz, 230 F.3d 421, 425 (1st Cir. 2000) (recalcando que la decisión
de la corte estatal “puede fracasar, con respecto del “en contra de” de la prueba señalada en la sección

136 MANUAL DE ASESORÍA LEGAL PARA PRISIONEROS Cap. 5
En síntesis, bajo esta prueba de dos partes, para demostrar que la decisión del
estado de negar su reclamación va en contra del derecho federal, usted tendrá que hacer
una de las tres siguientes cosas:
(1) Mostrar que la corte aplicó el estándar equivocado para determinar si hubo o no una
violación; 100
(2) Mostrar que la corte identificó el estándar correcto pero lo aplicó incorrectamente a su
caso; o
(3) Señalar un caso de la Corte Suprema con hechos y reclamaciones parecidos a los
suyos pero con un fallo distinto al de la corte estatal.
Para probar que usted merece que se apruebe su petición de habeas, tendrá que señalar
la violación de una ley federal, 101 entender bien el estándar aplicable a tal violación, 102
mostrar a la corte que la violación cumple con el estándar, 103 y luego mostrar que en su
caso, la corte estatal aplicó el estándar equivocado, o aplicó el estándar aplicable pero
incorrectamente.
ii. La aplicación irrazonable de estándares
Si la decisión de la corte estatal denegando su reclamación por violación de derechos
federales no va en contra del derecho federal, todavía hay posibilidades de que su
petición de habeas sea aprobada bajo la segunda parte de la prueba. Esta parte de la
prueba se aplica cuando la corte estatal ha escogido el estándar correcto pero lo ha
aplicado de manera irrazonable a los hechos particulares de su caso, o no ha extendido
el estándar a la violación que usted ha sufrido. 104 Habrá ocasiones en que este estándar
se confunda con el de “ir en contra,” 105 así que le conviene argumentar que su caso
cumple con los dos estándares a la vez. Para demostrar que al tomar su decisión la corte
estatal aplicó el derecho federal de manera irrazonable usted tendrá que demostrar que
aplicó el estándar de manera “objetivamente irrazonable. 106 La Corte Suprema no ha
definido bien este estándar; no obstante, sí ha dicho que una aplicación irrazonable del
derecho federal es más que una simple aplicación incorrecta del derecho federal. 107 Por
lo tanto, no bastará con sólo demostrar que la corte estatal se equivocó; ante la Corte
2254(d)(1), solamente si la corte aplica el derecho equivocado o si, ante unos hechos prácticamente
idénticos, llega a una conclusión contraria a la de la Corte Suprema).
100. Para determinar el estándar que la corte debió haber aplicado, vea la parte (B)2 de este
capítulo.
101. Vea la Parte B(1) de este capítulo.
102. Vea la Parte B(2) de este capítulo.
103. Vea la Parte B(3) de este capítulo.
104. Williams v. Taylor, 529 U.S. 362, 408–09, 120 S. Ct. 1495, 1520-21, 146 L. Ed. 2d 389, 427
(2000) (O’Connor, J., concurring). Vea Ramdass v. Angelone, 530 U.S. 156, 166, 120 S. Ct. 2113, 2120, 147
L. Ed. 2d 125, 136 (2000) (“El estatuto autoriza igualmente la aprobación de la petición de habeas si,
conforme al derecho federal claramente establecido, una corte estatal ha procedido irrazonablemente al
aplicar el estándar aplicable a los hechos del caso. Asimismo, será posible revocar la decisión de una corte
estatal si, conforme al derecho federal claramente establecido, la corte ha procedido irrazonablemente al
rehusar extender el estándar aplicable a un contexto en que dicho estándar debe ser empleado.”).
105. Williams v. Taylor, 529 U.S. 362, 385–86, 120 S. Ct. 1495, 1509, 146 L. Ed. 2d 389, 413 (2000).
Vea Van Tran v. Lindsey, 212 F.3d 1143, 1150 (9th Cir. 2000).
106. Williams v. Taylor, 529 U.S. 362, 409-10, 120 S. Ct. 1495, 1521-22, 146 L. Ed. 2d 389, 428
(2000) (O’Connor, J., concurring).
107. Williams v. Taylor, 529 U.S. 362, 410, 120 S. Ct. 1495, 1522, 146 L. Ed. 2d 389, 428
(2000).

Cap. 5 HABEAS CORPUS FEDERAL 137
Suprema usted tendrá que mostrar algo más. 108 Es difícil definir a qué se refiere este
“algo más” en la jurisprudencia reciente. Una manera de verlo es teniendo en cuenta que
a veces la gente puede equivocarse, pero de todos modos se pueden ver las cosas
desde su punto de vista. Lo que usted tiene que demostrar es que la corte se equivocó y
que la forma en la que vio las cosas no tiene sentido alguno. O sea, lo que hizo esta corte
fue distinto a lo que haría la mayoría de la gente, y sería muy difícil para la mayoría de las
personas comprender por qué la corte estatal hizo lo que hizo. Una de la cosas en las
usted se puede enfocar para comprobar que la corte estatal procedió irrazonablemente al
aplicar el estándar en cuestión, es el razonamiento que utilizó para llegar a sus
conclusiones. Esto significa que si usted puede señalar una falla en el razonamiento de la
corte, tal vez pueda demostrar que procedió irrazonablemente. 109
De un circuito a otro ha habido diversas interpretaciones de lo que significa la
aplicación irrazonable de estándares. Entienda cómo su circuito define lo que es
‘irrazonable,’ poniendo a prueba de Shepard el caso más importante de la Corte Suprema
sobre el tema, Williams v Taylor. 110
108. Vea Hameen v. Delaware, 212 F.3d 226, 235 (3d Cir. 2000); Phoenix v. Matesanz, 233 F.3d 77
(1st Cir. 2000) (“No podemos decir que el fallo [de la corte estatal] fue objetivamente irrazonable, aun si
nosotros tal vez hubiéramos emitido un fallo distinto.”); Van Tran v. Lindsey, 212 F.3d 1143, 1156 (9th Cir.
2000) (rechazó la petición de habeas que disputaba el fallo de la corte estatal por ser incorrecto: “ Si bien
creemos que el fallo fue incorrecto, éste no fue ‘en contra’ del derecho claramente establecido; y lo que es
más importante, el error no involucró la aplicación irrazonable del derecho federal.”); Van Woudenberg v.
Gibson, 211 F.3d 560, 556 n.4 (10th Cir. 2000).
109. Mask v. McGinnis, 233 F.3d 132, 140 (2d Cir. 2000) (concluyendo que la corte estatal, al tomar
su decisión, había “aplicado irrazonablemente” el estándar de Strickland, ya que había exigido al solicitante
cumplir con un estándar más exigente–la certeza de que el proceso judicial habría resultado distinto—para
establecer su reclamación de asesoría legal ineficaz, en vez de la preponderancia de evidencia que
normalmente se requiere bajo Strickland); Washington v. Hofbauer, 228 F.3d 689 (6th Cir. 2000) (la corte
estatal había aplicado Strickland de forma objetivamente irrazonable, ya que había citado equivocadamente
el caso Darden v. Wainwright, 477 U.S. 168, 182, 106 S. Ct. 2464, 2472, 91 L. Ed. 2d 144, 158 (1986) para
justificar su conclusión incorrecta según la cual la asesoría legal no había sido ineficaz, aun cuando el
abogado defensor no hizo nada ante la mala conducta del fiscal en los alegatos finales).
110. Williams v. Taylor, 529 U.S. 362, 120 S. Ct. 1495, 146 L. Ed. 2d 389 (2000). Para un caso
reciente de la Corte Suprema que aplica este estándar, vea Penry v. Johnson, 532 U.S. 782, 121 S. Ct. 1910,
150 L. Ed. 2d. 9 (2001). También vea Kibbe v. Dubois, 269 F.3d 26 (1st Cir. 2001) (sosteniendo que la
decisión de la corte estatal fue objetivamente razonable, aunque incorrecta o inexacta, porque estaba dentro
“del universo de los resultados plausibles y creíbles”; igualmente se dijo que es posible obtener múltiples
interpretaciones, a la vez contradictorias y razonables, cuando hay cuestiones de derecho todavía no
resueltas); Davis v. Strack, 270 F.3d 111 (2d Cir. 2001) (concluyendo que la decisión de la corte de segunda
instancia (the Appellate Division, o sea de apelaciones) “fue sumamente contraria a los estándares
planteados por la Corte Suprema con respecto al debido proceso” y cabía dentro de lo que es la “aplicación
irrazonable"); Hameen v. Delaware, 212 F.3d 226 (3d Cir. 2000) (acogiéndose a Williams y exigiendo más
que un simple error para determinar irrazonabilidad); Jermyn v. Horn, 266 F.3d 257, 312 (3d Cir. 2001)
(sosteniendo que la decisión de la corte estatal de denegar la petición de habeas del demandante fue
objetivamente irrazonable); Bell v. Jarvis, 236 F.3d 149, 162, 175 (4th Cir. 2000) (sosteniendo que la decisión
de la corte estatal de denegar la reclamación del demandante por asesoría ineficaz no fue objetivamente
irrazonable; además, se dijo explícitamente que los estándares de “irrazonabilidad” no deberían equipararse
al de “claramente erróneo"); Martinez v. Johnson, 255 F.3d 229, 243 (5th Cir. 2001) (haciendo distinción entre
el estándar objetivo de razonabilidad y aquel que establece que algo es “razonablemente debatible,” utilizado
por la corte de circuito de inferior instancia; además, se falló que la decisión de la corte de circuito de inferior
instancia no había sido objetivamente irrazonable porque cualquier ente razonable, al juzgar con respecto de
cuestiones de hecho, habría concluido lo mismo); Tucker v. Johnson, 242 F.3d 617, 620–21 (5th Cir. 2001)
(la decisión de la corte de inferior instancia no había sido objetivamente irrazonable, hacienda distinción entre
el estándar de razonabilidad objetiva y la razonabilidad subjetiva de los miembros del jurado); Miller v.
Francis, 269 F.3d 609, 620 (6th Cir. 2001) (concluyendo que la opinión de la corte de inferior instancia había
sido objetivamente razonable, haciendo la distinción entre el estándar de razonabilidad objetiva y subjetiva);
Harris v. Stovall, 212 F.3d 940 (6th Cir. 2000) (concluyendo que la decisión de la corte estatal no constituía
una aplicación irrazonable del estándar ya que el precedente de la Corte Suprema en relación a la

138 MANUAL DE ASESORÍA LEGAL PARA PRISIONEROS Cap. 5
b. “Determinación irrazonable de los hechos, dada la evidencia producida en el proceso
estatal”
Esta parte plantea un nuevo estándar para lograr que la petición de habeas sea
aprobada. En páginas anteriores, la Parte B(4)(a) explicó cómo el habeas puede ser
exitoso cuando, en la reclamación, alega que la corte estatal hizo su decisión en base a
una porción equivocada de la ley, o aplicó una ley de manera irrazonable. El estándar
que ahora se plantea involucra situaciones en que la corte estatal se equivoca en cuanto
a los hechos, no en cuanto a la ley. La equivocación en relación a los hechos significa
que la corte estatal escogió el estándar adecuado para su caso, pero (1) descartó alguna
evidencia presentada porque consideró que no era persuasiva; (2) interpretó
incorrectamente la evidencia y emitió su decisión en base a ello; o (3) ignoró hechos
legalmente relevantes y necesarios para llegar a un resultado correcto. Si la corte federal
determina que la corte estatal interpretó irrazonablemente los hechos de su caso e hizo
su decisión en base a ello, su petición de habeas corpus será aprobada. 111 Por otra parte,
si la corte federal decide que la corte estatal actuó de manera razonable al examinar los
hechos, no podrá aprobar el habeas. 112 Se presume siempre que la corte estatal
considera los hechos de manera razonable. Le toca a usted comprobar lo contrario, en
base a que la corte estatal ignoró evidencia o la interpretó incorrectamente. Usted tendrá
que probar que bajo una interpretación distinta de toda la evidencia, aplicada
correctamente y sin ignorar ningún aspecto de ella, la decisión de la corte estatal hubiera
sido diferente.
El primer paso para determinar si la decisión se basó en una determinación fáctica
irrazonable es mostrar a la corte que se hizo una determinación. Es decir, usted no puede
usar este estándar si ninguno de los hechos de su caso fue determinado por la corte
transcripción de las audiencias anteriores aun no había sido establecido claramente); Boss v. Pierce, 263
F.3d 734, 739–42 (7th Cir. 2001) (concluyendo que la decisión de la corte de segunda instancia había sido
irrazonable, y señalando que para ser revocada, conforme a Williams, una decisión “tiene que ser tan errónea
que sea irrazonable”; señalando además que la corte examina la cuestión de irrazonabilidad de forma
pragmática y se pregunta “si la decisión ‘tiene cuando menos una mínima coherencia con los hechos y
circunstancias del caso’ o ‘si coincide con uno de los muchos igualmente plausibles resultados’...‘que están
en conflicto con los precedentes aplicables de la Corte Suprema o justificados pobremente por el expediente,
o que son tan arbitrarios’ que son irrazonables” (citas omitidas)); Siers v. Weber, 259 F.3d 969, 975 (8th Cir.
2001) (concluyendo que la decisión de la corte inferior no era objetivamente irrazonable aunque la evidencia
pudo haber conducido a una corte de mayor instancia a una decisión contraria); Tuan Van Tran v. Lindsey,
212 F.3d 1143, 1153 (9th Cir. 2000) (se utilizó la doctrina del “claro error,” la cual normalmente sólo permite
revocaciones si la corte de segunda instancia queda “definitiva y firmemente convencida” de que hubo error,
y determina entonces que la aplicación de derecho había sido objetivamente irrazonable. Además sostuvo
que la decisión de la corte estatal no había sido objetivamente irrazonable porque a pesar de ser errónea, no
era claramente errónea); Cárdenas v. Lytle, No. 00-2389, 2001 U.S. App. LEXIS 3367 (10th Cir. Mar. 6,
2001)( concluyendo que al tomar su decisión, la corte estatal no había aplicado el derecho federal de manera
irrazonable); Thomas v. Gibson, 218 F.3d 1213 (10th Cir. 2000) (manteniendo la distinción efectuada por la
Corte Suprema entre erróneo e irrazonable); Brown v. Head, 272 F.3d 1308, 1313 (11th Cir. 2001)
(sosteniendo que la decisión de la corte de inferior instancia no había sido objetivamente irrazonable y
señalando que es la “razonabilidad objetiva, y no la corrección per se de ella, lo que nos toca decidir en
cuanto al fallo de la corte estatal”); Parker v. Head, 244 F.3d 831 (11th Cir. 2001) (señalando que en Williams
la Corte Suprema había rechazado el estándar del “jurado razonable” en favor del de la irrazonabilidad
objetiva, y sosteniendo que las decisiones de la corte de primera instancia de Georgia no habían sido
objetivamente irrazonables).
111. Vea, e.g., Torres v. Prunty, 223 F.3d 1103, 1110 n.6 (9th Cir. 2000); Jeffries v. Wood, 114 F.3d
1484, 1500 (9th Cir. 1997).
112. Vea Watkins v. Miller, 92 F. Supp. 2d 824 (S.D. Ind. 2000).

Cap. 5 HABEAS CORPUS FEDERAL 139
estatal. Pero si la corte estatal no determinó ninguno de los hechos cuando debió haberlo
hecho, es posible que su habeas sea aprobada. 113
El segundo paso es probar que la determinación fáctica (en inglés: “fact finding”) fue
irrazonable. Una forma de hacer esto es demostrando que la corte estatal usó el proceso
inadecuado para establecer los hechos. 114 Esto significa que la corte estatal sacó sus
conclusiones sin tomar en cuenta o examinar bien la evidencia proporcionada por usted.
Esta parte de la investigación tiene que ver con la forma en que la corte estatal hizo sus
determinaciones fácticas y no con las determinaciones en sí.
El tercer paso para probar que las determinaciones fácticas (de hechos) de la corte
estatal fueron irrazonables es mostrando que fueron irrazonables en cuanto a la
sustancia (los elementos que la integran). Es decir, usted tiene que mostrar que la
determinación fáctica de la corte estatal fue irrazonable y que el expediente no contiene
información alguna que la justifique. 115 El estándar para probar esto es el de evidencia
"clara y convincente.” Esto significa que usted no puede simplemente hacer conclusiones
y afirmar que la determinación fáctica de la corte es irrazonable; tendrá que demostrar
con ejemplos específicos por qué la determinación fáctica es irrazonable. 116
113. Vea Mask v. McGinnis, 233 F.3d 132 (2d Cir. 2000) (rechazando presunción de que la
determinación fáctica (“fact finding” en inglés) por parte de la corte estatal fue correcta, ya que no hubo
proceso mediante el cual se examinaron los hechos, sino solamente conclusiones); McGhee v. Yukins, 229
F.3d 506, 513 (6th Cir. 2000) (la presunción de que la determinación fáctica es correcta sí es aplicable
cuando se trata de hechos históricos); Weeks v. Snyder, 219 F.3d 245, 258–59 (3d Cir. 2000) (sosteniendo
que la presunción de que la determinación fáctica es correcta se aplica tanto a la determinación implícita de
los hechos por parte de la corte estatal, como a la determinación expresa de los mismos). También vea
Coombs v. Maine, 202 F.3d 14, 18 (1st Cir. 2000) (citando a Bryson v. Ward, 187 F.3d 1193, 1211 (10th Cir.
1999)) (citas omitidas); Bottoson v. Moore, 234 F.3d 526, 534 (11th Cir. 2000) (“en casos como éste, en el
que hay conflicto entre peritos (expertos), el omitir el testimonio de uno de ellos equivale a una determinación
de credibilidad, o sea, una determinación fáctica” a la que se aplica la presunción de que es correcta).
114. Vea Bottoson v. Moore, 234 F.3d 526 (11th Cir. 2000) (revisando cuidadosamente el proceso de
la corte para determinar hechos (“fact finding)); Francis S. v. Stone, 221 F.3d 100, 116 (2d Cir. 2000)
(“Tratándose de una cuestión tan sutil … sólo un expediente muy deficiente permitirá a la corte federal emitir
un fallo que diga que la decisión de la corte estatal. . . no tiene justificación razonable.” En este caso, solo se
concluyó que las deficiencias eran “extensas"); Torres v. Prunty, 223 F.3d 1103, 1108–09 (9th Cir. 2000)
(rechazando las determinaciones fácticas de la corte porque eran "conclusorias” nada más (o sea, sin
análisis)); Jeffries v. Wood, 114 F.3d 1484, 1500 (9th Cir. 1997); Lindh v. Murphy, 96 F.3d 856 (7th Cir. 1996),
en parte revocada, 117 S. Ct. 2059 (1997); Burris v. Parke, 948 F. Supp. 1310, 1321 (N.D. Ind. 1996), aff’d,
116 F.3d 256 (7th Cir. 1997).
115. Vea Bottoson v. Moore, 234 F.3d 526, 540 (11th Cir. 2000) (concluyendo que el expediente
justificaba la determinación fáctica de la corte estatal y que el solicitante, por lo tanto, no logró rebatir con
evidencia clara y convincente la presunción de que estas eran correctas); Green v. White, 232 F.3d 671, 672
n.3 (9th Cir. 2000) (sosteniendo que la determinación fáctica de una corte estatal es irrazonable bajo §
2254(d)(2) y (e)(1) si ésta es claramente errónea); Torres v. Prunty, 223 F.3d 1103, 1109 (9th Cir. 2000)
(sosteniendo que la determinación de fáctica de la corte estatal era irrazonable bajo la § 2254(d)(2), ya que
“la evidencia contenida en el expediente era conclusoria y no muy bien fundamentada”). También vea Valdez
v. Ward, 219 F.3d 1222, 1231 (10th Cir. 2000); Thomas v. Gibson, 218 F.3d 1213, 1228–29 (10th Cir. 2000)
(concluyendo que "a la luz de la evidencie contenida en el expediente de este caso, la interferencia [ejercida
por la corte estatal] fue claramente irrazonable [conforme al § 2254(d)(2);]...“no tiene ningún sentido suponer
[como hizo la corte estatal] que un asesino pararía de golpear a una víctima inconsciente, cuando hay
testimonio indiscutible de expertos afirmando que el asesino siguió golpeando a la víctima cuando ya estaba
muerta.”); McClain v. Prunty, 217 F.3d 1209, 1222–23 (9th Cir. 2000); Williamson v. Ward, 110 F.3d 1508,
1521 n.14 (10th Cir. 1997) (cuando un solicitante vence la presunción de que la determinación fáctica es
correcta, en base a que “el expediente no justifica” dicha presunción bajo la antigua § 2254(d)(8), este
solicitante ha demostrado igualmente que, a la luz de la evidencia presentada en el juicio estatal, la
resolución de la corte estuvo basada en una determinación fáctica irrazonable, conforme al § 2254(d)(2)
modificado).
116. Fisher v. Lee, 215 F.3d 438, 446 (4th Cir. 2000). Vea Hooks v. Ward, 184 F.3d 1206, 1231 (10th
Cir. 1999) (conforme a la § 2254(e)(1), el solicitante rebatió la presunción de que la determinación fáctica de
la corte estatal era correcta, pues demostró que esa corte había llegado a una conclusión incorrecta, ya que

140 MANUAL DE ASESORÍA LEGAL PARA PRISIONEROS Cap. 5
C. Cosas por las que Usted No Podrá Hacer Reclamaciones
La ley federal es muy particular en cuanto a las reclamaciones que pueden
presentarse en una petición de habeas corpus. Según lo indicado en las partes A y B de
este capítulo, usted tendrá que comprobar que su reclusión viola la Constitución, el
derecho o los tratados de los Estados Unidos. Esto significa que usted no podrá plantear
reclamaciones por violaciones a la constitución de algún estado, derecho estatal o sobre
las condiciones de la prisión. A continuación se dan ejemplos de las situaciones en las
que no puede presentar un habeas, y asimismo se plantean algunas excepciones a la
regla. 117
1. Búsqueda y asimiento ilegales (“Illegal Search and Seizure”)
Aunque el introducir evidencia ilegalmente obtenida en el juicio viola la ley federal, 118
las cortes que resuelven peticiones de habeas no siempre escucharán reclamaciones
sobre este problema. La Corte Suprema ha creado un estándar diferente de revisión para
este particular tipo de violación federal. Su oportunidad previa de reclamar este tipo de
asunto puede impedirle reclamar estos asuntos ahora. En Stone v. Powell, la Corte
Suprema sostuvo que no se puede reclamar sobre este tipo de violación en una petición
de habeas si usted tuvo una “completa y justa oportunidad” de mostrar este error en juicio
y en la apelación de su condena. 119 Todas las cortes tienen procedimientos para
determinar si ha habido una “completa y justa oportunidad” para litigar un reclamo. Dado
que estados diferentes pueden tener diferentes estándares, usted debe revisar la ley del
estado en el cual su caso tomó lugar.
En algunos tribunales menores, la “completa y justa oportunidad” no existe cuando:
(1) los procedimientos en ese estado no permiten a ningún peticionario en su situación
entablar un reclamo; o (2) los procedimientos fueron usados de forma incorrecta en su
caso. 120 Debe enfocara su reclamación en las maneras en las que el procedimiento le
impidió refutar el uso de evidencia ilegalmente obtenida. Si la corte del estado nunca
consideró los méritos de su reclamación, la mayoría de los estados determinarán que a
usted se le denegó una completa y justa oportunidad. En otras palabras, usted puede
reclamar sobre un problema de búsqueda y requisa ilegal en su petición de habeas si la
corte: (1) nunca consideró si sus argumentos fácticos eran correctos o equivocados, o (2)
la evidencia admitida en el juicio era insuficiente para demostrar que Hooks tenía la intención de cometer un
homicidio); Berry v. Gramley, 74 F. Supp. 2d 808, 814 (N.D. Ill. 1999) (el solicitante había rebatido la
presunción, conforme a la § 2254(e)(1), “no sólo con evidencia clara y convincente, sino con evidencia
abundante e indiscutible.").
117. Vea Teague v. Lane, 489 U.S. 288, 109 S. Ct. 1060, 103 L. Ed. 2d 334 (1989) (sosteniendo que
es apropiado aprobar una petición de habeas sólo cuando la decisión de la corte estatal haya entrado en
conflicto con los precedentes claramente establecidos por la Corte Suprema); Moore v. Calderon, 108 F.3d
261 (9th Cir. 1997) (concluyendo que es apropiado aprobar una petición de habeas sólo cuando la decisión
de la corte estatal está en conflicto o aplique irrazonablemente una decisión de la Corte Suprema; observe,
sin embargo, que la petición de habeas no podrá aprobarse si la decisión de la corte estatal simplemente es
contraria a la opinión de otra corte de distrito o circuito o federal).
118. La 4a Enmienda a la Constitución prohíbe la búsqueda y asimiento (decomiso) ilegales. Esta
regla, llamada en inglés “exclusionary rule” (regla de exclusión), dice que la evidencia tomada ilegalmente por
la policía no puede ser introducida en el juicio penal de la victima de dicha ilegalidad.
119. Stone v. Powell, 428 U.S. 465, 96 S. Ct. 3037, 49 L. Ed. 2d 1067 (1976).
120. Vea Willett v. Lockhart, 37 F.3d 1265 (8th Cir. 1994); United States ex. rel. Bostick v. Peters, 3
F.3d 1023, 1027 (7th Cir. 1993) (la revisión que hizo el estado del reclamo basado en la 4a Enmienda fue
deficiente, ya que al acusado se le negó la posibilidad de testificar en la audiencia sobre la supresión [de
evidencia] en la que habría podido dar su versión sobre el encuentro que tuvo con agentes antidrogas); Riley
v. Gray, 674 F.2d 522, 526 (6th Cir. 1982).

Cap. 5 HABEAS CORPUS FEDERAL 141
nunca consideró la razón por qué sus argumentos fácticos estaban correctos o
equivocados. 121
Los presos en el estado de Nueva York generalmente tienen una completa y justa
oportunidad de presentar quejas relacionadas con evidencia ilegalmente obtenida, pues
pueden presentar reclamaciones en varias etapas judiciales. El acusado puede notificar
al juez sobre este problema durante las audiencias previas al juicio o durante el juicio. 122
El acusado puede también presentar este tipo de reclamaciones en la apelación, siempre
y cuando la reclamación fuera apropiadamente preservada durante el juicio. 123 De esta
forma, en Nueva York, usted probablemente no puede reclamar o quejarse sobre una
búsqueda o requisa ilegal dentro de su petición de habeas.
El examen de una completa y justa oportunidad de Stone solo se aplica a la regla de
exclusión de de la cuarta enmienda (en inglés, 4th Amendment exclusionary rule). Hasta
ahora, este estándar no se ha aplicado a otras reclamaciones constitucionales. 124
121. Tres ejemplos de casos en que la corte federal revisando el habeas concluyó que la corte
estatal había incumplido con el requisito de proporcionar una completa y justa oportunidad de litigar un
reclamo sobre búsqueda y asimiento ilegales:
(1) En United States ex rel. Bostick v. Peters, el solicitante presentó una petición de habeas
impugnando una condena por posesión de drogas. La policía había hecho una búsqueda en sus
valijas sin orden judicial ni motivo fundado para hacerlo. El solicitante planteó la cuestión en una
de las audiencias previas al juicio y el juez le dijo que para hacer tal reclamo no le era necesario
testificar. Posteriormente, la corte permitió la introducción de evidencia conseguida mediante la
búsqueda ilegal, y el solicitante resultó condenado. Más adelante, el solicitante apeló a la corte
de segunda instancia con un reclamo por búsqueda ilegal. No obstante, la corte afirmó la
condena sin considerar el reclamo. El solicitante presentó entonces una petición de habeas con
el mismo reclamo. La corte federal falló que el solicitante no era culpable, pues con justa razón
había confiado en las instrucciones de la corte de primera instancia, según las cuales su
testimonio no era necesario. United States ex rel. Bostick v. Peters, 3 F.3d 1023, 1027 (7th Cir.
1993).
(2) En Agee v. White, el solicitante presentó una petición de habeas impugnando una condena por
homicidio. La policía lo había llevado dos veces a la estación, primero bajo detención ilegal, y
una semana más tarde, de manera voluntaria. Durante la segunda visita, el solicitante hizo
declaraciones autoincriminantes, que más adelante fueron aceptadas como pruebas. Tanto en
el juicio como en la apelación posterior a la condena en una corte estatal de segunda instancia,
el solicitante alegó que la información obtenida durante la segunda visita estaba “contaminada.”
Las dos cortes, no obstante, ignoraron sus reclamos. El solicitante alegó en su petición de
habeas que no había tenido “completa y justa oportunidad” para presentar su reclamo, ya que la
corte de segunda instancia lo había ignorado. La corte de habeas concluyó que, efectivamente,
hasta ese momento el solicitante no había tenido una completa y justa oportunidad para
presentar su reclamo, de manera que podía presentarlo en su petición de habeas. No obstante,
después de considerar los argumentos del solicitante, la corte decidió que el segundo
interrogatorio no había sido ilegal porque había sido voluntario y se había llevado a cabo una
semana después del primero. Agee v. White, 809 F.2d 1487 (11th Cir. 1987).
(3) En Riley v. Gray, en la apelación a su condena, el solicitante reclamó sobre evidencia obtenida
ilegalmente. La evidencia se había obtenido mediante una orden judicial basada en otra
evidencia obtenida ilegalmente. La corte de segunda instancia confirmó la condena bajo una
regla procesal y sin considerar el reclamo. La corte del sexto circuito otorgó el remedio que el
habeas buscaba, ya que “se había aplicado una regla procesal de manera imprevista,”
impidiendo al solicitante presentar bien su reclamo. Riley v. Gray, 674 F.2d. 522 (6th Cir. 1982).
122. N.Y. Crim. Proc. Law § 710.40 (McKinney Supp. 2001-02) cuando el acusado no sabe que se
obtuvo evidencia ilegalmente, le es permitido presentar este tipo de reclamo antes o durante el juicio.
123. Vea Gates v. Henderson, 568 F.2d 830 (2d Cir. 1977).
124. Vea Kimmelman v. Morrison, 477 U.S. 365, 373–75, 106 S. Ct. 2574, 2581–2582, 91 L. Ed. 2d
305, 317 (1986) (Stone no prohíbe la revisión de un habeas por asesoría legal ineficaz que alega que el
abogado no hizo la moción de supresión a tiempo); Rose v. Mitchell, 443 U.S. 545, 560–61, 99 S. Ct. 2993,
3002–3 (1979) (extendió Stone a un reclamo de igual protección contra la discriminación racial en la
selección del líder del Gran Jurado); Jackson v. Virginia, 443 U.S. 307, 319–21, 99 S. Ct. 2781, 2789–90, 61
L. Ed. 2d 739, 753 (1979) (Stone no prohíbe la revisión de habeas sobre reclamos que alegan, bajo el debido
proceso, que la evidencia fue insuficiente para sostener la condena ).

142 MANUAL DE ASESORÍA LEGAL PARA PRISIONEROS Cap. 5
Recuerde que si su abogado no presentó la cuestión relacionada a la regla de exclusión,
usted puede presentar una reclamación diciendo que la asistencia de su abogado fue
inefectiva.
2. Nuevas Leyes: La regla de Teague 125
Existe otro tipo de violación que no se puede presentar en una petición de habeas
corpus federal. En Teague v. Lane, la Corte Suprema sostuvo que en su petición no
puede presentar una reclamación por una violación a una “nueva” regla de derecho. 126
Una “nueva” regla de derecho es una regla obtenida de la decisión de la corte que no
existía en el momento en que la revisión directa de su caso se completara, 127 y que no
estaba obligada por precedentes que existían en el momento en que [su] condena se hizo
definitiva“ 128 Una regla de derecho es considera “nueva” aun si fue en parte basada en
casos anteriores. 129 La Corte Suprema ha establecido que una regla es “nueva” cuando,
125. Vea Teague v. Lane, 489 U.S. 288, 109 S. Ct. 1060, 103 L. Ed. 2d 334 (1989); 28 U.S.C. §
2254(d)(1) (2000).
126. Vea Teague v. Lane, 489 U.S. 288, 109 S. Ct. 1060, 103 L. Ed. 2d 334 (1989).
127. Esta fecha, conocida también como la fecha en que su condena se finalizó, es crítica para
efectos de Teague. Esta fecha normalmente es la fecha en que la Corte Suprema deniega certiorari tras su
apelación directa. Stringer v. Black, 503 U.S. 222, 226, 112 S. Ct. 1130, 117 L. Ed. 2d 367, 375 (1992).
128. Teague v. Lane, 489 U.S. 288, 301, 109 S. Ct. 1060, 1070, 103 L. Ed. 2d 334 (1989). En
Teague, la fiscalía había utilizado su autoridad de excluir personas del jurado para excluir solo a afroamericanos
(estas exclusiones, llamadas “peremptory challenges” en inglés, son usadas por abogados para
excluir personas del jurado sin tener que dar razón por ello), luego el jurado, compuesto solo de personas de
raza blanca, condenó al acusado afro-americano por homicidio. Dos años y medio después de la condena, en
Batson v. Kentucky, la Corte Suprema sostuvo que un acusado puede establecer—prima facie—que hubo
discriminación racial simplemente mostrando que el acusado pertenece a un grupo racial (étnico) y que la
fiscalía excluyó del jurado solamente a personas de esa raza/etnía. Vea Batson v. Kentucky, 476 U.S. 79,
106 S. Ct. 1712, 90 L. Ed. 2d 69 (1986). El peticionario en Teague le pidió a la corte que revisaba su habeas
qué aplicara Batson en su juicio. La Corte Suprema sostuvo que no era posible aplicar Batson porque era una
“nueva ley” que ningún caso anterior obligaba.
129. Los siguientes cuatro ejemplos ilustran casos en que la Corte Suprema no aprobó peticiones de
habeas porque el reclamo estaba basado en ley nueva:
(1) En Saffle v. Parks, el solicitante presentó una petición de habeas porque durante su juicio el
juez había ordenado al jurado “no dejarse influenciar por la compasión.” El solicitante
argumentó que las instrucciones al jurado habían sido inconstitucionales porque obligaban a
este ignorar evidencia que aminoraba su culpabilidad. Las cortes de distrito y segunda instancia
no llegaron a un acuerdo sobre si estas instrucciones habían violado una regla antigua ya
establecida o una nueva regla. La Corte Suprema resolvió la disputa diciendo que se trataba de
un nuevo principio de legalidad. La Corte pensó que si bien el fundamento había sido sobre
casos anteriores, estos no especificaban de qué manera debería una corte de primera instancia
instruir al jurado a que considerara evidencia que aminorara la culpabilidad. Por lo tanto, la
Corte denegó la petición de habeas. Saffle v. Parks, 494 U.S. 484, 110 S. Ct. 1257, 108 L. Ed.
2d 415 (1990).
(2) En Butler v. McKellar, cuatro años después de ser condenado por homicidio, el solicitante hizo
una petición de habeas. En base a Arizona v. Roberson, 486 U.S. 675, 108 S. Ct. 2093, 100 L.
Ed. 2d 704 (1988), alegó que se habían violado sus derechos bajo la 5ª Enmienda cuando la
policía le interrogó sobre el homicidio después de que había pedido asistencia de un abogado
en referencia a un cargo distinto de asalto. La Corte Suprema rechazó su habeas porque el
caso Roberson involucraba una ley “nueva” que había surgido un par de años después de su
condena. Su abogado argumentó que la ley de Roberson no era nueva, pues había sido
dictaminada por un caso anterior, el de Edwards v. Arizona, 451 U.S. 477, 101 S. Ct. 1880, 68
L. Ed. 2d 378 (1981), lo cual ocurrió antes de que su condena se haya finalizado. La Corte
Suprema dijo que Roberson no fue producto de Edwards. La Corte señaló las distinciones entre
los dos casos: la ley de Edwards involucraba interrogatorios sobre un solo cargo, mientras que
Roberson involucraba interrogatorios sobre cargos distintos. La Corte concluyó que nadie pudo
haber pronosticado que Edwards se extendiera a la situación en Roberson. Por lo tanto,

Cap. 5 HABEAS CORPUS FEDERAL 143
antes de su decisión, había desacuerdo sobre la pregunta entre las cortes menores. 130 En
síntesis, una regla de derecho que no imite exactamente una decisión anterior será
probablemente considerada una “nueva” regla de derecho que no puede ser considerada
en la petición de habeas. Por eso usted debe argumentar en su petición que usted esta
simplemente pidiéndole a la corte federal que aplique leyes bien fundamentadas a una
conducta no excepcional.
3. Excepciones a las nuevas reglas de derecho
En algunos casos las leyes nuevas pueden ser usadas en su petición de habeas. Por
ejemplo, la regla de Teague no se aplica al gobierno federal o del estado. Aunque el
peticionario del habeas no pueda usar una nueva regla como sustento de su petición, las
cortes pueden usar una nueva regla para denegar la petición de habeas. 131 Las cortes
apoyan esta asimetría entre peticionario y gobierno porque sirve al internes judicial de
finalizar juicios.
Antes del AEDPA, la regla de Teague había permitido tres excepciones en la que
usted podía usar una nueva regla en su petición de habeas: (a) nuevas leyes que
prohibían cierto tipo de castigos, (b) nuevas leyes que aseguraban la igualdad y justicia
fundamental en juicio, y (c) nuevas leyes que descriminalizaban cierto tipo de
comportamiento. Sin embargo, es incierto si estas excepciones permanecen vigentes
luego de la promulgación del AEDPA. La sección 2254(d), reformada por el AEDPA, no
menciona explícitamente estas excepciones, 132 y la historia legislativa del AEDPA sugiere
un deseo de minimizar excepciones a los estrictos requisitos de procedimiento. 133 La
Roberson anuncia una ley nueva que no se puede usar en peticiones de habeas. Butler v.
McKellar, 494 U.S. 407, 110 S. Ct. 1212, 108 L. Ed. 2d 347 (1990).
(3) En Sawyer v. Smith, el solicitante fue condenado por homicidio y recibió la pena de muerte. En
el juicio, la fiscalía dijo al jurado que si lo sentenciaba a muerte, “ustedes mismos no serán
quienes lo sentencian a la silla eléctrica.” Un año después de que se finalizara la condena, la
Corte Suprema estableció en Caldwell v. Mississippi, 472 U.S. 320, 105 S. Ct. 2633, 86 L. Ed.
2d 231 (1985), que la fiscalía no podía hacer comentarios que disminuyeran el sentido de
responsabilidad del jurado en relación a la pena de muerte. El solicitante en Sawyer pidió a la
corte de habeas que aplicara la regla de Caldwell a su condena. Argumentó que los casos
anteriores habían hecho tan predecible la regla de Caldwell que realmente no era ley “nueva.”
La Corte Suprema falló que la regla de Caldwell sí era ley nueva porque los casos anteriores no
la habían hecho tan predecible. Sawyer v. Smith, 497 U.S. 227, 110 S. Ct. 2822, 111 L. Ed. 2d
193 (1990).
(4) En Caspari v. Bohlen, la Corte Suprema explicó los tres pasos que las cortes que revisan una
petición de habeas deben tomar para determinar si Teague es aplicable. Primero, la corte debe
averiguar en qué fecha pasó a ser definitiva la condena del solicitante. Segundo, ésta debe
decidir si la corte de primera instancia habría podido descubrir la regla en casos anteriores.
Tercero, si la regla es “nueva”, es decir, que la corte de primera instancia no la ha tomado de
casos anteriores, entonces la corte de habeas debe decidir si el acusado está dentro de alguna
de las excepciones al principio de no-retroactividad de Teague. Dichas excepciones se plantean
más adelante en la Parte C(3) de este capítulo.) Caspari v. Bohlen, 510 U.S. 383, 114 S. Ct.
948, 127 L. Ed. 2d 236 (1994).
130. Vea Butler v. McKellar, 494 U.S. 407, 415, 110 S. Ct. 1212, 1217, 108 L. Ed. 2d 347, 352 (1990)
(la regla es nueva si “varias cortes inferiores que han considerado la cuestión anteriormente difieren de forma
significativa”).
131. Vea Lockhart v. Fretwell, 506 U.S. 364, 113 S. Ct. 838, 122 L. Ed. 2d 180 (1993).
132. El preámbulo al 28 U.S.C. § 2254(d) (2002) establece una regla general que dice que una corte
federal no aprobará el habeas cuando se trata de un reclamo que fue resuelto en base a sus méritos en un
juicio estatal.
133. Conforme a la historia legislativa, el AEDPA se emitió para acelerar el proceso de habeas,
reducir las demoras, y proporcionar una regla federal que gobernara sobre las leyes creadas por las cortes,
las cuales habían interpretado la evolución del derecho federal a través del tiempo. 1996 Acts, Senate Report

144 MANUAL DE ASESORÍA LEGAL PARA PRISIONEROS Cap. 5
inocencia de hecho (o sea, comprobada) sigue siendo una excepción, incluyendo en
situaciones donde una nueva ley ha descriminalizado su comportamiento. 134
La inseguridad que rodea al AEDPA significa que para preparar su alegato usted
debe tratar de no utilizar “nuevas” reglas de derecho. En su lugar, debe utilizar las leyes
viejas y bien establecidas cuando esto fuere posible. Al considerar las excepciones a la
regla de Teague recuerde que esta posibilidad puede no estar disponible para peticiones
de habeas presentadas después de abril de 1996.
a. Penas (o castigos) Prohibidas
Es posible plantear una nueva regla que prohíbe la imposición de un cierto tipo de
pena por un cierto crimen o a ciertos acusados. 135 Por ejemplo, en Ford v. Wainwright, la
Suprema Corte de los Estados Unidos prohibió a los estados imponer la pena de muerte
a acusados dementes. 136 En Coker v. Georgia, la Suprema Corte de los Estados Unidos
prohibió a los estados imponer la pena de muerte por condenas de violación. 137 Por lo
tanto, si una decisión declara que la pena que te fue impuesta es inconstitucional, es
posible utilizar esta decisión en una petición federal de habeas corpus. Puedes utilizar la
decisión incluso si la regla es nueva (en otras palabras, si la decisión es expedida
después de tu condena).
b. Justicia Fundamental en el Juicio
También puedes plantear una nueva regla que requiera que la policía, el fiscal, o el
juez siga un procedimiento para asegurar la “justicia fundamental” de tu juicio, 138 y “sin el
cual la probabilidad de una condena precisa es seriamente reducida.” 139 Para caer dentro
de esta nueva excepción, la nueva regla tiene que implicar un “elemento procesal
fundamental.” 140 Por ejemplo, en Gideon v. Wainwright, la corte decidió, con base en
consideraciones de debido proceso, que el estado debía designar abogados para
acusados pobres enfrentando cargos criminales. 141
Sin embargo, en la práctica una nueva regla raramente ha caído dentro de esta
excepción. Varios Jueces de la Suprema Corte de Justicia de los Estados Unidos creen
que las cortes ya han descubierto la mayoría de los procedimientos esenciales para un
juicio y una condena justos. 142 Por ejemplo, en 1981, en Edwards v. Arizona, la Suprema
Corte de los Estados Unidos decidió que una interrogación policial después de que un
preso haya solicitado un abogado en un cargo separado viola la Constitución. 143 En 1990,
sin embargo, la Suprema Corte decidió que prohibir tales interrogatorios no era esencial
No. 104-179 and House Conference report No. 104-518; vea Anti-Terrorism and Effective Death Penalty Act
of 1996, S. Rep. No. 104-179, H.R. Rep. No. 104-518 (1996), reimpresa in 1996 U.S.C.C.A.N. 924.
134. Vea Triestman v. United States, 124 F.3d 361 (2d Cir. 1997), habeas aprobada y sentencia
anulada sub nom. Triestman v. Keller, No. 97-CV-1460 (FJS), 1998 U.S. Dist. LEXIS 1271 (N.D.N.Y. Feb. 2,
1998) (no publicada), aff’d United States v. Triestman, 178 F.3d 624 (2d Cir. 1999) (si se prohíbe a una corte
de habeas considerar un reclamo de inocencia basado en una nueva ley que despenaliza un determinado
tipo de comportamiento, se plantean serias cuestiones de naturaleza constitucional).
135. Vea Penry v. Lynaugh, 492 U.S. 302, 109 S. Ct. 2934, 106 L. Ed. 2d 256 (1989).
136. Ford v. Wainwright, 477 U.S. 399, 106 S. Ct. 2595, 91 L. Ed. 2d 335 (1986).
137. Coker v. Georgia, 433 U.S. 584, 97 S. Ct. 2861, 53 L. Ed. 2d 982 (1977).
138. Teague v. Lane, 489 U.S. 288, 312, 109 S. Ct. 1060, 1076, 103 L. Ed. 2d 334, 357 (1989).
139. Teague v. Lane, 489 U.S. 288, 313, 109 S. Ct. 1060, 1077, 103 L. Ed. 2d 334, 358 (1989).
140. Teague v. Lane, 489 U.S. 288, 315, 109 S. Ct. 1060, 1079, 103 L. Ed. 2d 334, 359 (1989).
141. Gideon v. Wainwright, 372 U.S. 335, 83 S. Ct. 792, 9 L. Ed. 2d 799 (1963).
142. Vea, por ejemplo, Saffle v. Parks, 494 U.S. 484, 110 S. Ct. 1257, 108 L. Ed. 2d 415 (1990).
143. Edwards v. Arizona, 451 U.S. 477, 101 S. Ct. 1880, 68 L. Ed. 2d 378 (1981)

Cap. 5 HABEAS CORPUS FEDERAL 145
para la justicia en el juicio o para obtener una condena precisa. 144 Debido a que esta
“nueva regla” no implicaba ningún elemento procesal fundamental, la Corte concluyó que
no podía constituir la base para otorgar la protección de habeas a ningún preso cuya
condena se volvió definitiva antes de 1981, cuando Edwards fue decidido.
c. Conducta Despenalizada
La tercera excepción te permite plantear una nueva regla si la misma “pone ciertos
tipos de conducta privada, primaria e individual más allá del poder prohibitivo de las
autoridades que producen la legislación penal.” 145 En otras palabras, si tu condena estuvo
basada en conducta que bajo la nueva regla ya no es considerada criminal, es posible
usar esta nueva regla. Por ejemplo, en Griswold v. Connecticut, la Suprema Corte de los
Estados Unidos decidió que una ley de Connecticut que prohibía aconsejar en materia de
anticonceptivos violaba el derecho constitucional de privacidad marital. 146 Por lo tanto, la
Corte revocó la condena impuesta a un doctor de Connecticut por el crimen de dar
consejos sobre control de la natalidad a una pareja casada. 147 Sin embargo, tal como las
otras excepciones, esta excepción sólo aplica en circunstancias extraordinarias. Por tal
razón, debes evitar usar reglas nuevas siempre que sea posible.
En conclusión, trata de fundamentar todas tus reclamaciones en casos que fueron
decididos antes de que tu apelación directa fuera concluida. No menciones la prohibición
de Teague en tu petición. Es una defensa afirmativa, lo cual significa que el gobierno
debe formular una impugnación bajo Teague para que sea considerada por la corte. Si
una impugnación bajo Teague es formulada por el gobierno, debes estar preparado para
argumentar que tu reclamación se encontraba completamente dentro de la ley
constitucional cuando tu condena se volvió definitiva.
D. Presos Bajo Custodia del Estado—Sección 2254 148
La Parte D explica el procedimiento de habeas corpus federal para presos estatales.
Lee esta parte si fuiste condenado por un crimen estatal y tu sentencia viola la
Constitución de los Estados Unidos, una ley federal, o un tratado. La mayoría de los
crímenes, incluyendo homicidio y robo, son crímenes estatales. Si eres un preso federal,
puedes pasar a la Parte E. Debido a similitudes procesales para presos estatales y
federales, en la Parte E frecuentemente se te referirá a la Parte D cada vez que la Parte
D ofrezca una explicación más completa.
La Parte D se concentra en el proceso de habeas para presos en Nueva York. Incluso
si las leyes de Nueva York no afectan tu caso directamente, esta parte te dará una visión
general de las leyes que pueden aplicar en tu estado. Tener esta guía general te permitirá
investigar las leyes de tu estado de manera más eficiente.
144. Vea Butler v. McKellar, 494 U.S. 407, 416, 110 S. Ct. 1212, 1218, 108 L. Ed. 2d 347, 357 (1990)
(indicando que violar la regla—por ejemplo, interrogar a un preso a pesar de su solicitud de un abogado en
un cargo separado—tal vez aumente la posibilidad de una condena precisa).
145. Teague v. Lane, 489 U.S. 288, 307, 109 S. Ct. 1060, 1073, 103 L. Ed. 2d 334, 353 (1989).
146. Griswold v. Connecticut, 381 U.S. 479, 85 S. Ct. 1678, 14 L. Ed. 2d 510 (1965).
147. Griswold v. Connecticut, 381 U.S. 479, 85 S. Ct. 1678, 14 L. Ed. 2d 510 (1965). Vea también
Richardson v. United States, 526 U.S. 813, 119 S. Ct. 1707, 143 L. Ed. 2d 985 (1999) (requiriendo que el
jurado unánimemente acuerde no sólo que el acusado cometió una serie continua de violaciones, pero
también que violaciones específicas constituyeron una serie continua para efecto de una condena bajo 18
U.S.C. § 848).
148. Puedes aprender más sobre 28 U.S.C. § 2254 en los siguientes artículos: David Saybott et al.,
Note, Habeas Relief for State Prisoners, 85 Geo. L.J. 1507 (1997); Note, Rewriting the Great Writ: Standards
for Habeas Corpus Under the New 28 U.S.C.. § 2254, 110 Harv. L. Rev. 1868 (1997).

146 MANUAL DE ASESORÍA LEGAL PARA PRISIONEROS Cap. 5
La Sección 1 de esta Parte describe cuatro requisitos para toda petición federal de
habeas corpus. La Sección 2 de esta Parte describe la mecánica para presentar tu
petición y apelar.
1. Requisitos de la Petición
Una vez que has encontrado una violación que fundamente tu petición de habeas
corpus, hay cuatro condiciones importantes que debes demostrar en tu petición. Las
condiciones son complejas y requieren mucha atención. Las cuatro condiciones son: (a)
debes estar bajo custodia; (b) debes haber agotado todos los procedimientos estatales
antes de recurrir a una corte federal; (c) debes seguir todas las reglas y procedimientos
estatales correctamente antes de recurrir a una corte federal; y (d) la petición debe ser
presentada en una corte federal dentro de cierto plazo. Adicionalmente, esta Parte
discute otro tema: cuándo una segunda petición o una petición sucesiva puede ser
presentada.
a. Bajo Custodia
Cuando presentas tu petición para una orden de habeas corpus, debes estar “bajo
custodia” por la condena o sentencia que estás impugnando. 149 El propósito de este
requisito es asegurar que tienes suficiente interés en el recurso de habeas.
Esta condición no es difícil de satisfacer. Estás “bajo custodia” si estás en prisión,
bajo libertad condicional, 150 o bajo libertad supervisada. Si estás alegando que tu
sentencia es ilegal, no tienes que estar de hecho sirviendo la sentencia para satisfacer el
requisito de estar “bajo custodia.” Puedes alegar ilegalidad bajo cualquiera de las
siguientes circunstancias: por una sentencia consecutiva que aún no has empezado a
servir, 151 o una sentencia que ha sido temporalmente pospuesta porque has sido liberado
bajo promesa de comparecer ante la corte para responder por cargos criminales 152 o bajo
fianza mientras el juicio o la apelación está pendiente. 153 De hecho, puedes ya haber
servido la sentencia impuesta por la condena impugnada. Te encuentras todavía “bajo
custodia” mientras te encuentres sirviendo sentencias que transcurren de manera
consecutiva a la sentencia impugnada. 154
Las cortes han interpretado la expresión “bajo custodia” liberalmente. Custodia física
de hecho no es necesaria. Estás bajo custodia mientras seas constreñido en una forma
que no es compartida por el público en general. 155 Por ejemplo, eres constreñido, y por lo
tanto estás “bajo custodia,” si se te requiere a comparecer en corte para juicio y no
149. Vea Carafas v. LaVallee, 391 U.S. 234, 88 S. Ct. 1556, 20 L. Ed. 2d 554 (1968).
150. Vea Jones v. Cunningham, 371 U.S. 236, 83 S. Ct. 373, 9 L. Ed. 2d 285 (1963). Vea también
Hensley v. Municipal Court, 411 U.S. 345, 93 S. Ct. 1571, 36 L. Ed. 2d 294 (1973); Braden v. 30th Judicial
Circuit Court of Kentucky, 410 U.S. 484, 93 S. Ct. 1123, 35 L. Ed. 2d 443 (1973) (discutiendo “custodia” en un
estado cuando el preso se encuentra detenido en otro).
151. Peyton v. Rowe, 391 U.S. 54, 88 S. Ct. 1549, 20 L. Ed. 2d 426 (1968). Vea también Braden v.
30th Judicial Circuit Court of Kentucky, 410 U.S. 484, 93 S. Ct. 1123, 35 L. Ed. 2d 443; Nelson v. George, 399
U.S. 224, 90 S. Ct. 1963, 26 L. Ed. 2d 578 (1970).
152. Vea Hensley v. Mun. Court, 411 U.S. 345, 93 S. Ct. 1571, 36 L. Ed. 2d 294 (1973).
153. Vea Lefkowitz v. Newsome, 420 U.S. 283, 286 n.2, 95 S. Ct. 886, 888 n.2, 43 L. Ed. 2d 196, 200
n. 2 (1975).
154. Vea Garlotte v. Fordice, 515 U.S. 39, 115 S. Ct. 1948, 132 L. Ed. 2d 36 (1995).
155. Vea Jones v. Cunningham, 371 U.S. 236, 242–43, 83 S. Ct. 373, 377, 9 L. Ed. 2d 285, 290–91
(1963).

Cap. 5 HABEAS CORPUS FEDERAL 147
puedes irte sin permiso. 156 Al menos una corte ha estado dispuesta a extender la
definición de “bajo custodia” a menores que pueden sufrir consecuencias colaterales en
el futuro. 157
b. Agotamiento de Remedios Estatales
Antes de presentar una petición de habeas, debes agotar todos los procedimientos
estatales disponibles que pueden corregir tu condena o sentencia inconstitucional. 158 Esto
significa que debes hacer todo lo que puedas para que las cortes estatales cambien tu
condena o sentencia antes de que puedas recurrir a una corte federal. El propósito de
este requisito de agotamiento es dar a las cortes estatales la oportunidad de corregir
errores bajo ley federal, y respetar el poder de las cortes estatales de llevar a cabo
procedimientos judiciales. 159 Las peticiones federales de habeas están basadas en ley
federal, y este requisito de agotamiento permite a la corte estatal aplicar correctamente la
ley federal antes de que la corte federal se involucre. Por lo tanto, para satisfacer el
requisito de agotamiento debes solicitar la protección de la corte estatal respecto de tu
particular reclamación federal.
Debes recordar que este requisito de agotamiento aplica a cada reclamación en tu
petición. Si no agotaste el procedimiento para una sola de las reclamaciones, la ley
generalmente requiere que la corte federal desestime la petición de habeas completa. 160
Las desestimaciones pueden causar problemas serios, ya que hay plazos muy estrictos
para la petición de habeas y una desestimación puede afectar tu capacidad para cumplir
con tales plazos cuando presentes otra petición. 161 Por lo tanto, es extremadamente
importante evitar desestimaciones siempre que sea posible.
Para cumplir con el requisito de agotamiento debes hacer dos cosas: (1) dar a la corte
superior del estado la oportunidad de conocer las reclamaciones federales; y (2)
presentar estas reclamaciones ante la corte superior del estado de manera adecuada
(presentación adecuada). Estos requisitos serán discutidos a detalle más adelante.
Recuerda, hay muy pocas excepciones al requisito de agotamiento, las cuales se
discuten más adelante a manera de breve resumen. No es prudente depender en estas
excepciones al requisito de agotamiento; ¡debes agotar los recursos estatales para todas
tus reclamaciones federales o corres el riesgo de perderlas!
156. Vea Hensley v. Mun. Court, 411 U.S. 345, 348, 93 S. Ct. 1571, 1573–74, 36 L. Ed. 2d 294, 298–
99 (1973).
157. D.S.A. v. Circuit Court, 942 F.2d 1143 (7th Cir. 1991) (la liberación del menor de custodia no
impidió la consideración de la petición de habeas aun cuando la sentencia ya había sido cumplida ya que la
condena tenía suficientes consecuencias colaterales, como su consideración en futuros procedimientos
juveniles).
158. 28 U.S.C. § 2254 (b)–(c) (2000).
159. Rose v. Lundy, 455 U.S. 509, 518, 102 S. Ct. 1198, 1202, 71 L. Ed. 2d 379, 287 (1982).
160. Rose v. Lundy, 455 U.S. 509, 519, 102 S. Ct. 1198, 1202 (1982). Vea también Johnson v.
Scully, 967 F. Supp. 113 (S.D.N.Y. 1997).
161. Para una discusión de los plazos para peticiones federales de habeas, vea la Parte D(1)(d) de
este Capítulo.

148 MANUAL DE ASESORÍA LEGAL PARA PRISIONEROS Cap. 5
i. Oportunidad de la Corte Superior Estatal 162
Antes de que puedas solicitar habeas corpus federal ante una corte federal, debes
presentar cada reclamación ante la corte superior estatal de tu estado, ya sea a través
del proceso de apelación estatal (frecuentemente llamado “apelación directa”) o a través
de un procedimiento estatal posterior a la condena (frecuentemente llamado “ataque
colateral”). 163 La diferencia entre una apelación directa y un ataque colateral es explicada
más a detalle al inicio de este Capítulo. La idea es que debes presentar tu reclamación
federal ante la corte superior estatal sólo una vez—no es necesario hacerlo tanto en
apelación directa como en el procedimiento estatal posterior a la condena. La mayoría de
los estados denominan a su corte superior la “Corte Suprema del Estado.” Sin embargo,
en Nueva York la “Corte Suprema de Nueva York” es en realidad una corte inferior y la
“Corte de Apelaciones de Nueva York” es la corte superior estatal. 164 Este proceso, en el
cual le das a la corte estatal la oportunidad de decidir respecto de cada una de tus
reclamaciones antes de presentarlas ante la corte federal, se llama “agotamiento.”
Puedes presentar tu reclamación ante la corte superior estatal en una de dos
maneras. Primero, si aún no has apelado tu condena y todavía tienes tiempo para
hacerlo, puedes impugnar tu condena a través de procedimientos estatales. 165 Tienes el
derecho de apelar a una corte intermedia de apelación. 166 Si la corte de apelación
rechaza tu reclamación, debes “solicitar licencia” 167 para apelar ante la corte superior del
estado. Ya sea que la corte superior estatal te otorgue licencia para apelar y después
rechace tu reclamación, o simplemente te niegue la licencia para apelar, has satisfecho el
requisito de agotamiento al dar a la corte estatal la oportunidad de decidir sobre tu
reclamación. No necesitas solicitar certiorari 168 ante la Suprema Corte de los Estados
Unidos y no necesitas llevar adelante tu reclamación a través de un recurso estatal
posterior a la condena siempre y cuando tal reclamación haya sido formulada en
apelación directa. 169
162. La Suprema Corte de los Estados Unidos recientemente decidió que, aun cuando las reglas de
apelación de un estado no te otorgan automáticamente el derecho a una audiencia ante la corte superior
estatal, debes presentar todas tus reclamaciones ante dicha corte para agotar los recursos estatales. En
Illinois, por ejemplo, es necesario solicitar a la Corte Suprema de Illinois autorización para apelar una decisión
de la corte de apelación intermedia. Aun cuando el otorgamiento de tal solicitud de revisión no está
garantizado, la Suprema Corte decidió que el solicitante no había agotado sus reclamaciones porque la Corte
Suprema de Illinois no había estado en posibilidad de revisarlas. Vea O’Sullivan v. Boerckel, 526 U.S. 838,
119 S. Ct. 1728, 144 L. Ed. 2d 1 (1999). Esto significa que debes presentar todas tus reclamaciones ante la
corte superior de tu estado (y no sólo ante la corte de apelación intermedia de tu estado) antes de que tu
petición de habeas pueda ser considerada en una corte federal.
163. Vea O’Sullivan v. Boerckel, 526 U.S. 838, 119 S. Ct. 1728, 144 L. Ed. 2d 1 (1999)
(reclamaciones no sometidas a la corte estatal de último recurso en una petición de revisión discrecional son
consideradas omitidas procesalmente); Roberts v. LaVallee, 389 U.S. 40, 88 S. Ct. 194, 19 L. Ed. 2d 41
(1967). Vea también Grey v. Hoke, 933 F.2d 117, 119 (2d Cir. 1991); Pesina v. Johnson, 913 F.2d 53, 54 (2d
Cir. 1990); Daye v. Attorney Gen., 696 F.2d 186, 190 n.3 (2d Cir. 1982) (en banc).
164. Vea JLM Capítulo 2 para mayor información sobre el sistema de cortes.
165. Vea el Capítulo 9 del JLM para una explicación de los términos para apelar la condena.
166. Vea JLM Capítulo 9 para una discusión de las apelaciones estatales.
167. “Solicitar licencia” significa solicitar permiso.
168. Vea, e.g., Ulster County Court v. Allen, 442 U.S. 140, 149 n.7, 99 S. Ct. 2213, 2220 n.7, 60 L.
Ed. 2d 777, 787 n.7 (1979).
169. Vea Castille v. Peoples, 489 U.S. 346, 350, 109 S. Ct. 1056, 103 L. Ed. 2d 380, 385 (1989)
(citando Brown v. Allen, 344 U.S. 443, 448–49 n.3, 73 S. Ct. 397 (1953)). Vea también Daye v. Attorney
General, 696 F.2d 186, 190 n.3 (2d Cir. 1982) (“Un solicitante no necesita dar al sistema estatal de cortes
más de una oportunidad completa para decidir sobre sus reclamaciones; si el solicitante ha presentado sus
reclamaciones a la corte superior estatal en apelación directa no necesita solicitar también remedio colateral
estatal”).

Cap. 5 HABEAS CORPUS FEDERAL 149
Si dejaste pasar la fecha límite para una apelación directa o simplemente olvidaste
formular una reclamación en tu apelación directa, debes llevar adelante tu reclamación a
través de un procedimiento estatal posterior a la condena para satisfacer el requisito de
agotamiento. 170 En Nueva York, puedes elegir entre dos recursos posteriores a la
condena: una moción bajo el Artículo 440 171 y una petición de habeas corpus estatal. 172
Generalmente debe usar una moción bajo el Artículo 440 ya que es el más moderno y
tiene el procedimiento estatal posterior a la condena más desarrollado. 173 Si la Corte
Suprema de Nueva York (la corte estatal de primera instancia) niega la reclamación
presentada en tu moción bajo el Artículo 440, debes solicitar licencia para apelar a la
división intermedia de apelación. Entonces, una vez que la división de apelación niegue la
licencia para apelar, u otorgue la licencia para apelar pero después rechace la
reclamación, has dado a la corte superior estatal la oportunidad de decidir sobre tu
reclamación. Has satisfecho esta parte del requisito de agotamiento.
ii. Presentación Adecuada 174
Para agotar los remedios estatales, debes “informar razonablemente” a la corte
estatal sobre tu reclamación federal, y de tal forma, dar a la corte una “presentación
adecuada” de la reclamación federal. Esto significa que debes plantear la cuestión de la
reclamación federal ante la corte estatal antes de que puedas plantearla en el
procedimiento federal de habeas corpus. Cuando presentas una apelación directa o un
ataque colateral ante una corte estatal, tu apelación/ataque debe mencionar los mismos
hechos pertinentes y principios legales aplicables que posteriormente incluirás en tu
petición federal de habeas corpus. No es suficiente discutir una reclamación estatal que
es similar a una reclamación federal. Debes expresamente indicar que estás formulando
una reclamación federal o una violación de la Constitución de los Estados Unidos. 175
Estos hechos y principios legales deben mostrar a la corte que tu demanda está
basada, ya sea completa o parcialmente, en la Constitución de los Estados Unidos. 176
Esto tiene por objeto notificar a la corte estatal que estás formulando una reclamación
federal. Puedes satisfacer este requisito:
(1) Citando una disposición específica de la Constitución de los Estados Unidos; 177
(2) Basándote en precedentes constitucionales federales; 178
170. Vea, por ejemplo, Castille v. Peoples, 489 U.S. 346, 351, 109 S. Ct. 1056, 1060, 103 L. Ed. 2d
380, 386 (1989).
171. Las mociones bajo el Artículo 440 son descritas en el Capítulo 10 del JLM.
172. El procedimiento de habeas corpus en Nueva York es explicado en el Capítulo 36 del JLM.
173. La legislatura de Nueva York diseñó la moción bajo el Artículo 440 para simplificar y combinar
todos los recursos posteriores a la condena que existían previamente, incluyendo el habeas corpus estatal.
Vea el Capítulo 10 del JLM para una discusión sobre las razones por las cuales las cortes de Nueva York
prefieren las mociones bajo el Artículo 440 sobre peticiones de habeas corpus estatal.
174. Una “presentación adecuada” ocurre cuando has informado razonablemente a la corte superior
estatal que tu demanda es federal. Vea el Capítulo 9 del JLM para una discusión sobre cómo formular una
reclamación en un procedimiento estatal posterior a la condena.
175. Vea Duncan v. Henry, 513 U.S. 364, 365–66, 115 S. Ct. 887, 888, 130 L. Ed. 2d 865, 868
(1995). Vea también Schneider v. Delo, 85 F.3d 335, 339 (8th Cir. 1996).
176. Vea Picard v. Connor, 404 U.S. 270, 275–76, 92 S. Ct. 509, 512, 30 L. Ed. 2d 438, 443 (1971).
Debes indicarle claramente a la corte estatal la naturaleza federal de la reclamación y permitirle decidir la
cuestión federal directamente. Vea Verdin v. O’Leary, 972 F.2d 1467, 1474 (7th Cir. 1992).
177. Vea Scarpa v. DuBois, 38 F.3d 1, 6 (1st Cir. 1994).
178. Vea Scarpa v. DuBois, 38 F.3d 1, 6 (1st Cir. 1994). Vea también Abdurrahman v. Henderson,
897 F.2d 71, 73 (2d Cir. 1990) (determinando que la cita que el acusado hizo a Strickland v. Washington en
un escrito presentado ante la División de Apelación fue insuficiente para informar a la corte que el acusado

150 MANUAL DE ASESORÍA LEGAL PARA PRISIONEROS Cap. 5
(3) Informado a la corte estatal sobre la naturaleza estatal de la reclamación mediante la
sustancia de tu reclamación; 179 o
(4) Reclamando un derecho particular garantizado por la Constitución de los Estados
Unidos. 180
Para dar una adecuada presentación al estado, debes indicar claramente que estás
alegando que la Constitución de los Estados Unidos ha sido violada. 181 Por ejemplo, un
solicitante alegó ante una corte estatal que la admisión de cierta evidencia “infringía su
derecho de presentar una defensa y recibir un juicio justo,” pero el solicitante hizo
referencia a una ley estatal sobre evidencia sin hacer mención de derechos
constitucionales federales. 182 Aun cuando los derechos federales de debido proceso del
solicitante pueden haber estado implicados, la Corte decidió que la parte de su
reclamación relativa a la ley federal no fue “presentada adecuadamente” a la corte
estatal. Si bien no necesitas citar “capítulo y versículo de la constitución federal,” 183 un
cierto grado de especificidad es necesario al describir la cuestión federal. 184 Cuando un
solicitante expresamente alega una violación de su derecho a un debido proceso bajo la
Decimocuarta Enmienda, su reclamación es “adecuadamente presentada.” 185 Por lo
tanto, debes ser específico al explicar la violación de una ley federal a la corte estatal.
Las cortes federales generalmente consideran que los remedios han sido agotados
cuando los has “presentado adecuadamente” una vez ante las cortes estatales. 186 Por
ejemplo, si formulaste una reclamación en particular en apelación directa, no necesitas
formularla nuevamente en un procedimiento estatal posterior a la condena. 187 La corte
estatal no necesita considerar completamente tu reclamación para estar razonablemente
informada de que la reclamación está basada en una ley federal. En conclusión,
asegúrate de presentar los mismos argumentos de hecho y las mismas teorías legales
relativas a la reclamación federal tanto en la reclamación estatal como en la solicitud de
habeas federal.
¿Qué debes hacer si descubres nueva evidencia relativa a tu reclamación, o
adquieres un mejor conocimiento de la ley concerniente a tu reclamación después de
haber presentado tu reclamación ante la corte estatal Puedes, y debes, reforzar tu
reclamación añadiendo este nuevo material de hecho y legal en tu petición federal.
Explica a la corte que simplemente estas suplementando tu reclamación pendiente, no
añadiendo una nueva reclamación. Esto puede otorgarte el beneficio adicional de darte
estaba formulando una reclamación federal relativa a la ineficaz asesoría del abogado ya que Strickland es el
principal caso de la Suprema Corte de los Estados Unidos sobre tal cuestión).
179. Vea Scarpa v. DuBois, 38 F.3d 1, 6 (1st Cir. 1994).
180. Scarpa v. DuBois, 38 F.3d 1, 6 (1st Cir. 1994).
181. Duncan v. Henry, 513 U.S. 364, 365–66, 115 S. Ct. 887, 888, 130 L. Ed. 2d 865 (1995)
(indicando que “si la oportunidad debe ser dada a las cortes estatales para corregir supuestas violaciones de
derechos federales de presos, sin duda las cortes deben ser informadas del hecho de que los presos están
planteando reclamaciones bajo la Constitución de los Estados Unidos.”).
182. Johnson v. Zenon, 88 F.3d 828, 831 (9th Cir. 1996).
183. Picard v. Connor, 404 U.S. 270, 275, 92 S. Ct. 509, 512, 30 L. Ed. 2d 438, 443 (1971) (citando
Daugharty v. Gladden, 257 F.2d 750, 758 (9th Cir. 1958)).
184. Vea Beauchamp v. Murphy, 37 F.3d 700, 704 (1st Cir. 1994) (determinando que el solicitante sí
formuló una reclamación federal a pesar de que la reclamación no estaba contenida en el párrafo inicial y que
la corte debe ver la "sustancia en lugar de la forma").
185. Crotts v. Smith, 73 F.3d 861, 865 (9th Cir. 1996).
186. Picard v. Connor, 404 U.S. 270, 275, 92 S. Ct. 509, 512, 30 L. Ed. 2d 438, 443 (1971).
187. Vea Wilwording v. Swenson, 404 U.S. 249, 250, 92 S. Ct. 407, 408, 30 L. Ed. 2d 418 (1971) (per
curiam); Myers v. Collins, 919 F.2d 1074, 1076 (5th Cir. 1990). Sin embargo, si formulas una reclamación por
primera y única vez en una petición de revisión discrecional ante una corte estatal de apelación, no cumplirás
con el requisito de agotamiento. Vea Castille v. Peoples, 489 U.S. 346, 351, 109 S. Ct. 1056, 103 L. Ed. 2d
380 (1989).

Cap. 5 HABEAS CORPUS FEDERAL 151
más tiempo para presentar la petición de habeas. 188 Sin embargo, debes considerar que
suplementar una petición federal con nueva información puede resultar en la
desestimación de la reclamación original de habeas corpus. Si la nueva información que
deseas incluir en tu petición de habeas no fue presentada ante las cortes estatales, y un
remedio estatal está ahora disponible para ti, las cortes federales probablemente
desestimarán tu reclamación federal. 189
Es importante recordar primero acudir ante la corte estatal para agotar todas las
reclamaciones antes de acudir a una corte federal. Todo solicitante que acuda primero a
una corte federal, regrese para agotar, y después trate de enmendar la petición federal
corre un gran riesgo de que su petición sea desestimada por estar fuera del plazo.
Además, la petición estatal puede ser tu única oportunidad para que un juez
detalladamente revise el fondo de tu reclamación. AEDPA confiere a las cortes federales
muy poca discreción para discrepar con las decisiones de las cortes estatales respecto
de tu reclamación. AEDPA prohíbe a las cortes federales otorgar una orden de habeas
corpus a menos que el análisis de tu reclamación por parte de la corte estatal haya
“contravenido, o implicado una aplicación irrazonable de, ley federal claramente
establecida ...” o si la decisión fue basada en una “determinación irrazonable de los
hechos ... ” 190
iii. Excepciones al Requisito de Agotamiento
Hay unas pocas y estrictas excepciones al requisito de agotamiento. Primero, no
necesitas recurrir a una corte estatal si los remedios estatales “no están disponibles” o
son “ineficaces.” 191 Por ejemplo, un preso en Nueva York (“P”) presentó una petición de
habeas corpus federal basado en que su confesión fue involuntaria. Pero P no formuló
esta reclamación en la apelación directa de la condena y por lo tanto no agotó la
reclamación. Normalmente, si P tratara de formular esa reclamación en una petición de
habeas federal, la corte federal desestimaría la petición, y P tendría que retornar a las
cortes estatales para agotar la reclamación. Sin embargo, las reglas en Nueva York no
permiten que P formule una reclamación en un ataque colateral (moción bajo el Artículo
440) cuando P no aprovechó su oportunidad para formular la reclamación en apelación
directa ante la corte estatal. Debido a que sería inútil para P retornar a la corte estatal, los
remedios estatales no están disponibles o son ineficaces, y la corte federal podría
perdonar la falla de P al no agotar la reclamación. 192
Otra excepción al requisito de agotamiento puede ocurrir tras un retraso excepcional
en recibir una decisión respecto de una apelación. 193 Algunas cortes federales no
requieren agotamiento cuando las cortes estatales han retrasado de manera
188. 28 U.S.C. § 2244(d)(1)(D) (2000). Como se menciona en la Parte (D)(1)(d) de este Capítulo, el
plazo de un año para presentar tu petición de habeas corpus federal puede transcurrir a partir de la fecha en
que nuevos hechos pudieron haber sido descubiertos mediante una debida investigación.
189. Vea, por ejemplo, Graham v. Johnson, 94 F.3d 958 (5th Cir. 1996) (per curiam) (a pesar de que
el estado renunció al requisito de agotamiento, la amplia evidencia nueva del solicitante debía haberse
presentado ante las cortes estatales).
190. El criterio que las cortes federales utilizan para examinar peticiones de habeas está contenido
en 28 U.S.C. 2254(d) (2000), y es discutido en la Parte B(4).
191. 28 U.S.C. § 2254(b)(1)(B) (2000). Vea United States ex rel. Brown v. Washington, No. 96-C-
3263, 1996 U.S. Dist. Lexis 7869 (N.D. Ill. Jun. 7, 1996) (no publicado).
192. Vea Quartararo v. Mantello, 715 F. Supp. 449, 464 (E.D.N.Y. 1989), aff’d, 888 F.2d 126 (2d Cir.
1989). Vea el Capítulo 10 del JLM para una discusión de N.Y. Crim. Proc. Law § 440.10(2)(c).
193. Vea Montgomery v. Meloy, 90 F.3d 1200, 1205–06 (7th Cir. 1996) (citando Lane v. Richards,
957 F.2d 363, 365 (7th Cir. 1992)).

152 MANUAL DE ASESORÍA LEGAL PARA PRISIONEROS Cap. 5
inconstitucional conocer la apelación de un preso por un par de años o más. 194 En al
menos un caso, el agotamiento de recursos estatales no fue requerido porque la
reclamación del preso respecto de la mala conducta del jurado dependía del testimonio
de un miembro del jurado anciano, marginalmente incompetente, y con mala salud. 195
A pesar de estas excepciones, las cortes federales no renuncian al requisito de
agotamiento fácilmente; las cortes federales confían en que las cortes estatales son
capaces de resolver todas tus reclamaciones suficientemente. Debido a que una
excepción al requisito de agotamiento es rara vez otorgada, no debes depender de ella. E
incluso si una corte perdona tu falta de agotamiento de recursos estatales,
probablemente terminarás teniendo otro problema, llamado “omisión procesal.” 196
Recuerda el ejemplo anterior de P, que no mencionó su reclamación en apelación directa,
y a quien la ley estatal ahora le impide agotar su reclamación a través del procedimiento
de apelación colateral. La corte federal probablemente rechazará la petición de habeas
corpus de P debido a que, a pesar de que P no cuenta con un remedio eficaz al retornar
a la corte estatal a agotar esta reclamación, P cometió una omisión procesal al no
formular la reclamación en apelación tal como la ley estatal requería que P hiciera. Así
que aun cuando esta falla ayudó a que P evitara el requisito de agotamiento, la misma
falla impedirá que P obtenga su orden de habeas corpus. 197 En conclusión, no debes
depender de excepciones al requisito de agotamiento.
iv. Consecuencias de la Falta de Agotamiento
Aunque la corte federal juzgue el fondo de tu petición de habeas y niegue la
protección solicitada incluso si no has agotado todos los recursos ante una corte
estatal, 198 esta Sección describe lo que debes hacer si la corte federal no considera tu
petición debido a que no has agotado los recursos estatales y desestima tu petición sin
perjuicio para permitirte agotar tus hechos y reclamaciones ante la corte estatal. Tras la
desestimación, debes verificar si el estado ha renunciado al requisito de agotamiento en
tu caso. 199 Un estado puede renunciar al requisito de agotamiento en cualquier caso, pero
una corte federal nunca inferirá una dispensa por el hecho de que el estado no haya
insistido en el agotamiento. 200 Esto significa que a menos que haya una declaración
expresa por parte de un procurador estatal autorizado, no habrá una renuncia al requisito
de agotamiento.
194. Las cortes federales no han requerido agotamiento cuando un preso alega que las cortes
estatales han retrasado inconstitucionalmente (por ejemplo, por cerca de dos años) conocer su apelación. El
retraso debe ser extraordinariamente largo para caer dentro de esta excepción. Es poco probable que un
retraso de un año sea suficiente para que haya una renuncia del requisito de agotamiento. Vea Montgomery
v. Meloy, 90 F.3d 1200, 1205 (7th Cir. 1996) (determinando que el retraso excesivo en recibir una decisión
sobre una solicitud posterior a la condena puede satisfacer el requisito de agotamiento); Harris v. Champion,
115 F.3d 1538, 1556 (10th Cir. 1994); Calhoun v. Farley, 913 F. Supp. 1218, 1221 (N.D. Ind. 1995); Geames
v. Henderson, 725 F. Supp. 681, 684–85 (E.D.N.Y. 1989) (tres años y medio).
195. Vea Simmons v. Blodgett, 910 F. Supp. 1519, 1524 (W.D. Wash. 1996), afirmado por otras
razones, 110 F.3d 39 (9th Cir. 1997).
196. La omisión procesal es explicada en la siguiente parte, Parte D(1)(c), de este Capítulo.
197. Vea, por ejemplo, Castille v. Peoples, 489 U.S. 346, 351–352, 109 S. Ct. 1056, 103 L. Ed. 2d
380 (1989); Teague v. Lane, 489 U.S. 288, 297–8, 109 S. Ct. 1060, 1068, 103 L. Ed. 2d 334 (1989).
198. 28 U.S.C. § 2254(b)(2) (2000). Pero vea Glenn v. Bartlett, 98 F.3d 721, 725 (2d Cir. 1996) (la
consideración por parte de la corte del fondo de tu reclamación no significa que perdona impedimentos
procesales que debieron haberte impedido presentar el caso ante la corte federal).
199. “Renunciado” significa “determinado que no aplica.” La renuncia estatal a un requisito significa
que no tienes que cumplir con el requisito.
200. 28 U.S.C. § 2254(b)(3) (2000). Vea Lurie v. Wittner, 228 F.3d 113, 123 (2d Cir. 2000).

Cap. 5 HABEAS CORPUS FEDERAL 153
Si no encuentras una renuncia expresa, debes volver a la corte estatal y buscar un
remedio ahí. ¡Recuerda el plazo límite! Para asegurar que tus reclamaciones no sean
privadas de revisión federal debido a la expiración del plazo, puedes pedir a la corte
federal de distrito que retenga tu petición de habeas en suspenso (esto significa demorar
el procedimiento federal) mientras retornas ante la corte estatal a agotar tus recursos
estatales. Debes explicar a la corte federal que te preocupa que el plazo está
transcurriendo y quieres asegurarte de que puedes retornar a la corte federal tras agotar
tus recursos estatales. Frecuentemente las cortes otorgarán una orden apropiada que te
permita volver a la corte estatal para agotar los recursos sin temor de que el plazo
expire. 201
Si el plazo ya expiró, busca una excepción al requisito de agotamiento. Ya que tales
excepciones rara vez tienen éxito, debes usar este argumento únicamente como un
último recurso. Si el plazo no ha expirado, presenta tu reclamación lo antes posible ante
la corte estatal para que la suspensión del plazo aplique. 202 Lo ideal es que presentes tu
petición estatal posterior a la condena mientras tu petición de habeas corpus esta
pendiente para asegurar que no pierdas tiempo del plazo. Una vez que presentes tu
reclamación de nuevo ante la corte estatal y satisfagas el requisito de agotamiento, si tu
reclamación es desestimada aún puedes volver a presentar una petición de habeas
federal ante una corte federal si el plazo para ello no ha expirado. Esta petición—
posterior a tu petición inicial desestimada sin perjuicio por la corte de distrito—no cuenta
como una petición de habeas consecutiva y no va a ser desestimada por tal razón. 203
El agotamiento, y la desestimación de una petición federal de habeas pueden ser muy
dañinos debido a los estrictos plazos que AEDPA impone para el habeas. Por lo tanto,
asegúrate de comprender esto, y de que has cumplido con los dos requisitos del
agotamiento: (1) has dado a la corte superior estatal la oportunidad de conocer tu
reclamación; y (2) has presentado adecuadamente a la corte superior estatal cada
reclamación identificando los hechos y la ley en que se basan.
c. Impugnación de Omisiones Procesales
El hecho de no cumplir correctamente con los procedimientos ante la corte estatal es
llamado “omisión procesal.” Si el estado demuestra que has cometido una omisión
procesal, la corte federal no puede considerar tal reclamación en un procedimiento
federal de habeas a menos que demuestres (1) causa, y (2) perjuicio para superar la
omisión procesal, o que un error judicial ocurrirá si la reclamación no es considerada. La
Suprema Corte ha dicho que las cortes federales de habeas deben seguir las legítimas
reglas procesales de primera instancia y apelación 204 y que las cortes estatales deben
recibir la oportunidad de rectificar cualquier violación federal en sus jurisdicciones. 205 Esto
significa que si no has seguido los procedimientos de la corte estatal al presentar tus
reclamaciones ante la corte estatal, has privado a las cortes estatales de la oportunidad
de remediar sus propias violaciones. Por consiguiente, la corte federal no aceptará tu
reclamación de habeas.
201. Vea, por ejemplo, Anthony v. Cambria, 236 F.3d 568 (9th Cir. 2000); Calderon v. United States
Dist. Court, 144 F.3d 618, 620-21 (9th Cir. 1998).
202. Este plazo es discutido más adelante en la Parte D(1)(d) de este Capítulo.
203. Vea Slack v. McDaniel, 529 U.S. 473, 478, 120 S. Ct. 1595, 1601, 146 L. Ed. 2d 542, 551
(2000). La cuestión es discutida a mayor detalle en la Parte D(1)(e) relativa a peticiones sucesivas.
204. Vea Wainwright v. Sykes, 433 U.S. 72, 90–91, 97 S. Ct. 2497, 2508, 53 L. Ed. 2d 594 (1977).
205. Vea Coleman v. Thompson, 501 U.S. 722, 729–30, 111 S. Ct. 2546, 2553–54, 115 L. Ed. 2d
640 (1991).

154 MANUAL DE ASESORÍA LEGAL PARA PRISIONEROS Cap. 5
Hay muchos procedimientos estatales que debes seguir. Algunos ejemplos comunes
de omisión procesal incluyen:
(1) No formular una objeción contemporánea; 206
(2) No formular una reclamación en apelación directa; 207 y
(3) No formular una reclamación en una petición de revisión discrecional. 208
Si la corte estatal te indica que has cometido una omisión procesal y rechaza tus
reclamaciones, hay varias formas de impugnar la determinación estatal. Algunas formas
son más efectivas que otras. Si una corte determina que has cometido una omisión
procesal, verifica si existen posibles impugnaciones, por ejemplo: (i) el estado renunció a
la defensa de omisión procesal, (ii) la supuesta omisión procesal no es una razón estatal
independiente y apropiada, y (iii) puedes demostrar causa y perjuicio o (iv) un error
judicial para superar el impedimento procesal. Estas impugnaciones en contra de
omisiones procesales son explicadas a continuación.
i. Renuncia del Estado a su Defensa
El primer paso al impugnar la determinación del estado de que has cometido una
omisión procesal consiste en determinar si el estado ha renunciado a dicha defensa en
contra de la revisión federal. El estado renuncia a su oportunidad de formular la cuestión
de omisión procesal si el estado no planteó el problema de omisión procesal (en otras
palabras, si no abordó la cuestión de tu falta de seguimiento de los debidos
procedimientos estatales). 209 La corte de habeas corpus no tiene que plantear esta
cuestión por su cuenta sin la solicitud de las partes interesadas. 210 Generalmente, el
estado debe formular la defensa de omisión procesal antes de que una corte federal de
apelación revise el caso. 211 Sin embargo, bajo AEDPA, el estado debe expresamente
206. Antes de que tu juicio termine, debes objetar cualquier error que ocurrió en el juicio para
conservar esas cuestiones en la revisión en apelación. Vea Wainwright v. Sykes, 433 U.S. 72, 90–91, 97 S.
Ct. 2497, 2508, 53 L. Ed. 2d 594 (1977). De lo contrario, estados como Nueva York considerarán sólo
aquellas cuestiones en apelación que involucren una violación de principios legales fundamentales. Vea el
Capítulo 9 del JLM.
Por ejemplo, si el fiscal en tu juicio en Nueva York hizo comentarios finales excesivamente agresivos que
predispusieron al jurado, pero tu abogado no objetó este error en el juicio, no puedes plantear este error en
apelación directa. Las cortes de Nueva York probablemente no considerarán tales comentarios del fiscal
como una violación de principios legales fundamentales. Por lo tanto, si no objetaste los comentarios del
fiscal durante el juicio, probablemente no podrás plantear esta cuestión en apelación directa a través de una
moción bajo el Artículo 440 (N.Y. Crim. Proc. Law § 440.10(3) da a las cortes discreción para negar mociones
bajo el Artículo 440). Vea el Capítulo 10 del JLM. Por lo tanto, también te será imposible plantear esta
cuestión en tu petición federal de habeas.
207. No es posible formular reclamaciones en un procedimiento posterior a la condena que no
formulaste en apelación directa. Vea, por ejemplo, N.Y. Crim. Proc. Law § 440.10(2)(c) (McKinney Supp.
1995). Vea también Anderson v. Harless, 459 U.S. 4, 103 S. Ct. 276, 74 L. Ed. 2d 3 (1982). Si tu abogado no
objetó los comentarios perjudiciales del fiscal, y por lo tanto se te impidió plantear esta cuestión en apelación,
también estás impedido para formular esta cuestión en una petición de habeas corpus. Sin embargo,
recuerda que reclamaciones por asesoría ineficaz pueden ser formuladas por primera vez en un
procedimiento posterior a la condena.
208. Vea Whitley v. Bair, 802 F.2d 1487 (4th Cir. 1986).
209. Vea Gray v. Netherland, 518 U.S. 152, 116 S. Ct. 2074, 135 L. Ed. 2d 457 (1996) (determinando
que el estado está obligado a plantear la cuestión de omisión procesal).
210. Vea Trest v. Cain, 522 U.S. 87, 88, 118 S. Ct. 478, 479, 139 L. Ed. 2d 444, 445 (1997) (al
revisar la decisión de la corte de distrito sobre el habeas, la corte de apelación no tiene que plantear la
cuestión de omisión procesal por su propia cuenta).
211. Vea, por ejemplo, Cupit v. Whitley, 28 F.3d 532, 535 (5th Cir. 1994); Lawrence v. Armontrout, 31
F.3d 662, 666 (8th Cir. 1994) (concluyendo que la defensa de omisión procesal fue renunciada porque el

Cap. 5 HABEAS CORPUS FEDERAL 155
renunciar a la defensa de agotamiento. Una corte federal no puede presumir que el
requisito de agotamiento ha sido renunciado por el silencio del estado. 212
ii. Prueba de la Independencia y Propiedad
Aunque verificar si el estado renunció a la defensa es una buena acción inicial, la
forma más común de impugnar la determinación de que has cometido una omisión
procesal es demostrar que el estado no cuenta con una razón estatal “independiente y
apropiada” para negar tu reclamación. 213 La doctrina de “razón estatal independiente y
adecuada” es parte importante de la regla de omisión procesal. Significa que incluso si
has violado una regla procesal estatal y el estado te ha negado un remedio, una corte
federal de habeas aún puede conocer tus reclamaciones si puedes demostrar que la
regla procesal estatal no es “apropiada” para fundamentar la decisión de la corte estatal,
o no es “independiente” de la ley federal. Por lo tanto, para que una determinación de
omisión procesal del estado pueda impedir la revisión de la corte federal, el estado debe
claramente indicar que su decisión estuvo basada solamente en la regla procesal estatal
y que la regla en la cual su decisión se basó es “independiente” de la ley federal.
Por lo tanto, puedes atacar las razones del estado en una de dos formas. Primero,
puedes probar que la regla procesal estatal usada en tu caso no es “independiente” de la
ley federal. Para demostrar que la regla procesal no es una regla estatal independiente,
tienes que demostrar que la ley estatal está entrelazada o relacionada con la ley federal,
y no está separada de la ley federal. 214 Una manera en que la ley procesal estatal puede
estar entrelazada o relacionada con la ley federal es si la ley procesal estatal contiene
una excepción por errores constitucionales. Si la regla estatal no prohíbe el otorgamiento
de un remedio cuando errores fundamentales o constitucionales son cometidos, la
mayoría de las cortes sostienen que la regla procesal estatal no es independiente de la
ley federal, ya que antes de decidir si la regla procesal estatal aplica a tu caso, la corte
tuvo que decidir si un error constitucional fue cometido. 215 Por lo tanto, si el estado en que
fuiste condenado tiene alguna forma de revisión por error evidente, o una excepción a la
regla procesal estatal que necesariamente implica que la corte estatal tiene que decidir si
un error constitucional fue cometido, puedes tratar de alegar que tal regla procesal estatal
estado no la presentó en la corte de distrito); Davis v. Zant, 36 F.3d 1538, 1545 (11th Cir. 1994)
(determinando que el estado renunció a la defensa de omisión procesal al no plantearla ante la corte de
distrito y en apelación).
212. Vea 28 U.S.C. §2254(b)(3).
213. Harris v. Reed, 489 U.S. 255, 260, 109 S. Ct. 1038, 103 L. Ed. 2d 308 (1989).
214. Vea Ake v. Oklahoma, 470 U.S. 68, 74–75, 105 S. Ct. 1087, 84 L. Ed. 2d 53 (1985); Boyd v.
Scott, 45 F.3d 876, 880 (5th Cir. 1994) (indicando que la decisión de la corte estatal estuvo “entrelazada con
la ley federal, y no expresó con claridad que su decisión estuvo basada en razones procesales estatales”).
215. Vea La Crosse v. Kernan, 244 F.3d 702, 706-7 (9th Cir. 2001) (concluyendo que la regla estatal
sobre “extemporaneidad” no constituyó una razón estatal “independiente” ya que en la fecha en que el
solicitante cometió una omisión procesal la regla contenía una “excepción por errores constitucionales
fundamentales” implicando una decisión sobre ley federal); Johnson v. Gibson, 169 F.3d 1239, 1249 (10th
Cir. 1999) (la petición del solicitante no fue omitida procesalmente porque la restricción procesal no era
independiente de la ley federal ya que “las cortes de Oklahoma revisan tales reclamaciones de error
fundamental—revisión que necesariamente incluye la revisión de errores constitucionales federales.”); Jones
v. Jerrison, 20 F.3d 849, 854 (8th Cir. 1994) (a pesar de que el solicitante cometió una omisión procesal
porque no objetó en el juicio, no hay impedimento federal para revisar la reclamación porque la corte estatal
necesariamente analizó si un error constitucional federal ocurrió bajo su excepción a la regla de objeción
contemporánea por “errores evidentes”); Bradley v. Meachum, 918 F.2d 338, 343 (2d Cir. 1990) (regla estatal
sobre renuncia de derechos que produjo la omisión procesal de las reclamaciones del solicitante no es
“independiente de la ley federal” porque bajo la ley de Connecticut, “la renuncia de derechos procesal no
puede impedir la impugnación de un acusado ‘que involucre su derecho constitucional a un juicio justo’”).

156 MANUAL DE ASESORÍA LEGAL PARA PRISIONEROS Cap. 5
no es “independiente” de la ley federal y no debe impedir que la corte de habeas revise tu
reclamación.
En segundo lugar, puedes demostrar que al decidir tu caso, el estado se basó en una
regla estatal procesal que no era “apropiada.” 216 Cuando alegas que tu omisión de una
regla procesal estatal no es una razón apropiada para negar la revisión básicamente
estás alegando que la regla estatal es injusta, restringe o frustra tus derechos federales, o
no es aplicada de manera consistente y por lo tanto no constituye una razón apropiada
para impedir la revisión de tu reclamación. Algunas formas usuales de alegar que una
regla procesal estatal es inapropiada para impedir la revisión de tus reclamaciones
federales son:
(1) Que la regla estatal no está “firmemente establecida” o no es “consistentemente
aplicada” o “estricta o regularmente seguida;” 217
(2) Que la regla procesal estatal no te otorgó una oportunidad razonable para que tu
reclamación federal sea vista en la corte estatal porque la regla frustra la aplicación de
derechos federales o es excesivamente difícil de cumplir y tiene como efecto el frustrar
derechos federales; 218
216. Para un caso reciente de la Suprema Corte en que se decidió que la regla procesal estatal no
era apropiada para impedir revisión federal de habeas, vea Lee v. Kemna, ___ U.S. ___, 122 S. Ct. 877, 151
L. Ed. 2d 820 (Enero 22, 2002).
217. Vea Ford v. Georgia, 498 U.S. 411, 424, 111 S. Ct. 850, 112 L. Ed. 2d 935, 949 (1991); Johnson
v. Mississippi, 486 U.S. 578, 108 S. Ct. 1981, 100 L. Ed. 2d 575 (1988); James v. Kentucky, 466 U.S. 341,
348–49, 104 S. Ct. 1830, 1835, 80 L. Ed. 2d 346, 353 (1984) (concluyendo que únicamente procedimientos
estatales que están “firmemente establecidos y son regularmente seguidos ... pueden impedir la
implementación de derechos constitucionales federales”); Barr v. City of Columbia, 378 U.S. 146, 149, 84 S.
Ct. 1734, 12 L. Ed. 2d 766 (1964) (“Requisitos procesales estatales que no son estricta o regularmente
seguidos no pueden privarnos del derecho de revisar.”); Sayre v. Anderson, 238 F.3d 631, 634 (5th Cir. 2001)
(una decisión estatal que dice que el solicitante ha cometido una omisión procesal no impide la revisión
federal cuando la regla no era aplicada usualmente a acusados en la misma posición que el solicitante);
Mitchell v. Mason, 257 F.3d 554, 563 (6th Cir. 2001) (el estado no ha demostrado que la regla procesal está
tan “‘firmemente establecida y es regularmente seguida’ de tal forma que puede impedir la reclamación
constitucional federal del solicitante en revisión colateral”); Hoffman v. Arave, 236 F.3d 523, 530 (9th Cir.
2001); Romano v. Gibson, 239 F.3d 1156, 1170 (10th Cir. 2001) (la regla procesal estatal no es adecuada
porque la corte estatal aplicó la regla de manera inconsistente en los casos de dos coacusados acusados y
enjuiciados juntos); Moore v. Ponte, 186 F.3d 26, 32–33 (1st Cir. 1999) (la omisión procesal resultante de la
violación por parte del acusado de la regla de objeción contemporánea no impide la revisión federal porque
las cortes estatales han ignorado el requisito en casos similares al del solicitante); Gosier v. Welborn, 175
F.3d 504, 507 (7th Cir. 1999) (la regla procesal estatal constituyó un impedimento inapropiado a la revisión
federal de habeas corpus porque las cortes estatales aplicaron la regla de manera inconsistente e
incompatible); Clayton v. Gibson, 199 F.3d 1162, 1171 (10th Cir. 1999) (la omisión procesal no impidió la
revisión federal porque la regla procesal estatal fue adoptada después de que la omisión procesal
supuestamente ocurrió, y no pudo estar firmemente establecida); Forgy v. Norris, 64 F.3d 399, 401–02 (8th
Cir. 1995); Morales v. Calderon, 85 F.3d 1387, 1393 (9th Cir. 1996) (los plazos para el procedimiento de
habeas en el estado de California no constituyeron una razón estatal apropiada e independiente para
sustentar la omisión procesal cuando los plazos no eran claros, no estaban bien establecidos, y no eran
aplicados consistentemente antes de que el solicitante presentara su primera petición estatal de habeas);
Cochran v. Herring, 43 F.3d 1404, 1409 (11th Cir.), modificado, 61 F.3d 20 (11th Cir. 1995) (no hay
impedimento a la revisión federal de habeas a pesar de que el solicitante no formuló una reclamación bajo
Batson en apelación directa ya que las cortes de Alabama no han aplicado consistentemente la restricción
procesal a este tipo de casos) Grubbs v. Delo, 948 F.2d 1459 (8th Cir. 1991) (diciendo que “si un estado
aplica sus reglas de manera inconsistente, no estamos impedidos de analizar la reclamación bajo ley
federal.”).
218. Vea Hoffman v. Arave, 236 F.3d 523, 531 (9th Cir. 2001) (indicando que “si una regla procesal
estatal frustra el ejercicio de un derecho federal, esa regla es ‘inapropiada’ para impedir que las cortes
federales revisen el fondo de la reclamación federal”); Mapes v. Coyle, 171 F.3d 408, 429 (6th Cir.), cert.
negado, 528 U.S. 946 (1999) (el fundamento procesal estatal para negar la petición no es “apropiado” porque
la decisión produjo una “errónea ... negativa de considerar” la reclamación del solicitante por ineficaz asesoría
del abogado en apelación); Jackson v. Shanks, 143 F.3d 1313, 1318-19 (10th Cir. 1998) (la regla estatal de

Cap. 5 HABEAS CORPUS FEDERAL 157
(3) La regla procesal requería que objetaras el error antes de que el error fuera aparente,
o la regla fue aplicada en tu caso en una forma que no pudiste haber previsto; 219
(4) Intentaste formular una reclamación, y a pesar de que no seguiste la regla
exactamente, la forma en que trataste de plantear la reclamación sirve el mismo
propósito que la regla estatal. 220
Si has cometido una omisión procesal con relación a una de tus reclamaciones
puedes tratar de usar la doctrina de razón estatal “independiente o apropiada” para evitar
la omisión procesal. Recuerda que tienes que demostrar que la regla procesal estatal no
es independiente de la ley federal, o que no es apropiada para impedir la revisión federal.
iii.
Prueba de Causa y Perjuicio
Incluso si se determina que la regla procesal estatal es “independiente” de la ley
federal y está basada en una “razón estatal apropiada,” la corte federal puede juzgar el
fondo de la reclamación federal si puedes demostrar “causa y perjuicio.” Para pasar la
“prueba de causa y perjuicio,” debes demostrar (a) causa para tu error procesal (es decir,
dar una buena razón por la cual no seguiste la regla procesal estatal); y (b) perjuicio (es
decir, demostrar que tu caso hubiera tenido una conclusión diferente si hubieras podido
presentar tu reclamación de una violación constitucional). 221
El estándar de causa y perjuicio es el obstáculo más importante que debes superar
para obtener revisión federal de habeas corpus. Desde que la Suprema Corte de los
Estados Unidos declaró el estándar en 1977, 222 las cortes federales han rechazado miles
de peticiones de habeas por no satisfacer el estándar. Por lo tanto, debes pensar
cuidadosa y creativamente sobre cómo satisfacer o evitar el estándar de causa y
perjuicio.
omisión procesal que establece que reclamaciones no formuladas en apelación directa están procesalmente
prohibidas no puede aplicarse a reclamaciones por asesoría ineficaz del abogado, porque hacer eso “privaría
al solicitante de toda revisión significativa de la reclamación de asesoría ineficaz del abogado.”); Morales v.
Calderon, 85 F.3d 1387, 1390 (9th Cir. 1996) (la revisión federal de habeas no fue impedida por la omisión
procesal debido a que la regla de California era tan confusa que “no daba ... ‘al solicitante de habeas una
oportunidad adecuada para solicitar un remedio ante la corte estatal.’” (citando Harmon v. Ryan, 959 F.2d
1457 (9th Cir. 1992)); Wheat v. Thigpen, 793 F.2d 621, 624–25 (5th Cir. 1986) (reglas estatales que no eran
seguidas regularmente impidieron la “aplicación de derechos constitucionales federales”); Williams v.
Lockhart, 873 F.2d 1129, 1131–32 (8th Cir. 1989) (la violación de una “nueva regla estatal diseñada para
frustrar el ejercicio de derechos federales” no es un impedimento apropiado a la revisión federal de habeas);
Walker v. Engle, 703 F.2d 959, 966–67 (6th Cir. 1983).
219. Vea Gonzáles v. Elo, 233 F.3d 348 (6th Cir. 2000), cert. negado, 121 S. Ct. 1621 (2001) (la
regla estatal que impedía la revisión posterior a la condena de reclamaciones no planteadas en apelación
directa era inapropiada para impedir la revisión federal de la reclamación porque la regla fue adoptada
después de que la apelación directa del solicitante fue completada); Barnett v. Hadgett, 174 F.3d 1128, 1135
(10th Cir. 1999) (reglas procesales estatales que consideran que las reclamaciones ejercidas bajo Cooper v.
Oklahoma, 517 U.S. 348, 116 S. Ct. 1373, 134 L. Ed. 2d 498 (1996) no están permitidas si no son planteadas
en apelación directa no pueden aplicarse en casos en que la apelación directa precedió a la decisión en
Cooper); United States ex rel. Duncan v. O’Leary, 806 F.2d 1307, 1314 (7th Cir. 1986) (la falla del solicitante
por no formular la reclamación bajo ley estatal fue nula porque la reclamación fue tal que el solicitante no
pudo haber sabido sobre la reclamación y no pudo haberla renunciado).
220. Vea Huffman v. Wainwright, 651 F.2d 347, 352 (5th Cir. 1981); Albuquerque V. Bara, 628 F.2d
767, 772–73 (2d Cir. 1980) (el “cumplimiento substancial” con la regla procesal estatal es suficiente para
superar la omisión procesal).
221. Vea Coleman v. Thompson, 501 U.S. 722, 749, 111 S. Ct. 2546, 2564, 115 L. Ed. 2d 640
(1991); Reed v. Ross, 468 U.S. 1, 11, 104 S. Ct. 2901, 2908, 82 L. Ed. 2d 1 (1984); Engle v. Isaac, 456 U.S.
107, 129, 102 S. Ct. 1558, 1572–73, 71 L. Ed. 2d 783 (1982); Wainwright v. Sykes, 433 U.S. 72, 87, 97 S. Ct.
2497, 2506, 53 L. Ed. 2d 594 (1977).
222. Vea Wainwright v. Sykes, 433 U.S. 72, 97 S. Ct. 2497, 53 L. Ed. 2d 594 (1977).

158 MANUAL DE ASESORÍA LEGAL PARA PRISIONEROS Cap. 5
(a) Reclamaciones que Demuestran Causa
Demostrar causa no es fácil. Algunas razones que las cortes consideran “causa”
incluyen:
(1) Funcionarios estatales te impidieron cumplir con la regla procesal estatal. 223 Por
ejemplo, en tu juicio un funcionario estatal te hizo creer que una violación
constitucional no había ocurrido, cuando de hecho sí había ocurrido. En este caso, las
acciones del funcionario serían la “causa” por la cual no objetaste la violación durante
el juicio. La corte te permitirá alegar esto; 224
(2) La base legal de tu reclamación constitucional no estaba razonablemente disponible
para ti (o tu abogado) en la fecha de tu juicio. 225 En otras palabras, una corte federal
perdonará tu falla al no objetar un incidente que ocurrió en tu juicio, si puedes
demostrar que no pudiste haber sabido con base en los precedentes judiciales que
existían en la fecha de tu juicio que tal incidente era una violación constitucional. 226 No
puedes demostrar causa, sin embargo, simplemente alegando lo siguiente: que tu
abogado no tenía conocimiento de la reclamación 227 ; o que tu abogado creía que seria
inútil formular la reclamación porque la corte estatal había rechazado la reclamación
con anterioridad; 228 o que tu abogado simplemente pasó por alto la reclamación; 229
(3) Al no seguir la regla procesal estatal (por ejemplo, no objetar durante el juicio, no
presentar una apelación a tiempo, etc.) tu abogado te dio “asesoría
constitucionalmente ineficaz.” 230 Recuerda que debes agotar tu reclamación de
asesoría ineficaz del abogado ante las cortes estatales antes de presentar la
reclamación ante una corte federal como la causa por la cual no seguiste la regla
procesal estatal. 231
223. Vea Murray v. Carrier, 477 U.S. 478, 488, 106 S. Ct. 2639, 2645, 91 L. Ed. 2d 397 (1986).
224. Vea Strickler v. Greene 527 U.S. 263, 119 S. Ct. 1936, 144 L. Ed. 2d 286 (1999) (concluyendo
que el solicitante demostró causa por la cual no formuló una reclamación bajo Brady en corte estatal debido a
que el fiscal retuvo evidencia y el solicitante confió en que la política de archivo abierto satisfizo el deber del
fiscal de proporcionar información. Por lo tanto, el solicitante no tuvo acceso al fundamento de hecho de su
reclamación, y actuó razonablemente al confiar en la política de archivo abierto del fiscal. Cabe mencionar,
sin embargo, que el perjuicio no fue demostrado por la petición, y la reclamación fue rechazada). Vea
también Forman v. Smith, 633 F.2d 634 (2d Cir. 1980) (revocando el otorgamiento de la petición de habeas,
pero afirmando el principio de que si un oficial de policía hizo una declaración falsa que ocultó la oportunidad
de plantear una reclamación de violación constitucional federal, tal declaración sería una “causa” para no
formular la reclamación en apelación directa).
225. Vea Reed v. Ross, 468 U.S. 1, 16, 104 S. Ct. 2901, 2910, 82 L. Ed. 2d 1 (1984).
226. Desafortunadamente, la mayoría de los intentos de demostrar causa en esta forma no tienen
éxito. Vea, por ejemplo, Fernández v. Leonardo, 931 F.2d 214 (2d Cir. 1991). Además, incluso si tienes éxito
alegando que tuviste “causa” para no plantear el error constitucional en tu apelación, debido a que no pudiste
haber sabido en la fecha de tu juicio que un error constitucional había ocurrido, la corte puede decidir que
este error no puede ser considerado debido al caso de Teague, el cual dice que no es posible formular un
argumento que plantee una regla “nueva.” Vea la discusión sobre Teague en la Parte C(2) de este Capítulo.
227. Vea Engle v. Isaac, 456 U.S. 107, 134, 102 S. Ct. 1558, 1575, 71 L. Ed. 2d 783 (1982).
228. Vea Engle v. Isaac, 456 U.S. 107, 130, 102 S. Ct. 1558, 1573, 71 L. Ed. 2d 783 (1982).
229. Vea Murray v. Carrier, 477 U.S. 478, 488, 106 S. Ct. 2639, 2645, 91 L. Ed. 2d 397 (1986).
230. Vea Murray v. Carrier, 477 U.S. 478, 488, 106 S. Ct. 2639, 2645, 91 L. Ed. 2d 397 (1986). Pero
vea también Tsirizotakis v. LeFevre, 736 F.2d 57 (2d Cir. 1984) (enumerando casos en que se rechaza el
intento del acusado de demostrar causa alegando ineficaz asesoría del abogado). Vea también la Parte B(3)
de este Capítulo, la cual discute la prueba de dos partes que las cortes usan para determinar la ineficaz
asesoría del abogado y el Capítulo 40 del JLM.
231. Vea Murray v. Carrier, 477 U.S. 478, 488–89, 106 S. Ct. 2639, 2645–46, 91 L. Ed. 2d 397, 409
(1986). En Nueva York, el agotamiento de la reclamación de ineficaz asesoría del abogado se hace mediante
una moción bajo el Artículo 440. Vea el Capítulo 10 del JLM para mayor información sobre este
procedimiento.

Cap. 5 HABEAS CORPUS FEDERAL 159
Es importante entender que la lista anterior no es exhaustiva. Si utilizas Shepard para
investigar Wainwright y obtienes mayor información sobre esta cuestión, descubrirás
otras razones que las cortes han considerado causa. 232
(b) Reclamaciones que No Demuestran Causa
Debes tener conocimiento de varias reclamaciones que la Suprema Corte de los
Estados Unidos ha decidido no constituyen “causa.” (La siguiente lista no incluye todas
las posibilidades):
(1) Reclamaciones por ineficaz asesoría del abogado, si no tenías el derecho
constitucional a un abogado en el procedimiento en cuestión; 233
(2) Reclamaciones de que hay hechos importantes que no fueron completamente
desarrollados ante la corte de primera instancia, si no desarrollaste tales hechos
porque tú o tu abogado los pasaron por alto; 234
(3) Reclamaciones basadas en evidencia que pudo haber estado razonablemente
disponible en el juicio o en apelación directa. 235 No basta con alegar que no formulaste
la reclamación previamente porque no habías descubierto la evidencia. Debes
demostrar que no pudiste haber descubierto la evidencia incluso si lo hubieras
intentado. Por ejemplo, si el fiscal deliberadamente no reveló información al abogado
defensor en el juicio, tal vez se pueda demostrar causa. 236
(c) Demostrando Perjuicio
La Suprema Corte de los Estados Unidos no ha explicado “perjuicio” tan
detalladamente como “causa.” En United States v. Frady, la Corte directamente abordó el
significado de “perjuicio” diciendo que “perjuicio” requiere que demuestres que errores en
tu juicio “te ocasionaron una desventaja concreta y substancial, infectando tu juicio
completo con error de dimensiones constitucionales.” 237 Debes investigar Frady en tu
jurisdicción usando Shepard para ver si la corte ha explicado qué tipo de error demuestra
perjuicio. Por ejemplo, el Segundo Circuito ha dicho en dicta 238 que concluiría que existe
perjuicio si una corte de primera instancia de Nueva York aceptara una admisión de
culpabilidad por parte de un acusado sin sostener una audiencia respecto de la
competencia del acusado cuando la ley estatal requiere que lo haga. Tal error, el
Segundo Circuito ha dicho, infectaría” la condena y violaría el Debido Proceso. 239
232. Vea el Capítulo 2 de este manual para una explicación sobre cómo usar Shepard.
233. Vea Coleman v. Thompson, 501 U.S. 722, 754, 111 S. Ct. 2546, 2567, 115 L. Ed. 2d 640 (1991)
(“no es la seriedad del error del abogado lo que importa, sino que constituye una violación del derecho del
solicitante a un abogado ... ”).
234. Vea Keeney v. Tamayo-Reyes, 504 U.S. 1, 6, 112 S. Ct. 1715, 1718, 118 L. Ed. 2d 318 (1992).
Esto ha hecho la carga del solicitante mayor que bajo la regla anterior, la cual requería una audiencia
respecto de hechos materiales no desarrollados a menos que el acusado deliberadamente hubiera evitado el
procedimiento estatal. Townsend v. Sain, 372 U.S. 293, 313, 83 S. Ct. 745, 757, 9 L. Ed. 2d 770 (1963).
235. Vea McCleskey v. Zant, 499 U.S. 467, 487–91, 111 S. Ct. 1454, 1467–68, 113 L. Ed. 2d 517,
540 (1991).
236. Vea Fairchild v. Lockhart, 979 F.2d 636, 640 (8th Cir. 1992). Vea también Rickman v. Dutton,
864 F. Supp. 686 (M.D. Tenn. 1994).
237. United States v. Frady, 456 U.S. 152, 170, 102 S. Ct. 1584, 1596, 71 L. Ed. 2d 816, 832 (1982)
(énfasis omitido).
238. Para una definición de “dictum,” vea el Apéndice V del JLM, “Definiciones de Palabras Usadas
en el JLM.”
239. Vea Silverstein v. Henderson, 706 F.2d 361, 368 n.13 (2d Cir. 1983). En Silverstein, el
solicitante pidió la protección de habeas por una sentencia de robo a mano armada alegando que era
retrasado mental y no había comprendido su propia admisión de culpabilidad. El Segundo Circuito le otorgó el

160 MANUAL DE ASESORÍA LEGAL PARA PRISIONEROS Cap. 5
La prueba de “causa y perjuicio” es virtualmente imposible de pasar.240 No uses esta
prueba si puedes usar otra.
iv. Error Judicial
Otra excepción a la regla de omisión procesal es el error judicial. Sin embargo, esta
excepción también es muy difícil de satisfacer, y no debes basarte en ella para evitar una
omisión procesal. Esta excepción generalmente funciona si puedes demostrar que “la
falta de consideración de las reclamaciones [que fueron omitidas procesalmente]
ocasionará un error judicial fundamental.” 241 La Suprema Corte no ha dicho en forma
definitiva lo que un error judicial fundamental es, pero en Schlup v. Delo, la Corte
firmemente sugirió que esta excepción requiere una demostración de inocencia. 242 Esto
significa que para formular esta excepción a la omisión procesal debes demostrar que el
error que estás alegando provocó tu condena y que de hecho eres inocente. 243 Es
importante notar que si usas esta excepción no estás alegando que eres inocente y
debes ser liberado, sino que eres inocente y por lo tanto la corte debe considerar tu
reclamación constitucional que ha sido omitida procesalmente y que estás impedido de
formular. 244
Para satisfacer la excepción por error judicial fundamental, debes presentar evidencia
nueva que demuestre que eres inocente, y esta evidencia no debe haber sido presentada
en el juicio. 245 Debes entonces demostrar que con esta nueva evidencia ningún jurado
remedio de habeas a pesar de que el solicitante no planteó esta reclamación en apelación directa. La corte
determinó que aplicar la regla de omisión procesal a un solicitante incompetente era inconstitucional, y por lo
tanto, era innecesario aplicar la prueba de causa y perjuicio. En una nota al pie, la Corte indicó que incluso si
se hubiera cometido una omisión procesal, el solicitante tendría el derecho a una audiencia sobre la causa
por la cual no planteó la cuestión de su competencia en apelación directa.
240. Algunos presos han tratado de evitar el estándar de causa y perjuicio alegando que dicho
estándar no debe ser aplicado en casos de pena de muerte. Vea Smith v. Murray, 477 U.S. 527, 538, 106 S.
Ct. 2661, 2668, 91 L. Ed. 2d 434 (1986). Algunos presos han alegado que el estándar no debe ser aplicado a
errores constitucionales, como instrucciones defectuosas al jurado, que directamente afectan la
determinación de culpabilidad por parte del jurado en el juicio. Vea Engle v. Isaac, 456 U.S. 107, 129, 102 S.
Ct. 1558, 71 L. Ed. 2d 783 (1982). Otros presos han alegado que el estándar no debe ser aplicado a
omisiones procesales ocurridas en apelación (como el no formular una reclamación específica en apelación),
y no en el juicio. Ve Murray v. Carrier, 477 U.S. 478, 491, 106 S. Ct. 2639, 2647, 91 L. Ed. 2d 397 (1986). La
Suprema Corte de los Estados Unidos, sin embargo, ha rechazado todos estos argumentos. Además, la
Corte recientemente concluyó que el estándar de “causa y perjuicio” aplica incluso en casos en los que no
solo una, sino todas tus reclamaciones constitucionales han sido omitidas procesalmente, por no presentar
una notificación de apelación dentro del plazo requerido. Vea Coleman v. Thompson, 501 U.S. 722, 749, 111
S. Ct. 2546, 115 L. Ed. 2d 640 (1991).
241. Coleman v. Thompson, 501 U.S. 722, 750, 111 S. Ct. 2546, 2565 115 L. Ed. 2d 640, 669 (1991)
(reafirmando que la excepción por “error judicial fundamental” aplica a reclamaciones omitidas
procesalmente). Vea también Murray v. Carrier, 477 U.S. 478, 495-96, 106 S. Ct. 2639, 2649, 91 L. Ed. 2d
397, 413 (1986); Engle v. Isaac, 456 U.S. 107, 135, 102 S. Ct. 1558, 1575-76, 71 L. Ed. 2d 783, 805 (1982).
242. Schlup v. Delo, 513 U.S. 298, 321-22, 115 S. Ct. 851, 864, 130 L. Ed. 2d 808, 832 (1995).
243. Schlup v. Delo, 513 U.S. 298, 327, 115 S. Ct. 851, 867, 130 L. Ed. 2d 808, 832 (1995). Vea
también Murray v. Carrier, 477 U.S. 478, 496, 106 S. Ct. 2639, 2649–50, 91 L. Ed. 2d 297 (1986). En Carrier,
la Corte inicialmente formuló esta estándar y dijo que un preso debe demostrar que “una violación
constitucional probablemente ha ocasionado la condena de alguien que de hecho es inocente” para satisfacer
la excepción por error judicial fundamental. En Schlup, la Corte dijo que éste era el estándar correcto y
después explicó su significado.
244. Si alegas ser inocente y que deber ser liberado, es decir, que no había suficiente evidencia para
condenarte, el estándar es más alto, y debes ver Jackson v. Virginia, 443 U.S. 307, 99 S. Ct. 2781, 61 L. Ed.
2d 560 (1979).
245. Schlup v. Delo, 513 U.S. 298, 324, 327, 115 S. Ct. 851, 865, 867, 130 L. Ed. 2d 808, 832, 836
(1995). (indicando que la nueva evidencia no tiene que ser evidencia que sería admisible en el juicio).

Cap. 5 HABEAS CORPUS FEDERAL 161
razonable te habría condenado. 246 Si puedes superar estos obstáculos, la corte tomará en
consideración las reclamaciones procesalmente omitidas. La idea es que si puedes
convencer a la corte de que eres inocente, la corte considerará los errores en tu juicio, a
pesar de que normalmente está impedida de hacerlo, para asegurar que un error judicial
fundamental no ocurrió.
Por ultimo, la excepción por error judicial fundamental puede ser usada para
impugnar una reclamación procesalmente omitida si el resultado del error es que la pena
de muerte fue impuesta a alguien que es “de hecho inocente” de una sentencia de
muerte. 247 Esto significa que no sólo eres inocente del crimen castigado con pena de
muerte, sino que no eras elegible para la pena de muerte. Para probar esta reclamación,
debes demostrar con evidencia clara y convincente que si no fuera por la violación
constitucional que tuvo lugar, no serías elegible para la pena de muerte. 248 Este estándar
es virtualmente imposible de satisfacer, y no debes usarlo para evitar una omisión
procesal.
d. Plazo 249
El transcurso del tiempo puede complicar la preparación de tu petición de habeas.
Debes presentar tu petición de habeas corpus ante la corte federal dentro un año a partir
del día en que tu caso se vuelve “definitivo” 250 tras la revisión directa. 251 Este plazo aplica
incluso si el plazo estatal posterior a la condena es mayor de un año. Por lo tanto, si
planeas presentar una apelación estatal posterior a la condena, debes hacerlo antes del
plazo de un año para el habeas federal. De lo contrario, el plazo para tu petición federal
de habeas expira y te verás imposibilitado de solicitar revisión federal de habeas. Una vez
que presentes la moción estatal posterior a la condena, sin embargo, el plazo para
presentar la petición de habeas federal se detendrá. Esto se discute a detalle más
adelante.
Para la mayoría de los solicitantes, el plazo de un año comienza con el fin de la
apelación directa de su caso. Sin embargo, bajo ciertas circunstancias especiales, el
plazo de un año puede comenzar de nuevo. Hay tres circunstancias que pueden
prorrogar el plazo para presentar la solicitud federal de habeas. Estas son:
(1) Si el estado creó un impedimento (obstrucción u obstáculo) en violación de la
Constitución o leyes de los Estados Unidos que te impidió presentar la solicitud o
moción, el plazo para la petición de habeas vence un año después de que el
impedimento inconstitucional o ilegal es eliminado; 252
246. Schlup v. Delo, 513 U.S. 298, 327, 115 S. Ct. 851, 867, 130 L. Ed. 2d 808, 832 (1995).
247. Dugger v. Adams, 489 U.S. 401, 411 n.6, 109 S. Ct. 1211, 1217 n. 6, 103 L. Ed. 2d 435, 445 n.6
(1989) (indicando que una corte puede otorgar una orden incluso si no se demuestra causa para la omisión
procesal, pero sólo en un caso “extraordinario” ). Vea también Sawyer v. Whitley, 505 U.S. 333, 112 S. Ct.
2514, 120 L. Ed. 2d 269 (1992).
248. Sawyer v. Whitley, 505 U.S. 333, 345-8, 112 S. Ct. 2514, 2522-24, 120 L. Ed. 2d 269, 283–84
(1992).
249. Asegúrate de ver la Parte D(1)(d) de este Capítulo.
250. Vea Manley v. Kelley, 60 F. Supp. 2d 121 (1998). Si no solicitas certiorari a la Suprema Corte de
los Estados Unidos tras la revisión directa, entonces tu caso se vuelve “definitivo” 90 días después de la
última decisión de una corte estatal en revisión directa, que es cuando tu capacidad para presentar tu
solicitud de certiorari termina. Si no solicitas certiorari a la Suprema Corte, tu caso se vuelve definitivo tras la
decisión final de la Corte sobre tu caso en revisión directa o tras el rechazo de la Corte a revisar tu caso.
251. 28 U.S.C. § 2244(d)(1)(A) (2000).
252. 28 U.S.C. § 2244(d)(1)(B) (2000). El impedimento inconstitucional o ilegal debe ser creado por
el estado. Ejemplos de impedimentos inconstitucionales incluyen retener evidencia de inocencia en violación
de Brady v. Maryland, 373 U.S. 83, 83 S. Ct. 2531, 10 L. Ed. 2d 215 (1963). Vea Edmond v. United States

162 MANUAL DE ASESORÍA LEGAL PARA PRISIONEROS Cap. 5
(2) Si la Suprema Corte de los Estados Unidos declaró un nuevo derecho retroactivo en el
cual tu petición de habeas puede basarse, el plazo para la petición se vence un año a
partir de tal declaración; 253 o
(3) Si nuevos hechos que no podían haber sido descubiertos, incluso con una debida
investigación, pueden ser descubiertos, el plazo para tu petición de habeas se vence
un año a partir de la fecha en que los hechos pudieron ser descubiertos a través de
una debida investigación. 254
Si más de una fecha de inicio aplica en tu caso, debes presentar tu solicitud dentro de un
año a partir de la última fecha de entre las cuatro opciones. 255
El plazo es muy estricto 256 y aplica a cada reclamación. Sin embargo, la mayoría de
las cortes federales han permitido que el plazo sea suspendido (lo cual significa que no
transcurre) bajo ciertas circunstancias. La suspensión ocurre mientras escritos
debidamente presentados, incluyendo tu apelación estatal posterior a la condena, se
encuentran pendientes. 257 Esto significa que si presentas las reclamaciones no agotadas
ante la corte estatal apropiada antes de que el plazo de un año expire, el tiempo dedicado
a agotar los procedimientos estatales no contará en contra del plazo de un año. La
suspensión equitativa es otra manera en que el plazo puede ser suspendido. Sin
embargo, esta opción está disponible únicamente cuando “‘circunstancias extraordinarias
más allá del control del solicitante imposibilitan presentar una solicitud a tiempo.” 258
Attorney, 959 F. Supp. 1, 4 (D.D.C. 1997). Otro ejemplo de un impedimento creado por el estado puede ser
una inadecuada biblioteca en la prisión. Vea Whalem/Hunt v. Early, 233 F.3d 1146 (9th Cir. 2000) (remitiendo
el caso para una audiencia de evidencia relativa a si se debe sostener la reclamación de los solicitantes de
que un impedimento inconstitucional existía debido a la falta de información en la biblioteca de la prisión).
253. 28 U.S.C. § 2244(d)(1)(C). Vea, por ejemplo, United States v. Adam, No. 90-00431-08, 1996
U.S. Dist. Lexis 8875, at 2 n.2 (E.D. Pa. 24 de junio de 1996) (no publicado). Exactamente cuándo el año
termina depende del circuito en que la petición se presenta. Vea Haugh v. Booker, 210 F.3d 1147 (10th Cir.
2000) (los circuitos continúan divididos respecto de si el plazo de un año comienza cuando el nuevo derecho
es declarado, o cuando se determina que es retroactivo).
254. 28 U.S.C. § 2244(d)(1)(D) (2000). Para un caso que da un ejemplo de evidencia que
originalmente no podía ser descubierta a través de una debida investigación, vea Dobbs v. Zant, 506 U.S.
357, 113 S. Ct. 835, 122 L. Ed. 2d 103 (1993), relativo a transcripciones de sentencia que originalmente no
estuvieron disponibles para la consideración de la reclamación de ineficaz asesoría del abogado del
solicitante durante la sentencia. Para casos más recientes discutiendo el concepto de “debida investigación”
en el contexto de la prisión, vea Wims v. United States, 225 F.3d 186 (2d Cir. 2000).
255. 28 U.S.C. § 2244(d)(1) (2000).
256. Vea, por ejemplo, Scanio v. United States, 37 F.3d 858 (2d Cir. 1994) (fecha límite que cayó en
un fin de semana no es excusa para no presentar la reclamación a tiempo).
257. 28 U.S.C. § 2244(d)(2) (2000) (el plazo es suspendido durante “el tiempo ... en que una solicitud
debidamente presentada para revisión estatal posterior a la condena u otra revisión colateral con respecto a
la decisión o reclamación pertinente está pendiente.” Vea Artuz v. Bennett, 531 U.S. 4, 121 S. Ct. 361, 364,
148 L. Ed. 2d 213, 218 (2000) (concluyendo que una solicitud posterior a la condena es “debidamente
presentada” incluso si la solicitud está procesalmente prohibida, siempre y cuando “la entrega y aceptación
[de los documentos] cumplen con las leyes y reglas que gobiernan la presentación.”). La Corte indicó que
estas reglas generalmente incluyen la forma del documento, el término para su entrega, el lugar en que debe
ser presentado y la cuota que se debe pagar por la presentación). En un caso reciente, Duncan v. Walker,
533 U.S. 167, 121 S. Ct. 2120, 150 L. Ed. 2d. 251 (2001), la corte concluyó que peticiones federales de
habeas debidamente presentadas no suspenden el plazo de un año. En este caso, la condena estatal de
Walker se volvió definitiva en abril de 1996, y el solicitante presentó una petición de habeas que fue
desestimada en julio de 1996 por no agotar los recursos estatales. El solicitante no presentó ningún
documento en la corte estatal, y en mayo de 1997 trató de presentar otra petición federal de habeas. La Corte
concluyó que esta petición no estaba permitida por el plazo, porque no cumplía con el plazo límite de un año,
y el tiempo durante el cual estuvo esperando la decisión de su primera petición federal de habeas no detuvo
el reloj.
258. Calderon v. United States Dist. Court, 128 F.3d 1283 (9th Cir. 1997) (concluyendo que el
“término” de un año descrito en AEDPA § 101 no es una prohibición jurisdiccional —más bien, es un término
sujeto a ser dispensado y a suspensión equitativa en “circunstancias extraordinarias” y que el término es

Cap. 5 HABEAS CORPUS FEDERAL 163
Imagina el plazo como un cronómetro con un año en la carátula. Una vez que la
revisión directa de tu caso se vuelve definitiva, el reloj comienza a avanzar. Cuando una
moción bajo el Artículo 440 o una petición estatal de habeas son presentadas ante la
corte estatal, el reloj se detiene. Una vez que la corte estatal decide el caso y todas las
demás apelaciones con finalizadas, 259 el reloj vuelve a avanzar, y una petición federal de
habeas debe ser presentada ante la corte federal antes de que el plazo de un año
concluya. Toma en cuenta que el reloj no regresa a un año. En efecto, el único tiempo
restante es el que quedó cuando la moción bajo el Artículo 440 o la petición estatal de
habeas fue presentada ante la corte estatal.
e. Peticiones Sucesivas 260
AEDPA contiene reglas estrictas relativas a la presentación de una segunda petición
o peticiones sucesivas de habeas corpus federal. 261 No es posible seguir presentando
peticiones respecto de las mismas cuestiones. Si presentas la misma reclamación en tu
primera petición y en peticiones sucesivas, tus peticiones sucesivas serán
desestimadas. 262 Además, generalmente no es posible presentar nuevas reclamaciones
en una petición sucesiva. 263 Hay pocas excepciones a esta regla, y demostrar a la corte
que tu caso cae dentro de una de estas excepciones es muy difícil. Estas estrictas reglas
fueron creadas para motivar a los presos a incluir todas sus reclamaciones en una sola
petición.
Unas pocas excepciones pueden permitirte presentar una segunda petición o
peticiones sucesivas sin tener que cumplir con los estrictos requisitos discutidos más
adelante. Las peticiones generalmente no son consideradas “sucesivas” cuando un
solicitante estatal cuya primera petición fue desestimada por no agotar los remedios
estatales presenta una nueva petición basada en reclamaciones ahora agotadas. 264 Las
equitativamente suspendido cuando uno de los abogados del solicitante se retiró del caso y un nuevo
abogado tuvo que tomarlo). Las cortes pueden también permitir la suspensión equitativa del plazo para darte
la oportunidad de presentar una solicitud de agotamiento estatal y una petición federal enmendada posterior
al agotamiento.
259. La mayoría de las cortes han concluido que el tiempo empleado en presentar una petición de
certiorari ante la Suprema Corte de los Estados Unidos después del procedimiento estatal posterior a la
condena no continúa deteniendo el reloj. Por lo tanto, no cuentes este tiempo como si fuera parte del periodo
de suspensión. Vea Stokes v. District Attorney of the County of Phila., 247 F.3d 539 (3d Cir. 2001); Isham v.
Randle, 226 F.3d 691 (6th Cir. 2000); Snow v. Ault, 238 F.3d 1033 (8th Cir. 2001); Rhine v. Boone, 182 F.3d
1153 (10th Cir. 2001).
260. “Sucesivas” significa una después de la otra. En otras palabras, peticiones posteriores a la
primera son consideradas sucesivas.
261. 28 U.S.C. § 2244(b) (2000). Pero vea Lindh v. Murphy, 521 U.S. 320, 117 S. Ct. 2059, 138 L.
Ed. 2d 481 (1997) (AEDPA no aplica si la petición de habeas ya se encontraba pendiente el 24 de abril de
1996). Vea también Mackall v. Angelone, 109 F.3d 957 (4th Cir. 1997).
262. 28 U.S.C. § 2244(b)(1) (2000).
263. 28 U.S.C. § 2244(b)(2) (2000).
264. Vea Slack v. McDaniel, 529 U.S. 473, 478 , 120 S. Ct. 1595, 1601, 146 L. Ed. 2d 542, 551
(2000) (“una petición de habeas presentada después de que una petición inicial fue desestimada sin una
resolución sobre el fondo de la cuestión por no agotar recursos estatales no es una ‘segunda o sucesiva’
petición según ese término es entendido en el contexto de habeas.”); Carlson v. Pitcher, 137 F.3d 416, 420
(6th Cir. 1998); Camarano v. Irvin, 98 F.3d 44, 46 (2d Cir. 1996) (per curiam) (“La aplicación de las
disposiciones relativas a admisión de reclamaciones para rechazar una petición presentada de nuevo en
casos como éste de hecho impediría toda revisión federal de habeas y por lo tanto, contravendría la doctrina
del abuso de la petición, según ha sido entendida antes y después de Felker ... El negar la revisión adicional
de habeas en tales casos no frenaría abusos de la petición, sino que impediría por completo la revisión
federal de habeas.”).

164 MANUAL DE ASESORÍA LEGAL PARA PRISIONEROS Cap. 5
cortes han reconocido unas pocas excepciones adicionales bajo las cuales peticiones
subsiguientes no son consideradas “sucesivas”:
(1) Cuando la petición original fue rechazada por falta de pago de la cuota que debe
pagarse por la presentación o por errores de forma; 265
(2) Cuando la petición original fue denominada una petición bajo § 2255, pero de hecho
era una petición bajo § 2241 impugnando la ejecución y no la validez de la
sentencia; 266 y
(3) Cuando la segunda petición impugna partes de la decisión que derivan de una
petición exitosa anterior. 267
En ocasiones extraordinarias, solicitudes sucesivas pueden ser permitidas. Las
limitaciones de AEDPA a segundas peticiones y peticiones sucesivas no aplican si la
petición sucesiva fue presentada antes del 24 de abril de 1996, la fecha de su
promulgación. 268 Sin embargo, peticiones sucesivas presentadas después del 24 de abril
de 1996 generalmente están sujetas a las estrictas limitaciones de AEDPA, incluso si la
primera petición fue presentada antes de la fecha de promulgación. 269 Una petición puede
ser considerada como no sucesiva si contiene reclamaciones que fueron incluidas en la
primera petición, pero que no fueron decididas por la corte en aquel momento. 270
Si encuentras una nueva reclamación que no fue incluida en tu primera petición, una
excepción estricta tal vez permita que una corte federal la vea. Para incluir una nueva
reclamación y presentar una segunda petición de habeas corpus, debes probar uno de
dos requisitos:
(1) Tu nueva reclamación se basa en una regla constitucional “nueva” que previamente
no estaba disponible y que la Suprema Corte de los Estados Unidos ha hecho
“retroactiva a casos en apelación colateral;” 271 o
265. Vea O’Connor v. United States, 133 F.3d 548, 550 (7th Cir. 1998); Benton v. Washington, 106
F.3d 162, 164–65 (7th Cir. 1996).
266. Vea Chambers v. United States, 106 F.3d 472, 474–75 (2d Cir. 1997).
267. Vea, por ejemplo, In re Taylor, 171 F.3d 185, 187–88 (4th Cir. 1999); Walker v. Roth, 133 F.3d
454, 455, n.1 (7th Cir. 1997) (per curiam).
268. Vea Mackall v. Angelone, 131 F.3d 442, 444 n.2 (4th Cir. 1997) (en banc); Williams v. Cain, 117
F.3d 863 (5th Cir. 1997).
269. Vea Felker v. Turpin, 518 U.S. 651, 116 S. Ct. 2333, 135 L. Ed. 2d 827 (1996) (concluyendo que
AEDPA aplica a peticiones sucesivas presentadas después de la fecha de su promulgación); Woratzeck v.
Stewart, 118 F.3d 648, 650 (9th Cir. 1997); Mancuso v. Herbert, 166 F.3d 97, 101 (2d Cir. 1999) (concluyendo
que “AEDPA aplica a una petición de habeas presentada después de la fecha en que inició la vigencia de
AEDPA, sin tomar en consideración la fecha en que el solicitante presentó su petición inicial de habeas y sin
tomar en consideración las bases para desestimar dicha petición inicial.”).
270. Vea Stewart v. Martinez-Villareal, 523 U.S. 637, 118 S. Ct. 1618, 140 L. Ed. 2d 849 (1998) (la
petición de habeas corpus federal en 1997 no estaba sujeta a las restricciones de AEDPA respecto de
peticiones sucesivas a pesar de que era la segunda vez que el solicitante solicitó un remedio respecto de una
reclamación de que era incompetente para ser ejecutado. La corte de distrito no consideró la solicitud en su
primera petición. El solicitante tiene derecho a una resolución de todas las reclamaciones presentadas en su
petición original de habeas). Pero vea United States v. Barrett, 178 F.3d 34, 45 (1st Cir. 1999) (“si una
petición cae dentro de la regla de res judicata modificada conocida como la doctrina del abuso de la
petición—porque, por ejemplo, presenta una reclamación que pudo haber sido adecuadamente presentada y
decidida en una petición anterior bajo § 2255—también cae dentro de la definición de ‘segunda o sucesiva.’”).
271. 28 U.S.C. § 2244(b)(2)(A) (2000). Esto significa que la Suprema Corte ha declarado un nuevo
derecho y ha expresamente indicado que este nuevo derecho aplica a casos que ya han sido decididos. En
Tyler v Cain, 533 U.S. 656, 121 S. Ct. 2478, 150 L. Ed. 2d 632 (2001) la Corte aclaró el lenguaje de §
2244(b)(2)(A) y concluyó que para que una ley pueda ser aplicada retroactivamente la Suprema Corte debe
haber decidido que la ley era retroactiva en un caso. Además, la Corte indicó que cuando un solicitante

Cap. 5 HABEAS CORPUS FEDERAL 165
(2) Tu nueva reclamación se basa en hechos que no pudiste haber descubierto
previamente incluso con una “debida investigación.” 272 Además, estos hechos
combinados con los hechos en el expediente deben establecer evidencia “clara y
convincente” 273 de que “de no ser por” 274 el error constitucional que estás impugnando,
ningún jurado razonable te habría encontrado culpable del crimen del que fuiste
acusado. 275
Por favor toma en cuenta que incluso si puedes probar una de las dos condiciones
anteriores, otras dificultades procesales aún pueden impedirte presentar una segunda
petición de habeas. Debes obtener el permiso de un panel de tres jueces de una corte
federal de circuito para poder presentar una petición sucesiva en una corte federal de
distrito. Tras tu solicitud, el panel revisará los documentos y tomará una decisión dentro
de treinta días. 276 Si la corte decide no revisar tus documentos, no puedes apelar la
decisión y por lo tanto no puedes presentar una segunda petición.
Debido a que la reglas son tan estrictas, debes tener cuidado de presentar tu petición
correctamente e incluir todos los hechos la primera vez. No asumas que vas a tener una
segunda oportunidad si cometes un error o si no cumples con una regla procesal
correctamente. La nueva regla fue diseñada para ser severa, y lo es. 277
2. Mecánica de la Petición de Habeas Corpus Federal
Esta Sección explica el procedimiento básico de la ley de habeas: (a) cuándo
presentar la petición, (b) dónde presentarla, (c) cómo presentarla, (d) qué esperar
después de que la presentaste, y (e) cómo apelar.
a. Cuándo Presentar la Petición 278
Debes presentar tu solicitud de habeas corpus ante la corte federal de distrito dentro
del plazo de un año a partir de la fecha en que tu caso se vuelve “definitivo.”
Generalmente es posible cumplir con el plazo de “un año” si presentas tu petición dentro
del año siguiente y en:
(1) La fecha en que los procedimientos de revisión directa de la Suprema Corte de los
Estados Unidos son finalizados; 279
(2) La fecha en que el estado eliminó un impedimento inconstitucional para presentar la
solicitud/moción; 280
(3) La fecha en que la Suprema Corte de los Estados Unidos declaró un nuevo derecho
retroactivo en el cual te basas; 281 o
presenta una segunda solicitud de habeas, debe ser claro en la fecha de la presentación que la Corte ha
decidido que la ley es retroactiva.
272. “Debida investigación” significa “buen esfuerzo.”
273. “Evidencia clara y convincente” es un estándar entre “preponderancia de la evidencia” y “más
allá de una duda razonable.” De acuerdo con el estándar de “evidencia clara y convincente”, debes demostrar
que es altamente probable que los nuevos hechos habrían cambiado el resultado de tu juicio. Sin embargo,
no necesitas demostrar que los nueves hechos definitivamente habrían cambiado el resultado de tu juicio.
274. “De no ser por” significa “sin.”
275. 28 U.S.C. § 2254(e)(2)(B) (2000).
276. 28 U.S.C. § 2244(b)(3)(D) (2000).
277. Vea Felker v. Turpin, 518 U.S. 651, 116 S. Ct. 2333, 135 L. Ed. 2d 827 (1996) (determinando
que las nuevas limitaciones de AEDPA respecto de peticiones sucesivas de habeas corpus son
constitucionales).
278. Esto es discutido más a detalle en la Parte D(1)(d) anterior.
279. 28 U.S.C. § 2244(d)(1)(A) (2000).
280. 28 U.S.C. § 2244(d)(1)(B) (2000).

166 MANUAL DE ASESORÍA LEGAL PARA PRISIONEROS Cap. 5
(4) La fecha en que fue posible descubrir los hechos a través de una “debida
investigación.” 282
La opción más segura es presentar dentro de un año a partir de la fecha en que la
revisión directa es finalizada. Es muy difícil cumplir con las otras tres fechas iniciales.
Debes presentar todas tus reclamaciones en tu primera petición. En tu petición federal,
incluye solamente reclamaciones para las cuales los recursos estatales han sido
agotados. Si las reclamaciones que deseas formular en tu petición no han sido agotadas,
debes presentarlas ante la corte estatal lo antes posible y definitivamente dentro del año
siguiente a la fecha en que la revisión directa sea finalizada. Si haces esto, el plazo será
suspendido mientras las reclamaciones son agotadas.
Para casos que fueron concluidos antes de la promulgación de AEDPA, la fecha de
inicio se cuenta a partir de la fecha de la promulgación de AEDPA en abril de 1996. Por lo
tanto, las solicitudes de presos cuyas condenas fueron finalizadas antes de la
promulgación de AEDPA tuvieron por fecha límite el 24 de abril de 1997. 283 A menos que
el plazo sea suspendido, el plazo nunca va a ser mayor de un año. En cualquier caso,
debes presentar la solicitud lo antes posible una vez que tu caso se vuelve definitivo. No
está claro si las cortes pueden prorrogar el plazo de un año en casos que no involucran la
pena de muerte. Las cortes pueden suspender equitativamente este plazo, pero ello es
muy raro y se discute más adelante. No debes contar con poder evitar este plazo de un
año. Si estas presentando la petición pro se, 284 debes presentar los siguientes tres
documentos rápidamente, y debes presentarlos dentro del término de un año: (1) una
petición de habeas, 285 (2) una solicitud de designación de abogado, y (3) una solicitud de
aplazamiento (sólo en casos de pena de muerte). 286
b. Dónde Presentar la Petición
En tu carácter de preso estatal presentando la petición en una corte federal, puedes
tener opciones respecto del lugar en el cual presentarla. Puedes presentar tu petición de
habeas corpus en una corte federal de distrito ubicada ya sea en el distrito en el cual te
encuentras recluido o en el que fuiste condenado. 287 Para algunas personas, esto
significa dos distritos diferentes.
Presentar en el distrito en el que fuiste condenado tiene varias ventajas. En primer
lugar, el expediente de tu juicio y sentencia se encuentran ahí. En segundo lugar, es
probable que la evidencia adicional o los testigos que desees presentar ante la corte
puedan encontrarse ahí. En tercer lugar, si fuiste condenado en una ciudad grande o en
un área urbana y ahora te encuentras recluido en un pueblo pequeño o un área rural,
abogados mejor calificados tal vez estén disponibles en el distrito en el cual fuiste
condenado. Por otra parte, si tienes un abogado, tal vez sea más fácil para un abogado
de la localidad el viajar a tu prisión para discutir el caso contigo. En cualquier caso,
281. 28 U.S.C. § 2244(d)(1)(C) (2000). Vea, por ejemplo, United States v. Adams, No. 90-00431-08,
1996 U.S. Dist. Lexis 8875 (E.D. Pa. Jun 21, 1996) (no publicado).
282. 28 U.S.C. § 2244(d)(1)(D) (2000). Vea, por ejemplo, Dobbs v. Zant, 506 U.S. 357, 113 S. Ct.
835, 122 L. Ed. 2d 103 (1993).
283. Vea Ross v. Artuz, 150 F.3d 97 (2d Cir. 1998); Mickens v. United States, 148 F.3d 145 (2d Cir.
1998); Rosa v. Senkowski, 148 F.3d 134 (2d Cir. 1998).
284. “Pro se” significa que estás compareciendo por tu cuenta y no estás siendo representado por un
abogado.
285. Recuerda: incluye todas las reclamaciones posibles siempre y cuando puedas apoyarlas con
hechos detallados y explicaciones sobre los perjuicios.
286. El “aplazamiento” es una suspensión temporal del proceso judicial ordenada por la corte.
287. 28 U.S.C. § 2241(d) (2000).

Cap. 5 HABEAS CORPUS FEDERAL 167
independientemente del lugar en el que presentes tu petición, la corte ante la cual la
presentes probablemente transferirá tu caso al distrito en el que fuiste condenado si la
corte considera que la transferencia es deseable. 288
Respecto de presos en Nueva York, el estado se encuentra dividido en cuatro
distritos judiciales federales. Puedes ver el Apéndice I de la Quinta Edición del JLM, el
cual indica el distrito judicial federal en que se encuentran cada condado y prisión estatal
de Nueva York.
c. Cómo Presentar la Petición
Para iniciar un procedimiento de habeas, necesitas obtener un formato de petición
para una solicitud de habeas corpus. Debes escribirle al Secretario de la corte federal de
distrito en la cual planeas presentar tu petición y solicitar la “Forma Modelo para Uso en
Solicitudes de Habeas Corpus” bajo 28 U.S.C. § 2254. 289 El Secretario debe enviarte el
formato gratis. El formato que recibas probablemente será similar, si es que no idéntico, a
la petición incluida como ejemplo en el Apéndice A del Capitulo 11 de la 5a edición del
JLM. 290
Como puedes ver en el ejemplo de petición, el formato requiere mucha información.
La información requerida incluye el fundamento de hecho de tus reclamaciones, la
situación de tu custodia, los procedimientos ante la corte estatal en los cuales agotaste
tus reclamaciones, citas y resultados de otras peticiones federales de habeas, y la
protección que solicitas. Al dar esta información, ten los siguientes nueve pasos en
mente:
i. Escribe con Sencillez
No te preocupes por usar términos legales si no te sientes cómodo haciéndolo. La
corte no te penalizará por no usar términos legales. Si usas términos legales de forma
incorrecta, puedes confundir a la corte e impedir que el juez entienda tu reclamación.
Solo asegúrate de escribir tan claro como sea posible revisando tu razonamiento,
gramática, y ortografía.
ii. Relata los Hechos
Lo más importante que puedes hacer en tu petición es decirle a la corte los hechos
pertinentes. Los jueces generalmente saben la ley, pero raramente conocen los hechos
de tu caso. Si tienes hechos relacionados con tus alegatos legales—por ejemplo, que el
gobierno no le proporcionó a tu abogado en el juicio un informe de balística—debes
informar a la corte. Detalles de hecho que tú no crees que sean importantes pueden ser
importantes para la corte.
288. 28 U.S.C. § 2241(d) (2000).
289. La Regla 2(c) de los Reglamentos de Casos Bajo la Sección 2254 ante las Cortes de Distrito de
los Estados Unidos requiere que las cortes federales de distrito le proporcionen a los presos los formatos
para las peticiones de habeas corpus.
290. Los formatos de muestra están en el Apéndice A de este Capítulo en la Quinta Edición del JLM
y se incluyen sólo como referencia. Por favor no los separes del JLM. Los formatos incluidos en la Quinta
Edición del JLM no han sido reimpresos en este manual. Debes ver la Quinta Edición del JLM para ver los
formatos.

168 MANUAL DE ASESORÍA LEGAL PARA PRISIONEROS Cap. 5
iii. Corrige
Pídele a alguien en quien confías que lea tu escrito. A veces es difícil evaluar tus
propios argumentos. Otra persona puede encontrar defectos en tu razonamiento o
errores gramaticales que tú puedes pasar por alto.
iv. Argumenta con Veracidad y Básate en la Ley
Recuerda quien es tu público. Le estas escribiendo a un juez federal y a su asistente
o asistentes legales. Los jueces federales y sus asistentes generalmente tienen mucha
experiencia con peticiones de habeas; por lo tanto, no debes tratar de confundirlos o
mentirles. Asimismo, no implores clemencia. En vez de eso, puedes apelar al sentido de
justicia del juez argumentando con solidez que el gobierno te ha condenado o
sentenciado de manera injusta.
v. Proporciona Copias de Partes del Expediente
A lo largo del proceso criminal probablemente has recibido todo tipo de documentos
como citaciones, escritos, decisiones, y transcripciones. Estos documentos conforman el
expediente de tu caso y generalmente son muy útiles para una corte revisora. Incluye
copias de cuantas partes del expediente como te sea posible, y señala las partes
pertinentes del expediente en tus argumentos legales. Si no tienes alguna parte del
expediente o no tienes acceso a una fotocopiadora, solicita a la corte que obtenga las
partes pertinentes del expediente de la corte de primera instancia o del fiscal. De ser
posible, identifica las partes importantes del expediente con la mayor precisión que te sea
posible. Por ejemplo, no digas tan sólo que el juez en tu juicio hizo preguntas que no
están permitidas, sino identifica (de ser posible) las páginas de la transcripción en que las
preguntas fueron anotadas.
vi. Proporciona Citas
Las leyes, reglas administrativas, y opiniones judiciales generalmente tienen citas
explicando dónde pueden ser encontradas. Cuando sea posible, proporciona las citas de
las leyes y casos que aplican a los hechos de tu situación. No estás obligado a
proporcionar citas, 291 pero las citas pueden ayudar a que el juez tome su decisión de
manera más eficiente. Si únicamente sabes una parte de la cita, como el nombre de un
caso, simplemente incluye esa parte. Si no sabes la cita, no la incluyas y no te preocupes
por ello. Trata de evitar listas largas de casos en tu petición (“citas en serie”). Básate en
la que sea mejor para tu caso. Si varios casos dicen lo mismo, escoge la decisión mas
reciente de la corte de mayor jerarquía y cítala.
vii. Presenta Todas las Reclamaciones Posibles
Tal como se discutió en la Parte D(1)(e), probablemente sólo tienes una oportunidad
para presentar una petición federal de habeas. Por lo tanto, debes presentar todas las
reclamaciones que tengan el apoyo de los hechos en tu caso y de la ley.
291. Vea Jones v. Jerrison, 20 F.3d 849, 853 (8th Cir. 1994) (“Ninguna ley o regla requiere que una
petición identifique una teoría legal o incluya citas del fundamento legal.”).

Cap. 5 HABEAS CORPUS FEDERAL 169
viii. Firma, Fecha, y Copia
Una vez que completes el formato, debes firmarlo. 292 Además, debes fechar la
petición y/o jurar la fecha en que la petición fue entregada a un oficial de la prisión para
ser enviada por correo. 293 Después de esto, haz tres copias de la petición completa.
Debes enviar el original y dos copias al Secretario de la Corte. 294 Conserva la copia
restante para tu archivo personal.
ix. Paga la Cuota
La cuota por presentar una petición de habeas es $5. 295 Si no puedes pagar la cuota,
debes solicitar al Secretario de la Corte una solicitud in forma pauperis. La solicitud pide
el permiso de la corte para proceder “a la manera de una persona pobre” no pagando
cuotas judiciales ni costos. Además de completar el formato in forma pauperis, debes
preparar y firmar una solicitud de indigencia. 296 Además, debes proporcionar un
certificado del director de la prisión especificando la cantidad de dinero que hay en tu
cuenta en la prisión. 297 Una vez que tengas listo el formato in forma pauperis, la solicitud
de indigencia, y el certificado de la cuenta en la prisión, debes hacer copias para tu
archivo personal y enviar los originales al Secretario de la Corte. Si el Secretario de la
Corte acepta tu solicitud, no será necesario que pagues la cuota para presentar la
petición ni ningún otro gasto relacionado con el procedimiento de habeas.
La promulgación de la Ley Modificatoria del Litigio en Prisión (PLRA), la cual requiere
que los presos paguen total o parcialmente la solicitud por demandas civiles, planteó la
cuestión de si es necesario que solicitantes de habeas paguen cuotas a pesar de su
situación in forma pauperis. 298 Sin embargo, las cortes federales de apelación
uniformemente han decidido que los requisitos establecidos en la PLRA no aplican en
casos bajo las secciones 2254 y 2255. 299
d. Qué Esperar Después de Presentar la Petición
Después de que presentes la solicitud, puedes esperar que la corte expida una o más
de las siguientes órdenes: (i) una desestimación, (ii) una orden de demostrar causa, y/o
(iii) una audiencia de evidencia.
292. La Regla 2(c) del Reglamento de Casos bajo la Sección 2254 ante las Cortes de Distrito de los
Estados Unidos requiere la firma de la petición.
293. Es importante tomar nota de la fecha en caso de que la petición no llegue a la corte por un
periodo de tiempo prolongado después de que se la diste a un oficial de la prisión para ser enviada por
correo.
294. Reglas Regulatorias de Casos bajo la Sección 2254 ante las Cortes de Distrito de los Estados
Unidos, Regla 3(a).
295. 28 U.S.C. § 1914(a) (2000).
296. Reglas Regulatorias de Casos bajo la Sección 2254 ante las Cortes de Distrito de los Estados
Unidos, Regla 3(a). Vea también 28 U.S.C. § 1915 (1991 West Supp.). Vea el Capítulo 17 de la Quinta
Edición del JLM para un ejemplo del formato in forma pauperis que puedes copiar.
297. Reglas Regulatorias de Casos bajo la Sección 2254 ante las Cortes de Distrito de los Estados
Unidos, Regla 3(a).
298. Ley Modificatoria del Litigio en Prisión, Pub. L. No. 104-134, 110 Stat. 1321 (1996). Vea el
Capítulo 15 para una discusión detallada de la PLRA.
299. Vea Reyes v. Keane, 90 F.3d 676, 678 (2d Cir. 1996); United States v. Levi, 111 F.3d 955 (D.C.
Cir. 1997) (per curiam); Smith v. Angelone, 111 F.3d 1126, 1129–30 (4th Cir. 1997).

170 MANUAL DE ASESORÍA LEGAL PARA PRISIONEROS Cap. 5
i. Desestimación
Después de que presentes tu petición de habeas, el juez puede desestimar tu petición
completa. El juez hará esto si con base en tu petición es aparente que no tienes derecho
a un remedio, es decir, si la ley de habeas no te otorga protección incluso asumiendo que
tus reclamaciones son verdaderas. 300 Por ejemplo, la corte desestimará tu petición si el
error que reclamas en tu petición federal de habeas es irrelevante. La corte también
puede rechazar tu petición si los hechos en tu caso contenidos en el expediente no están
plenamente desarrollados (en otras palabras, si no has establecido plenamente que
tienes una reclamación federal), o si está claro que tu petición no fue presentada dentro
del plazo de un año.
ii. Orden de Demostrar Causa
Si el juez decide que, asumiendo la verdad de tu reclamación, puedes tener un buen
argumento, el juez expedirá una “orden para demostrar causa” a la persona que te tiene
bajo custodia. Esta persona probablemente es el director o superintendente de tu prisión.
La “orden de demostrar causa” ordena al director explicar la razón por la cual el juez no
debe expedir una orden de habeas corpus. 301 El director debe contestar presentando una
“respuesta” dentro del plazo establecido por la corte, 302 y debe darte una copia de su
respuesta. Si no estás de acuerdo con cualquier declaración de hechos en la “respuesta”
del director, debes impugnar la declaración en un documento llamado “negativa.” 303
iii. Audiencia de Evidencia
Bajo AEDPA, la corte de habeas debe asumir los hechos tal como fueron
determinados por la corte estatal. Sin embargo, tras recibir la petición, respuesta, y la
negativa, la corte de habeas puede optar por sostener una audiencia de evidencia
respecto de los hechos que no fueron completamente desarrollados en la corte estatal de
primera instancia. 304 La decisión de la corte de habeas sobre sostener esta audiencia
puede depender de la razón por la cual los hechos no fueron desarrollados en la corte de
primera instancia. En otras palabras, la realización de una audiencia puede ser afectada
por (a) si un error del cual tú eres responsable impidió el desarrollo de los hechos, o (b) si
un error del estado impidió el desarrollo de los hechos.
300. Reglas Regulatorias de Casos bajo la Sección 2254 ante las Cortes de Distrito de los Estados
Unidos, Regla 4.
301. Reglas Regulatorias de Casos bajo la Sección 2254 ante las Cortes de Distrito de los Estados
Unidos, Regla 4. El procurador estatal o el procurador del distrito usualmente representarán al director.
302. Reglas Regulatorias de Casos bajo la Sección 2254 ante las Cortes de Distrito de los Estados
Unidos, Regla 4.
303. Una “negativa” es la manera de negar hechos importantes alegados por el director. El Apéndice
A de este Capítulo en la Quinta Edición del JLM incluye un ejemplo de negativa.
304. La corte federal de distrito puede nombrar un magistrado para llevar a cabo audiencias relativas
a tu petición. Reglas Regulatorias de Casos bajo la Sección 2254 ante las Cortes de Distrito de los Estados
Unidos, Regla 8(b)(1). Después de la audiencia, el magistrado presentará ante la corte determinaciones de
hecho y recomendaciones. El magistrado debe enviarte por correo una copia de estas determinaciones y
recomendaciones. Reglas Regulatorias de Casos bajo la Sección 2254 ante las Cortes de Distrito de los
Estados Unidos, Regla 8(b)(2). Debes presentar y proporcionar a las partes interesadas objeciones por
escrito a las determinaciones y recomendaciones del magistrado dentro de un plazo de diez días a partir de
que recibas las propuestas del magistrado. Reglas Regulatorias de Casos bajo la Sección 2254 ante las
Cortes de Distrito de los Estados Unidos, Regla 8(b)(3). Aun cuando la Regla 8(b)(3) sólo dice que “puedes”
presentar objeciones por escrito, siempre debes presentar objeciones por escrito si estás en desacuerdo con
cualquiera de las determinaciones o recomendaciones del magistrado.

Cap. 5 HABEAS CORPUS FEDERAL 171
(a) Error del Solicitante
Si tú o tu abogado no desarrollaron plenamente los hechos ante la corte estatal, a
esto se le llama error del solicitante. AEDPA ha limitado estrictamente las oportunidades
para una audiencia de evidencia en esta situación. La regla dice que debes demostrar
dos cosas: “causa” e “inocencia.” 305
Puedes demostrar causa en una de dos maneras:
(1) Ahora te estás basando en un nuevo derecho retroactivo creado por la Suprema Corte
de los Estados Unidos; o
(2) Ahora te estás basando en hechos descubiertos recientemente que no pudieron ser
descubiertos antes durante el procedimiento estatal a través de una “debida
investigación” (esfuerzo razonable). 306
Además de demostrar “causa,” debes demostrar “inocencia.” Puedes demostrar
inocencia si los “hechos fundamentando tu reclamación serían suficientes para establecer
con evidencia clara y convincente que de no ser por el error constitucional, ninguna
persona a cargo de determinar los hechos te habría encontrado culpable de la ofensa
subyacente.” 307 Esto significa que debes demostrar que un jurado “razonable” no te
habría encontrado culpable del crimen por el cual fuiste condenado si el error
constitucional que alegas no hubiera ocurrido.
Sólo mediante la demostración tanto de “causa” como de “inocencia” te será otorgada
una audiencia de evidencia para desarrollar los hechos en mayor detalle. Si no puedes
demostrar ambas cosas, la corte procederá con los hechos tal como aparecen en el
expediente de la corte estatal. Es difícil superar tu error o el error de tu abogado (error del
solicitante) mediante el estándar de “causa” e “inocencia.” Así que, si tu error causó la
falta de desarrollo de los hechos, la corte probablemente no te dará una audiencia de
evidencia. Esta es la razón por la cual es tan importante investigar y plantear todos los
hechos que apoyan todas tus reclamaciones constitucionales en la corte estatal. También
es la razón por la cual debes pedir a la corte estatal que nombre un investigador y todos
305. 28 U.S.C. § 2254(e)(2) (2000).
306. Para un caso que proporciona un ejemplo de evidencia la cual previamente no pudo haber sido
descubierta a través de una “debida investigación,” vea Williams v. Taylor, 529 U.S. 420, 120 S. Ct. 1479, 146
L. Ed. 2d 435 (2000). En este reciente caso de la Suprema Corte, la Corte concluyó que para obtener una
audiencia de evidencia en corte federal el solicitante debe demostrar que realizó una debida investigación al
tratar de desarrollar los hechos en la corte estatal. Si el solicitante puede demostrar que “hizo un esfuerzo
adecuado durante el procedimiento ante la corte estatal para descubrir y presentar los hechos subyacentes”
pero los hechos permanecieron inadecuadamente desarrollados el solicitante puede tener derecho a una
audiencia federal de evidencia. Williams v. Taylor, 529 U.S. 420, 430, 120 S. Ct. 1479, 1487, 146 L. Ed. 2d
435, 448 (2000). Además, el requisito de debida investigación no depende de si el esfuerzo tuvo éxito, sino
de que “el preso hizo un intento razonable, en vista de la información disponible en ese entonces, para
investigar y continuar con reclamaciones en la corte estatal.” Williams v. Taylor, 529 U.S. 420, 437, 120 S. Ct.
1479, 1490, 146 L. Ed. 2d 435, 451 (2000). La Corte también concluyo que “en el caso común el preso, como
mínimo, busca una audiencia de evidencia en la corte estatal en una cuestión prescrita por la ley estatal.”
Williams v. Taylor, 529 U.S. 420, 437, 120 S. Ct. 1479, 1490, 146 L. Ed. 2d 435, 451 (2000). Vea también,
Dobbs v. Zant, 506 U.S. 357, 113 S. Ct. 835, 122 L. Ed. 2d 103 (1993) (determinando que la transcripción del
juicio no debe ser excluido por retraso cuando el retraso fue resultado del error del estado).
307. 28 U.S.C. § 2254(e)(2)(B) (2000). Vea Sawyer v. Whitley, 505 U.S. 333, 112 S. Ct. 2514, 120 L.
Ed. 2d 269 (1992) (citando la excepción de “inocencia de hecho” pero no permitiendo una excepción
únicamente basada en una demostración de la existencia de evidencia mitigante adicional que únicamente
afectaba la decisión discrecional entre la pena de muerte y cadena perpetua), modificado por Schlup v. Delo,
513 U.S. 298, 299, 115 S. Ct. 851, 854, 130 L. Ed. 2d 808 (1995) (el solicitante apelando la sentencia de
muerte debe demostrar que la violación constitucional probablemente resultó en la condena de una persona
que de hecho es inocente y debe demostrar que “hay una probabilidad mayor de cincuenta por ciento de que
ningún jurado razonable habría condenado al solicitante en vista de la nueva evidencia.”).

172 MANUAL DE ASESORÍA LEGAL PARA PRISIONEROS Cap. 5
los expertos que necesitas para ayudarte a descubrir e identificar hechos que apoyen tus
reclamaciones constitucionales. Asegúrate de solicitar el descubrimiento de documentos,
y siempre solicita una audiencia de evidencia en la cual puedas presentar tus testigos y
evidencia y probar tus alegatos.
(b) Error del Estado
Si el estado o la corte estatal impidieron el desarrollo de hechos en tu caso, te será
otorgada una audiencia obligatoria. En Townsend v. Sain, la Suprema Corte de los
Estados Unidos enunció seis situaciones en las que errores del estado requieren que la
corte federal sostenga una audiencia de evidencia: 308
(1) El fondo de la disputa sobre hechos no fue resuelto en la audiencia estatal;
(2) La determinación de los hechos por parte del estado no esta debidamente apoyada
por la totalidad del expediente;
(3) El procedimiento usado por la corte estatal para determinar los hechos no proporcionó
adecuadamente una audiencia completa y justa;
(4) Hay una alegación substancial de evidencia recién descubierta;
(5) Los hechos relevantes no fueron adecuadamente desarrollados en la audiencia ante
la corte estatal; 309 o
(6) El juez estatal no otorgó al solicitante una audiencia completa y justa.
Recuerda que estas situaciones te confieren una audiencia sólo si el estado o la corte
fue responsable de no desarrollar los hechos durante el procedimiento estatal.
e. Cómo apelar
Si presentaste una petición de habeas corpus ante la corte federal de distrito y la
petición fue negada, puedes apelar a la correspondiente Corte de Apelaciones de los
Estados Unidos (comúnmente llamada corte de circuito). 310 Debido a que AEDPA ha
limitado estrictamente la oportunidad de presentar una segunda petición o peticiones
sucesivas de habeas, la oportunidad de apelar tu primera petición es muy importante.
Asegúrate de seguir el procedimiento correctamente. Debes presentar una notificación de
apelación en la corte de distrito dentro de los treinta días siguientes a la decisión de la
corte de distrito. 311 Debes asegurarte de presentar la petición en tiempo porque es poco
probable que la corte de circuito te otorgue una prórroga.
La apelación no es obligatoria y no tienes el derecho automático de apelar el rechazo
de tu petición de habeas. Debes obtener permiso para apelar mediante un “certificado
para apelar” de un juez federal de distrito o un juez de corte de circuito. 312 Para ello,
necesitas presentar una solicitud de un certificado para apelar junto con la notificación de
308. Townsend v. Sain, 372 U.S. 293, 83 S. Ct. 745, 9 L. Ed. 2d 770 (1963).
309. Bajo Keeney v. Tamayo-Reyes, 504 U.S. 1, 112 S. Ct. 1715, 118 L. Ed. 2d 318 (1992), si no se
demuestra causa por la falta de desarrollo de los hechos en el procedimiento ante la corte estatal y perjuicio
de hecho a causa de tal falta, una corte federal no otorgara a un solicitante de habeas una audiencia de
evidencia cuando el solicitante tuvo una oportunidad adecuada para desarrollar los hechos pertinentes en el
proceso ante la corte estatal. Pero vea Rhoden v. Rowland, 10 F.3d 1457, 1460 (9th Cir. 1993) (reenviando a
la corte inferior para una audiencia de evidencia debido a que, a diferencia del solicitante en Tamayo-Reyes,
el solicitante tomó todas las medidas posibles para formar un expediente a tiempo).
310. 28 U.S.C. § 2253(a) (2000).
311. 28 U.S.C. § 2107 (2000).
312. 28 U.S.C. § 2253(c)(1) (2000). Vea, por ejemplo, Hogan v. Zavaras, 93 F.3d 711, 712 (10th Cir.
1996) (negando certificado para apelar por no demostrar una negativa substancial de un derecho
constitucional después de que la orden de habeas corpus fue negada por la corte federal de distrito).

Cap. 5 HABEAS CORPUS FEDERAL 173
apelación ante la corte de distrito. Si la corte de distrito niega por completo tu solicitud de
un certificado para apelar, puedes solicitar uno de la Corte de Apelaciones de los Estados
Unidos presentando una solicitud de certificado para apelar al secretario de dicha
corte. 313 Si la corte de distrito te otorga el certificado para apelar, pero sólo respecto de
algunas de tus reclamaciones, puedes solicitar a la Corte de Apelaciones que extienda el
certificado para incluir reclamaciones adicionales que la corte de distrito no especificó.
El juez de la corte de circuito permitirá una apelación sólo una vez que “se demuestre
de manera substancial la negativa de un derecho constitucional.” 314 Para satisfacer este
estándar de “demostración substancial,” debes especificar la cuestión o cuestiones
implicadas en la violación de tus derechos federales constitucionales. 315 Asegúrate de
solicitar un certificado para apelar respecto de cada cuestión que deseas apelar. Tu
apelación estará limitada a aquellas cuestiones respecto de las cuales se te otorgue el
certificado.
Algunas de la “cuestiones apelables” aceptadas son las siguientes:
(1) Incluso si las partes están de acuerdo, ¿cuenta el juez magistrado con la autoridad
bajo 28 U.S.C. § 636 y el Artículo III de la Constitución de los Estados Unidos para
tomar una decisión final en un caso de habeas corpus 316
(2) ¿Te negó la corte de primera instancia el derecho de confrontar testigos 317
(3) ¿Cometió el fiscal una violación bajo Brady respecto de evidencia relativa a análisis de
sangre 318
(4) ¿Fue tu confesión forzada mediante golpes propinados por la policía 319
(5) ¿Fue tu abogado en el juicio constitucionalmente eficaz
Si tu petición fue desestimada por razones procesales, como el no cumplir con el
requisito de agotamiento, un certificado para apelar te será expedido sólo si juristas
razonables considerarían debatible tanto (1) si una violación constitucional ocurrió, como
(2) si la corte de distrito estuvo en lo correcto en su decisión procesal desestimando tu
petición. 320 Recuerda que si tu petición de habeas fue presentada ante de la
promulgación de AEDPA el 24 de abril de1996, las reglas de AEDPA no aplican a tu
caso. 321 Sin embargo, si tu apelación fue presentada después del 24 de abril de 1996, las
disposiciones relativas al certificado para apelar sí aplican. Si ya te fue otorgado un
“certificado de causa probable,” no necesitas obtener un “certificado para apelar.” Los
estándares para ambos certificados son suficientemente similares que el “certificado de
313. Si la Corte de Apelaciones rechaza tu solicitud de un certificado para apelar, puedes tratar de
apelar este rechazo ante la Suprema Corte. La Corte recientemente concluyó que tiene jurisdicción sobre
tales apelaciones. Vea Hohn v. United States, 524 U.S. 236, 118 S. Ct. 1969, 141 L. Ed. 2d 242 (1998).
314. 28 U.S.C. § 2253(c)(2) (West Supp. 1997). Vea, por ejemplo, Barefoot v. Estelle, 463 U.S. 880,
893, 103 S. Ct. 3383, 3394 (1983) (citando Stewart v. Beto, 454 F.2d 263, 270 n.2 (5th Cir. 1971)).
315. 28 U.S.C. § 2253(c)(3). Vea Herrera v. United States, 96 F.3d 1010 (7th Cir. 1996), reh’g
denied, 108 F.3d 1379 (7th Cir. 1997) (requiriendo que el acusado especifique las cuestiones implicadas para
obtener un certificado para poder apelar).
316. Vea Orsini v. Wallace, 913 F.2d 474, 476 (8th Cir. 1990) (determinando que jueces magistrados
cuentan con la autoridad para ordenar la transcripción de una sentencia en el registro del tribunal en un caso
de habeas).
317. Vea Norris v. Schotten, 146 F.3d 314 (6th Cir. 1998).
318. Vea Norris v. Schotten, 146 F.3d 314 (6th Cir. 1998).
319. Vea Nelson v. Walker, 121 F.3d 828 (2d Cir. 1997) (el acusado satisfizo el requisito de
demostración substancial de la negativa de un derecho constitucional, ya que el expediente indicaba que
mayor investigación era necesaria respecto del alegato de que su confesión fue involuntaria).
320. Vea Slack v. McDaniel, 529 U.S. 473, 120 S. Ct. 1595, 146 L. Ed. 2d 542 (2000).
321. Vea Lindh v. Murphy, 521 U.S. 320, 117 S. Ct. 2059, 138 L. Ed. 2d 481 (1997).

174 MANUAL DE ASESORÍA LEGAL PARA PRISIONEROS Cap. 5
causa probable” substituye al “certificado para apelar.” 322 La principal diferencia entre los
dos es que el certificado para apelar requiere que se demuestre que cada cuestión
satisface el estándar para poder apelar (es decir, tienes que demostrar que cada cuestión
que deseas plantear, incluyendo las decisiones procesales de la corte de distrito, es
debatible entre juristas razonables) mientras que el certificado de causa probable permite
que la Corte de Apelaciones considere todas las reclamaciones en la petición. 323 La
solicitud de un certificado para apelar actualmente es muy importante y debes tener
cuidado de incluir todas y cada una de las cuestiones, y todas y cada una de las
decisiones procesales que deseas apelar y debes demostrar cómo el estándar es
satisfecho.
E. Presos Bajo Custodia Federal—Sección 2255 324
Esta parte explica el procedimiento de habeas corpus federal para presos federales.
Si fuiste condenado por un crimen federal y tu sentencia viola la Constitución, una ley, o
un tratado de los Estados Unidos, puedes usar la ley federal 28 U.S.C. § 2255 para
solicitar protección. La sección 2255 es el equivalente del habeas corpus, y permite que
los presos estatales presenten una moción para anular, revocar, o corregir sus
sentencias. Un preso estatal debe usar la sección 2254 para impugnar su condena; un
preso federal debe usar la sección 2255.
1. Condiciones de la Petición
Los requisitos para presos bajo custodia federal son similares a los de los presos en
custodia estatal con una diferencia importante. Los presos federales que solicitan
protección bajo la sección 2255 no tienen cuestiones concernientes a las cortes estatales.
Los presos bajo custodia federal no presentan sus reclamaciones ante las cortes
estatales antes de apelar a la corte federal, así que no hay requisito de agotamiento
estatal.
a. Bajo Custodia
Los presos federales y estatales tienen el mismo requisito de custodia. Ambos deben
estar “bajo custodia” para poder solicitar la protección de habeas. Custodia es definida de
manera amplia. A veces puedes ser considerado “bajo custodia” si simplemente eres
requerido a comparecer en corte para un juicio y no te es posible irte sin permiso. 325 La
Parte D(1)(a) explica esta definición en mayor detalle.
b. Apelación Directa
Para presentar una moción bajo la sección 2255, debes evitar cometer “omisiones
procesales.” 326 Esto significa que si la reclamación es aparente en la transcripción del
322. Vea Reyes v. Keane, 90 F.3d 676 (2d Cir. 1996). Para un ejemplo de una moción bajo la
sección 2255 , vea Thye v. United States, 96 F.3d 635 (2d Cir. 1996).
323. Vea Murphy v. Netherland, 116 F.3d 97 (4th Cir. 1997) (el certificado para apelar no está
disponible para apelar una reclamación respecto de violación de derechos otorgados por un tratado).
324. Las leyes federales que autorizan que los presos federales soliciten el equivalente de una orden
de habeas corpus son 28 U.S.C. §§ 2241 y 2255.
325. Vea Hensley v. Mun. Court, 411 U.S. 345, 935 S. Ct. 1571, 36 L. Ed. 2d 294 (1973).
326. El no seguir correctamente los procedimientos debidos en previos procesos judiciales se llama
“omisión procesal.” Es posible cometer una omisión procesal en apelación.

Cap. 5 HABEAS CORPUS FEDERAL 175
juicio y el expediente, debes haber otorgado a la corte de apelación directa la oportunidad
de conocer tu reclamación. 327 Si no lo hiciste, la corte puede no considerar el fondo de la
reclamación. Sin embargo, si la ley en el tiempo de tu juicio hubiera hecho inútiles tus
objeciones, entonces no has cometido una omisión procesal. 328 Para impugnar una
omisión procesal, verifica si el gobierno ha renunciado a requisitos de manera expresa.
De no ser así, puedes usar la prueba de “causa y perjuicio.” La prueba de causa y
perjuicio requiere que des una buena razón por la cual no planteaste la cuestión
anteriormente y que demuestres cómo fuiste perjudicado por la falta de oportunidad para
plantear la cuestión. 329
c. Plazo
El plazo de un año aplica también a los casos de presos federales. Debes
presentar tu petición dentro del año siguiente a la fecha en que tu caso es finalizado.
Asegúrate de presentar tu petición lo antes posible. Lee la Parte D(2)(a) anterior.
d. Peticiones Sucesivas 330
Únicamente puedes presentar una segunda petición bajo la sección 2255 si un panel
de la correspondiente Corte de Apelaciones certifica que una de las dos condiciones
siguientes es satisfecha:
(1) La combinación de “evidencia recientemente descubierta” con otros hechos en el
expediente aportan “evidencia clara y convincente” de que de no ser por el error de la
corte de primera instancia, el jurado no te habría encontrado culpable. 331 Esto es
similar al requisito discutido en la Parte B(2). El error ocasionado por la violación de la
Constitución, leyes federales, o tratados por parte de la corte no debe ser “irrelevante”;
o
(2) La Suprema Corte de los Estados Unidos declara un derecho retroactivo no disponible
previamente. 332 En tal caso, no necesitas demostrar la “posibilidad de inocencia.” Si,
después del rechazo de tu primera petición, la Suprema Corte de los Estados Unidos
declara que una ley nueva en particular se aplicará a todos los casos futuros y
pasados, puedes presentar una segunda solicitud respecto de las mismas
reclamaciones. En tal caso, no necesitas demostrar que ignorar la nueva ley te
perjudicará de alguna manera. 333
327. Causa para no haber agotado recursos ante la corte de apelación directa generalmente puede
establecerse en una moción bajo § 2255 alegando ineficaz asesoría del abogado, si el abogado en la
apelación directa fue el mismo que en el juicio. Vea Billy-Eko v. United States, 8 F.3d 111 (2d Cir. 1993).
328. Vea English v. United States, 42 F.3d 473, 479 (9th Cir. 1994).
329. Vea, por ejemplo, United States v. Cook, 45 F.3d 388, 395 (10th Cir. 1995) (el solicitante no
necesita formular una reclamación en apelación directa si demuestra “causa” adecuada y “perjuicio”); United
States v. Wright, 43 F.3d 491, 497–500 (10th Cir. 1994) (“causa” y “perjuicio” excusan la omisión procesal del
solicitante cuando el solicitante no impugnó su admisión de culpabilidad en apelación debido a la previa
amenaza del fiscal de acusar a miembros de su familia).
330. “Sucesivas” significa una después de la otra. En otras palabras, peticiones posteriores a la
primera son consideradas sucesivas.
331. 28 U.S.C. § 2255 (2000).
332. 28 U.S.C. § 2255 (2000).
333. Aunque una modificación de la ley que no implica una nueva regla constitucional pero que te
haría inocente no puede presentarse en una segunda petición o una petición sucesiva, puede presentarse en
una petición bajo § 2241. Vea Triestman v. United States, 124 F.3d 361 (2d Cir. 1997).

176 MANUAL DE ASESORÍA LEGAL PARA PRISIONEROS Cap. 5
2. Mecánica de la Petición
Esta Sección explica: (a) cuándo presentar la petición, (b) dónde presentar la petición,
(c) cómo presentar la petición, (d) qué esperar después de que presentes la petición, y
(e) cómo apelar la negativa de tu moción bajo la sección 2255. Debido a las muchas
similitudes entre la sección 2254 y la sección 2255, serás referido a la Parte D cuando
sea necesario.
a. Cuándo Presentar la Petición
Debes presentar tu petición de habeas en la corte federal de distrito dentro del plazo
de un año a partir de la fecha en que tu caso se vuelve definitivo. 334 Un caso es
generalmente considerado definitivo una vez que la Suprema Corte de los Estados
Unidos completa el procedimiento de certioriari en revisión directa. 335 Si no solicitaste
certiorari, debes asumir que tu caso se vuelve definitivo cuando el fallo es expedido por la
Corte de Apelaciones. 336 Si no presentaste una apelación, tu caso se vuelve definitivo
diez días después de la fecha de registro de la sentencia en el registro de la corte,
cuando el plazo para presentar una notificación de apelación expiró. 337
El plazo “de un año” también puede ser cumplido si presentas la petición dentro del
año siguiente y en:
(1) La fecha en que se elimine la barrera inconstitucional del gobierno a la presentación
de la solicitud/moción; 338
(2) La fecha en que la Suprema Corte de los Estados Unidos declaró un nuevo derecho
retroactivo en el cual el solicitante se basa; 339
(3) La fecha en que se vuelve posible descubrir los hechos a través de una “debida
investigación.” 340
Si más de una fecha de inicio aplica en tu caso, debes presentar tu solicitud dentro de
un año a partir de la última fecha de entre las cuatro opciones Si diferentes
reclamaciones tienen diferentes fechas de inicio, para estar seguro debes presentar tu
petición dentro de un año a partir de la primera de las cuatro opciones. 341
Si estás presentando de manera pro se, debes presentar los siguientes tres
documentos rápidamente, y debes presentarlos dentro del plazo de un año: (1) una
334. 28 U.S.C. § 2255(1) (2000).
335. Vea, por ejemplo, Kapral v. United States, 166 F.3d 565, 577 (3d Cir. 1999); United States v.
Simmonds, 111 F.3d 737, 744 (10th Cir. 1997).
336. Vea Gendron v. United States, 154 F.3d 672, 674 (7th Cir. 1998) (concluyendo que la decisión
se vuelve final cuando el fallo es expedido por la Corte de Apelaciones). Pero vea Kapral v. United States,
166 F.3d 565, 577 (3d Cir. 1999) (concluyendo que la decisión se vuelve final cuando el plazo de 90 días
para solicitar certiorari expira); United States v. Lacey, 162 F.3d 1175 (10th Cir. 1998).
337. Vea Kapral v. United States 166 F.3d 565, 577 (3d Cir. 1999); Bryant v. United States, 48 F.
Supp. 2d 188, 190 (N.D.N.Y. 1999).
338. 28 U.S.C. § 2255(2) (2000).
339. 28 U.S.C. § 2255(3) (2000).
340. 28 U.S.C. § 2255(4) (2000). Para un caso que da un ejemplo de evidencia que no pudo haber
sido descubierta previamente mediante una debida investigación, vea Dobbs v. Zant, 506 U.S. 357, 113 S.
Ct. 835, 122 L. Ed. 2d 103 (1993).
341. 28 U.S.C. § 2255(4) (2000).

Cap. 5 HABEAS CORPUS FEDERAL 177
petición de habeas, 342 (2) una solicitud para la designación de un abogado, y (3) una
solicitud de aplazamiento (sólo en casos de pena de muerte). 343
b. Dónde Presentar la Petición
Un preso federal puede presentar una moción bajo la sección 2255 únicamente en la
corte federal de distrito en la cual fue condenado y sentenciado. Esta es una diferencia
entre presos federales y estatales. Los presos estatales tienen la opción de presentar en
el distrito en que se encuentran recluidos.
c. Cómo Presentar la Petición
Para impugnar la legalidad de tu sentencia o condena bajo la sección 2255, debes
escribirle al secretario de la corte federal de distrito en que fuiste condenado y solicitar un
formato para una moción bajo la sección 2255. 344 La moción tiene un formato muy similar
a la petición bajo la Sección 2254, un ejemplo de la cual se encuentra en el Apéndice A
del Capítulo 11 de la 5a Edición del JLM. Los consejos sobre cómo completar el formato
se discuten en la Parte D(2)(c) de este Capítulo.
d. Qué Esperar Después de Presentar la Petición
Consulta la Parte D(2)(d) de este Capítulo para ver qué debes esperar después de
presentar la petición. Generalmente, la corte debe sostener una audiencia de evidencia si
“alegaste hechos que, de determinarse que son ciertos, te habrían dado derecho a la
protección de habeas.” 345 En otras palabras, la corte te otorgará el beneficio de la duda y
asumirá la verdad de los hechos que alegaste al decidir si debe examinar la evidencia.
Sin embargo, la corte puede tomar una decisión sin requerir tu presencia en la
audiencia. 346
e. Cómo Apelar
Si recibes una decisión final negando tu solicitud de una orden de habeas corpus,
puedes presentar una solicitud ante la corte de apelaciones. Sin embargo, AEDPA
requiere primero un “certificado para apelar” y establece un procedimiento y un estándar
para apelar que son similares al procedimiento para presentar una apelación de una
petición bajo la sección 2254. 347 Para mayor información, puedes consultar la Parte
D(2)(e) de este Capítulo.
342. Recuerda formular todas las reclamaciones que sea posible siempre y cuando puedas
fundamentarlas con detalles de hecho y explicaciones de los perjuicios.
343. El “aplazamiento” es una suspensión temporal del proceso judicial ordenada por la corte.
344. Vea el Apéndice I al final de la Quinta Edición del JLM para una lista de las direcciones de las
cortes federales de distrito en Nueva York.
345. Vea Ciak v. United States, 59 F.3d 296, 307 (2d Cir. 1995); Shaw v. United States, 24 F.3d
1040, 1043 (8th Cir. 1994); United States v. Blaylock, 20 F.3d 1458, 1465 (9th Cir. 1994); Gov’t of V.I. v.
Weatherwax, 20 F.3d 572, 573, 580 (3d Cir. 1994); Frazer v. United States, 18 F.3d 778, 781, 784–85 (9th
Cir. 1994).
346. 28 U.S.C. § 2255 (2000).
347. 28 U.S.C. § 2253(c)(1)(B) (2000).

178 MANUAL DE ASESORÍA LEGAL PARA PRISIONEROS Cap. 5
F. Presos Estatales bajo Pena de Muerte
AEDPA contiene secciones especiales que únicamente aplican a presos estatales en
casos de pena de muerte. Estas secciones son U.S.C. §§ 2261–2266. La Parte F es sólo
una introducción y descripción de estas modificaciones a la ley federal de habeas corpus.
Es importante entender que la información contenida en estas secciones aún no ha sido
interpretada por muchas cortes. Si eres un preso sentenciado a pena de muerte, te
recomendamos que obtengas la asesoría de un abogado para tu petición de habeas
corpus. Tienes derecho a un abogado designado si no puedes pagar los servicios de
uno. 348
1. Condiciones
Estos procedimientos especiales de habeas corpus aplican sólo si ciertas condiciones
son satisfechas las cuales califican tu estado como un estado en que puedes “optar por
ser incluido”: (a) el estado tiene procedimientos para dar a presos indigentes que han
sido condenados por crímenes sancionados con la pena de muerte un abogado
competente, compensado por su trabajo y al cual le son cubiertos los gastos razonables
del litigio, y (b) el estado ha ofrecido un consejero legal a todos los presos estatales
condenados a pena de muerte. A la fecha de este escrito, varios estados han reconocido
que no califican como estados en que puedes “optar por ser incluido,” y ha sido
determinado que ninguno de los estados que alegan satisfacer el estándar satisfacen los
prerrequisitos de ley. Esto significa que los nuevos estándares enunciados mas adelante
todavía no aplican a ningún caso de pena de muerte y no aplicarán en tu caso a menos
que nuevos estándares que cumplen con los prerrequisitos estaban vigentes cuando tu
caso se encontraba ante la corte estatal. Los dos prerrequisitos principales son
explicados a continuación:
(1) Después de que las sentencias de pena de muerte de presos indigentes se han vuelto
definitivas 349 bajo la ley estatal, el estado debe proveer un mecanismo para “el
nombramiento, compensación, y pago de costos razonables del litigio de un abogado
competente” 350 para los presos en procedimientos estatales posteriores a la condena.
Este mecanismo puede ser establecido “por ley, regla de la corte de último recurso, o
por otra agencia autorizada por la ley del Estado.” 351 La “regla judicial o legal debe
proveer estándares de competencia para el nombramiento de tal abogado;” 352 y
(2) La propuesta de un abogado debe hacerse a todos los presos estatales condenados a
pena de muerte. La corte debe registrar una orden si lo siguiente ocurre: (a) el
nombramiento de un abogado tras la confirmación de la aceptación del preso
indigente o tras la determinación de la incompetencia del preso indigente; (b) el
rechazo por parte del preso indigente del abogado designado entendiendo las
consecuencias legales; o (c) la negativa de la corte a la solicitud de un abogado hecha
por un preso que no es indigente. 353
348. 21 U.S.C. § 848(q) (2000).
349. La condena y la sentencia son consideradas definitivas después de que la corte de último
recurso en el estado confirma la condena y la sentencia en apelación directa.
350. 28 U.S.C. § 2261(b) (2000).
351. 28 U.S.C. § 2261(b) (2000).
352. 28 U.S.C. § 2261(b) (2000).
353. 28 U.S.C. § 2261(c)(1)–(3) (2000).

Cap. 5 HABEAS CORPUS FEDERAL 179
A continuación se ofrece una explicación de las nuevas reglas de AEDPA sobre
casos de pena de muerte. De nueva cuenta, toma en cuenta que ninguna de estas reglas
aplica hasta que tu estado califique como uno en que puedes “optar por ser incluido.”
2. Asesoría Legal
El abogado que representó al preso en el juicio o en la apelación directa no será
designado para asesorar al preso en su petición de habeas a menos que tanto el preso
como el abogado expresamente soliciten continuar su relación. 354 El preso también puede
solicitar un abogado diferente en cualquier momento, pero no puede quejarse por ineficaz
asesoría en su petición de habeas. 355
3. Aplazamientos de la Ejecución
La ejecución de un preso condenado a pena de muerte no se aplaza
automáticamente. Cualquier aplazamiento que hayas recibido en tu apelación directa
quedará sin efecto tan pronto como completes el procedimiento estatal posterior a la
condena o presentes una petición federal. Generalmente, los solicitantes condenados a
pena de muerte obtienen un aplazamiento de la ejecución cuando acceden a la corte
federal en su procedimiento inicial de habeas federal. Sin embargo, bajo la sección
2262(b), cuando la corte estatal expide una orden bajo la sección 2261(c), la corte federal
debe aplazar la orden de ejecución. 356 El aplazamiento de la ejecución expira y no es
renovado sin una petición sucesiva de habeas que sea aprobada, si una de las siguientes
opciones ocurre:
(1) No presentas tu petición de habeas dentro del plazo requerido;
(2) Renuncias a tu derecho de solicitar una revisión de habeas;
(3) No demuestras la negación de un derecho federal; o
(4) Una corte federal te niega el remedio. 357
4. Plazo para Presentar la Petición
En casos de pena de muerte, debes presentar una petición federal de habeas dentro
de 180 días (seis meses) después de la conclusión de la revisión directa en la corte
estatal. 358 Este periodo de seis meses es suspendido cuando tu petición de certiorari a la
Suprema Corte de los Estados Unidos en revisión directa es presentada y continúa
mientras tal procedimiento está pendiente. El plazo es suspendido de nuevo cuando tu
petición de un remedio estatal posterior a la condena es presentada y continúa mientras
este procedimiento está pendiente. 359 Si demuestras “buena causa,” puedes recibir hasta
treinta días adicionales para presentar tu petición de habeas. 360 Estos plazos son muy
estrictos, así que debes encontrar un abogado lo antes posible para que te ayude a
presentar tu petición a tiempo.
El proceso de apelación para un condenado a pena de muerte en un estado que
cumple con los prerrequisitos de la sección 2261 debe ser más rápido que para los
354. 28 U.S.C. § 2261(d (2000).
355. 28 U.S.C. § 2261(e) (2000).
356. 28 U.S.C. § 2262(a) (2000).
357. 28 U.S.C. § 2262(b), (c) (2000).
358. 28 U.S.C. § 2263(a) (2000).
359. 28 U.S.C. § 2263(b)(1), (2) (2000).
360. 28 U.S.C. § 2263(b)(3) (2000).

180 MANUAL DE ASESORÍA LEGAL PARA PRISIONEROS Cap. 5
condenados a pena de muerte en otros estados y para los acusados que no están
condenados a pena de muerte. Por disposición legal la corte federal de distrito debe
expedir una decisión final a más tardar 180 días después de que la petición es
presentada. La corte de distrito puede solicitar una prórroga de treinta días de este
término si expide una orden que demuestra que “los fines de la justicia” demandan el
tiempo adicional. La corte de apelaciones debe decidir definitivamente las apelaciones
presentadas bajo la Sección 2261 dentro de los 120 días siguientes a la fecha en que el
escrito de contestación es presentado.
G. Cómo Obtener la Ayuda de un Abogado
En un procedimiento federal de habeas no tienes el derecho constitucional a un
abogado designado por la corte. Sin embargo, la ley te da el derecho a un abogado
designado por la corte si eres un preso indigente condenado a la pena de muerte. 361 En
casos que no implican la pena de muerte, la corte puede designarte un abogado cuando
“los intereses de la justicia” requieren que la corte lo haga. 362 Generalmente, las cortes
federales sólo designarán un abogado para que te represente si una de las siguientes
opciones ocurre:
(1) Tu caso implica cuestiones legales complejas; 363
(2) Estas mental o físicamente inhabilitado; 364
(3) Las cuestiones en tu caso requieren testimonio de expertos y pruebas a ser
resueltas; 365
(4) La corte decide sostener una audiencia para investigar los hechos de tu caso; 366
La corte te permite descubrir evidencia; 367 o
(6) Tu petición de habeas es rechazada en la corte de distrito pero un Certificado para
Apelar es otorgado para apelar a la Corte de Apelaciones.
El juez federal de distrito generalmente cuenta con completa discreción en esta
materia—la corte de apelaciones normalmente no revocará la decisión del juez de distrito
respecto de la designación de abogado. Sin embargo, al menos una corte de apelación
361. 21 U.S.C. § 848(q) (2000).
362. 18 U.S.C. § 3006A(a)(2)(B) (2000). Vea también United States v. Ives, No. 94-35440, 67 F.3d
309, 1995 U.S. App. LEXIS 33030 (9th Cir. Sept. 19, 1995) (no publicado) (concluyendo que tres criterios
deben ser examinados para determinar los “intereses de la justicia” al designar un abogado para una petición
de habeas: (1) la probabilidad de éxito respecto del fondo de la cuestión, (2) la capacidad del solicitante de
presentar sus reclamaciones, y (3) la complejidad de las cuestiones legales implicadas); Rennie v. Artuz, 97
CV 1508 (SJ), 1997 WL 403161 (E.D.N.Y. 10 de julio de 1997) (no publicado) (al decidir si los “intereses de la
justicia” requieren la designación de un abogado, la corte de habeas considera si las reclamaciones son
“probablemente substantivas,” la capacidad del litigante para presentar su caso, la complejidad del caso, y
otras cuestiones pertinentes similares).
363. Vea James S. Liebman & Randy Hertz, Federal Habeas Corpus Practice and Procedure § 12.3b
(3d ed. 1998).
364. Vea James S. Liebman & Randy Hertz, Federal Habeas Corpus Practice and Procedure § 12.3b
(3d ed. 1998).
365. Vea James S. Liebman & Randy Hertz, Federal Habeas Corpus Practice and Procedure § 12.3b
(3d ed. 1998).
366. La Regla 8(c) de las Reglas Regulatorias de Casos bajo la Sección 2254 ante las Cortes de
Distrito de los Estados Unidos requiere que la corte designe un abogado si la corte decide sostener una
audiencia para investigar los hechos del caso.
367. La Regla 6(a) de las Reglas Regulatorias de Casos bajo la Sección 2254 ante las Cortes de
Distrito de los Estados Unidos sugiere que una corte debe designarte un abogado si la corte te permite
descubrir evidencia y considera que un abogado es necesario para el uso eficaz del procedimiento de
descubrimiento de evidencia. Vea el Capítulo 8 del JLM para una discusión del procedimiento de
descubrimiento de evidencia.

Cap. 5 HABEAS CORPUS FEDERAL 181
ha reconocido que un abogado debe ser designado si el litigante tiene un caso que puede
ser ganado, necesita un abogado debido a la dificultad del caso, y no puede llevar el caso
ni obtener un abogado por su propia cuenta. 368
Para solicitar un abogado designado por la corte, debes preparar una moción para la
designación de abogado, un breve memorando indicando las razones legales y de hecho
por las cuales la corte debe designar un abogado, y una solicitud in forma pauperis,
incluyendo la documentación de soporte discutida en la Parte D(2)(c) de este Capítulo. 369
Puedes presentar estos documentos en varios momentos diferentes durante el
procedimiento de habeas corpus. Por ejemplo, puedes solicitar un abogado incluso antes
de que presentes tu petición, para que el abogado te ayude a redactar y preparar la
petición. Las cortes, sin embargo, probablemente no designarán un abogado en esta
temprana etapa porque no conocen la naturaleza o la complejidad de tus reclamaciones.
Por lo tanto, tal vez quieras esperar hasta que presentes tu petición o hasta una etapa
posterior del procedimiento, como durante el descubrimiento de evidencia o en una
audiencia, cuando las reglas favorecen la designación de un abogado.
368. Winsett v. Washington, 130 F.3d 269, 281 (7th Cir. 1997) (citando Forbes v. Edgar, 112 F.3d
262, 264 (7th Cir. 1997)) (indicando que la corte debe designar un abogado “si, dada la dificultad del caso y la
capacidad del litigante, el litigante no podría obtener justicia sin un abogado, no podría obtener un abogado
por su propia cuenta, y tendría una posibilidad razonable de ganar con un abogado de su parte.”).
369. Vea el Apéndice A-4 de este Capítulo en la Quinta Edición del JLM para un ejemplo de un
formato de Solicitud para la Designación de Abogado.

182 MANUAL DE ASESORÍA LEGAL PARA PRISIONEROS Cap. 5
Apéndice A
Nueve Pasos del Proceso de Apelación
APELACIÓN DIRECTA
PROCEDIMIENTO
POSTERIOR A LA
CONDENA ESTATAL
Habeas FEDERAL
(1)
Juicio en la Corte
(2)
Apelación Directa a la
Corte Intermedia Estatal y
a la Suprema Corte Estatal
(4)
Procedimiento Posterior a
la Condena en la Corte
Donde Fuiste Condenado
(7)
Corte Federal de Distrito
↓ ↓ ↓
(5)
Apelación a la Corte
Intermedia Estatal y a la
Suprema Corte Estatal
(8)
Corte de Apelación
(Corte de Circuito)
↓ ↓ ↓
(3)
Suprema Corte de los
Estados Unidos
(6)
Suprema Corte de los
Estados Unidos
(9)
Suprema Corte de los
Estados Unidos