MonografÃa Tabaco - Plan Nacional sobre drogas
MonografÃa Tabaco - Plan Nacional sobre drogas
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A pesar de su integración en la UE, España<br />
no alcanzó hasta 1995 el nivel mínimo de<br />
imposición estipulado en las tres Directivas<br />
europeas de impuestos <strong>sobre</strong> los productos<br />
de tabaco aprobadas en 1992 3 , y de obligado<br />
cumplimiento a partir de Enero de 1993 (Salvador,<br />
1996). Aún con los recientes aumentos<br />
de precio que se han ido produciendo en<br />
los últimos años y que han situado la carga<br />
fiscal del tabaco en unos niveles cercanos al<br />
70% del valor del producto, España y Grecia,<br />
mantienen los precios más baratos de<br />
la Unión, situándose un 31% por debajo de<br />
la media Comunitaria en términos absolutos<br />
y un 15% tras ajustar el poder adquisitivo<br />
de las diferentes divisas (Montes y Villalbí,<br />
2001).<br />
Paralelamente, los cigarrillos manufacturados<br />
se convirtieron en uno de los productos<br />
más accesibles del mercado. Se propició la<br />
expansión de una excelente red de distribución,<br />
no tanto presencial como automática,<br />
que hizo posible la ubicación de decenas de<br />
miles de puntos de venta que facilitan, todavía<br />
hoy, la adquisición inmediata de tabaco<br />
en cualquier lugar y a cualquier hora del día<br />
o de la noche, superando con creces la accesibilidad<br />
de otros productos básicos como el<br />
pan u otros alimentos, los medicamentos,<br />
los productos de limpieza, los libros u otros<br />
artículos de ocio. El tabaco, y en especial<br />
los cigarrillos, se convirtieron en la sustancia<br />
adictiva más accesible para todos los ciudadanos,<br />
adultos, jóvenes o adolescentes.<br />
Negación de la evidencia <strong>sobre</strong> el impacto<br />
sanitario<br />
Las evidencias científicas <strong>sobre</strong> la nocividad<br />
del tabaco, disponibles desde mediados<br />
del S.XX, así como la evidencia de la<br />
capacidad adictiva de la nicotina, a partir de<br />
estudios publicados ya a comienzos de los<br />
años 70, fueron sistemáticamente refutadas<br />
por la industria tabacalera hasta la década<br />
de los años 90, cuando los litigios abiertos<br />
en EEUU por las víctimas del consumo de<br />
tabaco, obligaron a la industria a admitir parcialmente<br />
estas evidencias.<br />
Actualmente la industria mantiene que las<br />
evidencias epidemiológicas no son suficientes<br />
para demostrar la nocividad del tabaco, y<br />
solo por motivos legales, acepta que existe<br />
un consenso médico global <strong>sobre</strong> la nocividad<br />
del tabaco para las personas que lo consumen.<br />
No admite en cambio las evidencias<br />
que señalan al Aire Contaminado por Humo<br />
de <strong>Tabaco</strong> (ACHT) como un serio riesgo para<br />
la salud humana. Para ello se ampara en<br />
resultados de estudios supuestamente independientes,<br />
financiados por multinacionales<br />
del tabaco, que intentan refutar o poner en<br />
duda la creciente evidencia científica <strong>sobre</strong><br />
la nocividad del ACHT para las personas que<br />
no fuman (IARC, 2002).<br />
Apropiación de valores universales e instrumentalización<br />
mediática<br />
Los argumentos utilizados por la industria<br />
para mantener sus privilegios históricos, no<br />
han sido exclusivamente de carácter económico<br />
y científico, sino también de carácter<br />
ético. Sabiendo además, aprovechar a su<br />
favor, diversas circunstancias derivadas del<br />
contexto social y político. Desde comienzos<br />
de los años 50 hasta la recuperación democrática,<br />
para varias generaciones fumar fue<br />
un símbolo de progreso, de libertad y de<br />
acercamiento a estilos de vida alejados de<br />
nuestra realidad, es decir, democráticos,<br />
ricos y más avanzados. Esta lamentable<br />
coyuntura, fue rentabilizada con éxito por<br />
la industria. Un buen ejemplo de ello lo proporciona<br />
el proceso de incorporación de las<br />
mujeres españolas al consumo de tabaco. La<br />
España que surgió tras la Guerra Civil, vetó<br />
explícitamente la incorporación de la mujer<br />
al mercado laboral. El nuevo régimen político<br />
instaurado tras la contienda, dejó bien claro<br />
03 Directivas: 92/78/EEC; 92/79/EEC y 92/80/EEC.<br />
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Condicionantes del consumo de tabaco en España