islandia-revolucion-bajo-el-volcan-xavier-moret.epub_
islandia-revolucion-bajo-el-volcan-xavier-moret.epub_
islandia-revolucion-bajo-el-volcan-xavier-moret.epub_
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
6. Corazón volcánico<br />
Continuamos viajando en dirección norte, con H<strong>el</strong>gi al volante y Einar<br />
contando historias sin parar, hasta que pudimos ver de lejos <strong>el</strong> Myrdalsjökull,<br />
un gran glaciar ennegrecido por la ceniza. Era una imagen apocalíptica:<br />
una capa negra cubriendo <strong>el</strong> hi<strong>el</strong>o, como si toda la isla estuviera<br />
de luto. De repente <strong>el</strong> paisaje se transformaba en un desapacible diálogo<br />
en blanco y negro, como si estuviéramos en otro mundo, o inmersos en<br />
una pesadilla. Aunque conviene advertir que la sensación de encontrarse<br />
en un mundo diferente no es, por otra parte, d<strong>el</strong> todo extraña en Islandia,<br />
un país en <strong>el</strong> que un 10% de su superficie está cubierta de hi<strong>el</strong>o y que sólo<br />
es habitable en un 20-25%.<br />
Me apetecía volver a adentrarme en la parte central de la isla, allí<br />
donde <strong>el</strong> paisaje volcánico se impone de un modo contundente, sin paliativos,<br />
pero por desgracia no disponíamos de tiempo. Tanto Einar como<br />
H<strong>el</strong>gi tenían que regresar aqu<strong>el</strong>la misma tarde a Reykiavik y no podíamos<br />
regalarnos otra vu<strong>el</strong>ta por la isla. Lástima.<br />
Mientras H<strong>el</strong>gi giraba en redondo su todo terreno para regresar a la<br />
capital recordé una excursión que había hecho años atrás a Landmannalaugar,<br />
uno de los lugares más b<strong>el</strong>los de Islandia.<br />
–Landmannalaugar significa «la piscina de la gente» –me había dicho<br />
Einar–. Allí, en medio de un paisaje precioso, se abre paso un río de agua<br />
caliente en <strong>el</strong> que es un placer bañarse. Tienes que ir, aunque yo no podré<br />
acompañarte.<br />
Fui, claro. Un lugar como aquél no podía perdérm<strong>el</strong>o. Y no me