18.01.2015 Views

islandia-revolucion-bajo-el-volcan-xavier-moret.epub_

islandia-revolucion-bajo-el-volcan-xavier-moret.epub_

islandia-revolucion-bajo-el-volcan-xavier-moret.epub_

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

2. Escenario después de la batalla<br />

Cerré los ojos e inspiré hondo al volver a sentir cómo me envolvía <strong>el</strong><br />

fuerte olor a azufre mientras me duchaba. Era como regresar a mis<br />

primeros días en Islandia, nueve años atrás, cuando todo era nuevo para<br />

mí: la limpieza prístina d<strong>el</strong> aire, <strong>el</strong> olor a azufre d<strong>el</strong> agua procedente d<strong>el</strong><br />

subsu<strong>el</strong>o, <strong>el</strong> aspecto de pueblo grande de Reykiavik, <strong>el</strong> paisaje volcánico<br />

desprovisto de árboles, los extensos campos de lava y las caras de f<strong>el</strong>icidad<br />

de la gente cuando salía <strong>el</strong> sol y podían ir a pasear por <strong>el</strong> parque.<br />

Después de desayunar me entretuve un rato jugando con Hekla y las<br />

niñas en <strong>el</strong> jardín, hasta que la aparición de un perro grande de aspecto<br />

agresivo nos hizo comprender que era mejor refugiarnos en la casa.<br />

Aparte d<strong>el</strong> perro intruso, aqu<strong>el</strong> barrio de Kopavogur parecía <strong>el</strong> escenario<br />

ideal para un anuncio de la f<strong>el</strong>icidad, con casas de líneas modernas<br />

rodeadas por un jardín bien cuidado –sin vallas, como en las urbanizaciones<br />

norteamericanas, o como en las p<strong>el</strong>ículas de Spi<strong>el</strong>berg– y un<br />

montón de niños que aprovechaban la bonanza d<strong>el</strong> verano para pasear en<br />

bicicleta por las tranquilas calles que llevaban hasta <strong>el</strong> pequeño lago Elidavatn,<br />

rodeado de verde, flores, casitas de madera y gente que paseaba a<br />

caballo. Hasta allí había llegado la última oleada d<strong>el</strong> gran crecimiento<br />

urbanístico de Reykiavik; unos metros más allá ya empezaba a mostrarse<br />

la naturaleza de gran formato característica de Islandia, con lúgubres<br />

campos de lava, escasa vegetación y montes cubiertos de nubes bajas.<br />

Tal como habíamos quedado, H<strong>el</strong>gi, un amigo de Einar, llegó puntual con<br />

su 4x4 para ir de excursión al Eyjafiallajökull.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!