Fuerzas profundas e identidad. Reflexiones en torno a su impacto ...
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que se canalizó <strong>en</strong> una acción externa que buscaba la <strong>su</strong>premacía a través del uso de la<br />
fuerza, privilegiaba para ello las decisiones unilaterales y le otorgaba a Estados Unidos<br />
la misión de un Estado cruzado. El fracaso de la administración <strong>en</strong> la guerra <strong>en</strong> Irak, el<br />
deterioro de la imag<strong>en</strong> estadounid<strong>en</strong>se a nivel mundial y la crisis financiera<br />
internacional desatada <strong>en</strong> el segundo semestre de 2008 no sólo terminaron por derribar<br />
los niveles de popularidad del Presid<strong>en</strong>te, sino que arrastraron la primacía neoconservadora.<br />
Actualm<strong>en</strong>te se analiza si esta situación traería como consecu<strong>en</strong>cia un deterioro<br />
del int<strong>en</strong>to de reconocer una tradición conservadora <strong>en</strong> g<strong>en</strong>eral y el consecu<strong>en</strong>te<br />
reconocimi<strong>en</strong>to de la tradición liberal como la predominante, o si sólo asistimos al<br />
deterioro del modelo neoconservador y la <strong>su</strong>perviv<strong>en</strong>cia de los conservadores<br />
tradicionales y pragmáticos. Este debate abarcará a bu<strong>en</strong>a parte de a la sociedad<br />
americana y, <strong>en</strong> términos partidarios, afectará significativam<strong>en</strong>te al Partido Republicano<br />
<strong>en</strong> los próximos años. Sin embargo, a los fines de nuestra investigación la guerra<br />
cultural de las que nos habla Garton Ash (2008) no está cerrada. La exist<strong>en</strong>cia de al<br />
m<strong>en</strong>os dos tradiciones de p<strong>en</strong>sami<strong>en</strong>to importantes <strong>en</strong> la composición id<strong>en</strong>titaria<br />
estadounid<strong>en</strong>se sigue pres<strong>en</strong>te y <strong>su</strong> pugna también. Barak Obama lo ha tomado como<br />
uno de los grandes desafíos de gestión y ha reclamado <strong>en</strong> <strong>su</strong>s discursos por un país<br />
donde la nota distintiva de la ciudadanía sea <strong>su</strong> id<strong>en</strong>tificación como estadounid<strong>en</strong>se y no<br />
como liberal o conservador.<br />
1-2.4 El debate académico <strong>en</strong>tre la <strong>su</strong>premacía de la tradición liberal ver<strong>su</strong>s las<br />
tesis sobre la exist<strong>en</strong>cia de varias tradiciones id<strong>en</strong>titarias<br />
La tesis de la tradición liberal sost<strong>en</strong>ida por Louis Hartz <strong>en</strong> <strong>su</strong> obra The liberal<br />
Tradition in America (edición citada 1991) 40 argum<strong>en</strong>ta que Estados Unidos nació y ha<br />
permanecido liberal y que la política americana fue formada por una historia social y<br />
políticam<strong>en</strong>te distintiva caracterizada por la aus<strong>en</strong>cia de feudalismo y por un credo<br />
político monolítico (Hartz, 1991:3). Este credo prov<strong>en</strong>i<strong>en</strong>te del liberalismo lockeano es<br />
percibido uniformem<strong>en</strong>te por los ciudadanos estadounid<strong>en</strong>ses como una doctrina que<br />
involucra el compromiso con la ética individual, una amplia y difundida hostilidad hacia<br />
el poder del Estado, un escepticismo hacia las elites y un int<strong>en</strong>so s<strong>en</strong>tido de igualdad<br />
social. Además, todas las instituciones y leyes fueron <strong>su</strong>rgi<strong>en</strong>do a través de las<br />
demandas prov<strong>en</strong>i<strong>en</strong>tes de esta tradición. Por todas estas razones el liberalismo es el<br />
verdadero corazón de la <strong>id<strong>en</strong>tidad</strong> política americana (Hartz, 1991: 9).<br />
Los reci<strong>en</strong>tes desafíos a la tesis de la tradición liberal no comi<strong>en</strong>zan <strong>en</strong> la<br />
academia, sino que se ubican <strong>en</strong> el contexto político de la segunda mitad del siglo XX.<br />
Tal cual lo desarrollamos <strong>en</strong> el punto anterior las décadas de los set<strong>en</strong>ta, los och<strong>en</strong>ta y<br />
los nov<strong>en</strong>ta fueron tiempos difíciles para auto-describirse como liberals; caracterizadas<br />
por t<strong>en</strong>siones raciales, crim<strong>en</strong> creci<strong>en</strong>te, malestar estudiantil y <strong>profundas</strong> dificultades <strong>en</strong><br />
los a<strong>su</strong>ntos internacionales las ideas políticas liberales <strong>en</strong>contraron pocos adher<strong>en</strong>tes <strong>en</strong><br />
esos días. El punto de vista prevaleci<strong>en</strong>te <strong>en</strong> el voto de la clase media sobre cuestiones<br />
políticas cruciales –especialm<strong>en</strong>te cuestiones culturales– se distanció ampliam<strong>en</strong>te de la<br />
visión liberal reclamando ord<strong>en</strong> público y dejando de lado los abordajes tolerantes sobre<br />
40 Como ya se aclaró anteriorm<strong>en</strong>te la edición original de esta obra corresponde a 1955.