17.01.2015 Views

Fuerzas profundas e identidad. Reflexiones en torno a su impacto ...

Fuerzas profundas e identidad. Reflexiones en torno a su impacto ...

Fuerzas profundas e identidad. Reflexiones en torno a su impacto ...

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

272<br />

objetiva. La etnia constituye una colectividad cultural, incorporando asociaciones<br />

emocionales o s<strong>en</strong>tim<strong>en</strong>tales, <strong>su</strong>jeta tanto a cambios como a disoluciones y con<br />

elem<strong>en</strong>tos distintivos tales como l<strong>en</strong>gua, religión tradiciones o mitos, de carácter<br />

<strong>su</strong>bjetivo.<br />

Si bi<strong>en</strong> la China actual por <strong>su</strong> tamaño contin<strong>en</strong>tal es un estado multiétnico y<br />

multicultural, más del 95% de la población pert<strong>en</strong>ece a la misma etnia y cultura,<br />

asegurando así <strong>su</strong> unidad interna y estabilidad política por vía de la preponderancia, a<br />

difer<strong>en</strong>cia de otros estados multiculturales o multinacionales modernos que <strong>su</strong>fr<strong>en</strong><br />

fuertes conflictos producto de rivalidades étnicas apar<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te in<strong>su</strong>perables. Esto le<br />

otorga la v<strong>en</strong>taja de mant<strong>en</strong>er el conflicto cultural y nacional bajo control garantizando<br />

la gobernabilidad y la cohesión interna.<br />

Por otra parte, la construcción del estado nacional es un proceso histórico<br />

político que se realiza <strong>en</strong> un territorio, es decir <strong>en</strong> una patria, mezclando y uni<strong>en</strong>do<br />

cultura, nación y patria <strong>en</strong> un proyecto de carácter político que permite <strong>su</strong>perar las<br />

divisiones religiosas, de clase, de familia, etc. y estableci<strong>en</strong>do la preemin<strong>en</strong>cia de la<br />

<strong>id<strong>en</strong>tidad</strong> colectiva por sobre otras <strong>id<strong>en</strong>tidad</strong>es y roles (Smith, 1997).<br />

Esto no significa que se anul<strong>en</strong> otras <strong>id<strong>en</strong>tidad</strong>es sino que éstas se incorporan<br />

como aspectos o particularidades de esa <strong>id<strong>en</strong>tidad</strong>. A modo de ejemplo, se puede citar la<br />

importancia del linaje y los lazos familiares típicos del modelo ori<strong>en</strong>tal.<br />

La experi<strong>en</strong>cia china de conformación del estado nacional es muy antigua y <strong>su</strong>s<br />

oríg<strong>en</strong>es pued<strong>en</strong> rastrearse varios siglos antes de la era cristiana. En Occid<strong>en</strong>te, <strong>en</strong><br />

cambio, se acepta que la aparición del estado nacional es un f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>o relativam<strong>en</strong>te<br />

moderno, posterior a la Paz de Westfalia <strong>en</strong> 1648.<br />

Sin embargo, exist<strong>en</strong> al m<strong>en</strong>os dos posiciones académicas <strong>en</strong> debate <strong>en</strong> <strong>torno</strong> a<br />

esta cuestión particular. Por una parte, las perspectivas más historicistas que le otorgan<br />

a las naciones un carácter específico, con atributos tanto duraderos como cambiantes,<br />

que permit<strong>en</strong> establecer el quién y el dónde, es decir los límites de cada nación. Se le<br />

asigna a la misma un pasado inmemorial y por lo tanto imperecedero, <strong>en</strong> el que sólo<br />

varía <strong>su</strong> expresión histórica según el grado de autoconci<strong>en</strong>cia y activismo. Por otra<br />

parte, <strong>en</strong> la concepción liberal-eurocéntrica se parte de la premisa de que las naciones<br />

están compuestas por ciudadanos libres dejando afuera de la categoría de estado nación<br />

a toda la antigüedad autocrática, monárquica o imperial puesto que se las considera<br />

como formas de <strong>id<strong>en</strong>tidad</strong>es culturales colectivas pre-modernas. Asimismo, se acepta el<br />

paralelismo <strong>en</strong>tre el <strong>su</strong>rgimi<strong>en</strong>to del estado nación europeo con la revolución industrial,<br />

con el fin de los absolutismos y con la aparición de la burguesía como clase social<br />

predominante (Smith, 1997).<br />

Aunque el m<strong>en</strong>cionado debate excede los límites de este trabajo, es difícil dejar<br />

de reconocer que China constituye una etnia con autoconci<strong>en</strong>cia nacional y<br />

organización política compleja propia al m<strong>en</strong>os desde la unificación imperial <strong>en</strong> el siglo<br />

III a.C. con la dinastía Qin, forma de gobierno que duraría nada m<strong>en</strong>os que veintiún<br />

siglos. Aún si consideramos los siglos previos a la unificación observamos que China<br />

constituye una unidad geográfica y cultural aunque no una unidad política ya que estaba<br />

dividida <strong>en</strong> un conjunto cambiante de estados feudales que guerreaban<br />

perman<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te <strong>en</strong>tre sí.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!