Fuerzas profundas e identidad. Reflexiones en torno a su impacto ...
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piezas y aliados condujo a apoyar a los palestinos (árabes) fr<strong>en</strong>te a la ocupación israelí,<br />
por el sólo hecho de ser hermanos mu<strong>su</strong>lmanes (cabe m<strong>en</strong>cionar que profesan el Islam<br />
<strong>en</strong> <strong>su</strong> versión <strong>su</strong>nnita). Esto último no debe confundirse con una posición amigable al<br />
resto de los países árabes, dado Arabia Saudita era considerado un traidor por apoyar<br />
incondicionalm<strong>en</strong>te a Estados Unidos, y por perseguir a las minorías shiítas al interior<br />
del país.<br />
De acuerdo con la teoría política, la legitimidad de un poder político radica <strong>en</strong> la<br />
cre<strong>en</strong>cia de qui<strong>en</strong>es mandan pose<strong>en</strong> justo título para hacerlo, lo cual crea una convicción<br />
o cons<strong>en</strong>timi<strong>en</strong>to <strong>en</strong>tre los que obedec<strong>en</strong>. En el caso del Irán pre-revolucionario, se<br />
hacía cada vez más fuerte la idea de que la única fu<strong>en</strong>te de legitimidad del poder público<br />
debía prov<strong>en</strong>ir de la estricta observancia de los designios del Islam, <strong>en</strong> consecu<strong>en</strong>cia se<br />
debía esperar que regrese el Mahdi (Imán Oculto) o cambiar <strong>en</strong> parte esta doctrina shiíta<br />
–como finalm<strong>en</strong>te ocurrió– Con el desarrollo de los acontecimi<strong>en</strong>tos revolucionarios, el<br />
comportami<strong>en</strong>to de la población iraní t<strong>en</strong>dió a impugnar la legitimidad del régim<strong>en</strong> del<br />
Sha Reza Pahlevi, y a instituir un nuevo poder político <strong>su</strong>st<strong>en</strong>tado sobre bases<br />
religiosas. No se debe olvidar la dura crítica del Ayatollah Jomeini a la ilegitimidad del<br />
Sha, imbuido <strong>en</strong> un secularismo que había conducido al pueblo a una instancia tal que el<br />
Corán sólo era leído <strong>en</strong> los cem<strong>en</strong>terios o <strong>en</strong> los cortejos fúnebres. En consecu<strong>en</strong>cia, la<br />
única forma de salir de la “yahiliya”, es decir de la sociedad bárbara y alejada de Dios,<br />
era a través de una revolución, capaz de cortar las cad<strong>en</strong>as de la opresión, y que para<br />
perdurar <strong>en</strong> el tiempo debía basarse <strong>en</strong> los preceptos sagrados cont<strong>en</strong>idos <strong>en</strong> el Corán.<br />
Por un lado, <strong>en</strong> el discurso pre-revolucionario se abogaba por una impugnación<br />
de la legitimidad del antiguo régim<strong>en</strong>, pero por el otro, se buscaba hallar <strong>en</strong> los hombres<br />
una nueva forma de legitimación que avalara el establecimi<strong>en</strong>to de un nuevo sistema<br />
social. La apelación al Islam no sólo ha sido <strong>en</strong> <strong>su</strong> expresión religiosa sino también <strong>en</strong><br />
<strong>su</strong> expresión como ideología –que según Jomeini– triunfa porque está motivada <strong>en</strong> lo<br />
divino y <strong>en</strong> la solidaridad del pueblo a lo largo y a lo ancho del país, con la misma<br />
consigna y el mismo espíritu para alcanzar un único objetivo. Ello responde a que el<br />
Islam se preocupa y <strong>su</strong>pervisa al hombre <strong>en</strong> todos <strong>su</strong>s aspectos, tanto el individual<br />
como el social, el material, el espiritual, cultural, político, económico y militar. No<br />
pasa por alto ni el más insignificante de los a<strong>su</strong>ntos que afecte la educación y el<br />
progreso espiritual y material del hombre y <strong>su</strong> sociedad (Jomeini, 1992: 14).<br />
Esta situación se produjo <strong>en</strong> un contexto socio-político <strong>en</strong> el cual la forma de<br />
estratificación social pres<strong>en</strong>taba una gran complejidad y a la vez una disparidad. En las<br />
ciudades importantes del país, de acuerdo con el grado de desarrollo alcanzado, se podía<br />
evid<strong>en</strong>ciar una estratificación social por clases, <strong>en</strong> donde la clase media adhirió a la<br />
vuelta del Islam como una “salida alternativa a la marginación”, mi<strong>en</strong>tras que <strong>en</strong> el<br />
interior del país, con una estratificación social por estam<strong>en</strong>tos, los ancianos fueron los<br />
más receptivos a un re<strong>torno</strong> al “añorado pasado” del que jamás se debió haber salido.<br />
La originalidad de la situación iraní se condice con la observancia del Islam más<br />
allá de <strong>su</strong> connotación religiosa, y que es propia de la verti<strong>en</strong>te shiíta,para lo cual la<br />
doctrina plantea que la persona que ejerza el poder carecerá de legitimidad hasta el<br />
adv<strong>en</strong>imi<strong>en</strong>to del Imán oculto o el Mahdi, y aunque por ciertas razones se le otorgue al<br />
gobernante de turno ciertas concesiones –como había ocurrido con el Sha–, estas<br />
pued<strong>en</strong> ser quitadas cuando el clero así lo considere conv<strong>en</strong>i<strong>en</strong>te. Más aún, cuando