Fuerzas profundas e identidad. Reflexiones en torno a su impacto ...
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Durante los años que le siguieron a la posguerra, Irán se convirtió <strong>en</strong> una pieza<br />
clave <strong>en</strong> el <strong>su</strong>ministro de petróleo para las economías occid<strong>en</strong>tales que estaban <strong>en</strong> pl<strong>en</strong>o<br />
proceso de transformación económica, cuando se <strong>su</strong>stituyó el carbón mineral por el<br />
crudo como in<strong>su</strong>mo <strong>en</strong>ergético básico para el funcionami<strong>en</strong>to de las industrias. La<br />
apertura a los capitales extranjeros y la explotación de los recursos <strong>en</strong> manos foráneas<br />
afectarían la continuidad institucional del país, cuando un nacionalista apoyado por el<br />
partido de izquierda Tudeg, el Dr. Mohamad Mossadegh, realizó un coup d’etat <strong>en</strong><br />
1951.<br />
El apoyo principal al golpe de estado provino del repres<strong>en</strong>tante máximo d<strong>en</strong>tro<br />
de la jerarquía shiíta, el Ayatollah Abul Qassem Kashami, cuando Mossadegh planteó la<br />
nacionalización del petróleo iraní, lo cual redundaba <strong>en</strong> la recuperación de la soberanía<br />
sobre los recursos controlados por las empresas extranjeras. La principal damnificada<br />
con la política de expropiación y nacionalización fue la empresa Anglo Iranian Oil<br />
Company, lo cual no hacía más que marcar el fin de la pres<strong>en</strong>cia británica, no sólo <strong>en</strong> el<br />
plano económico sino también <strong>en</strong> los a<strong>su</strong>ntos políticos <strong>en</strong> Irán. Lugar que a partir de<br />
1953 sería ocupado por los Estados Unidos.<br />
Para ese <strong>en</strong>tonces, y <strong>en</strong> un contexto internacional caracterizado por la Guerra<br />
Fría, la administración norteamericana de Harry Truman no adoptó ninguna medida <strong>en</strong><br />
contrario, a pesar de que el Fr<strong>en</strong>te Nacional de Mossadegh simpatizaba con la Unión<br />
Soviética a través del partido de izquierda Tudeg. Sin embargo, con la llegada de<br />
Dwight Eins<strong>en</strong>hower a la presid<strong>en</strong>cia norteamericana, se produciría una interv<strong>en</strong>ción <strong>en</strong><br />
los a<strong>su</strong>ntos internos de Irán, cuando la C<strong>en</strong>tral Intellig<strong>en</strong>ce American (CIA) realizó un<br />
contragolpe de Estado para reinstaurar la dinastía Pahlevi. La remoción de Mossadegh<br />
del poder fue tributaria de la Doctrina Eins<strong>en</strong>hower que planteaba que no se iba a<br />
permitir que cayera ningún gobierno aliado de los Estados Unidos <strong>en</strong> Medio Ori<strong>en</strong>te. Si<br />
bi<strong>en</strong> el golpe de gracia para deponer al presid<strong>en</strong>te nacionalista lo realizó la CIA con el<br />
auspicio de los Estados Unidos, el mismo no hubiera sido posible o no hubiera logrado<br />
<strong>su</strong> cometido sin la pres<strong>en</strong>cia de un factor interno que fue insoslayable <strong>en</strong> este proceso.<br />
Solam<strong>en</strong>te cuando Kashamy (líder religioso <strong>su</strong>premo) junto a otros nacionalistas<br />
importantes retiraron el apoyo que t<strong>en</strong>ía el gobierno de Mossadegh, éste se volvió<br />
vulnerable y <strong>su</strong>cumbió finalm<strong>en</strong>te <strong>en</strong> el golpe que restauró la autocracia real de Irán,<br />
pero con tutelaje y apoyo norteamericano (Ansari, 2003: 55).<br />
El rol desempeñado por las autoridades clericales shiítas fue nodal –como fuerza<br />
profunda perman<strong>en</strong>te– para que a<strong>su</strong>miera Mossadegh –fuerza profunda variable<br />
<strong>en</strong>dóg<strong>en</strong>a a la que hicimos m<strong>en</strong>ción <strong>en</strong> un principio–, pero cuando éste se embarcó <strong>en</strong><br />
un marcado laicismo y secularismo de la sociedad iraní, at<strong>en</strong>tado contra los intereses de<br />
la shía, los resortes del poder cedieron, más aún con la interv<strong>en</strong>ción soterrada extranjera.<br />
Empero, esto no debe ser interpretado como un apoyo tácito al Sha y a la<br />
pres<strong>en</strong>cia norteamericana <strong>en</strong> el país dada la hostilidad tradicional de la clerecía shiíta a<br />
los gobernantes terr<strong>en</strong>ales ilegítimos. Tal vez, una cuestión de peso pudo haber sido que<br />
de convertirse Irán <strong>en</strong> un régim<strong>en</strong> pro-soviético, la persecución religiosa hubiera sido<br />
mayor a la que disp<strong>en</strong>saba el Sha hasta ese <strong>en</strong>tonces.<br />
A partir de 1963, la política pro-occid<strong>en</strong>tal empr<strong>en</strong>dida por el Sha –con la<br />
d<strong>en</strong>ominada Revolución Blanca ori<strong>en</strong>tada a modernizar las estructuras del país– había<br />
hecho de la sociedad iraní una sociedad escindida, <strong>en</strong> la cual el mejorami<strong>en</strong>to de las<br />
condiciones de vida sólo afectaba a unos pocos. En primer lugar se <strong>en</strong>contraba la