17.01.2015 Views

Fuerzas profundas e identidad. Reflexiones en torno a su impacto ...

Fuerzas profundas e identidad. Reflexiones en torno a su impacto ...

Fuerzas profundas e identidad. Reflexiones en torno a su impacto ...

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

146<br />

conting<strong>en</strong>cia, no una necesidad universal. Ni las naciones ni los estados exist<strong>en</strong> <strong>en</strong> toda<br />

época y circunstancia” (Gellner, 1991: 19). Su p<strong>en</strong>sami<strong>en</strong>to invierte el ord<strong>en</strong> secu<strong>en</strong>cial<br />

de los argum<strong>en</strong>tos nacionalistas: naciones dadas –y aletargadas– y posteriorm<strong>en</strong>te el<br />

nacionalismo como reafirmación política de las mismas.<br />

Para Gellner, sólo se puede vincular la idea de nación a la de cultura, si se<br />

considera que ésta ha sido estimulada por condiciones sociales g<strong>en</strong>erales –<br />

concretam<strong>en</strong>te la industrialización que conduce al nacionalismo– por medio de la<br />

educación hasta convertirse <strong>en</strong> el único elem<strong>en</strong>to –ahora estandarizado, homogéneo y<br />

c<strong>en</strong>tralizado– con el que los hombres se id<strong>en</strong>tifican voluntariam<strong>en</strong>te. Sólo cuando –<br />

como actualm<strong>en</strong>te– la cultura parece ser la depositaria natural de la legitimidad política,<br />

esta puede asimilarse a la nación. En relación al Estado, concepto sobre el que se<br />

volverá más adelante, Gellner (1991: 182) lo considera el caparazón propio sin el que<br />

normalm<strong>en</strong>te la nación-cultura no puede sobrevivir.<br />

La concepción de Suny (1992: 96) aunque no vincula tan estrecham<strong>en</strong>te<br />

industrialización-nacionalismo-naciones como Gellner, coincide con él <strong>en</strong> señalar la<br />

exist<strong>en</strong>cia de un proceso de formación de naciones. Dicho proceso está determinado por<br />

desarrollos socio-económicos y políticos, concebidos y articulados d<strong>en</strong>tro de un<br />

discurso nacional emerg<strong>en</strong>te. Dicha concepción sosti<strong>en</strong>e que “cualesquiera que sean los<br />

lazos territoriales, culturales, lingüísticos, religiosos o sociales que un<strong>en</strong> a la g<strong>en</strong>te, la<br />

nacionalidad 2 , se forma cuando se a<strong>su</strong>me mediante la experi<strong>en</strong>cia que esos lazos son los<br />

más significativos a la hora de desarrollar y proteger a un pueblo”. Nación equivaldría a<br />

comunidad imaginada que <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tra <strong>su</strong> expresión <strong>en</strong> símbolos, rituales, banderas,<br />

canciones y acciones colectivas que se constituy<strong>en</strong> <strong>en</strong> la articulación y repres<strong>en</strong>tación de<br />

<strong>su</strong>s aspiraciones que tradicionalm<strong>en</strong>te se c<strong>en</strong>traron <strong>en</strong> el reconocimi<strong>en</strong>to político, la<br />

soberanía y la indep<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia.<br />

Convi<strong>en</strong>e destacar aquí que, a m<strong>en</strong>os que se relativice el significado de estos<br />

últimos términos <strong>en</strong> relación a <strong>su</strong> alcance original –y aún al que se les daba hace algunas<br />

décadas–, éstos <strong>en</strong>tran <strong>en</strong> contradicción con una realidad que muestra una creci<strong>en</strong>te<br />

t<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia a la permeabilidad de las fronteras nacionales. F<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>os de distinto tipo, y<br />

también <strong>su</strong>jetos a difer<strong>en</strong>tes valoraciones, tales como la trasnacionalización económica,<br />

las comunicaciones, las organizaciones delictivas, los flujos migratorios –que se han<br />

transformado <strong>en</strong> un punto novedoso <strong>en</strong> la cuestión seguridad–, y los procesos de<br />

integración y cooperación económica apuntan t<strong>en</strong>azm<strong>en</strong>te <strong>en</strong> aquel s<strong>en</strong>tido.<br />

Sin embargo, la <strong>id<strong>en</strong>tidad</strong> nacional no es constante ni inmutable, sino más bi<strong>en</strong><br />

constantem<strong>en</strong>te definida, y <strong>en</strong> parte la política exterior contribuye a ello (Prizel, 1998:<br />

33). La relación <strong>en</strong>tre la <strong>id<strong>en</strong>tidad</strong> nacional y las experi<strong>en</strong>cias de política exterior es<br />

altam<strong>en</strong>te dialéctica. Por lo tanto dadas las transformaciones del sistema internacional, a<br />

la política exterior le cabe actuar <strong>en</strong> respuesta al <strong>en</strong>orme desafío de at<strong>en</strong>uar los <strong>impacto</strong>s<br />

negativos –reales o percibidos– <strong>en</strong> términos de la <strong>id<strong>en</strong>tidad</strong> nacional, mi<strong>en</strong>tras que<br />

conjuga acciones que <strong>en</strong> gran medida estrechan vínculos con el medio externo.<br />

2 En la traducción de la revista Debats aparece el término nacionalidad como sinónimo de nación lo que no es<br />

infrecu<strong>en</strong>te. También la obra de Hel<strong>en</strong>e Carrer D´Encausse, más adelante citada, cuyo título original es La gloire des<br />

nations ou la fin de l´Empire soviétique fue traducido al español como El triunfo de las nacionalidades. Sin embargo,<br />

el término nacionalidad alude a un vínculo de carácter jurídico internacional que se refiere a la pert<strong>en</strong><strong>en</strong>cia<br />

perman<strong>en</strong>te de una persona a un Estado y que se adquiere originariam<strong>en</strong>te según el ius sanguini o ius soli.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!